Los días siguientes Jimin se mantuvo ignorando a Yoongi por completo, tal y como le había dicho antes, ya no tenía nada que enseñarle por lo que el menor no tenía la necesidad de intercambiar palabras con él. Mientras Yoongi se impacientaba cada vez más por encontrar una forma de acercarse.
Esa tarde Jin se encontraba almorzando junto a Yoongi en la cafetería cuando Jimin apareció, se dirigió a Jin ignorando por completo al de pelo gris, aunque este no le dio demasiada importancia.
- Jin necesitas enviar los datos para la inscripción al concurso –
- ¿No puedes hacerlo tú? – respondió sin quitar la vista de su comida
- No – dijo en seco – Tú eres el presidente, hazte cargo –
Jin levantó por fin su mirada para responderle algo al menor, pero este ya había desaparecido del lugar. Suspiró derrotado y observó unos segundos a Yoongi buscando algo que decir, pero al no tener nada se puso de pie tomando su bandeja.
- El deber me llama – Yoongi asintió – Nos vemos más tarde Suga –
Se despidió y se alejó tan rápido como el chico anterior lo había hecho. Yoongi se quedó unos minutos más sentado pensando, por la interrupción de Jimin no tuvo oportunidad de pedirle “ayuda” a Jin para acercarse a él, aunque por otro lado se sentía aliviado, pues sabía que Jin no lo ayudaría sin burlarse antes.
Luego de terminadas las clases Jimin se dirigió a practicar a la sala de música, luego de un par de horas decidió tomar un descanso mientras los demás miembros comenzaban a irse dejándolo solo.
Se puso de pie y se sentó frente al piano, ese día Yoongi no había aparecido. Te crees muy bueno, dijo bajito mientras tocaba teclas sin sentido.
- Al menos mejor que tú – comentó una voz desde la puerta
- Nunca he entendido como hay personas que creen que tocar esto es más fácil que el violín – respondió sin girar a verlo.
- Así que – se sentó al lado del chico - ¿No sabes tocar piano? –
- No – respondió sin dejar de tocar la misma tecla una y otra vez
- Entonces ¿Por qué aceptaste enseñarme? –
Jimin dejó de tocar y lo observó por unos segundos, al desviar la mirada se puso de pie y se sentó en una silla un poco más lejos.
- Porque no tenía que enseñarte, tú ya sabias –
- ¿Cómo supiste que sabía tocar? – preguntó sorprendido.
Yoongi sabía que Jin estaba al tanto de que le gustaba la música, pero al mayor nunca le contó que sabía tocar ese instrumento, y siendo este el único punto en común entre los dos, se acabaron sus opciones.
- ¿Qué no era ese su plan? – preguntó curioso
- ¿Plan? –
- El que te viera tocar ese día, antes de que hiciéramos el trato – explicó
- No sé de qué me hablas – comentó sorprendido
Jimin analizó con cuidado la expresión del contrario, de verdad parecía extrañado con lo que él le estaba contando.
-Jin me pidió que buscara algo aquí en la sala – comenzó a explicar – y ahí estabas tú... Tocando –
Entonces Yoongi recordó la insistencia de Jin porque utilizara la sala ese día, incluso llegó a creer que su amigo se preocupaba que no hiciera el ridículo frente a los miembros, pero jamás se le pasó por la cabeza que todo fuese un plan.
- ¿Entonces no lo sabias? – preguntó mirando la cara de duda del mayor que negaba – Estúpido Seokjin – maldijo
Todo había sido un plan de Jin para convencerlo de aceptar a Yoongi, el mayor sabía que si lo oía tocar y descubría lo bueno que era el chico no podría negarse.
Y así fue.
Pero Jimin realmente se había enfadado al pensar que el plan había sido pensando por ambos chicos, pero jamás imaginó que el de pelo gris no estuviese enterado. Y esa fue una de las razones por las que terminó rápido con las lecciones, sin contar claro, que Yoongi no le agradaba en absoluto.
Yoongi no dijo nada más, se giró al piano y comenzó a ordenar cada nota en su cabeza, era tarde, pero no había podido ir antes a practicar por lo que decidió al menos quedarse un rato más.
Jimin observó su espalda por escasos segundos y luego salió del lugar sin mencionar palabra alguna, la conversación anterior había sido suficientes palabras cruzadas con el mayor para su gusto y no tenía intención de formar algo como una relación de compañeros ni mucho menos una amistad.
Caminó por los pasillos de la escuela tarareando una canción que seguramente había inventado en ese instante, cuando pudo ver que una chica estaba parada en la entrada del colegio escondiendo algo en su espalda,
Cuando llegó cerca de ella, la muchacha interrumpió su andar poniéndose frente a Jimin con la cabeza gacha. Jimin cerró los ojos y suspiro irritado, sabía que era lo que venía luego de esa timidez, y no estaba de ánimos para presenciarlo.
- Ji… Jimin oppa – susurró la chica – Y… yo … -
Jimin abrió la boca para hablar, pero un brazo que lo abrazó de la nada lo interrumpió. Miró a su lado para descubrir al dueño de aquel gesto y su sorpresa fue mayor cuando vio que se trataba de Yoongi.
- Lo siento linda – dijo – Pero debo quitarte a Jimin – continuó con una leve sonrisa de disculpa en el rostro
Jimin lo miraba incrédulo y con cara de pocos amigos, mientras la muchacha sonrojada por la actitud dulce de Yoongi asentía sin parar, alejándose de a poco girando de vez en cuando para observar a Yoongi, quien seguía sonriéndole.
- Ya puedes soltarme – gruñó molesto Jimin cuando la chica se perdió de vista.
- Lo siento – se disculpó el mayor.
Jimin hizo amague de marcharse del lugar, pero se arrepintió solo para salir de una de sus tantas dudas que Min Yoongi le producía.
