Sus pasos lo llevaron inconscientemente a un pequeño parque, justo aquel en donde una vez había acordado encontrarse con Taehyung. La lluvia caía aún con algo vergüenza, mojando poco a poco el pelo negro de Hoseok haciendo que las puntas de este gotearan levemente sobre su cara.
Tenía un nudo en su estómago, quería poder hacer algo, más nada venía a su cabeza, ellos tenían al amor de su vida, la única persona que le quedaba y que sabía podría hacerlo feliz.
Se sentó en una banca de niños, ignorando que esta estuviera empapada; no se atrevía a mirar su teléfono, estaba ansioso por saber el paradero de sus colegas, más estaba aterrado de llegar ahí y que todo estuviera perdido.
Nunca se había sentido tan impotente, sin ser capaz de proteger a quien quería ni así mismo, no cabía en su cabeza el hecho de haber dejado que todo llegara tan lejos. Por su mente pasó la idea no tan fugaz de haber arrancado lejos de todo eso con Taehyung, y se arrepentía de no haberlo pensado o hecho antes; aunque en el fondo de su corazón sabía que escapar nunca hubiese sido una buena opción. Debió haber enfrentado a los Kim y haber defendido a su amor, en vez de haber esperado tanto impacientando el hambre de sangre que sus jefes tenían.
Culpa, y angustia era todo lo que llenaba su cuerpo. Imaginaba situaciones en las que las cosas eran distintas, y se odiaba por no haber sido capaz de enfrentar lo que realmente era; un asesino.
La lluvia seguía cayendo ahora ligeramente más fuerte acompañando su desolación, y cuando Hoseok sintió que ya había sido suficiente y debía hacer algo, comenzó su marcha algo perdido, más un segundo más tarde su teléfono celular comenzó a vibrar.
Lo tomo apresurado esperando a que el nombre de Jungkook apareciera en el marcador, más cuando miro pantalla y vio un nombre totalmente distinto no pudo creerlo, y sintió una inexplicable explosión de felicidad y esperanza.
-¿Tae? Mi amor, ¿Estás bien?- contestó casi eufórico, sin esperar un segundo luego de contestar la llamada.
-Hope- dijo una voz amigable, que hizo que las entrañas de Hoseok se contrajeran y toda esa felicidad se desvaneciera de su cuerpo -Tae está un poco ocupado ahora, sin embargo, el que en realidad quiere hablar contigo soy yo-
Nunca en su vida la voz de su mayor favorito le había parecido tan desagradable y burlesca. Sin darse cuenta presionó más su teléfono celular contra su oreja furioso, mas se tomó un par de segundo y respirando profundo ignoró la falsa risita amigable de SeokJin.
-Hyung- dijo seco -¿En que lugar tienen a Taehyung?-
-No puedo decirte querido, ya sabes NamJoon me mataría- volvió a reír, ignorante del estado de la persona con la que hablaba -Pero ya escúchame Hope, te llamaba para decirte que ya no necesitaras preguntar por nuestras ubicaciones-
Un escalofrío recorrió su espalda al verse descubierto en su para nada planeado plan.
-¿Q..qué?- tartamudeó -¿Por que lo dices?-
-Kookie es una ternurita, no lo metas en esto Hope- la voz del mayor nunca dejó de ser calmada -Pero como te decía, no necesitas venir porque ya pronto no habra nada aquí que quieras-
El estómago de Hoseok comenzó a doler, él sabía, sabía muy bien a que se estaba refiriendo el detective.
-Hyung- dijo en un intento de negar lo que aún no escuchaba -Hyung, por favor- Su garganta ardía con el nudo que tenía en ella.
-Sabias que pasaría esto Jung Hoseok, tarde o temprano, el chico moriría- Ahora la frialdad de sus palabras se dejó notar y no fue ni un poco condescendiente con el sufrimiento ajeno.
-No- balbuceó el pelinegro con la vista nublada, sin saber si por la lluvia o por sus propias lágrimas -No... Hyung no... él... ES MÍO- gritó cayendo al suelo.
-No, ya no más- carraspeó el mayor algo aburrido -Ya debo colgar Hope, Namjoon se lleva toda la diversión-
-No espera- hablo rápido el menor -Al menos déjame decirle algo, te lo suplico-
-Ah~ está bien- suspiró el detective, denotando su molesta -Ey- gritó lejos de la línea -Déjenlo, alguien quiere despedirse de él-
Lágrimas gruesas cayeron por lo ojos de Hoseok, ¿que le estaban haciendo a Taehyung? ¿Por que estaban tocando a su ángel? ¿Por que el estaba ahí tirado en el barro, mientras Tae, su Tae estaba siendo torturado?
Pasó un momento, eterno a los ojos de Hoseok; hasta que oyó la respiración de su amado
-Hola Hobi- hablo Taehyung con voz cansada, como si estuviera apunto de colapsar.
