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Sin Amor por reydelosPK2

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Notas del capitulo:

Un capitulo algo largo y pesado, donde se habla un poco de cada familia y sus origenes y de los padres de Naruto y Sasuke. pero importante pues da inicio un sunto importante en al trama Los hijos, en especial Menma y su despertar a la realidad del matrimonio de sus padres.   


Como lo dijo alguien alguna vez: los hijos criados familias de apariencia son los peores jueces: Su sentencia duele mas que la carcel y su juicio no sulen acepta escusa. 

 

Cap 6. Decisión  

Sasuke caminaba por la casa como animal enjaulado. Nuevamente sentía esos mareos, dolores de cabeza y calambres. No le agradaba. ¿Por qué un bebe ahora? Cuestiono al aire cuándo recordó las veces que Naruto lo tomo después de la violación cuando no le dejo tomar las malditas pastillas, tampoco salir de casa… Trago saliva, ahora estaba más que seguro que esos síntomas eran de embarazado, pero también le preocupaba… Quizás por la edad, quizás por los problemas que tenía con el juicio, pero no se sentía para nada bien.

Aún no se había hecho la prueba de embarazo, temía hacerla y enfrentar la veracidad de sus sospechas y a su padre.

Simplemente volvió a cortar la tela de sus sabanas para apretar ese vientre si intentaba crecer… Como si se pudiera esconder a ese ser para siempre. Ya lo notarían con el pasar de los malditos cinco meses de receso para comprobar si él bebe que esperaba Haku era o no de Naruto. Ya se armaría la grande en un par de meses con su padre. Pero era tan cobarde que prefería retrasarlo lo más posible. O quizás en el fondo deseaba dejar existir a ese niño.    

Otro problema más. Sentencio.

Su madre le advirtió que ahora más que nuca debía abortar si realmente estaba embarazado, no dejaba de exigirle que se hiciera la prueba, pero Sasuke eludía esa conversación y cuando su madre amenazaba con decírselo a su padre… Simplemente rogaba como si no existiera un mañana.

-Bien. No le diré, no es algo que me corresponda. Debes ser tu quien lo diga. No puedes tapar el sol con un dedo. Mejor díselo o se enfadara y ya recordaras como se pone cuando se siente traicionado.

Dijo Izuna, antes de poner una mano sobre el hombro de Sasuke. Era su primer aborto. Y el primero siempre era doloroso. Izuna recordó los tres abortos que tubo, pues no era prudente quedar embarazado cuando aún comenzaban a formar el imperio de los Uchiha. Una vez puestos lo cimientos Entonces decidió que Itachi naciera y después Sasuke. Izuna comprendía su lugar como compañero de Fugaku, no solo era su esposo, sino su pilar de apoyo y no estorbaría su grandeza con niños cuando no era el momento. Cuando su marido solo necesitaba preocuparse por cosas importantes y viajaban largos meses fuera de casa. Izuna solo debía cuidar los padres enfermos de Fugaku. Mientras Fugaku trabajaba como negro para saldar las deudas de sus padres y esperar que la empresa diera frutos.

Recordó la sonrisa de satisfacción de fugaku cuando nació Itachi: su heredero. Incluso se aseguró que el que naciera fuera varón y no doncel para ser valorado por Fugaku, si Itachi hubiese sido Doncel lo hubiera abortado.  Fugaku quería un varón para que heredara su empresa, todo su sacrificio y mantuviera el apellido Uchiha en alto.

-No le causes esos disgustos. Tu padre ha trabajado tanto por este imperio, por esta familia. Eh incluso te da la oportunidad que yo jamas tuve, que doncel alguno de la familia Uchiha nunca tuvo. Hijo mío… A veces los sacrificios son necesarios. Pero eso depende de ti. Ningún juez aprobara el divorcio si se entera de la existencia de ese niño pues ese bebe también tiene derecho de heredar lo que le corresponde y según la cláusula matrimonial para heredar debe estar dentro del matrimonio para con tal con tal privilegio. ¿Lo comprendes?

Acaricio la cabellera negra de Sasuke, y lo hizo recostarse sobre sus piernas como cuando era un niño y le contaba cuentos de hadas, de príncipes y donceles, con ese vivieron felices para siempre.

-Debo decirle a papá…- concluyo aun indeciso

-Es tu decisión, pero si decides dejar con vida a ese bebe y volver con Naruto… que los santos nos amparen pues tu padre se volverá loco y ni yo sé de lo que es capaz. Un Uchiha jamas se retracta. Y Aun si regresas con Naruto ¿tú crees que no se vengara de ti por todo esto? Te hará la vida miserable.

…  

-Cinco meses…- dijo Sasuke crujiendo los dientes en su recamara. Eso era demasiado. Su embarazo seria notorio y ningún juez aceptaría un divorcio con un embarazo en camino. 

