Policía nacional había dicho?
Me volví hacia el intentado encontrar alguna pista de broma en su rostro, más una gentil y suave sonrisa adornaba cautelosa su cara.
-Perdón?- casi escupí la palabra, muy confundido.
-Me gustaría saber si puedo hacerte algunas preguntas- respondió muy tranquilo.
-Por qué?- no entendía nada.
-Bueno, si quieres puede ser mañana, ahora es muy tarde- miro su reloj meditando -Pero necesito que hablemos en buenos términos, no quiero obligarte a hacer nada-
Pestañee aturdido y perdido en el espacio, mire a mi alrededor buscando a alguien, a quien fuera a quien ese hombre estaba buscando, porque definitivamente no era yo.
-Y..yo n..no- mi voz apenas salía y me sentí estúpido -Yo no sé nada- dije por mera inercia.
Río, una risa suave y a mi parecer nada agradable. Sabía que se estaba burlando de mí pero estaba tan asustado y perdido que no atine a hacer nada más que mirarlo con ojos temerosos.
-Déjalo ya Jin, lo estás asustando- me volví raudo sobre mí mismo.
-Hoseok?- pregunté pero fue más para mí mismo, no esperaba que viniera por mi.
-Hey Hope!- saludo el hombre y voltee a mirarlo -Solo hago mi trabajo- sus amables ojos eran engañosos.
<Se conocen?>
-Déjalo, de él me encargo yo- su voz era un bajo rugido que me alertó -Tae, ven conmigo-
Estiró su mano en mi dirección y su orden me dejo en jaque, sin ninguna opción a objeción.
Camine algo temeroso hasta mi salvador y tome su palma protectora la cual me sujetó tan fuerte como lo sentí posible sin lastimarme.
-No olvides que estás en rojo Hope, no te distraigas- aconsejo el tal Jin, pero a mi parecer no sonó nada agradable.
El silencio envolvió todo y la confusión que tenía antes de dejar la casa de la persona que ahora me sostenía con seguridad, se había multiplicado por mil y sentí mi cabeza dar vueltas, y eso.. No era nada bueno.
-Hoseok... Vámonos..- susurre llevando mi mano libre a mi cabeza intentando controlar el desasosiego.
-Hablamos después Hope- sonrío otra vez -Adiós pequeño, y no olvides que me debes una conversación- coqueteo guiñándome un ojo.
Ignoré el gesto apartando la vista, justo cuando Hoseok me escondía más detrás de su espalda y gruñía bajo.
Di un paso hacia atrás, perdiendo un poco el equilibrio y me asuste porque no quería terminar como lo había hecho hace no más de un par de horas... Con una crisis de pánico frente a un desconocido, frente a la única persona que me tenía la cabeza hecha añicos.
-Estas bien bonito?- pero no lo estaba -Ven... Es mejor que vengas conmigo- me sujeto de la cintura mientras yo me recargaba en su hombro.
Mi respiración comenzó a agitarse y mi cabeza dolió tan fuerte que pensé iba a morir por la intensidad.
-Yo... No... Puedo- intente hablar entre respiraciones irregulares.
-Esta bien el niño?- escuche vagamente al otro sujeto.
-Si, solo vete Hyung, yo me encargo- aseguró firme y frío -Ven bonito.. Estás teniendo una crisis- hablo tranquilo y cariñoso.
No se bien si el tipo de sonrisa cálida pero mentirosa había obedecido a lo que Hoseok había solicitado, pero no lo escuche más, por lo que supuse que se había marchado.
Hoseok me arrastro con él hasta no sé qué lugar y me sentó sobre algo que se asemejaba a un asiento.
-Respira...- tomo mi rostro entre sus manos y me hizo enfocar mis ojos en los suyos -Eso, mírame- sonrío con sus orbes -Yo estoy aquí bonito, nada malo te pasara- se acercó y me besó suave en los labios -Te lo explicaré todo- otro beso -Pero debes tranquilizarte y ponerte bien, si?- me abrazó y acariciando mi espalda suavemente espero a que recuperara los sentidos.
Y juraría que nunca hasta ese momento una crisis como las que solía tener se había calmado tan rápido... Mi corazón se sintió en paz con sus palabras y toda esa angustia atorada en mi pecho y garganta, se esfumó con sus caricias, pero en cambio otra cosa se instaló en esos lugares, y fue la ansiedad y la inseguridad de no tener a Hoseok conmigo para sostenerme como lo hacía ahora, y no sé si eso era bueno o malo, más en ese instante no quería que me dejara nunca y me aferre a sus brazos.
-Quieres llorar?- susurro en mi cabello luego de un largo tiempo -Puedes hacerlo, solo recuerda que estaré aquí- y beso mi coronilla apretándome más contra el.
