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Matrimonio de lobos por Bleryaoi

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Notas del capitulo:

Hola! wow, actualizacion diario?? algo quiero...

Naaa, la realidad por cuestiones de trabajo, u__u terribles cuestiones de trabajo (me mandan a planton a cdmex) no actualizare el lunes, ya saben a la vida no le gusta que tenga orden en mis asuntos XD y tecnicamente debería durar al menos una semana sin actualizar

Y por eso, aquí les dejo lo último que eh escrito, para que no se olviden de Robb y de Jon... :D

 

Sin más, disfruten el último capitlo de temporada de Un Matrimonio de Lobos!! 

 

La habitación pareció llenarse de cálidos suspiros y murmullos, mientras la piel de ambos empezaba a cooperar, uno frente al otro de pie, apenas reconociendo lo que era el cuerpo ajeno, bien definido y torneado, pero increíblemente maltratado por el pasar de unos pocos años, lleno de cicatrices mortales y dolorosos recuerdos.

 

El primero en avanzar, para sorpresa de ellos, había sido el viejo cuervo, con movimientos toscos avivados por la ingenuidad y el nerviosismo de una nueva experiencia, siendo el primero en acariciar la espalda ajena en rudo toque, sujetándose con fuerza, pero soltándolo rápidamente, sabiendo que ese no era el tipo contacto que debía ejercerse en ese momento.

 

El contrario, sin embargo, no se quejaba de la brusquedad que mostraba, se mantenía contento, más no conforme con el dulce sabor de la boca ajena, probando sus labios, mordiendo con suavidad el inferior y turnándose para acariciar con su lengua el sabor tan distintivo que le estaba regalando el príncipe Targaryen.

 

La piel del moreno se erizo al sentir la primer caricia sobre su brazo izquierdo, descendiendo lentamente hasta hacerlo distraerse del beso lento que estaba compartiendo con el que alguna vez llamo hermano.

 

Robb…—Le llamo retrocediendo cuando este empezó a empujarlo con cariño hacia atrás, chocando con la cama enorme destinada al Lord.

 

Pero, y, solo por ser ese un momento especial, Jon se permitió dejarse caer de espaldas a las sabanas, aún manteniendo los pies aun cerca del suelo, con los labios de Robb recorriéndole el cuello hasta hundirse en un hueco que el mismo le había proporcionado y empezaba a disfrutar. Le gustaba el calor que le daban los besos y la lengua ajena justo a un lado de su bocado de Adan a la par que los dedos acariciaban  su cabello, recorriendo hasta llegar a su oído…jamás fue tan lento con la única mujer con la que estuvo…pero no renegaba de los nuevos toques, no tan desagradables como imagino que serian.

 

El otro por su parte, lamia, besaba y tocaba cada parte como la primera vez que era esa, sorprendiéndose de cada suspiro, apenas audible que soltaba el príncipe. Alejándose de él solo para comprobar si lo disfrutaba y regresar a su labor cuando miraba que así era, siguiendo el camino para tomar nuevamente esos labios ya tibios y húmedos e introduciendo su lengua para una nueva danza, aprovechando la concentración en el beso para empezara a bajar su mano a una zona aún escondida por la tela.

 

—Tranquilo…—Tuvo que hablar y colocar una mano en el pecho ajeno cuando el intento levantarse, mirándolo fijamente a los ojos, pendiente de cada gesto que soltaba volviendo a colocar su mano sobre su vientre bajo, acercándose al delineado camino contorneado que llevaba a la parte interna de sus piernas—o… no quieres hacerlo?…—Jon paso saliva, empezando a ponerse nervioso por la escena que mostraban. Robb tan cerca de él tocando cada parte suya como si le perteneciera y él, no solo cediendo a cada rose, sino que disfrutándolo cada vez más, especialmente las atenciones mansas cerca de su hombría. 

 

No…yo…si quiero—Contestó resuelto pero con un tono intranquilo que contradecía su respuesta, dejándose caer nuevamente sobre las sabanas, mientras los besos de Robb dejaban un camino húmedo hasta el cinto de su pantalón, jugueteando en ese lugar, regresando a su bien marcado abdomen solamente para besar, lamer y volver al ya suelto cinturón de tela. Jon solo soltó un alarido cuando las manos ajenas le despojaron de su última prenda, al menos hasta dejarla bajo sus rodillas—…Robb…solo…—pidió sin eficacia sintiendo el cálido aliento del castaño acercarse cada vez más a su miembro ya despierto—.. Robb…!—empezó a empujar sus hombros tratando de alejarlo de encima de él, hasta  que el mismo logró incorporarse en la cama, sentado justo frente al otro, mirando con aún más bochorno la imagen de Robb, hincado sobre el suelo, con el rostro a escasos centímetros de su intimidad y mirándolo con un deseo impropio y desconocido para él.

