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I'll Waiting For You [VIXX] por Kris Kuro Angel

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Notas del capitulo:

*Se abre el cielo y cae Kris al estilo Superman*

¡Hola, hermosuras! ¡Traje sensualidad sensualosa! ¡Limonada para todo el mundo!(?)

Ok, me perdí por mucho tiempo, mucho pero tengo mi justificación. No tenía internet y estaba por empezar clases. Me llegó el internet pero la universidad no me dejaba continuar escribiendo y apenas podía escribir una o dos lineas, ¡fue horrible! Las semanas estuvieron copadas de evaluaciones y demás actividades, además que tengo, digamos, fuertes problemas familiares y me ha tocado asumir responsabilidades que no debería pero no me quedó de otra. 

Estoy viva de milagro pero con un fuerte dolor de cabeza y brazos (por un curso de armamento que tuve que ver) pero volví para deleitarlos (7u7)

Ahora si al fic~

 

La primera vez que tuvo un sueño húmedo fue unos meses después de conocer a Hakyeon, se sintió sucio y enfermo por tener sueños de ese tipo con su amigo. Tampoco era algo que pudiera controlar, mucho menos las reacciones en su cuerpo. Simplemente sucedían.


 


Pronto se resignó a que sus sueños estuvieran plagados de Hakyeon, de su figura delicada y hermosa siendo sometida por él pero ninguno de esos sueños podía compararse a la realidad que ahora vivía. Tenía a Hakyeon desnudo, completamente expuesto con las piernas abiertas y su pene completamente erecto. Su rostro estaba completamente rojo, sus labios entreabiertos emitían gemidos agudos y las manos apretaban las sábanas. Sus músculos se contraían gracias a la invasión de sus dedos y el trabajo que empleaban sus dientes en la delicada piel de sus muslos internos.


 


Al principio tuvo miedo. No se sentía seguro de su cuerpo, de ser suficiente para Hakyeon por lo que pasó unos años atrás pero su moreno, con sus suaves palabras y brazos amorosos, despejó sus dudas y ahuyentó sus temores.


 


Hakyeon dejó escapar un gemido ahogado cuando Taekwoon tomó su pene en su boca.


 


—¡W–Woonnie!


 


Taekwoon se dedicó a continuar con su labor, subiendo y bajando su cabeza, trazando figuras sin forma alguna con su lengua, chupando la punta y volviendo a engullirlo. Se deleitaba escuchando los gemidos y suspiro de su amante, el cómo gritaba su nombre preso de la locura de sus atenciones.


 


Se separó de él, no quería que eyaculara tan pronto. Trepó por su cuerpo, dejó besos y chupetones en la piel morena. Colocó sus manos a cada lado de la cabeza de Hakyeon, contempló su rostro sonrosado y besó sus labios con deseo.


 


Las manos de Hakyeon lo acariciaron empezando por el pelo, bajando por su cuello, electrificando la piel de su espalda hasta llegar a su cadera las cuales apretó y masajeó a su gusto. La fricción de sus miembros le exigía llegar más alla de simples roces y caricias.


 


—Woonnie... —su nombre salió como un suspiro de los labios de Hakyeon— c–creo que estoy listo.


 


Una oleada de nerviosismo atravesó todo su cuerpo, las perlas de sudor en su cuerpo se sintieron como escarchas. ¿De verdad iba a hacerlo con Hakyeon? Se inclinó contra la mesita de noche y tomó un preservativo, lo sujetó en su mano para luego dejarlo. No lo necesitaba, quería sentir a Hakyeon plenamente.


 


Colocó las piernas de su moreno en sus hombros, las acarició con la punta de sus dedos y las lleno de besos y lamidas, posicionó punta de su duro miembro en la entrada de Hakyeon, presionó y se adentró con firmeza, pulgada a pulgada, arrancándole un gemido profundo.


 


Las manos de Hakyeon se aferraron a sus brazos, enterró sus uñas dejando marcas visibles en ella. Taekwoon juntó sus frentes y mordió sus labios, el hormigueo en su parte baja le impulsó a moverse y eso hizo. Con pasión y lujuria se movió fuerte, certero, un vaivén que era marcado por los suspiros y gemidos de ambos.


 


Taekwoon no pudo evitarlo, entre estocadas y besos apasionados mordió el cuello de Hakyeon dejando una marca rojiza en él. Quería poner su nombre en la piel de su amado, demostrarle al mundo que era suyo completamente.


