Después de aquella carta no quise leer más. Tome la caja con las cartas y por mi mente pasó la vaga idea de deshacerme de ellas, no quería más recuerdos dolorosos y cosas que me hicieran arrepentirme aún más de las decisiones de mi pasado. Cuando estaba considerando realmente en quemarlas o algo por el estilo deseche la idea, ¿Cómo podía tirar esas cartas? Eran más que eso, eran los sentimientos de Alexander y no podía solo quemarlas. Ya le había hecho demasiado daño como para no aceptar esas cartas. Lleve la caja a mi habitación y la coloque encima del armario, no sin antes sacar la carta número dos y ponerla en mi buro para recordar leerla al día siguiente.
Eran las 7 apenas así que me dispuse a continuar con mi rutina nocturna. Fui a la cocina a preparar una cena ligera; Ensalada variada con huevo y queso fresco. Un tazón de fresas. Cuando termine me senté en el pequeño comedor y encendí el televisor, quizá hubiera algo interesante que ver. Cambie de canal apenas echando un vistazo a lo que había en ellos, al final lo deje en el canal de natgeo y mientras comía revisaba mis redes sociales apenas escuchando lo que transmitían en el canal.
Al terminar de cenar me dirigí a mi habitación, tome mi ropa para dormir y me metí a la ducha, para al terminar meterme a la cama y dormir.
“¿Qué tal? 28/marzo/ 2005
Ayer escribí una carta que no te entregue, pero a cambio te envié un mensaje en el chat el cual no contestaste. En fin, realmente no esperaba que lo contestaras, sin embargo el verte conectado y no recibir respuesta, para que mentir me sentí dolido. Al final creo que aunque no esperaba nada, si esperaba equivocarme y que tú me dieras una…
Acabo de recibir tu respuesta, realmente no sé qué tratas de decir con esa frase “Ojalá las cosas hubieran resultado de manera diferente” tuviste más de una oportunidad para que las cosas fueran diferentes, pero no lo hiciste. Lo sabes ¿cierto? Que cada vez que salíamos el que terminaba arruinando todo eras tú, que yo puse todo de mi para que las cosas resultaran, que intente cambiar, que reprimí las ganas de gritarte para no herirte, solo falto que tú quisieras… Oh bueno, la verdad eso ya no importa, al final el único idiota aquí soy yo por seguir esperando algo de ti.
Es curioso que después de la primera vez que fuimos pareja y terminamos mal te odie, después quise creer que realmente me querías pero que algo no te dejaba aceptarlo, sin embargo ahora estoy seguro de que nunca me quisiste realmente.
Daryan ¿por qué siempre dices cosas que me hacen tener esperanza? Al final de tu mensaje dices “Te quiero” y eso duele, duele porque sé que no es verdad.
Te quiero Daryan y mis te quiero si son reales ¿puedes sentir la diferencia? “
Lo siento, no sé como pero siento esa diferencia.
Al terminar de leer la carta ese sentimiento en el pecho persistía como durante la primera. Los sentimientos de Daryan estaban perfectamente plasmados en esas letras y yo seguia preguntándome el porqué de que él no me odiara después de eso. Hubiera sido preferible que Alexander me odiara antes de mantener esos sentimientos de amor por mí, esa mezcla de dolor y amor es algo que desearía que nunca hubiera sentido por mí.
Di un largo suspiro volviendo a sentirme como una persona detestable, como me sentía en aquellos días.
—Basta Daryan, basta de sentir autocompasión. –Me repetí, seguro que Alex no quería que me sintiera de esa forma.
Me levante y tome la caja para guardar la carta y sacar la siguiente, quizá la leería más tarde o hasta el día siguiente. Después de eso me fui a preparar el desayuno. Ese día sería algo largo, continuaría con el libro en el que estaba trabajando e iría, al terminar, a visitar a una amiga que desde hacía tiempo me pedía que fuera a verla.
