Los días corrieron con velocidad al igual que los lamentos de Theon, él rogo a Robb su atención, pero no logro hacerlo cambiar de parecer, incluso se negó aún más a atender sus demandas, no anularía la batalla, no cuando el la provocó, “debes aprender a hacerte responsable de tus actos Theon”, esas fueron sus palabras cuando le pidió cancelar todo—¡Maldición!—El enfadado se notó en su voz y en la pared contra la que estrelló su puño, Melisandre no estaría para ayudarlo esta vez y para colmo, el otro Lannister había llegado a Inverlandía.
—Si quieres rendirte es mejor que lo hagas de una vez a esperar a la humillación pública—El último hombre en quien pensó estaba justo frente a él, burlándose como siempre que tenía la oportunidad desde que llego al castillo como invitado.
—No puedo, Robb me lo ha prohibido—contestó a regañadientes sin querer darle la cara, no lo toleraba, mucho menos después de las constantes humillaciones que recibió irónicamente en ese mismo territorio.
—¿Por qué te importa tanto ganarle a mi hermano? No recibirás nada que no tengas ya, ¿o si?—preguntó Tyrion analizando cada gesto del isleño. Notaba las armas de aquel lugar todas cambiadas de su respectivo puesto, él hombre quería ganar, pero… ¿Qué es lo que podía hacer Theon Greyjoy en contra un caballero como Jaime?
—Eso no es de tu incumbencia enano—negó, recordando su beso en el bosque con Robb Stark, sino le quería no lo hubiese besado, no lo hubiera dejado entrar, no le hubiera dado la oportunidad de recuperar el honor en ese combate—Aún tengo oportunidad de ganar—aseguró para empezar una nueva búsqueda en ese sitio, algo que pudiera contrarrestar la espada de su enemigo.
—Puede que sea verdad pero dudo que con tu victoria ganes más afecto de Lord Stark—Tyrion incrusto sus palabras como si fueran una lanza precisa en el corazón de Theon y este quiso escupirle.
—Vete de aquí, estoy seguro que nuestras mujeres requieren tu presencia—enfrentó Theon con orgullo y odio, posando su atención en un arco colgado en la pared, tal vez no fuera el mejor en la espada, pero el arco nunca le fallo en el pasado.
—Como gustes…—Tyrion salió de la armería acariciando sus brazos para calentarse, realmente era un clima terrible, incluso peor que cuando lo dejo meses atrás, no sabía como Jon y su hermano soportaban todo es frio sin un buen fuego o una buena compañía.
—¿Qué hablabas con él hermano?—preguntó Jaime alcanzándolo y emparejándose a su andar, faltaban pocos días para el encuentro y ese sujeto no salía de la armería más que para ir a la torre de los cuervos.
—Nada especial, solo confirmaba una pequeña sospecha—Jaime levanto una ceja, interrogando con una expresión aquello a lo que se refería su hermano—Lord Stark planea algo—aseguro con sus palabras y Jaime rio con un vago “eso ya lo sé”—¡ah!—exclamo el más bajo con orgullo por su inteligencia—¿Pero qué?—preguntó como en uno de sus tantos juegos de adivinanzas.
—¿Por qué quiere deshacerse de su amante?—Jaimeironizó la pregunta como si fuera lo más obvio del mundo, aunque, por la expresión de su hermano, probablemente estaba equivocado.
—¿Y para eso también necesita viajar al nido del águila?—La sorpresa en el otro no pudo ocultarse. Tyrion daba esa típica mueca entre sonrisa y auto aclamación, el rubio mayor no estaba enterado de nada de eso a pesar de haber guardado el secreto de Jon…—Me informaron recientemente del plan de viaje de Lord Stark—Jaime pensó en los espías de su hermano y la araña, ellos crecieron bastante en su ausencia y ahora, con lady Stonheart muerta, no había quien protegiera los secretos de Inverlandia—Justo cuando termine este torneo planea llevarse a Jon al nido del águila sin siquiera consultárselo a la reina—Tyrion se mostro con una serenidad digna de la mano de la reina, sin embargo, logro verse su inconformidad respecto a las acciones del Stark.