 


Cha Hakyeon era suyo en cuerpo y alma.


 


Con ese pensamiento bajó las piernas de su amado y las colocó alrededor de su cintura deteniendo sus movimientos, Hakyeon se quejó por ello. Lo tomó entre sus brazos, colocándolo sobre su miembro, ambos sentados frente a frente.


 


—Woonnie —suspiró su nombre mientras apartaba el desordenado cabello de su rostro—, no te detengas...


 


—Lo que quieras, mi amor.


 


Le dio una embestida que lo hizo saltar dando inicio a una secuencia de movimientos frenéticos, necesitados, deseosos. Taekwoon ayudaba a Hakyeon a subir y bajar en su miembro, formando así una deliciosa imagen para el pelinegro. Su cuerpo excitado le exigía saciarse de Hakyeon en todas las posiciones posibles.


 


Poco a poco Takwoon quedó recostado contra el colchón mientras Hakyeon lo montaba, gemía, cerraba sus ojos, mordía sus labios, gritaba su nombre cuando tocaba el punto delicioso en su interior. Presintiendo su pronta culminación, tomó el miembro de N y lo frotó haciendo que el moreno se retorciera y acelerara sus movimientos.


 


—W–Woonnie... ¡Woonnie! M–Me ven... ¡Me vengo! —exclamó preso de la excitación.


 


—Hazlo, mi amor —dijo suspirando por la vibración en su parte baja—. Córrete para mí, Yeon–ah.


 


Eso hizo, las palabras de Taekwoon fueron un detonante para que su eyaculación brotara fuerte y manchara su mano. Dio un gemido largo, profundo, su espalda se arqueó y sus paredes internas se apretaron alrededor del pene de Taekwoon. El pelinegro se vino segundos después llenando su interior, reclamándolo, marcándolo.


 


Hakyeon cayó sobre él, su rostro oculto entre su hombro y cuello. Escuchó su respiración pausada y los latidos que iban a la par que los suyos, lo envolvió entre sus brazos de manera protectora y amorosa. Habían hecho el amor y quería atesorar ese momento el mayor tiempo posible.


 


—Yeon–ah —susurró con los labios pegados a su oreja recibiendo un quejido en contestación—, te amo... te amo con toda mi alma. Soy tuyo, Yeon–ah, y tú eres mío.


 


Hakyeon ronroneó y elevó su rostro para contemplar a Taekwoon con una sonrisa, besó su fina boca de una forma dulce. Acarició su mejilla con la mano derecha, luego descendió por su cuello hasta llegar a su pecho y dejarla descansar a la altura del corazón.


 


—Yo también te amo, Jung Taekwoon —se acercó a su rostro conectando sus miradas—. Y necesito más de ese amor. Ámame como solo tú lo sabes hacer.


 


Las palabras de Hakyeon lo golpearon profundamente, su parte baja despertó. Lo tomó por las caderas y lo instó a ponerse en cuatro para penetrarlo a su gusto y volver a llevarlo a la locura.


 


Esa noche lo hicieron en la cama, en el piso, el el baño y volvieron a la cama donde realizaron un 69 para caer completamente rendidos por el cansancio pero felizmente saciados.


 


 


******


 


 


Sungjae no podía dormir, sus pensamientos decidieron hacer fiesta esa noche y salieron a relucir en una danza salvaje. Sus padres querían que se apresurase con la boda, los padres de Joy ya empezaban a hablar de nietos y él no sabía que hacer. También había enfrentado a su padre sobre lo que le dijo a Minhyuk y él, sin un atisbo de culpa o arrepentimiento, confirmó lo que había hecho.


 


Ahora se encontraba en un dilema, una crisis que pensó había solucionado pero no era así. ¿Debía continuar con ese matrimonio? ¿Debía arriesgar su futuro por el vestigio de una relación que no sabia si funcionaría? Estaba seguro de que Joy lo entendería, eran amigos después de todo y ninguno de los dos quiso ese matrimonio arreglado pero ¿Sus padres como lo tomarían? A pesar de todo, los amaba.


 


Otra cosa que no le dejó conciliar el sueño fue la música proveniente de la calle, estaba en un segundo piso y podía escucharlo claramente desde su departamento. La curiosidad le ganó y fue directo al balcón para ver quien era el responsable de estar imitando a Jonh Newman tan desafinadamente.


