Ver a su amigo ser literalmente amenazado por un extraño a irse con el había sido lejos, la experiencia más terrible que Jimin había tenido que enfrentar. Incapaz de hacer algo por salvar al chico que amaba le estaba habiendo difícil respirar y cuando ya no fue capaz de ver el auto negro que se llevaba a Teahyung colapsó.
Llevo sus manos a sus cabellos y tiro de ellos con desesperación, dejando que lágrimas gruesas cayeran por sus mejillas sintiendo a su corazón morir de angustia.
En su cabeza la imagen que siempre había tenido de Tae desde que este era un niño, se había disuelto y en cambio solo podía pensar en los ojos tristes y desesperados que lucia su amigo cuando aquel hombre se lo llevaba.
Más lágrimas corrieron y abandonaron sus lagrimales mientras su cuerpo caía al frío y húmedo suelo sin encontrar respuesta a la cobardía de su actuar al no defender a la única persona que había amado en la vida. Lo había abandonado y tirado a los leones sin remedio y jamás podría perdonárselo.
-Perdóname Taehyung- lloró con furia golpeando sus piernas y apretándolas tratando de mitigar un poco el dolor.
La angustia de no saber si volvería a ver a Taehyung lo siguió golpeando fuerte, más eso mismo fue lo que lo hizo reaccionar y levantando la cabeza intentó apartar las lágrimas de su cara calmando un poco su descontrol emocional, pensó en lo que su amigo había dicho y como si sus piernas fueran resortes, se puso de pie y corrió tan fuerte como pudo, sin un destino definido y con lágrimas todavía acumuladas en sus ojos.
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Hoseok caminaba de vuelta a su hogar momentáneo luego de que Taehyung se lo pidiera, con la cabeza gacha y una molestia incesante que golpeaba su pecho sin dejarlo tranquilo. Ese amiguito de Tae era un problema y le molestaba de sobre manera tener que dejar a su chico con él a solas.
-Maldito mocoso- balbuceó enojado, recordando las palabras de Jimin -Tae me tiene a mi ahora- concluyó con energía, girando en la última calle antes de llegara a su casa.
Siguió a paso lento hasta que divisó una familiar figura sentada en la cera fuera de la puerta de su hogar, y se cabreó aún más.
-¿Que haces aquí?- pregunto apenas llego a su paradero -Te dije que te alejarás- pasó de su amigo e intentó poner la llave en la cerradura más no pudo.
YoonGi se puso de pie y tomó su hombro -Jin-Hyung estuvo aquí, dejó el lugar hecho una bendita mierda y se fue, no sin antes cambiar la cerradura-
-¿De que diablos estas hablando Yoongi?- Hoseok sabía que eso no era bueno -Las cosas están bien, ¿Por que rayos harían algo así?- su nerviosismo comenzó a crecer, lanzó las llaves al pasto y se giró dispuesto a irse.
-Lo siento- dijo el rubio, desconcertando al pelinegro quien lo miró extrañado.
-¿A que viene eso?- se detuvo.
-Supe lo de tu madre Hope, lo siento por eso-
Una puntada en el pecho de Hoseok lo paralizó y la imagen de su madre muerta en el departamento del servicio legal, le dio náuseas.
-Debió ser horrible- continuó YoonGi -Kim es un maldito enfermo- en un intento por parecer menos frío, el delgado chico se acercó a Hoseok con intenciones de querer abrazarlo a lo que Hoseok se alejó con expresión perturbada -No debiste dejar que el chico y tu llegaran a tanto Hope, esto se está saliendo de control- recriminó el de menos estatura volviendo a su lugar un poco incómodo por el rechazo de su amigo.
-Quieres cerrar tu maldita boca- los ojos de Hope estaban rojos, más la vida le había enseñado que llorar no servía de nada y se contuvo -Este es mi asunto, ¿Sabes?-
-Sabes que no es así Hoseok- y el pelinegro se sorprendió por cómo YoonGi lo había llamado -Esto terminara contigo si tu no simplemente terminas con el mocoso- Él rubio parecía enojado -te mataran idiota, y pues...- dijo ahora con cautela -El chico ese ya no tiene mucho tiempo tampoco-
-¿Que?- Hoseok podía intuir que YoonGi sabía algo más -¿Puedes de una vez decirme todo lo que esta pasando? Mataron a mi mamá y pude haberlo evitado, no permitiré que hagan lo mismo con Tae- las palabras dolían -El es lo único que me queda ahora-
-También estoy aquí idiota- lo empujó YoonGi con rabia, cabreandose con lo que Hoseok estaba diciendo -¿Crees que ha sido fácil para mi ver toda esta mierda desde afuera sin poder hacer nada?-
El más alto río sarcástico -Lo apuntaste con un arma maldito imbecil- Hoseok le devolvió el empujón -Te pedí ayuda sabiendo que nos habías abandonado Suga, volví contigo por que confiaba en ti, y me decepcionaste otra vez-
Ambos se estaban aniquilando con sus miradas -Te amaba maldito hijo de puta- escupió YoonGi -¿Querías acaso que fuera amable con el mocoso que esta haciendo que te maten?-
-Casi mandas todo al carajo- medio grito Hoseok más que furioso.
