Había pasado una semana desde lo que ocurrió en el parque, Tony no volvió a casa ese día y no contesto las múltiples llamadas de Steve ni las de los demás. Nat menciono que Pepper, la asistente de Tony no sabía de su paradero. Ya para ese instante Steve estaba al borde del colapso, necesita saber algo, un indicio de Tony, saber que está bien y que no le ocurrió nada malo.
Cuando sus amigos se enteraron de lo sucedido, lo increparon, amenazaron, hasta torturaron cuando él y Bucky volvieron solos a la casa y más cuando pasando las horas y el genio no aparecía.
Bucky para salvarse claro, delato a Steve confesando todo el problema en el parque con lujo de detalle, ya que una linda pelirroja lo había amenazado. Él muy bastardo de Buck aprovecho toda la situación a su favor quedando como un buen amigo y como uno más de las víctimas de un enojado Steve.
Si seguro, era el pensamiento de Steve. Evidentemente lo hizo exclusivamente para ganar puntos con Nat y de paso vengarse de él. Para peor lo consiguió, teniendo una cita con Natasha y que más en sima los demás lo odiaran a él.
>>Traidor... se escuchó murmurar a Steve<<
La cocina de un momento a otro se transformó en un interrogatorio de mala muerte. Dónde Clint hacía de policía bueno y Natasha de policía malo y Bruce... Bueno, Bruce sólo estaba preocupado por todos.
Al terminar el interrogatorio, todos llegaron a una conclusión ese día.
1-. Steve es muy celoso.
2-. No piensa cuando está enojado/celoso.
Pero ya habían pasado una semana y de lo enojado que estaban los demás con Steve, pasando a preocuparse cuando nadie sabía del paradero del genio millonario. Hasta que reciben una llamada ese día.
-Aló, Tony!!?.- Era lo único que pregunto Steve al contestar la llamada. La ansiedad de tener noticias del castaño lo estaban volviendo loco.
-Em, no Steve, soy Ximena em.. Como estas?.- Respondió la mujer tras el celular con voz nerviosa.
-Ximena, lo siento estoy esperando una llamada.-Dijo el rubio cortante, había pensando que era Tony.
-Emm Steve como lo digo, sé dónde está Tony, antes que dig….-Pero fue interrumpido por un grito de éste.
-¿DONDE ESTÁ?.-
-Em Steve él está bien, bueno no tan bien, no lo mate creo que sobrevivió, mejor ven por él está en mi casa jeje.- Tartamudeo Ximena cortando la llamada.
~Una semana antes~
En algún lugar de florida más preciso en una pequeña casa, se observaba dos mujeres caminando de un lado a otro.
-Dios tiene mucha fiebre.-Menciona una preocupada Ximena. Mientras volvía a poner su mano sobre la frente de Tony.
-Tony quítate esa ropa, te hará mal esta mojada.-Regañaba Stephanie. Venían llegado hace apenas una hora a la casa y el genio se había negado a cambiarse de ropa.
-No me pondré eso, es de mujer.- Contrataca Tony señalando un cambio de ropa, más preciso un camisón. –Ashu.-
-Por Dios, sólo quítate la ropa.- Dice una enojada Steph mientras trata de desnudarlo.
-No!! Estas loca si piensas que usare un camisón y quitas tus manos de mi cuerpo.-
-Bien, quédate con la ropa mojada-. Responde resignada la mujer. Llenarse a la cocina con fastidio.
~3 horas después~
-Tony no te mueras.-Lloriqueo una asustada Ximena.
-Ves te dije que te quitaras la ropa.- Murmuro su compañera.
Era la conversación que tenían esas dos mujeres mientras un castaño estaba ardiendo en fiebre, pero se reusaba a sacarse su ropa. Al final no pudo batallar mucho por su condición y las dos mujeres aprovecharon para cambiarle de ropa a una seca, un poco ajustada pero por lo menos no era el estúpido camisón. Estaba en el living envuelto en muchas frazadas.
-Tony seguro que no quieres volver a la casa, Steve te cuidaría mucho mejor que nosotras.-Mencionaron ambas mujeres, por la condición del castaño.
-Ustedes son Fisioterapeutas ¿no? Hagan algo.-
-No somos doctores Tony.- Ximena menciona mientras cambia el paño húmedo de la cabeza de Tony.
