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I'll Waiting For You [VIXX] por Kris Kuro Angel

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—Es tan chiquito...

       

—Mira sus manitos, son gorditas.

 

—¡Y sus mejillas son rosadas!

 

Myungjun y Jinwoo admiraban al pequeño bebé que ahora era su primo mientras este descansaba entre los brazos de Taekwoon, el mayor no se había despegado de él desde que Hakyeon se lo entregó por primera vez.

 

—Ya, niños. Lo van a despertar —dijo Ken entrando a la habitación y acercándose a Leo y los niños quienes estaban recostados en la cama del mayor.

 

Hyuk miraba desde la puerta como temiendo acercarse al bebé recién llegado. Aún le parecía irreal que ese bebé fuese de Hakyeon, enteramente de Hakyeon. Otra cosa que también le resultaba increíble era ver a Leo sosteniendo a Eunwoo como si fuera lo más maravilloso que existe en la tierra cuando, en un principio, les había dicho que no quería a ese bebé. Que vueltas daba la vida.

 

Escuchaba algunos golpes en la habitación continua, la que estaban preparando para el bebé.

 

—¡Tío Hyuk! —gritó de improvisto Myungjun haciendo saltar al nombrado de sorpresa—. ¡Mira! ¡Mira! ¡Está haciendo pucheros! —decía entusiasta mientras jaloneaba a Hyuk.

 

No tuvo más remedio que seguirlo puesto que era débil ante ese niño. Con recelo se acercó a Leo y el bebé, detallando cada rasgo del infante que, tal y como dijo Myungjun, hacia pucheros.

 

—Mira, Eunwoo. Es el tío Hyuk —Leo se lo extendía mientras el bebé lo observaba curioso con sus grandes ojos—. Cárgalo, Hyuk. Toma, así —Leo lo acomodó entre sus brazos indicándole como debía sujetarlo.

 

Se sentía tan extraño su cuerpecito minúsculo entre sus grandes brazos, temía romperlo si lo apretaba un poco. El bebé extendía sus manitas y tocaba el rostro de Hyuk, apretándolo y riendo. Esa sonrisa bastó para conquistarlo por completo, esa sonrisa era de Hakyeon.

 

—Hyung, ¿dónde están las sábanas de la cu...na? —Hongbin entró a la habitación y se quedó boquiabierto al ver a Hyuk con Eunwoo en brazos.

 

—Las dejé por aquí —poniéndose de pie y yendo al armario.

 

—¿Pasa algo, Binnie? —preguntó Ken con una sonrisa llena de picardía.

 

—Eh... N–No, nada.

 

—Toma —Leo le entregó el juego de sábanas. Homgbin las tomó, dio un último vistazo a Hyuk y luego salió—. ¿Viste lo que yo? —le preguntó a Ken y este asintió.

 

Hyuk estaba tan embelesado con Eunwoo que no reparo en los demás, ni siquiera en los niños que exigían jugar con su primito. Ken agarró su teléfono y les tomó una foto.

 

Luego de ultimar los detalles de la habitación de Eunwoo, tuvieron una cena amena y se reunieron en la sala con los niños jugando en el medio para deleite de los mayores.

 

—Entonces, ¿es definitivo? —inquirió Halyeon dándole el ultimo bocado de su alimento a su hijo.

 

—Sí, ya son mis hijos con todas las de la ley —dijo Ken abrazando a sus estrellitas.

 

—Corrección, cariño. Nuestros —dijo Ravi sujetando a Jinwoo y este lo abrazó.

 

—¡Somos familia! —exclamó Jinwoo.

 

—Sí, mi vida. Lo somos —dijo Hongbin.

 

—Solo faltan el tío Minhyuk y el tío Sungjae para completar el cuadro familiar —dijo Hakyeon.

 

—Siguen planeando lo de las bodas —dijo Leo aun comiendo.

 

—¿Las bodas? —inquirió Hakyeon.

 

—La boda. Quise decir su boda —se corrigió Leo.

 

—¿Que me ocultas, Taewoonie? —Hakyeon lo observó con los ojos entrecerrados.

 

Pero un ruidito por parte de Eunwoo llamó la atención de todos.

 

—¿E–Escucharon eso? —preguntó Taekwoon sorprendido.

