Su aliento recorrió mi cuello tentándome y un suave beso fue marcado en él. Suspiré por su acción y pude sentir como su sonrisa se hacía presente mientras aún no despegaba sus labios de mi piel.
-P..por qu..qué?- articule apenas por sus delicadas caricias.
-Porque...- arrastró las palabras -Planeo hacer muchas cosas contigo esta noche...- sostuvo la piel que antes había besado con sus dientes y sus manos se hicieron dueñas de mi cintura -Muchas cosas bonito...-
Un ligero gruñido escapó de mis labios y sumiso cerré los ojos esperando mas contacto, más de él.. Más de Hoseok.
Arrastro su nariz a los largo de mi garganta seductor, besando cada centímetro de piel, pasando por mi manzana da Adán mi mandíbula, hasta llegar a mi boca donde no espero mucho para profundizar un beso necesitado, un beso que ambos pedíamos a gritos, algo que se había vuelto indispensable desde la primera vez.
-Me dejas?- preguntó apenas nos separamos por un poco de aire -Me dejas llevarte conmigo?-
Y simplemente no entendí su necesidad de tener mi permiso, esa baja suplica latente en cada uno de nuestros encuentros, siempre pidiéndome el acceso a algo que yo ya no tenía el valor de negar.. Estaba perdido.
-Si..- y fue más un lamento asfixiante, algo excitante.
Lo escuché maldecir antes de tomar de nuevo mi boca con la suya en algo que ya no era un tierno beso anhelante, sino que más bien algo bruto y exigente.. No pude no aceptarlo.
-TaeHyung no sabes lo que estás haciendo conmigo, de verdad no lo sabes- una de sus manos se adueño de mi pelo jalándolo hacia atrás.
Me observó con ojos impacientes y fervientes, mostrándome todo lo que sus palabras eran imposibles de expresar, me sentí débil y a la vez más audaz que nunca.
Tome también su cabello con fuerza y lo obligue a entregarme sus labios sedimento de su esencia.
-Solo no dejes que tu calor me deje- advertí sin bromas sobre un ósculo muerto.
Nuestros cuerpos estaban unidos como si esa fuera la verdadera forma que debía tener y lo encontré correcto, no había nada más correcto que el cuerpo de mi amante desconocido arraigado al mío como si fuéramos uno.
-Jamás bonito.. Jamás-
...
No se en qué momento fue que pasó o cómo fue que llegamos a ese lugar desconocido, pero estaba oscuro y no pude evitar sentir un poco de desconfianza por el aspecto que esa especie de cabaña tenía.
Un par de muebles repartidos por aquí y por allá, una televisión vieja y una gran sillón en el medio de todo, no había un alma vagando cerca y el frío del espacio me lleno de temor.
-No es donde me gustaría que me visitaras, pero por el momento es todo lo que tengo- su sonrisa arrepentida y su mano sujetando fuerte la mía me dio nostalgia.
-Esta bien para mí, si lo está para ti- me hundí de hombros restándole importancia al asunto.
-Me encantas, lo sabes?-
Y no pude hacer otra cosa más que sonrojarme; aún no me acostumbraba a ese trato, pues para mí solo eran besos y atracción que, suponía en algún momento debía dejar de sentir.
-Aquí vives?- evite su mirada y comencé a recorrer el lugar -Se ve tranquilo-
Hoseok estuvo de acuerdo y asintió solo observándome mientras yo caminaba por la desteñida sala principal.
-Puedo saber a qué hora debes regresar?- preguntó acercándose nuevamente.
Lo mire con cautela, reconociendo al instante sus intenciones y quise jugar un poco.
-Por qué? Quieres que me vaya?- sonreí levantando solo una esquina de mis labios -Pensé que querías hacer más cosas..?-
Su mirada de medio lado mezclada con esa sonrisa cautivante revolvieron mi estómago y me arrepentí de haber iniciado algo con lo que quizás saldría perdiendo.
-Es porque no quiero que te vayas que lo pregunto... Y si... Aún quedan muchas cosas por hacer...-
Termino de acortar la distancia entre nuestras existencias y sujeto mi cadera con fuerza.
La luz aún fuera de nuestra nube volvía todo más mágico y me sentí volar cuando susurro sobre mi oído.
-Quieres pasar esta noche conmigo... Taehyung?-
La forma en la que mi nombre se amoldaba tan perfectamente a su voz me distrajo y solo el eco de su propuesta quedo vagando en mi conciencia.
-Podría...- musite despacio -pero..-
Y fui interrumpido por el sonido sordo de un aparato ajeno a nuestra platica.
Hoseok miró hacia todas partes buscando el objeto y cuando pudimos al fin reconocerlo dejo de sonar, más no duró mucho la calma pues el aparato no cesó hasta que el ladrón de mis besos lo contesto.
