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Guilty por Valee-e

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La noche parecía haber caído mucho más temprano que de costumbre. El cielo estaba negro y los restos de lluvia caían de las hojas de los árboles por culpa del fuerte viento que se había levantado.

Jimin llevaba al rededor de una hora despierto solo respirando. No se había atrevido a levantar su cabeza por miedo a que el frío que hacía en esa vieja casa se colara por algún lugar, no era como si estuviera muy diferente bajo las sábanas, pero para el pequeño ese poco calor que sentía era suficiente para acobijar su pena.

Su cabeza dolía un poco y su espalda encorvada para mantener el calor en sus extremidades, ya no obedecía órdenes. Había despertado un poco desorientado al no reconocer la habitación en la que estaba, más al instante de haber abierto sus hinchados párpados recordó porqué estaba ahí.

No se movió un centímetro, solo suspiró y más de las mismas lágrimas que botó con Suga, comenzaron a caer. Su llanto silencioso solo era interrumpido por pequeños temblores de frío y luego sin ser consciente de ello seguía, como si su cuerpo en realidad no quisiera hacer cosa alguna más que llorar la muerte de su amado mejor amigo.

No tenía idea de la hora que era, no quería saberlo tampoco. Había llagado a la conclusión de que YoonGi había salido pues no lo había ido a ver, ni tampoco era capaz de escuchar algún ruido del otro lado de la puerta.

Sabía que su madre estaría preocupada y que de seguro lo mataría cuando volviera, pero no podía importarle menos los asuntos con su madre. Lo único que iba y volvía en su cabeza era la eterna tristeza en los ojos de Taehyung. 

Desde siempre Tae había sido especial para él, incluso antes de que todo se arruinara en la familia del menor, Jimin sentía que su mejor amigo era mucho más que eso para él. Taehyung era luz y a la vez oscuridad. Parecía tan fuerte ante todos a su alrededor, pero para Jimin siempre había sido un pequeño niño que solo necesitaba que lo amaran, es por eso que él lo amaba tanto, lo quería proteger pero por sobre todo quería que el triste chico fuese feliz. 

No fueron muchas las veces que realmente creyó haber hecho feliz a Taehyung, más cualquier cosa que hubiese hecho por él no valía nada ahora que el menos ya no existía más, y eso lo estaba hundiendo en la miseria más y más.

No sabía que haría cuando fuese obligado a volver a la realidad y asumir que Taehyung jamás regresaría. Lo sabía tampoco como era que iba a explicar todo lo que había sucedido, como miraría a la cara de la tía del menor y le diría que su cobardía le había impedido ayudar a su sobrino. Como le haría para verse a si mismo en el espejo después de haberle fallado a quien juró proteger desde que era muy pequeño. 

Jimin solo quería quedarse ahí, inmóvil e inconsciente del mundo real, aunque fuese solo por unos segundos más.

 

Una ráfaga de viento azoto las ventanas de la casa de improviso haciendo que el lugar crujiera por completo. El clima era cruel y lo acompañaba perfectamente en su duelo. Sin embargo, esa paz en el congelamiento no duró mucho más, pues justo después de que la lluvia comenzara a caer otra vez, la puerta principal de la morada se abrió con fuerza y pasos apresurados se acercaron hasta la habitación.

Jimin no tuvo tiempo ni de respirar cuando una cabellera rubia se asomó por el umbral del cuarto.

 

-Hey- dijo el mayor a modo de saludo al ver los ojos brillosos del menor en la oscuridad -¿Estás bien?- 

 

Jimin no respondió ni hizo gesto alguno, solo bajo la cabeza hundiéndose en las cobijas nuevamente.

Yoongi camino hasta sentarse junto a él en la cama y acaricio sus cabellos.

 

-No hace falta que llores más pequeño- dijo con cariño al notar los espasmos del chico -Taehyung está vivo- soltó sin más el mayor.

 

Jimin se quedó inmóvil y su mente detuvo todo pensamiento posible. Se levantó quedando semi sentado en el mullido colchón y miro a Suga incrédulo. 

 

-¿Qué?- repitió el chico, al igual que Hoseok cuando se enteró de las buenas nuevas.

 

-Eso, tu amigo está vivo- intentando ser un poco más sutil YoonGi sonrió.

 

Y aunque fue una sonrisa incómoda al no ser usual para el ese tipo de expresión, Jimin supo leer en ella la verdad.

Saltó lejos de las heladas sabanas y se colgó del cuello del mayor llorando tal cual lo había hecho antes pero ahora por razones totalmente contrarias.

 

-¿Es cierto? ¿Él está vivo? ¿Mi Tae está bien?- bombardeó el menor alejándose un poco para ver al mayor a la cara.

 

Yoongi ya no se sorprendió por lo extremadamente cercano que era Jimin, solo se dejó abrazar y asintió a casi todas las preguntas hechas.