 

—Eunwoo... dijo...dijo su primera palabra —Hakyeon estaba a punto de llorar.

 

—Esperen, debemos confirmarlo. Repite, bonito. Repite —pidió Ken con pucheros como si el bebé le fuese a hacer caso.

 

—No creo que lo haga —dijo Ravi pero estaba igual de emocionado que los demás.

 

Contra todo pronóstico, el bebé volvió a hablar.

 

—Taekwo...woonnie...

 

Taekwoon río y tomó a su hijo entre sus brazos llenándolo de besos.

 

—¡Aigoo! ¡No es justo! Intenté que dijera mi nombre y nunca lo hizo —se quejó Hakyeon.

 

—Creo que es porque dices más el nombre de Leo–hyung que el tuyo, bobo hyung —dijo Hongbin burlándose de él.

 

El de hoyuelos recibió un almohadazo de parte del moreno.

 

Ya entrada la noche, cada pareja decidió volver a su hogar. Fue un día pesado para todos, debían descansar para volver a sus rutinas.

 

—Hoy Hani se quedará con Junghwa así que Ravi nos hará compañía —dijo Ken despidiéndose en la puerta—. Que pasen buena noche, hyungs.

 

—A ver, niños, ¿qué se dice? —inquirió Ravi.

 

—Buenas noches, tío Yeonnie y tío Woonnie —dijeron los hermanos al unísono.

 

—Buenas noches, estrellitas.

 

—Nosotros también nos vamos, hyungs —dijo Hyuk tomando la mano de Hongbin—. Que tengan buena noche y tú también, bebé —dijo acercándose a Eunwoo, quien estaba en los brazos de Hakyeon, y depositó un beso en su cabecita.

 

—Adiós~ —se despidió Hongbin siendo halado por Hyuk.

 

Ahora solo quedaron los tres.

 

Eunwoo dio pequeños bostezos mientras refregaba sus ojitos, Hakyeon supo que ya era hora de ponerlo a dormir. Fueron a la habitación de su hijo, las paredes estaban tapizadas de azul con trazados de constelaciones al igual que el techo, habían estantes llenos de peluches y mantas, y una cuna blanca en el centro de la habitación. Además, habían instalado un monitor de bebé para tenerlo vigilado.

 

—¿Ves lo bonita que es tu habitación? En Boston no teníamos una tan bonita, ¿recuerdas? —N le susurraba a su hijo mientras lo arrullaba para que cayera por fin rendido y eso hizo, Eunwoo nunca le dio problemas para dormir.

 

Lo colocó con cuidado en la cuna y lo cubrió con las mantas de ositos que Eunyoung le había escogido antes de nacer, ella estaba convencida que tendría una niña. Mientras acariciaba la cabecita de su pequeño recordó los últimos momentos de Eunyoung, de su rostro demacrado y ojeras profundas pero con una sonrisa radiante al ver a su hijo por primera vez.

 

"Cuídalo, cariño. Cuídalo mucho y amalo, yo ya no puedo darle eso. Recuérdale que yo lo amé hasta mi último aliento así debes hacerlo tú, cariño".

 

Dejó un cálido beso en su frente, apagó la luz y salió de la habitación. Leo lo esperaba afuera, acarició su rostro secando una lágrima que se le había escapado y lo besó. Fue profundo, dulce, íntimo.

 

—¿Fue duro? —preguntó el menor sobre sus labios.

 

—No sabes cuánto... quise renunciar a todo pero... Eunyoung no lo merecía... Y yo no podía romper la promesa que le hice. Cuando quisieron quitarmelo, ella me dio fuerzas para luchar —suspiró—. Eunwoo solo me tenía a mí y yo le prometí cuidarlo hasta mi último aliento.

 

—Hiciste bien, mi amor. Fue lo correcto —dijo Leo como consuelo.

 

—¿Sabes? Tenía miedo que no lo quisieras, que lo rechazaras —confesó Hakyeon—. Si lo hacías, me moriría.

 

—Al principio no lo quería porque pensaba que él te separaría de mi lado pero, ahora, veo que ese miedo era absurdo. No puedo odiarlo ni despreciarlo, con solo mirarlo se robó mi corazón —Taekwoon sinceró su corazón—. Lo amo porque es tuyo, es una parte de ti.

