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I'll Waiting For You [VIXX] por Kris Kuro Angel

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Notas del capitulo:

Hola, hermosuras. Traje dolor, agonía y sufrimiento (algún día volveré a traer sensualidad, lo prometo)

Disculpen no haber actualizado antes pero estas semanas he estado ocupada con mis inscripciones y problemas de la casa. Pues bien, volveré a las actualizaciones irregulares ya que empiezo clases y es un semestre accidentado, y tengo que ver 10 materias (¡AUXILIO! ¡SALVENME!)

Además esta semana trajo comebacks que me gustaron y otros no tanto pero no me disgustaron, por ejemplo Monsta X y MAMAMOO se botaron *u*

Sin más que decir, disfruten el cap.

Los días siguientes al cumpleaños de Hyuk fueron inciertos, tenían poca información de Hakyeon. Hyuk los había reunido el día después, le dijo lo que la hermana de Hakyeon le dijo. No les enseñó el anillo —aunque este estaba a simple vista— pues no se sentía cómodo y menos con Taekwoon cerca. Quería su promesa solo para él, no iba a compartirla con su rival.


 


Por su lado, Taekwoon no dijo nada de su reunión con Hakyeon. Tal como su moreno lo pidió, para no preocupar a sus menores. Conservar ese secreto lo hacía sentir dichoso, era algo que compartía con Hakyeon y nadie podía arrebatárselo.


 


Sungjae y Minhyuk no la pasaron bien los días antes de la graduación del mayor. Al principio, Minhyuk se veía decidido y dispuesto a luchar por el amor de Sungjae pero, de un día para otro, se apartó e ignoró a su novio. Sungjae no entendía nada, la extraña indiferencia de Minhyuk provocó en él una gran depresión y quien menos esperó que fuera su pilar de fuerza fue Joy. Todo sucedió tan rápido, quizás se debía a que ambos estaban planeando como evitar a toda costa su boda a la vez que se volvían confidentes del otro.


 


Entre los amigos, el Raken estaban en mejores términos pero no menos estresante. Ravi hacía lo imposible porque Ken lo aceptara pero este parecía no ceder, su actitud juguetona confundía al menor quien, ilusionado, pensaba sería aceptado para al final no llegara nada. Incluso los amigos del castaño estaban sorprendidos.


 


—¿Cómo que todavía no andan de novios? —preguntó Sandeul con el ceño levemente fruncido.


 


—Es cierto, Ken. Pensé que te morías por Wonsik, ¿qué pasó? —esta vez fue Jin.


 


—Ravi aún tiene sentimientos por Taemin, fue fácil verlo cuando este apareció con su novio y larva se puso incómodo —dijo Ken sorbiendo un poco de su café helado—. Quiero saber si sus sentimientos por mí son tan fuertes, quiero saber que tan dispuesto está a luchar por mí.


 


—¿Y si se rinde? —preguntó Jin recibiendo un codazo por parte de Sandeul.


 


Ken miró su café, o lo que quedaba de él. Sabia que existía la posibilidad de que el amor que deci sentir Wonsik por él solo fuese una ilusión, un medio de escape para olvidar a Taemin y eso lo hacía aun más doloroso. Saberse ser solo un plato de segunda mesa.


 


—Entonces me haré a un lado —respondió—. Me retiraré dignamente de la vida de Wonsik.


 


Sandeul y Jin se miraron, una mirada melancolica. Sabían que era una situación difícil para su amigo y ellos debían apoyarlo.


 


—Vamos a estar contigo, Kenny —Sandeul sujetó el antebrazo de su amigo con ternura.


 


—Gracias, chicos —dijo y luego miró la hora en el reloj de muñeca de Sandeul—. ¡Oh, cielos! Ya va a empezar la ceremonia de graduación de nuestros hyungs.


 


—¡¿Qué!? ¡Tan rapido!


 


Todos empezaron a recoger sus cosas y salieron de la pequeña cafetería como alma que lleva el diablo.


 


 


 


 


 


Taekwoon descendía del auto de su padre con su uniforme pulcramente arreglado, sentía el nudo de la corbata apretarle la yugular de forma asfixiante o quizás eran los nervios que sofocaban su respiración.