 

Jon—Robb tomo sus manos, alejándolas de si mismo y deteniendo su intento de contenerle—no llegaremos hasta el final…te lo prometo…—Jon respiraba agitadamente, empezando a calmarse por la promesa del cobrizo, pero un gemido alto escapó de su boca cuando Robb se introdujo de lleno la longitud de su cuerpo sin si quiera darle un aviso. Apenas había logrado contenerse cuando la saliva hizo contacto con su piel caliente, solo alcanzando a tocar el cabello revuelto, enredando sus dedos en los rizos castaños, cerrando los ojos con fuerza y tratando de controlarse a si mismo para no alejarlo…o…en ese momento, acercarlo más a él.

 

Los gemidos empezaron a escucharse con más frecuencia, suspiros, y sonidos húmedos eran lo único que cortaba el silencio en esa habitación, choque a choque Robb alternaba sus movimientos experimentados, succionando y rodeando con su lengua hasta hacerlo arquearse, solo para detenerse en el momento que empezaba a adaptarse a las nuevas sensaciones y cambiar a su mano para poner más presión, usando su boca libre para ahogar su respiración en besos que amenazaban con dejarlo sin aliento.

 

Robb…no…no pares…—La sonrisa del nombrado se ensancho con orgullo por unos segundos por la petición tan ansiada, causándole vanidad y suficiencia, pero en respuesta, lo arrojo con violencia pasional sobre la cama, besando y tomando su garganta con una mano mientras que con la otra, fuerte y áspera, continuaba con los movimientos sobre la firmeza que presentaba Jon, bajando y subiendo una y otra vez, presionando con fuerza calculada la punta y lamiendo su propia mano para poder hacerlo con mayor velocidad y soltura.

 

Los movimientos y jadeos de ambos continuaron así durante varios minutos más, Robb deleitándose con los sonidos lascivos y escenas morbosas que mostraba el moreno y el otro disfrutando del trabajo tan bien hecho que estaba haciendo el Lord de Winterfell al llevarlo al auge de sus sensaciones.

 

Solo un gemido ahogado de Jon en la boca de Robb indico su clímax próximo, quien empezó a mover su mano con más fuerza y velocidad sin dejar de besar con ferocidad la boca impropia, devorando cada jadeo y sonido que salía, provocando que, tan solo en un par de movimientos más Jon le tomara con fuerza de la espalda, aferrándose a él mientras se quedaba sin aliento, manchando la mano del lord con su blanca semilla.

 

Robb lo dejo estar en esa posición, aferrado a él, disfrutando del sube y baja de su pecho, alejándolo de él con suavidad solo cuando sintió que el otro lo liberaba. Por supuesto, no sin antes dar unos besos superficiales en su rostro y labios—…no…no sentiste nada…—Dijo Jon subiendo una mano a su frente sudada para cubrirse los ojos, descansando solamente de la experiencia tan rápida  e inesperada disculpándose por la poca participación en la ocasión.

 

Lo hice—El castaño contesto con soltura sentándose en la cama, limpiando su mano con el mismo paño que había limpiado el moretón que le causo Jon tiempo atrás—debes dormir ahora, tu viaje y los Greyjoy no te lo han permitido—Jon se recargo sobre sus codos cuando sintió el peso de la cama aligerarse, mirando como Robb se levanta y se acomodaba la bata revuelta por las caricias anteriores.

 

—¿Te vas?—Preguntó Jon para sorpresa de él mismo, intrigado por su actitud y temiendo un rencor por la inercia que había mostrado en el acto.

 

Debo hacerlo…—Jon guardo un silencio incomodo, desviando la mirada de Robb  y subiendo sus pantalones, Robb por su cuenta, solo le sonrió, sabiendo que es lo que podría pasar por la mente de su prometido, subiendo sobre el nuevamente para tomar la mano del castaño y colocarla sobre su entrepierna abultada—…regresare pronto, solo debo arreglar lo que hiciste…—La cara de Jon empezó a arder nuevamente, tragando seco y dejando que Robb se marchara a solucionar su “problema” de manera más privada.

 

A la mañana siguiente, el cuerpo semidesnudo de dos jóvenes era cubierto por las gruesas mantas de pieles. Sin embargo uno descansaba libremente en el centro de la cama y el otro se hallaba sentado en el borde, apenas recargado de la cabecera.

 

Toda la noche la había pasado allí, pues si bien, Robb no había demorado demasiado en regresar, Jon realmente estaba cansado y lo encontró completamente acurrucado en el medio de la cama, teniendo que decidir entre despertarlo para tener una charla sobre lo acontecido o dejarlo dormir al menos un día en tranquilidad.