 

—¿Te hubiese gustado que fuera nuestro?

 

—Es nuestro, Yeon-ah. Ella... Eunyoung, fue el medio para que pudiéramos tenerlo y estoy agradecido que lo haya hecho... con un lamentable desenlace.

 

—Yo también, a pesar de todo, estoy agradecido que ella llegara a mi vida.

 

Ambos caminaron a su habitación. Desde que llegaron habían dormido junto a Eunwoo, puesto que el bebé aun no tenía un cuarto propio ni una cama, ahora eran solo los dos y se sentía extraño. Había pasado un tiempo considerable sin tocarse, sin amarse con cada parte de su cuerpo y de su alma pero era algo que tarde o temprano necesitaban hacerlo.

 

—¿Qué es esto, Yeon–ah? —Leo señaló un pequeño cofre junto a la cama, se veía un poco viejo.

 

—Mamá me lo trajo, dijo que habían cosas mías que ella guardó antes de que Dongmin las tirara.

 

Tomó el cofre y se sentó al borde de la cama con Leo a su lado. Con curiosidad lo abrieron encontrándose con una cámara de vídeo y memorias para esta, fotos, un teléfono, audífonos y un estuche de terciopelo. N agarró el estuche y lo abrió, su aliento se cortó pues había olvidado algo tan importante, era el anillo que hizo para él con el nombre de Hyuk.

 

Leo apartó la mirada, se notaba incómodo por la presencia del objeto.

 

—¿Te diste cuenta que Hyuk ya no lo usa? Supongo que así tiene que ser, enterrar el pasado y avanzar —N cerró el estuche devolviéndolo a su sitio en el cofre, lo colocó a un lado de la cama.

 

—¿Aún lo quieres?

 

—Se supone, después de todo es nuestro otro bebé gigante —le dijo en son de broma—. Leo, te elegí a ti para pasar el resto de mi vida y Hyuk eligió a Hongbin. Ya no hay nada de qué preocuparse —sujetó el rostro del menor con una mano y lo besó—. Te amo, Jung Taekwoon.

 

—Yo también te amo, Cha Hakyeon.

 

Hakyeon subió sobre el cuerpo de Taekwoon, con sus piernas a cada lado de su cadera mientras se besaban apasionadamente. Las ropas molestaban y la necesidad por saborear sus pieles era apremiante. Taekwoon se situó entre las piernas de Hakyeon, lo sujetó de sus caderas guiándolo hasta conseguir adentrarse en su cuerpo de mejor manera. El moreno intentó no gemir con fuerza para no despertar a su hijo, pero deseaba gritar cuanto disfrutaba y extrañaba a su hombre.

 

Leo lo embistió suave, seductor, con movimientos circulares capaces de enloquecer a Hakyeon. Él se aferró a su cuerpo, dejó la marca de sus uñas en la espalda de Leo y de besos apasionados a lo largo de su cuerpo. Taekwoon también marcó con sus dedos la cadera de Hakyeon, su largo cuello con sus besos y sus dientes hambrientos.

 

Se amaron con ímpetu, deseo, con ese amor que incansablemente luchaba y se hacía más fuerte cada segundo que pasaba. Se amaron hasta saciarse de ese amor y comprobar que, sin importar el tiempo, siempre se pertenecerían el uno al otro.

 

 

******

 

 

Hyuk y Hongbin caminaban de la mano hasta su departamento, era un hábito que acostumbraban a realizar todas las noches sin falta. El ejercicio les ayudaba a relajarse, pero esa noche el mayor de los dos estaba pensativo.

 

—¿Sucede algo, Bin–hyung? —preguntó el menor preocupado.

 

—Hyuk... quiero un hijo —dijo directo. Hyuk se detuvo y lo miró con ojos asombrados—. Cuando te vi con Eunwoo entre tus brazos yo... solo pensé en lo hermoso que sería que nuestra familia... creciera... Entiendo si no deseas hijos ahora pero... solo quería que supieras que eso...

 

—Hyung, hay algo que nos falta para tener un hijo —dijo Hyuk sosteniendo sus manos dándole así una esperanza al mayor.

