Subí derecho hasta mi habitación ignorando todo a mi alrededor, no tenía cabeza para nada, no quería distraerme con la angustia, la oscuridad y menos con la horrible soledad que me esperaba ansiosa apenas abrí la puerta de mi hogar.
Mi cuarto estaba frío, más no importó porque el calor que aún contenía mi cuerpo era tan grande y tan profundo que no necesitaba nada más. Me recosté sobre mi cama con la espalda pegada al colchón y cerrando los ojos me impresiono darme cuenta de que estaba riendo, el dolor en el estómago y las manos acalambradas aún nervioso a causa de todo lo que había vivido hace unos momentos con un desconocido, un desconocido que a pesar de no saber nada sobre mi, parecía que podía entenderme mejor que muchas personas a mi alrededor. Gire sobre mí mismo y cerré los ojos, sintiendo millones de cosas, no quería dormir, no quería despertar y que al día siguiente todo hubiera sido un sueño... Porque eso parecía, un sueño, pues nada de un tiempo hasta acá había sido tan bueno como para que fuera real, nada. Apreté mis ojos fuerte abrazándome a mí mismo y la ansiedad me atacó y quise que los labios de Hoseok me calmaran, sentía que solo él podía hacerlo...
-TaeHyung se te hace tarde- escuche los habituales golpes en mi puerta por parte de mi tía, era de mañana.
Me removí en mis sábanas algo confundido, el manto oscuro del sueño había cubierto mis ojos la noche anterior y no supe en que momento caí dormido, sin embargo la sensación de vacío que me albergaba cada mañana estaba inusualmente en silencio y mi cuerpo reaccionaba sin quejas, por lo que antes de que el tercer golpe por parte de mi tía sonará en mi portal, me levante rápido y abrí.
-Ya voy... Estoy tía-
La vi con su mano hecha un puño a la altura de mi cara con los ojos abiertos por la impresión, al segundo siguiente sonrío amable.
-Estaremos abajo, hijo- asentí y volví a cerrar la puerta.
Me encontraba de humor, casi animado, más no podía exteriorizar mis sentimientos tan fácilmente frente a mis cercanos como me gustaría.. Aunque quizás todo ese torbellino de buenos acontecimientos era solo momentáneo y muy dentro de mí lo sabía, por eso no quería alardear tanto de mi buen ánimo.
Si más, me preparé como todos los días y baje al primer piso a desayunar.
-Buenos días Taehyung- saludo mi tío sonriendo con sus ojos de medias lunas -Espero no haberte despertado anoche cuando llegamos-
-No, está bien... No los oí- respondo por inercia.
Como siempre la conversación no continuo y ninguno de los presentes hicimos el esfuerzo de retomarla por lo que seguimos con lo nuestro hasta que fue hora de marcharse.
-No vuelvas tan tarde..- fue lo último que escuche de mi tía antes de que abandonara mi casa.
Usando mi auriculares procure caminar lo más rápido posible y una vez estuve rodeado por personas desconocidas y la sensación de asfixia provocada por mis familiares se hizo menos presente, respire profundo y me detuve junto a la parada de buses. No quería ir a clases pero tampoco quería vagar por las calles de Daegu sin rumbo como lo había hecho el día de ayer... Pensé en que quizás si me iba a pie hasta el instituto podría pensar en algo y arrepentirme de entrar, hacer algo tiempo hasta que la hora de ir con Hoseok llegara, pero...
-Me dijiste que irías al instituto- los labios de Jimin se estamparon de lleno en mi mejilla y río -No puedes arrepentirte-
-Jimin..- salude frío.
Y no era que odiara la forma en la que me obligaba a tener contacto con el, pero inconscientemente había decidido que ya no quería besos de nadie más, nadie que no fuera el extraño de perfectos dientes blancos.
-Vamos juntos?- no fue una pregunta, más me miró expectante -Te dije que no haría nada..- suspiro ante mi mutismo.
Di el primer paso y mi amigo me siguió el rumbo no mucho después.
Había despertado con energía y creí estar dispuesto a tener un buen día.. Pero los acontecimientos no estaban ayudando y la poca paciencia que tenía estaba agotándose.
Caminábamos el uno junto al otro más no íbamos juntos y conociendo como conozco a Jimin, el silencio moriría tarde o temprano.
-Sobre lo que pasó ayer en tu casa..-
-Esta bien Jimin- lo interrumpí antes de que quisiera tocar 'el tema'.
-No creo que este bien Taehyung- insistió y dejó que avanzáramos otro tanto -Tu enserio... Taehyung tu... de verdad me g..-
Pare mi andar y gire mi cabeza hacia él -Lo siento...- baje la mirada -Yo sé que nos besamos y tu dijiste eso... Pero Jimin... Lo siento-
El nudo que se formó en mi estómago de un momento a otro dolió mucho y no fui capaz de decirle que no sentía lo mismo que él, no podía.. Sin embargo, aún así Jimin era importante y no quería lastimarlo.