 

—…qué…?—Jon empezó a abrir los ojos, el cuarto donde estaba, se sentía cálido y la cama era especialmente suave, no recordaba haber dormido con tanta soltura desde que la guerra había terminado y eso lo desconcertaba.

 

—¿No quieres descansar más?—La voz grave pero dulce de Robb se alzo justo a un lado suyo, haciéndolo girar y recordar lo que había pasado entre ellos tan solo unas horas antes, notando también las ligeras ojeras en el rostro de su hermano, nada preocupante, pero aún así, haciéndolo incorporándose en la cama.

 

Debiste despertarme, ¿Qué pensara tu madre si sabe que tu has dormido en el suelo y yo en la cama?—Dijo avergonzado por haberse quedado dormido sin esperarlo, mucho más por haber provocado que Robb no descansara como debía.

 

No dormí en el suelo, dormí también en la cama, al menos en el espació que me dejaste—Contestó Robb riendo, jugando con él y haciendo que Jon se levantara rápido buscando su ropa, dándose cuenta del fuego casi apagándose en la chimenea ¿Lo había mantenido así toda la noche?—...el fuego se apagó con frecuencia, pero al menos duro hasta ahora…—La sonrisa ladina de Robb se mostro mientras también se quitaba la bata par buscar las prendas de ese día.

 

Jon suspiro, no estaba seguro que es lo que sentía Robb, al menos no con claridad. Si estaba enamorado, si era un capricho o una obligación, pero siempre lo trato bien y eso lo agradecía

 

Es porque no lo colocaste como se debe—Jon le contesto yendo a la chimenea para acomodar los pequeños trozos de leña y atizar la lumbre. El calor nunca debe ser escaso en Winterfell, no si querían mantenerse con vida—Un lord como tu que jamás hizo un fuego para no congelarse en las noches no duraría en la muralla…—Se burlo de él, sabiendo bien que era una vil mentira lo que acaba de decir.

 

Aun así, agradezco que te mantuvo caliente—Dijo Robb acercándose a su oído y abrazando posesivo su espalda sin tenerle ningún tipo de rencor por la broma pasajera—la próxima vez tu deberías ser quien lo encienda—Jon le sonrió por el claro doble sentido que le estaba dando a entender con sus palabras.

 

Puede que lo haga…—Contesto girándose para encararlo, muy cerca de los labios contrarios, pero antes de que pudiera hacer cualquier movimiento, la puerta de la habitación se abrió con brusquedad, dejando ver a ambos lores en aquella pose tan cercana y comprometedora.

 

Robb…—La voz conocida provoco que el mencionado perdiera completamente su sonrisa, notando como Jon se giraba para mirar a aquel intruso—lo siento, no pensé que tuvieras compañía…—la forma tan claramente despectiva y el tono tan familiar y poco respetuoso, sin importar el esfuerzo que hacía para ocultarlo, no paso desapercibida por el Snow, quien tomo su camisa y se la coloco rápidamente, buscando sus capas para salir de aquel cuarto.

 

No es “compañía” Theon Greyjoy—Bramo Robb hacía el kraken, molesto por haber interrumpido el acercamiento de Jon hacía él—es mi compañero y también es tu lord ahora—aclaro con voz fuerte y enfadada, ¿A quien se le había ocurrido mandarlo a su habitación?

 

No es necesario nada de esto Robb—Jon estaba completamente vestido, demasiado rápido para el gusto del Lord, colocando una mano en el hombro de Robb a modo de despedida—recuerda, debes despedir a los Greyjoy—dijo Jon saliendo de la habitación para avanzar a la propia y cambiarse adecuadamente, la gente de Asha estaría impaciente por partir y Robb no debía hacerlos esperar.

 

Lo lamento Robb—Hablo Theon con singular confianza y amiguismo…justo como antes de que los Lannister llegaran a ese hogar—no sabia que fueras tan cercano a Jon—dijo mirando la espalda del invitado nocturno alejándose del cuarto con fastidio. Jamás en toda su vida imagino que ambos terminarían de esa forma, admitía haber visto las miradas de Robb sobre el bastardo, pero nunca supuso que tendrían una oportunidad, no con lo particularmente desinteresado que era el mestizo con las relaciones.

 

No me llames por mi nombre otra vez—Ordenó Robb vistiéndose aún con el Greyjoy presente—especialmente frente a Jon—Agregó enfadado, mientras Theon entraba sin si quiera pedir permiso hasta llegar a la chimenea, haciendo que Robb mirara sus acciones con detenimiento y cuidado, el Greyjoy tomaba un balde con arena caminando hacía la chimenea.

 

Gracias por dejarme quedar Robb—El isleño se coloco en cuclillas enfrente del fuego aún con los ojos ajenos sobre él—siempre estaré en deuda contigo…—el balde con arena se derramo sobre las brazas que había avivado Jon momentos antes y Robb solo pudo notar la singular alegría que pasaba por el otro al ver apagarse el fuego.