- ¿Por qué hiciste eso? – preguntó
Yoongi lo miró con duda, tratando de saber si se refería al abrazo o a su actitud frente a la chica que intentó confesarse, optó por lo segundo.
- Porque no solo de mí hablan en esta escuela – respondió – Se que no eres muy amable rechazando a las personas –
- No tengo porque serlo – dijo molesto – Ellas piensan que les gusto solo porque me ven caminar por los pasillos, pero no me conocen en realidad –
- Tu tampoco me conoces y sin embargo me odias – debatió - ¿no es lo mismo? –
-Yo… - titubeo un poco - Tengo mis razones -
Jimin lo miró con la, ya recurrente, mirada de odio, pero no dijo nada más y se giró para irse de la escuela, pero Yoongi lo detuvo de la manga de la camisa.
- ¿Y cuáles serían esas razones? – lo increpó
Jimin trató, en vano, de zafarse del agarre del mayor. Dio un gran suspiró luego de un par de forcejeos cuando su paciencia ya se había agotado.
- Suéltame – ordenó
- No sin antes respondas mi pregunta –
- Tú no me dices lo que tengo que hacer –
Jimin hizo un brusco movimiento de brazo, logrando así, soltarse e irse finalmente de la escuela. Y aunque irritado y confundido, el mayor también decidió volver a su casa, necesitaba un poco de tranquilidad.
Mientras Jin estaba sentado solo en la mesa de siempre, en el restaurant donde trabajaba Jungkook, tan concentrado se encontraba en su celular que no notó cuando el menor se sentó a su lado dando un fuerte suspiro.
- ¿Qué tanto miras hyung? – preguntó casi acostado en la mesa
- Cosas sin importancia pequeño – respondió
Jungkook lo miró con incredulidad, pero prefirió no seguir indagando en la vida del mayor, de todas formas no tenía ninguna buena excusa para continuar con el interrogatorio.
- ¿Por qué Yoongi hyung no vino hoy? – no quería que el silencio los envolviera
- Se quedó practicando – dijo mirando al menor – Pronto tendremos una competencia –
- No sabía que Yoongi hyung era parte de tu club – comentó sorprendido sentándose correctamente
Jin comenzó a contarle un poco la historia de cómo Yoongi por fin había aceptado unirse al grupo, obviamente omitiendo las partes que incluían el amor unilateral hacia Jimin. Aunque cuando le comentó del trato entre esos dos, Jungkook hizo una expresión de sorpresa y se mostró bastante interesado.
-Debe estar esforzándose mucho – comentó
- Si… algo – dijo restándole importancia – Oye Kookie, ¿puedo preguntarte algo?-
Pero justo cuando el menor asintió, autorizándolo, la madre de este lo llamó para que volviera a atender a unos clientes que acaban de entrar al lugar. Jungkook se puso de pie disculpándose con Jin y se alejó.
Jin lo siguió con la mirada para luego volver su atención al teléfono. Al rato recibió un mensaje y tuvo que irse del lugar, no sin antes, por supuesto, despedirse de Jungkook y agradecer a su madre por la exquisita comida.
Jungkook lo despidió en la puerta y lo observó hasta que ya era imposible de ver, quedándose con la duda de que era lo que el mayor quería preguntarle tan de repente. Quizás no es nada importante, pensó, pero aun así la curiosidad lo invadía.
Al día siguiente Yoongi llegó más temprano de lo habitual, por lo que estaba recorriendo los pasillos vacios de la escuela cuando cerca de las salas de primer año una chica de rostro familiar lo interceptó. La chica roja como un tomate le extendió un sobre de color rosa que expedía un abrumador aroma a frutas. Y entonces, luego de analizar el rostro contrario, la recordó.
- ¿Es para mí? – preguntó sorprendido, a lo que la chica asintió – Pero, yo pensé que… -
Pero una risa burlesca llamó su atención. A unos pasos de distancia estaba Jimin observando la escena. Aquella chica era la misma que el día anterior quiso confesarse al moreno y hoy estaba ahí parada frente a Yoongi.
Jimin comenzó a caminar en otra dirección, alejándose de ellos y Yoongi sintió el impulso de perseguirlo, pero la chica seguía con la mano estirada extendiendo el sobre.
- Lo siento – se disculpó – No puedo aceptar esto – hizo una pequeña reverencia y caminó hacia donde el menor se había dirigido.
Para su, no tan sorpresa, Jimin estaba sentado frente a una ventana de la sala de música mirando hacia afuera. Yoongi entro sin hacer ruido y se acercó un poco.
- ¿Qué quieres? – preguntó sin despegar su mirada del paisaje
- Nada, solo… - no podía decirle que solo quiso seguirlo porque si – Es temprano y no tengo nada que hacer – mintió
A lo que Jimin asintió aburrido.
- ¿Estás molesto? –
-¿Debería? –
- No lo sé -
Jimin dio un gran suspiro y giró su rostro para mirar a Yoongi, quien también lo observaba detenidamente.
- No me interesa el asunto con esa chica, por si te lo preguntas – comentó poniéndose de pie – La verdad ni siquiera me interesan las chicas – confesó – Mejor para mi si ahora le gustas tú –
- ¿No te preocupa ni un poco herir sus sentimientos? –
- ¿Herirla? – preguntó acercándose al de pelo gris – Ya te lo dije, no me interesa, ni ella ni nadie –
- Eres muy… -
- ¿Qué? ¿Qué soy? – Interrumpió – No te hagas el bueno ahora – increpó con algo de rabia –
Jimin guardó silencio, estuvo a punto de soltar un montón de cosas innecesarias, dio un gran respiró y salió rápidamente del lugar, dejando a Yoongi lleno de dudas.