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I'll Waiting For You [VIXX] por Kris Kuro Angel

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Notas del capitulo:

Hola, hermosuras. Traje sensualidad~ y mucho dolor.


¿Qué puedo decirles? Me perdí de un montón de cosas, solo sé que la presentación de The Wind of Starlight me mató, BTS se ganó un Daesang y MONSTA X un Daesang (y eso porque me metí en Tumblr anoche un rato), de resto no sé absolutamente nada. Me he perdido de tantas cosas y debo ponerme al día. En pocos días entro de nuevo a la universidad y presiento que me va a succionar lo poco que me queda de vida.


Recen por mi(?)


Ahora si, al fic...

Hyuk miraba sus manos temblorosas, las imágenes de Hongbin inconsciente, la piel maltratada y su débil respiración aún transitaban su mente con dolorosa culpa.


 


Sin tan solo hubiese llegado un poco antes tal vez habría evitado toda esa desgracia.


 


Estaba sentado en la sala de espera del primer hospital que encontraron, lo atendieron tan solo verlo y le pidieron a Hyuk esperar respuestas. Quería llorar hasta los gritos pero su cuerpo estaba cansado, todo lo sucedido lo agotó física y mentalmente.


 


El mánager de su novio se encargó de todo, de mantener un perfil bajo para esa situación y llevando al abusador ante las autoridades como debía ser. Haría que se pudriera toda su vida en prisión.


 


—Hyuk —Sungjae apareció en su rango de visión acompañado de Minhyuk y Joy, parece que había estado allí desde hacía varios minutos pero apenas y pudo reparar recién en su presencia—, ¿cómo está Hongbin–hyung?


 


—No lo sé... No sé qué está pasando... Nadie me dice nada...


 


Su labio temblaba, sus ojos se cristalizaron. Sungjae lo abrazó y dejó que llorara todo lo que quisiera. Estaba desecho, roto, agonizante. Si algo le sucedía a Hongbin, no sabía cómo podría seguir viviendo.


 


Los minutos se sintieron eternos, la ansiedad crecía como un monstruo en su interior. Una figura se acercó a donde estaban ellos, se veía agitado y asustado.


 


—Hakyeon–hyung —se levantó a su encontró y lo abrazó con todas sus fuerzas, lo necesitaba para no volverse loco en ese momento.


 


Sintió los besos de Hakyeon en su frente, mejillas y cuello, y su fuerte abrazo otorgándole confort.


 


—¿Qué sucedió, Hyukkie? ¿Por qué... por qué Hongbin haría algo así? —Hakyeon no estaba enterado de lo que había orillado a Hongbin a intentar quitarse la vida.


 


—Estaba sobre él... un... un asqueroso hijo de puta estaba sobre él cuando entré al camerino.... estaba... abusando de él —llevó un puño a su boca para acallar sus sollozos.


 


Hakyeon adquirió una expresión de horror, de rabia. ¿Cómo alguien pudo ser tan ruin y asqueroso para forzar a su pequeño Hongbin? Sea quien sea, se había ganado su odio.


 


Las puertas que conducían a la sala de emergencias se abrieron y un doctor se acercó a ellos.


 


—¿Familiares de Lee Hongbin?


 


—Soy su novio —contestó rápidamente Hyuk.


 


—Puede estar tranquilo, el paciente está estable. Logramos aplicarle a tiempo el lavado  y desintoxicar su sistema, aún sigue inconsciente pero despertará en unas horas. Lo están preparando para llevarlo a una habitación de cuidados intensivos para el monitoreo —explicó calmadamente el doctor y eso alivió enormemente a los presentes—. Puede sentirse mareado, débil, con nauseas o dolor abdominal pero es completamente normal. Eso es lo de menos, lo más difícil vendrá cuando recuerde lo que le sucedió. Va a necesitar terapia pero por sobre todo el apoyo de sus seres queridos. ¿Quiere ir a verlo?


 


—Si, por favor.


 


Hyuk siguió al doctor mientras los demás se quedaron en la sala de espera, por lo menos estaban más calmados.


