Corría, corría lo más rápido que podía por aquellos complicados caminos, tropezando con todas las ramas del bosque donde más de una le había dejado marcas en los brazos y rostro. No era la primera vez que era herido y posiblemente no sería la última, pero esta vez, esta vez había sido demasiado para tolerarlo….
"—Nadie ha visto o escuchado algo de Arya desde que a padre lo decapitaran. ¿Por qué te engañas a ti mismo? Arya se ha ido, lo mismo que Bran y Rickon, y Sansa irá por el mismo camino cuando tenga un hijo con el enano. Jon es el único hermano que me queda. Si muriera sin descendencia, quisiera que me sucediera como Rey en el Norte…—"
Las palabras de Robb otra vez le demostraban que el único en quien pensaba era su medio hermano Jon Snow y no en él, ni siquiera en sus hermanos, solo tenía a ese…ese bastardo en sus pensamientos.
—¡Theon!—Robb avanzaba tras él, siguiéndolo desde que había salido, él siempre había sido celoso de Jon, aún cuando nada había entre ellos.
—Eres un rey ahora, no debes dejar que tus sentimientos por él te nublen—dijo el Greyjoy empezando a caminar más lento, odiaba cuando Robb hablaba del bastardo, siempre parecía tener una sonrisa solo con pensar en él, ni siquiera la distancia que había entre ellos cuando se fue al muro lo hizo olvidarlo.
—Hable muy en serio Theon, creo que Jon es lo suficientemente capaz—Estableció Robb parado detrás suyo, comprendía los celos que solía tener su “amigo” con Jon, el mismo tuvo momentos donde rivalizo con el Snow, pero tenía que confiar en él.
—No hablas en serio, estas cegado solo porque lo quieres ver de vuelta—Robb miro en varias direcciones, molesto por sus palabras, si alguien llegaba a escuchar eso, perdería toda credibilidad como rey del norte, un rey interesado en su hermano varón bastardo no le daba la reputación que necesitaba.
—Basta Theon—Él escudero se dio la vuelta, sonriendo irónico y despectivo, siempre que hablaban de ese tema en especial, Robb le daba la espalda, escapando de sus palabras.
—No huyas—Habló caminando hacía él, pero sin atreverse a tocarlo, él aún no era suficientemente respetado para tocar al primogénito Stark de manera demandante, especialmente cuando se había vuelto un rey—¿Estas enamorado de Jon?—Pregunto sabiendo la respuesta, desde niños no dejaba de estar a su lado, como un guardián, entrenando juntos, comiendo juntos y sino fuera por las ordenes de su madre también lo habría llevado a dormir con él.
—…—Robb guardo silencio, pensativo, siempre intento no pensar demasiado en su hermano de esa forma. ¿Qué es lo que haría Jon si se llegaba a enterar?, no sabría como actuar y por eso, siempre terminaba negando todo, no por miedo a que su reputación se manchara, sino al rechazo de él—No, no me atrae…—contestó aún de espaldas.
—¡Eso es mentira!—Dijo Theon colocándose enfrente suyo—Recuerdo bien como lo mirabas—Robb se hizo para atrás al ver las acciones de su compañero, mirando a los lados para asegurarse de que estaban solos. Theon empezaba a desnudarse delante suyo—lo mirabas con deseo cada que se vestían en la armería—Robb negaba con el rostro sin hacer nada, recordando el perfecto níveo en la piel de Jon cada que lo acompañaba a rasurarse, la dulce sonrisa que le regalaba cuando lo pillaba mirándole—…recuerdas como te sentías cuando estabas sobre él?—Dijo el otro hombre acercándose a Robb, tomando su mano para llevarla a su propio cuerpo—¿Lo recuerdas?—volvió a preguntar cuando miro como Robb cerraba los ojos.
Era cierto, sus entrenamientos, todas las veces que pelaban o jugaban, el siempre trato de ganar, no solo por su orgullo como el heredero legitimo, sino que, derrotar a Jon y tenerlo tan solo unos momentos a su merced, solo unos segundos eran suficientes para anhelar la victoria con creces.
—…si…—Contestó Robb abriendo los ojos con pesadez, sin apartarse—pero él ha hecho sus votos ya—dijo bajando la mirada, solo encontrándose con la desnudez del Greyjoy.
—Pero yo no…—Hablo antes de besarlo, aprovechándose del recuerdo del bastardo en el muro. Casi seguro de que no volvería a verlo.
Theón aún recordaba bien esa noche, poco tiempo habían durado juntos desde esa primera vez, pero había sido algo desesperado, pasional, glorioso…cada fuga ocasional, cada vez en batalla, todo lo que había luchado por Robb no podía ser en vano ¡No lo sería!, no permitiría que el bastardo se quedara con lo que tanto trabajo le costo conseguir.
—Lord Greyjoy…—Un hombre con la armadura de kraken apareció tras él, agitado—Lady Asha ya despertó y Robb Stark quiere hablar con ella—Dijo el hombre y la sonrisa de Theon se amplio un poco pero de inmediato se forzó a desaparecerla.
—Vamos con ella—
Su plan estaba caminando y ya nada podía detenerlo.