-Por que haces esto conmigo?- un ahogado sollozo escapó no mucho después -No entiendo nada, me llevas contigo, luego me echas, vienes, me besas, me abrazas, me haces sentir todo este mar de cosas que nunca antes sentí y encima me prometes compañía cuando no sé si algún día te irás- suspire ya dejando que mis lagrimas cayeran libres -Y estoy asustado del miedo que me causa pensar que tus brazos son lo único que necesito para tener un poco de paz- sujete su abrigo con rabia y me hundí aún más en su pecho -Dime de una vez quién eres, para así poder alejarme o... quedarme-
Las palabras habían salido con urgencia de mi garganta, permitiéndome por primera vez expresarme con total sinceridad, y a pesar de estar en una situación complicada, me sentí bien por eso..
-Perdón- escuche su corazón agitado -Pero justo ahora... no puedo hacerlo- me alejé.
Su cabeza gacha y la forma en la que su flequillo ocultaba su rostro me causo tristeza y quise saber que era lo que tanto lo atormentaba, quise saber una vez más que era todo eso que no quería decirme.
-Entonces es mejor que dejemos de hacer esto- hable firme - A fin de cuentas no está bien tampoco-
Alzó su cabeza y sus ojos me miraron asustados y con un deje de desesperación.
-No quiero eso Taehyung- dijo sincero.
-Entonces que es Hoseok, explícame que no lo llegó a entender- suspire cansado.
-Puedes esperar a que solucione un par de cosas?- cuestionó con angustia -No quiero dejar de verte y de verdad lo siento por dejar que te fueras hace un rato..- tomo mi rostro con dulzura -Me esperas?-
Y esos ojos cautivadores, cafés profundo y brillantes me miraron rogando en un silencio compartido lo que tanto quería y rendido ante su encanto asentí a su promesa de pronta verdad.
-Puedo besarte...?- pregunté pidiéndolo por primera vez.
Sus ojos se agrandaron y sus dientes bancos aparecieron contagiadome y haciéndome sentir mil cosas con solo ese gesto.
-Eso debería preguntártelo yo bonito... Pos supuesto que puedes- y se acercó.
Lentamente acortó la distancia entre nuestros rostros tentándome, cerré los ojos ante las suaves caricias de su nariz contra la mía y la sensación de tranquilidad de su respiración chocando con la mía me causaba.
Rozó apenas nuestros labios subiendo sus manos hasta mis mejillas sin llegar a profundizar el beso. Con sus dedos dejó mimos en mi rostro juntando nuestras frentes.
Y todo era tan mágico, tan natural y espontáneo que me sentí volar, me sentí en un mundo distinto al oscuro al cual estaba acostumbrado, y no quise marcharme nunca más de él, por lo que con ansias busque su boca y la atrape con la mía, conduciendo nuestras cabezas en direcciones contrarias haciendo de un beso cautivante algo majestuoso.
Pase mis brazos por su cintura acortando a nada la separación entre nosotros, mientras Hoseok intensificaba el beso paseando su lengua por mis labios pidiendo un permiso entregado ya con mucha anterioridad. El sabor de su ósculo apasionado era quizás el mejor sabor que alguna vez había sido capaz de degustar y dejando que me embargará completamente me permito sepárame un segundo para poder respirar.
-No sabes cuánto me encantan tus besos bonito- saboreo las palabras mientras nos mirábamos con intensidad.
-No sabes cuánto me encantas tú... Hoseok- repetí siendo sincero, lo que una vez él me dijo.
Me atrapo en sus brazos nuevamente y escondió su rostro en mi cuello dejando pequeños besitos y mimos con su nariz por aquí u por allá, mientras yo solo me deje caer en el hombro contrario, disfrutando de toda esa atención que me encantaba.
-Quieres pasar la noche conmigo Taehyung?- susurro y se alejó lentamente mirándome a los ojos.
-Si- respondí sin rodeos -Pero estoy cansado Hoseok... Yo...- no fui capaz de terminar pues ya sabía muy bien lo que ambos queríamos.
Pero dos crisis en un solo día habían acabado con mi cuerpo y la verdad aunque quisiera con todas mis ganas estar con la persona frente a mi, había algo que me rogaba no lo hiciera y quizás esa era la principal razón para negarme a hacerlo.
Asintió sonriendo -Lo entiendo bonito, no quiero que te ocurra esto otra vez, solo pasemos la noche juntos- tomo mis manos -No creo ser capaz de alejarme de ti esta noche, Taehyung-
Una puntada en mi pecho fue lo que provocaron sus palabras, más no fue doloroso, fue una puntada de auténtico nerviosismo y... Felicidad...
Nos levantamos lentamente de dónde estábamos y Hoseok me preguntó con la mirada si me encontraba bien, más no podía encontrarme mejor de lo que estaba, por lo que asentí sonriendo e iniciamos nuestro camino a donde no hace mucho había sido expulsado sin ninguna explicación.
Y no podía negar que estaba temblando intranquilo y mi pecho estaba agitado a más no poder mientras nos acercábamos a su hogar, más la sensación repentina de su mano tomando la mía, me trajo calma y expulsando todo ese mar de nerviosismo, seguí la marcha junto a un desconocido, junto al único desconocido al cual estaba más que dispuesto a conocer.. Aunque eso significara literalmente meterme en mucho problemas...