-Tu enviaste todo al carajo cuando te enamoraste de ese idiota- Yoongi apuntaba con rabia al pelinegro.
-No sabes lo que dices- negó con euforia Hoseok -No matare a Taehyung, él es inocente y lo defenderé- levantó el cuello llevando su amo a sus cabellos ordenándolos un poco -Me importan mil vergas que Kim quiera matarme por eso-
-Que gran hijo de puta eres Hope- el rubio llevo sus palmas a sus caderas -Se que te vale un puto carajo si te matan, pero estoy seguro de que al mocoso no y a mi tampoco- YoonGi respiro calmándose completamente -Ayer NamJoon se contacto a mi jefe-
A Hoseok se le pusieron los cabellos de gallina, esa noticia no le hacía ninguna gracia.
-¿Que?- la expresión de Hoseok pasó de decisiva a una de completo terror.
-A tu chico se lo llevarán, y no será para mantenerlo en un lugar feliz, Hope-
El mundo entero de Hope se desplomó con esa afirmación, se suponía que con la muerte de la madre de Hoseok las cosas con Kim, el principal gestor y cabecilla de negocios turbios de una de las mafias más grandes en corea y también jefe de Hope; las cosas estarían bien, sin embargo no parecía que fuese así del todo.
-Pero ellos...- calló en sus rodillas sin remedio.
-Anoche fui a la casa del mocoso, me encontré con su amigo y le dije que se lo llevara- Hoseok alzo la cabeza -Si el chico ese, es al menos un poco inteligente, sabrá que no estaba jugando y se llevara a Taehyung de su casa-
-¿Y tu?- pregunto un poco más tranquilo el pelinegro.
-Ya te dije que no lo mataré y no haré nada para que mi jefe lo encuentre- YoonGi se acerco hasta Hoseok y se agacho junto a él -Dije que te ayudaría, pero debes confiar en mi y no apartarme como lo hiciste antes- acarició su cabello solo un poco y se puso de pie poniendo distancia enseguida -Si quieres puedes quedarte conmigo, este lugar ya no es para ti-
-Gracias, Suga..- Hoseok se levantó también -Iré a ver si Tae y su amigo aún están en su casa-
YoonGi asintió -Te acompaño- y ambos comenzaron a caminar a paso tranquilo, como si nunca hubieran tenido una discusión.
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Jimin apenas respiraba, le dolía la garganta las piernas y el pecho por el esfuerzo físico realizado.
Sujetó su cuerpo contra la muralla contraria a la casa de Taehyung y esperó a que el aire que le faltaba volviera a su cuerpo. El llanto había cesado, más la preocupación había aumentado con cada paso que daba, pues sabía que desde el momento en el que el auto negro se había puesto en marcha, cada segundo contaba.
Por inercia había corrido hasta la casa de su mejor amigo, con la cabeza perdida en los recientes sucesos y cuando se vio a los pies de la entrada de la casa de Tae no supo que más hacer. Pues toda esa determinación que lo impulso a correr como un desquiciado se había ido y en cambio nuevamente la desolación y desesperación volvían, atosigando su conciencia al ser incapaz de encontrar una salida, más todo se perdió cuando sin sin previo aviso dos siluetas taparon su vista.
-¿Donde está Taehyung?- preguntó Hoseok al reconocer a Jimin.
Jimin miró hacia delante y alternó su mirada entre Hoseok y Yoongi sin ser capaz de responder a la pregunta del pelinegro.
-¿Que pasó con él mocoso?- insistió Hoseok un poco alterado.
Las lágrimas acumuladas en los ojos de Jimin viajaron por su cara cayendo al suelo.
Hope estaba comenzando a preocuparse al ver el estado del mas pequeño, cuando Yoongi le tomó el hombro deteniendo a su amigo quien había comenzado a avanzar hacia el menor.
-Espera un poco, lo asustaras- le dijo con calma.
El rubio avanzó hasta estar cerca del más pequeño de todos -¿Que le pasó a Taehyung?- buscó su mirada intentando hacer que el niño lo mirara.
Jimin pestañeó observando al rubio y en un arrebato, se lanzó a los brazos de Yoongi abrazándolo y estrujando en sus manos la chaqueta que llevaba puesta el el mayor llorando desconsoladamente.
-Se lo llevaron- sollozó con desespero -Él se lo llevó-
Solo falto esa confirmación y Hoseok dejó de escuchar repentinamente el llanto de Jimin, el sonido de los autos en las calles, y el viento que corría despiadado entre sus cabellos. Todo había desaparecido de su mente, todo menos Taehyung.
Ellos se lo habían llevado, se habían llevado lo único que Hoseok amaba y tenía en la vida... él los haría pagar por eso, vaya que si lo haría.
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VH