—Sawamura, ven— y sin esperar respuesta, Miyuki tomó del brazo a Eijun, sacándolo del gimnasio enfrente de todos. Dirigiéndose a la parte de atrás, estampo a Sawamura contra la pared, no tan fuerte claro. —¿Qué te pasa?
—¿Qué te pasa a ti? ¿por que me sacas así del gimnasio?— Miyuki suspiro y cerró los ojos por un momento.
—Te extraño.— dijo muy bajo, tan bajo que Sawamura no le escucho.
—¿Que? ¿dijiste algo?— de imprevisto su cuerpo tapo al de Eijun en un abrazo. El cuerpo de Eijun se congeló por la sorpresa.— ¿Miyuki?
—Espera....solo un minuto.— sin saber que hacer por eso, lentamente Sawamura rodeo a Miyuki, abrazándolo ahora.
—Tranquilo, Miyuki. No tienes que llorar.—Miyuki apretó su expresión.
—Sawamura...¿soy un mal capitán?— la confusión se apoderó del rostro de Sawamura.
—¿Que? no, no. Eres muy buen capitán, Miyuki-senpai.— Sawamura no comprendía esa falta de confianza que ahora tenía Miyuki, él siempre era una persona llena de confianza y aunque un poco molesto, era un gran líder, considerando que apenas han pasado dos meses desde la graduación de los de tercero.
—Entonces,¿te caigo mal?— Sawamura se separó de Miyuki.
—Claro que me caes mal, eres un fastidioso.— Miyuki sonrió.
—Eso debería decir yo, siempre estás haciendo ruido y gritando por allá, o peleando con Furuya. Pero, ya que no lo has hecho, hemos tenido un poco de paz. — dijo burlón. Cualquier sentimiento de tristeza desapareció.
—¡Por eso me caes mal!— Miyuki explotó en carcajadas. —¡No te rías!
—Ya, vale. Pero te extrañan. Los chicos extrañan lo molesto que eres.— Sawamura se sorprendió.—Me cuesta decirlo, pero, el bullpen es aburrido sin ti, además, Furuya es molesto.
—Eso lo se.
—Vuelve. Me he conformado con Furuya y Kawakami, pero extraño atrapar tus lanzamientos locos.—Sawamura bajo la mirada.
—Aunque digas eso, yo, no tengo la confianza aun.
—¿Que? ¿tienes miedo?— la vena de Sawamura se hincho.
—¡Claro que no!
—Pues eso es lo que parece.
—¡Maldito Miyuki!— Miyuki sonreía malvadamente.
—Senpai, Miyuki-senpai para ti.
—¡Ay, ya quisieras!
—¿Quien fue el que lo dijo hace unos minutos?
—¡Cállate! ¡escuchaste mal!
—¡Claro que no! ¡escuche bien!
—¿Quién era el que estaba llorando?
—¡No estaba llorando! ¡acaba de llover!
—¡Que mentiroso! ¡no estaba lloviendo! ¡está soleado!
—¡Tú me abrazaste!
—¡Tú lo hiciste primero!
—¡Porque te extraño!
—¡Claro que- espera ¿que?
—¡Nada! ¡no dije nada!
—¡No mientas!— Sawamura sonrió malvadamente esta vez.— Así que el seco de Miyuki me extraño.
—¡Agh! eres molesto. No te he extrañado. ¡Kuramochi si!— la cara de Sawamura era para reírse.
—¿Kuramochi-senpai?— Miyuki viro los ojos.
—¡A el le dices senpai y a mí no! ¡es injusto!— Sawamura hizo una mueca
—¡El es un senpai!
—¡Yo también!
—¿Tú? ¿un senpai? ¡jah!
—¿Tú? ¿un pitcher? ¡jah! — Sawamura puso cara de ofendido.
—Te pasas. — Miyuki se rió otra vez.
—¡Todos al campo! ¡Ahora!— la voz del entrenador les sobresaltó y ambos corrieron. Parece que el despiste de Miyuki si funciono. Tonto Sawamura.
[......]
Tiempo después.
—Eijun-kun, hoy no habrá prácticas de bateo. — Haruichi le miro, mientras Eijun hacía sus lagartijas. Sawamura paro lo que hacía y tomó una gran cantidad de agua. —¿Lanzaras hoy?— levantándose del suelo, se sentó en unos bancos.
—¿Fue por Miyuki no?— el peli rosa no dijo nada y Sawamura confirmó que Miyuki hacía todo esto para que el lanzase. —No voy a lanzar, no puedo.— los ojos de Haruichi se abrieron por la sorpresa, aunque no se podían notar porque su cabello los tapaba.
—Espera, ¿que? ¿cómo que no puedes? ¿por qué no puedes lanzar?— Sawamura suspiro, viéndole fijamente.
—Escucha, es complicado. Yo...— Eijun se debatía entre contarle o no su acuerdo con el entrenador Kataoka, pero, él consideraba a Kominato Haruichi su mejor amigo en el equipo y le dolía esconderle las cosas, y más cuando Haruichi sabía cuánto Sawamura amaba el béisbol. —Yo tengo un acuerdo con el entrenador.— Si Haruichi antes estaba sorprendido ahora estaba estupefacto. —Estoy trabajando con mis habilidades básicas en el campo. Ahora mismo soy un pitcher inútil, con el cual si me derrumbo en el montículo, lo único que podrían hacer conmigo es mandarme a la banca y yo no quiero eso. Me estoy preparando para eso, así cuando no pueda más, me podrían mandar al infield o a cualquier otra posición, a cambio, no podré tocar el montículo nunca más. Ni en las prácticas ni en los juegos oficiales. Necesito mostrarle primero al entrenador que soy un digno jugador para los titulares. — Haruichi negó con su cabeza.
