Había llegado a casa y aun con la frustración tire mis cosas al suelo arrojándome a la cama esperando que todo pase, solo para quedar dormido.
[...]
-Atsushi, estuve preocupado por como reaccionarias, solo quiero que sepas que esto solo es un acuerdo de mi padre en beneficio de ambas familias, he intentado oponerme pero el poder de mi padre es grande- dijo Aka-chin sujetando mi mano con la mirada baja y temblando, lo pude notar de solo verlo y de solo sentir su tacto. Atine a abrazarlo cubriendo su rostro lleno de lagrimas, no me gustaba ver a Aka-chin así y lamentablemente no podía hacer nada al respecto.
-Aka-chin yo quiero protegerte, quiero que confíes en mi y quiero ser el único a tu lado y me siento inútil ante esta situación, si solo hubiese algo que podría hacer por mi Aka-chin, haría lo que fuera- dije besando su cabeza y él abrazándome con fuerza al escucharme, ya más calmado, como si alguna preocupación se fuera de su pequeño cuerpo.
-Atsushi hay algo, algo que deseo desde hace mucho tiempo y quiero que seas tu quien sea el primero, quiero que seas el único- Aka-chin separándose de mi, me miro con seriedad y con vergüenza en sus mejillas, sus ojos solo me llamaban, como si ese deseo tuviese mucho tiempo guardado y es que en realidad así era, podía sentirlo, podía sentir el deseo de Aka-chin al sujetar mi rostro, mirándome con lujuria y pasando saliva con dificultad, como si temiera ser rechazado.
-Aka-chin yo te deseo, deseo tu tiempo, tu compañía, tu alma y cuerpo.- dije acercándolo a mi y besándolo con toda la pasión que llevaba guardada, era increíble sentir sus labios, su lengua, una llama en mi crecía y solo podía pensar en tocar a Aka-chin cada parte de él era para mi un dulce difícil de tener, como una edición limitada, lo deseaba con locura y empece a besar su cuello, mordiéndolo y dejando marcas por donde iba, como si me deleitara del mejor dulce, ningún dulce se comparaba a él, Aka-chin era como una droga que activaba toda la lujuria en mi, esto era algo nuevo para mi pero solo me dejaba llevar.
-Atsushi, hazme tuyo, mi cuerpo te pertenece, satisface cada parte de mi- dijo aferrándose a mi pegando lo más que pudo su cuerpo al mio y sentándose sobre mis piernas, ambos estábamos en mi habitación y quería aprovechar que no había nadie, era como si todo se confabulara para estar en privado con mi Aka-chin y saciar la sed que tenia.
Entre besos y caricias nos quitamos la parte superior de la ropa, podía ver el cuerpo delgado de Aka-chin desnudo, creo que me sentía en el cielo de solo verlo, pero quería todo de él y empece a besar todo su pecho, recostándolo en la cama, marcando un camino con mi lengua hacia su ombligo, él se encontraba lo suficientemente excitado para sentir algún cosquilleo, podía saberlo solo de ver que una protuberancia se formaba debajo de sus pantalones, no tardé mucho en quitar la correa y abrir su cremallera y exponer su miembro. No entendía de donde había ganado tanta experiencia pero de tan solo mirar el sexo de Aka-chin, me encendia. Él con el rostro del color de su cabello y mordiendo su labio inferior me incito a seguir, con una seña que jamas me mostró pero entendía a la perfección. -Lo quiero en tu baca Atsushi- dijo Aka-chin, algo en él se había activado, pero yo solo deseaba acatar a todas sus peticiones.
Sonó el teléfono pero lo ignoramos, nos encontrábamos en el máximo placer, solo de escuchar sus gemidos me encendí de sobremanera y apenas empezábamos.
En maldita hora a alguien se le ocurría llamar, era tan molesto, quería destruir el teléfono.
[...]
Me levante de golpe solo para notar que todo era un sueño y viendo mi parte baja prominente. Conteste el teléfono con furia y casi gritando pregunte quien era.
-¿Atsushi?- ¡Era Aka-chin! toda mi furia y excitación se esfumaron al escuchar su voz.
-¡¿A...Aka-chin?! - respondí con nerviosismo y me senté sobre mi cama para prepararme a cualquier cosa que dijera.
-Atsushi, sé que no es la manera de hablar contigo pero volví a buscarte y todos me dijeron que te habías marchado, espero que la noticia de hoy no perjudique al equipo es por eso que me preocupa tu reacción, sé que en poco tiempo nos hemos vuelto buenos amigos pero quiero aclarar algo, ¿por qué te enfado tanto la noticia?, creo que todos, incluyéndote, sabían de los lazos de mi familia y la de Midorima, no quiero que un asunto tan personal influya en el equipo y lo perjudique pero no podía ocultar algo que pronto se volvería evidente.- dijo del otro lado del teléfono, al parecer Aka-chin esperó que me calmara y conversar este asunto en privado, sin dudas no quería perturbar al equipo, pero me duele que lo único que le preocupe sea solo eso, el equipo, tratándose de él no sería extraño imaginarlo.
-¿Aka-chin, es todo esto por el equipo? Sé que he sido un tonto y lamento hacerte llorar, no me agrada verte llorar, pero odio verte con Midorima, dime Aka-chin ¿no puedo ser yo? es imposible que tu familia me acepte, ¿verdad?- Mi voz empezó a quebrarse, incluso yo entendía que para mí era imposible satisfacer las expectativas del padre de Aka-chin y un silencio de parte de Aka-chin evidenciando la respuesta, mis lagrimas empezaron a caer.
-Atsushi,¿tu me amas?- pregunto Aka-chin con una voz seria pero gentil, me pareció grosera la pregunta pero analizando todo yo por más que quise contestar no pude hacerlo, me odie, odie el silencio que deje. - No temas Atsushi, yo seguiré tratándote de la misma manera, eres como un niño que quiere ser mimado siempre pero no aceptas que personas más débiles se acerquen a ti, eres un mal perdedor y odias que te arrebaten algo, yo no te pertenezco Atsushi pero este compromiso no me va a cambiar, seguiré siendo tu amigo, para mi esto no es mas que un acuerdo diplomático, no me afecta en lo más mínimo y quiero que a ti tampoco, ¿entiendes lo que digo?- un Aka-chin apagado me hablaba del otro lado, como si el mismo quisiera creer lo que dice, yo entendía bien que todo esto era por el equipo y yo no quería ver a Aka-chin triste así que solo respondí con un si. Algo dentro de mi estaba respondiéndose, un dolor mudo crecía y exigía gritar.
-Atsushi, quiero que sigas dando lo mejor de ti, yo haré lo mismo y no te preocupare más.- dijo esto para de inmediato colgar y dejándome con el sonido enfermizo del teléfono. Me recosté sobre mi cama, extendiendo los brazos a los lados, preguntándome que fue todo eso, preguntándome que fue ese sueño, deseando regresar pero ¿es que acaso todo lo que dijo Aka-chin eres verdad? había muchas preguntas en mi cabeza que empezó a dolerme, no podía dejar de llorar pero incluso no entendía porque estaba llorando. Volví a quedar dormido esta vez sin soñar nada.