-Taehyung, mi amor- hipo entre llantos el mayor -Iré por ti, solo espera-
-No vengas, no quieren que lo hagas- comenzó a llorar él también -Te amo- sollozo -Gracias por todo-
-Shhhh, no te despidas. Iré por ti, solo espera un poco, ¿Bueno?- suplico el pelinegro.
-Dime que me amas... quiero escucharte decirlo... por favor- el llanto desenfrenado de Tae ya no paraba. Él tenía más que claro todo lo que pasaría.
-Te amo mi amor, te amo mi ángel- susurró intentando transmitirle todos sus sentimientos en esas simples palabras -Solo espera-
-Hob....- pero no fue capaz de escuchar algo más, pues un disparo lo silencio y luego de eso la llamada se corto.
Todo se quedó en silencio de repente. El palpitar de su corazón se detuvo y todo pareció desaparecer luego del sonido de ese disparo.
-¿Tae? ¿Taehyung?- quito su teléfono de su oído y lo miro perplejo, dándose cuenta que la llamada había terminado.
La lluvia volvía a caer fuerte, mucha más que antes, su corazón se volvió loco dentro de su pero sin poder controlarlo. La realidad le cayó encima como un balde de agua fría.
Por mera inercia volvió el teléfono a su oído y exclamó el hombre de Taehyung tanto y tan fuerte como pudo, esperando sin ningún sentido que el menor contestara a sus alaridos.
Su mano de deslizo por el costado de su cara, ya no habían dudas se había ido, la persona en la había puesto todas sus esperanzas de una vida lejos de todo eso se había ido, la persona a la que se supone debía proteger y salvar y él a su vez salvarlo también, ya no existía.
-NOOOOO- Gritó tan fuerte como pudo, desgarrando su garganta.
Tiro de su ropa sintiéndose asfixiado y sucio, araño su piel, queriendo arrancársela. No podía contener tanto dolor, su cuerpo no podía soportar todo aquello.
-No Taehyung, no mi amor- sollozó con desespero, mientras llevaba sus manos a su corazón sintiendo como este se estrujaba agonizante.
Se dejó caer en el lodo, pidiéndole a la lluvia lavar sus lágrimas, las cuales no paraban de caer asemejándose a un riachuelo a cada lado de sus ojos.
-Él no era culpable- comenzó a balbucear para si mismo -Mi ángel no hizo nada MALDICION-
La fuerza se había drenado de su cuerpo repentinamente, dejándolo desvalido contra el dolor que sentía, y al pasar un rato más tirado allí, empapado; ya no le importó morir ahogado o de frío. A decir verdad, ya sólo quería morir, ¿De que servia su vida ya, si la luz que lo había iluminado se había apagado para siempre?
Se giró sobre si mismo en el suelo extrañando el calor, mas no creía poder merecerlo o recibirlo nunca más. Estiro su mano y sin darse cuenta su teléfono cayó de ella distrayéndolo. Pensó repentinamente en el mocoso amigo de Tae y otra ola de intenso dolor en su corazón lo invadió. Debía avisarle, ese niño amaba a su Tae, debía saber lo que le había pasado.
Se movió un poco alcanzando el aparato y con toda la voluntad que le quedaba marco a Suga, pues estaba seguro que el mayor estaría con el chiquillo.
-¿Tienes noticias?- contestó éste al instante.
El pelinegro tragó duro, controlándose lo más posible.
-Esta muerto Suga- pero no pudo evitar que su voz temblara.
-¿De que estás hablando Hoseok? ¿Quien está muerto?- preguntó alarmado su amigo.
-Tae, Taehyung está muerto- y sin poder ser capaz de continuar cortó la llamada antes de que Suga preguntara algo más.
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-¿Hope?- Suga dejó su teléfono sobre la mesa cuando se aseguró de que la llamada había terminado.
Una extraña sensación se instauró por toda su espalda, provocándole culpa y no quiso mirar al chico que estaba en la silla de al lado. No sabía si sería capaz de contener lágrimas ajenas, las cuales ya escuchaba caer sobre la mesa.
-Es mentira ¿verdad?- escuchó decir a Jimin en un susurro, luego de largos minutos intentando procesar todo.
YoonGi cerró los ojos respirando profundo, no se suponía que las cosas terminaran así. Eso iba más allá de lo que su mente había pronosticado, para él se suponía que el único que podía terminar bien era Hoseok, y ahora probablemente su menor estaba por ahí deseando morir, porque ya no existían razones para pensar lo contrario.
Carraspeo un poco incómodo -Lo siento- hablo más fuerte de lo necesario por los nervios que sin saber habían comenzado a atacarlo.
Jimin comenzó a reír, primero levemente para luego dar lugar a estrepitosas y escandalosas carcajadas.