—Es inaceptable que no hubieras estado con él—La critica se alzo pronto en la mesa de la reina, los Lannister, el Mormont y Daenarys discutían de los sucesos. El como habían atacado a Arya Stark, el incendio aparentemente provocado por Asha Greyjoy y el ataque a Jon.
—Es un hombre capaz, debía haber sido capaz de defenderse el mismo—Dijo Jorah en defensa de Lord Stark ante la acusación de Jaime. Se había notado molesto cuando se entero, él mismo había ido a ver a Arya por ordenes de la reina y posteriormente busco a Jon, encontrándolo en el bosque tiritando como si estuviera helado, pero con una fiebre espantosa mientras la nieve lo cubría.
—Parece bastante conveniente para los Stark que una vez hecha la alianza su prometido muera y deje a Robb Stark como parte de la realeza—Se quejo el rubio mayor cruzándose de brazos, todos sabían que se había visto sospechoso, pero aún no podían dudar, no públicamente.
—Debo admitir que suena así y atacar a la pequeña Arya suena como una coartada muy buena—Dijo Tyrion de acuerdo con su hermano haciendo que Daenerys suspirara, no quería creer que los Stark, los honorables Stark estaban intentando eliminar a lo que quedaba de su familia.
—Es posible, pero no podemos hacer nada hasta comprobar lo que sucedió, los del norte son muy fieros cuando se les acusa—Jorah intervenía, él mismo había sido del norte, si declaraban como enemigos a los Stark, volvería a pasar lo mismo que en la guerra de los cinco reyes.
—Pero tampoco podemos pasar por alto un acto como este…—La reina por fin hablaba, recordando el rostro pálido de Jon, temblando en su cama y sin Robb Stark a su lado.
—Si me permite majestad, quiero reparar mi salida de la guardia real…—Jaime volvía a tomar la palabra, llamando la atención de todos, su comportamiento extraño había puesto la atención de varias personas sobre él y al parecer, su odio a los Stark seguía vigente. Sin embargo, si los Stark eran realmente los enemigos, necesitarían la alianza de aquellos quienes más los despreciaban.
Robb, mientras tanto, se hallaba junto con su madre analizaba con vehemencia a la mujer Greyjoy. Completamente sana y despierta enfrente suyo, se le veía un poco pálida, perdida, pero definitivamente consiente.
—¿Es verdad lo que dice?—Robb estaba enojado, la habían encontrado cerca del incendio, ebria, completamente perdida en el alcohol y con una cicatriz dudosa en el abdomen.
—Usted no debe dudar de mi palabra—Dijo Asha intentando no tocarse la cabeza a pesar de lo mareada que se encontraba. No recordaba bien lo que había sucedido, solo despertar por sus hombres rodeada de cosas quemadas—Ya he ayudado varias veces al norte para que muestren duda ante mi apoyo—Se defendió, eran los únicos invitados que permanecían aún en esa orilla aislada del mundo a parte de la reina. Los demás y por sugerencia obligatoria de la misma se habían marchado para evitar más escandalo.
—Si me has mentido, tu amistad con la reina no te protegerá—Conminó Robb solemne y ella solo lanzo una mirada áspera y de desagrado por el Stark, no lo conocía del todo, pero no le agradaba las amenazas.
—No es quien para amenazarme Lord—Expresó, tratando de no mostrar importancia a las palabras ajenas. Ella sabía bien que había despertado como la principal sospechosa, pero no permitiría a nadie que la acusara sin pruebas, mucho menos que intentara intimidarla—Y le recuerdo que si a mi no me protege mi amistad con nuestra reina a usted tampoco lo protegerán sus amoríos con mi hermano—La kraken y el lobo se miraron hostiles, ambos tenían armas que usar, aunque, sin dudar, Asha tenía un escudo muy fuerte.
—Por su bien…mi lady—Robb la miro desde lo alto, avanzando hacía ella con pasos regios, aprovechando su fuerte complexión para hacerla retroceder en aquella habitación donde solo ambos estaban—Espero que usted no haya atacado a mi príncipe—Dijo mirando como la mujer pasaba saliva, no tenía miedo de sus amenazas, bien podía tener algo en su contra, pero si ella decidía atacar a Jon, no dudaría en usar a todo el norte para protegerlo.
Cuando ambos terminaron con sus amenazas, Asha escupió al suelo cerca de él, saliendo enfadada del salón principal, incluso empujando a su hermano en el proceso, pero él no la siguió, se apresuro a adentrarse y acercarse a Robb, quien no le quitaba la vista de encima a la mujer.
—Robb ¿Cómo te ha ido?—Preguntó Theon acercándose, les había permitido hablar a solas sin temor alguno, seguro de que su hermana no representaría ningún problema para él, pero en cuanto termino su pregunta sintió como su cuerpo se elevaba ligeramente del suelo, con la mano de Robb sobre su garganta.
—Hablaste con tu hermana de nosotros—Acusó Robb peligroso, indiferente a la actitud de miedo fingido que tenía Theon, él había actuado impulsivo la primera vez y por lastima la segunda ocasión, pero no volvería a errar una tercera.