-Odio los doctores y más los medicamentos, no, me quedo.-Sentencio Tony acomodándose en el sillón e ignorándolas.
-TONY!!.- Fue la queja de Ximena.
Mientras tanto Stephanie estaba preparando una especie de brebaje extraño para el castaño, incluía una variedad de especias naturales que según ella curaría el resfriado de Tony. Salía un humo verdoso. Cuando el brebaje cambio de color a uno azul, para Steph eso significaba que ya estaba listo.
-Tony tomate esto, te hará sentir mejor.- Entregando el vaso con una sonrisa al genio.
-Segura?.- Dudo por el contenido extraño del vaso pero aun así lo toma.
-Segura Step? Eso no se ve bien.-Teniendo un mal presentimiento por dichoso remedio casero.
-Tonterías, esto lo curara.- Rectifica la dueña del brebaje.
Y sin esperar más Tony decide tomar el dichoso mejunje, más porque no toleraba sentirse enfermo, tomándoselo de un trago pero al instante de haberlo tomado se desmayó.
-¡¡Lo mataste!!.-Fue el colérico grito de Ximena.
-….-
-Tony reacciona.-Ximena sacude a un inerte y muy pálido castaño, tratando de hacerlo reaccionar pero no obtuvo ningún resultado.-Ya tenemos dos opciones.- Sentencia Ximena mirando a su compañera de forma decidida..-1 ocultar el cuerpo e irnos del país o 2 llamar a Steve.-
-Iré a buscar la pala.- Dice con seguridad Stephanie.
-¡¡Que!! No Steph vuelve aquí y deja esa pala.-
-Ya, tienes el número de Steve.-
-No....no lo llamen.-Respondió un moribundo Tony. Tomando con su temblorosa mano el pie de Ximena.
-Tony!!.- Fue el grito de felicidad de ambas mujeres. Hurra no lo habían matado.
-No lo llamen, o haré que las despidan.- Sentencio Tony con una voz de ultratumba.
Ambas mujeres sólo asistieron en silencio, un poco asustadas por la amenaza del genio y culpables por casi matarlo con un remedio para nada inofensivo. Después de esa amenaza Tony volvió a dormir ahora con más fiebre y los efectos secundarios de ese brebaje. Él pensamiento del genio en ese instante era que esas dos mujeres más que ayudarlo, lo querían matar pero no tenía donde ir y no pensaba volver con Steve, no hasta que se sienta culpable por gritarle.
~En la actualidad~
Al finalizar la llamada, Ximena queda contemplando unos minutos a un moribundo Tony que está en su habitación, según él era la mejor habitación de esta “humilde” casa y era más acogedor que las demás habitaciones. No contando con la de Stephanie llena de libros, arte y papeles por todos lados y la de invitados que estaba lleno de pinturas y dibujo de Stephanie. Sí, su habitación era la única en esa casa que quedaba, pobre Ximena.
-Y cómo te fue.- Pregunto a su compañera entrando a la habitación con otro paño mojado para la frente del genio.
-Está como loco, viene para acá, creo que con todos.-
-Iré a preparar un poco de té.-
-No, yo iré, tú vigila a Tony. No queremos a otras víctimas por tus brebajes.-
-Zorra.-Murmura una ofendida Stephanie.
Pero antes de poder seguir con los insultos por ambas amigas se escuchan golpes con desesperación en la puerta, seguido de gritos, murmullos y más golpes. Sí, ya habían llegado en un tiempo record cabe mencionar y por la urgencia de cómo “tocaban” la puerta era más que obvio quienes eran. Sin más remedio Ximena fue a acallar esos golpes, ya tenía suficiente con un genio caprichoso a su cuidado para añadir a un grupo de locos, y más a un enamorado en negación. No espero más y fue a acallar todo.
-YA CÁLLENSE!!.- Fue el grito que dio a los desconocidos.-Hay un enfermo especial y que no quiero despertarlo, así que entren callados.- Dicto Ximena con voz de mando.
Los desconocidos pararon de pelear entre ellos cuando escucharon ese grito de la dueña de la casa, solo asistieron en silencio entrando al hogar. Uno por uno se fueron ubicaron en el lugar. Ya cuando el ambiente estaba más a menos calmado Steve decide hablar.
