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Mi querida amiga por Mokona negra

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Notas del capitulo:


Y aquí esta, el ultimo cap del fic. No me linchen QwQ
Nota: Los personajes no me pertenecen, créditos a su autor.


Sentía como el calor de su cuerpo era tomado junto a los últimos rayos del sol que eran bebidos por la noche.
-Buen trabajo Alice, hoy trabajaste muy duro.-Decía el profesor Matthew acercándose a la ojiverde que se recuperaba despues de haber terminado las actividades del club.-Te veías muy concentrada en eta sesión.
- Ahh.-tomó aire.-Gracias profesor…es-es lo de siempre.-Contestó agitada.
-No lo creo.-Ensanchó su sonrisa.-No es como siempre, recuerda que estas son practicas durante las vacaciones. Muchos de tus compañeros prefieren hacer otras cosas que venir a la escuela ¿No es así? Eso quiere decir que en verdad te importa.- Matthew se acercó y le entregó una pequeña toalla para que la usara.-Tu pación por las cosas me alegra mucho. Sigue así en todo Alice.
Alice se avergonzó por las palabras de su profesor y aquel gesto de emoción en su rostro.
-Gra-gracias…lo hare.
Su vergüenza tambien venía a que esa concentración de la que hablaba Matt, Alice, sentía a que se debía por la sencilla razón de que quería despejarse de cualquier pensamiento que la alterara (llámese confesión de cierto pelirrojo y la constante aparición de Emily en sus pensamientos) Además, ella no era de esas personas que salían de vacaciones por ahí.
<<Correr es lo único que me mantiene tranquila, mi corazón se agita por otra razón, no por ellos >>
Pensaba Alice mientras se secaba el rostro.
El profesor Matthew hizo sonar su silbato llamando a todos los del club (eran pocos, esos pocos que en verdad les agradaba entrenar y correr)
-¡Buen trabajo! Mañana tendremos el día libre, así que nos veremos dentro de dos días. No se queden rezagados en las instalaciones y no olviden recoger sus equipo.
Se escuchó un cansado “si” y muchas despedidas para verse luego.
Las luces del campo no fueron encendidas haciendo que la pista se volviera de un color azulado. De ese color era la época, azul y blanco, de tonos bajos y silencioso para Alice, azul…inconsciente, la ojiverde miró las gradas del lugar mientras guardaba sus cosas en la mochila, refunfuñó y se envolvió en sus ropas calientes para que al enfriarse no sufriera un resfriado despues del entrenamiento.
-Antes de las vacaciones tenía un animo diferente.- Alice miró un poco confundida a Matthew quien tambien se preparaba para irse.- Pensabas en Emily ¿No?
-Umh, yo no…-Alice agradeció que el rubor de sus mejillas al ser pillada fuera confundido por su cansancio por entrenar.-Yo, hace algunos días que no la veo. Solo, me manda mensajes.
-Ah, ya veo. Entonces tal vez es lo que sospecho.
-¿Pasa algo malo?
Matthew le miró con su siempre amable sonrisa, pero esta vez acompañada de una triste mirada.
-Por favor.-Alice alzó la voz al notar la reacción de Matt.-Ella es una cabezona, siempre esta sonriendo y molestando pero…cuando las cosas le afectan, se lo guarda la muy tonta.
-Oh.
Matthew se sorprendió de la forma que había hablado de Emily.
-¡Waa! No, yo…agh, no quise ofenderla, pero…eh, no sabia, que…ella.
-En verdad, es una querida amiga para ti.
Alice arrugó el entrecejo sintiendo un vuelco en el estomago mientras escondía medio rostro entre su ropa. Su rubor había pasado a ser un brillante rojo tono “trágame tierra por bocona”
-Eres muy buena chica Alice.-Decía Matthew con una pequeña caricia en su cabeza.-Gracias por preocuparte por Emily. Pero, creo que es mejor que tu hables con ella sobre eso.
-Mmm…-Asintió aun ocultando medio rostro.-Si. Entiendo.
-Alice…
La mano gentil de Matthew peinó los cabello de Alice mientras que se inclinaba un poco para estar a la altura de sus ojos esmeraldas, estaba cerca de su rostro apenado.
-¿Si?- preguntó la ojiverde con voz baja, confundida por el acercamiento de Matthew.
-Emily es testaruda, pero es una buena persona. Así que háblale claramente y utiliza tu pasión al hacerlo para que tus palabras lleguen muy claras a ella.
Alice sintió su paladar cosquillear.
-Y…¿Si no puedo? -Sus miradas se encontraron.- es muy difícil…ahora es muy difícil para mi hablar…no puedo…yo…me congelo, no podre…
-Sé que si.-Matt acarició su mejilla sonrojada.-No tengas miedo, Alice. Se sincera con Emily y así no te arrepentirás jamás.
Alice miraba aquel iris azul como todo lo que le rodeaba en esta estación, ese color que se hacía presente en su día a dio y se sentía vacío y sin vida, aquel que ahora le había dado un momento de tibieza ¿Alice estaba mal interpretando las palabras de Matthew? Y si no, y sí él estuviera hablando de aquello que Alice tenía guardado desde hace tiempo, si fuera así ¿Cómo es que Matthew lo sabía? ¿Era tan obvia? ¿Era tan trasparente?
-Bien, suficiente.
Una fuerza salida de la nada, tomó a Alice de sorpresa alejándola de Matthew. Había sido capturada con una larga bufanda gris que tenía el aroma del tabaco.
-¡Waaa! ¡Allistor! ¿¡QUE HACES!? -Refunfuñó Alice cuando Allistor la atrapó con su brazo y dejaba que la ojiverde peleara con la prenda que le había enredado en la cabeza.
-Ah, Allistor. Hace tiempo que no te veía por aquí.-Decía Matthew sin deshacer su afable sonrisita.
-Esta oruga no sabe que oscurece mas rápido, no quiero que asuste a las pobres personas que se encuentre en las calles.-Dijo con calma.
-¡Ey! ¿Qué quieres decir con eso? -Gritaba Alice enojada mientras Matthew reía bajito.
-Bueno chicos, no se queden mucho en las instalaciones.-Dijo Matthew despidiéndose.
-¡Agh! ¿Qué demonios te pasa? -Decía Alice con un mohín de disgusto cuando el profesor ya se encontraba lejos.
-Guarda silencio oruga. -Se quejaba All con las manos escondidas en su chaqueta.-Deberías de estar agradecida conmigo.
-¿¡Ah!?
-Además arruinaste mi bufanda, esta llena de sudor. Es un asco.
-¡No es mi culpa! ¡Estúpido idiota!
-muy lindo, me imagino que el profesor Matthew se sorprendería al escucharte hablar con tanta “pasión”-Dijo acentuando la palabra para molestarla.
-Agh…¿cua-cuanto escuchaste?
-lo suficiente para saber que...olvídalo.
-¿Qué?
-Nada. Solo, me preguntaba porque estas aquí.
-¿Hubieras preferido que no viniera?
-Yo no dije eso.-La ojiverde mordió su mejilla. No era que le incomodara, era solo que le preocupaba como actuar ahora en adelante cuando estuviera junto al pelirrojo.
-Alice.-Allistor acomodó la bufanda que Alice llevaba sin cuidado alrededor de su cuello.-Aunque haya dicho…lo que dije.-Se apenó.-No quiero que te sientas incomoda conmigo, por eso, si no quieres verme…
-¿Entonces esta bien? -La ojiverde ahora mordía un poco sus labios rosados.-Me agrada mucho estar contigo, pero tampoco quiero incomodarte. Pienso que, sería una persona muy idiota y egoísta si pretendo que nada pasó. Me preocupas, yo, no quiero hacerte daño.-“plop” Allistor dejó caer su mano en su cabeza.-¿Estas bien con eso?.-Susurró.
-Esta bien oruga, tu puedes ser tan tonta y egoísta como quieras conmigo.
-Pero…
-Solo, trátame como siempre lo has hecho. No quiero que lo nuestro se vaya a la basura.