Algunas veces Sasuke deseaba decir que Naruto no haría las barbaries que su madre comentaba con terror. Pero las últimas semanas con Naruto… ya no sabía que esperar de él, si le decían que era un asesino serial… quizás lo creería. La duda le entro. ¿Qué tipo de persona era realmente Naruto?

Comenzó nuevamente a morderse las uñas. No sabía ¿qué hacer? Es decir… todo estaba en un caos total, nada tenía orden y él no tenía la fuerza de poner nada en orden. Por el bien de los niños, estos se quedaron en la residencia de la escuela. Según el juez ambos menores no debían verse influenciados por sus padre. Para que en libre albedrio decidieran con quien marcharse, o en caso de mantener el matrimonio no albergaran odio profundo por alguno de sus padres. Ambos debían deducir lo que harían, pues el juez fue claro con ellos. Los adultos tienen sus problemas pero el hecho de fallar como pareja no significa fallar como padres.  

Sus hijos… Pensó Sasuke. Si el matrimonio continuaba sus hijos verían cosas desagradables y las discusiones en casa se tornarían amargas, los chicos lentamente se teñirían de odios irracionales y podrían caer en la mala vida. Sus hijos sufrirían si ese matrimonio no concluía.

Sasuke camino con paso decidido a la oficina de su padre. Esto sería lo más difícil que haría en toda su vida, pero era el precio de su libertad y la felicidad de sus hijos.

-Papá…- dijo mirando a Fugaku que lo contemplaba serio y vio con molestia como Sasuke presionaba su vientre. Izuna ya le había hecho un comentario, pero no le afirmo nada, más esa mirada y esas manos protectoras sobre el vientre de Sasuke decían más que mil palabras.

Fugaku cerró los ojos. Esperaba al amanecer para hacer esa llamada y que un médico revisara a Sasuke. La verdad esperaba ver que proceder tomaría Sasuke, aun lo evaluaba para ver sus capacidades. Quizás por ello le tenía paciencia y se sintió correspondida su confianza al verlo frente suyo para hablar del problema.  Ahora solo debían deshacerse del estorbo y seguir con el divorcio.

-¡Debes abortar!- exclamo Naruto a Haku que lloraba como Magdalena en un rincón de esa habitación

-¡No quiero! ¡Es nuestro hijo!... Fruto de nuestro amor- repuso

-Es lo que te buscaste por dejar esas malditas cartas, rosas y las fotos. ¿Qué pretendías? ¿Destruirme?

-Quería  que te separaras de él, no sabía que eso implicaría todos estos problemas. ¡No lo sabía! Juro que no lo sabía –justifico aferrándose a las piernas de Naruto pues estaba arrodillado suplicándole por la vida de su niño que ya teníacuatro meses y medio. Y porque Naruto no lo abandonara.

-¡siempre te lo dije! No te hagas al inocente ahora- Exclamo Naruto para luego tratar de calmarse, con violencia no lograría nada… o si, pero no era eso lo que deseaba. Debía consentirlo, Haku debía ceder pues era testigo clave en el juicio.

-pensé que solo hablas de la división de bienes, no de la pérdida total de tu empresa y tu fortuna

-Así son las cosas. Haku- suspiro- Mira si ganamos todo volverá a lo de antes. La infidelidad es lo que menos les importa. Tú lo sabes bien… llevas enviándole recaditos a Sasuke desde más de cinco años y él ni se mosqueo. Podremos seguir juntos Haku. Pero su no gano y me divorcio, mi padre con lo poco que le quede de empresa y dinero me matara y usara ese dinero para lavarse las manos en el juicio y tú te quedaras solo como otro doncel sucio, con un bastardo en manos.

-no es un bastardo. ¡Es tu hijo!

-¿De qué le sirve que sea mi hijo si mi padre me matara?... Entonces mi hijo no tendrá padre, por tanto será un bastardo.

-Pero…-Dijo Haku aun aturdido por las palabras de Naruto.

-Por favor… Por mi… Si aceptas podremos quizás adelante tener un hijo. Cuando mis hijos sean adultos y yo resguarde un monto de capital para ambos -le suplico arrodillándose a su altura para abrazándolo suavemente. Mimándolo mientras Haku no dejaba de llorar y llorar, hasta que finamente cedió a las palabras de Naruto.

-Ok. Lo hare… abortare a este niño-dijo Haku-  espero que con esto comprendas cuanto te amo… Naruto. Yo sin ti no podría vivir.

Naruto nuevamente abrazo a Haku mientras reía por dentro, sin ese bebe tenia ganado el juicio y recuperaría a Sasuke.

