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Matrimonio de lobos por Bleryaoi

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Notas del capitulo:

Hola, espero que hasta ahora les haya gustado la historia! 

 

El enano avanzo tan rápidamente como pudo a los aposentos de Varys pues las palabras de su hermano, aunque alcoholizadas y ridículas, le causaban malestar. Tan pronto llegó, conto todo lo sucedido o al menos lo que recordaba al eunuco, quien, a pesar de todo, no se había molestado de abrir sus puertas a un viejo amigo a esas horas de la madrugada.

 

Esto no puede ser bueno…—Dijo Varys al enano.

 

Opino lo mismo que tú, amigo mio, pero por favor, dime lo que temo—Tyrion estaba sentado presionando sus rodillas con las manos, si bien los Lannister más importantes, él mismo y Jaime, estaban al servicio de la reina, aún quedaban muchos otros que mantenían a su casa fuerte, especialmente con todo el oro que habían encontrado en los profundos suelos de sus propiedades, oro que había servido para pagar su deuda con el banco de Braavos.

 

Los Lannister son los únicos que podrían oponerse a la unión de la casa Stark con los Targaryen si reclaman a Jon Snow como pago por sus servicios—Tyrion guardo silencio, estaba seguro de que Daenerys no haría caso a cualquier Lannister que se lo propusiera, pero en eso radicaba el problema, Jaime no era cualquier Lannister, e incluso a los ojos de Daenerys mostraba cierto honor.

 

Jamás creí que mi hermano tuviera esa clase de pensamientos—Comentó sombrío, apesadumbrado por la sola idea de que su familia volviera a ser la causante de una batalla por el trono.

 

Tiene sentido—Varys volvió a tomar la palabra— tu padre quería una unión con los Targaryen y tu hermana estaba obsesionada con el trono de hierro—Tyrion lo miraba lamentando cada palabra que salía de su boca—él solo vivía por su familia y su honor, ahora que no le ninguno… ¿Qué le impide tratar de cumplir con la última voluntad de su sangre?—Varys interrogo a Tyrion quien se levanto enfadado.

 

—¡Yo también soy su familia!—Exclamó—¡Su familia viva!, ¡Ellos están muertos!, ¡Ninguna deuda se tiene con los muertos!—Empezaba a vociferar por lo que Varys le decía, tenía sentido, cada palabra.

 

Yo, muy pocas veces he matado a alguien con mis manos y ha sido infinitamente desagradable, no puedo imaginar como sería matar a alguien que pase toda mi vida amando, seguramente lo recordaría todo lo que me quedara de vida—Lo cierto en sus palabras no podía negarse.

 

Jaime se había visto envuelto nuevamente en su rol de “mata-reyes” cuando tuvo que decidir entre toda la gente, incluyendo a su hermano y sus amigos, y a Cersei, quien solamente estaba en espera de reunirse con sus hijos.

 

—Solo espero que Jaime no haga ninguna estupidez—Tyrion volvió a sentarse entendiendo la situación de su hermano, pero de ninguna manera aprobando sus insinuaciones, solo le quedaba vigilar de cerca cada uno de sus movimientos y esperar que ese repentino interés Jon Snow desapareciera.

 

Poco después, en una habitación casi vacía dentro del casillo rojo, Robb se encontraba lavándose la cara, despertando adecuadamente después de su salida nocturna. No había podido dejar de pensar en las palabras del Lannister mayor, o mejor dicho la actitud hacia su hermano, mostrando las garras cada que Jon estaba cerca.

 

No hay nada de lo que deba preocuparse si actúa con rapidez mi Lord—Las manos de una mujer le rodearon, él solo suspiro, separándose nuevamente. Si ella no se cansaba de acercarse él no se cansaría de alejarla, no tenía intención de terminar enredado con una mujer de su clase, especialmente después de todos los rumores que escucho de ella y Stannis.

 

No puedo apresurar mi boda, todos en los siete reinos pensaran que estoy desesperado y empezaran a oponerse con el noble motivo de ayudar a escapar a Jon de las garras del lobo Stark—Contestó mirando por la ventana y apagando el incienso que había colocado la mujer.