Alice no estaba muy convencida. Seguía preocupada, ya que ella podía entender como era estar con esa persona especial y solo poder contemplarla.
-Quita esa cara o te obligare a quitarla.-Dijo All tomando los extremos de la bufanda para molestarla.
-¡Waa! ¡Espera! ¡no me jales así!
La luna poco a poco comenzó a levantarse con su vestido plata en lo alto del cielo, esta noche había una luna llena enorme y hermosa para inspirar a cualquier poeta y amante de ella.
Juego tras juego, Alice comenzó a pelear con Allistor como era costumbre, con una sonrisa traviesa, el pelirrojo se alegró de hacer que la ojiverde olvidara ese pesar que el mismo y su confesión le habían creado. Ese era su cometido. Que ese tipo de amor que los unía frágil y trasparente, no se rompiera.
Lo que Allistor pretendía era cerrar círculos, deseaba que Alice avanzara.
Sentados sobre el césped del campo Alice se tranquilizo. Tal vez Allistor había ido a la practica por esa razón, hablar con ella, asegurarse que todo iba bien entre ellos.
-Te envidió.-Soltó Alice abrazando sus piernas. Allistor le miró de reojo.-Tu pudiste hacer lo que yo no. Incluso viniste para aclarar las cosas. Eres asombroso, un idiota creído y lento en la pista, pero al final asombroso.
El pelirrojo le dio un empujoncito.
-¿De verdad lo crees? -Resopló.-Tu tambien puedes hacerlo.
-No lo creo. Matt, me dijo que debía hablar con Emily, ser sincera con ella.-Soltó una risita baja.-Es gracioso que tu y él se dieran cuenta pero, esa cabeza hueca no.
-Ah. Bueno, tu tampoco te diste cuenta.
-Ugh, no lo digas.
-Tu abriste esa puerta oruga, así que me desquitare. No quiero que seas condescendiente conmigo, pero tampoco quiero escucharte quejar a cada rato por lo que hice y tu no. Va a llegar a un punto en el que no podre resistirlo ¿Sabes?
-Lo siento.
El pelirrojo buscó su encendedor y un cigarrillo para fumar, pero en cuanto Alice lo vio, le arrebato el encendedor con un “no fumes aquí”.
-como sea, voy a odiarme por hoy y por lo que estoy a punto de hacer.
-¿Uh? ¿Qué pretendes?
-Solo préstame un poco tu móvil.
Alice alzó una ceja confundida.
-Vamos, solo por un momento.
De mala gana la ojiverde lo buscó en su mochila y se lo dio.
-Espera aquí, llamare a alguien.
-Mmm, esta bien.
Alice solo miró como Allistor usaba el móvil unos metros mas haya, hablaba con alguien. Sin querer ser entrometida, la ojiverde lo dejó ser y se concentró en la luna. Era muy linda.
<< Recuerdo haber escuchado que las mejores lunas llenas son en estas fechas >> pensaba.
La luz tenue del astro iluminaba el campo, pero era difícil ver metros mas haya, se volvía tarde y era tiempo de regresar. Alice se puso su chaqueta y guardó la toalla que Matthew le había dado <<Tengo que lavarla antes de regresarla >> esperó a All y luego de desesperarse por culpa de que el pelirrojo tardara demasiado, tomó un poco de césped y lo arrancó enfadada.
-¡Esta tardando! -Gritó extendiendo los brazos y las manos decidida a marcharse si no se presentaba.
-¿Te refieres a ese chico?
El alma se le vino a bajo cuando unos enormes ojos azules aparecieron tras ella.
-E-e-emily… ¿Qué haces, que…que haces aquí? -Logró preguntar la sorprendida chica cuando notó que Emily llevaba ropa casual.
-Paseaba con Ivan, pero recibí la llamada de tu móvil.-Comenzó a explicar sentándose al lado de la ojiverde.-Pensé que había pasado algo malo cuando escuche la voz de un chico y no la tuya. Eso fue raro.
<< ¡Ese maldito pelirrojo! ¿¡Como pudo atreverse a llamar a Emily!? >>
-Eh, pe-perdón. Solo fue una broma por parte de All. El solo quería molestarme.-Trató de excusarse.-No quería interrumpir tu ci-
-Esta bien Alice.-Sonrió Emily.-Lo que tenía que hablar con Ivan…bueno, eso ya no importa.
-¿paso algo malo? -Preguntó Alice al notar que Emily bajo su timbre de voz.-¿Ese idiota te molesto? -Insistió sintiendo que la sangre le podía hervir enseguida <<Si ese idiota le hizo algo >> .-Matthew me dijo que estabas preocupada ¿Es por culpa de Ivan?
-Ah…no…-Emily extendió sus piernas en el césped. Balanceaba los pies y sostuvo una sonrisita.-No es tanto por él si no que…bueno, mmm ¿Recuerdas que algunos días entes de salir de vacaciones mencionó eso de estudiar en la universidad? Me hizo recordar que ya no podría verlo tanto pero, tambien hay otra cosa. Para estas fechas, el trabajo de mis padres siempre toma un rumbo diferente.
-¿Rumbo?
-Si. Su trabajo hace que viajen de cuidad en cuidad, incluso fuera del país por años. Esta vez sera así. El año que viene me iré. Pensar que Ivan se iba a otra escuela me recordó que yo tambien estaba en esa posibilidad. Hable con mis padres y acerté. Trate de convencerlos en que podía quedarme con Matthew pero…
-Entiendo.
-Hablaba sobre esto mismo con él. No fue fácil. Pero lo hice. Tal vez Matthew pensó que hablarlo contigo me ayudaría.
Emily tomó un trocito de césped que Alice había arrancado hace minutos y lo miró mientras lo giraba con sus dedos.
-Ese chico marcó cuando regresaba a casa, dijo que querías hablar conmigo. Era tu numero, así que desconfié un poco.-Rio bajito.-Pero al final vine donde dijo que estarías. Y me alegra haberlo hecho. -El pedazo de césped dejo de girar y Emily sopló para que saliera liberado de sus dedos.-Si no me voy lejos, me gustaría seguir saliendo. No quiero dejar lo que tengo contigo así como así…
Ella sonreía, era bella como la luna que las observaba, pero las lagrimas en sus mejillas rosadas le daban un toque extraño a su rostro.
-Emily.-Alice sentía hueco el pecho, el estomago. Sus manos estaban heladas y se sentía rígida cuando buscó un pañuelo para Emily.-No llores, es como tu dices. Yo tambien quiero seguir viéndote.
“Habla claramente”
-Uuugh…debo de dejar de llorar.-Gimoteó Emily.
-Calma, Emy…yo…
<< Yo estoy aquí, soy tu amiga, esta bien que llores, todo estará bien…quiero decir todo eso con sentido y calamrla, pero… >>
“utiliza tu pasión al hablarle para que tus palabras lleguen muy claras a ella”
-Gracias Alice.
-Emily…
Allistor había hecho que Emily viniera, Matthew le había dado ánimos para que fuera sincera y ella, ella se iría. ¿Todo esto estaba sucediendo como una oportunidad? ¿Este era el momento para decirlo?
<< Puede ser…puede ser mi ultima oportunidad >>
-Emily, yo…
Las manos de Alice temblaron, una de ellas alcanzó la de la ojiazul, su corazón corría tan deprisa con simples movimientos al encontrarse sus miradas.
-¿Alice?
-Yo quiero…
<< Tu puedes, puedes decirlo >>
Todos los sentimientos que Alice había guardado y había decidido guardar estaban a punto de salir con la luna llena de testigo, jamás en su vida había estado tan nerviosa, ni cuando tenía que hablar con desconocidos o esperar el sonido del disparo que la desencadenaba de la línea de salida en una carrera. Su pecho se infló y sin soltar la mano de Emily se acercó a ella, sus hermosos ojos estaban posados en los de Alice, empapados, adornando su tez clara y ese tenue rosa que le recordaba a las flores.
Tan cerca de Emily, tan poca distancia y aún así, el deseo de acortarla creció cuando su perfume chocó contra el rostro de Alice.
-Quiero decir…
Las palabras estaban en su boca, el sentimiento desbordaba en su corazón.
-Quiero decirte que…