-¿Dónde está Tony? ¿Cómo está? ¿Estuvo todo este tiempo acá? ¿Por qué no me llamaron antes?.- Fue una ráfaga de preguntas que disparo Steve.-
-Woo cálmate.- Dice una asombrada Ximena.-Primero Tony está en mi habitación durmiendo, tiene un resfriado pero la fiebre ha bajado. Sí, estuvo todo el tiempo acá. No, no te llame antes porque Tony no quería verte.- Termino de responder todas las preguntas del rubio y sin querer hiriendo sus sentimientos.
>>no quería verme< < Era el pensamiento de Steve.
-Si quieres puedes ir a verlo, es la primera habitación a tu derecha.-Menciona Stephanie llegando al lugar con todos los amigos del genio.
Sin esperar respuesta de alguien Steve se levanta en silencio y se dirigió a la hacia la habitación. Los demás aguardaron un tiempo observando por donde se había marchado Steve. Hasta que alguien rompe el silencio.
-Vamos a espiarlos.- Habla una entusiasmada Stephanie.
-Sí.-Fue la respuesta entusiasta de todos.
-Esperen a donde creen que van.-Haciendo acto de presencia Bucky bloquea el paso de los demás.-Déjenlos hablar solos.- Se cruza de brazos y se queda como estatua impidiendo el paso.
-Vamos Bucky, no seas aguafiestas.- Clint menciono lo obvio que era para todos. Ósea, la vida de Steve era la telenovela de todos. Ni locos se la perdían.
-Déjanos pasar James.- Desafío Natasha.-Si sabes lo que te conviene.-
A Bucky le paso un escalofrío por todo su cuerpo por la amenaza de Nat y las miradas de complicidad de sus amigos, pero aún con todo eso no se movía, por orgullo? Ser un buen amigo? Para darle privacidad a la pareja? No, no lo sabe. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no contemplo de cómo Ximena sacaba una cinta adhesiva, Natasha una soga y Bruce Clint Stephanie se lanzan hacia él derribándolo en el acto, amordazado y arrastrado por ellos hacia la habitación para escuchar la conversación de Steve y Tony.
Mientras tanto dentro de la Habitación.
Steve al ingresar a la habitación contempla a un Tony profundamente dormido, se veía tan relajado, excepto por el rojo de sus mejillas producto de la fiebre. Steve al verlo da un sonoro suspiro de alivio por volverlo a ver. Se queda sentado junto a la cama y sin pensarlo comienza a acariciar la cabeza de genio.
-Me tenías muy preocupado. No sabes cuánto.-
Y con esas palabras Tony comienza a removerse en la cama, al abrir los ojos, se topan con los de Steve pero instantáneamente los vuelve a cerrar y volvió a dormir.
-Tony.-
Pero no obtiene respuesta, más bien el genio se empeña en que las frazadas lo cubran como una pared contra él rubio. Steve piensa que se quedó dormido, al contemplarlo tan apacible se dio cuenta de que éste era la oportunidad de hablar, de sacar todo lo que tenía guardado hace tiempo.
-Tony.- Steve trata de buscar las palabras.-Lo siento.- Baja la mirada a sus manos.-No debí actuar como lo hice en el parque, lo lamento.-Pero lo único que consigue son las respiraciones lentas por parte de Tony.
-Ese día era una fecha muy importante para mí, pero no quería estar solo, quería estar contigo, pero, pero agh, se me escapo de las manos, y te reclame a ti botando toda mi frustración, yo, yo solo quería…-
-No sé, ni sé lo que quiero, estoy confundido, ya no sé, recordé a alguien que pensé haber superado, pero, tal vez debería contarte.- Menciono desviando su mirada al piso.
-Hace doce Años atrás yo conocí a alguien muy importante para mí.
Hace doce años...
En un día de otoño en un parque de Brooklyn se observaba a un niño sentado en una banca intentando fructuosamente de quitarse la suciedad de su ropa.
-Malditos bravucones.- Se escuchó murmurar al muchacho mientras limpiaba sus lágrimas y su ropa.