Kiba caminaba a distancia segura de aquel doncel que vio entrar una que otra vez en el departamento de Haku. No era una persona fácil de seguir. Al parecer era uno de esos donceles de mala vida que se la pasa de fiesta en fiesta y de casa en casa según el novio que le toque. Pero una cosa era clara. Ese doncel fue el que acompañaba a Haku según las cámaras de seguridad a entregar la caja con las rosas en la puerta de la casa de Sasuke.

Minato no era tonto y pese  a estar molesto con Naruto sabía que su hijo tampoco era tan estúpido como para no cuidarse. Naruto amaba a Sasuke de eso no le cabía duda. Recordó cómo le rogo para que desistiera del divorcio a la semana de casados, para que se disculpara con Fugaku, incluso omitió la amenaza de muerte que Itachi le hizo el día que le rompió la nariz. Naruto amaba a Sasuke. Quizás tenían problemas familiares pero ¿qué pareja no los tiene? Quizás cometió un desliz, pero que matrimonio no lo tiene. Giro su cabeza y miro a Iruka.

Suspiro.

Cuantas veces no había engañado a su esposo. Cuantas veces descubrió a Iruka llorando sin animarse a preguntar sobre sus infidelidades. Incluso tuvo un par de hijos con otros donceles, hijos que de los que se desentendió.  Todo por culpa de Iruka quien lo traiciono primero y tuvo un hijo de otro hombre llamado Sakumo Hatake, uno de los guardias de seguridad que protegían la residencia Uzumaki. Si, él era similar a Naruto, de hecho su hijo aprendió varias de sus manías, pero esa era la única forma de mantener lo que se quería. Encerrarlo y dejarlo sin salida alguna, verlo resignado aceptando quedarse a su lado hasta que la muerte los separase. Sintió dolor de cabeza, era como ver la historia repetirse con algunas modificaciones.

-¿Sigues molesto?-Interrogo a Iruka que lo miraba para luego mirara el mantel que pintaba

-Decepcionado…-Fue sincero- Creí que Naruto amaba a Sasuke, creí que ese matrimonio pese a su turbio inicio daría resultado.

-Los cuentos de hadas no existen. Las cosas son así, no hay nada más que hacer, solo esperar a que las piezas regresen a su lugar

-Y si Naruto pierde el juicio. Si se divorcian- Interrogo Iruka

-Sin importar que. No voy a perder mi empresa. No habrá divorcio.

Iruka se concentró más en su mantel. Era inútil seguir hablando. Conocía a Minato, era un hombre amable y carismático… mientras tuviera algo que ganar. Pues su verdadera personalidad era fría y maquiavélica. Se hizo amigo de Fugaku pues ya tenía puesto el ojo en los beneficios que sacaría con la ayuda financiera de las empresas Uchiha, más cuando descubrió que tenía un hijo doncel. No dudo en lamer el suelo por donde Fugaku caminaba para ser de su agrado. No dudo en convencer a Itachi sobre darle la mitad de la empresa a Sasuke pues fugaku planeaba dejarlo fuera de su testamento, casarlo con alguien rico y que fuera problema de su esposo. A Fugaku jamas le agradaron los Donceles como hijos, pues decía que eran una perdida de dinero e incluso de orgullo, pues perdían el apellido al casarse.

Si, recordó como Minato aconsejaba a Itachi sobre el mundo de la finanzas, del porque la medicina era una campo de lucro al igual que la tecnología y la hotelería que era a lo que se dedicaba Fugaku. Si bien Minato era dueño de una cadena de hospitales. Fugaku era dueño de una cadena internacional de hoteles de cinco estrellas y  dueño de otras empresas tecnológicas que se dedicaban a la construcción de computadoras y electrodomésticos en general. Haciendo cuentas Fugaku cinco veces más rico que Minato, pero Minato tenía más influencia en el entorno político y mayor credibilidad, por su misma personalidad amable y carisma.

Pero con Iruka… Bueno. Cuando dos personas se conocen tan bien como ellos se conocían… simplemente no eran necesarias las máscaras, las palaras ni las intenciones. Todo estaba dicho. Estarían juntos hasta que la muerte los separara, pues tanto uno como el otro tenía el poder de destruir al otro. Iruka conocía todos los trapos sucios de Minato y la ubicación de sus hijos y Minato sabia donde radicaba el hijo de Iruka.    

En otro lado de la ciudad

Camino tranquilo sobre la avenida, como siempre preparaba sus herramientas de trabajo para dar un buen espectáculo. Esas bolas atacas con cuerdas metálicas que a la vez se ataban a otras cuerdas de tela que sujetaba con sus manos y hacia rodar muy cerca de su cuerpo para dar esa impresión de asombro a sus “Fans” como solía llamas a los conductores de los vehículos públicos o privados que miraban su acto.