Todos los lores en cuanto se enteraron de la noticia empezaron a murmurar propuestas, planes. Él escucho la gran mayoría de ellos mientras Jon parecía estar en otro mundo; “Si el gusto es un chico, hubiera ofrecido a mi hijo”, “Si lo que desea es un hombre, yo mismo pude haber pedido su mano” “Mi hija vale más que la sangre del lobo derrotado”

Todos creen que es un plan del norte para apoderarse de la corona…—No le gustaba mostrar esa idea, si bien, mucha de la palabrería no era más que envidia, muchos otros tenían planes más peligrosos, extender su territorio, tomar el trono, llevarse a Jon…

 

No necesariamente mi Lord—Ella le llevo a un espejo y le pidió que mirara dentro, reflejando la imagen de él con la mujer de rojo a su lado—¿Qué es lo que ve?—Robb afilo la mirada, sin notar nada fuera de lugar, únicamente las ojeras bajo sus ojos.

 

Solo veo mi rostro cansado Melissandre—Estuvo a punto de apartarla nuevamente, pero ella tomo su rostro, jalando delicadamente hasta que él volviera a mirar.

 

No mi Lord, lo que ve es un hombre noble del norte—Sus manos bajaron recorriendo su cuerpo superficialmente—Apuesto, amable….valeroso ¿Qué mujer no querría estar con usted si la pretendiera como es debido?, hombre o mujer, nadie se negaría si actúa correctamente—pregunto dándose a si misma la respuesta aún mostrando a Robb su imagen reflejada—Recuérdeme mi lord ¿Cuál es la mejor alianza?—Robb parecía aún más cansado por las palabras de aquella mujer, pero contesto a pesar de todo, tratando de averiguar algo que lo ayudase a mantener su territorio bajo control.

 

Un matrimonio—Dijo tajante sin apartarse del lugar donde estaba de pie.

 

Entonces puede decirme ¿Por qué los matrimonios de Sansa y Robert Barathion fallaron cuando el de su madre no lo hizo?—Robb la miro sin poder ocultar la preocupación en su rostro, la fortaleza de su padre y el amor de su madre…, tan pronto pensó en ello se sacudió la idea.

 

No jugare con Jon—Se quito del espejo alejándola bruscamente por la sola insinuación de su propuesta—no lo hare…—Se dijo a si mismo, no se atrevería a manipular los sentimientos de Jon, ni siquiera se podía imaginar a si mismo haciendo algo tan bajo solo por conservar su puesto.

 

—¿Creíste que al unirte con el viejo cuervo también evitarías mi pago no es verdad?—El rostro de la mujer de rojo empezó a estirarse hasta formar una perturbadora sonrisa mientras lo abrazaba en una caricia desoladora—tu vida tuvo un precio, un precio que no me ha sido pagado—El susurro de su voz empezaba a ser alejado por el viento al igual que sus manos—La magia sangrienta debe ser pagada con sangre Robb Stark no lo olvides—Una mujer anciana y vestida sencillamente abandonaba la habitación de Robb mientras una sombra delgada se asomaba por la ventana del mismo cuarto.

 

Tan solo unos minutos después de dejarla salir, un ruido se había escuchado fuera de su cuarto ¿Espías?, Robb no lo podía creer, Melissandre solo se mostraba ante él cuando se había cerciorado de que nadie estaba cerca, nadie podía burlar esa habilidad pero…aquel ruido…

 

Maldición—Hablo bajo, tomando su espada y saliendo de la habitación al pasillo, en dirección del probable espía, busco en los cuartos vecinos, encontrando cada habitación más vacía que la anterior—¡No hay donde puedas esconderte!—Gritó en lo alto acercándose al último cuarto, tratando de intimidar al sujeto, pero a punto de abrir la puerta, un joven noble apareció por la esquina del mismo pasillo, tenía la pinta de ser hijo de un lord por las ropas que llevaba.

 

¿Alguien ha tomado algo que no le pertenece Lord Stark?—Dijo el joven avanzando como si de un asunto casual se tratara, Robb lo miro de arriba a abajo, no parecía peligroso, sin embargo era el único sospechoso.

 

Sí, algo muy valioso para mi—El joven aparentaba seguridad y bravura, pero fingía desconcierto por las palabras, tratando de avanzar para salir del lugar, siendo bloqueado por el cuerpo de Robb en su camino—Aunque tu sabes bien de lo que hablo—La espada del Lord fue desenvainada y pasada cerca de las mangas de aquel joven, sucias por polvo y ceniza de incienso, justo como las afueras de su ventana—¿Qué es lo que escuchaste?—Preguntó pasando a su lado cual lobo atemorizando a su presa, sin embargo, el joven no parecía tener temor alguno, como si hubiera vivido esa situación incontables veces.

 

No entiendo de lo que me habla—Retrocedió unos pasos acercándose a la escalera final del enorme pasillo al que solo habían invitado a los Stark—pero…!—el joven tuvo que sacar su espada después de un ataque de advertencia de parte de Robb—no quiero pelear mi lord—Añadio colocándose en una pose de batalla bastante peculiar.

