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10 cosas por hacer antes de morir. por LaGataenelTejado

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Notas del capitulo:

Les traigo un nuevo capítulo, espero que les guste :)

Capítulo 10. ¿Y ahora?.


 


Lawliet movió los dedos sobre la sábana áspera que le cubría hasta el cuello. Sus ojos luchaban por abrirse, pese al cansancio, el dolor y los medicamentos. Los latidos de su corazón eran lentos e incluso pudo jurar que su órgano vital hacia un gran esfuerzo por mantenerse a un ritmo normal. 


Le dolía todo, pero sobretodo la cabeza y el torso. Recordaba vagamente lo ocurrido, maldiciendo el no haber olvidado lo mas importante, el cuerpo de su novio acunando el del rubio entre sus brazos, preocupado con la voz quebrada como un vaso de cristal contra el suelo. ¿Y ahora?


Apretó los dientes, sollozando un par de segundos y odiándose por aquello. Hacia tanto tiempo que no lloraba que casi había olvidado el quemazón que se sentía debajo de los párpados. Se removió sobre la cama, escuchando el ruido de la máquina que controlaba sus pulsaciones. 


-¿Elle?. - por un momento pensó que aquella voz era la de Light, dándose cuenta al entre abrir mas los ojos que no era el castaño quién le miraba, si no su mejor amigo. - ¿Como estás?. 


Near le observaba con aquel rostro preocupado y pálido, poniendo la mano con dulzura sobre la suya. En esas situaciones siempre sentía que si se hubiese enamorado del albino, las cosas habrían sido muy fáciles. 


-Como una mierda. - no reconoció demasiado su propia voz. Ahora ronca y grave debido a que necesitaba agua con urgencia. - ¿Hay agua por aquí?. 


Asintiendo, Near movió el brazo hasta coger con la mano el vaso que la enfermera había dejado en la mesita, para cuando el moreno se despertarse. Lo ayudó al pulsar el botón que reclinaba la cama del dormitorio, terminando por conseguir que el cuerpo de su amigo se acomodase semi sentado contra las almohadas. Le ayudó a beber agua en silencio, sin decir una palabra. 


-Gracias. - Lawliet cerró los ojos, respirando lentamente. Los recuerdos de lo ocurrido no dejaban de sucederse en su cabeza, uno tras otro. 


-He llamado a tu madre. 


-Genial... - sonrió tristemente, sintiendo que ni si quiera tenia fuerzas para cabrearse con su amigo. Por extraño que fuese, tenia ganas de ver a su madre. Hacia mucho tiempo que no la informaba de su estado de salud y mucho menos telefoneaba a sus progenitores. La pelea tan fuerte que tuvo con su padre no había podido olvidarla. - ¿Donde está...? 


-¿Light?. Fuera. Lo siento, pero no le he dejado poner un pie en la habitación. - se cruzó de brazos, mirando seriamente a su amigo. - Te enredaste con un chico confuso que se comporta como una jodida mujer entre dos hombres. Déjale, no te hace bien. 


Apretó el puño, al igual que sus labios. Se sentía inútil al pensar que se había enamorado de verdad, de alguien que al parecer no sentía lo mismo. Vaya, así que eso era lo que sentía una persona con el corazón roto. 


-Quiero verle. 


Near se apartó el cabello de la frente, agobiado y cansado. Asintió con la cabeza y antes de abandonar la habitación se giró hacia su amigo. 


-Light ya sabe lo de tu corazón, así que tú decides. - salió de allí, dejando la puerta entre abierta. 


Su cuerpo se tensó ante aquello, desviando la mirada y odiando el tener ganas de echarse a llorar como un niño. ¿Debería importarle como le mirase Light a partir de ahora?. Los pasos suaves del castaño tras la puerta le hicieron volver a girar la cabeza, encontrándose con aquellos ojos color miel que tanto le gustaban. 


-¿Puedo?. - su voz débil y nerviosa le hizo asentir con la cabeza. Entró lentamente, cerrando con suavidad la puerta a sus espaldas. - ¿Como...? ¿Como te encuentras?. - se rascó la nuca, nervioso. Con una tensión que flotó en el aire cayendo como un peso muerto sobre los dos. 


-Mejor, supongo. - sus ojos siguieron la trayectoria de Light, que optó por sentarse a su lado en el sillón y enlazar las manos sobre el regazo, moviendo nerviosamente los dedos. 


-Yo...lo siento... - bajó la mirada, recordándole a un cachorrito abandonado que se encoge en un lugar tras haber sido regañado. 