Hashirama no era un hombre que ambicionara grandes cosas, le bastaba con tener algo que comer diario y tener sus herramientas. Amaba el arte y llamaba a arte a todo, pues según el todo era arte. Sus espectáculos callejeros, sus cabellos largos, su facilidad artística en el dibujo, la pintura y el tallado. En fin todo, incluso el desorden de su cuarto al ver como se formaba un habita de insectos que adornaba y llenaban la habitación de zumbidos. Todo era arte y el arte no tenía cadenas, no tenía límites y no tenía obligaciones.

Aunque… Tobirama su hermano menor opinaba todo lo contrario. No todo era arte. Existían obligaciones y cada cosa tenía su lugar. Quizás por ello ambos hermanos no solían verse y si se veían se veían fuera del cuarto que alquilaba Hashirama pues tan solo ver esa habitación Tobirama sentía que podría asesinar a su hermano por el bien de la humanidad.

Las peleas entre ambos eran de nuca a acabar y es que eran tan diferentes, pero tenían algo en común. Solo se tenían el uno al otro por lo cual siempre terminaban visitándose y metiéndose en la vida del otro, para que uno sea más relajado y el otro para que sea más ordenado.  

Tobirama a diferencia de su hermano si acabo la escuela, si estudio una carrera: medicina y si estudio una especialidad en Cirugía general y aun estudiaba otra especialización en neurocirugía. Era un hombre aplicado que jamás tuvo tiempo para el romance pese a ser Doncel. Era el que salvaba a su hermano cada que se quedaba corto de efectivo para pagar la renta de su cuarto. Actualmente trabajaba como médico de emergencias en el hospital social T. 

La habitación donde radicaba Hashirama era de cuatro por cinco metros. Se hallaba en una humilde vecindad ubicada en una zona considerada peligrosa por verse habitada de diversas clases de personas, entre ellas los kazuyas.

En esa vecindad habitaban algunas familias y otras personas solitarias. El dueño era un doncel que no paraba en el lugar desde la muerte de uno de sus inquilinos. Ese doncel era el amor de Hashirama, un amor que siempre vio imposible, no por las diferencias sociales, sino porque ese doncel cerro su corazón tras la muerte de ese inquilino. Ahora mismo evitar acudir a esa vecindad por evitar ver a Hashirama y volverle a romper las esperanzas.

Hashirama como perrito faldero simplemente esperaba su regreso, tanto del doncel como ese inquilino y miraba esa habitación con la esperanza que algún día ambos regresarían y le devolverían la felicidad. Uno con sus constantes preocupaciones y el otro con su indiferencia, uno con sus ganas de vivir una vida tranquila el otro con sus simples ganas de vivir.

Hashirama llego a la vecindad y como siempre entro en el cuarto abandonado, miro la cama de quien en vida fue Kosuke Maruboshi, un viejo que vendía lapiceras. Su cuarto aún conservaba el catre, la cama, unas cajas con su ropa, una meza de madera mohosa, una taza y un televisor viejo, esos de blanco y negro que ni señal captaban por ser muy antiguos. 

Hashirama cerró la puerta con calma y se marchó  su habitación, esa habitación desordenada que almacenaba cuadros de pintura aun sin terminar. Artefactos que recogió del basurero y que nunca termino de arreglar. Simplemente cúmulos de cosas que justificaba como arte sin poder expresar que eran los recuerdos de ese doncel y aquel anciano. Ese doncel de nombre Tenma Izumo.

Residencia Uzumaki- ex casa de Naruto y Sasuke

Kabuto no dudo en entrar a esa casa residencial de la familia Uzumaki. Kabuto era conocido por realizar trabajos ilícitos como abortos, asesinatos, trata y tráfico de personas. Minato no dudo en llamarlo, pero no fue el único que lo hizo. Orochimaru también solicito sus servicios para la familia Uchiha. Pero el hombre no dijo nada de dicha coincidencia. Nada ni si quiera al ver una foto familiar donde se  mostraba  a Naruto Uzumaki al lado de Sasuke Uchiha y sus dos hijos que en ese entonces debía tener unos nueve años.

Ese hombre miro el retrato preguntándose si la vida podía ser más irónica. Pero ¿quién era él para jugar? Trabajo era trabajo. Recordó el día que consiguió ambos trabajos:

-Ok.- Señor Minato estaré allí el día lunes por la mañana. Colgó el teléfono y prosiguió con la llamada en espera

-Ok. Comprendo Orochimaru-sama, estaré allí el lunes por la tarde- Repuso divertido, el mismo día ambos niños morirían aunque dudaba que estuvieran vivos, Dudaba que tuvieran alma, según él, el alma era algo que se impregnaba en el cuerpo al año de nacidos. Antes de eso no los consideraba humanos.

Limpio sus lentes y miro por la ventana de su casa a sus hijos jugar en el patio con una pelota. Mitsuki y Suigetsu, sus tesoros, ambos donceles. Cerró las cortinas y comenzó a alistar sus instrumentos.  Era domingo por la tarde.