Ni él ni la reina estaban felices con los últimos acontecimientos surgidos en su pequeño reino. De nada le servía tener a los guardianes del muro de su lado si el mismo Norte se deshacía por su propia gente. Ella le entregó a Jon no solo para formalizar su pequeña alianza, también lo hizo para apaciguar el ajetreo y odio generado cuando eligieron nuevamente a Robb Stark como el señor del norte, sin embargo, su respuesta era tan favorable como la que recibió en un principio de los ciudadanos de Qarth.*
—¿Y por eso has venido aquí?—dedujo el rubio sin pararse ni un momento, no deseaba que nadie escuchara la conversación, no cuando sabía de sobra que el hermano de Jon lo vigilaba aún más desde que acepto el encuentro—¿Para hacer la voluntad de la reina?—concluyó esperando la confirmación de su hermano.
—Es el trabajo de la mano hermanito—El menor se despabilaba, pensativo, planeando que hacer. Su reina fue clara con su petición “Trae a Jon de vuelta”, más no hablo de sus intenciones ni el porque de ella, posiblemente intentara mantener al príncipe a salvo, tal vez estaba rompiendo su relación con el Stark o…quizá, esa fue solo una prueba para la casa de los lobos…ver si en realidad podían hacerse cargo y habían fallado…, no lo sabía, en muchas ocasiones, por más que la aconsejara, no conocía con certeza que es lo que pasaba por la mente de su reina.
—¿Y para que me necesitan?—preguntó con curiosidad el más alto, dudaba que su hermano se hubiera conmovido repentinamente por los sentimientos que tenía hacía Jon y quisiera apoyarlo en su reclamo para alejarlo de Robb, especialmente después de su despliegue de brusquedad con los prostitutos de Kings Landing.
—Querido hermano, en que mal concepto me tienes—se quejo la mano sin dejar de caminar—La Greyjoy ha estado causando problemas…—habló esta vez mucho más bajo, como si temiera ser espiado—necesito tu ayuda, tal como te lo dije, necesitamos sacar a Jon de aquí—Jaime hizo una mueca de disgusto encarándolo.
—Eso eh intentado desde el principio y créeme que si hubiera tenido un plan ya lo habría puesto en marcha—Confeso algo irritado acercándose al rostro de su hermano burlándose de sus susurros, pues el en varias ocasiones pidió el apoyo de la realeza y esta hizo caso omiso.
—¿Y qué hay de esto?—pregunto el enano tocando a guarda-promesas y causando la defensiva de su compañero de caminata—el torneo te concederá un premio bajo la palabra jurada de Lord Stark, podemos aprovecharnos. ¡No!—corrigió—debemos hacerlo—declaró como una encomienda.
—¿Y que pretendes? ¿Que rapte a Jon? ¿O qué pida el permiso para llevarlo conmigo a King’sLanding?—se burlo con sarcasmo, en su vida su hermano lo había fastidiado tanto como en esa ocasión.
—¡El reino esta en peligro por culpa del norte!—le reprendió Tyrion con dureza por su falta de interés y Jaime guardo recupero la postura, tornándose serio y con dudas.
—¿De qué estamos hablando exactamente?—puntualizo tratando de entender, estaba seguro que nadie de ellos había delatado el pequeño secreto que ahora se guardaba en las tierras de nieve.
—Los Greyjoy son peligrosos, tienen más aliados, la propia reina lo sabe, pero Jon es demasiado terco para obedecer, se quedara a proteger al norte sin importar consecuencias—Jaime se quedo pensativo, era cierto Jon tenía un carácter demasiado loable—te advertí de ellos antes de marcharme…—murmuro para si mismo.
—¿Y qué propones?—preguntó el rubio tratando de ayudar a su ultimo familiar viviente.
—¿Qué es lo que piensa Lord Stark que pedirás?—preguntó pensativo caminando de ida y vuelta sobre un punto fijo, intentado descubrir algo que fuera de utilidad.
—Cree que pediré que desarmen al Greyjoy—confesó con cierto desinterés, se había visto envuelto en un combate que no le hacía ganar prácticamente nada.
—¡Jum! Para no saber nada de política fue un movimiento astuto—se quejo Tyrion del movimiento del lobo—usar a un odiado Lannister para desarmar a un amigo de la reina sin que el tenga nada que ver en la decisión—La astucia del lobo le sorprendía, ensuciar a dos oponentes para después alejarse de la contienda como si no hubiera tenido nada que ver.