Era una hermosa luna, tan grande y redonda. Tan innecesaria en una noche fria.
Allistor acompañaba en silencio a Alice, los dos caminaban a paso lento sobre las aceras.
-¿Entonces pudiste hablar con ella?
Preguntó el pelirrojo, Alice solo asintió. All, se preguntó si era buena idea cuestionarla un poco más, Alice había guardado la mayoría de sus palabras despues de haberla encontrado sola en el campo, tranquila y silenciosa, apreciando la noche, a la luna, al mismo invierno.
-Discúlpame, no quiero que estés enojada conmigo por lo que hice, eso solo que…
-Allistor.
All dio media vuelta cuando Alice se quedó plantada en la acera, bajo la luces blancas de la calle, parecía una hoja perdida del otoño. Sus colores le llamaron y el pelirrojo por fin se dio cuenta que Alice lloraba. Inclinando la cabeza, la ojiverde dejó que su triste sollozo fluyera cuando su rostro encontró el pecho de Allistor al abrazarlo.
-Perdón.-El pelirrojo se disculpo de nuevo.-Es mi culpa.
-No.-negó frenéticamente Alice frotando su nariz con las ropas de All.-No tienes la culpa. Es solo que…ella.-Su voz se quebró.-Emily se marchara y yo…ya no podre verla.