Ahora frente a su cliente…

Miro a chico de nombre Haku, era bello, muy bello, aun un chico en plena flor de vida. Sintió pena, tenía buen tiempo de embarazo, el aborto seria complejo… Pero bueno su trabajo era su trabajo. Después de la sedación… Metió el aparato y comenzó a triturar al bebe y luego precedió con el raspaje. Saco todo lo que había dentro de ese vientre ante la mirada de Naruto y Minato. Pedazos de cuerpo que ya tenía forma pero aun así tan pequeño que no viviría por su propia cuenta en este ambiente hostil, y al fin y al cabo nadie quería que viviera.

-Eh terminado- dijo Dejando a Haku dormido por la anestesia. Mientras guardaba el resto de lo extraído en un frasco y paso a entregárselo a Naruto, el cual lo tomo sin asco alguno y lo tiro al basurero luego le echo ácido y al cabo de unas horas planeaba quemarlo, Para que todo se redujera a cenizas. Nada de ese niño debía quedar. Nada. No volvería a cometer errores. Aun si Haku se retractaba no tendría pruebas para acusarlo de la paternidad del niño.  

Tenían cuatro meses para que Haku se recuperara y aparentara que nada pasaba, y así presentarlo ante el juez, sin él bebe tenían el juicio casi ganado. Pero su padre lo asombro al decirle que adelantarían la audiencia para dentro de cuatro semanas.

-Muchas gracias- dijo Minato dándole el dinero a Kabuto. Que miraba fijamente a Naruto y negaba con la cabeza.

-No se preocupe, es mi trabajo.

-Que le vaya bien- dijo Naruto ignorándolo, mas esas palabras simplemente le disgustaron a Kabuto que giro y le miró fijamente

- Cuídalo, quizás sea el único que le quede este día- concluyo para marcharse dejando a un Naruto y un Minato confusos, pero felices de verse a salvo. Según Orochimaru el Uzumaki amaba al Uchiha, era evidente y por ello buscaba que el amante abortara, pero a los ojos de Kabuto el Uzumaki no merecía nada. La idea de matar al doncel que amaba el rubio le carcomió la paciencia. El deseo de ver esa cara alegre llena de sufrimiento. Aunque después recordó que Orochimaru necesitaba al doncel con vida. Suspiro, no siempre se podía salir con las suyas. Supuso. Supuso que le cobraría el doble a su pareja por privarse de ese lujo. Si Orochimaru su pareja y padre de sus hijos le debiera una gran suma de dinero.

En la mansión Uchiha, Kabuto miro a Sasuke y pregunto:

¿Realmente deseas perder al bebe?

Aquella pregunta fue tan clara y a su vez fue… confusa.

De tener al bebe regresaría a ser propiedad de Naruto, volvería al encierro. Entonces para que hizo todo esto. Porque aguanto tanto tiempo… Recordó su sueño, allí afuera se hallaba la felicidad, allí afuera… ese esposo comprensivo, ese bebe que crecería en un hogar real y no fingido. Allí afuera…

Apretó sus manos ese bebe era otra cadena que lo ataba y limitaba en el abismo de la mentira que era ese matrimonio con Naruto, a su egoísmo, a sus engaños, a su encierro. ¿Valía la pena renunciar a su única salida de su infierno por ese bebe?

Una madre da la vida por un hijo. Él no pidió el hijo. Fue a fuerzas. ¿Por qué debía cargar con esta responsabilidad a costa de su felicidad? ¿Por qué debía descartar su felicidad nuevamente por el bienestar de alguien más?

-Yo…- Dijo Sasuke mirado al suelo. La lógica era clara. Matar al feto. Olvidar que alguna vez existió, luchar por el divorcio con todas sus fuerzas. Ser libre y feliz –No lo sé…- concluyo alzando un poco la mirada. Pues si la lógica era clara también la irracionalidad del amor materno. Un niño que aún no existía pero sabía que de una u otra manera te daría una felicidad, con un gesto tan simple como lo era una sonrisa. Con ese cariño incondicional que experimentas solo con un hijo. Incluso si estos te llegaran a pagar mal de adultos, esos simples años de crianza inicial podía hacer tanto… y robarte tanto.

Una balanza. Una agonía, un mar de dudas. Así estaba su cabeza. Que alguien decidiera por él. No deseaba cargar la culpa de una decisión, deseaba echarle la culpa  alguien de este error. Si él bebe vivía le echaría al culpa a Naruto de su infelicidad, si él bebe moría no habría nadie a quien echarle la culpa, pues si Naruto se enteraba le haría la vida de cuadritos nuevamente. Sería solo su culpa, una que llevaría a la tumba o a la locura por miedo a verse en más problemas.

Si él bebe vivía… Naruto y dolor. Si él bebe Moría… Sasuke una posible libertad y dolor.