 


Al ingresar a esa ala del hospital una ola de frialdad lo golpeó, su cuerpo tiritó. Sus piernas se sentían cada vez que se acercaban a la habitación donde estaba Hongbin, el médico abrió la puerta con cuidado y le dio espacio para que ingresara primero. Contuvo la respiración, lo vio. Estaba dormido, tenía una mascarilla sobre su rostro y diversos tubos conectados a su cuerpo. Una enorme máquina monitoreaba sus latidos y respiración.


        


Se acercó a él, notó ciertos rasguños en su rostro que antes no había visto así como moretones en sus brazos. Con cuidado tomó la mano de Hongbin, sus dedos helados le hicieron estremecer.


 


—Lo mantendremos en observación para evitar cualquier complicación, te daré cinco minutos —el doctor salió dejándolo a solas con Hongbin.


 


Hyuk estaba tan asustado, se sentía impotente por lo sucedido. Si tan solo hubiese ido con Hongbin antes que con Leo, si tan solo le hubiese hecho caso a Hakyeon nada le habría pasado a Hongbin.


 


—¿Eso era lo que te tenía preocupado? ¿Desde cuándo ese sujeto te estaba asechando? —preguntó aun sabiendo que Hongbin no le respondería—. ¿Por qué no me lo dijiste, mi amor? Habríamos hecho algo... juntos... —lágrimas descendieron, el llanto comprimía su pecho. Todo el dolor y la tristeza salían en forma de gotas saladas—. Despierta... ya no estoy molesto... solo q-quiero que despiertes...


 


Hyuk se inclinó sobre el cuerpo de Hongbin, besó sus fríos labios. Solo fue una presión porque sabía que Hongbin no podía corresponderle, aun así sintió un leve estremecimiento de su parte. Se separó lentamente y contempló como lagrimas salían de los ojos cerrados de su hyung.


 


Dentro de su inconsciencia, Hongbin estaba sufriendo.


 


 


 


 


 


Afuera, en la sala de espera, Hakyeon, Minhyuk, Sungjae y Joy esperaban por Hyuk. Necesitaban saber de su estado.


 


N se alejó un poco de ellos y tomó su celular, debía avisarle a los demás. Sabía que Hyuk estaba molesto con ellos pero, a su percepción, todos eran como una familia y se merecían saber que pasaba con Hongbin.


 


Escuchaba el insoportable sonido a través del teléfono hasta que la voz de Leo se abrió paso.


 


—¿Yeon–ah? —su voz se escuchaba ahogada y eso le preocupó.


 


—Woonnie, ¿sucedió algo?


 


—No... fue algo que... Yeon–ah, necesito hablar contigo.


 


—Yo también, por es debes venir al hospital... Hongbin... Hongbin intentó quitarse la vida.


 


—...¿Qué?


 


Hakyeon le explicó lo que pudo, lo que Hyuk le contó. Leo dijo que iría lo más rápido posible y que le avisaría a Ravi y Ken, debían estar para sus menores en ese momento a pesar de las circunstancias.


 


Hongbin era lo importante ahora.


 


Colocó su cabeza contra la pared, sus manos se abrían y cerraban a sus laterales, sus labios se presionaban para evitar gritar. La cabeza le dolía horrores, sus memorias se estaban revoloteando desordenadamente. No podía creer como su mundo aparentemente perfecto se estaba desmoronando, las paredes construidas de mentiras se venían abajo y revelaba un mundo totalmente destruido, colapsado, caótico. ¿Cómo llegó a eso? ¿Cómo las cosas se salieron de control? ¿Cómo alguien tuvo tanto poder para arruinarles la vida?


 


Sintió unas manos palmear sus hombros, se dio la vuelta y descubrió que era Minhyuk.


 


—Hermano, sé que es un momento muy duro para todos pero no te desmorones. Hyuk nos necesita —le dijo su amigo.


N asintió pausadamente y se aferró a Minhyuk, él también necesitaba apoyo para afrontar todo lo que se les venía encima. Unos minutos después llegaron Leo, Ken y Ravi con expresiones tristes y preocupadas. Exigían explicaciones de lo que había pasado, saber que Hongbin estaba bien.


 


—Dios, no puedo creer que haya hecho una cosa así —dijo Ken hecho un mar de lágrimas.