 


—Imposible… —cayó sobre su trasero cuando pudo visualizar a Minhyuk entre una banda de músicos callejeros apuntando directo a donde él estaba.


 


—¡Yook Sungjae! —gritó y la música se detuvo. En contra de su voluntad se levantó del suelo y se inclinó contra el balcón—. ¡Escapa conmigo!


 


—¡¿Estás ebrio?! —inquirió Sungjae en un grito.


 


—¡Nunca he estado más sobrio! —exclamó extendiendo sus brazos—. ¡Ven conmigo! ¡Olvida a tus padres y huye conmigo, amor mio!


 


—Definitivamente está ebrio —masculló abochornado—. ¡¿Quién dijo que te amaba?! —volvió a gritar.


 


—¡Tu novia me lo dijo! —Sungjae se quedó en blanco—. Si no vienes conmigo, seguiré cantando. I need to know now, know now, Can you love me again?


 


—¡Lee Minhyuk, sube en este instante!


 


Minhyuk dio un saltito de felicidad, pagó a los músicos y fue corriendo hasta el piso donde vivía Sungjae. Su corazón bailaba desenfrenado en su pecho, sus piernas temblaban y una enorme sonrisa se intaló en su rostro.


 


Sungjae lo esperó en el marco de la puerta, no vaya a ser que se perdiera. El mayor al divisarlo fue rápidamente hasta él y lo tomó en sus brazos, ambos entraron así al departamento cerrando la puerta en el proceso.


 


Sungjae apartó a Minhyuk marcando una distancia prudente entre ambos. Acomodó su pijama y lo miró enojado.


 


—¿Qué crees que hacías... haces? ¿Cómo te apareces así en mi casa despertando a todos los vecinos? —inquirió alarmado—. ¡Estás loco!


 


—Por ti...


 


—No empieces —Sungjae intentó escapar a la sala pero Minhyuk lo sujetó de su brazo, tomó su rostro y estampó sus labios en los del más alto.


 


Sintió como una fuerte tormenta se manifestaba en su estómago, fue algo más agresivo que simples mariposas. Sungjae intentó separarse, cortar el beso, pero Minhyuk no lo permitió. El beso adquirió más profundidad y sin darse cuenta empezaron a moverse, tropezaron y cayeron al suelo. Minhyuk sobre Sungjae.


 


—¿Por qué cada vez que te veo luces más guapo?


 


—Pff. Deliras, hyung —Sungjae bufó.


 


—Sí, lo hago constantemente desde que te fuiste. Te imaginaba volviendo a mis brazos, te imaginaba casándote y rompiéndome el corazón. Mis alucinaciones se hicieron cada día más bizarras —confesó—. Fui un idiota, un inmaduro, un inseguro. No debí echarte de mi vida como lo hice, no debí herirte como lo hice. Debí luchar por ti.


 


—Eso quedó en el pasado, hyung. Te dije que debemos continuar nuestras vidas, déjame ser feliz con Joy —pidió con sus ojos cristalizados, la cercanía con Minhyuk lo estaba lastimando.


 


—No puedo hacer eso, no la amas. Ella misma me lo dijo —le recalcó—. Tu aun sientes algo por mí, Sunngjae. Podemos intentarlo de nuevo.


 


—¿Y si no funciona? —preguntó al borde de las lágrimas—. ¿Y si te das cuenta que yo no soy... lo que esperabas?


 


—Me he preparado mentalmente para aceptar cualquier cambio radical en ti... pero la imagen mental que creé fue una exageración, sigues siendo el Sungjae del que me enamoré hace diez años.


 


—Hyung... —la mano temblorosa del más alto fue a parar a los labios de Minhyuk, acariciándolos con la punta de sus dedos. Minhyuk sujetó su mano y besó cada dedo, cada nudillo, la palma y el dorso.


 


—¿Dónde está tu habitación? —inquirió Minhyuk mientras cargaba a Sungjae estilo princesa, el más alto señaló un pasillo y ambos ingresaron en la primera puerta.


 


Minhyuk no tenía planeado hacer nada extraño, simplemente quería abrazar a Sungjae y susurrarle cuanto lo amaba hasta que ambos cayeran rendidos ante el sueño pero las cosas se salieron de control. Una vez haber depositado el cuerpo de Sungjae en su cama, mil ideas surcaron su mente torturándolo.


