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Sounds like Heaven  por namy chan

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Notas del capitulo:

Se me dificulta mucho subir los caps por aquí. Es mas fácil que le encuentren en Wattpad 

 

 
Veía su pecho subir y bajar en armonía, una respiración acompasada que se acoplaba a la propia. Estuvo seguro que el ritmo de su corazón era el mismo y por primera vez corroboró que todas esas estupideces que decían sobre las parejas eran ciertas. Allen no lo era pero compartía cama con él, lo acuñó entre su pecho después de la ajetreada noche de sexo y el agotamiento del albino que lo hizo sucumbir al sueño casi inmediatamente después de que salió de su interior. 
 
Ahora, después de horas de insomnio no hizo más que permanecer allí, abrazándolo mientras su atención se dividía entre verlo dormir y pensar lo que habia hecho con él. 
 
Acababa de follarse a un sirenio ¿Qué tan estúpido era?
 
No, acababa de tener sexo con ese brote de soja, lo que alguna vez mandó a capturar ya no importaba, ya no valía como un tesoro, ya no podría mantenerlo en un estanque adornando su casa como si fuese el pez mas caro y fino que pudo comprar. Allen dejó de ser un sirenio, abandonó sin quererlo su naturaleza y él... Él solo lo retenía. 
 
Allen ya no tenía valor como mascota. 
 
 
 
—Mhn... —el cuerpo del albino se removió, se quejó en el proceso e instintivamente buscó el calor que le brindaban los brazos de Kanda, calor que el nipón no se negó a darle.  
 
¿Que demonios iba a pasar ahora? Fingir que todo lo que ocurrió fue producto de su imaginación era una estupidez, debió negarse a dormirse con él desde un principio. Tampoco era una opción tratar a ese pez como su pareja, porque no lo era ni lo seria... Solo tuvo un desahogo con él y nada más, el mejor desahogo de su jodida vida. 
 
Masculló para sus adentros, todavía no salia el sol y un dolor de cabeza se avecinaba. Estaba dándole demasiadas vueltas al asunto, bien podría dejar que las cosas pasaran como fuesen, que ese enano pensara lo que quisiera siempre y cuando no le molestara lo que su mente de pez maquinara pero ese fue al fin de cuentas el maldito problema, saber lo que Allen pensaba sobre esto. 
 
—Te quejas demasiado, Bakanda —la voz del menor logró paralizarse unos segundos de la sorpresa y justo en ese momento se dio cuenta que sus maldiciones internas no fueron del todo así ya que lograron colarse en el sueño del contrario y despertarlo. Y ahí lo vio, restregando sus ojos con torpeza un segundo para volver a utilizar su torso como almohada el siguiente. 
 
Ese idiota...
 
No pareció caer en cuenta de lo ocurrido, lo atribuyó a la somnolencia, a su estupidez y su nula capacidad de despertarse por completo y afrontar sus acciones. 
 
—Cállate y duerme —su ceño se fruncio de nuevo y elevó una de sus manos hacia la blanca cabellera del chico. No era una caricia sólo fue algo para hacerlo callarse de una vez. 
 
—Podría dormirme si me dejaras hacerlo —puntualizó con la capacidad de seguir el hilo de la conversación a pesar de tener medio cerebro desconectado de la realidad. Su único deseo fue el dormir, arrastrarse por completo al mundo de los sueños y permanecer allí por días, semanas o hasta no poder más. 
 
—¿Ves que te prohíbo hacerlo? Eres tu quien despertó por idiota 
 
El enojo del sirenio ante esas palabras fue como recibir los rayos del sol para despertarlo por completo, sintió su sangre hervir por el coraje y no tardó en dejar la comodidad que le brindaba el cuerpo de Kanda para alzar el rostro y encararlo con un par de insultos listos para darle justo en el orgullo. 
 
Sin embargo, no pudo decir nada. Se ahogó con sus palabras, perdió el aliento que adquirió para gritarle conforme los labios del japonés le devoraban. Se volvió una medusa al no percibir ningún hueso en su sistema, invertebrado y moldeable al derretirse con solo un simple contacto. 
 
Al separarse su enojo se disipó, se volvió nada y el cansancio ganó terreno en sí recordándole que debía guardar energías y descansar. —Eso es hacer trampa, Bakanda 
 
—Esto es hacer que te calles de una vez y te duermas —fue un ligero avance al responder y no chasquear la lengua en el proceso como respuesta habitual en él. 
 
—Ya no tengo sueño —un tono lastimero, un pequeño berrinche a la par de restregarse entre el pecho del japones y después quedarse quieto, aún quejándose. Estaba cansado, de eso no hubo duda pero el reciente beso despertó todos sus sentidos y estos se negaban a volver a algún estado de hibernación que el albino esperaba con ansias.
 