—Pero eso es cruel, Eijun-kun. ¿Alejar a un pitcher del montículo? Tú... ¿estás haciendo esto por los de tercero?— la espalda de Sawamura se puso rígida.— Escucha, eso no fue tú culpa, tú estabas en el montículo en ese momento, no estabas en los jardines, así que no podías hacer nada. Tu— fue interrumpido.
—Pero a quien batearon fue a mí. Si no me hubieran bateado, la bola no habría caído tan fácilmente en lo profundo de los jardines.— Haruichi entendía sus sentimientos, pero algo le carcomía la cabeza.
—Entonces, ¿porque mejor no te concentras en tu rol como pitcher en vez de darte por vencido?— Sawamura se sorprendió por esas palabras, Haruichi estaba muy serio.
—No me estoy dando por vencido, Solo est—
—¡Si lo estás haciendo! ¡te estás dando por vencido!— Eijun solo pudo cerrar la boca.—¿Cómo puedes hacerlo? ¡eres el mejor pitcher que he conocido! Nadie ama más el montículo que tú. Tu presencia en el montículo es única, todos lo sabemos. Entonces, ¿por qué echas todo por la borda? — Sawamura estaba muy nervioso.— ¿Es que no quieres lanzar más? ¿ya no amas el beis—
—¡No es eso, Haruichi!— el sorprendido ahora era Haruichi.— Yo...¡amo el béisbol! ¡más que nada en este mundo! ¡amo el montículo! ¡amo lanzar! ¡amo sentir la textura de la bola en mis manos! ¡amo todo eso! ¡no me he dado por vencido!— sus gritos alertaron a varios chicos que quieren ejercitarse.
—Entonces dime el porque, Eijun-kun. Esto no es solo por lo del entrenador, se que hay algo más. Soy tu mejor amigo ¿no?
—Si, lo eres. Es solo que....— el corazón de Eijun se estrujo en ese momento. Los recuerdos de su senpai y el, le azotaron como balas.—Yo...le estoy esperando. —Haruichi no necesito nada más, sabía de quien Eijun hablaba.— No me siento capaz de volver a tocar una pelota. Yo...es mi culpa que él no esté aquí. yo...si tan solo hubiera sido mejor pitcher esto no estaría pas— los brazos de Haruichi le interrumpieron cuando este le abrazo. El segundo abrazo del día. Sawamura estaba sufriendo y él lo sentía. Sabía cuánto había llorado en la noche, digamos que las paredes de las habitaciones no eran tan gruesas.
—Esto no es tu culpa. ¿Crees que el quisiera que estés así?— lo sollozos se Sawamura eran opacados por el pecho de Haruichi. —Tranquilo, todo estará bien. La ayuda vendrá pronto.
—¿La a-ayuda...?
—Gracias por cuidar de él, Kominato-kun. Yo me encargare desde ahora.— esa voz. La sorpresa hizo que la sangre de Eijun se congelara. Esa voz.
—Claro, Takigawa-senpai. No hay de que. — los brazos de Haruichi desaparecieron lentamente y otros, más fuertes y cálidos, aparecieron en su lugar.
—Ya estoy aquí, Eijun.— esa voz. — Y no me iré.
—Chris-s-s-senpai....— sin pensarlo dos veces, se apretó contra ese cuerpo que tanto extraño. Sus corazones comenzaron a apretarse en sus pechos, sus latidos aumentaron demostrando cómo había extrañado al otro. Las lágrimas no tardaron en salir.
—No sabes cuanto te extrañe, Eijun.—un escalofrío trepó por su espalda.— Yo...iba a venir antes pero, la Uni— los labios de Sawamura lo callaron. Esto era algo que él siempre quiso hacer, desde que se conocieron en el campo. Sus labios juntos por primera vez, bailaron rozando. Un simple beso, que demostraba muchas cosas. Separándose lentamente, Chris limpio las lágrimas de felicidad que caían por el rostro de Sawamura, quien sentía cómo el vacío de su pecho se iba llenando poco a poco. —Eijun, lamento no decirte de mis sentimientos.
—No, yo me disculpo. Te estoy mostrando una mala parte de mí y yo te iba a decir en la graduación, pero te vi con Miyuki y...— Chris sonrió.. Eijun celoso era adorable.
—¿Por eso saliste corriendo así?— Sawamura, avergonzado miró hacia otro lado. —Mírame.—las manos de su senpai, tomaron su rostro delicadamente, haciendo que sus ojos se encontraran.— Te quiero.— ¿ya dije que Eijun estaba más que sonrojado? esa palabra tenia un gran significado para Sawamura. Sin saber qué hacer, volvió a encerrarse en los brazos de Chris, quien sonriendo le correspondió. Bueno, no era el único. La sonrisa de Eijun. Después de dos meses, por fin sonreía, y esta vez, sinceramente...