No había sido el mejor día para él. Todo comenzó cuando otra vez los bravucones de su colegio le quitaron todo su dinero y como el joven seguía defendiéndose, le dieron una paliza. A esa altura no quería volver a casa aún, no en esa condición ni enfrentar a su madre. Estaba sumergido en sus pensamientos que no noto la presencia de una muchacha sentada junto a él hasta que la desconocida le hablo.
-Niño abrázame.-Murmuro la joven cerca de su oído, más parecía una orden que una petición.
-Pe per perdón?.-
-Me están siguiendo, solo abrázame carajo.- Rechino la “mujer” entre dientes ya desesperada.
El muchacho para ese entonces sólo obedeció la orden de esa joven desconocida, abrazándola, fue un poco torpe claro, por parte del muchacho pero cuanto tuvo contacto con la mujer, no supo cómo describir todas las emociones que tuvo al contacto de esa jovencita pero su único pensamiento era no aparátense de ella. Pasaron unos minutos en un silencio, la gente trascurría sin prisa y ellos aún abrazados, hasta que pasan un grupo de unos cinco hombres de traje, buscando algo o mejor dicho a alguien, cuando vuelven a mirar a la “pareja” el joven se esconde en el cuello de la mujer, sin darse cuenta de que los hombres de traje malinterpretaron la cercanía y se fueron dándole privacidad a la pareja. Cuando se habían ido esos sujetos la desconocida se apartó de él.
-Gracias niño, me salvaste.-
- S-Steve, es mi nombre.-
-Yo soy... María, María es mi nombre.-
Al terminar las presentaciones Steve pudo ver con detalle por primera vez a la joven mujer. Tenía unos grandes y hermosos ojos color chocolates con unas largas pestañas, una piel tostada, cabello muy largo del mismo color de sus ojos, llevaba puesto un vestido corto, unas botas y un abrigo que cubría todo.
-Ya Steve, me tengo que irme, gracias por la ayuda.- Responde María mientras se levanta, dispuesta a irse del lugar pero antes de poder hacerlo es retenida desde su mano por parte de Steve.
-¡Espera! No te vayas.- Le dice a María casi gritando para no perder ese contacto tan cálido que sintió, pero al darse cuenta de lo que hizo la libera de inmediato, asustado.
-Lo... lo siento, yo no, yo no debía.-
-Invítame algo y me quedo.-
-No, no tengo nada, me lo quitaron.-
-Uf haber espera acá.-
Y sin dejarle tiempo de responder la joven mujer se fue del lugar. Steve espero un tiempo en la misma banca, pero ya habían pasado unas horas, ya creía que no volvería así que decide irse pero al levantarse escucho una voz llamándolo.
-Aún estas acá, eres idiota.-
Steve no respondió, sólo observo a “María” enfrente suyo con una caja de donas en una mano y en la otra un café.
-Tómatelo.-Mientras entrega el café a medio consumir.
-Gracias.-
-Eres un idiota, lo sabes.-
-Sabía que volverías.- menciono con una sincera sonrisa. Rayos estaba tan feliz.
-Mentira... ya te ibas a ir.-
-Pero tú llegaste.-
-…..-
~En la actualidad~
-Así es como conocí a María. Ese día cuando peleamos en el parque era el día que la había conocido y recordé todo hasta el accidente.-
Al terminar de contar su relato, prestar atención a Tony, él castaño todavía duerme plácidamente, Steve acaricia esos mechones rebeldes que caen en sus ojos.
Continua contando todo lo que sentía, era el momento de sincerarse con Tony y sacar todo lo que una vez había guardado, Steve pensó que era el momento y que él genio estuviera durmiendo lo facilitaba más.
-Bueno, después de ese día, comenzamos a vernos todos los días, hablábamos por horas en el parque, de muchos temas y de nada en particular, me sentía cómodo con su presencia y después de unos meses le pedí si quería ser mi novia, en ese momento me quería morir ya que ella era hermosa y yo, yo solo era un niño flaco y enfermizo que todos molestaban. Pero lo más sorprendente es que ella acepto, me sentía el ser más feliz de la tierra y esos 8 meses fueron los mejores pero todo lo bueno tiene que terminar no?.-
-Un día María no apareció, y no volví a verla, no tenía como contactarla, solo sabía su nombre, nada más. Iba al menos un mes al parque, a la misma hora de siempre, esperando que ella apareciera, pero nunca apareció y un día después de mucho tiempo deje de ir al parque. Después paso eso.
