-¿Victor?-
-Hola Dani...- le dijo el chico.
-¿ustedes se conocen? - preguntó Amy. Ambos le dieron una respuesta afirmativa.
-No sabía que ella era quien te ayudaba...- le decía a Danielle refiriéndose a Amy.
Los tres estaban bastante sorprendidos, todo este tiempo eran tres personas que habían coincidido en aquel sitio, ahora era cuando se iban enterando. Danielle dedujo que la persona de quien Amy hablaba que había estado en aquella situación era Víctor.
Los primos se despidieron no sin antes acordar la siguiente salida al día siguiente, las chicas irían a un partido de béisbol, Amy no entendía muy bien el juego, pero su acompañante le explicaba con santa paciencia cada jugada, a la mitad del juego, la castaña vitoreaba a los jugadores y se levantaba emocionada cuando sumaban puntos, Danielle la miraba enternecida, se suponía que aquellas salidas eran para diversión de la morena y ahora estaba ahí explicándole el juego a Amy, aún así se divertía, estaba riendo y nuevamente feliz , aunque no dejaba de sentirse culpable, ella estaba ahí, viviendo la vida como si nada mientras Julie estaba en un hoyo en la tierra y sus padres lejos de ahí tratando de seguir con su vida vacía.
Danielle miraba a la castaña mientras comía una salchicha, sus ojos cafés mirando con atención las jugadas, su cabello peinado en una coleta, usaba una gorra de uno de los equipos, su sonrisa que no se borró en todo lo que duró el partido, esa chica, esa dulce chica la estaba ayudando, le estaba dando esperanza, ganas de vivir....de amar....su sonrisa se desvaneció, ¿amar? ¿podría amar a otra persona? Su corazón roto podría volver a latir por alguien más?.....no, no podía permitirse eso. Pero había algo, un sentimiento muy fuerte, le invadía la necesidad de estar junto a ella más tiempo, había días en lo que lo único que deseaba era escuchar su voz, su risa.
Pero también le inundaba ese sentimiento de culpa, ella había amado profundamente a Julie, tanto que pensó en acabar con su vida para reunirse con ella y ahora...estaba ¿enamorada?
El juego terminó y está vez fue Danielle quien propuso ir a otro lugar, a Amy le gustaba la idea de que la morena tuviera la iniciativa de salir de su depresión, pero algo en ella le causó arrepentimiento cuando vio que se dirigían a una pista de patinaje.
-no Dani yo no sé hacer eso- le dijo mientras la chica iba por los patines.
-yo te enseño- le dijo simplemente, con una sonrisa le ayudó a colocarse los patines y con la chica prendida de su brazo avanzaron hacia la pista, iban dando la vueltas, Danielle se deslizaba sirviendo de apoyo a la castaña que estaba paralizada simplemente dejándose llevar.
Pronto la música cambió y comenzó a sonar una balada romántica, algunas personas abandonaron la pista, otras formaron parejas mientras bailaban al compás de la suave melodía.
De repente me llegaste tú
Me has llenado el corazón de vida
No te vayas nunca de mi lado, quédate
Pensando que buscando noche y día
Podría resumir este sentimiento
Supiera alejarme de que es lo incierto sin mirar atrás
-Bueno...a donde vayas....-dijo Danielle pasando su brazo por la cintura de la castaña y acercandola hacia ella-...haz lo que veas...- le dio una sonrisa como la de una niña que estaba por hacer una travesura, Amy trato de devolverle el gesto.
Y llegaste tu y has inundado
Mi alma de tranquilidad
Ya no aguanto tantas ganas de llorar
De la felicidad
Amy con temblor en su cuerpo pusó su mano sobre el hombro de la morena, mientras se desplazaban lentamente, al principio evitando la mirada una de la otra..
Y cada vez que pienso en ti
Tengo motivos para amarte
Siempre hasta la eternidad
Y cada vez que pienso en ti
Se nota que esto es algo diferente
A cualquier forma de amor, de amor
Pero no sabían si era la melodía, el ambiente romántico, la cercanía de sus cuerpos, el sentimiento que las embargaba....terminaron por perderse en la mirada de la otra mientras la música seguía
Esto es más especial que cualquier forma de amor
Me iluminaste con tu dulce voz
Y ahora nunca voy a dejarte ir
Y a veces un suspiro
Se queda suspendido en el olvido
La chispa de la vida que te hace vibrar
Los sentimientos pasan y se olvidan
Amy se sumergió en la laguna azul que eran los ojos de Danielle, dos zafiros que revelaban el dolor, el sufrimiento, pero también un sentimiento que comenzaba a nacer...