 

Solo no vuelvas a llamarme por mi nombre—Robb salió enojado, sabía que era un mozo y que su actuar había sido completamente normal, especialmente cuando iba a salir, pero algo en él reacciono al ver las llamas extinguiéndose, como si fuera una intención directa contra su lobo blanco.

 

Jon por su parte, se encontraba ya listo en el jardín, hablando discretamente con su amigo.

 

Vaya…—Sam sonreía divertido al ver la cara de Jon, y este solo desviaba y regresa sus ojos en distintas direcciones, completamente abochornado por lo que conversaban—entonces si dormiste con él anoche—Jon coloco una mano en su boca, impidiendo que hablara algo más.

 

No necesitas decírselo a todo el mundo—Amenazó sin mucha efectividad a su viejo amigo, a quien acudió solo al salir de la habitación de Robb.

 

No es como si los demás no lo supieran, Gylli de hecho los vio muy cariñosos por los pasillos—Jon sentía como el descanso y relajación que había tenido en la noche le eran arrebatados con esas palabras.

 

—Jon miro de reojo a Sam, preguntando bajo—…Gyllu…Gylli me vio?—En un principio estuvo en desacuerdo y parecía que no iba a cooperar en lo absoluto, pero en la noche había estado completamente seguro de lo que hacía…aunque…esa mañana todo le indicaba que su decisión no iba a ser tan fácil de mantener.

 

No te preocupes Jon, fue algo bueno, Asha Greyjoy no dejaba de quejarse con su hermano por tus acciones—Jon se indigno por el supuesto animo que le brindaba el maestro.

 

¿Mis acciones? Fue Robb quien me llevo a su cuarto—Dijo elevando la voz, sin saber que Sansa se acercaba a ellos por la espalda—Yo solo…solo tuve que seguirlo, ¿Qué más podía hacer?—Se quejo no sabiendo exactamente como salir de su situación.

 

Pero fue tu decisión seguirle ¿O no?—Jon quiso hundirse en la nieve y desear que el invierno fuera eterno al escuchar a su hermana tras él. Toda Winterfell había notado como ambos se dirigían a sus habitaciones después de que Robb grito casi a todos en el patio que eso haría.

 

Como quisiera que me enviaran al muro ahora—Suplico haciendo que tanto su amigo como su hermana empezaran a reír.

 

En cambio dentro de la habitación de Robb no había risas alegres ni bromas que reflejaran felicidad. Una mueca amarga y otra fríamente desdeñosa se enfrentaban en el frio cuarto.

 

—¿Apagas las brazas que el dragón encendió, Kraken?—Poco tiempo había pasado desde que Robb lo dejo solo en la habitación, había ordenado su cama y también acomodado un par de objetos, notando con claridad que los “hermanos” no habían pasado la noche precisamente durmiendo.

 

—¿Quién esta hay?—Pregunto tratando de buscar un arma, pero al ser despojado de todas ellas no encontró más que un vergonzoso cuchillo de mantequilla.

 

No es necesario que tomes esa actitud—Una mujer anciana se adentro al cuarto desde las sombras. Él no la reconocía, pero no se sorprendió, mucha gente era nueva desde que el mismo había acabado con los demás sirvientes.

 

—¿Quién es usted anciana?—Preguntó con el viejo tono despectivo y arrogante que Ramsey le había quitado, pero que Asha con esfuerzo le había devuelto.

 

Tu no estas aquí por las ordenes de tu hermana…verdad, Theon Greyjoy?—la mujer levanto la tapa de un joyero, mostrando un collar dorado con un perla roja justo en el centro—Tu estas aquí porque quieres al lobo gris de vuelta a tu lado…—Afirmo colocándose el collar.

 

No sé de que estas hablando vieja…—Contesto el de forma grosera, pero callando en sus argumentos cuando miro como esa viaja anciana poco a poco rejuvenecía hasta volverse una hermosa mujer pelirroja.

 

Claro que lo sabes Theon Greyjoy—La mujer camino hacia él con los harapos viejos resbalando de su cuerpo—y sino quieres que arruine tus planes—Dijo empujándolo a la cama y sentándose sobre su regazo, pero al contrario de lo que Theon esperaba sonaba mucho más amenazante que cualquier mujer que hubiera conocido—…me ayudaras a cumplir los míos…—

 

Notas finales:

Lo han disfrutado? espero que sí! :D gracias por acompañarme a este último cápitlo, me llevare mi laptp al planton y tratare de escribir en mi casa de campaña por las noches...frias noches...jajaja X'D...no prometo demasiado...

 

Muchas gracias por leer, u__u voy a extrañar escribir y actualizar.

Y AHORA SI, COMO SIEMPRE, NOS VEMOS EN EL PROXIMO CAPITLO!


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