Obsesión
El lunes llego tan rápido, aun con dolor de cabeza y lleno de remordimiento de sus acciones del pasado viernes, el detective londinense se levanto con un único pensamiento, llegar a la escuela disculparse con su compañero de clase y darse de baja, finalmente, el instituto Ekoda no era el único de la zona, podría ir al de Haido o al instituto Teitan, sus excelentes calificaciones serian de gran ayuda.
Con desánimo, impropio de el, se preparo para el colegio y salio de su habitación, camino al comedor donde la esperaba su fiel ama de llaves.
-¡Buenos días joven Hakuba!- saludo la amable anciana- Hace unos momentos llamo el oficial Chaki, pidió su presencia en la comisaría después de clases- informo mientras el joven tomaba su lugar frente al desayuno ya servido.
-¡Buenos días Baaya-san! Gracias por informarme- dijo mientras comenzaba a prepararse una taza de café- podrias buscar los requisitos para transferencia en los institutos Haido y Teitan Porfavor.- La mujer se sorprendió ante el pedido pero asasintió- Gracias.
Después del desayuno tomo su portafolio de la escuela y salio de la casa para ser llevado al instituto.
Cuando llego al instituto aun era temprano y pocos estudiantes llegaban, con paso firme entro al edificio y se dirigió a si salón, cuando abrio la puerta solo se encontraba Koizumi Akako, quien no se molesto en mirarlo.
-¡Buenos días!- saludo, después de todo un caballero siempre debe saludar a las damas.
La bruja lo miro con desdén. -¡Buenos días!- respondió
Hakuba no hizo mas intentos de conversación y se dirigió a su asiento, en el último lugar de la misma fila que su compañera quien estaba dos asientos adelante. El lugar se lleno de una atmósfera incomoda, ninguno de los dos volvió a dirigirse la palabra.
Aoko y Kaito llegaron unos minutos antes de que la campana tocará, después de cambiarse los zapatos se dirigieron a su salón encontrando a todos sus compañeros afuera. Los dos sorprendidos se acercaron a Keiko.
-¡Buenos días Keiko!- saludo la ojiazul. -¿Paso algo?- pregunto curiosa.
La joven de coletas se giro y miro a los dos recién llegados.
-¡Buenos días Aoko, Kuroba-kun!- devolvió el saludo- no paso nada malo, solo que adentro se siente una extraña tensión y nadie la soporta, adentro solo están Hakuba-kun y Akako-chan y parecen dos bestias a punto de atacarse a morir. -explico mientras su rostro tomaba un ligero tono azul.
Kaito tembló ligeramente al enterarse quienes provocaban tal escándalo, dando un suspiro abrio la puerta trasera del salón y camino hasta su lugar sin saludar a ninguno de los presentes, dejo su maletín en el suelo y tomo asiento, recargo su cabeza en su mano derecha mientras miraba por la ventana.
-¡Bakaito!- hablo Aoko entrando al salón, le dio un ligero golpe en la cabeza- no sabes que las damas van primero.
Y asi inicio una pelea entre los amigos de infancia rompiendo el incomodo ambiente y logrando que los demás alumnos entraran sin tanto temor al salón.
Hakuba se levanto de su asiento y camino al lugar de su compañero mago.
-¿Puedo hablar contigo Kuroba?- pregunto nervioso y un poco sonrojado.
Kaito tembló ante el llamado, miro a su compañero, y negó con la cabeza. Hakuba frunció el ceño en señal de molestia, sin embargo Aoko que estaba atenta a la conversación de sus amigos levanto de forma brusca al castaño
-¡Anda Bakaito! Estoy segura que Hakuba necesita un consejo para poder redimir su error del pasado viernes, coopera en la captura del ladrón Kaito Kid- anuncio jovial.
Kaito iba a reclamarle cuando fue su mano izquierda fue tomada y jalado de manera fuerte a las afueras del salón.
Hakuba llevo a la azotea al mago, lo soltó y se puso frente a la puerta para no dejarlo escapar.
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