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Sounds like Heaven  por namy chan

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Desde un principio pensó que si los dejaba solos por un breve minuto se desataría el caos entre ellos. Y no estuvo lejos de la realidad. ¿Pasó el minuto completo? Para ella fueron cinco años,  nuevas arrugas y un infarto mientras pedía perdón por entrometerse en asuntos ajenos y pegar la oreja a la puerta para escuchar lo que ocurría dentro de esa habitación. Dio un brinco de sorpresa al escuchar varios gritos y casi al instante un golpe sordo, y después más revuelo. 
 
Al abrir la puerta se encontró con el joven tritón arriba de su jefe, sobre el suelo y tratando de meterle a la fuerza un pedazo de algo de la sopa que tanto se esmeró en hacer. 
 
Eran unos completos críos. 
 


--¿Eso hicieron? --Lavi no reprimió su risa de solo imaginar lo que la mujer le relataba. El amargado Kanda Yū encontró a alguien mas irritante que el mismo pelirrojo. 
 
--No le veo lo gracioso --la rubia jalo una de sus orejas como reprimenda hacia un niño pequeño, el aludido solo se quejó por lo bajo y su risa disminuyó a una mas recatada, hasta que al final solo acabó con una sonrisa. 
 
--¿Cual es el problema? --no sólo era la forma en la que interactuaban, después de todo ambos sabían el tipo de persona que era Kanda y su especial manera de tratar a las personas -ahora sabiendo que le importaba un carajo si eran humanos o no-, por lo que, hubo algo más. Su ojo experto no podría dejar parar ni la mas mínima pista dentro de las expresiones de la enfermera, su lenguaje corporal decía mas que sus propias palabras. 
 
--No es correcto --comenzó a relatar cambiando su tono de voz, ésta y la preocupación fueron una sola mezclándose entre los movimientos de su mano, como si aquel pequeño rollo de vendas fungiera como un buen desestresante para la carga que llevaba su conciencia--. Ha comido poco, sus heridas sanan pero no del todo, no es su habitad... su hogar esta lejos de aquí..., es inhumano 
 
El Bookman arqueó la ceja ¿Ese era el término correcto? Después de todo ese pez estaba lejos de ser un humano completamente. Solo mantenía parte de la apariencia de uno, pero, todo lo demás pertenecía solo como características y costumbres de su especie. Una que el pelirrojo se dedicó a investigar y el porqué estaba allí en vez de atiborrarse de trabajo aburrido o escaparse con alguna empleada. 
 
--Yū no es malo, cuando se aburra de él lo dejará ir
 
Debía de hacerlo antes que muriera. 
 
• Mis ojos me observan cansados y no encuentran ningún  consuelo •
 
Recordaba haber visto ese par de ojos esmeraldas buscándolo al otro lado de la pecera. Era totalmente lo opuesto a Kanda entre cada gesto, mas vivaz, hablador y... sonriente. Bastante llamativo y le gustaba, vio un poco de diversión en su forma de ser o lo poco que notó en la primera impresión. Sin embargo, la segunda resultó diferente. 
 
La puerta se abrió y su pelea verbal con el azabache cesó. Kanda se alejó de él al saber que Lavi lo esperaba y durante el trayecto la sensación de incomodidad le invadió. El Bookman cargaba una vaga sonrisa, un gesto tan fugaz que desapareció tras parpadear mas el recuerdo perduró, la ansiedad lo invadió y por primera ocasión deseó hablar con alguien mas además de Kanda. 
Después, la puerta se cerró y quedó solo. 
 
• Ya no puedo soportarlo mas, estoy perdido •
 
Y no es que lo mirara mas allá que a una mascota exótica, parecía ser una mezcla de aquello y fascinación y esto último faltó, se opacó con algo más y dada su curiosidad no pudo quedarse mas tiempo en cama. Quería saber porqué lo miró así. 
 
Apretó los párpados con fuerza y rodó sobre la cama, al no ser infinita y tener un fin el golpe sordo seguido por el dolor le anunció su aterrizaje. Ahogó un quejido, seria tiempo perdido y emprendió su viaje. Pese a tener ambas piernas siguió tratando su parte inferior como si aún tuviese su amada cola y no aquellas torneadas extremidades. Las odiaba, evitaba verlas, tocarlas y las únicas ocasiones en las que las utilizaba era en su lucha con Kanda. 
 
• Todo lo que alguna vez fue ya no lo puedo encontrar mas en mi •
 
Arrastrarse cual babosa fue la mejor opción. Sus brazos eran fuertes o lo fueron alguna vez ya que cada pequeño tramo arrastrando su propio peso pesaba como un demonio. Tras abrir la puerta su lucha se vio triplicada al ver el amplio pasillo que debía recorrer. 
 
• Todo se fue como en una ilusión •
 
--Tu estupidez me sorprende mas, conejo --Allen recargó su peso sobre la pared a lado de la entrada de lo que creyó era otra habitación, el estudio para ser exactos. Su respiración irregular denotaba su esfuerzo y esperó obtener frutos al encontrarlos. Pero ¿Que se supone que diría? Al japones claramente lo mandaría al demonio con la mirada y Lavi... Preguntarle directamente que le ocurría no era su fuerte. 
 
--Vamos Yū, tengo mis contactos y es de una buena fuente, sé que suena como un mito pero no pierdes nada con intentarlo... A menos que quieras que tu Moyashi se quede así hasta que muera 
 
--No morirá --la seguridad de Kanda le produjo un escalofrío. 
 