 


—¿La... has traído aquí? —preguntó con temor, la idea de Sungjae haciéndolo con alguien más le enloquecía.


 


—No... —quiso decirle que eso no importaba pero a la vez sintió deseos de explicarle todo— yo la respeto, nosotros no hemos tenido intimidad. Joy es mi amiga antes que mi prometida.


 


—Termina con eso. Rompe ese compromiso que solo te hace infeliz, Sungjae —tomó las manos de su menor y las besó, fue un ruego que salió de sus labios.


 


—Minhyuk–hyung... no sé qué hacer. Temo la reacción de mis padres, su rechazo. Temo que esto que sentimos sea solo algo que dejamos inconcluso en el pasado y que al final nos lastimemos aún más —acarició las mejillas de su hyung quien lo observaba entre triste y confundido—. ¿Puedes entender este miedo, hyung?


 


—Puedo entenderlo, lo que no puedo entender es como piensas vivir bajo la expectativa de alguien más. Tu vida ya no será tuya y en parte eso fue mi culpa, yo te empujé a que cumplieras con lo que tu padre tenía planeado para ti —Minhyuk se inclinó sobre él y besó sus labios tiernamente—. Concédeme esta noche, Sungjae. Si después de esto te das cuenta que no vale la pena, lo entenderé... Entenderé que quieras apartarme y seguir con tu vida. Así que, por favor, dame esta noche y permíteme amarte como no pude hacerlo en el pasado.


 


Sungjae dio un silencioso asentimiento lo que le permitió a Minhyuk desnudarlo, fueron caricias suaves y cuidadosas las que dejó en su cuerpo cuando las prendas fueron removidas. Ambos quedaron expuestos por primera vez, en el pasado no se atrevieron a dar ese gran paso y ahora estaban a un segundo de hacerlo.


 


Minhyuk acarició los muslos de Sungjae abriéndolos en el proceso para poder darle una mejor vista de su miembro, con una mano empezó a masajearlo arrancándole suspiros de excitación.


 


—H–Hyung... ahh... ahhh... —Sungjae cubrió su rostro con una almohada para amortiguar sus gemidos pero Minhyuk se la quitó.


 


—Quiero escucharte. No te contengas y pídeme lo que quieras.


 


Los colores subieron al rostro de Sungjae, su cuerpo estaba ardiendo pero su cerebro se concentraba en las atenciones que el mayor daba en su miembro. Sus piernas se tensaron, hundió su cabeza entre las almohadas cuando una ola de excitación viajó por su columna vertebral. Minhyuk hizo que eyaculara al tomar el pene de Sungjae en su boca y succionar la cabeza acampanada.


 


—Hyung... Hyung... —gemía mientras sacudía su cabeza.


 


Minhyuk se posicionó sobre el cuerpo de Sungjae, apartó sus desordenados cabellos del rostro y el menor colocó sus manos alrededor de su cuello instándolo a continuar con su tarea.


 


Sungjae no supo cómo fue capaz de no soltar un alarido de dolor cuando Minhyuk entró en él, fue tan terriblemente doloroso pero no podía detenerse por algo que sabía era normal. Abrazó a su mayor, enterró sus uñas en su blanca espalda y pegó sus labios de la oreja de este soltando pequeños suspiros. Podría estar decepcionando a sus padres o al mundo entero pero eso era lo menos que le importaba, todos sus sentimientos y pensamientos estaban puestos en ese momento que se sentía increíblemente correcto.


        


 


******


 


 


Ken se encontraba recostado en el sofá-cama del departamento de Hani mientras hacía zapping en el televisor, el sueño no parecía querer llegar. Inconscientemente miraba de reojo su celular sobre a mesita frente a él, en vano esperaba que Wonsik lo llamara y pidiera perdón por ser tan insensible pero sabía que eso no pasaría. Wonsik no aceptaba su deseo de ser padre y eso era mucho más doloroso que perder un brazo.


 


Unos toques en la puerta lo detuvieron en su acción. Se puso de pie lentamente y tomó una bata de baño, hacía mucho frío esa noche. Abrió la puerta y se quedó congelado, no por el frío sino porque Wonsik estaba frente a él.


 


—Larva, ¿c–cómo supiste que estaba aquí?


