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Matrimonio de lobos por Bleryaoi

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Notas del capitulo:

 

Hola! siento la demora (no es tanta aclaro XD)

Pero mi trabajo me tiene atada últimamente :/

En fin, espero les guste el cápitulo, vamo algo despacio en la trama pero por fin podre retomar mi ritmo de escritura asi que avanzaremos rapido.

 

Gracias por la espera y todos su comentarios de animo! ;)

Ya no interrumpo....Gracias~

—“De la magia sangrienta lo único que puede nacer es la obscuridad”—Jon murmuraba la frase que había encontrado en ese viejo libro una y otra vez, intentando descifrar el significado de las palabras de Melisandre, ambos habían pactado un trato, pero…el solo debía dar su vida a cambio cuando llegara el momento, no más, no menos…

 

Es un tema peligroso para pasar el rato…—Jon no lo había escuchado llegar y había cerrado el libro de inmediato, pero el hombre, tan confianzudamente como siempre le había quitado el libro de las manos sin dificultad—¿Le preocupa lo que paso la última vez príncipe?—Jaime miro el libro gastado, muy seguramente se lo había prestado su amigo el maestre.

 

Creí que nos llamaríamos por nuestro nombre Sir…—Dijo Jon sonriendo amable, tomando el libro de regreso y empezando a caminar, aún no estaba acostumbrado a la compañía de Jaime, que, de no ser por su entrenamiento con Arya estaría todo el tiempo detrás suyo, como una sombra—No es necesario que estés siempre vigilándome—Le hablo tuteándolo sin miedo a que lo escucharan, era respetuoso sí, pero también sabía comportarse con amigos.

 

Lo es si quiero cumplir con mi palabra a la reina, tiene la mala fama de dejar en cenizas a sus enemigos—Hablo haciendo que ambos soltaran una risa corta—pero…—Jaime detuvo su paso haciendo que el otro lo mirara—es en serio lobo dragón, la magia es un tema peligroso—Por un momento se perdió en la mirada de Jon, no precisamente observándolo a él, más bien, recordando las profecías que se habían cumplido como promesas sobre el destino de Cersei.

 

Jaime—Jon toco el hombro del rubio, haciendo que este despertara de sus pensamientos, parecía a verse perdido en ellos.

 

Solo quiero dejar en claro que es un tema peligroso—Dijo mirando a la castaña Stark avanzar hacía ellos en compañía del Lord de Winterfell—No me di cuenta de que ya era hora de las miradas amenazantes de su hermano—se quejo burlón avanzando con Jon al encuentro de los hermanos Stark.

 

No es mi hermano…—Corrigió sin malicia acercándose a ellos, notando los ojos fríos que dirigía Robb a Jaime. Los primeros días de su estancia había intentado ponerlo a hacer un sinfín de tareas, sin embargo, el Lannister se negó a cada una alegando la orden estricta de la reina y que no era un simple mozo como le había ordenado ser al Greyjoy—Robb—Jon hizo una pequeña reverencia cortes con el rostro, aún no había olvidado lo que había pasado con Theon, pero debía admitir que ya no estaba tan enfadado como en un principio, de hecho, estaba más preocupado por el constante cansancio que sentía y las marcas recurrentes que empezaban a aparecer en su cuerpo.

Es hora de que entrenes a Arya en sus deberes de la guardia real—Habló Robb solemne, mucho más serio y tajante desde que Jaime se había hospedado en su castillo.

 

Me doy cuenta, ¿Qué otra excusa tendrías para alejarme del príncipe?—Atestó sin importarle la hostilidad venidera después de su honestidad. Empezaba a acostumbrarse a sus encuentros con el Stark.

 

No abuses de mi hospitalidad Lannister—Robb pasó a su lado y como si de un intercambio se tratara Jaime quedó a un lado de Arya y Robb de Jon, caminando en diferentes direcciones.

 

El empieza a parecerse cada vez más a mi padre—Comento Arya caminando al patio, apenas recuperada de su última herida, ella misma había insistido en continuar con sus tareas a pesar de la herida sin cicatrizar, excusándose en su entrenamiento para vigilar su casa y averiguar de que había tratado el asunto con la sombra que intento matarla.

 

Un hombre honorable…—Continuó Jaime y Arya le lanzo una mirada dudosa, sabiendo bien el rechazo que tenía el rubio por los Stark, o al menos la mayoría de ellos—…honorable, más no de mi agrado…—guiño un ojo a la menor, dando una última mirada a Jon.

 

La reina le había pedido vigilarlo y entrenar a la nueva integrante de su guardia, pero las palabras de su hermano eran las que realmente le causaban mantenerse alerta todo el tiempo.