 


Entró al auditorio de su institución con paso apresurado, sus ojos buscaron desesperadamente por todo el lugar y logró encontrar a su grupo de amigos. Minhyuk, Eunkwang, Chanyeol, Seohyun y aquella amiga de ella que había olvidado su nombre. Fue hasta ellos tan rápido como pudo llevándose una gran decepción al percatarse que Hakyeon no estaba allí.


 


—No ha llegado...


 


—No y ya casi va a empezar el acto —dijo Minhyuk preocupado. Tenía ojeras profundas bajo sus ojos y no poseía su acostumbrada aura de fortaleza.


 


—Tranquilos, oppa ya viene —dijo Seohyun.


 


—¿Cómo sab–


 


Un leve empujón en su espalda le devolvió la vida y las esperanzas— Boo


 


Se giró sobre sus talones tan rápido que casi cae contra el cuerpo de su mejor amigo pero se sostuvo de él y aprovechó de abrazarlo, los demás lo rodearon en un caluroso abrazo grupal cubriéndolos así de una mirada venenosa al otro lado del gran salón.


 


—Cha Hakyeon, me tenías preocupado —dijo luego de separarse de él.


 


—Lo siento, me distraje y se me hizo tarde.


 


Taekwoon iba a reprocharle pero se dio cuenta del rostro de Hakyeon, sus ojeras no estaban y su semblante se veía más compuesto pero, también, se percató de la capa de maquillaje que lo cubría.


 


Escuchó el típico chillido de un micrófono y la voz del director pidiendo que tomaran asiento.


 


La ceremonia fue larga y fatigosa, o así lo sentía Taekwoon. No había podido cruzar muchas palabras con Hakyeon, apenas podían susurrarse ciertas cosas pero preferían no tentar a la fiera. Ansioso por todo lo que acontesia la presencia de Hakyeon a su lado tomó su mano con delicadeza, unos segundos después el moreno abrió su palma sosteniendo y entrelazando los finos dedos de Taekwoon entre los suyos.


 


Llegó el momento en el que debían entregar los diplomas, se podía sentir la emoción de los estudiantes en el aire y más cuando nombraban a alguien, todos gritaban y aplaudían para el nombrado.


 


—El siguiente en recibir su diploma —recitó el director tomando el pergamino en sus manos— es Cha Hakyeon.


 


El bullicio no se hizo esperar, las chicas gritaban como fangirls y felicitaban al moreno mientras pasaba por el pasillo hasta llegar a la tarima. Hakyeon era muy popular entre las chicas por su habilidad en el baile, aún recordaba su mochila llena de cartas y chocolates, y su escritorio lleno de rosas y bombones el día de San Valentin.


 


Taekwoon no tenía cabeza para preocuparse por las fans de Hakyeon, el moreno ocupaba toda su atención brillando como una estrella ante sus ojos. Lo vio bajar con un caminar agraciado aunque dio un traspiés que lo hizo tambalear un poco pero se recuperó de inmediato, volvió a tomar asiento a su lado.


 


—¿Estás bien? —preguntó en un susurró.


 


—Sí, no fue nada —dijo guiñándole un ojo.     


 


—El siguiente diploma es para Jung Taekwoon —declaró el director y todos empezaron a aplaudir y sus amigos a vitorear su nombre.


 


—Ve allá, León —dio un suave apretón a su mano y Taekwoon fue rápidamente por el resultado de sus esfuerzos.


 


Después de que todos recibieran sus diplomas, que el director diera un largo discurso sobre sueños y futuro, que algunos estudiantes hablaran sobre las metas que habían cumplido y las que cumplirían en el futuro, todo el auditorio se levantó sobre sus pies para tomarse una última foto como estudiantes.


 


Taekwoon sintió su corazón estremecerse cuando Seohyun tomó del brazo a Hakyeon y entrelazó sus dedos justo como él había hecho antes. Se dijo que era por su seguridad, se dijo que era todo una mentira, pero no era menos doloroso de ver.


 


—¡Hyung!