Fugaku miro con molestia a Sasuke, no comprendía como su hijo podía ser tan indeciso. Era blanco o negro, no un quizás.

Como pudo demostrar tanto ingenio en hacerse con todas esas pruebas, como aguanto tantos años recolectando la evidencia. Llego incluso a admirarlo y dejar de verlo como un simple doncel y mirarlo como un varón. Admitió dentro suyo que tenía carácter para llevar una empresa pues contaba con el ingenio, pero le faltaba la determinación. 

Un hijo de Naruto ahora mismo sería una derrota a la honra Uchiha, de los que jamás daban el brazo a torcer en una decisión. Si había llegado tan lejos no le dejaría dar marcha atrás. Sasuke debía comprender que los Uchiha no hacen las cosas solo porque si, se van hasta las últimas consecuencias. No hay marcha atrás, aun si Sasuke muriera en el parto. Jamás dejaría que los Uzumaki ganasen esta batalla.

-Lo hará- sentencio Fugaku mirando serio a Sasuke, tan serio que Sasuke sintió que de no hacerlo su padre mismo le sacaría ese bebe del vientre.

Allí estaba la decisión que deseaba que alguien más tomara, pero… como un rayo de luz vio la respuesta que tenía grabada en su corazón: ¡NO!

No deseaba matar a su hijo.

Kabuto miro al padre de Sasuke, asintió y extendió a Sasuke una bata. Estaba claro que Sasuke no desobedecería a su padre, estaba claro quien llevaba los pantalones en esa familia y lo que Fugaku dijera era la ley.

-Iré a cambiarme- dijo Sasuke tímidamente sintiendo la mirada de su padre atravesar su nuca.

Kabuto alistaba su equipo. El aborto se lo realizaría en la casa Uchiha. No se permitiría que evidencia alguna fuera testificada por nadie que no fueran ellos tres. Un crimen es mejor mientras menos testigos tengan. Izuna estaba fuera comprando algunas cosas necesarias para la nueva casa que habitaría Itachi, pues este se negaba a regresar a vivir  a la mansión menos con su esposo y sus hijos. Izuna estaba más que feliz por el regreso de Itachi que sería dentro de unos días.   

Sasuke camino a en dirección de su dormitorio, pero apenas se perdió de la vista de su padre se echó a correr al segundo piso, dentro del baño de su habitación, saco su celular sin saber a quién llamar, no concia el número de algún radio taxi, la policía jamás, conocía la influencia de su padre, ellos llamarían a Fugaku para confirmar la llamada y su padre negaría todo. Solo tenía tres números: el de Menma, Boruto y el de Naruto. Descarto al último y Llamo al azar a alguno de sus hijos.

Menma estaba  sentado en el comedor del colegio aburrido y preocupado por sus padres, no sabían mucho sobre lo que ocurría y parecía que nadie les diría nada jamás. Pero los chismes eran fuertes e incluso salieron en las noticias el tema de la infidelidad de su padre y el divorcio que se llevaba a cabo.  Odio ser tratado como un simple niño, ambos lo odiaban, pero también respetarían a sus padres y esperaban a que estos les hablasen con la verdad.

Pero bueno, debían seguir con la vida, Menma acababa de salir de sus clases de natación mientras esperaba en un salón a que Boruto acabara su partido de futbol.

Oyó su celular y lo tomo a mano.

-Hola-dijo sin reconocer el número, pues sabía que su madre tenía celular pero jamás le pidió el número o su madre le llamo a este, solo Llamo una vez a Boruto pero en ese momento se le paso por alto copiar el número.

-¡Menma!-Llamo Sasuke a su hijo con desesperación

-¡¿Qué ocurre?!- pregunto el menor reconociendo de inmediato a su madre

-¡Necesito tu ayuda!- rogo con su voz entre cortada, mientras sus manos rompían la ventana del baño para ver como saldría de la mansión Uchiha –Llama un taxi para la mansión Uchiha ahora mismo. ¡Necesito uno! ¡Voy a escapar!- dijo y Menma se quedó paralizado, no comprendía las palabras de su madre. El desespero de su voz y ese: ¡Voy a escapar!

-Mamá, cálmate, dime ¿qué ocurre?

-¡NO!-Grito Sasuke- Llama el taxi, ¡solo hazlo!-Ordeno sin dar tiempo. Menma solo escucho nuevamente el romper de un cristal antes de que la llamada se cortara.

Sin meditarlo marco el numero de un móvil y dio al dirección, mientras corría al muro de la escuela para saltarlo y fugarse. Debía buscar a su madre. Alzo la mano para parrar un taxi e ir a casa de su madre. Estaba preocupado.