—Que puedo decir, aprender rápido—farfullo Jaime sentado en su banquillo, el no detestaba a Robb Stark, pero debía admitir que el destino lo ponía una y otra vez en su camino, como un obstáculo molesto del cual debía deshacerse.
—¿Qué hay si pides un tiempo?—preguntó Tyrion—un tiempo corto para que Jon visite Kings Landing—La mente dotada del Lannister maquinaba plan tras plan solo para cumplir las palabras de su reina.
—Jamás lo aceptara, quedara como un idiota si permite que Jon se marche conmigo enfrente de toda su gente—Ambos se quedaron en silencio un momento, ya sin gente a su alrededor, si Jaime no hubiera echo un reclamo a la voz del pueblo, todo sería mucho más fácil.
—El carácter de los norteños es todo menos simple—volvió a quejarse el enano.
—No es tan complicado, solo es una rabieta, quiere usar mi mala reputación para empolvarla un poco más—Tyrion ladeo la cabeza como si estuviera molesto por como actuaban en contra de su hermano, pero no hablo al respecto, Jaime era lo suficientemente fuerte para dejar que esas bravuconerías lo afectara—y si muero, estoy seguro que será aun más feliz—murmuro Jaime también pensado en un plan, pero noto el brillo en los ojos de su hermano.
—Creo que tengo una idea—
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—¡No!—resonó en la paredes del pasillo de piedra. Ambos caminaban en la parte superior del castillo, la que usaban para vigilar. Jon se veía mejor que los días anteriores, más recuperado, con un tono, aunque lastimado por el clima, mucho más saludable que en los últimos días, incluso tenía más energía, pero a pesar de todo eso, la petición de su supuesto amigo ahora le hacían enfadar, ¿En un principio lo querían lejos de Kings’Landing y ahora añoraban su regreso?
—Tu reina quiere verte y si mal no recuerdo aun perteneces a la familia real—regaño Tyrion por un momento y Jon se detuvo, indignado por el comentario.
—Yo también pertenezco a la familia Stark—contestó bajo, como si se tratase de un niño, o un soldado novato quien fue reprendido.
—¿Eso lo dices por tu padre Eddar Stark o por tu matrimonio con su hijo?—Interrogo el enano apuntando directamente a las dudas del moreno, si bien parecían tener una relación aceptable, estaba totalmente al tanto de las disputas que tenían y de los sentimientos o mejor dicho la falta de ellos, que tenía Jon hacia su matrimonio.
—¿Qué es lo que deseas?—preguntó Jon, evadiendo la pregunta de la mano, el no ganaría una batalla de argumentos, no contra Tyrion Lannister.
—¿Yo?, yo deseo muchas cosas Jon, una vida larga y plena, mujeres bellas que calienten mi pecho, vino, mucho vino…—el largo discurso no contentaba al viejo cuervo y su paciencia se agotaba, por lo que Tyrion muy a su pesar tuvo que seguir la conversación—El estar en el norte te ha devuelto malos hábitos Jon—acusó por su falta de amenidad—La reina desea hablar unos asuntos privados contigo y yo pronto abriré mi viñedo, así que es la ocasión perfecta para que salgas por un momento de esta tumba helada—Tyrion fue mordaz, un atributo que solo mostraba cuando hacía algo a regañadientes.
—Lo pensare—fue lo que contestó el moreno sin siquiera esperar a que el otro terminara su conversación. Aun no terminaba ni siquiera ese torneo que cada vez parecía más ridículo y ya tenía un nuevo problema.
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—Necesito su ayuda…—Volvió a pedir el Greyjoy con las rodillas y las manos en el suelo, suplicante.
—No tienes ni una pizca de honor—expreso una voz severa y femenina al ver como el hombre se inclinaba ante ella sin pensarlo dos veces, aprovechando para dar una pisada cerca de una de sus manos—¿Eres arquero no?—preguntó sabiendo la respuesta—Si acabo con tus manos tu única oportunidad contra el Lannister se desvanece—dijo de nuevo esta vez agachándose a la altura del hombre para clavar un cuchillo justo entre sus dedos, haciendo el hombre retroceder—Tienes suerte…—murmuro la mujer poniéndose nuevamente de pie antes de enfundar su cuchillo en la vaina de su cadera.