Y llegaste tu y has inundado
Mi alma de tranquilidad
Ya no aguanto tantas ganas de llorar
De la felicidad
Danielle se sintió de nuevo con vida, su corazón latía rápido, parecía que iba a salirse de su pecho, la cercanía de Amy la ponía ansiosa, estaba perdida en su mirada, en su dulzura, en su empeño por hacer que dejara de sufrir...
Y cada vez que pienso en ti
Tengo motivos para amarte
Siempre hasta la eternidad
Cada vez que pienso en ti
Se nota que esto es algo diferente
A cualquier forma de amor
Ella había estado perdidamente enamorada de Julie, había podido imaginar toda una vida a su lado y cuando ella murio...sus esperanzas también, ya no tenia deseos de vivir, de vivir sin ella, era como si no hubiera nada más y ahora estaba abrazada de aquella niña que le había demostrado que la vida aún valía la pena...y más si ella estaba ahí para decirle que merecía ser feliz...vivir....amar...
Y si tu estas cerca de mi
Todo el mundo me parece fácil
Ni un minuto mas quiero pasar sin ti
Cada vez que pienso en ti
Tengo motivos para amarte
Siempre hasta la eternidad
Hasta la eternidad yeee
Y tu llegada me ha hecho tanto bien
Ya no me importa nada las tristezas
Se han quedado atrás cada vez cada vez
Cada vez que pienso en ti cada vez......
De a poco se fueron acercando, sentian una sed de sentir los labios de la otra , Amy cerro los ojos con un carmesin en sus mejillas, Danielle no hizo más que terminar por acercarse y unir sus labios, al inicio fue suave, era como acariciar el cielo con las yemas de los dedos, tímidamente recorrían sus bocas, Amy sentía el fuego en sus mejillas, sintió como la morena la atrajo más hacia ella, y como ella misma subió sus brazos hasta el cuello de la otra y aferrarse a el como una tabla en plena tempestad.
Y cada vez que pienso en ti
Se nota que esto es algo diferente
A cualquier forma de amor, de amor, de amor...
Danielle se impuso buscando introducir su lengua en la boca de la castaña, que tímidamente le dio el acceso, albergando el músculo en su caliente boca, a acariciándola con la propia, entregandose por completo a ese mar de sensaciones que aquel beso las llevaba a experimentar.
Se alejaron lentamente, como si no desearan dejarse, aún con los ojos cerrados y saboreando el beso, abrieron lentamente los ojos encontrándose con los de la otra, Amy sonrió tiernamente, Danielle le devolvió la sonrisa pero....algo no está bien...
-Amy....- dijo con voz preocupada.
-esta bien- dijo la castaña tomando su mano
-no..-dijo soltándose de inmediato -esto....no...no debía...no podía....yo...no...lo...lo siento.....- sin decir más y dejando con una desilusión en su corazón a Amy se fue de la pista lo más rápido que pudo, la castaña tardó en reaccionar, Danielle no estaba en sus cabales no podía irse así sin más... independientemente de lo que acababa de pasar. Corrió lo más rápido que pudo por todo el establecimiento, preguntó a los oficiales de seguridad y en el estacionamiento pero simplemente nadie la había visto, ni sabía dónde buscar, no sabía que hacer, a quien llamar. Pensó en la señora Miller, suponía que tenía que haber algún tipo de protocolo para esos casos, asi que llena de vergüenza, pues se supone que ella era la responsable de Danielle en esos momentos, la llamó.
-¡Señora Miller!- dijo apenas le respondieron - ¡lo siento lo siento! Acabo de hacer una estupidez....y paso...algo...ahh no se ni como decirle...-hablaba nerviosa.
-Ella esta aquí-
-¿qué?- preguntó extrañada
-Danielle....esta aquí llegó hace unos momentos en un taxi -le decía tranquila la mujer.
-¡ah gracias a Dios!- dijo la castaña aliviada- voy para alla-
Sin más colgó la llamada y se apresuró a tomar un taxi, conforme se acercaban se ponía más y más nerviosa, venían a su mente las imágenes de aquel beso, y que beso, la había dejado totalmente deseosa de más, Danielle si que sabía lo que hacía, sacudió su cabeza alejando esos pensamientos, había provocado algo grave y ella pensando en otras cosas.
El auto se detuvo frente a la casa de retiro, ella corrió hacia la sala donde están los internos, le sorprendió ver a Danielle en su silla del balcón con Emily, algo le decía la rubia que la hacía sonreír. Se acercó lentamente hasta la puerta donde permaneció unos momentos en silencio contemplando la escena.
-y también hice galletas…..- le decía la niña
-seguramente están ricas-
-quiero ir a patinar, como tu-
-Despues iremos, lo prometo -le dijo con una sonrisa.