Dentro del Taxi llamo al único en el que podía confiar, Marco a su padre, no sabía ¿a quién más llamar? Llamaría a Boruto,  pero él también era un adolecente que no sabría ¿qué hacer? Además aun seguía en su partido.

Miro su celular, el número de su padre, pero… acaso ¿su padre no le fue infiel a su madre?

Quizás por la desesperación y por el instinto, simplemente marco a su padre confiando que el solucionaría todo, después de todo era su madre de quien hablaban y Naruto era su padre que sin importar que lo ayudaría pues era su hijo.

-¡PAPA!- escucho Naruto la voz de su hijo en tono de angustia

-¿Qué ocurre?-Pregunto Naruto mientras Haku abría sus ojos y miraba a Naruto, que estaba echado a su lado, acariciando su cabeza.

-¿Quién es?- pregunto Haku y Menma escucho esa voz del extraño. Acababa de despertar y se sentía fatal… adolorido y tan vacío… Había perdido a su hijo. Pero al ver a Naruto tan atento a su dolor… sintió que podía superarlo, pero jamas podría superar perder a Naruto.

-¿Con quién estas?-Dijo Menma sintiendo la rabia correr por sus venas

-Con alguien de la empresa. ¿Qué ocurre?-Se justificó Naruto con normalidad

-Ah. Necesito que vengas a por mí- dijo Menma

-Yo… no puedo- repuso Naruto al sentir la mano de Haku aferrándose a la suya- es orden del juez, no puedo ver a ninguno de ustedes hasta aclarar las cosas con su madre

-¡¿NI SI QUIERA PORQUE YO TE LO PIDO?!- dijo Menma que oía la voz de fondo suplicante que decía: no me dejes solo Naruto… Te necesito. 

-una vez que acabe el juicio, les explicare todo-suplico Naruto que noto el tono de reproche de su hijo y sus gritos. Pero aun así no dejaría a Haku que se recuperaba del aborto.

-¡¿ESTAS CON TU AMANTE?!-le grito Menma enfurecido. Naruto se impresiono pero no le extraño que sus hijos se enterraran, la prensa era unos seres que degustaban difundir los chismes sean ciertos o falsos.

-Si- fue sincero. Tanto que Menma dejo de gritar y solo se calmó y serio pregunto:

-¿Ese amante es más importante que yo?

-Menma, no es lo mismo, ahora mismo Haku

-¡AHORA MISMO  NADA!- grito al no comprender la negativa de su padre y al comprender que el amante era más importante que su propio hijo. Simplemente era una tracción, no a su madre… a toda su familia. Y como todo ser herido reacciono con amenazas- SI NO VIENES A BUSCARME NO TE LO PERDONARE NUNCA. ¿ASÍ QUE VENDRÁS O NO?- Menma solo sentía la rabia, el odio, al incomprensión y otros sentimientos invadirle. Más que nada el sentimiento de traición recorrer su ser al comprender que un extraño era más importante para su padre que su madre, que el mismo. Más importante que su familia.  

-¿Menma?

-¡VENDRÁS O NO!- seguía probando  su padre con la vaga esperanza de que se retractara.

Naruto miro a Haku, su hijo quizás podría odiarlo por algún tiempo, pero no podía dejar a Haku, acababa de abortar esa mañana, además el juez les prohibió verlos, y si abandonaba  a Haku hora mismo quizás este lo traicionaría en el juicio y delataría el aborto.

-No puedo- dijo Naruto- te juro que…- Naruto quiso disculparse más Menma le colgó el celular. Solo suspiro. Se sentía culpable, pero no podía abandonar a Haku.

Menma se echó a llorar por la rabia, la impotencia de saber que su padre tenía otras prioridades, que tenía una amante, que los había traicionado. Solo sintió que todo lo que creyó de su padre era una mentira, que el hombre que alguna vez respeto y admiro no existía, no cabía en su pequeño mundo razón por la cual su padre podía traicionar a su madre. ¡A su madre!

Sasuke simplemente se colgó de la ventana y trato de bajar la pared, pero era algo elevada, estaba en el segundo piso… Solo le quedaba saltar, pero eso era muy arriesgado en su estado.  Oyó a su padre golpear la puerta de su cuarto gritando su nombre. Lo sacaría  de esa habitación y obligaría a hacerse el maldito aborto. Así que solo atino a saltar, era el todo por el todo. Ese día perdería a ese bebe o lo salvaría solo el destino lo sabría, pero si sabía una cosa: escapando al menos ese bebe tenía algún chance de sobrevivir.

Sintió el dolor recorrer desde sus plantas hasta su columna y de esta hasta su nuca. Cayo torpemente sobre sus talones, sintió su cerebro rebotar, pero aun así no se dio tiempo a meditar las cosas, solo atino a correr a la puerta principal, a las largas rejas de amplio frente. Allí corrió y las abrió. Se escondió detrás de los pilares esperando el taxi. Fueron quizás los diez minutos más largos de toda su vida. Quizás su padre lo buscaba dentro de la casa, pero de una cosa estaba seguro que si no escapaba pronto no volvería a salir de esa casa con vida.   