 


Voces conocidas se abrieron paso hasta llegar a ellos, sus dongsaengs iban corriendo en dirección a ellos. Hyuk, Hongbin y Taehyung abrazaron a Hakyeon como koalas bebés, luego Ravi los apartó para poder abrazar él al moreno y sin darse cuenta todos eran víctimas de un mega abrazo.


 


—¡Auxilio! ¡No respiro! —exclamó dramático Jimin quien, al ser el más pequeño del grupo, estaba enterrado debajo de las extremidades de sus amigos.


 


—Que exagerado, ChimChim —dijo Ravi sacudiendo sus cabellos.


 


—Tu no eras el que iba a morir sepultado —aquello hizo reír a todos los presentes.


 


Sungjae tímidamente se acercó a Minhyuk, algo raro en él, y tomó su brazo con sutileza.


 


—¿Podemos hablar a solas? —preguntó suave como si estuviese tratando con una bestia enojada.


 


—No veo que tengamos que hablar en privado. Voy a ver a mis padres, ya vuelvo —dijo alejándose rápidamente, la cercanía con Sungjae le lastimaba aunque tratara de ocultarlo.


 


Sungjae se quedó allí, inmóvil, sin poder detenerlo. Estaba destrozado por su rechazo.


 


—Iré a hablar con él —dijo Hakyeon.


 


—Oppa, espera —lo detuvo Seohyun—. Esta noche habrá una fiesta de despedida, por favor, ven.


 


—Allí me tendrás, bonita —besó su mejilla y se alejó para buscar a su amigo.


 


Era una estrategia, un método de distracción para que el padre de Hakyeon no sospechara nada, pero eso no evitó que la chica recibiera miradas de enojo por parte de Hyuk y Taekwoon.


 


—¿Qué? ¿En serio se van a enojar por eso? —inquirió indignada a los dos amores de su moreno amigo.


 


—Si —respondieron al unisono.


 


 


******


 


 


Fueron a un bar–discoteca, uno lo suficientemente espacioso y cerrado como para que Hakyeon pudiera ser él mismo sin restricción alguna. Luces intermitentes de diversos colores, buena música y muchas personas ocupaban la pista de baile. Seohyun llevó de la mano a Hakyeon hasta el lugar que habían apartado, un enorme sillón circular que todos ocupaban cómodamente.


 


—Llegamos~ —canturreó la chica soltando la mano del moreno para ir a sentarse al lado de su mejor amiga.


 


—Hyung, casi nos morimos del susto, pensé que no vendrías —dijo Ken con un puchero a lo que Hakyeon rió.


 


—Hyung, hyung, aquí —Hyuk señaló un lugar a su lado que rápidamente Hakyeon ocupó.


 


—¡No puedo creer que ya nos graduamos! —exclamó Eunkwang esturando sus brazos por encima de su cabeza.


 


—Ustedes, a nosotros todavía nos falta.


 


—Es cierto, ya no veremos seguido a los hyungs —comentó Taehyung con un puchero.


 


—Eso no quiere decir que vayamos a distanciarnos —dijo Minhyuk quien estaba sentado a un lado de Sungjae con los brazos cruzados sobre su pecho, sin siquiera rozar al menor— porque nuestra amistad es fuerte.


 


—Más que amistad —esta vez fue Hakyeon quien habló— somos una familia y toda familia, por más rota que esté, debe permanecer junta.


 


Inconscientemente sujetó la mano de Hyuk y su mirada se desvió a Taekwoon, clavándose directamente en sus ojos obsidianos.


 


—Apoyo a Hakyeon–hyung —dijo Hongbin—, debemos vernos como una familia que ha pasado por muchas cosas y permanece siempre unida —Hongbin elevó su bebida—. Brindemos por nuestra desastrosa familia.


 


—¡Salud! —todos elevaron sus vasos de licor a excepción de Hakyeon, quien se limitó a beber un vaso de agua.


 


Los ánimos subieron, el alcohol hizo de las suyas y en un parpadeo ya estaban arrasando con la pista de baile. Ken fue capturado por Wonsik desde su espalda, sus caderas se movían con sensualidad mientras su entrepierna rozaba el bien dotado trasero del mayor, decir que el rostro de Jaehwan era un tomate era decir poco.