-Alo?- dijo soltándome y alejándose súbitamente -No... Tiene que ser ahora?... No... Esta bien... Adiós-
Apenas atendió la llamada supe quién era el intruso, ese cambio de semblante ya lo había visto antes en su rostro, era el mismo ceño fruncido y ojos a medio cerrar que tuvo cuando aquel extraño nos interrumpió la noche de nuestro primer beso, ese extraño que esa misma mañana había ido a mi casa en busca de Hoseok, aquel mismo sujeto que dejo una clara y concisa advertencia en sus palabras. No espere a que volteara a mi otra vez.
-Vino a mi casa hoy después de que te fuiste- declare sin tapujos ante el mar de dudas que todavía tenía sin resolver.
Giró su cabeza hacia dónde me encontraba yo, con rapidez y sorpresa.
-Nam fue a tu casa?- el volumen de su voz se elevó sin vergüenza y me alarmé -A que? Qué quería?- miedo fue lo que percibí en sus preguntas, miedo y angustia.
-Quien es el?- intente hablar tranquilo mas no aleje mi tono serio -Quien es el y quién eres tú? Y esta vez no intentes cambiar el tema...- intente presidirlo -Por favor, necesito saberlo-
Bajo la mirada y vi sus puños volverse blancos por la fuerza que estaba haciendo al apretarlos. Se giró caminando hacia la entrada y abrió la puerta.
-Es mejor que te vaya a dejar, ya no es seguro que estés aquí- su voz no tenía vida, ya no más.
-Como que ya no es seguro?- inquirí inquieto -Que es lo que no quieres decir?-
-Yo... Lo siento Taehyung, debes irte- más sus ojos nunca voltearon a verme.
-No entiendo- admití perdido -Puedes siquiera decirme que hice mal, como para que me estés echando así?- me sentí lastimado.
Se giró raudo mostrándome un lamentable Hoseok que jamás vi.
-Tu no tienes culpa, que dices bonito- se acercó a mí tomando mi mejilla con su palma mirándome apenado -Es solo que... Pensé que no te seguiría..- hablo como para sí mismo pero pude escucharlo.
-Quien eres?- tome la mano que sostenía mi moflete con la mía.
-Taehyung- pero esta vez no fue sensual ni mucho menos, fue más una baja queja -Tu me gustas pero.. No está bien, tú mismo lo dijiste-
Soltó mi agarre y me sentí perdido en un lugar desconocido con alguien de quien no sabía nada y que al parecer no sabría nunca nada tampoco.
-Si es lo que quieres, me iré- hablé cabizbajo -Pero ten en cuenta que te deje cruzar más barreras de las que jamás alguien pudo...- un nudo doloroso se formó en mi garganta y no supe por qué.
Espere dos segundos a que cambiara de parecer y quisiera retenerme como sé que quería hacerlo, pero no pasó, por lo que resignado camine despacio hasta la puerta con un dolor en el pecho inexplicable y muchas más dudas que antes.
-Y tú también me gustas Hoseok...- admití por primera vez para ambos justo antes de cerrar la puerta tras de mí.
Las calles estaban oscuras y frías cubiertas por un otoño seco y malévolo que apenas me dejaba respirar, un otoño que antes me había quitado a la persona más importante de mi vida y ahora parecía incluso más perverso luego de que el calor que se me había sido prometido, se me fuera arrebatado no mucho después por la misma persona.
Evitando ese malestar infinito que crecía en mi cuerpo, que para mí no tenía explicación, camine con la cabeza gacha ocultándome del viento despiadado, saltándome calles como si fueran túneles lejanos, evitando ojos curiosos y llenándome de ese vacío común que ya pensaba yo me había abandonado para siempre.
Aumente la velocidad de mis pasos, imaginando que esa podría ser una posible solución a mi malestar, más no sirvió de nada, pues a mi mente solo llego la primera vez de mi encuentro con aquel extraño que en esos molestos momentos solo quería besar y abrazar.
-Ey!- escuche a alguien que me llamaba -Detente, tú el de chaqueta negra- me detuve aún sin reconocer la voz.
Un dejavú doloroso recorrió mi cuerpo y apartando mi flequillo de mis ojos voltee a ver de quién se trataba.
-Hola- saludó un hombre más o menos de mi estatura, más un poco más grande que yo -Puedo preguntarte una cosa?- su respiración entrecortada dejaba ver su reciente carrera para alcanzarme.
Lo mire sin interés y a pesar de que se veía más adulto de lo que yo era, negué con la cabeza dispuesto a irme, pues tenía otras cosas por las que preocuparme más que de otro completo extraño... Ya tenía suficientes.
-Lo siento, no me presenté- hablo cuando estaba dándole la espada -Soy Kim SeokJin detective de la policía nacional- me detuve -Tengo algunas preguntas que me gustaría hacerte y si fueras tan amable de responderlas, te dejaré en paz-
<En que se supone que estaba metido ahora?>
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VH.