 

Sabes moverte—Admiro al noble, pero prosiguió con su charla—nada de lo que escuchaste es de valor para ti, ¿Por qué esconderte y huir?—Preguntó aún moviéndose a su alrededor, simulando otro ataque, como si estuviesen entrenando en el solitario pasillo. A su vez, el joven contestaba cada ataque con una defensa que muchos podrían envidiar por lo ágil y único de sus movimientos—¿Qué tan valioso es para ti que estas dispuesto a pelear conmigo?—Robb apunto su espada en dirección a la del chico, pero este bajo la suya, terminando el encuentro y se coloco solemnemente delante suyo.

 

No dejare que juegues con Jon—Los ojos del joven se hallaban llenos de valor pero tan solo bajo su espada, la mano enemiga se levanto a la altura de su rostro girándose y arrancándose la piel como si de un monstro se tratara, los labios de Robb se sintieron secos, había estado a punto de atacar, su espada estaba incluso contra la garganta del “joven” pero se detuvo tan pronto miro nuevamente su rostro—¿Qué es lo que hacías con esa mujer?—Robb sintió un momento que el aire le faltaba, ¿Qué clase de atrocidades había tenido que pasar su familia en su ausencia para ser…ese tipo de criaturas?

 

—¿Arya?—Robb quito rápidamente el arma de su cuello, guardándola y cerrando los ojos con fuerza, ofuscado, tratando de quitarse los cabellos del rostro—¿Qué…qué fue lo que te sucedió?—Tomaba aire, había escuchado cuentos de hombres que podían cambiar su rostro, pero jamás pensó que existieran y mucho menos que Arya fuera uno de ellos.

 

—Eso es una historia para otro día Robb—Arya le invito a seguirla con un gesto a un lugar más privado, tomándolo del brazo para caminar apacibles, como la mayoría de los hermanos nobles hacían.

 

—¿Qué es lo que hacías con esa mujer?—Arya interrogaba nuevamente, sin dar tiempo a titubeos mientras se dirigían a los jardines del castillo. Robb la miraba, tan diferente a la niña juguetona y alegre, la que siempre quiso hacer todo lo que un caballero, y ahora era una experta en armas y magia extraña.

 

No debes decir esto a nadie Arya—Ordenó Robb volviendo a tomar su postura como Lord, solo había sido un poco de sorpresa, pero nada con lo que no pudiera lidiar—ella es mi problema y acabare con el en la mejor oportunidad—La mujer que le había entregado nuevamente la vida no dijo nada hasta que termino la guerra, convirtiéndose en un obstáculo para vivir su vida como quería.

 

—¿Qué es lo que quiere de ti Robb?—La adolescente pregunto preocupada, cierto era que amaba a Jon un poco más que a todos los demás dentro de su familia, pero también guardaba cariño para su hermano mayor y si tenía problemas no dudaría en brindar su ayuda.

 

El mayor creo suspenso decidiendo si debía confiar en ella o no, pero al verla de nuevo, supo que podía hacerlo, Arya Stark jamás había traicionado a su familia, no lo haría ahora.

 

Ella quiere una vida por mi, quiere la vida de la persona que más ame—Arya se quedo pensativa lo sufiente para sacar su propia conclusión.

 

—¿Y por qué no ha muerto Jon?—Robb le dio una sonrisa dulce haciendo que Arya recordara la paciencia de su padre para con ella, aunque el mayor no entendía el porque pensaria que tenía un sentimiento tan fuerte por el Snow—¿No es a quien más quieres? Siempre lo estabas defendiendo de mama—Interrogo dudosa, después de todo, estaba por unirse a él de por vida.

 

Amo a mi familia por igual Arya—Aclaro tranquilamente, sin sentirse ofendido por las palabras—solo que Jon siempre era quien me necesitaba más—Un segundo pudo recordar a su familia…a sus hermanos jugando y él mismo atrayendo a Jon al juego para que no se quedara solo en una esquina. Pero el tema central de la conversación volvió a su mente—ella insinuó que quiere a mi primogénito…—Arya pestañeo, analizando la propuesta y los hechos hasta ahora, no había forma en que Robb pudiera hacer ese pago.