 

-No sabemos si está bien...- añadió con cuidado el rubio.

 

-Y es Mi Tae- se escucho decir desde la puerta.

 

Jimin miro en aquella dirección y se encontró con la silueta oscura de Hoseok, quien lo miraba afirmado en el portal de la habitación.

 

~~~

 

-¿Puedes dejar de armar tanto escándalo? Quizás solo se fue con su amigo un par de días es todo- el hombre mayor miraba como su esposa marcaba y marcaba el número de su sobrino en el teléfono sin respuesta.

 

-Esta enfermo, ¿Acaso no entiendes?- la mujer lo miro con rabia y continúo marcando sin resultado -Ayer estaba con fiebre muy alta, y ahora llego y no hay ninguna de sus cosas aquí- con preocupación se dejó caer sentada en la cama de Taehyung y tomó sus cabellos.

 

-Hazme caso, debe estar con el chiquillo aquel, ese que siempre lo acompaña- cansado, el señor camino fuera de la habitación.

 

-Deja de ser tan insensible, ya no aguanto que no te importe lo que sucede con Taetae- hablo más fuerte la mujer al ver que el hombre desaparecía en el pasillo -Hable con la señora Park y Jimin no ha vuelto a su casa tampoco-

 

-Son solo niños Jaeri, fueron a dar una vuelta y se les pasó la hora- la voz desinteresada de su esposo la irritó de sobremanera.

 

La señora Lee sabía que algo no andaba bien. Desde hace un tiempo las cosas en casa habían cambiado, algo había cambiado con su esposo y sin dudas algo estaba pasando con su sobrino y todo frente a sus narices. Ella solo esperaba que no fuese demasiado tarde para averiguar que era.

 

-¿Donde estás cariño?- susurró con angustia y dolor de estómago la mujer,  volviendo a marcar el número de su sobrino y Jimin, sin que estos siquiera pasarán la llamada.

 

~~~

 

Los tres se encontraban en la cocina de la casa del mayor de todos, bebiendo algo de café mientras un silencio incómodo casi no los dejaba respirar.

Suga le había dado ropa seca a Hoseok y luego de que éste se bañara y cambiara, todos habían terminado en ese espacio del lugar sin ser capaces de decir algo.

 

-¿Que haremos?- susurró jimin con su cara hundida en la taza de café.

 

Estaba todo tan quieto que ese simple susurró atrajo la atención de los dos asesinos de inmediato.

 

-Por ahora descansaremos- hablo Suga al ver la incapacidad de Hoseok de decidir algo tan de improviso -Mañana de seguro Nam o Jin-Hyung tendrán que volver a sus trabajos y será cuando los seguiremos- 

 

Hoseok parecía perdido en el espacio, todo el coraje y ganas de salvar a Tae habían vuelto, más no tenía idea de por donde comenzar.

 

-Mañana...- repitió el pelinegro bebiendo de su café.

 

-¿No podemos hacer algo ahora? Ese tal Jeon ¿no dijo algo más?- Jimin había tomado un poco más de valor para preguntar.

 

-¿Sabes pequeño?- Suga miro al menor de todos -Es mejor que te vaya a dejar a tu casa, ya es tarde y han pasado muchas cosas, debes descansar-

 

-No me iré- respondió Jimin asustado de que lo fueran a dejar al margen de todo.

 

-Hazme caso, tú...- pero el mayor fue interrumpido.

 

-Déjalo Suga- hablo Hoseok -Necesitaremos ayuda... ademas él es quien quiere quedarse-

 

Jimin giró su cabeza en dirección a Hoseok sorprendido por lo que había dicho, y aunque el pelinegro no le devolvió la mirada, jimin le sonrió agradecido.

 

-Si tú lo dices...- añadió Suga no muy convencido -Pero no dejaré que el pequeño se acerque al par de idiotas- advirtió el mayor mirando a ambos menores.

 

Hoseok solo se encogió de hombros dándole un último sorbo a su taza de café, dejándola sobre la mesa, se levantó de su asiento con una expresión indescifrable y camino hasta la ventana que se encontraba al lado de la puerta principal.

Por otra parte, Jimin no pudo evitar sonrojarse por lo que había dicho el rubio, pues no esperaba que alguien fuera a preocuparse así por él; menos alguien quien apenas lo conocía.

 

No pasó mucho cuando YoonGi alzó sus brazos bostezando amplio alegando que estaba cansado y que deberían irse a dormir porque de seguro el día siguiente sería muy intenso.

 

-Puedes dormir en mi cama si quieres pequeño- le dijo al menor de todos con simpleza.

 

-No te preocupes Hyung- dijo apresurado jimin -Yo puedo dormir en cualquier lugar, tú ve a dormir en tu cama-

 

-Bueno- alzó los hombros el rubio -Hay algunas cobijas en ese armario- apuntó a un viejo mueble que estaba junto al baño -Y si tienes mucho frío en la noche puedes venir a dormir conmigo, buenas noches- 

 

Jimin casi se atoró con su propia saliva al escuchar lo último, más asintió agradecido, observando cómo el rubio se dirigía a su habitación.