 


Otro que se encontraba siendo prisionero de una danza sensual era Sanghyuk, aprovechó el momento perfecto para llevarse a Hakyeon lejos de Taekwoon y disfrutarlo todo lo posible. Adoraba la forma en que sus cuerpos se acoplaban, sus caderas se movían a la par de la canción, sus pechos se rozaban con sensualidad dándole a Hyuk la oportunidad de sentir la cadena y el dije que colgaba del cuello de Hakyeon. Mordió su labio al reconocer la forma circular y el tamaño de aquel "dije".


 


Aun podía recordar las palabras que Hakyeon le susurró aquel día que se fue de la casa de Jaehwan. "Una parte de mi corazón siempre será tuya y solo tuya, Sanghyukkie".


 


Posó sus brazos alrededor del cuello de Hakyeon, juntó su rostro con el del mayor. Sus mejillas se rozaron hasta que su boca estuvo lo suficientemente cerca del oído de su moreno.


 


—Quiero besarte —dijo esperando que su voz llegara con claridad a él—. Quiero amarte como lo hacíamos en mi habitación, quiero despertar cada mañana a tu lado, quiero que me ames... ¿me amas, hyung?


 


—Hyuk, no quiero que pienses en esas cosas ahora —dijo pegando su boca a la oreja de Hyuk—. No quiero que te tortures, ni llores por mí causa, tampoco quiero que digamos cosas que nos van a dañar.


 


—Tu nunca —sus rostro estuvieron a centímetros de besarse, Hyuk hablaba sobre sus labios— podrás lastimarme...


 


Fue en una fracción de segundo que pasaron de estar a punto de besarse a estar a una distancia considerable, Taekwoon y Hongbin los habían separado. Vio a Hyuk perderse entre a multitud de bailarines, desapareció tan rápido que no pudo ir a su ayuda.


 


—¿Qué haces? —preguntó alarmado a su amigo que sonreía como idiota al mirarlo.


 


—Bailar. Quiero bailar con mi mejor amigo, ¿está mal?


 


Hakyeon no respondió solo se limitó a bailar con Taekwoon, sus cuerpos demasiado pegados el uno del otro y las enormes manos de Taekwoon sujetaban las caderas del moreno. Hakyeon se sentía pequeño ante su presencia e incluso sucio, quería a Taekwoon tan cerca de él como quería a Hyuk.


 


En otra parte de la pista, muy apartados, se encontraban Sungjae y Minhyuk. El menor estaba incómodo bailando con su novio, él no lo miraba pero si lo tocaba de una forma poco apropiada. Habían dormido juntos muchas veces antes, se abrazaron y acariciaron, pero nunca llegaron a tener relaciones sexuales, Minhyuk era muy respetuoso con eso pero ¿a dónde se había ido todo ese respeto que ahora su mano acariciaba su glúteo con descaro?


 


Se apartó un poco de él chocando, desafortunadamente, contra la pared. Maldijo por dentro cuando Minhyuk presionó su cuerpo haciendo una prisión entre la pared y él, la boca del mayor devoró la suya, metió su lengua y la rodilla de Minhyuk se metió entre sus piernas.


 


Sungjae se sentía caer en un profundo agujero negro. Minhyuk no estaba buscando adorarlo con sus caricias y besos fogosos, parecía querer marcarlo de alguna forma, volverse adictivo e indispensable. Sungjae estaba asustado. En el momento en que sintió la mano de Minhyuk desabrochar la hebilla de su pantalón supo que era momento de huir.


 


Corrió tan rápido como pudo, se metió dentro del baño. Su respiración era errática, su cuerpo temblaba, ¿en qué estaba pensando Minhyuk? Acomodó su ropa y se inclinó contra el lavabo, abrió la llave y mojó su rostro para intentar calmar el calor y el llanto que se aglomeraba en él. Se sentía tan frustrado por no poder razonar con él.


 


Escuchó pasos apresurados y la figura de Minhyuk apareció con un caminar tambaleante frente a él.


 


—¿Por qué huiste? —interrogó el mayor.


 


—No me sentía bien —dijo intentando recobrar la compostura.


 


—¿Te doy asco? ¿Es eso?


 


—¿Qué? —aquello sorprendió de sobremanera al menor—. ¡No! Eso nunca.