En un intento de sentirse seguro Steve tomo la mano de un Tony para buscar apoyo por lo que sigue en su historia.
-Ese día estaba con mi madre, íbamos al mercado mañana sería el cumpleaños de Bucky, mi mamá y yo queríamos prepararle un pastel.-
-Paso muy rápido. De un momento a otro todo cambio. Íbamos cruzando la calle, teníamos la preferencia, estaba en verde, podíamos pasar, pero, pero, yo no me di cuenta, fue muy rápido, sentí mucho dolor, gritos y después todo negro.-
Ya para ese momento Steve estaba llorando ocultando sus lágrimas entre sus manos. Que no noto como cierto castaño se había levantado y lo estaba abrasando.-
-Tranquilo, estoy aquí, tranquilo.- Decía Tony mientras acariciaba los rubios cabellos de Steve.
-Yo…yo cuando desperté no recordaba nada del accidente, no sabía que hacía allí. Un doctor me dijo que tuve un accidente, que, que estuve en coma, que…
Pero no pudo seguir hablando ya que su voz se agrieto..
-Steve para después hablamos.- Murmura Tony sin soltar ni por un segundo a su rubio, teniéndolo entre sus brazos.
-Quiero hablar, quiero hablarlo he callado mucho, yo... Cuando desperté me dieron la noticia que estuve en un accidente y quede gravemente herido y mi madre, mi mamá murió intentando protegerme. Quede en coma por tres años, no tenía a nadie, no sabía qué hacer, estaba solo.
-Al pasar los días conocí a Stephanie y Ximena, ellas eran mis fisioterapeutas pero más que eso, se convirtieron en mis amigas. Se encargaron de actualizarme en todo estos tres años y un día en el hospital apareció Bucky. Lloramos mucho, como unos niños.
-Luego de estar 1 año en terapia, decidí probar suerte haya fuera. Fracase en todo.
-pf, jajajaja.- Tony que para ese instante estaba serio escuchando el relato de Steve pero no pudo contener la risa por lo último que dijo él rubio.
-Tony!!
-Admítelo fue gracioso.-
-Quieres que siga.-
-Si lindura.-
-Cof cof ya, como seguía diciendo, Bucky me sugirió ingresar juntos al servicio militar, nos fue bien en los primeros 4 años pero luego fuimos dados de baja.-
-Espera, espera, como te dieron de baja y en eso estuviste todo este tiempo?.-
- Golpee a un suboficial, ya que estaba haciendo abuso de autoridad, Bucky me defendió y a los dos nos expulsaron. Cuando salimos me mude a la casa que me dejo mi abuelo acá en florida con Bucky. Intente acomodarme a la vida cotidiana, no sabía que hacer y en unas de nuestras discusiones Buk me sugirió grito que convirtiera la casa en una casa pensión. Para que no me sintiera sólo y tuviera de que vivir. De eso ya han pasado tres años que he conocido grandes personas como Clint, Bruce, Natasha, Thor. Y ahora tú.
Al terminar de hablar los dos se quedan mirándose en un tranquilo silencio, ninguno hace nada hasta que Tony estornuda.
-Mejor descansa un rato, luego nos vamos a casa no?
-Sí, sí, déjame dormir.-
-Has tomado algo?
-No quiero tomar nada de tus amigas.-
-¿Por qué?
-No preguntes.-
-Tengo este remedio te servirá.-Dice Steve mientras saca de su Chaqueta una caja de pastillas.
-no, Steve no quiero nada, estaré bien si duermo un poco solo….
Pero no hubo tiempo para reaccionar cuando los labios de Steve presionan suavemente los de Tony. El contacto fue electrizante según Tony pero tan rápido llego tan rápido se fue. Al separarse Steve le sonríe.
-Vez que el remedio no era tan malo.-
-¿Qué?
-Vez, ni lo sentiste.-
-Tú, tu…
-Ahora duerme un poco, después nos vamos.-
Y antes de poder verle a la cara. Steve se levanta y sale de la habitación. Pero cuando abre la puerta caen todos sus amigos al suelo.
-Em Hola, sólo queríamos saber si estaban bien jejeje.- Contesta una risueña Ximena mientra los demás asienten con la cabeza