 


—Ese idiota va a escucharme —prosiguió Ravi también con los ojos llorosos.


 


—¿Y el... mal nacido que abusó de él? —preguntó Leo.


 


—Su mánager se está encargando, hará lo posible por ponerlo tras las rejas —informó Sungjae.


 


Las puertas que daban al área de terapia intensiva se abrieron con sumo cuidado, Hyuk regresaba con un andar lento y su rostro lucia ido. Los miró pero no hubo reacción alguna, parecía ausente. Hakyeon fue hasta él y sujetó sus manos frías.


 


—Vinieron a apoyarte y a Hongbin, como una familia... —Hyuk no reaccionó—. ¿Cómo está Hongbin?


 


—Duerme... pero estaba llorando. Sufría, hyung... y yo no pude hacer nada...


 


N abrazó a su pequeño, lo dejó llorar.


 


—Estamos aquí, todos nosotros...


 


—Te quiero solo a ti —susurró y solo Hakyeon fue capaz de escucharlo.


 


Aun cuando dijo esas palabras, aun cuando se supone que debía estar enojado con todos, se sintió reconfortado cuando todos se unieron en un gran abrazo demostrándole que no estaba solo. Tal y como una familia, por más disfuncional o rota que estuviese, ellos iban a estar para él.


 


Las horas pasaban lentas y tortuosas, Hongbin no parecía querer despertar.


 


Hyuk se alejó porque necesitaba un momento a solas, Sungjae no se lo permitió y se quedó rondándolo. Estaba preocupado por su estado emocional. Mientras, los demás fueron a la cafetería por algo de comer ya que no habían probado bocado alguno.


 


Hakyeon solo pidió un café con leche que apenas probó, su estómago parecía no poder procesar alimento alguno. Leo estaba a su lado, necesitaba hablar con él pero no salían las palabras. Ravi y Ken se alejaron para hablar por teléfono, tal vez con sus hijos ya que se es veía sonrientes, y Minhyuk y Joy tomaron otra mesa para tener su propia seria conversación.


 


—Yeon–ah —acarició suavemente los dedos de Hakyeon que sostenían la taza aún caliente—, se va a enfriar.


 


Hakyeon pareció despertar de su ensoñación y tomó un trago de su café.


 


—Lo siento.


 


—¿Por qué? —preguntó Leo temeroso.


 


—Por todo... han pasado tantas cosas que debemos hablar de ello —entrelazó sus dedos con los de Taekwoon, tomó fuerza por ello—. Él fue a mi oficina... mi padre, quiero decir. Él... él no está arrepentido, él no va a detenerse, quiere de algún modo obligarme a hacer su voluntad...


 


—No podemos permitirlo —sus manos temblaban, estaba aterrado de que Dongmin se llevara a Hakyeon de su lado.


 


—No, no voy a darle ni la más mínima oportunidad —contestó solemne—. Con respecto a Hyuk... ¿por qué nunca me hablas de él y de nuestra relación?


 


—Tenía miedo —se sinceró—. Miedo de perderte, miedo a lastimarlos a ambos... al final lo hice.


 


—Claro que no. No fue tu culpa que yo no recordara, no fue tu culpa que él pensara que estaba muerto —suspiró—. Tu solo tuviste miedo.


 


—Aunque digas eso no hace que me sienta menos culpable —Leo jugaba nerviosamente con los dedos de Hakyeon—. ¿Habrías ido con Hyuk si te hubiese hablado de él?


 


—No lo sé. Tal vez, porque es mi niño y sentí mucho apego cuando lo vi, mucho cariño. Ahora que está pasando por todo esto, me siento en la obligación de estar con Hyuk.


 


—¿Lo... amas? —sentía que iba a romper a llorar. Si su respuesta era afirmativa, estaba listo para huir—. Quiero que seas sincero, Cha Hakyeon.


 


Los dedos de Hakyeon hicieron mucha presión contra los propios y esa fue respuesta suficiente. Intentó ponerse de pie, intentó huir, pero Hakyeon fue más rápido y lo impidió. Lo colocó de frente, lo tomó entre sus brazos, lo apretó muy fuerte contra su pecho.