 


—Pensé que preferías a alguien... más delicado —rió sin ganas, una risa rota.


 


—Te quiero a ti, no me molesta tu cuerpo ni tus caricias, Minhyuk. Es solo que... no me gusta que nos expongamos así —reprimió el hecho de que se sentía incómodo por la extraña posesividad o deseo de marcarlo que poseía Minhyuk.


 


Besó sutilmente los labios de su mayor y lo sintió temblar. En un parpadeo tenía a Minhyuk sollozando contra su hombro y aferrándose a él como si fuese a desaparecer en cualquier momento.


 


—¿Qué te sucede? Dímelo, Minhyuk. Dímelo...


 


Pero Minhyuk no le contestó.


 


 


******


 


 


Hakyeon se recostó contra el marco de la ventana polarizada, pese a lo opaco se podía ver la ciudad brillando en todo su esplendor. Aun podía escuchar claramente la música estridente de la discoteca en el piso inferior, pero él necesitaba un poco de paz para pensar.


 


Unos brazos se anclaron a su cintura y una cabeza descansó en su hombro de forma pesada.


 


—Woonnie, ¿ya estás ebrio? —inquirió al sentir un beso en su hombro.


 


—No... —se separó de él y se colocó al otro extremo de la ventana—. Solo tomé... un poquito —hizo la seña con sus dedos pulgar e índice, Hakyeon rió.


 


Extrañaba bromear con su amigo, lo extrañaba a pesar de que ahora su amistad era una relación dolorosa.


 


—¿Qué voy a hacer contigo, Woonnie?


 


—Amarme como yo te amo.


 


La sonrisa de Hakyeon se transformó en una línea recta, una muy dolorosa.


 


—Ya hablamos de esto, Woonnie.


 


—¿Tus sentimientos no han cambiado? —preguntó manteniendo una pequeña esperanza.


 


—No, no es tan fácil. ¿Tú has dejado de amarme?


 


—No y nunca lo haré —respondió sin duda alguna.


 


—¿Ves? No es tan fácil hacer que los sentimientos cambien —se colocó de frente al ventanal ignorando a Taekwoon, no podía hacerle frente. Sus sentimientos seguían siendo confusos.


 


Sintió su cuerpo acercarse, aquellas enormes manos acariciar su estómago y espaldas hasta formar una llave, la caliente respiración chocaba contra su mejilla. Hakyeon sujetó el antebrazo de Taekwoon sin decir una palabra, ni siquiera sabía que decir.


 


—Si yo pudiera besarte sin ninguna restricción, abrazarte, quitarte la ropa y besar y chupar cada lugar en ti —Hakyeon se estremeció bajo su tacto—, ¿me dejarías hacerlo, Yeon–ah?


 


—N–No —colocó su mano contra el pecho de Taekwoon, marcando distancia entre ello.


 


—Si fuera Sanghyuk, ¿a él lo aceptarías? Porque casi lo besas hace unos momentos —reprochó herido por la escena que casi se cumple si él y Hongbin no intervienen.


 


—No tengo preferencias por ninguno de los dos, pero debes entender que Hyuk y yo hemos vivido muchas cosas como pareja —Hakyeon lo retó, no permitiría reproches por parte de Taekwoon—. Al igual que tú, él es mi debilidad.


 


—Esa no es razón para no detenerlo —negó varias veces con su cabeza—. Entonces quiero besarte igual, quiero tener los mismos privilegios que él tiene sobre ti.


 


—No me trates como a un muñeco, eso no te lo voy a permitir —le advirtió algo molesto.


 


—El único que está jugando aquí eres tú, Hakyeon —acusó—. ¿Me quieres? ¿Quieres a Hyuk? No tienes claro a quién de los dos realmente quieres, solo nos das alas y nos las quitas a tu antojo.


 


—Si sabes que estoy jugando contigo, ¿por qué no te alejas de mí? —su corazón se oprimió al saber la imagen que tenía Taekwoon de él.


 


—¡Porque te amo! —exclamó desesperado—. Te amo con cada latido de mi corazón, te amo más con cada segundo que pasa. Aún cuando me estás lastimando, no puedo dejar de amarte.