—…Me…me ayudaras?—quiso asegurarse el kraken y la mujer sonrió, pareciendo dulce y amable.
—Tráeme tu arco mañana antes de la batalla y tendrás tu oportunidad Theon Greyjoy—el mencionado no pude hacer nada más que suspirar aliviado y salir de la cabaña, al menos le demostraría a Robb Stark que era capaz de asesinar a uno de sus enemigos.
—Eso fue fácil Tyene*—Murmuro otra mujer saliendo de entre las sombras, completamente cubierta con una capa de piel al estilo del norte.
—Es un idiota y esta desesperado, no esperaba que fuera difícil—confirmo la joven y bella mujer a su hermana—Ahora solo debemos esperar y largarnos antes de que las cosas se pongan feas—
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La noche paso y el día del torneo por fin llego mientras Robb Stark caminaba orgulloso al lugar del evento, todo parecía prometedor para el castaño, Jon a su lado apoyando sus decisiones, el invierno pasando no tan cruelmente por su casa, la gente feliz…todo marchaba bien, incluso existía la posibilidad de que Theon retornara pronto a su tierra, dejándolo solo para lidiar con los Lannister entrometidos y el asunto de Jon—Se le ve feliz mi Lord—comento Tyrion caminando también a su lado como invitado de honor que era.
—Es un buen día Lannister—confesó mostrando una sonrisa satisfecha, hace mucho tiempo no celebraban como aquel día, las personas reían y se divertían por los combates y justamente poco antes de ir a la inauguración, la respuesta de su primo en el nido del águila le había satisfecho, aceptarían a Jon en su fortaleza por el tiempo necesario.
—En verdad lo es—termino Tyrion bajo la mirada indiscreta de Jon, notando como la gente del norte se rendía ante la actitud del castaño, entendiendo un poco las decisiones de su reina, Robb Stark no era un estratega prodigioso, pero un buen líder, amado y querido, tanto como la propia Daenerys y, ciertamente, si decidía revelarse en contra de ella, se volverían un peligro arrasador. Afortunadamente, ese día al menos, solo serían espectadores de un par de juegos.
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Los tres caminaron bajo los vítores de la gente, por primera vez en mucho tiempo animados por los juegos que se celebrarían en honor a Catelyn Stark, sus guerreros estaban de pie, ansiosos por demostrar que eran los mejores y recibir los favores de su líder, el viejo rey del norte.
—¿Qué es lo que sucede?—preguntó Jon a un lado de Tyrion mucho más claro que la primera vez reconociendo el nerviosismo del más bajo mientras Robb daba sus palabras de inauguración.
—Asha quiere revelarse—Jon trato de no sorprenderse ante la declaración tan precipitada de Tyrion, no lo creía, esa mujer había demostrado ser una aliada confiable y fuerte, precisamente por ello debían soportar a Theon—quieren la cabeza de los Lannister en una lanza—Jon paso saliva, eso era una declaración osada.
—Por eso estas tan nervioso…—murmuro avistando en dirección del rubio que se batiría en combate con la casa del Karaken.
—¿De qué están hablando?—preguntó Robb sentándose justo en el medio de ambos haciendo que se acomodaran en su respectivo asiento mientras los primeros combates avanzaban.
—Nada, simples cuentos de burdel—contesto Tyrion desviando la conversación con velocidad, Jon le reprocho con un gesto por aún no confiar en Robb, pero debía admitir que las últimas decisiones de su antigua hermano no dejaban el camino libre para eso.
—¿Te ha dicho Jon que desde los 14 no ha ido a un burdel?—Las palabras tomaron con la guardia baja a los escuchas, no esperaban que realmente Robb siguiera una conversación como esa.
—No lo sabía, pero es algo que tomare en cuenta de ahora en adelante—Se rio Tyrion burlándose de Jon, controlando un poco su ansiedad y siguiendo la conversación casi amena que le brindaba el anfitrión a lo largo de los combates, alegrándose más cuando Sansa llego a su lado para conversar casi en el cierre del evento.