 


Sus lágrimas comenzaron a fluir.


 


—Shh... —lo sintió acariciarle la espalda— lo amo... tal y como amo a Xiumin, a Hongbin, a Ken y a Ravi... lo amo como a mi familia. Ambos vivimos muchas cosas juntos, empezamos nuestra relación porque estábamos con el corazón roto y curamos nuestras heridas mutuamente... pero su corazón y el mío han vuelto al mismo lugar. El eligió a Hongbin y yo a ti...


 


—No lo hagas porque te sientas... de alguna forma en deuda conmigo —reprochó.


 


—No lo hago, nunca haría eso. Me han forzado a vivir a una vida que no deseaba... ya nunca más haré algo en contra de mi voluntad. No viviré por el deseo de otra persona —separó a Leo de su cuerpo para encararlo, sus miradas se conectaron inmediatamente—. Si me quedo a tu lado no es porque me sienta obligado, es porque te he elegido, porque me complementas, porque te amo con todo mi corazón, Jung Taekwoon.


 


Hakyeon acarició las redondas y sonrosadas mejillas de Leo. El menor recostó su rostro de la palma derecha del moreno, la besó con devoción.


 


—Eres demasiado bueno, Yeon–ah. Temo que alguien pueda lastimarte —juntó su frente con la del moreno, sintió la punta de la nariz rozarle delicadamente.


 


—Ya lo han hecho mucho... No lo hagas tú, Woonnie.


 


A unas mesas de distancia, Minhyuk y Joy contemplaban la escena enternecidos. Se notaba a leguas el gran amor que sentían los mayores del grupo y todo lo que estaban atravesando solo los había fortalecido más.


 


—Minhyuk–ssi —Joy llamó la atención de su acompañante quien por fin despegó su vista de sus dos amigos—, quería preguntarle... si Sungjae decidiera hacer algo que podría afectarlos a ambos pero a la vez protegerlos, ¿aceptaría?


 


—Eso... depende de lo que se trate —respondió dubitativo.


 


—Si él le pidiera que aceptaran tener un hijo, ¿lo haría?


 


Minhyuk se quedó pensativo varios segundos intentando procesar la pregunta, al final tuvo que responder lo que salió de su corazón.


 


—Si eso garantiza nuestra felicidad... entonces aceptaré que Sungjae tenga a nuestro hijo, porque será nuestro a fin de cuentas.


 


Joy sonrió. Tal parecía que aquel Minhyuk inseguro del que me habló Sungjae ya no existía más, estaba en paz ahora.


 


Por otro lado, Ken y Ravi se recostaron de la pared y se dejaron caer hasta el suelo. Todo el estrés del momento les estaba afectando.


 


—¿Qué crees que pase ahora? —inquirió Ravi.


 


—No lo sé. Quizás Binnie no tome a bien que Hyukkie y Hakyeon–hyung  se hayan encontrado.


 


Ravi recostó su cabeza en el hombro de Ken, estaba preocupado por su amigo y el cómo iba a reaccionar. Ken contemplaba la fotografía en la pantalla de su celular, la foto de ellos junto a Myungjun y Jinwoo justo como la familia que debían ser. Ken deseaba tanto que todos fueran una feliz familia, que los problemas se esfumaran de sus vidas. Deseaba y pedía con todo su corazón que las personas que amaba encontraran la felicidad.


 


—Ellos deben hablar, aclarar las cosas y si están dispuestos a continuar su relación —dijo Ken sin despegar la vista de su celular—. Desearía que todo esto fuera un mal sueño y que ellos no sufrieran más.


 


—Aun me parece irreal que N–hyung esté con nosotros y que Hongbin intentara quitarse la vida...


 


—Debemos protegerlos, Larva. Hacer todo lo posible porque ambos superen este amargo trago y rehagan sus vidas, es lo menos que se merecen después de todo lo que pasaron.