--¿Quien lo asegura? Si lo que te digo es cierto y Allen no consigue una pareja pronto no regresara a su forma natural
 
• Me veo a mi mismo desapareciendo cada vez mas •
 
--¿Y qué? No voy a gastar mas dinero para ir por uno de los suyos y se aparee 
 
--¿Alguna vez escuchar todo lo que digo?
 
--Solo dices estupideces
 
--Esto no lo es --sorpresivamente no lo era--. Preguntale, Aline dice que solo habla contigo ¿O no confías en lo que te dirá?
 
• Estoy solo •
 
La amplia sonrisa del Bookman denotó la tontería de su pregunta. Kanda Yū no confiaba ni en su propia sombra. Y de ser así, si en algún punto lograda abrirse con él en espera de recibir ayuda seria estar dándole mas poder a quien lo mandó capturar solo para preservar una eternidad sumido entre paredes de cristal sirviendo solo como un bonito adorno, como aquellos peces azules tornasol... o no, inclusive a esos peces la soledad le sentaba mejor, porque eran salvajes, porque su naturaleza era así y porque, estaba seguro que un sirenio moriría irremediablemente alejado de su habitad y de los suyos. Obtener pareja de apareamiento solo atrasaría su fin. 
 
• Y todo lo que ahora queda de mi sobra •
 
Y por otra parte, si quisiera ser sutil fallaría torpemente, después de todo se le daba mejor a un caballo tratar a las personas que Kanda intentando hacerlo y explotando de ira. 
 
--Esto habla de sirenas, hembra --aclaró un gran punto después de ver que el todos esos registros contaban las historias de ese genero, mas no hubo ningún tritón y dudaba que, si en algún punto todo fuese cierto la misma regla abarcara al brote de soja. 
Porque vamos, la razón de tener pareja era quedar preñada para regresar al mar... ¿Como un hombre podría hacer eso?
 
Vaya estupidez
 
--Los varones también deben tener su mecanismo de apareamiento, dejar su semilla para poder volver a su ho...
 
• Afuera cuelga el cielo inclinado •
 
La voz del pelirrojo se fue alejando, el eco desapareció y todo rastro de sus voces pareció ser solo un mero producto de su imaginación, una que no duró lo suficiente para autoconvencerse de que lo que escuchó fue una amarga broma. Lo poco ingerido esa mañana revolvió su estómago creándole un vuelco que se dirigía hacia su garganta y amenazaba con salir expulsada. 
 
Nada de eso podía ser verdad ¿Cierto? No necesitaba ser un genio para llenar los huecos de la conversación al tener la base intacta, él era el centro de todo, el clic en su cabeza embonó, por esa misma razón Lavi cambió, sabia algo más de ellos incluso por encima del mismo tritón. 
 
Después de todo aún era pequeño para que le fuesen revelados grandes enigmas que ansiaba saber sobre su propia especie. 


 
• Ya no se mas quien soy •


 
--¿Moyashi? --la voz de Kanda le produjo un espasmo de sorpresa que instintivamente le hizo alzar el rostro hacia él. La oscuridad de sus ojos s dispersó al compartir su misma sorpresa. Claro, como si nunca hubiese visto un tritón sin cola arrastrarse tres metros para llegar a él... ellos. 
 
--Eso es mentira --por alguna razón fue incapaz de correrle la mirada y trasladar su atención hacia cualquier otro punto como por ejemplo el llamativo cabello de Lavi quien se unía a la reacción de asombro del nipón. En cambio quiso asegurarse él mismo que sus palabras fuesen convincentes, tanto para creerlas y seguirlas ciegamente--. No tengo que aparearme para que mi cola vuelva
 
De ser así... tal vez lo haría, tal vez
 
--¿Y en serio pasa? Digo, que salgan del mar en temporada de celo y se preñen de humanos --Bookman Jr sintió ese revuelo de mariposas revolotear ante la intriga en su estómago, expectante a cada gesto de Allen. En respuesta el albino entre cerró los ojos y sus defensas se alzaron cual murallas hacia todo aquel que se atreviese a saber mas de él y su familia
 
• Y lo que todavía importa, esta todo en algún lugar •
 
Desconocía esa parte de su especie, le aterraba la idea de estar a cientos de miles de kilómetros de distancia de su hogar, el no poder sacar todas sus preguntas para que Neah las respondiera con su típico tono calmo ya que, Mana jamás le diría antes de tiempo. "Abrir las puertas del conocimiento" a sus palabras textuales. ¿Por qué le negaba ese derecho? Vivir en una burbuja alejado de toda aquella información que podría cambiar su sentido de la percepción, la visión de su mundo ¿Iba a contaminarse? ¿Renegaría? ¿Se sentiría orgulloso? ¿Qué? 
 
Nada de lo que le pudiese decir cambiaría por completo su pensar hacia los suyos, después de todo también compartía toda la genética, su sangre corría por sus venas, creó lazos inquebrantables... ¡Era su familia! Nada le hacia desear cumplir las doscientas lunas para saber el camino de su ascendencia. De esta forma no estaría tan indefenso en un mundo desconocido. Sabría el porqué de sus cambios, estaría mas... tranquilo. 
 
Tendría mas esperanzas de recuperar su estado. 
 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Siempre habrá canciones en todos mis fics (?)


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