 

“—Vamos, no tengo miedo a un par de lobos de nieve—Había dicho Jaime cuando Tyrion lo intervino después de que Daenerys aceptara su propuesta, pero Tyrion movía la cabeza dubitativamente, ese gesto que hacía cuando estaba seguro de sus palabras.

No es de los Stark de quien debes cuidar tus espaldas hermano, ellos siempre atacaran por enfrente, honorable…pero poco efectivo—hablo Tyrion al mayor, mirando discretamente al patio en dirección del hermano mayor de los Greyjoy—es por ellos que debes mantenerte alerta—Murmuro antes de ponerse en marcha nuevamente con la reina, dejándolo en aquel frio y blanco territorio.”

 

A su vez, los varones Stark caminaban uno al lado del otro, alejándose de todos.

 

He notado que te llevas bien con él—Lacónico, Robb avanzaba mirando al frente. Había estado dándole vueltas a todos los problemas que habían emergido desde su boda, incluyendo la estancia de Jaime y nuevamente la de Theon, aunque, él último invitado lo había pedido el mismo, era mejor tener un rehén en esos momentos tal cual su padre había hecho. Asha había demostrado sus intenciones faltando a su boda y siendo la principal sospechosa de todo el ataque.

 

—Robb…—Murmuro su nombre, era verdad que charlaba mucho Jaime, pero no era precisamente por gusto, apreciaba su compañía, por supuesto, pero le hacía bastante difícil mantener su compostura cuando el cansancio lo atacaba, o una herida se mostraba en su cuerpo—Debes concentrarte más en tus deberes que en las personas con las que me relaciono—puntualizo sin entrar en detalles, de cierta manera agradecía la riña que habían tenido, no se había mostrado desnudo a Robb en ninguna ocasión y el otro se mostraba respetuoso con esa decisión, probablemente adjudicándolo a su pelea.

 

Parte de mis deberes como tu compañero es protegerte—Jon detuvo un momento su paso, pero lo retomo inmediatamente, casi sin ser percibido, no acostumbraba usar esas palabras, eran palabras que no aceptaba del todo, para él, Robb seguía siendo Robb, sin ningún titulo que lo definiera.

 

—¿Qué informes te han dado?—Preguntó Jon después de soltar un suspiro, no terminaba de acostumbrarse a la “relación” que llevaban desde que inicio su compromiso.

 

Me doy cuenta de que desvías la conversación Jon—Dijo completamente seguro de que así era—pero están hablando de hombres negros en los alrededores…tus hombres hablan de demonios…—Contestó y Jon supo inmediatamente que se refería al pueblo de los hombres libres—no han hecho nada llamativo, nada que un ladrón no pudiera hacer…sin embargo…—él ya había pasado por eso una vez, no había creído en los “cuentos de la tata” y habían resultado tan reales como sus propias manos.

 

—…debemos prepararnos…—dijo Jon. Aunque realmente no sabía a quien recurrir, las hechiceras rojas para él no eran una opción, ni siquiera para la corte, Varys y la misma Daenerys desconfiaban de todas ellas—podríamos…—pensaba seguir hablando pero su mirada empezó a ponerse borrosa, haciendo que frotara uno de sus ojos para poder estabilizar su visión, cada día era un dolor distinto mezclado con agotamiento y sueño.

 

—¿Qué sucede?—Se apresuro el cobrizo al notar su gesto—has estado actuando extraño…—Dijo negándose a dar un paso más. Jon no lograba engañarlo pese a todo el esfuerzo que ponía en ello, incluso había desistido de algunas misiones de reconocimiento.

 

Es solo cansancio…—Afirmo dando el paso nuevamente, no se sentía del todo mal, solo había momentos en los que sentí a como si toda la energía que tenía al despertar desapareciera de un momento a otro.

 

—¿Ya no estas acostumbrado al invierno?—Preguntó Robb, no como una burla, ni como un juego, sino como una duda sincera y sin ofensa, sabía que Jon, a pesar de su linaje Targaryen, era un norteño hecho y derecho, le sorprendía ver los ligeros temblores que ocultaba bajos su capa o los movimientos rígidos que tenía en sus entrenamientos con el frio invernal.

 

—¿Cuál es tu opinión de la magia Robb?—Preguntó Jon súbitamente y sin mirarlo. Sabía que él había sido obligado a cumplir un trato con Melisandre, un trato del que no había querido hablar a nadie y que no había logrado cumplir, pero quería saber que es lo que opinaba de ella, al menos de lo que se provocaba con su magia.