—Lo…lo siento, no volverá a pasar…—Se disculpó Theon sin saber realmente qué es lo que lo había molestado. Él aún no había hablado del beso en el bosque, esperando todavía a que su hermana se recuperara.
—No, no sucederá—Aseguró presionando más el agarre—y no quiero verte ni a ti, ni a ningún Greyjoy cerca de Jon otra vez—Amenazó dando un último apretón para luego dejarlo atrás.
—…es una mala estrategia la que estas tomando Robb—Su madre se colocó a su lado luego de permanecer silenciosa. Cabizbaja, pensando si debía mencionar el desentierro de Talisa, su hijo ya estaba teniendo suficientes problemas ahora para que mencionara aquello.
—Siempre has estado a mi lado madre, aconsejándome…—Empezó a hablar Robb en camino a su propia habitación, donde Jon aún descansaba por ordenes suyas—y nunca te he escuchado—lo dijo casi como un lamento pero aún fiero por el encuentro con los Greyjoy—tenías razón, volví a arruinar lo bueno que tenía—dijo recordando como lo habían nombrado rey del norte e inmediatamente se había enamorado de Talisa, siendo su amor y egoísmo la causa de su propia caída.
—Robb yo no quise decir eso—Intento aminorar su madre, sabiendo que había sido un golpe duro para ella y había actuado con enfado al ver que Robb podría provocar un conflicto con la corona y los Greyjoy a la vez.
—Lo hiciste madre, pero no te culpo—Habló recordando el aspecto maltratado de Jon en su propia cama y con la compañía de los Lannister, presionando la mandíbula y apresurando el paso—Yo tengo la culpa de todo—Había entregado la oportunidad perfecta no solo a los Lannister, sino a cualquiera para poder romper la alianza con la reina—la última vez cometí el error de elegir a la persona equivocada, pero esta vez no es así—Ambos estaban enfrente de la habitación principal—no dejare que nadie vuelva a pasar sobre los Stark—Se prometía abriendo la puerta de la habitación que ahora compartiría con Jon, mostrando a Jaime Lannister justo a un lado suyo, hablando amenamente.
—¿Qué haces aquí?—Interrogó avanzando rápido y con Catelyn tras suyo, igualmente molesta mirando como Robb recibía un pergamino del rubio.
—Robb, tranquilízate—Dijo Jon con voz firme, aún enfadado con él por obligarlo a permanecer encerrado en su habitación—El estará aquí para supervisar a Arya, aprobará o no su acceso a la guardia real....y también…—El Targaryen desvió la mirada, sabía bien como recibiría la noticia.
—Y será tu escolta real dentro de Winterfell…—La mirada de Jaime y Robb se enfrentaron, Robb con saña y enfado y Jaime tan solo mostrando una sonrisa arrogante, incluso divertida al ver al lobo obligado a aceptarlo.
—Si tiene alguna queja “mi Lord”—Dijo despectivo Jaime, burlón, el jamás había considerado a Robb digno de sus cargos y títulos—puede hablar directamente con su majestad, con mi hermano si le parece menos intimidante…—presionó Jaime, sabiendo que el otro no tenía una sola oportunidad para refutar contra Daenerys después de lo mal que había manejado la situación en su boda.
—Tú…—Avanzo, pero la mano de Jon enfrente suyo, recién levantado del descanso largo se interpusieron entre él y el Lannister, y, para tormento de Robb en defensa del rubio—…Jon…—hablo despacio, dudando de su actitud fiera tan solo al ver la mirada del de negro sobre él.
—Sir Jaime, Lady Stark, permítanme un momento con él—Pidió Jon, haciendo que el rubio saliera obediente junto con una molesta Catelyn, dando una última sonrisa mordaz al Stark mientras pasaba a su lado.
—¿Ahora proteges al mata-reyes?—Preguntó indignado por la actuación de Jon claramente protectora sobre el desertor de la guardia real—supongo que me lo merezco…—dijo lastimado por la mirada que pesaba sobre él.
—No seas necio ni arrogante—Hablo Jon empezando alistarse para salir, no soportaba estar más tiempo encerrado—lo que paso entre tu y tu escudero no tienen nada que ver—afirmó con algo de recncor escondido al recordad el beso entre él y Theon—Ah sido una orden de Daenerys—Dijo llamándola por su nombre por primera vez, siempre lo había evitado por respeto a Robb, sabiendo que el llamarla con tanta confianza despertarían dudas en el otro, pero ahora ya no tenia motivos para reservarse ciertas actitudes—…y estoy de acuerdo con ella, en que un miembro de su confianza y de la mía esté aquí para confirmar que aún sigue en pie la alianza Targaryen Stark—Recalco lo último para imponerse sobre Robb, aún sabiendo que no era del todo cierto que confiaba en el hermano de Tyrion.
—Jon—Robb quería preguntarle acerca de su malestar, el porque fue hallado en tan mal estado, pues Sam había dicho que solo era fatiga, algo que no creyó en absoluto—…si esto te hace sentir seguro…—termino sin atreverse a decir nada más, dejando que Jon saliera sin atreverse a mirarlo a los ojos—…lo siento..—