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Tradiciones Rotas. por Whitekaat

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Notas del capitulo:

gracias a todos por leer, por comentar, por seguir aquí con la historia, no actualizé antes porque mi computador murió, bueno mejor dicho, murió el cargador, ahora estoy en una odisea para encontrar uno.

Gracias por leer.

PD:Cualquier duda que tengan no duden preguntar, si tienen algo que decir del fic y su rumbo toda opinión es bien recibida.

Saludos.

 

CAPÍTULO IX

MENTIRA

Aioria se mantenía frente a la entrada del templo patriarcal, caminaba desde un pilar a otro, sentía el cosmos de Saga colarse por entre las paredes, por entre su cuerpo y desbordarse impetuoso hacia las afueras del templo, en su mente la desesperación, la preocupación y la necesidad de entrar en aquel lugar pese a las advertencias del caballero de piscis, necesitaba ver a Saga, saber cómo se encontraba, protegerlo entre sus brazos, un lazo ahora los unía, la marca de sus dientes sobre el cuello del omega, un lazo entre ellos que habían sentido desde un inicio pero que había sido sellado a costa de sangre y dolor, su instinto de Alfa lo llamaba, casi de una manera dolorosa, un alfa era el encargado de proteger, dar alivio, dar seguridad, pero él había provocado todo lo contrario.

 El suelo bajo sus pies retumbó, sobre su cabeza cayeron motas de polvo y tierra desde el techo, el cosmos que era expulsado desde el centro del templo se volvía cada vez más inestable no podía esperar un segundo más para poder actuar, no podía quedarse de brazos cruzados  y se adentró corriendo entre los dominios del templo patriarcal, intentando buscar la fuente de donde se originaba aquel cosmos, el lugar en donde se encontraba Saga.

Avanzó por los pasillos como aquella primera vez en que se vieron, era la misma dirección, era  el lugar a donde por primera vez se habían visto y al cruzar el umbral de la puerta volvía a sentir el aroma de Saga, el olor a pétalos de rosa sobre el agua,  el sonido de la voz del caballero de la doceava casa que parecía desesperado sosteniendo al centro de la gran bañera el cuerpo de un lánguido Saga, de piel enrojecida y dificultad para respirar.

El león ignoró a Afrodita cuando este le grito que se mantuviera alejado, lo ignoró cuando lo empujo, cuando alzó su cosmos en modo de advertencia, pagaría las consecuencias de sus actos pero en una necesidad imperiosa de posesión arrebató el blanquecino y débil cuerpo del patriarca del dorado para posarlo y sostenerlo fuerte entre sus brazos. En aquel abrazo pudo sentir las oleadas de energía atravesar su piel, casi como si estuviese quemándolo, el cuerpo del omega hervía, Aioria no tenía ni la más mínima idea que hacer, pero eso no le quitaba el deseo de hacerse responsable de sus actos, si él le había provocado todo aquello a Saga él mismo sería el que debía arreglarlo.

El fulgor dorado que emanaba Saga al estar cerca del león, lo comenzó a envolver en una luz brillante, como si intentase fundirse en su cuerpo, sólo tenía un corazonada de que hacer, una idea vaga que vino a su mente, todos los omegas eran marcados por alfa y desde ese momento compartían un vínculo,  pero existían otro tipo de unión, una muy rara, una que no todos tenían el privilegio de poseer, la unión de dos almas cuando encontraban a su pareja predestinada, cuando dos almas gemelas se unían era un vínculo que no sólo afectaba al omega, no, este también era para el alfa, los volvía uno sólo y sellaba sus destinos hasta la muerte.

Aioria comprendió que sólo eso podía significar, que el hombre que sostenía en sus brazos era su alma gemela, ese ser único y especial que estaba destinado a ser de él y él estaba destinado a ser del otro,  ambas almas debían compartir entre ellos su amor, su unión, pero había algo que entre ellos aún no habían unido y quizás aquella era la razón del desborde de energía en el patriarca, ambos eran hombres poderosos, guerreros protegidos por el manto de la diosa Athenea, Saga era el poseedor de  algo que ningún otro omega en la historia había poseído, Saga poseía un cosmos, un muy poderoso cosmos capaz de amedrentar al más feroz alfa del santuario.

El castaño sintiendo un impulso dejó salir su energía, brillante, una luz dorada del mismo tono del que salía de Saga, amabas fuerzas se fundían en la otra, su cosmos envolvía a Saga, como el de Saga lo envolvía a él. El león busco la boca de su compañero, sentía el aliento caliente chocar contra sus labios, el olor que expedía la piel adentrarse a sus fosas nasales y sintió una corriente eléctrica atravesar su cuerpo cuando sus labios su unieron, la luz se hizo más fuerte y sintió su propio cosmos elevarse inconscientemente con el de Saga, el leonino sólo podía sentir el calor de Saga, el tacto de Saga, la luz dorada que aumentaba su intensidad y por un momento un completo silencio hasta que como un remolino parte del cosmos de ambos se unió al otro.

Cuando la luz se detuvo, el castaño pudo observar como aquel rojizo color que tenía el omega sobre sus mejillas comenzaba a disminuir, como aquella respiración que hace unos minutos era  desesperada se normalizaba, sintió como el cuerpo  entre sus brazos dejaba de temblar poco a poco  y la temperatura comenzaba a descender. Aioria sonrió  al ver a Saga nuevamente apacible, como se relajaba entre sus brazos y besó aquellos labios una vez más para llevar la cabeza del inconsciente chico contra su pecho.

ꟷAio…riaꟷ la voz de Saga llamándolo fue música para sus oídos, saber que el otro reconocía su cercanía lo embriagó de una sensación de felicidad con la cual no pudo resistir besar nuevamente los carnosos labios del hombre entre sus brazos.