—Sigue el combate de Jaime—menciono Sansa mirando a lo lejos el festejo de su hermana menor ante la victoria contra un hombre casi el doble de su tamaño.
—Lo sé—contestó Tyrion nuevamente nervioso por el bienestar de su familiar, sus manos temblaban ligeramente obligándose a entrelazarlas para no llamar tanto la atención.
—Su hermano es un buen guerrero, debería tenerle más confianza—Habló Robb alto, siendo escuchado por los presentes, ganándose una mirada incomprensible por parte del enano y de Sansa, al parecer sus palabras fueron interpretadas como una mofa y no como confortables.
—Su amabilidad no es necesaria mi lord, se bien que el único beneficiado por este combate es usted—Robb frunció el seño al ganarse las miradas indiscretas de algunos caballeros cercanos a él. Tyrion Lannister estaba legítimamente preocupado por el bienestar de su hermano y había lanzado una acusación bastante punzante, algo que no toleraba, no después de haberlo tratado como un miembro de su familia por petición de Sansa.
—No voy a discutir mis decisiones con usted, no a menos que la reina me lo ordene personalmente—aclaro Robb antes de que sonara demasiado desleal ante la atención ya preocupada de Jon, sin embargo los oídos del de negro habían escuchado sus palabras con alarma—¡Que empiece el combate!—ordenó Robb desviando la atención de él.
—¡Este combate es por usted, mi lord, un verdadero hombre del norte!—dijo Theon clavando la espada en su pecho, y mostrando el arco con su zurda, dedicándoselo. Robb levanto una mano, agradeciendo, sin embargo se percato del disimulado intento de desacreditar a Jon por su sangre Targaryen.
—Si ese es el caso…—mustio Jaime, mirando a Tyrion y dándole una sonrisa mientras cabeceaba para darle tranquilidad, pero pasando sus ojos a Jon—¡Este combate es por la reina de Westeros! ¡Y por su príncipe elegido!—gritó Jaime, pero esta vez no hizo reír nadie, ni siquiera logro el enfado de Robb, debía admitir que estaba aprendiendo a controlarse en público.
—Tch—chasqueo Theon al ver robado su atención por el rubio.
—Espero que puedas durar más que la última vez—Jaime habló en voz alta, ganándose la risa del publico, era verdad que poco a poco, al menos los hombres libres parecían tomarle aprecio, especialmente cuando estaba bajo la gracia, de hombres tan influyentes como la reina, Jon y su hermana. No desaprovecharía esa oportunidad para sacudirse un poco la negatividad de la gente.
—Cállate miserable Lanniste—Theon rodeaba la arena de combate como si fuera un circulo, lo hacía con premura, como si buscara acabar con todo lo más rápido que fuera posible.
Mientras tanto, Jaime se dedicaba a vigilar el cuerpo completo de su enemigo, sabía que tenía todas las ventajas, pero su hermano tenía razón en algo, Theon era un tramposo, no tenía ni un ápice de honor en todo su cuerpo y no tardo en demostrarlo cuando corrió lejos de él para tener toda la distancia que pudiera tener y empezar a lanzarle flecha tras flecha tomando por sorpresa al rubio, quien esquivo con habilidad y se cubrió con un escudo recibiendo solo arañazos por la buena puntería contraria—Cobarde—farfullo Jaime acercándose poco a poco al Greyjoy.
—¿Quien le ha permitido usar dos armas?—Preguntaron al aire,la preocupación de Jon y Tyrion empezaba a contagiar a Robb y el ver el poco miedo en los ojos de Theon le hacía dudar más sumergiéndose en sus pensamientos hasta que el primer choque de espadas lo hizo reaccionar.
El león había acortado la distancia en un desplegué de movimientos coordinados y precisos, empezando con el intercambio de golpes con su enemigo. Theon, guardando su arco, usaba la ventaja de ambas manos para golpear con más fuerza, como si quisiera degollar una cabeza, no fanfarroneaba, se limitaba a pelear, como si algo más importante que si vida dependiera de eso.