 


—Te rastreé con el GPS —confesó algo apenado sintiéndose como un vulgar acosador—. Antes de que me eches, perdón. He sido un completo imbécil contigo y tú no merecías todo el dolor por el que te hice pasar. Ken, acabo de co-


 


—Kenny, ¿has visto mi...? —Hani salía de su habitación cubierta únicamente por su bata de baño. La chica al ver la escena que se desarrollaba, se cubrió mejor y volvió a su habitación.


 


Ravi parpadeó varias veces, algo en su cabeza hizo clic estrepitosamente. Llevó una mano a su boca y se alejó de Ken directo al ascensor.


 


—¡Espera, larva! —Jaehwan corrió tras su menor y se metió al ascensor antes de que las puertas se cerraran—. ¿Qué te sucede? Se supone que ibas a decirme algo.


 


—Tu... ¡¿Qué demonios estabas haciendo!? —preguntó ofuscado—. ¿Me dejaste para irte con ella? ¡¿Es eso?!


 


—¡Cálmate! —exclamó sintiendo su sangre hervir—. ¿Y qué si yo quiero estar con ella? Tú y yo ya no somos nada.


 


—Esa mujer te sedujo, ¿entonces lo de los niños fue solo una excusa? —inquirió herido.


 


—No la ofendas y por supuesto que no fue una excusa. Yo quiero a mis niños y Hani va a dármelos con todo el gusto del mundo, cosa que tú no eres capaz de hacer por mí —le reclamó molesto y ofendido por aquella baja acusación.


 


Ravi lo miró confundido, como si sus palabras no llegaran a ser correctamente procesadas por su cerebro.


 


—¿A qué te refieres?


 


—Hani me ayudará a adoptar a Myungjun y a Jinwoo, ella me ayudará a ser padre —le confesó aquello que por esperanza esperó no tener que hacer nunca—. Necesito una pareja para hacer el proceso de adopción más rápido, tendré a mis hijos en menos de lo que canta un gallo si el trabajador social nos aprueba.


 


—¿P–Por qué no me lo dijiste antes?


 


—¿Para qué? Tu no quieres ser padre y yo no puedo obligarte a querer a mis niños, porque ellos ya son una parte de mí, larva —le dijo incapaz de suprimir sus lágrimas.


 


Ken se recostó de la fría pared del ascensor que ya había detenido su andar. Ravi, con el corazón oprimido, se acercó a su hyung, su pareja, su más grande amor, y lo abrazó con todas sus fuerzas.


 


—Perdóname... por causarte tanto dolor, por solo lastimarte —le susurró—. Los conocí, ¿sabes? Son unos niños preciosos, aunque no termino de agradarle a Myungjun...


 


—¿Eh? —apartó un poco su rostro para poder verlo a la cara—. ¿Fuiste... a–a verlos?


 


—Sí. Lo hice por ti, Ken. Lo hice porque no quería arruinar nuestra relación, ni nuestro futuro por mis estúpidos miedos pero... pero si tú estás con Hani y la necesitas a ella p–puedo entenderlo, solo... —se apartó dejando ir a calidez y seguridad que le transmitían los brazos de Jaehwan— solo me apartaré porque ya no quiero lastimarte más.


 


 —L–Larva... no tengo nada con Hani pero si la necesito, quiero estar completamente seguro de que Myungjun y Jinwoo estarán a mi lado, ¿puedes entender eso?


 


Ravi asintió lentamente, podía comprender a la perfección a lo que se refería Jaehwan pero eso no era menos doloroso.


 


Vio a Ken acercarse, colocar una mano a la altura de su corazón, pararse de puntitas y besarlo con tanto amor que era capaz de salir volando por su causa. Se asió de su cintura como un ancla y lo pegó más a su cuerpo, extrañaba tanto sus besos como el calor que le transmitía su cuerpo.


 


 


******


 


 


Hongbin nunca creyó que en su vida necesitaría dormir junto a un cálido cuerpo como en ese momento, estaba abrazando a Hyuk por la espalda mientras sus cuerpos hacían cucharita. Lo que había comenzado con un día excelente despertando al lado del hombre que amaba, desayunando junto a él y discutir con su mejor amigo para luego terminar consolándose, acabó en una horrible pesadilla. Solo fueron cinco minutos que arruinaron todo.