-Esta muerto- decía entre risas -Esta muerto-
Suga lo miro con preocupación, para luego comprender lo que le sucedía al chiquillo frente a él.
Se acercó y con cuidado puso ambas manos en las mejillas de Jimin, sintiéndolas mojadas por todas las lágrimas que caían sin cesar.
-Esta muerto- se lamentó ahora el menor buscando calor en las menos ajenas -Taetae- sus ojos estaban perdidos en el espacio, haciéndolo parecer desquiciado.
Las carcajadas no tardaron en pasar a ser un lastimero llanto que parecía no poder ser controlado.
Yoongi sintió lástima por él y de la misma forma en la que tomó sus mejillas, lo fue acercando a sí mismo para sujetarlo fuerte en un abrazo.
No era capaz de decir cosa alguna, pero al menos quería brindarle un poco de apoyo a la persona que estaba en sus brazos, y a la cual extrañamente no conocía hacia más de unas cuantas horas.
-No se merecía eso- se lamentaba Jimin -El vio como su padre mató a su mamá, fue él quien llamó a la policía luego de que su papá se matara a sí mismo- un gemido doloroso amenazo con romper su garganta -Maldición, el no merecía más dolor-
Yoongi lo atrajo más y comenzó a acariciar sus cabellos, sintiendo como Jimin se desasía en lágrimas.
-¿Que hare sin mi mejor amigo? ¿Que haré sin mi Tae?- escondió su rostro en el cuello de Suga, queriendo morir por el dolor que recorría todo su cuerpo.
El chiquillo continuó llorando por un par de horas, aferrado al cuerpo de un extraño. Lloro tanto como quiso y cuando ya no fue capaz de seguir, cayó profundamente por el cansancio.
Suga se mantuvo de la misma forma en todo momento, alternando caricias entre la espalda y los cabellos del menor susurrándole palabras de tranquilidad hasta que ya no fue capaz de oír más gemidos ni de sentir los pequeños espasmos que Jimin tenía por la intensidad de su llanto.
Como pudo lo cargo, y lo llevo a su habitación, lo tapo y cerro la puerta con cuidado.
-Bendita mierda- maldijo el rubio al llegar a la cocina y tomo su teléfono.
Marco el último número con el que había hablado, pero por más que lo intento Hoseok no contestó a ninguno de sus llamados.
-Idiota- negó con la cabeza preocupado por su amigo.
Dejó el aparato donde estaba y cuando estuvo a punto de ir devuelta con el menor, este comenzó a vibrar descontrolado. Se volvió lo tomo y contesto con prisa.
-¿Hyung?- una voz desconocida lo desconcertó.
-¿Alo?- respondió YoonGi por inercia al no reconocer quien era la persona que le hablaba.
-Soy Jungkook... Hyung- dijo algo incómodo y preocupado.
-¿Jeon?¿Pero que...-
-Espera Suga-Hyung- lo interrumpió el menor -necesito que me escuches y pongas mucha atención-
-Si.. ¿Que sucede? ¿Por que me estas llamando?- el rubio arrugo el entrecejo.
-Hope-Hyung me llamo hace unas horas... qu..quería saber las ubicaciones de los Kim-Hyungs, pera ya no contesta a los llamados y tengo miedo de que algo le haya pasado- parecía que el menor estaba algo asustado por lo rápido que hablaba -Hyung, no pueden ir a buscar a ese tal Taehyung... él es un señuelo, no lo matarán- susurró ahora.
-¿Que?!- exclamo YoonGi -¿Que mierda estas diciendo Jeon?-
-Ese tipo está vivo, ellos saben que no tiene que ver con la deuda del señor Kim... pero Hyung escúchame bien- la voz del chico temblaba -Nadie puede entrometerse o los matarán, por eso se lo llevaron... nadie puede saber esto-
-P..pe..pero- el rubio no solía tartamudear, sin embargo toda esa información lo había tomado por sorpresa.
-Debo dejarte ahora Hyung, por favor busca a Hope-Hyung y cuéntale-
-Pero ¿como sabes tu todo esto?- se apresuró a decir el mayor.
-Yo se todo Hyung, mucho más de lo que imaginas. Debo colgar ahora- Y sin esperar a que el rubio dijera algo más, Jungkook corto.
YoonGi se quedó de pie en medio de su improvisada cocina, intentando procesar todo lo que el mocoso ese le había dicho.
Respiro profundo y decidido tomó sus llaves y su chaqueta, se aseguró de que Jimin estuviera bien y salió corriendo contra la lluvia y el viento.
Debía encontrar a Hoseok y decirle todo lo que sabía. Ambos se encargarían de rescatar a Taehyung; no le volvería a fallar a su mejor amigo y único amor de su vida; solo esperaba encontrarlo con vida y que no fuera demasiado tarde para el par de tórtolos.
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