 

—…creo que es peligrosa…—Robb hablo serio, los Targaryen eran famosos por su sangre “mágica” o al menos tenían esa creencia, pues eran los únicos capaces de domar dragones y pasar por el fuego sin quemarse, sin embargo, la misma familia real, rehuía a tratar con magos y brujas—pero lo que me preocupa en realidad son las personas que la usan—sabía que en manos de la joven reina no era un peligro, al menos no en ese momento, pero en manos de brujas o hechiceros era algo a lo cual debía temer.

 

Eres más sentado que antes—Elogió Jon con cierto alivio, le preocupaba que tomara sus palabras como simples tonterías o cuentos.

 

Jon, soy un hombre común y yo no vi a la magia directamente como lo han hecho tu, Arya, Bran o tu amigo el maestre…—dijo tomando su hombro y presionando con poca fuerza—pero creo plenamente en cada una de tus palabras y si crees que debemos prepararnos, estoy totalmente de acuerdo contigo—Jon lo miro sorprendido, no esperaba esa clase de apoyo de parte de él-

 

Gracias Robb—Aún intrigado por el cambio que había tomado la conversación. No podía negar su alivio, pues, desde su reencuentro no había tenido la oportunidad de ver sus cualidades como líder.

 

Y, por favor—Pidió el de ojos claros, acercándose —confía en mi como yo en ti—Jon asintió, lo que había pasado entre ambos no debía ser causa de desconfianza a la hora de tomar decisiones respecto a su gente.

 

De acuerdo—Robb sonrió, dando una especie de aprobación con un gesto de su rostro, empezando a retomar el paso a su lado, ambos conversando de diferentes asuntos como lideres que eran y dejando a un lado, al menos por el momento su relación.

 

A lo lejos, dos mujeres conversaban de los últimos sucesos en Winterfell

 

Al menos ya se sonríen otra vez…—Comentó Sansa a un lado de su madre, mirando de lejos a sus dos hermanos. Jon en un principio lo había evitado por completo, y Robb no había hecho otra cosa que acercarse, provocando más rechazo de parte del ex cuervo, pero ahora lucían mucho más tranquilos.

 

Robb podrá ser obstinado, pero también es como tu padre…sabe cuando debe dar espacio y cuando acercarse…—Murmuro Catelyn con cierta nostalgia al ver como Jon le sonreía a su hijo, aunque era un sentimiento bastante opacado por las noticias que había recabado junto a su hija. Por fin habían logrado encontrar el cuerpo de la ex mujer de Robb, pero para miedo y desgracia de los Stark, ese alguien que profano su cuerpo, también extrajo los restos de su hijo no nato, abandonando a la mujer sin vida como si se tratara de basura.

 

—¿Cuándo les diremos sobre Talisa?—Preguntó sombría Sansa, Robb empezaba a sospechar de sus acciones y no ocultaría por más tiempo algo de lo que su hermano tenía derecho a saber.

 

Mañana, deja que Robb y el Snow se reconcilien—Confirmo Catelyn a su hija mirando como su hijo se alejaba con Jon a su lado.

 

De acuerdo…—Contesto Sansa sorprendida por la tranquilidad con la que hablaba su madre de Jon, al parecer, por fin lo estaba aceptando en su familia.

 

Iré a descansar—Catelyn se alejo de su hija, avanzando a pasos lentos por todos los alrededores de su castillo. Mirando cada mesa, cada ventana y el suelo de madera, todo dentro de ella estaba dañado, pero allí seguía…demasiadas guerras, demasiado fuego. Un milagro en verdad el verlo mantenerse aún en pie, uno que agradecía poder mirar.

 

Era una pena que debiera dejar de admirar su fortuna para comunicar otra desagradable noticia a su primogénito. Apenas habían sobrevivido a otra adversidad y ya debía ensombrecer su andar, aunque…ya pensarán como arreglarlo, estaba segura de que Robb era fuerte y si languidecía, seguramente Jon Snow le ayudaría a sobrellevarlo.

 

Me estoy volviendo vieja…—Suspiro con una cortes y pequeña sonrisa al pensar en el Snow. Sin embargo, antes de que pudiera seguir con sus pensamientos, miro al Greyjoy salir del castillo, haciéndola enfadar nuevamente. Desde que Robb le había permitido quedarse nuevamente parecía más un invitado que el mozo que había prometido ser—¿A dónde va cada día?—Preguntó Catelyn a uno de los guardias.

 

Mi señora, es algo vergonzoso de decir, pero ese hombre siempre se dirige al burdel—Catelyn frunció el seño, los rumores de la mutilación de su hombría fueron confirmados por Sansa—…todos sabemos que no puede gozar de esas mujeres, no sé como puede estar allí…—Agregó el guardia casi avergonzado haciendo recordar a Catelyn las veces que Little Finger había conspirado en contra de su esposo.

