Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Adolescencia en su punto. por kenni love

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Una disculpa, no pude publicar el domingo debido a que una, no tenía el cap terminado, y dos, estuve algo ocupadx el fin de semana. La verdad no tenía muy claro como iba a hacer este cap. estuve pensando en cómo hacerlo desde hace como tres o cuatro capítulos atrás, pero nunca podía tener nada claro. Incluso sentía la presión porque ya estaba a punto de terminar el cap anterior y este aún no lo tenía, se podría decir que lo fui armando por partes. No me encantó como terminó, pero tampoco me desagradó. Sólo espero les guste y, si me da tiempo, publicaré el próximo capítulo hoy, pero no prometo nada. Una gran noticia es que (o a lo mejor no xD), el próximo capítulo, será el último, así que sí pude terminar el fic antes de que se cumpliera un año de su publicación.

 Como siempre, gracias por comentar y leer esta historia! Espero no decepcionarlos! si hay algún error, no duden en avisarme :)

Tobio no sabía qué sentir. Su relación con Shouyou seguía siendo la misma: peleaban, forcejeaban, practicaban juntos, caminaban juntos, salían juntos, hacían las cosas juntos, justo como siempre lo habían hecho. Sin embargo, había algo diferente, algo que a Tobio no dejaba de inquietarle, algo que lo ponía inseguro, molesto, débil.

Después de su primera cita, la actitud de Shouyou se había vuelto más liberal; se acercaba mucho a Tobio, lo tomaba de la mano, del brazo, dormía abrazándolo, prácticamente lo había obligado a bañarse con él, y un sinfín de más cosas que al pobre de Tobio le causaban dolores en el pecho, en la cabeza y en el corazón. En más de una ocasión, sus barreras estuvieron a punto de romperse, de caer y aceptar por fin los sentimientos que su hermanastro decía profesarle. Pero la terquedad y obstinación de Tobio eran mucho más fuertes que el deseo de poder estar con la única persona que amaba y amaría en su vida.

Tobio podría sentirse mucho más tranquilo si Shouyou no estuviera todo el tiempo preguntándole si ya había aceptado sus sentimientos o qué más tenía que hacer para que reconociera su amor. Tobio se sentía agobiado de la situación en la que su hermanastro lo había orillado a estar. Y, muy a su pesar, la culpa no era de Shouyou, sino suya, por dejar que el miedo y la inseguridad lo atormentaran. No obstante, y al igual que hace un par de semanas atrás, el límite de Tobio estaba llegando a puntos críticos. Siempre que Tobio ya no podía aguantar más, explotaba y se dejaba llevar por su subconsciente. Y eso era lo que más temía. No quería volver a actuar por puro impulso y desencadenar otro problema más. Aunque, claro, Tobio era así, impulsivo, no podía evitarlo.

 

Era hora del receso y ambos chicos desayunaban en su lugar de siempre, a la entrada del gimnasio, debajo del caedizo. Shouyou no dejaba de hablar sobre una película que había visto con Tadashi la noche anterior. Ya tenía más de cinco minutos que Tobio había dejado de escuchar a su hermanastro; en parte porque no entendía nada de lo que le decía, y porque la cercanía del otro chico lo estaba volviendo loco.  Shouyou se encontraba casi encima de él. Su pequeño cuerpo estaba recargado en el de Tobio, el cual podía sentir su propio pulso azotar contra sus oídos; dejándolo incapaz de oír nada, de sólo poder observar como los delgados labios de Shouyou se movían  sin parar, de como su cabello se revolvía con ligereza a causa del viento, de como su piel resplandecía bajo el sol y Shouyou brillaba en cuerpo y alma; deslumbrando a Tobio, llevándolo a una obscuridad llena de dudas, de inseguridad, de inquietud.

–Oye, tonto. –La voz de Tobio salió ronca, áspera. El mencionado levantó la vista, posando sus enormes ojos, esos ojos que hacían temblar a Tobio y lo volvían estúpido, en su hermanastro. –Quítate de encima que pesas.

–No quiero. –Shouyou se recargó aún más en Tobio, frotando todo su cuerpo contra él, desbordando la paciencia que con tanto esfuerzo Tobio había logrado controlar, haciendo que su subconsciente tomara el control de la situación.

Tobio se levantó bruscamente, tirando a su hermano de bruces con el movimiento. Shouyou se quejó y miró molesto a su hermanastro.

–Aléjate de mí, Shouyou. –La mirada de Tobio era intensa, llena de un sinfín de emociones difíciles de descifrar. El mencionado se incorporó y se puso enfrente de su hermanastro, con el ceño fruncido y sin comprender qué estaba pasando.

–¿Por qué eres así, Tobio? ¿Por qué me haces esto? Todo va bien…

–No, nada va bien. Tú no sabes nada.

–¡Claro que sé!

–¡No! ¡Tú no sabes lo que siento, lo que sentí, lo que pensé, todo el miedo que me llenó, el dolor que me invadió. –Tobio tomó a Shouyou por los brazos, apretando su agarre, zarandeándolo con fuerza, explotando al fin. –¿Acaso sabes el asco que sentía por mi mismo? ¿Sabes qué se siente estar enamorado de tu hermano, sentirte como un monstruo, como el ser más despreciable del planeta? ¡Tú no tienes ni la más mínima idea de todo lo que he pasado por amarte! – Tobio jadeaba. Shouyou lo observaba sorprendido, asimilando todo lo que le habían dicho. Por su parte, Tobio se sentía extraño, como si lo hubieran desinflado, como si cien kilos de malestar se hubieran desvanecido de su espalda.

–Yo no sabía que estaba enamorado de ti hasta que tú te confesaste. –Shouyou habló bajo, casi en un susurro. Su garganta estaba seca y tuvo que tragar saliva antes de poder continuar. –Estaba consciente de que lo que sentía por ti no era lo mismo que sentía por nuestros demás hermanos. También me sentía mal, ¿sabes? Tenía miedo, tenía dudas; no tenía un nombre para lo que me estaba sucediendo. Pero no me importó. Nada era peor que perderte. Sólo con imaginar no estar a tu lado era dolor suficiente para sobreponerme a todo lo que me estaba pasando. Por eso, cuando te alejaste, decidí que no volvería a dejar que me hicieras lo mismo. Por eso me acerqué y no me rendí hasta que volviste a hablarme. Por eso, porque ya sé como se siente no estar a tu lado, no me importa nada más. No me importa lo que piensen los demás, no me importan mis miedos, no me importa que tú no quieras aceptar mis sentimientos. No me rendiré y lucharé de nuevo. Porque ahora ya sé qué es lo que tengo, y es que te amo, Tobio. –La voz de Shouyou no cambió, había sido baja durante todo su discurso. Sin embargo, su mirada era firme, segura, había fuego y determinación en ella.

Tobio soltó lentamente a su hermano. Algo dentro de él se había roto. Un extraño sonido invadía el cuerpo de Tobio. Las palabras de Shouyou no dejaban de repetirse una y otra y otra vez en su cabeza. Ya había llegado a su límite, ya no podía más. Sus murallas habían sido destruidas, pulverizadas. Tobio ya no negaría nada, ya no dudaría de los sentimientos de su hermano.

Por puro impulso, Tobio envolvió a Shouyou entre sus brazos, pegándolo a su cuerpo, drogándose de él, de Sawamura Shouyou, el chico que desde pequeño lo tenía loco, el chico que era como su hermano, su amigo, el chico que luchaba y no se rendía. Tobio nunca tendría suficiente de él. Por fin, después de nueve años, podría ser feliz completamente. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).