ꟷSi, Saga, estoy aquí, junto a ti, no dejaré que nada malo te ocurra, prometo nunca más hacerte daño, realmente lo siento, por mi culpa ocurrió todo esto  y yo…ꟷsus palabras fueron cortadas por una mano que se posó en su mejilla, una sonrisa y un pestañeo de aquellos hermosos ojos verdeazulados.

Un tosido mal fingido obligó a ambos hombres voltear su rostro a un muy desconcertado y enfadado caballero de piscisꟷ No es mi intención interrumpir, pero será mejor que llevamos a Saga a su habitación para que pueda acostarse y mientras descansa me aclare que está sucediendo aquíꟷ los ojos de Saga se abrieron como platos al notar nuevamente la presciencia de Afrodita y que fue testigo de lo que estaba pasando entre ellos.

ꟷAfrodita tiene razón, es hora de que algunos secretos y mentiras salgan a la luz, ambos necesitan saber cosas, ya que estamos metidos en estoꟷ  pronunció Saga obteniendo un asentimiento de cabezas por parte de ambos dorados.

ꟷAntes que vayamos…ꟷ dijo el león pausando brevementeꟷ Saga, necesito saber porque Afrodita fue capaz de acercarse a ti a pesar de que aún había rastros del olor de tu celoꟷ Saga se quedó sin palabras, ya que no sabía muy bien que decir al respecto, si decía la razón la verdad de la condición de Afrodita también sería revelada pero la voz del caballero de piscis habló antes de que él pudiese decir algo.

ꟷVeras Aioria, Saga no es el único omega dentro del santuarioꟷ el caballero de las rosas sonrió juguetonamente mientras se llevaba un dedo a sus labios y sus ojos miraron hacia arriba manteniendo una rostro de inocencia.

ꟷPero eso…ꟷel león habló aún dentro de su asombro por la declaración pero fue interrumpido nuevamente por Saga.

ꟷComo te dije, hay muchos secretos y mentiras que debes saberꟷ El geminiano seguía pegado al pecho del león intentando esconderse lo más que podía de aquella mirada verdosa que lo miraba con perspicacia.

 

***°***°***°***°°***°***°***°***

 

El caballero de leo resopló una vez más intentando procesar todo lo que se le había dicho, aun con problemas para entenderlo ꟷ Afrodita y tu son omegas, ambos fueron cuidados y entrenados por Shion para que su cosmos  fuese igual de poderoso que el de un alfa e incluso más fuerte,  el antiguo patriarca dejó a Saga como sucesor tanto por sus asombrosas habilidades, su poder  y  para que se protegieran entre ambosꟷ  Aioria hizo una pausa para comprobar con un asentimiento de ambos hombres ante él que estaba en lo correcto.

ꟷ Saga tiene un gemelo, que es Kanon y ambos llegaron aquí al nacer, Afrodita llegó después y estuvieron escondidos de todos en el santuario gracias a Shion. Y yo con mi estupidez casi descubro el secreto y ahora estoy obligado a guardar esta información, no sólo para protegerlos a ambos si no que porque el mismo patriarca que vendría siendo Saga me lo está exigiendoꟷ Aioria volvió a suspirar un vez que termino con su recapitulación de lo que había sido una de las conversaciones más largas y difíciles de creer que algún día hubiese tenido.

ꟷSi, es exactamente como lo dijiste, pero no te lo exijo como patriarca… te lo pido como Saga, guarda este secreto, por favor, Aioriaꟷ Aioria vio en el rostro de su alma gemela preocupación, vio esos ojos suplicante, vio esas cejas azuladas fruncirse, su labio inferior hacer un apenas perceptible puchero y el león supo que había perdido.

ꟷClaro que lo haré, te protegeré de quien sea, lo juro, ahora tu eres mío como yo lo soy tuyo, un lazo nos une, una marca nos une y además nuestro cosmos, eres mi alma gemela, lo sé, yo lo siento y no dejaré que nada malo te ocurraꟷ Aioria tomo con sus manos el rostro del gemelo que enrojeció frente al tacto, frente a la cercanía, sintió nuevamente quemar su piel en los lugares donde las manos del castaño tocaban, su corazón palpitó con más fuerza y tuvo que controlar que desde sus labios saliera un quejido.

ꟷAioria debes irte ahora mismo, Saga sigue en celo, no necesitamos más problemas de los que ya tenemos ꟷ Afrodita tomó sin cuidado el brazo del castaño y lo apartó de Saga obteniendo un gruñido del león por respuesta a lo que respondió con un rostro enfadado.

ꟷEstá bienꟷ dijo entre dientesꟷ prometo que volveré  apenas puedaꟷ y tras aquella promesa unió sus labios con los del geminiano logrando que este soltara un gemido por la repentina intromisión y el calor que comenzaba a crecer en él.

Sus feromonas comenzaban a danzar en el aire y eso sólo era señal de peligro así que sin delicadeza y sin perder más tiempo el dorado de la casa de los peces arrastró del brazo a Aioria hasta fuera del templo, aun absorto por haber sentido nuevamente aquel olor que despertó nuevamente todos sus sentidos.

ꟷ Te avisaré mañana como sigue, pero promete que no volveros hasta que yo te digaꟷ el león no tuvo más que aceptar a regañadientes y vió como Afrodita  se marchaba e ingresaba una vez más al templo

El castaño giró su cuerpo para volver a su templo, aún tenía cosas que pensar  en esos días y decisiones que tomar, pero lo que más le urgía en aquel momento era liberarse de aquella excitación que había en su cuerpo y menguar el calor que acrecentaba su parte baja al sentir revoletear el olor de Saga en su nariz.

 

 


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