 

—¿Un vientre de alquiler? —preguntó con los ojos brillantes.

 

—Bueno, eso también es importante pero... yo hablaba de otra cosa —se arrodilló ante él aun sosteniendo sus manos. La luz de una farola los iluminaba y Hyuk pudo vislumbrar la expresión de incredulidad en el rostro de su pareja—. Lee Hongbin, ¿te casarías conmigo?

 

—S–Sí. ¡Sí! ¡Claro que sí! —Hyuk lo abrazó con fuerza y lo besó profundo y apasionado—. Te amo... Te amo...

 

—Yo también te amo... C–Casi lo olvido —sacó un estuche de su saco, lo abrió develando un anillo de oro con un diamante incrustado. Era precioso—. Una propuesta así no debe quedar solo en palabras —y lo colocó en el dedo del mayor.

 

Hongbin solo podía sonreír grandemente al detallar la preciosidad que engalanaba su mano, la prueba irrefutable que dictaminaba que sería siempre de Hyuk.

 

Retomaron su camino a casa, a la seguridad de su hogar el cual se sentía aún más cálido y reconfortante. Dieron rienda suelta a su pasión cuando la puerta se cerró tras ellos, con Honbing sujetando a Hyuk y envueltos en besos demandantes fueron dando traspiés hasta la cocina. Hyuk fue colocado sobre la mesa, algunas cosas fueron a parar al suelo como su ropa la cual fue prácticamente arrancada de su cuerpo. Hongbin recorrió con su boca cada tramo de piel expuesta, su lengua insaciable recorría cada pieza sin inhibiciones.

 

Hyuk arqueó su cuerpo cuando Hongbin se detuvo a hacerle una felación. Gritó de excitación exigiendo más de su castaño y se quejó cuando este se detuvo, fue cargado nuevamente para dirigirse a la habitación. Allí se deshizo de la poca ropa que quedaba en Hongbin y lo posicionó contra la cama, el mayor se dejó hacer al observar como Hyuk se colocaba sobre él y se auto penetraba. Su cabeza se enterró entre las almohadas, su cuerpo se arqueó y sus caderas se movieron con violencia al ser sugestionadas por los movimientos de su menor.

 

—Hyuk... Hyuk... —gemía mientras se retorcía en la cama por las fuertes sensaciones de las que era víctima.

 

—Aquí estoy... Mi amor... ¡Ah! ¡Así! —Hyuk entrelazó sus manos con las de Hongbin para darle seguridad, para demostrarle que no lo dejaría caer en el abismo otra vez. Que lo sujetaría cuando se sintiera desfallecer.

 

En medio de la pasión y los violentos pero deliciosos movimientos, Hyuk sonrió al ver el anillo y a la persona a quien más amaba usándolo.

 

 

 ******

 

 

Solo bastaron abrazos y canciones de cuna para sonreír como idiotas lo que quedaba de noche, durmiendo abrazados a sus pequeños quienes placenteramente se abrazaron a sus padres. Ken y Ravi le agradecían a la vida que fueran tan maduros a su corta edad para entender que podían tener dos padres, que su familia era un poco diferente al resto.

 

Y, también, rogaban que fueran fuertes cuando las críticas llegaran pero para eso estarían ellos protegiéndolos. Ahora irían contra viento y marea para hacer felices a sus hijos, de eso no cabía la menor duda.

 

La mañana siguiente se sintió diferente para las tres parejas como si una gran tormenta pasó dejando un rocío fresco y una capa de colores dibujados en el cielo. Como si por fin podían respirar en paz.

 

Taekwoon despertó y desperezó su cuerpo, buscó con su mano el cuerpo de Hakyeon pero no estaba en la cama. La puerta fue abierta y por ella ingresó Hakyeon con Eunwoo en brazos haciéndole mimos, el mayor lucía una camisa blanca abierta mostrando su pecho y un pantalón de algodón azul.

 

—Mira, papá despertó —y todo se sintió como un sueño lejano.

 

Hakyeon se acercó a él y le entregó a Eunwoo, lo sujetó entre sus brazos y besó su cabeza. Ahora todo estaba bien.

 

—Mi pequeño... —le susurró a Eunwoo—. Mío.