 

Jon es hombre…—Hablo para ambos—Si no eres capaz de tener herederos… ¿Qué es lo que quiere de ti?—Robb se le quedo mirando, era cierto lo que había dicho Melissandre, por un momento pensó que al estar con Jon todo estaría bien, la familia estaría reunida para siempre y no se vería obligado a tener hijos, terminando su relación con aquella bruja, pero no solo estaba lejos de la realidad, sino que provoco que la mujer empezara a inmiscuirse en cada uno de sus asuntos como si de una consejera se tratara.

 

Aún no lo sé pero te aseguro que lo averiguare y acabare con esto—Robb tomo los hombros de la chica y se inclino levemente para mirarla a los ojos a la luz de la tarde—prométeme que no se lo contaras a nadie—Ella frunció el seño, pensativa, pero una mano rozo ligeramente con la punta de aguja, recordándole su cariño por el moreno.

 

No diré nada Robb, pero si veo que puede ocurrirle algo a Jon yo misma le entregare una vida al señor de los rostros—Advirtio amenazante, recitando las palabras que un hombre le había dicho a ella alguna vez—Ahora iré a despedirme de él y luego me marchare a Braavos—La próxima mujer caballero empezó a correr, alejándose de su hermano mayor, sin despedirse adecuadamente de él. Robb supuso que aún tendría algo de rencor por su decisión de no salvarlas cuando tuvo la oportunidad, pero aún así había decidido ayudarlo, esperaba que toda su familia reaccionara igual.

 

Al dejar a Robb atrás, Arya había logrado encontrar a Jon cerca del puerto, abrazándolo y despidiéndose de él con cariño.

 

El día que me necesites Jon—La joven dio un beso en su mejilla y él tuvo una peculiar muestra de amor fraterno, abrazándola con cariño y revolviendo su cabello. Ella era quien más amor le habían demostrado, uno incondicional y confiable.

 

El día que me necesites Arya—Ella subió ágilmente al barco que se marchaba, empezando su viaje sin retraso alguno, solo esperaba que nada malo le ocurriera a su familia en su ausencia.

 

Esa niña ni siquiera se despidió de mi—Jon miraba a lo lejos como el barco se hacía cada vez más pequeño cuando la figura de Lady Catelyn se coloco a un lado suyo—nunca entendí lo que mis hijos vieron en ti—Hablo honestamente, como siempre lo hacía.

 

Ella quiere a todos más de lo que demuestra—Contestó Jon defendiendo las actitudes de la más chica, ella siempre lo había querido y más que eso, lo había seguido como si sus pasos fueran un ejemplo a seguir, admirándolo y animándolo constantemente a no rendirse.

 

—¿Ahora conoces a mis hijos mejor que yo?—Pregunto ella mirándolo a la cara con esas cicatrices enormes marcando todo su rostro y cuello. Desde que emprendió su viaje para salvar a su esposo, ella había abandonado a cada uno de sus hijos y al poder regresar a su hogar prefirió apoyar a Robb en su guerra, perdiendo la oportunidad de reunirse con todos—Contéstame, Jon Snow—la mujer siguió firme ante él—¿Los conoces?—inculpo al de enfrente.

 

Jon guardo silencio, pensando en las palabras más educadas para la dama de Winterfell, sin embargo, al verla parada de esa manera enfrente de él, exigiendo honestidad, no tuvo otra opción más que hablarle de igual forma.

 

Sí, es posible que los conozca un poco más que usted, Lady Stark—La mujer se quedo pensando en sus hijos, incluso Sansa, quien era la más alejada de él cuando niños, parecía tenerle un amor mucho más grande que a cualquier otra persona.

 

Si son verdad tus palabras más vale que demuestres tu valia y protejas a esta familia con tu vida Jon Snow, por toda la confianza que te han dado y más—ella lo miro desde arriba aún cunando las alturas estaban a la inversa—tu deber, si es que quieres merecer el apellido Stark, es protegerlos a todos ellos, a Bran, a Arya, a Sansa y a Robb—Terminó, alejándose de él, siendo el primer contacto sincero desde que se habían conocido.

 

Protegerlos…—al parecer, ahora tenía una nueva meta a cumplir y la mujer de la que menos espero ayuda le había dado el indicio de un nuevo proposito—¡Lady Stark!—Jon le grito mientras esta se alejaba, seguro de sus palabras—¡Seré merecedor de su apellido! ¡Por Arya, por Bran, por Sansa y por Robb! ¡Lo juro por los viejos y los nuevos dioses!—La mujer se paro un segundo escuchando y sonrió débilmente sin siquiera voltear, esperando que las palabras de Jon fueran una realidad.

Notas finales:

Ese Robb Stark ya debería hacer algo con Jon...

XD Gracias por leer!

Nos vemos en el siguiene cap! ;) 


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