El moreno no supo que decir. Una parte de él se moría de ganas de decirle que no pasaba nada, que olvidasen lo ocurrido y volviesen juntos a su apartamento. La otra parte, por desgracia la mas racional, le obligaba a pensar fríamente en cortar de raíz con aquella relación tan efímera y quizás precipitada para ambos. 


Los ojos de Light se movieron por el dormitorio, instalándose unos segundos en la máquina de pulsaciones que estaba conectada al moreno. Apretó los labios y como un libro abierto, hizo suspirar a Lawliet. 


-Supongo que ya sabes que estoy hecho una mierda. 


-Nunca me lo dijiste. - no quería llorar, pero estaba también enfadado con Elle. - ¿No confiabas en mi?. Me pediste ser tu novio y me ocultaste algo tan importante como esto. 


-Light... 


-¡No!. ¡Estás enfermo y no fuiste capaz de decírmelo!. 


Como le dolió a Lawliet escuchar la palabra “enfermo” de sus labios. Ver aquella mirada de pena y tristeza que de repente había enturbiado sus ojos miel. Precisamente, si no se lo había dicho era por aquella reacción. 


-¿Para que? ¿Para que me mirases con pena y te sintieses cohibido a la hora de hacer cosas normales?. Por dios, Light. Ahora mismo estás mirándome como si fuese un maldito cadáver. - se masajeó el puente de la nariz, nervioso. 


Light se puso en pie, para poder acercarse mas a Lawliet y mirarle de cerca. Se fijó en lo pálido que estaba, lo indefenso que se veía sobre aquella cama ataviado con la bata verde hospitalaria. Podía ver el hematoma horrible color violáceo que ascendía por parte de su pecho, fruto de la patada que aquel tío le había propinado. 


-Light, te quiero. - la voz seca de Lawliet le hizo entre abrir los labios, sintiendo como su corazón daba un brinco. - Pero no puedo estar contigo. - con la misma fuerza, su corazón se encogió. - Lo siento, pero no puedo perder el tiempo con alguien que no sabe ni lo que siente. 


-Pero, Lawliet...yo...¿Es por lo de Axel?. Joder, Elle, casi lo matas a puñetazos. Es mi ex novio, significó mucho para mi. - su voz temblaba y tenia un tinte agridulce que lo hacia sonar enfadado. 


-Light, no es solo por eso. Tú cara... tú cara cuando le mirabas en el suelo... estás enamorado de ese tío. No sé hasta que punto ni con cuanta intensidad, pero negarlo no te hace ningún bien. 


-¿¡Y quién eres tú para saber lo que siento o no!? ¡Lawliet! ¡Eres mi novio!. No puedo quedarme de brazos cruzados si se te va la cabeza golpeando a otra persona, una que en su momento significó mucho para mi. ¿Es que no lo entiendes?. - Light se movió histérico por el dormitorio, pensando en todo eso y sin poder creerse que las miradas que había recibido de todos desde lo ocurrido por la noche, fuesen desconfiadas y haciéndolo sentir como una escoria. Hasta Jessica le había mirado como si fuese un desconocido. 


-Cálmate. 


-¡No me pidas que me calme, joder!. - se volvió a sentar en el sillón, con la cabeza gacha y las manos sobre el cabello, enredando los dedos nerviosamente entre los mechones. Alzó el rostro entre lágrimas, mirando a Lawliet. - Yo soy horrible por evitar que mates a alguien y tú eres un santo por ocultarme que, ¿Qué te estas muriendo?. ¿No era algo lo suficientemente importante para contármelo?. 


Las voces de ambos se silenciaron cuando un par de golpecitos en la puerta les hicieron girar la cabeza, observando a una mujer mirarles de forma cautelosa. Lawliet se rascó la sien, tomando aire. Su madre no habría podido elegir peor momento para aparecer por allí. 


-Hola, mamá. - sonrió un poco, viendo como ella ingresaba en el dormitorio arrasando casi con todo, para acercarse a su hijo y estrecharlo con cuidado entre sus brazos. 


Light miraba la escena familiar en mudo silencio, observando a su madre. Era muy delgada y alta, con el cabello hasta la cintura en color negro azabache. Los ojos de Lawliet eran una viva imagen de los suyos. 


-Oh, siento interrumpir... - miró de reojo a Light, sin saber que decirle. - Puedo volver luego si queréis. 


