Mientras ella nos ayudaba a buscar el libro yo no podía dejar de mirarla. Su cabello es largo y muy sedoso, ojos claros y tiene un aspecto muy delicado. Estuvimos un largo rato en la biblioteca gracias a que ninguno de nosotros sabía cómo realizar la tarea. Ella muy amablemente nos ayudo a terminarla y nos explico cada cosa que no entendíamos.
Por primera vez puse mucha atención a una de las explicaciones que me hacían. Yo nunca hacia caso a nada pero ¿Por qué a ella sí?, no podía explicarme eso así que solo lo ignore. Definitivamente tiene algo que llama mucho mi atención y niego rotundamente que sea amor. Ya pase por eso una vez y no lo volveré a repetir, esta vez seré fuerte y no dejare que mis emociones me controlen de nuevo.
–y eso es todo –se levanto de su asiento
–gracias por ayudarnos –
–tranquila no es nada, toma lo como una compensación por el golpe –
Yo solo asentí y note algo extraño en uno de mis amigos, él la estaba viendo de pies a cabeza y no sé porque pero eso a mí no me agrado en lo absoluto. Nos despedimos de ella y nos fuimos. Esa noche no pude dormir, mi cabeza no paraba de pensar en ella y a cada momento recordaba esa hermosa sonrisa. “Acaso tendré que soportar ese tormento de nuevo” pensé.
Al día siguiente estaba muy agotada y no tenía ganas de hacer nada. No entendía porque tenía tantas ganas de ir a la biblioteca, por lo general nunca me gustaron los libros y menos leerlos. Pero esta vez (hasta a mi me sorprendió) en pese a leer uno por el aburrimiento que tenía en clases, ya que no había venido uno de los profesores. Mis amigos me miraron extrañados
–que te pasa, vos nunca lees–
–¿Estas enferma?–toco mi frente para asegurarse de que no tuviera fiebre. Yo tranquilamente aparte su mano
–no tengo nada solo quiero leer un poco–
Cuando terminaron las clases me fui directamente a la biblioteca y me pase un largo tiempo observando desde la entrada. Veía a la gente entrar y salir, unos sacaban libros y otros iban a devolverlos. No entre solo me quede observando hasta que anocheció y me di cuenta de que tenía que retirarme.
–te vas tan pronto–escuche una vos muy familiar
–sí, ya anocheció y es hora de que me vaya–dije con mucha calma
–ayer no nos pudimos presentar formalmente, me llamo Carlina Herrera y tú eres–
–Giovanni Álvarez, un gusto conocerte Carolina–
Estuvimos un largo rato charlando de varias cosas. Después de un rato la deje en su casa, al principio ella no quiso pero yo soy tan persistente y la convencí.
–sabias que no era necesario que me acompañes hasta mi casa verdad–
–lo sé pero quise hacerlo, ya es muy tarde y no quiero que te pase nada–note en su mirada una sonrisa de felicidad y eso me puso muy contenta.
–bueno gracias de todas formas –
–no es nada, bueno creo que me tengo que ir–
–es verdad ya es un poco tarde, ten mucho cuidado–
–tranquila siempre la tengo –
Ella entro a su casa y yo me iba directo a la mía, pero antes de irme me quede parada observando hacia su casa. Cuando estoy con ella tengo unas ganas de abrazarla, besarla y nunca dejarla ir. Tengo que contenerme eso era verdad, no quiero que me lastimen de nuevo o peor aun yo no quiero lastimarla porque eso me dolería más que mil cuchilladas en mi pecho. Me fui caminando lentamente sin dejar de pensar en ella, me hice varias preguntas mirando hacia el cielo, la noche oscura que me rodeaba y solo la luna era la única luz que tenia
¿Por qué me atrae tanto esa chica?, ¿Por qué tengo que ser tan débil como para volverme a enamorar?, ¿Por qué ella es diferente a todas las chicas que he conocido?
Esas son algunas de las cuantas preguntas que tenía en mi cabeza. Ella es muy especial y nunca lo dejara de ser en mi corazón.
¿Me abre enamorado de la persona correcta o será otra ilusión que me deparo el destino?....