 


El silencio se instauró entre ellos, el tenso ambiente asfixiaba a Hakyeon. Lo estaba lastimando, hería a Taekwoon al no darle la respuesta que tanto esperaba y lastimaba a Hyuk por no entregarle enteramente su corazón. No importaba lo que hiciera, iba a lastimarlos y a perderlos al final de todo.


 


Se abrazó a su cuerpo como si buscara consolarse por la terrible herida que había abierto en los corazones de las personas que amaba, porque los amaba aunque fuera imposible hacerlo.


 


—¡Hyung!


 


Giró su rostro al reconocer la voz de Sanghyuk. Él iba corriendo en su dirección con sus brazos extendidos y una hermosa sonrisa dibujada en su rostro. Lo atrapó entre sus brazos, aspiró su aroma y se sintió instantáneamente relajado, como si sus problemas desaparecieran de repente.


 


—Han Sanghyuk, ten cuidado —advirtió Taekwoon acercándose a ellos e intentar separarlos.


 


—No lo estoy lastimando, Taekwoon–hyung —refunfuñó el menor—. Solo me emocioné, quiero aprovechar el tiempo con mi hyung.


 


—Sí, justo íbamos a donde están los muchachos —dijo Hakyeon, un intento fallido para que Taekwoon y Hyuk no pelearan otra vez pero, nuevamente, no lo logró.


 


—No, yo te quiero solo para mí —dijo Hyuk.


 


—Él no es tuyo —refutó Taekwoon.


 


—Claro que si —mostró su mano, justamente la que estaba engalanada por la pieza de plata con el nombre de Hakyeon.


 


Hyuk sintió una inyección de placer al ver el rostro desencajado de Taekwoon, un pequeño gran triunfo para él.


 


—¿Qué... es eso?


 


—Un anillo, Woonnie–hyung —sonrió al decir eso—. Hakyeon–hyung me lo regaló para mi cumpleaños —se ancló de mejor manera a la cintura del moreno, sin notar la incomodidad y el temblor del que era víctima.


 


—¿Es eso cierto, Cha Hakyeon? —buscó respuestas en Hakyeon, esperando a que solo fuera una mala broma de parte de su dongsaeng.


 


—Si —tragó el grueso nudo en su garganta—, yo se lo regalé.


 


Taekwoon maldijo por lo bajo y se fue rápidamente, dejándolos solos.


 


Hakyeon lo observó alejarse, era lo mejor. Ahora, debía lidiar con Hyuk.


 


—Hyung, ¿pasa algo? —preguntó el menor al ver su mirada perdida.


 


—¿Eh? No, Hyukkie. No pasa nada —acarició su mejilla. Le costaba hablar con Hyuk en ese momento pero debía hacer el esfuerzo—. Solo estoy algo melancólico.


 


—Hyung… después de esta noche, ¿Cuándo volveré a verte? —los ojitos brillantes de Hyuk lo miraban esperanzados.


 


—No lo sé —dijo sinceramente—. No se hasta cuando durará mi encierro. Mañana en la noche estaré entrando al quirófano y después tendré una larga recuperación, por lo que estaré encerrado hasta que mi cuerpo asimile mis nuevos riñones.


 


—Eso será… mucho tiempo, ¿no?


 


—Si —sonrió con tristeza—. Por eso, no quiero que te sientas comprometido conmigo. Tienes derecho de ilusionarte con otra persona, incluso enamorarte. Yo no voy a reprochar nada, porque sé que yo no podré cumplirte como otra persona lo hará. Quiero que seas feliz aun si no es a mi lado.


 


Hakyeon tuvo que apretar sus labios para no dejar que el llanto empañara su rostro y poder retratar con más claridad el rostro confundido de Hyuk, de su pequeño Hyuk.


 


—Hyung, ¿Por qué suena como si te estuvieras despidiendo?


 


 


 


 


 


Taekwoon se encontraba fuera del establecimiento, necesitaba aire fresco para procesar el duro golpe contra las paredes de su corazón. ¿Cómo pudo Hakyeon regalarle un anillo a Sanghyuk? ¿Cómo pudo herirlo de esa manera? Se sentía desdichado, destrozado. Hakyeon había elegido a Sanghyuk a pesar de haberle dicho que aún estaba confundido.


