Ha estado lloviendo sin parar durante casi tres días y dos noches, esta sería la tercera noche, y llevo todo ese tiempo sin haber puesto un pie fuera del hospital, y mucho más sin haber visto a Hiro-san, las noticias indican que esto es debido a un huracán en las cercanías, estoy algo preocupado. Ojalá y todo esté bien para Hiro-san
- Oi Nowaki
- Sí…que pasa Senpai
-la lluvia se calmó un poco, no va a durar así mucho más, y las estaciones del tren están cerradas, si fuera tú me iría ahora mismo
- ¿No hay más pacientes?
- No, y aún si los hay, son pocos y leves, además hoy es tu día libre
-Bueno, entonces sería recoger mis cosas e irme a casa
-Sí, bueno, debo regresar al trabajo
-Adiós
Al fin, después de tanto trabajo, regresaré a casa, supongo que debería enviarle un mensaje a Hiro-san
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De: Kusama Nowaki
Para: Hiro-san
Me dieron el día libre, regresaré a casa, es posible que con la lluvia me demore
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****Más tarde****
Uff, hace frío aquí dentro, pondré la calefacción
-Ugh
¿…..?
-Uwaa, Aggh
¿Qué rayos es……?
-¡¡ACHUU!!
-Hiro-san, llegué
-Ya era hora
Me dirijo al cuarto, ahí se encontraba el amor de mi vida, casi completamente cubierto por las cobijas, dejando únicamente su nariz, ojos y frente, ésta última con una toalla encima
- ¿Te enfermaste?
-No, solo me maquillé de rojo y me metí a la olla con la estufa prendida. ¡ACHUU! ..... Sí…. Debí haber pescado un resfriado camino a la universidad, ya en el trabajo empecé a estornudar increíblemente fuerte y me mandaron a casa para evitar contagios ¡ACHUU! Como sea, ¿qué haces aquí?
- Te envié un mensaje diciendo que volverías
-Ah, entonces era por eso que mi celular vibró, ughh
Le puse la mano en la frente, su temperatura estaba mucho más alta de lo usual, y la toalla estaba seca
-Voy por un termómetro, y por otra toalla
Ya iba saliendo, cuando sentí una mano aferrándose a mi camisa por atrás
-No te vallas
¿…?
-Quédate aquí, conmigo
-Hiro-san… estás enfermo…. Debes…
-Curarme
¿Qué…?
- ¿Eh…?
Hiro-san se las arregló para salir de la cama, y me abrazó, no fue buena idea, porque las piernas no le respondieron a tiempo y se hubiera caído si no fuera porque yo lo atrapé, cayendo al piso
-Hiro-san….
No me dejó terminar, porque se agarró más fuerte
-Nowaki…. Tengo frío
Respondí el abrazo
-Sí
Lentamente le fui quitando la ropa, empezando por la camisa, luego el pantalón, mientras él también me quitaba la mía, sentí sus temblorosas manos sobre mi cuerpo, cuando terminé, lo cargué y lo subí a la cama, inmediatamente después, nos cubrí con la cobija y empecé a besarlo, lenta y tortuosamente, fui metiendo poco a poco mi lengua. Hiro-san parecía disfrutarlo, estaba completamente duro y ya sentía algunos gemidos contra nuestros labios, ahora mojados de saliva, empecé a acariciarle la piel, quería que Hiro-san también lo disfrutara, hoy estaba especialmente ansioso, y antes de recibir, quería darle algo.
PLACER.
Le quité la única prenda que le quedaba. Lamí tres dedos de mi mano derecha y los dirigí a su entrada, metiendo dos poco a poco, debía hacerme espacio para entrar sin lastimarlo, metí el tercer dedo y simulé pequeñas embestidas, Hiro-san gemía y gemía, su cara, antes algo roja, ahora estaba completamente ruborizada e incluso algo sudada, lentamente saqué mis dedos y me dirigí a su entrada, me metí lento pero seguro hasta quedar completamente dentro, me recargué un poco en el pecho de Hiro-san. Unos segundos después empecé a dar suaves embestidas, debía darle tiempo para que se acostumbrara.
-Ughh…Nowa…ki
- ¿Hmm?
-M-m-más fuerte
Esto me sorprendió, había dos opciones, o estaba usando la fiebre como pretexto, o el calor corporal realmente le había afectado el cerebro. Pero obedecí y empecé a dar embestidas más fuertes, aumentando la fuerza cada vez más, justo cuando creí que así estaría bien….
- ¡AHHH!
¿Aquí? Bueno, no se me ocurría otra explicación por la que estuviera apretándome tanto, sin mencionar que ya estaba goteando un poco y gimiendo desvergonzadamente
- ¡N-N-NOWAKI! ¡AHH! ¡AHÍ! ¡D-D-DAME AHÍ! ¡AHH! ¡AHH!
Le estaba dando con todas mis fuerzas en ese punto tan sensible que lo volvía loco, le estaba dando justo lo que quería, y no era para menos, su cuerpo me estaba apretando al punto que me era cada vez más difícil moverme sin correrme en el acto, los gemidos, el movimiento, el sudor, el placer, el estruendo de la cama, todo aumentaba, no podía contenerme, sentía mi corazón latiendo como loco, gemía, no más bien, gritaba su nombre, me sentía al límite, no podía más
-H-Hiro-san, te amo
inmediatamente después nos corrimos casi al mismo tiempo, lo besé, salí de él, lo abracé y nos quedamos así toda la noche