—Bien…—murmuro y felicito Jaime y en sus adentros, admitía que si Theon no hubiera perdido cuerpo en su estadía como esclavo de los Bolton lo consideraría un guerrero peligroso—…pero…—Jaime se limpió el sudor—las ventajas que tienes por ser el amante ese niño no son suficientes—La expresión de los presentes empezó a turbarse, escucharon rumores acerca de Robb y del arquero, pero jamás alguien se había atrevido a decir algo de manera tan desvergonzada.
Robb apretó su puño en el recarga-brazos y Theon giro a verlo, reprendiéndose a si mismo por haberlo echo, pues los murmullos empezaron a elevarse junto con la risa de Jaime.
—¡Sucio Lannister!—grito Theon después de dar un alarido, las primeras gotas rojas se derramaban y eran por parte del león, su brazo sangraba por la punta de una flecha. Robb se mantuvo en silencio, atento a cada golpe cada giro, sintiendo nerviosismo cada que escuchaba el metal chocar, helando su sangre ante los movimientos cada vez más precisos de Theon en contra del rubio.
—No…él no es más rápido…—murmuro Robb para si mismo, notando como Jaime parecía mucho más lento que en un principio y a Theon mucho más agresivo y descuidado, como si estuviera seguro que el otro no sería capaz de contraatacar.
—¡Jaime!—Tyrion estaba de pie, su hermano estaba en suelo recibiendo golpe tras golpe con la flecha aún clavada en su brazo derecho, lograba bloquear las arremetidas, pero…por cuanto tiempo más lo lograría?
—Ríndete o morirás—Theon había dado un golpe preciso en su escudo, lanzándolo lejos de una patada y advirtiendo en voz baja cerca del rubio.
Jaime lucia cansado, anonado, estaba en el suelo, recordando como alguna vez fue cautivo casi un año por un simple niño que lloraba la muerte de su padre, un niño que ahora lo usaba como una diversión, ¿Qué diferencia tenían ahora con Jofrey?—…yo…—elevo ligeramente la voz mientras su vista se nublaba ¿esos efectos…?—
—¡Habla Lannister! ¡Acepta tu derrota de una vez!—exigió Theon con rencor, pateando a su enemigo en el brazo herido retrocediendo con cierto temor cuando el rubio empezó a toser sangre.
—Veneno…—Sansa sintió horror ante la escena comprendiendo todo—¡Theon hizo trampa Robb! ¡para esto!—le grito Sansa a un Robb que parecía pasmado, el había permitido que Theon llevara su arco…
—¡Robb!—el grito de Jon levantándose de su lugar alerto al rubio de su posible derrota y lo hizo girar para no recibir otro golpe, recordaba bien los efectos; su hija Mirsella había muerto por lo mismo.
—¡Jaime!—la voz de su hermano y Jon lo hicieron levantarse, no moriría, no estaba destinado a ello, a el aún le faltaba ser recompensado por todo lo que le habían arrebatado.
—¿Qué…?—Theon se hizo para atrás, no logro evitar girar su rostro al escuchar como todos le reclamaban a Robb—…maldito!—ofendió al rubio cuando este se abalanzo contra el quitándole la espada, golpeando con ambas manos el rostro del isleño, podía escuchar el auge de la gente, como lo animaban a ganar contra un tramposo…era la primera vez que lo vitoreaban de verdad…como si tuviera honor…
—¡El combate acabó!—El grito de Jon se elevo entre todos, Tyrion se acerco corriendo a su hermano junto con Sansa y el maestre, ambos cargando frascos con ellos Jaime no lo notó, pero había empapado a Theon de su propia sangre mientras lo golpeaba.
—¡Has interrumpido mi combate!—el kraken estuvo a punto de quejarse e ir en contra del caído pero Jon se atravesó con garra en mano, dispuesto a pelear de ser necesario—…bastar…—Los ojos de Jon se agrandaron cuando el sonido seco de una bofetada puso la atención de todos encima del señor de inverlandia. Robb acaba de abofetear a Theon enfrente de todos.
—Lárgate de mi castillo—El rencor se escucho en el Stark—si aún estas aquí al anochecer veré que te cacen como si fueras una bestia—amenazo Robb severamente, con los ojos encendidos en fuego, ganándose la mirada asustada del Greyjoy ¿Acaso no sabía las consecuencias de lo que acababa de provocar?