Alice se acercó a Emily haciendo que sus frentes se tocaran. Un brillo en la ojiverde apareció y su sonrisa mas hermosa y perfecta fue dada a la ojiazul y sus ojos lagrimeantes.
-Emily, quiero decirte que no debes de preocuparte. Se que vayas a donde vayas podrás hacer buenos amigos. Si pudiste hacer que alguien como yo se sintiera querida, entonces no habrá problema.-Su mano se cerró un poco más fuerte conteniendo la de Emily.-Quiero que sepas, que te agradezco por haberme retado ese día que nos conocimos, fue muy divertido y me alegra mucho, eres muy especial para mi, aunque seas una ruidosa y escandalosa. Yo, aprecio que me hayas sacado de ese lugar tan oscuro y solitario Emily, gracias por ser mi querida amiga, yo te quiero, tonta.
Emily cerró los ojos y chilló lanzándose a los brazos de Alice, lloraba y mojaba sus ropas.
-¡Juro que tratare de verte! -siguió llorando.-No quiero que termine así, seguiré hablando contigo, nos reuniremos si no me voy lejos ¡Promételo! ¡Prométeme que no me olvidaras!
-Nunca lo haría. -Rio con tristeza mientras correspondía su abrazo.
Lagrimas que se perdían sobre corazones dolidos, palabras, cortos silencios. Alice había hablado con su verdad, lo único que en ese momento podía decir.