-Yo ya me iba. - el castaño se puso en pie, mirando a Lawliet antes de irse. - Elle, ¿Esto sigue en pie?. - claramente, estaba refiriéndose a su relación. Su voz se quebró al preguntar y el nudo que se le había ido formando en la garganta no hizo otra cosa mas que empeorar. 


-No, Light. No hay nada en pie... - bajó lo mirada, sintiéndose muy desgraciado. 


Su madre les miraba respetando el silencio, sin intervenir y viendo como aquel chico abandonaba dolido la habitación. 


 


--o0o-- 


 


Los programas televisivos se repetían sin descanso, intentando sonsacar risas a sus espectadores, solo que con Light no funcionaba en absoluto. En cuanto había regresado a su apartamento tras las clases, telefoneó al bufete de abogados para excusarse con una pequeña gripe que le impedía asistir al trabajo, y como jamás había pedido un día libre, no dudaron de su mentira. 


Tumbado bajo una gruesa manta verde olivo, se acurrucó en el sofá y cerró los ojos cansado, harto de llorar como un niño sobre el cojín. Habían pasado solo unos días y ya sentía que se ahogaba en su propia tristeza. Las palabras de Lawliet resonaban en su cabeza como una canción estropeada y antigua, una y otra vez sin cesar, recordándole lo idiota que había sido. Ahora que había tenido tiempo para reflexionar, intentó ponerse en la piel del moreno, pensando en como habría reaccionado él mismo si en un momento de pánico y estrés Lawliet se hubiese posicionado junto a un ex novio. Seguramente, horriblemente mal. 


Le costó mucho tomar aquella decisión, pero obligando a su propio cuerpo infundiéndose ánimos internos, se dirigió a su dormitorio y sacó del armario un conjunto cómodo de vestir, aseándose un poco después en el cuarto de baño. No podía seguir así, con aquellos cabos sueltos en sus relaciones que terminaban enredándose como serpientes venenosas. No era sano. 


Salió de su apartamento, entre cerrando los ojos debido a la luz que le bañaba el rostro. Optó por tomar un taxi en la parada mas cercana, respirando profundamente mientras le indicaba al conductor la dirección donde se dirigía. Directamente al apartamento de su ex novio, decidido a solucionar las cosas de una maldita vez. 


Volver a ver el edificio le trajo recuerdos amargos de su relación fallida, y a pesar de que también habían vivido muchísimas cosas buenas, lo malo siempre se convertía en angustia y resquemor. Tuvo suerte de que en aquel momento una vecina abriese la puerta para salir, lo cual hizo que aprovechase para colarse dentro, tomando rápidamente el ascensor hasta el cuarto piso y meditando a gran velocidad el discurso que llevaba ensayando en su cabeza desde lo ocurrido en la fiesta. 


Su puño tembloroso golpeó dos veces la puerta blanca de madera maciza, tomando aire y notando los nervios subirle hasta la garganta cuando escuchó los pasos de alguien en el interior. 


-¿Light?. - Axel le miraba sorprendido,como si fuese una especie de fantasma. Su rostro aún tenia las graves marcas y hematomas que Lawliet le había hecho con sus puños. - ¿Qué haces aquí?. 


-¿Puedo pasar?. - desvió la mirada, porque era incapaz de mirarle directamente. Su estómago se había contraído debido a la ansiedad y los nervios que le provocaba estar allí de nuevo. 


Axel se apartó de la puerta, indicándole con la mano que entrase sin miedo. Cuando lo hizo, cerró a sus espaldas y caminó junto a Light directo a la sala de estar, sentándose en el sofá. 


-Tú dirás. 


Discretamente, vio como el rubio había quitado las fotografías de los dos y eliminado cualquier rastro de la relación. No como él, que había tardado en guardar los recuerdos bastante tiempo. 


-Yo...bueno...¿Como estás?. 


-Ya me ves, con la cara hecha un mapamundi de hematomas gracias a tu novio. - se cruzó de brazos, apretando los puños. 


Light se relamió nervioso el labio, tamborileando los dedos sobre sus rodillas. ¿Debía ser sincero y decirle que Lawliet había tomado la decisión de cortar aquella relación?. Se había metido en muchos problemas por callarse las cosas y mentir, por lo que tras haber aprendido la lección, decidió que sincerarse era una buena opción. 


-No estamos juntos. 


El movimiento de Axel le hizo apartarse de forma instintiva, sintiéndose un poco acorralado cuando su ex novio se acercó mas a su asiento, mirándolo. 


-Ya decía yo... No es por nada, Light, pero ese tío es demasiado vulgar para ti. - soltó una risita y un suspiro, como si estuviese satisfecho consigo mismo. 