 


Aquel "admirador" volvió a aparecer en su lugar de trabajo, como si fuera una presencia que lo seguía constantemente a donde fuera. Desafortunadamente se habían quedado solos mientras su manager atendía unas llamadas y su estilista tuvo que retirarse, estuvo a su merced. Aun podía sentir su duro cuerpo acorralarlo, sus ásperas manos masajearle las piernas y el caliente aliento chocando contra su cuello. Lo peor llegó cuando de manera descarada acarició su entrepierna y la apretó arrancándole un grito que acalló metiéndole la lengua, fue asqueroso.


 


Se estremeció de solo recordar sus asquerosas manos tocarlo.


 


Cuando llegó a casa, se dio un baño largo. Talló cada parte de su cuerpo con una esponja hasta dejar la piel roja y ardiendo, no podía darle su cuerpo sucio a Hyuk. Aun podía visualizar su rostro preocupado, sus ojos brillosos mientras lo secaba y aplicaba una crema para detener el ardor en su cuerpo. El menor estaba preocupado y él no sabía cómo podía decirle lo que le pasaba, tenía miedo.


 


Si Hyuk se enterara, lo repudiaría y lo abandonaría, y Hongbin no estaba dispuesto a vivir sin Hyuk.


 


Se apegó más a su cuerpo, sus brazos tensos alrededor de su abdomen. Besó la parte posterior de su cuello, lo mordisqueó haciendo que Hyuk se quejara aun envuelto en una nube de sueño. Una de sus manos descendió hasta rozar el elástico de su pantalón, los dedos se escabulleron bajo el trazando un camino recto. Hyuk despertó completamente al sentir un cosquilleo que le recorrió entero.


 


—¡H–Hyung! ¿Qué haces? —preguntó alarmado por el abrupto despertar, su mano se aferró al brazo atrevido de Hongbin.


 


Hongbin es insistente, hace oídos sordos a sus reclamos. Lo siente retorcerse bajo su tacto, sus caricias lascivas, y eso se convierte en una gran satisfacción. Su meta es hacerlo necesitarle como muchas veces Hongbin lo necesitó, pero se negó a avanzar por temor a su rechazo.


 


Lo torturó un poco más dejando su atención a medias cuando Hyuk empezó a morder la almohada, se quejó. Sabía que era doloroso y mucho.


 


—H–Hyung... p–por qué–e... —su pregunta quedó a medias, necesitaba terminar con eso cuanto antes.


 


Hongbin tomó sus manos y las colocó por sobre su cabeza, no le permitirá acabar tan rápido. Se colocó entre sus piernas y contempló su rostro, sus ojos acuosos y confundidos. Acercó su rostro al de Hyuk, besó su frente, su bonita nariz y su boca entreabierta. Escuchó un quejido provenir del menor cuando se separaron.


 


—Me duele…


 


—¿Quieres que termine con eso? —preguntó en un susurró cerca de su oído—. Déjame hacértelo, Hyuk. Te necesito como no tienes idea.


 


—H–Hyung… estas actuando extraño… yo… yo no creo…


 


—Por favor —Hyuk se estremeció. Había un deje de suplica en su voz, un tono inconsciente y casi imperceptible pero que estaba allí y no pudo ignorar.


 


Desde hacía días que Hongbin se venia comportando se manera extraña y, por más que intentaba, no lograba sacarle información. No era tonto, era consciente de que algo le sucedía a su hyung pero este no quería hablar sobre ello.


 


—¿P–Puedo hacerlo…? —fue una pregunta que salió sin querer de sus labios y, específicamente, no iba dirigida a Hongbin.


 


El mayor tomó aquello como un permiso, la aceptación de su avance. Soltó sus manos y dejó que lo tocara, acariciar y apretara todo lo que quisiera.


 


Hyuk tiembla, se siente atrapado por la fuerte presencia de Hongbin y la culpabilidad. Sabe que no hay razón para sentirla, Hakyeon le había dado el permiso de estar con alguien más.


 


Intentó relajar su cuerpo, concentrarse en los gruesos dedos trepando por su piel y los suspiros que provocaban en él sensaciones familiares. Intentó desconectar su mente, arrancar la culpabilidad de su pecho y dejarse llevar por su amante, Hongbin lo necesitaba. Algo le decía que debía hacer lo que sea por él.