Se percataron entonces de Amy, Danielle cambio su sonrisa por una mirada seria, pero triste al mismo tiempo, Emily entró a la sala dejando solas a las chicas, no hubo necesidad de nada, era como si supiera que aquellas necesitaban estar a solas.
-lo siento....el haberme ido...como lo hice - dijo la morena con la vista en el suelo.
-me asusté- le dijo Amy
-lo lamentó....- Amy ocupó la silla junto a ella.
-¿haberte ido....o haberme besado?...-
Un silencio sepulcral inundó el ambiente, ambas evitaron la mirada de la otra, Danielle no deseaba responder esa pregunta, y Amy no estaba segura de querer escuchar la respuesta.
-No se....me gusta estar contigo....me siento bien cuando estás junto a mi....me gusta....ver cómo sonries para mi....como ríes...sentirte cerca de mi....- cada palabra la decía con una sonrisa en los labios, Amy se regocijaba al escucharle hablar.- pero....siento...que la estoy traicionado....no se si realmente siento algo por ti....o es simplemente la necesidad de...sentir algo....no se....-la felicidad de Amy se esfumó luego de escuchar eso.
-Esta bien....yo siento exactamente...lo que tú acabas de decir...- se levantó dispuesta a irse- pero...-dijo dándole la espalda a la morena-...yo si estoy segura de que..te quiero...esta bien..no te pido nada...entiendo tu situación....- Danielle la miró confundida, su tono triste volvía a cambiar al humor jovial de siempre - mañana vendrá tu hermano, espero que todo salga bien, nos vemos mañana por la tarde-
Sin decir más salió casi corriendo de la casa, Danielle trato de alcanzarla pero la chica prácticamente huyó de su lado.
-¡Amy! ¡Por favor espera un momento!- corrió detrás de ella, alcanzó a mirar un taxi en la entrada y como la castaña lo abordaba, pero no logro alcanzarla, al llegar a la puerta el auto arranco a toda velocidad.
Dentro Amy había dado rienda suelta a su llanto, trataba de serenarse pero prácticamente tenía roto el corazón, después de haber tocado el cielo con aquel mágico beso, y esas tiernas palabras, ahora aterrizaba de la peor manera.
-¿por qué...- decía entre sollozos - ...por qué tengo que amarte tanto?-
***
Al día siguiente Danielle tenía unas ojeras horribles, no había podido dormir del todo bien la noche anterior, pensaba en lo que había pasado con Amy, en como sin quererlo sus palabras habian herido a la castaña, tomaba su desayuno en total silencio, sus compañeros estaban algo preocupados, pues parecía que estaba apunto de deprimirse otra vez.
-Hey Dani...¿estas bien?- preguntó Jorge.
-¿qué?...ahh si estoy bien...- dijo algo distraída, seguía comiendo mientras la señora Miller entraba para anunciaba que la actividad estaba próxima a llevarse acabo así que tenían que ponerse presentables.
Danielle en verdad se esmero, no quería que su hermano la viera en aquellas condiciones, ya después hablaría con Amy. Se dispuso a esperar a su hermano en su eterno sitio en el balcón, miraba el lago a lo lejos, los árboles, de repente sus pensamientos fueron sobre la castaña, sus risas, sus palabras, el toque de sus manos, de sus labios.
Vaya que lo había echado a perder, o al menos algo dentro de su cabeza le decía eso, se había declarado a la chica y al mismo tiempo había echado todo por la borda, y peor aún, Amy correspondía a sus sentimientos, un cosquilleo le recorrió el cuerpo, era como si la tuviera entre sus brazos una vez más, cerro los ojos y juró que casi podía sentir su piel cerca de la suya, el aroma de su perfume, acarició sus labios recordando el contacto del beso con la castaña, eso...había sido....mágico.
-Dani- una voz la trajo de regreso a la realidad, abrió los ojos e inmediatamente se puso de pie al reconocer a su hermano.-Hola enana.
-¡Evan!- gritó al tiempo que se avanzaba sobre él, quien la recibió con un efusivo abrazo, la levantó del suelo y ella rodeo su cintura con sus piernas, colgando totalmente de él, abrazándolo fuertemente, ninguno deseaba soltarse, derramaban ligeras lágrimas de felicidad. Después de un momento Danielle estaba de regreso en el suelo.
-¡Vaya! Estas ....mejor- le decía tomando sus manos.
-Si..eso quiero creer..-
-es verdad....no hay comparación a la última vez que te vi-
-Bueno....tuve algo de ayuda..-
-Amy-
-sip- soltó un suspiro - pero ahora...la cosa no está del todo bien-
-¿en serio? Vaya, bueno supongo que es normal -
-¿qué cosa?-
-no todos los días una persona deprimida por la muerte de su pareja y su "terapeuta" se enamoran-
-Ella y yo no....-
-Danielle.....es más que obvio...-