 


Jaehwan parpadeó algo aturdido cuando vio a sus amigos encaminarse de vuelta a la sala de espera. Se puso de pie y Ravi de igual forma, ambos se tomaron de la mano y fueron tras ellos. Sintieron la tensión cuando a una distancia prudencial se detuvieron, Hyuk y Sungjae estaban sentados abrazados como una fuente de apoyo mutuo. No había que ser un adivino para saber que Hyuk era quien peor la estaba pasando,


 


—N–ah —el nombrado miró a Leo, Ken pasó saliva esperando cualquier tipo de reacción de parte de su amigo- ve con él.


 


Su garganta se contrajo de la impresión, incluso vio a Hakyeon estupefacto. Vio a Taekwoon empujar a Hakyeon, el moreno caminó dubitativo hacia el menor.


 


—¿Estas bien con eso, Taekwoon–hyung? —Ken se acercó a él y sujetó con suavidad su brazo.


 


—Hyuk lo necesita, solo lo hago por eso —dijo Taekwoon alejándose, ver a Hakyeon abrazando y consolando a Sanghyuk lo lastimaba en demasía.


 


Las alarmas sonaron escandalosamente, los corazones de los presentes brincaron en preocupación cuando enfermeras y el doctor que atendió a Hongbin corrieron al ala de terapia intensiva.


 


Hyuk tembló. Su cuerpo se sacudió en espasmos, sus ojos irritados se empañaron nuevamente. Temió lo peor. N lo sostuvo cuando sus piernas cedieron a su peso y se encontró acorrucado contra su pecho, la mano del mayor subía y bajaba por su espalda para confortarlo.


 


Estuvo así, sentado en el frío piso, durante minutos que parecieron horas.


 


—¿Por qué no salen? —escuchó a Ravi preguntar.


 


—Debe haber ocurrido algo —dijo Sungjae.


 


—¿Escucharon eso? —inquirió Joy.


 


Hyuk tuvo que agudizar su oído hasta que percibió aquello que Joy escuchó. Era la voz de Hongbin, gritando.


 


No supo como pero su cuerpo reaccionó deshaciéndose del abrazo de Hakyeon y corriendo rápidamente a donde estaba Hongbin. No le importó los gritos de sus amigos ni sus advertencias, solo le importaba Hongbin.


 


Entró a la habitación casi derribando la puerta y la escena que visualizó fue espeluznante. Hongbin se retorcía, gritaba escandalosamente, mientras las enfermeras intentaban sujetarlo para que el doctor pudiera inyectarlo, probablemente era un tranquilizante.


 


—¡Hyung! —lo llamó con el objetivo de tranquilizarlo pero fue mucho peor.


 


Hongbin, al verlo, se tornó más agresivo en sus sacudidas hasta que logró zafarse del agarre de las enfermeras y arrastrarse lejos llevándose consigo algunas de las máquinas que lo monitoreaban.


 


—¡No! ¡Vete! ¡No me mires! ¡Vete! ¡Vete con hyung! ¡No vuelvas nunca! ¡Te odio! —gritó tan fuerte que su garganta escoció. Sus palabras fueron como dagas envenenadas perforando el corazón de Hyuk, se sentía morir—. ¡Déjame! ¡Vete! Vete...


 


—Hyung, no me pidas eso, por favor —suplicó Hyuk intentando acercarse a él—. ¡No voy a hacer eso!


 


—¡No! ¡Aléjate! ¡Vete con hyung! ¡Vete sé que eso querías! —le arrojó una de las almohadas que había caído al piso durante el forcejeo.


 


—¡Hyung, no...! —Hyuk fue sujetado por la cintura y llevado fuera de la habitación mientras suplicaba que no lo alejaran de Hongbin.


 


El castaño gritó de frustracion, dejó que el llanto se apoderara de él y su cuerpo se sacudiera en fuertes espasmos. Sintió un par de manos posarse con fuerza en sus hombros, el instintivamente se protegió extendiendo sus manos para alejar a quien lo sujetaba. Su sorpresa fue grande al ver que se trataba de Hakyeon.


 


—¿Por qué...? ¿Por qué estás aquí? Ya te di a Hyuk, es tuyo. ¡Déjame en paz!


 


—Hongbin, tranquilízate —pidió Hakyeon los más calmado posible presionando un poco más fuerte los hombros del menor—. Hyuk te ama a ti, yo no voy a arrebatártelo.