 


—Hongbin —lo llamó en un susurro—, si algo te pasa... si necesitas algo... d-dímelo —sintió sus labios ascender por su cuello y mandíbula—. Hongbin... Te quiero con toda mi alma  —las acciones de Hongbin se detuvieron unos instantes, una inhalación ahogada se hizo oír—. Hyung, quiero ser tu apoyo, tu fuerza. Si algo te molesta, déjame ayudarte a solucionarlo.


 


Hongbin se inclinó contra el rostro de Hyuk, sus mejillas rosadas y ojos rojizos lo hacían ver como un niño perdido. Lo abrazó, con desesperación y anhelo.


 


—¿Me amas...? ¿Soy suficiente para ti? —preguntó en un susurro—. Muchas veces... He sentido que no puedo llegar a ti... Que no te merezco... —se separó rápidamente y se sentó dándole la espalda—. Perdón, dije muchas cosas innecesarias.


 


Hyuk se irguió y abrazó a su hyung por la espalda, anclando sus brazos alrededor de su abdomen. Besó su hombro y colocó la mejilla contra el omoplato derecho.


 


—El que debería disculparse soy yo, te he preocupado —le dijo lo suficientemente audible—. He sido un tonto y no te he demostrado lo suficiente mis sentimientos. ¿Que si te amo? ¿Que si eres suficiente? Bobo. Tu eres la persona que ha estado conmigo desde hace mucho, me ha apoyado y amado sin límite alguno —acarició los castaños cabellos de su mayor—. Fui un idiota, estaba tan sumido en mi dolor que me di cuenta tarde que te tenía para mí, que tú curarías mi pesar y me harías amar otra vez.


 


—Hyuk... —la voz de Hongbin se escuchaba quebrada.


 


—Hongbin–hyung...aún amo a Hakyeon–hyung pero debo dejarlo ir, lo atesorare porque el fue y será siempre importante para mí y para ustedes, pero debo honrar su memoria y seguir... Hyung, ¿aceptarías a este perdido que llegó muy tarde a ti?


 


—Si... —dijo casi de inmediato girándose para encararlo y besarlo, sus mejillas estaban humedecidas por las lágrimas—. Mil veces sí, Han Sanghyuk. He estado esperando por ti desde hace mucho y sé que seguiría esperándote porque tú lo vales. Te amo, te amo, te amo...


 


—Yo también te amo, Hongbin–hyung —decir aquellas palabras sabían tan dulces en sus labios y eran aún más deliciosas al ver la sonrisa de su pareja.


 


Se fundieron en un beso profundo, apasionado.


 


Hongbin fue desnudando al menor poco a poco, exponiendo su lechosa piel y que este intentaba cubrir con sus brazos infructuosamente. Acarició con timidez su piel, depositó pequeños besos en su hombro. Suspiró.


 


—Si hago algo mal, por favor, dímelo. Es la primera vez que lo hago con un chico —confesó el mayor abochornado.


 


Hyuk dejó escapar una risita sintiéndose menos tenso y nervioso, sería la primera vez de Hongbin. Se acercó a gatas hasta su mayor, besó la punta de su nariz y lo despojó de su camisa. Hongbin era hermoso, siempre lo había sido. Su sonrisa, su rostro, su cuerpo, viejos sentimientos despertaron como nuevos y en un arrebato de deseo lo tomó de la cintura colocándolo bajo su cuerpo.


 


Los besos eran fogosos, las caricias duras y demandantes. No estaban pensando, claramente, solo dejaban que sus cuerpos actuaran y escribieran la escena. Rápidamente las manos de Hyuk fueron a los pantalones de Hongbin quitándolos lentamente, besando la extensión de sus blancas y torneadas piernas.


 


Hongbin solo podía suspirar con una sonrisa en su rostro y los ojos cerrados, disfrutando de ello.


 


—Hyung... abre las piernas —aquella petición hizo que se estremeciera.


 


—Hy–yuk... no creo que... —intentó refutar, podía intuir lo que quería hacer Hyuk y él no estaba muy seguro de ser quien recibiera.


 


—Hyung, por favor... quiero tenerte... —la voz profunda de Hyuk, sedosa, caló hasta el tuétano y electrificó sus terminaciones nerviosas.


 


Su cuerpo se destensó, se dejó hacer por las manos expertas de su amante. Todo precia un borrón de cosas sin sentido pero a la vez placenteras de una manera increíble, el dolor inicial se transformó en lo más delicioso que pudo haber sentido.