Quise llorar, mas no era justo que lo hiciera, no era justo hacerle eso.
-Lo sé- su voz sonó tranquila y muy cerca -Se que es difícil para ti- sus brazos me rodearon y no pude hacer nada para evitarlo -Te quiero de todas formas Taehyung..-
El que debería estar consolando al otro debía ser yo, pero mi amigo podía llegar a ser tan gentil y cálido que incluso sus propios sentimientos eran apartados para ayudar a los demás.
<Todo sería tan fácil si pudiera amarte..>
Pero con solo procesar esa palabra en mi mente los ojos brillantes y suspicaces de Hoseok vinieron a mi y no pude evitar la sensación de júbilo al recordar la pasión con la que sus besos supieron dejar marca en mi boca.
Sin embargo ahora estaba con Jimin, la única persona que me quedaba, capaz de animarme y pertenecerme, tenía que ser consecuente y corresponder a lo que su mimo exigía.
-Sabes que no puedo quererte como quieres, pero te amo solo por ser tu Jimin- enrolle mis brazos en su espalda y el enterró su cabeza en mi cuello,
-Pensé que jamás lo dirías- río bajo -Pensé que no podrías decirlo nunca más... Y me alegra saberlo- su cariño se hizo más fuerte y lo sentí temblar en mis brazos -Solo uno, si?- dijo separándose y supe a que se refería.
Asentí mirándolo serio y dispuesto a que ese fuera nuestro punto final, avanzar con eso sería cruel, más si él lo pedía como una despedida no podía negarme, se lo debía.
Sus manos acariciaron mi cuello y enredo una en mi pelo, cerré los ojos esperándolo y cuando fui capaz de palpar sus labios con los míos, todo se sintió incorrecto.
Fue como si me hubiese convertido en una máquina que no es capaz de conmoverse con nada y ese beso que significaba un fin para ambos se convirtió en la más clara señal de que mis besos no podían pertenecerle a nadie más que a Hoseok.
-Fue raro..- la mirada de Jimin era fría y sin brillo -Quizás tengas razón y esto de verdad no estaba bien- las comisuras de sus labios de elevaron, sin embargo su sonrisa no llegó a sus ojos.
-Lo siento..- dije sin saber bien qué decir.
Ambos nos quedamos mirando hacia el frío suelo que nos sostenía de pie, los minutos pasaron y ninguno fue capaz de reaccionar o intentar hacerlo, hasta que frescas y pequeñas gotas de agua comenzaron a caer del cielo.
Por inercia alce la vista y mire directo hacia las nubes que cubrían la atmósfera, la lluvia pegaba directo en mi cara y creí nunca haber sentido tanta libertad y salvación después de un momento tan incomodo e insuperable como el que estábamos viviendo con mi mejor amigo. Quise alzar mis brazos y alcanzar cada pequeña gota que caía agradecido y correr o jugar como cuando era pequeño y todo estaba bien.. Sería bueno volver a esos tiempos y que tuvo estuviera bien.
-Vámonos o quedaremos empapados- Jimin comenzó a tirar de la manga de mi abrigo apresurado y me deje llevar.
Llegamos al instituto con la ropa estilando y fríos, tan fríos como el demonio, Jimin había dejado de tirar de mi ropa y después de haber corrido un tramo nos rendimos y caminamos en silencio todo lo que resto de camino mientras la lluvia caía con furia sobre nosotros.
-Gracias- fue lo que pude decir cuando ya estábamos por entrar al salón.
Sus pequeños ojos se hicieron aún más pequeños y su hermosa sonrisa apareció y fue sincera, camino hasta mi y despeino mi cabello juguetón.
-Ay... Que haré contigo mocoso..- suspiro y se perdió entre los demás estudiantes que entraban al aula.
Las horas pasaron más rápido de lo que esperaba y mi energía se fue con el día, sentía que tenía muchas cosas en las que pensar y justo en ese momento no sabía si era buena idea ir con el desconocido de pómulos marcados... Simplemente no quería volver a entrar en una guerra conmigo mismo pues estaba agotado, realmente cansado de todo.
De vuelta a casa no trate de evitar caminar por mi usual senda, y así evitar un posible encuentro con Hoseok, pues como ninguno de nuestros encuentros había sido planeado, si teníamos que vernos no pondría obstáculos, más eso no significaba que quisiera verlo.
Llegue a mi hogar y no fue necesario siquiera tocar; no había nadie, lo sabía, por lo que simplemente abrí la puerta y como un muerto en vida me dirigí de lleno a mi habitación, tire todo y me desvestí alejando toda la húmeda ropa de mi cuerpo.
Esa noche solo dormiría y me olvidaría de todo... o más bien de lo que pudiera.
•••
VH.