-:-
—Y dime ¿Qué ha pasado? Te veo de alguna manera distraído y como perturbado, quizá. –Me dijo mi amiga que estaba sentada en el sofá con su pequeña en brazos. Hacia 15 minutos que había llegado y me había ofrecido un poco de pastel y refresco, por lo tanto yo me encontraba sentado en el comedor, disfrutando de aquel pastel de chocolate.
—Umh nada relevante. –Dije con ningún tono en particular. En eso levante mi mirada para verle, ella me miraba con la ceja levantada y fijamente, sabía que le ocultaba algo. Trague saliva. –Bueno, veras recibí unas cartas de Daryan. –Su expresión cambio, miro al suelo y parecía que iba a llorar.
—Ya veo, creo que cualquiera de nosotros estaría triste al recibir cartas de él, pero seguramente a ti te han caído peor dada su relación tan complicada.
—Durante el tiempo que no nos vimos ¿él te hablaba de mí? –Le pregunte con curiosidad, realmente quería saber un poco más, además de lo que las cartas decían.
—Más de lo que me gustaba. Alex quería ser considerado conmigo por lo que yo sentía por él, pero aun así terminaba hablando de ti y preguntaba mucho, así que aunque no se vieran él sabía mucho de ti. –El rostro de mi amiga era melancólico, aún mantenía la mirada en el suelo, mientras con sus manos jugaba con su niña para que esta no comenzara a llorar.
Arlet siempre había estado enamorada de Alex y yo sabía eso, por esa razón pensé que me odiaría si llegaba a saber del daño que le había provocado a aquel chico, pero lejos de eso ella continuo hablándome como si nada hubiera sucedido, quizá también el hecho de que fuéramos como hermanos había ayudado a aligerar la furia de la chica, pero eso no me ayudo a salvarme de la bofetada que me planto.
—Realmente siento todo lo que paso entre nosotros, siempre me sentiré mal por las cosas que le hice, pero sé que ahora eso no significa nada. –Trague saliva y baje la mirada. –Él hubiera no existe, pero me hubiera gustado no haber sido tan hijo de puta con él, no diré que era mejor no conocerlo porque seguro que él estaba feliz de haberme conocido. –Arlet y yo nos dimos una sonrisa triste
—Seguro que sí, a él no le gustaba arrepentirse de nada por eso cuando se enamoró de ti lo dio todo.
—Lo sé, él me dijo en una de sus cartas eso. Me dijo que sus te quiero eran reales a diferencia de los míos. –Se me había hecho un pequeño nudo en la garganta.
—En eso estaba equivocado. –La mire expectante. –Es obvio que tú le querías, no le quitabas la mirada de encima, preguntabas demasiado por él, cuando estabas aquí y usabas mi computadora no dejabas de revisar su perfil y cosas de ese tipo.
— ¿Es enserio? –Me miro confundida.
—Acaso ¿no te diste cuenta? Eres demasiado idiota pesé a que eres listo. Olvidemos el tema.
Nos pusimos a ver películas de comedia romántica que tanto le gustaban a ella. Durante las 3 películas que vimos no deje de pensar en aquello que me había dicho ella, no negare que si había cosas que hacía que delataban que me interesaba mucho por él, pero realmente no me había dado cuenta de lo fuerte que eran esos sentimientos. No podía creer que alguien tuvo que decirme eso para que yo entendiera eso.
“Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores: uno con el que te casas o vives para siempre, puede ser el padre o la madre de tus hijos…Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella…”
“Y dicen que hay siempre, un segundo amor una persona que perderás siempre, alguien con quién naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan de la razón y te impedirán siempre, alcanzar un final feliz.”
“Hasta que cierto día dejarás de intentarlo…Te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando, pero te aseguro que no pasarás ni una sola noche, sin necesitar otra beso suyo o tan siquiera discutir una vez más.”
Cuando leí aquello en una imagen mientras vagaba por el inicio de Facebook la verdad no me pareció del todo cierto, pensé “¿Por qué existiría alguien a quien amaras más que a “tu amor verdadero” pero que no podrás tener? La respuesta me llego más rápido de lo que hubiera querido, y ahora creo firmemente en esas palabras.