-¡Bien! ¡Corramos Alice! -Gritó llena de decisión la ojiazul aun moqueando por tanto llorar.-¡Corramos por ultima vez! Y la que pierda, cumplirá el ultimo deseo de la ganadora.
-Correr…
-¡Vamos Alice! -Emily pegó un brincó y brindándole la mano a la ojiverde ensanchó su mejor sonrisa para que aceptara.-¡Quiero ver en acción a mi cometa dorado! ¡Quiero por fin alcanzarlo!
Alice la contempló sintiendo como la energía le recorría su cuerpo cansado, sus palabras tenían un color cálido como el verano y sus mejillas el rosado de la primavera, de esa forma era la persona de la que se había enamorado, tomando su mano de tez blanca como el invierno y aceptó viendo la luna otoñal reflejada en sus ojos celestes.
<<Es la mas bella sin duda>>
-Tu lo pediste Emily, no creas que porque estuve en el club sera algo fácil. Recuerda que soy la mejor.
-¡Hahaha! ¡Esta vez estoy preparada!
-¡Espero que estés preparada para conceder mi deseo! -Decía confiada Alice.
-¡Lo siento Alice! ¡Pero yo sera la ganadora!
Antes de correr, Alice le prestó su segundo cambio a Emily para que no hubiera excusas al final. Estaban en condiciones para competir.
-¿Lista?
Preguntó Alice y las dos se colocaron en la línea de salida. El camino era de un azul oscuro, la pista bañada de la tenue luz de la luna, solo serian cien metros, esto duraría poco, un parpadeo, un suspiro, unos solos segundos.
-¡Lista!
-En sus marcas.-Gritó Alice y se enfocó en la meta.
<< Si yo ganara ¿Cuál sería mi deseo? >>
-¡Listos! -Animó Emily sonriendo emocionada.
<< Lo sé. Se cual es mi deseo >>
-¡¡¡Fuera!!!
Gritaron a la vez.

El día que Emily se fue, Alice se despidió esforzándose a que fuera una linda despedida. No quería que la ojiazul la viera llorar, ella deseaba verla sonreír, verla feliz y desearle lo mejor y así lo hizo, junto a la carta de sobre rosado que le entrego.

<< Mi deseo, es que seas feliz. Mi querida amiga >>



FIN





Notas finales:


¿Ya les dije que no me linchen? XD bueno, espero que les haya gustado, agradezco enormemente que se hayan tomado el tiempo de leer y en especial le doy las gracias a esas personitas que se toman la molestia en comentar. 
¿Qué es lo que opinan? ¿Piensan que hubiera sido lo mejor una confesión? Yo me contuve, pensé mucho, mucho sobre esto y al final, bueno, ya lo vieron, le di este final (tal vez abierto) como suelo hacer con mis fic (tengo esa mala costumbre) QwQ bien, hora de la verdad, saber que les pareció.
Sin mas que decir, me despido -w- ¡Saludos! ¡Nos leemos! ¡Y hasta el próximo fic!
>3< b25;


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