El radio taxi llego y entro rápidamente. Al fin sentado y al verse alejar de la mansión finalmente se dio oportunidad a prestar atención a los malestares que se incrementaban según la adrenalina disminuía.

-¿A dónde?-Interrogo el taxista

-Al hospital- dijo Sasuke sin dudarlo, el dolor se intensificaba. Temía por su hijo. En ese momento su celular sonó

-¿Menma?-Dijo reconociendo el número

-¿Dónde estás mamá?-Pregunto Menma llorando

-¿Menma?- susurro Sasuke al notar que su hijo lloraba

-¡¿Dónde estás?!-Exclamo necesitado de su afición.

-Calma cariño- Dijo Sasuke aguantando el dolor- todo saldrá bien- dijo tratando de dar calma a su pequeño y así mismo.

-Mamá… ¿Dónde estás?- pregunto en tono de súplica y miedo de no volverlo a ver y es que algo dentro suyo así lo decía. Y ¿qué más podía pensar con ese mensaje de que iba a huir?- llévame contigo- rogo- yo siempre quiero estar contigo…

-yo…-dijo Sasuke sintiendo el dolor de forma intensa- Yo… voy en camino al hospital. No me  siento bien…- dijo Sasuke tratando de calmar a su hijo- pero lo estaré. Solo calma cariño. No pasa nada. Me quede solo en la mansión y sabes que soy un tonto con esto de la tecnología…- Disfrazo lo que paso en la mansión.

-Papá. Llame a papá pero él esta con su amante, no quiso venir a por mí. No le importo, no le importamos. Solo le importa su estúpido amante- replico Menma secándose las lágrimas. Sasuke sintió ganas de llorar, su hijo estaba sufriendo. Entonces se dio cuenta de lo egoísta que había sido. Quiso su libertad pero no pensó en el daño que les causaría a los niños al dejar la bomba estallar. Y ahora mismo no pensó en el daño que se había causado, pero era eso o el aborto. Cualquier cosa por sus hijos. Se dijo. Incluso por ese que aún no nacía.

-Menma…- Llamo con tono tranquilo pues debía mantenerse fuerte y consolar a su hijo. Mas sus ojos se llenaron de angustia al sentir la humedad entre sus piernas- debes ser fuerte. No odies a tu padre por sus errores. En parte fue culpa de ambos- admitía sus faltas, pues de ser más abierto con Naruto las cosas mejorarían. De saber cómo llevar un matrimonio el jamás lo hubiera engañado con Haku. Las cosas no acabarían de esa manera. Se hecho toda la culpa. Pero ya era tarde para analizar el pasado –Un matrimonio es complicado…

-Mamá… ¿Dónde estás?-volvió a suplicar Menma.

-voy a salvar a tu hermanito- dijo Sasuke siendo sincero y abrazando su vientre- tengo que salvarlo…- repuso al sentir ese terrible dolor de contracciones que iban en aumento al grado de soltar el celular y contraerse. Ya no aguantaba más el dolor.

-¿Dónde estás…?- nuevamente suplico Menma, pero Sasuke ya no podía concentrar sus ideas solo soltar gemidos de dolor.

El Taxista se percataba del estado en el que se encontraba al verlo tan pálido aferrando a sus rodillas, concluyo que debía acelerar.

Sasuke vio como el chofer aceleraba cruzando los rojos, oyó que una patrulla los siguió. Y al detenerse al oficial gritar: !Rápido! ¡Una camilla!

Todo se volvía ruidos y figuras de colores borrosos.

El personal de emergencias lo subió a la camilla y corrieron dentro el hospital, entonces el chofer noto el móvil en suelo del taxi y la voz que gritaba desde el otro lado:

-¿Dónde estás? ¡Mama! ¡Mama!-la vos desesperada de Menma

-Está en el hospital T-dijo el chofer. Para luego colgar, apagar el celular y guardárselo, después del apuro no tenía intención alguna de quedarse con el embrollo y como no le habían pagado simplemente se quedó con el celular. No era asunto suyo lo que pasara con ese doncel, había cumplido trayéndolo al hospital e informando al del otro lado de la línea. Se marchó y se hizo uno con el mar de movilidades circulan por la ciudad.

Notas finales:

gracias por los reviews. Por tomarse el tiempo para leer y vivir conmigo la evolucion de esta historia. 

Me disculpo si no pude responder todos los reviews, pero no tube mucho tiempo. me disculpo si fallo en la redaccion y la ortografia, pero trato de actualizar lo mas pronto posible para no eprder el hilo de la historia. y a prisa nada sale muy bien que digamos.   


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