 


Todo en Hyuk era delicioso. Sus atenciones, sus besos, sus caricias, sus amorosas palabras y él no sabía cómo podía ser tan afortunado. De pronto se encontró liso, sin barreras, preparado, mucho más de lo que pensó y eso le asustaba pero era su Hyuk, y él no podía permitirse temerle.


 


Sus piernas abiertas lo recibieron y sus brazos lo sujetaron como un salvavidas. Lo sintió entrar lentamente expandiendo su agujero, fue muy doloroso pero se obligó a soportarlo. Sus ojos se empañaron, su respiración se aceleró, gimió profundo, llamó el nombre de Hyuk como lo único en su mundo, lo sintió y lo amó tan desesperadamente.


 


Tan culpable.


 


Hyuk lo estaba tratando dulcemente, con amorosas caricias y besos sanadores. Le hacia el amor en toda la extensión de la palabra, amando cada rincón de su cuerpo y él solo le había mentido tan descaradamente. Era el ser más egoísta del mundo.


 


—Hyuk —gimoteó—. Hyuk, Hyuk...


 


—Hyung, ¿te estoy lastimando? —preguntó preocupado.


 


—N–No... me siento extraño... —su cabeza se hundió entre las almohadas, su espalda se arqueó—. ¡Ah! ¡Ahí! ¡Hyuk, sigue moviéndote! —exigió con desesperación—. ¿Q–Qué está pa... ¡ah! pasándome? ¡Hyuk!


 


—Shh... Tranquilo, es normal que te sientas así. Solo déjate llevar —intentó transmitirle a Hongbin seguridad aunque por dentro estaba aterrado por la idea de lastimarlo, no podía decir que era un experto teniendo relaciones sexuales—. Hyung... eres deliciosos -dijo mordisqueando su mandíbula y cuello, disfrutaba del hormigueo electrizante en su parte baja.


 


Estocadas tras estocadas el orgasmo se aproximaba a ellos con un fuerte estallido. Hongbin gritó como nunca pensó ser capaz de gritar durante el sexo mientras sentía el caliente semen de Hyuk en su interior, su amado le había marcado para siempre.


 


No tuvo tiempo de respirar con normalidad cuando Hyuk lo tomó entre sus brazos y lo besó con pasión, invadió su boca sin previo aviso.


 


—Hyung, ¿te duele algo? —preguntó al finalizar el beso.


 


—No... solo molesta un poco —Hongin no sabía si eso era correcto puesto que sus huesos se sentían como líquido y sensaciones como el dolor no estaba dentro de su percepción.


 


Hyuk lo envolvió entre sus brazos y él se dejó hacer. Escuchó a su menor susurrarle palabras de amor mientras lo arrullaba, su mente se desconectó de todas sus preocupaciones.


 


Disfrutó lo más que pudo del momento antes que el sueño lo venciera. Aun no le diría a Hyuk lo que le afectaba, del conflicto en sus sentimiento, del acoso de ese hombre y de que su Hakyeon, aquel al que amo con todas sus fuerzas, estaba vivo y muy cerca de él.


 


No podía romper aun su pequeña burbuja de felicidad, no aun.

Notas finales:

CHAN CHAN CHAN!!!


No hay mucho que decir, el lemon no me quedó tan ¡WOW! pero se hace lo que se puede.


¡Al fin Leo y N están juntos!


¿Será que ahora si Minhyuk y Sungjae enfrentaran al mundo por su amor?


Ken y Ravi están en proceso de reconciliación, ¿se dará? ¿serán una familia feliz con sus estrellitas?


Hyuk dejó ir a Hakyeon y se entregó a Hongbin ¡Al fin! pero Hongbin la está pasando al con el acosador y no puede decírselo a Hyuk, ¿qué hará para liberarse de eso?


Por cierto, ¿vieron el Comeback de Astro? ¿Limitless versión japonesa? ¿A.C.E en The Unit y MIXNINE? ¿Y Hansol e IMFACT también en The Unit? ¡MONSTA X GANÓ SU PRIMER PREMIO EN UN PROGRAMA MUSICAL! ¡GRACIAS DIOS! ¿Mic Drop Remix? ¿Vieron tantas cosas que yo apenas estoy viendo? 😭😭😭


Disculpen cualquier horror ortográfico.


Comenten y denme amor para seguir escribiendo y soportar todo lo que se me viene encima, nos leemos pronto~ (eso espero)


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