 


Descarado.


 


El frío aire de la noche le quemaba los pulmones pero ese dolor era lo suficientemente bueno para no hacerle recordar el otro. Un tipo al otro extremo de donde estaba lo miraba, él se dio la vuelta sin prestarle atención y camino tratando de tranquilizar las fuertes ganas de llorar.


 


Se quedó sin aliento cuando fue empujado a un callejón y una mano cubrió su boca imposibilitándole gritar, aquel sujeto que había estado observándolo desde que salió del bar ahora bloqueaba cualquier posibilidad de defenderse.


 


Fue un momento aterrador y asqueroso cuando aquel hombre, mucho más grande y fuerte que él, empezó a tocarlo de manera lasciva y despotricando palabras ácidas contra su persona. Su cadera fue apretada dolorosamente por debajo de la ropa, esos repulsivos dedos marcaban su piel como si fuera su propiedad. Se sacudió violentamente para liberarse del fuerte agarre de ese extraño, era humillante y desagradable. Pudo morder la mano de aquel tipo pero en su lugar se ganó un fuerte golpe en la boca del estómago, el aire abandonó su cuerpo y sus extremidades no respondían.


 


Todo fue un borrón de sucesos, aquel sujeto intentó desabrochar su cinturón pero fue derribado por un cuerpo que lo tacleó hasta varios metros lejos de él. Cayó de rodillas al suelo y con sus ojos muy abiertos pudo observar a Hakyeon golpeando a aquel tipo, que luego lo golpeó a él para después salir huyendo.


 


Llevó las manos a su rostro y empezó a llorar desconsoladamente. Hakyeon lo había visto, vio como otro hombre ponía sus manos sobre él. Estaba sucio ante sus ojos.


 


—¿Taekwoon? ¿Estas bien? —lo vio acercarse, preocupado por su estabilidad pero la sensación de culpa no dejaba que procesara sus palabras.


 


Taekwoon se levantó del suelo apoyándose de la pared y evitando todo contacto con Hakyeon, no podía verlo a los ojos luego de lo que había pasado. Sintió su mano suave tocarle el hombro y fue como poner una braza ardiente contra su piel.


 


Corrió, se alejó de Hakyeon a pesar de que este le llamaba desesperadamente. Vio a Ken y a Ravi en su trayecto pero no se detuvo ante su llamado, él no quería que se enterasen de ese terrible acontecimiento.Una fina capa de lluvia lo cubrió pero eso no lo detuvo, cruzó la calle para alejarse de todo el ruido, de la voz de Hakyeon y llegar a casa para borrar todo lo acontecido de su lastimada piel.


 


Un golpe, un fuerte golpe hizo que detuviera sus pasos. El fuerte sonido de un claxon y el chirriar de los neumáticos contra el asfalto se abrieron paso a través de sus oídos. Sus dientes castañearon dentro de su boca, sus cristalinos ojos detuvieron el circular de sus lágrimas y su cuerpo tembloroso se dio la vuelta al mismo tiempo que alguien emitía un fuerte grito.


 


Sujetó su pecho al sentir un doloroso latido explotar en él, sus ojos no podían creer lo que veían. El cuerpo de Hakyeon estaba tirado en medio de la calle.

Notas finales:

Y fin...

Ok no, es broma. ¡No me linchen!

Me he dado cuenta que Taekwoon es el causante de las desgracias de Hakyeon, ¿qué hice? Aunque su reacción fue natural ante un intento de abuso sexual, no podemos culparlo por quererse aislar.

Este es el preludio a una tragedia, pongamoslo así.

¿Qué será de la vida de nuestros protagonistas?

¿Qué será lo que le pasa a Minhyuk?

¿Ken dejará sus miedos atrás?

¿Como soportaran este acontecimiento los bebés pollitos de N?

¿Qué hará su padre? (Nada bueno, eso es seguro)

Disculpen cualquier horror ortográfico.

Comenten que les pareció y sigan dandome amor (o tomatazos, porque sé que me deben odiar ahora mis XD). Nos leemos en el próximo capítulo~


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