 

—¿Estas bien con esto? —le preguntó Hakyeon.

 

—Si puedo estar a tu lado, si Eunwoo se quedará con nosotros... no me importa. Es un papel, a mí me basta con que me prometas que te quedarás conmigo —fue su respuesta a todo lo que habían platicado la noche anterior antes de caer dormidos.

 

—Te prometo, Jung Taekwoon, que te amaré por siempre. Te amaré hasta que las estrellas dejen de brillar, hasta que mi alma se desvanezca en el tiempo. Voy a ser tuyo eternamente —dictaminó con total seguridad llevándose una mano al pecho.

 

—Y yo te prometo amarte hasta que se me acaben las fuerzas, hasta que mi corazón deje de latir y mi alma desaparezca. Aun así siento que mi amor seguirá vivo como una llama eterna. Por siempre y para siempre estaré a tu lado, Cha Hakyeon.

 

Eunwoo fue testigo de la promesa de sus padres, de sus votos, de ese gran amor que se profesaban el uno al otro.

 

Las semanas pasaron y llegó el gran día de la boda doble del Minjae y el Hyukbin, fue un evento grande porque Sungjae quería presumirle a todo el mundo su amor por Minhyuk. Además, aprovechó de compartir ese momento con su mejor amigo, Hyuk también contrajo nupcias con su amado Hongbin.

 

Todos estaban muy felices, a excepción del padre de Sungjae que quiso impedir la boda de no ser por la intervención de su esposa quien lo calmaba con su mirada amenazante y un fuerte agarre de su mano como diciéndole "no en mi turno". Ella ya había aceptado que esa era la felicidad de su hijo.

 

También, no pasó mucho tiempo para que el matrimonio de Ken y Hani se disolviera y éste pudiera casarse con Ravi, todos bromearon diciendo que Ken siempre lucia como si fuese a sufrir un ataque nervioso y que Wonsik era un llorón pero, por fin, podía estar junto a su amado. Eso sí, los niños no iban a dejar de llamar a Hani "mamá".

 

Ahora, solo faltaban unos detalles para tener su felicidad completa…

 

Hyuk y Hongbin continuaron con sus planes de tener un hijo así que buscaron un vientre de alquiler para poder tenerlo, el de hoyuelos buscaba una chica que se pareciera a Hyuk así podría decir que el bebé se parecería a él. Al encontrarla no tardaron en establecer un contrato e ir al centro de inseminación. Los meses de espera fueron tortuosos pero valieron la pena cuando tuvieron entre sus brazos a su hijo, a quien llamaron Moonbin.

 

Unos años después, decidieron tener otro hijo para hacerle compañía a su pequeño Moonbin, esta vez sería por parte de Hyuk y este no tuvo que buscar mucho pues ya tenía a alguien en mente: Junghwa. La chica primero se mostró escéptica pues pensaba que era una broma de su amigo pero, luego, aceptó porque haría lo que fuera por su mejor amigo. Meses más tarde tuvieron una sorpresa, no fue uno sino dos bebés los que nacieron, un niño y una niña. Hongbin casi se desmaya por la emoción inicial pero los sostuvo fuerte entre sus brazos como padre orgulloso, llamaron al niño Sanha y a la niña Sally.

 

A esta ola de vientres de alquiler se le sumaron N y Leo, porque ambos querían agrandar su familia y tener niños corriendo por toda la casa. Así que, por parte de Leo, tuvieron un niño al cual nombraron Jian el cual solo tuvo dos meses de diferencia con Moonbin. Un año más tarde, por parte de Hakyeon, tuvieron otro niño de nombre Heeseok. A esas alturas, Leo estaba resignado en que no iban a tener una niña pero, para su sorpresa, años más tarde tuvieron una pequeña princesa a la cual nombraron Hyeyeon como la madre de Hakyeon.

 

Minhyuk y Sungjae no se quedaron atrás, aunque no fueron tan ambiciosos puesto que solo tuvieron un par de mellizos. Mina y Minhyuk fueron sus nombres, y su madre fue nada más y nada menos que Joy, cosa que alegró y preocupó al padre de Sungjae. Los niños solo eran un año menor que Moonbin y Jian.