—¿Quieres que te lea un cuento? —Kanda se burló, jamás admitía que los gestos del sirenio le parecieran divertidos. 
 
—... Si
 
—No me jodas Moyashi
 
—La enfermera me contaba historias mientras comía... Si me lees una puede que me duerma 
 
—Eso lo hacen para los niños, no eres un jodido crio
 
—Pero me ayudará... Kanda 
 
No, lo que hacia ese idiota no era chantaje, se negaba a creer que el dulzor de su voz fuese a propósito para convencerlo, Allen ni siquiera debía saber el significado de la palabra manipulación ni sus derivados, además esas tonterías no funcionaban en él y la única razón por la que dejó la cama y se encaminó en busca de un libro entre zancadas hacia el librero fue porque se le dio la gana, solo eso. 
 
No se molesto en escoger, la penumbra le limitaba y se guió vagamente por los relieves que captaban sus manos al momento de decidir. Por otro lado, en ese estante escaseaban los cuentos que pudiesen ser de interés para el menor, así que debía cerrar la boca y escuchar aunque le estuviese relatando la historia de la contabilidad. 
 
 
 
—Cállate y escucha —por si acaso ordenó de nuevo y Allen, feliz y entusiasmado volvió a acurrucarse a lado del azabache en cuanto volvió a abordar la cama. 
 
Lo vio hojear las páginas de un libro de portada azul marino, su vista fue infalible al notar en la portada grabado con blanco "Mitos y leyendas", su curiosidad aumentó y esperó paciente a que Kanda lanzara un improperio al no quedarle de otra que prender la pequeña lámpara de la mesita a su lado. 
 
 
 
 
[ Cuenta la historia que, al principio de los tiempos, los hombres no eran como son actualmente. Se dividían en tres partes; el femenino, el masculino y el andrógino. En segundo lugar la figura de cada individuo era totalmente esférica, tenían 4 brazos, 4 piernas, una sola cabeza con 2 rostros y, por último, dos órganos sexuales. Cada individuo estaba formado, por tanto, por la conjunción de dos individuos de los que viven actualmente en la tierra.
 
 
Cuenta la historia que lo masculino era en un principio descendiente del sol, lo femenino de la tierra y lo que participaba de ambos, lo andrógino, de la Luna.
 
 
Estos antiguos seres eran tremendamente fuertes, vigorosos y arrogantes. Tanto, que en un momento determinado intentaron invadir el Monte Olimpo que era el lugar donde Vivian los dioses con la idea de alcanzar la gloria divina de la que se creían merecedores. Zeus, al percatarse de esto, les lanzó un rayo que dividió a cada uno de aquellos seres en dos. Así pues, una vez que la naturaleza de estos seres se vio dividida en dos cada parte echaba de menos a la otra. Pero no conformes solo con esto, los dioses además borraron sus mentes para que no pudiesen encontrar a su par.
 
Doloridos, tristes y vacios los seres humanos perdieron la cabeza y buscaron desesperadamente a su alma gemela. Desde entonces están condenados a buscar y encontrar a su otra mitad. ]
 
 
 
 
—Entonces ustedes están buscando a su otra mitad —la voz de Allen se volvió cansada, trató de imagínarse a Kanda unido a otro ser, su complemento, tal vez así seria feliz, encontrando la compatibilidad en otro humano.  
 
—No, estas cosas son solo mitos, ningún dios con fama de sátiro nos dividió en nada —cerró el libro y apagó la lámpara, por lo menos ese tonto relato logró calmar al sirenio. 
 
—Yo soy un mito... Lo era —las sirenas solo existían en cuentos, se relataban entre marineros o aparecían en ese tipo de libros, como mitos. 
 
—Lo sigues siendo —aseguró.
 
—Los mitos no pueden ser vistos... 
 
Los mitos prevalecen, se mantienen. No se capturan ni modifican, no acaban marchitándose... no mueren lejos de su hogar. 
 
—Lo sé... Por eso vas a regresar a donde perteneces
 
 
 
 
 
Notas finales:   Solo falta un capítulo más! Todavía no esta hecho pero por lo menos ya tengo la idea concreta, puede que se expanda o no, todo dependerá de mi imaginación.    Es raro que haga esto pero quisiera sus opiniones. Como creen que vaya a terminar? Las pocas señales que doy entre cada capítulo debieron servir para pronosticarlo, creo yo (?)   El último cap daré mis razones del porque todo terminó en 16 capítulos y el extra, claro.     

 


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