 

Acompáñeme—Ordeno siendo seguida por el guardia de cerca, tratando de ser lo más sigilosos posibles al seguir al Greyjoy. Ella nunca confió del todo en ese muchacho y no fue una sorpresa ver como el joven kraken se desviaba de su camino al burdel para ir a un lugar más lejano, una especie de casa a las orillas del pueblo y a los inicios del bosque—¿Quién es esa mujer?—Preguntó Catelyn afilando la mirada al ver al Greyjoy recibido por una anciana.

 

Mi lady, debería ir yo solo—Dijo el guardia haciendo que la mujer asintiera mientras dejaba al hombre colarse en esa casona, no debería ser problema un joven desarmado y una mujer vieja para uno de sus guardias, sin embargo, la preocupación no desaparecía solo se acrecentaba con el murmulló solitario del viento y cada minuto que su guardia pasaba sin regresar.

 

No fue una buena idea quedarse sola mi lady—Catelyn dio un salto al escuchar la fría voz de un hombre a su lado, girándose para encontrar un hombre totalmente de negro, sacando una daga de su manga para atacarla rápidamente, cortando sus brazos cuando esta se cubrió para defender su lastimado rostro—Mi lady…—Dijo el hombre con un deje de decepción cuando la mujer intento tomar sus muñecas para detenerle—¿Tanto le molesta volver a verme?—Habló de nuevo con ese tono norteño y lóbrego que tanto le caracterizó una vez.

 

—¿¡Cómo sigues aquí!?—Pregunto exigente la antigua dama de Winterfell, notando la sonrisa fría del sujeto delante de ella, sus ojos eran obscuros como una joya maligna y su piel estaba ennegrecida por manchas de enfermedad, pero su sonrisa estirada y macabra seguían allí—¿¡Qué es lo que estas haciendo con el Greyjoy!?—Pregunto nuevamente la dama haciéndolo reír.

 

¿Yo? ¿Con el Greyjoy? El se encuentra a años de poder servirme—Su nariz se arrugo ante la mención del isleño, pero su sonrisa no desapareció, era una mezcla de asco y arrogancia la resaltaba su rostro podrido.

 

Catelyn lo miro con rabia, sacando una vieja daga de su manga, cortando la garganta de su enemigo, pero no guardo silencio.

 

No—La mujer tambaleo en sus piernas y sus manos se bajaron. Otra vez se hallaba mirando al vacío.

 

Si…—El sujeto sonrió, la sangre no brotaba por su piel azulada—Y esto solo es el inicio, pronto su futura nieta nos pertenecerá…al igual que su hija, su hijo y todo lo que quede de su familia—Catelyn dio una paso para atrás e intento correr a la cabaña donde el guardia había desaparecido.

 

Caminando a tropezones en el camino cada vez más nevado. Azotando la puerta amadamada con sus manos al escuchar la risa del hombre que la perseguía.

 

—¡Corra! ¡Corra!—Catelyn cayo de rodillas cuando la puerta se abrió súbitamente ante ella.

 

Dos pares de ojos la miraban desde lo alto. Los de una mujer abrazando su vientre frente a la chimenea y los de su guardia decapitado.

 

—¡Tu!—Ella mascullo al ver a Theon de espaldas a ella, pero mostrando las manos sucias de sangre—Otra vez nos traicionaste—Ella ni siquiera se levanto del suelo al escuchar el quejido adolorido de Theon.

 

¡Toda la culpa la tiene Jon Snow!, Sino fuera por él, todos en Winterfell seriamos felices—Dijo Theon crespo y alterado, mientras al hombre que iba detrás entrar sin cuidado a la cabaña.

 

Ya se acabaron los juegos—El hombre ladeo su rostro y cuello casi disfrutando de lo que estaba por hacer. Levantando por el cabello a la vieja dama que ni siquiera gritó mientras levantaba con gracia y ansiedad el cuchillo en sus manos.

 

—…lo siento…—La Stark cerro sus ojos y murmuro al aire, recordando las veces que había culpado al niño bastardo en vez del al Greyjoy, el mismo “bastardo” que había protegido a su familia en incontables ocasiones y que le había dado su palabra  para cuidar de ellos nuevamente—…lo siento Jon Snow…—Las palabras murieron en el viento helado mientras un golpe seco se escucho en la cabaña.

 

La muerte por fin había llegado y estaba asentada en las puertas de su casa.

Notas finales:

Realmente espero no haber tenido tantas faltas de ortografía XD, si es así tratare de darle una segunda revisada o hasta tercera revisión en los proximos capitulos.

 

Gracias! y nos vemos hasta la proxima! 


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