 

Por último, Ken y Ravi no sintieron ese deseo de tener un hijo de su sangre. No porque no lo quisieran, solo no vieron la necesidad pero, y también por petición de sus hijos, decidieron adoptar a una niña que había llegado a la casa–hogar que Ken financiaba. Los niños se habían enamorado de la infante de un año, y sus padres también, así que agregaron un nuevo miembro a su familia. Soyee fue el nombre de esa princesita que alegró sus vidas.

 

Fue así que los años pasaron, las familias crecieron y el amor se intensificaba cada día que pasaba. El amor de pareja, el amor por sus hijos, el amor como la familia que eran sin compartir lazos sanguíneos. El amor que luchó contra obstáculos difíciles, barreras que parecían imposibles de atravesar, contra largas distancias y esperas.

 

Ese amor que nunca se rindió y aguardó paciente por su realización, por convertirse en la fuente de fortaleza de esos cálidos corazones.

 

 

 

 

FIN.

Notas finales:

Hola, hermosuras. Hemos llegado al final de este viaje, fue difícil, fue doloroso y muchas veces pensé en darme por vencida. Hubo mucho que me impidió escribir con regularidad: universidad, situación país, mi propia autoestima, mi 'condición especial' y mi casi recién descubierta depresión. Pero pude continuar, como dije antes esto es lo único que me mantiene feliz en medio del caos que es mi vida. (Créanme cuando les digo que a veces odio mi vida y quiero salir corriendo y perderme).

 

 

 

Cuando comencé a escribir el fic no pensé que evolucionaría tan radicalmente (desde mi punto de vista) pero estoy satisfecha con el resultado. Tal vez fue algo cliché o muy predecible pero no me importa, es algo que amé de principio a fin. ¿Ven? Les dije que las chicas serían importantes, nuestros chicos ahora tienen una feliz y gran familia después de las duras pruebas que aparecieron en el camino.

 

                                                

 

He exprimido la mayoría de mi carga emocional en este fic, cuando estaba triste aquí pasaban cosas terribles y cuando estaba feliz todo parecía solucionarse momentáneamente. También es algo que quería contar por encimita, no me es muy cómodo hablar de ello pero debo acostumbrarme. El hecho de que N en esta historia tuviese una enfermedad crónica es porque yo también padezco de una, a diferencia de que él si pudo curarse y yo no. Este estúpido páncreas inservible va a seguir fregándome la vida hasta quien sabe cuándo Dios me haga un milagro.

 

 

 

En fin, quiero agradecerles de todo corazón por haber leído mi fic, por darme apoyo y amenazas XD Cada uno de sus comentarios es especial para mí, tal vez no pude contestar todos pero si los tomé en cuenta. Nuevamente gracias, muchas gracias por motivarme, por amar mi fic y siempre pedir más, y perdón por no poder satisfacer muchas de sus demandas.

 

 

 

Además, dije que tendría una sorpresa y es que ¡I'll Waiting For You tendrá una segunda temporada! Así es, no puedo desprenderme tan fácil de esta historia y de los personajes que he construido por ello decidí escribir una segunda parte pero esta vez desde la perspectivas de las estrellitas, esos bebés un poco más creciditos y atar algunos cabos sueltos que dejé por aquí como por ejemplo que no casé a N y a Leo.

 

 

 

La segunda parte se titulará I'll Be There For You [ASTRO] y como dije se centrará en los bebés de VIXX. Además tengo una historia independiente de este, se llama Secretly y es de BTS. Si desean pueden pasar a leerla.

 

 

 

Nota: Para aclarar un poco...

 

 

 

Los hijos del Neo: Eunwoo(ASTRO), Jian (IMFACT), Heeseok (ex-trainee de Jellyfish ;_;) y Hyeyeon (Gugudan).

 

 

 

Los hijos del Raken: MJ y Jinjin(ASTRO) y Soyee(Gugudan).

 

 

 

Los hijos del Hyukbin: Moonbin y Sanha (ASTRO), y Sally de Gugudan.

 

 

 

Los hijos del MinJae: Mina (Gugudan) y Rocky (ASTRO).

 

 

 

Nuevamente, gracias por acompañarme hasta acá y espero verlos por la segunda parte. Bye, hermosuras~


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