-Suponía que dirías algo así. - sonrió tristemente, recordando las manos de Lawliet acariciando su cuerpo y como lo llenaba de amor mediante besos. - Al menos él sabe lo que hace en la cama. 


Eso le sentó a Axel como una jarra de agua fría. Se tensó de inmediato y aunque esta vez intentó con su postura corporal intimidar al castaño, no le funcionó. Lo vio ponerse en pie y mirarle unos segundos. 


-Solo he venido a decirte que me dejes en paz de una maldita vez o te denunciaré por acoso. Y que si tenia dudas de volver o no contigo, por lo ocurrido en la fiesta me has dejado claro que no eres una persona a la que quiera tener cerca. Nunca más. Solo me entristece que por culpa de lo que vivimos, eso me haya separado de Lawliet. 


-Light, siéntate y deja de decir estupideces. ¿Por que siempre te comportas como si fueses una niñita desvalida?. No te pega, ¿Sabes?. 


El castaño apretó los puños, suspirando y dirigiéndose de nuevo hacia la puerta del apartamento dispuesto a largarse. Axel podría decir lo que quisiese, pero él acababa de dejarle en claro su posición. 


La mano del rubio cerrándose en torno a su muñeca le hizo temblar unos segundos, dándose la vuelta con la espalda pegada a la pared. 


-¿Ves como tengo la maldita cara? ¿Sabes cuantos testigos vieron a tu querido novio tirarse sobre mi y golpearme? Podría denunciarlo y enviarlo a la puta cárcel. - apretó los dientes furioso, con el rostro tan cerca de Light que casi podían fundir sus respiraciones. 


-No...tú empezaste con la provocación. - vio como Axel le ponía los brazos hacia arriba, sujetándolo por las muñecas. - La policía no cargaría contra Lawliet. 


-Light, ¿Se te olvida todo el dinero que tiene mi familia?. Yo podría arruinarle la vida al desgraciado ese si quisiera. - sus dientes rozaron la mandíbula de Light, haciendo chocar su respiración sobre su piel. 


Tragó saliva, asustado. Asustado porque sabia que si Axel denunciaba a Lawliet, las cosas se pondrían muy, pero que muy feas. 


-No lo hagas, por favor. - cerró los ojos al sentir la rodilla del rubio entre sus piernas, haciendo algo de presión. 


-Umm... - oliendo el perfume de vainilla que Light llevaba, sonrió maliciosamente. Sin pedir permiso, le desabrochó el pantalón al castaño, masajeando su miembro sobre la ropa interior. - No lo haré si vuelves conmigo... 


Odió el maldito jadeo entre cortado que salió de sus labios, fruto de la mezcla de sus nervios con aquellos dedos familiares rozándole insistentemente. Apretó los labios, pensando en Lawliet. Axel no hablaba por hablar, normalmente cumplía con sus amenazas y por desgracia, sabia de sobra que era capaz de hacer algo así si en beneficio obtenía algo que ansiaba de verdad. 


El rubio le dio la vuelta, aprisionando con su cuerpo el del castaño y rozando su trasero con los dedos, pegando su erección a la piel de Light. 


-Vamos Light...si estás deseándolo. Vuelve conmigo y no pondré ninguna denuncia. Retomaremos la relación, saldremos a pasear, nos iremos de viaje... - sus labios besaban con insistencia la nuca de Light, horrorizándolo cuando sintió los pantalones y la ropa interior de Axel deslizarse por sus piernas. 


-¿Me...me lo prometes...? Nada de denuncias, nada de molestar a Lawliet... - apretó los ojos, aguantándose las lágrimas cuando sintió la primera estocada que le habría hecho gritar dolorosamente si no fuese porque su ex novio le cubrió la boca, embistiéndolo con algo de dificultad contra la puerta. 


-Ssshhh... te lo prometo... - lo abrazó contra su cuerpo, gimiendo extasiado cuando sus penetraciones se hicieron mas profundas. Había echado de menos follarse al castaño y poder hacerle lo que quisiese. 


Light se dejó llevar, intentando poner la mente en blanco y fingir algunos gemidos sumisamente, rezando porque Axel tuviese rápidamente un orgasmo y le soltase. Pensó que se lo merecía, por haber dañado a Lawliet de aquella manera, pero lo que tenia claro es que no iba a permitir que nadie hiciese mas daño al moreno. Si con eso tenia que volver a una relación con Axel, lo haría.


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