 

Hoseok seguía de pie observando cómo pequeñas gotas escurrían por la ventana. Su cabeza no paraba de buscar respuestas o soluciones, sabía que necesitaba un plan y uno eficaz para que ninguno de los inocentes participantes de ese embrollo saliera herido.

 

-¿No dormirás?- escucho a lo lejos la voz del mejor amigo de su amor. Hoseok no respondió -Deberías dormir un poco si quieres ser de ayuda mañana- continuo el menor intentando provocarlo.

 

Hoseok siguió en silencio.

 

-Yah!- le gritó el menor -Él mi mejor amigo, lo conozco desde antes que naciera ¿Crees que no estoy hecho mierda por todo esto?- se acercó al pelinegro y lo giró tomando brusco su hombro -¿crees que es fácil para mi quedarme aquí y no hacer nada?-

 

-Ya cállate mocoso- Hoseok movió su hombro para que el menor dejara de tocarlo -No entiendes nada-

 

-Taehyung confía en ti estupido, me dijo que te buscara cuando se lo llevaron- soltó Jimin enojado -¿Y sabes por que?- lo miro con ojos de fuego -Porque el sabía que irías por él y todo estaría bien- lo empujó con fuerza haciendo que Hoseok chocara con la ventana que antes observaba -Deja de comportarte como si no hubiera nada que hacer, estamos aquí para ayudar- 

 

El asesino lo observó con determinación, para después de un segundo entender lo que el chico frente a él estaba diciendo.

 

-Soy un maldito cobarde pero quiero traerlo de vuelta y que todo esto termine- continuo el menor -Y aunque sea difícil para mi aceptarlo, solo tu puedes hacer que Tae sea feliz, así que por favor deja esa cara de mierda y apoyémonos- 

 

Hoseok agachó la cabeza con remordimiento, ya que no podía con la culpa al saber que Taehyung se encontraba en esa situación por su culpa.

 

-Tienes razón mocoso- asintió apartando algunos mechones de su frente -Lo atraeré- 

 

Jimin sonrió con nostalgia al ver ese mismo amor  que antes vio en los ojos de Taehyung. No sacaba nada con negarlo, debía aceptar que su mejor amigo sólo sería eso; su mejor amigo.

 

-Ve a dormir- ordenó el pelinegro luego de un momento de silencio -Ve con Suga, yo dormiré en en sillón-

 

Jimin se ruborizó instantáneamente al escuchar al mayor. Él no quería compartir cama con un extraño, más se vio sin opciones al ver que Hoseok tomaba sus cobijas y se acomodaba en el mal cuidado mueble.

Hizo una mueca de desagrado que al mayor no vio y camino resignado hasta la habitación del rubio. Con cuidado se saco los zapatos y se metió con cuidado en la cama sin hacer ruido. Se sentía tan tenso que no llego a darse cuanta que estaba aguantando la respiración hasta que se acomodó mirando el techo y YoonGi siguió durmiendo apaciblemente.

Cerro sus ojos sintiéndose repentinamente agotado, y en cosa de segundos dejó de escuchar la respiración acompasada de quien descansaba junto a él.

 

La mente de Hoseok trabajaba a mil por hora. sentía que no tenía tiempo que perder, pues sabía que al salir el sol debía tener un plan definido y organizado para rescatar a Taehyung.

Su rompecabezas estaba a medias, las piezas que faltaban eran importantes y aunque ponía todo de su parte hacer calzar las que tenía era muy difícil. Una de esas piezas era la llamada de Jungkook.

El chiquillo había dicho que Taehyung era un señuelo, pero la principal pregunta a todo el asunto era ¿Señuelo para quien?

Se levantó del sillón siendo incapaz de controlar su ansiedad y comenzó a pasearse por la sala del lugar.

 

-Taehyung era el único que podía hacer mover los negocios de su padre- comenzó a verbalizar sus pensamientos, intentando ordenarlos -NamJoon tenía el objetivo localizado hace más de 6 meses. Tae no tiene hermanos y su familia está muert...- y algo hizo click en su cabeza.

 

Taehyung nunca había estado solo en realidad, claro, él ya no tenía a sus padres pero sus tutores legales, quienes estaban a cargo de él y de todos sus bienes, habían sido desde siempre sus tíos.

 

-Soy un imbecil- se quejó alcanzando su frente con su palma -Ellos...-

 

Corrió a buscar una chaqueta de Suga en el armario pues la suya aún estaba empapada. Tomó su celular y salió raudo del hogar de su amigo.

Tenía una pista, algo con lo que no contaba, por lo que no dejaría pasar esa oportunidad, menos sabiendo que entre más tiempo pasaba, más peligroso podría ser para Tarhyung estar con esa gente.

 


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