 


—No —negó fuertemente con su cabeza—. Estoy sucio. Él me vio, estoy sucio. ¡Sucio! ¡¿Cómo puede amarme si estoy sucio?!


 


—¡Porque es así! —exclamó el moreno—. No hay explicación, él te ama porque así lo decidió su corazón sin importar lo que haya pasado —sujetó el rostro de su menor para que este lo viera a los ojos—. ¿Puedes comprender algo tan simple como eso?


 


—Hyung —el labio de Hongbin tembló y las lágrimas hicieron nuevamente aparecieron—, no quiero darle... este cuerpo sucio a Hyuk.


 


—No estás sucio, ¿comprendes? Hyuk te ama, él no te ve sucio ni nada por el estilo.


 


—Tú lo amas...


 


—Si lo amo y a ti también te amo, por eso quiero la felicidad de ambos —aclaró el moreno—. Por eso... por Hyuk, por mí, por los chicos, pero, por sobre todo, por ti, debes recuperarte. Recupera tu salud y tu vida, no dejes que esto te impida continuar por más difícil que sea, ¿entiendes?


 


Hongbin asintió mordiendo su labio inferior.


 


—Hyung... duele... duele mucho...


 


N lo acorrucó en sus brazos permitiéndole desahogarse, vio al doctor por el rabillo del ojo y le indicó con una seña que se acercara. El galeno con mucho cuidado le administró el calmante, Hongbin cayó rendido casi de inmediato en los brazos de Hakyeon.


 


 


 


 


 


Afuera, una enfermera tuvo que aplicarle también un calmante ya que tuvo una crisis al no poder estar con Hongbin. Lo recostaron en una silla casi dormido. Sungjae secaba sus lágrimas y sudor, y cuidaba que no cayera al suelo.


 


Los muchachos temblaban también asustados por la reacción violenta de Hongbin. Leo buscó a Hakyeon con la mirada pero no lo encontró, supuso que estaba aún con Hongbin por lo que se dispuso a buscarlo pese a su miedo de encontrarlo en esa deplorable condición.


 


Solo dio dos pasos cuando su celular vibró en su pantalón, lo tomó y contempló un número desconocido en la pantalla. Se apartó un poco de sus amigos para poder contestar, probablemente era de su trabajo.


 


—¿Diga?


 


La voz al otro lado le provocó un escalofrío.


 


—Jung Taekwoon, tanto tiempo sin oír tu voz. Si sabes quién soy, ¿cierto?


 


—Señor Cha...


 


—Me alegra que los años no hayan hecho que me olvides —dijo sin ningún gramo de alegría en su voz—. Iré directo al punto, Taekwoon. Necesito hablar cara a cara contigo, en privado. No mi hijo no nadie debe saber que nos encontraremos. Lo que voy a decirte solo nos concierne a ti y a mí.


 


—¿Solo usted y yo? ¿Qué es eso que solo nos concierne a los dos?


 


No comas ansias, muchacho. Digamos que eso le pondrá fin a toda esta terrible situación que comenzó hace ocho años. Te enviaré la dirección por mensaje de texto, recuerda mantener la discreción —y colgó.


 


Las manos le empezaron a sudar, la sien a palpitar dolorosamente, su cuerpo a temblar. Aún de pie en el pasillo y con el teléfono pegado a su oreja se sentía perdido, perdido y con una soga fuertemente ajustada al cuello.


        


Tenía un muy mal presentimiento de lo que podría pasar si se encontraba a solas con Cha Dongmin.

Notas finales:

Las cosas para Binnie y Hyuk se han puesto feas, ¿será que Hongbin superará su miedo y dejará a Hyuk acercarse? ¿Hyuk hará que Hongbin recupere la confianza en si mismo?

Por otro lado, N y Hyuk han decidido con quien quedarse pero aún así se necesitan.

Y la llamada que recibió Leo, ¿será que irá a enfrentarse con el padre de Hakyeon? ¿Qué pasará?

¿Quieren saber algo? Vamos por la recta final de la historia y tengo miedo x.x

Nota: Disculpen cualquier error ortográfico.

Comenten y denme amor para seguir escribiendo esta tortura. Nos leemos luego~ o/


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