Kiba despertó al parecer los efectos de los golpes comenzaban hacer efecto, soltó un pequeño quejido de dolor. Al estirar sus manos se dio cuenta de que aquella personita ala que prácticamente había obligado a dormir con él no estaba.
-¿Naruto?- Lo busco con su mirada, pero no ubico al rubio, se incorporó para su sorpresa podía caminar, aparecer había corrido con más suerte esta vez.
Se colocó una bata de baño que encontró por ahí, salió de la habitación en busca del rubio, llego hasta la cocina y ahí encontró al rubio, este se encontraba muy distraído cocinando lo que parecía ser un rico almuerzo así que no noto la presencia del castaño. Kiba Se acercó con cuidado hasta el rubio.
-Buenos días ¿Cocinas para mí?- Abrazo al rubio por la espalda y dijo aquello muy cercas del oído de este.
-No, es para el vecino- Naruto sonrió al decir aquello.
-Oye, no creo que hallan golpeado al vecino como para que se lo merezca más que yo-
-Claro que es para ti, ahora siéntate, me alegra ver que puedes caminar-
-Si esta vez creo que fue menos que la vez pasada –
-Bien en ese caso, tomaras un baño-
-Si, por que no me acompañas en la ducha, sería una buena idea- El moreno sonrió con aquella idea.
-Kiba, no claro que no- El rubio estaba sonrojado.
-Hay por favor Naruto me conoces completamente y pronto me conocerás aún más- Giño un ojo al rubio.
Los dos chicos almorzaron, en el trascurso del almuerzo la policía llego con la moto de Kiba, la cual aparcaron el frente. Terminaron su almuerzo.
-Gracias por el desayuno iré a bañarme ¿Me prestaras ropa?-
-Claro toma la que quieras-
-Tratare de no tomar la colorida-
El moreno fue a la regadera, sentía como el agua caliente resbalaba por su cuerpo, el agua recorría cada uno de esos bien trabajados músculos desde su pecho hasta sus piernas, termino y se coló de la manara más sexy una toalla en la cintura. El pecho moreno del chico era simplemente espectacular, su bella piel morena uniforme.
-NARUTO- Grito para que este le escuchara.
-¿Qué pasa?- Este entro a la habitación y miro al chico en aquellas fachas, simplemente perfecto, veía la sensualidad de Kiba al estar mojado, con su pelo y su torso aun escurriendo con gotas de agua, le daba un toco especial aquella hermosa piel hipnotizo al rubio quien sin darse cuenta se quedó fijo mirando al castaño.
-Si quieres puedes tomarme una foto, una exclusiva solo para ti- Kiba reía, pero en el fondo el rubio estaba tentado a aceptar le enzacataría tener una foto así del chico en su celular.
-Cómo crees- El rubio estaba apenado, pero sentía que había dejado ir una buena oportunidad.
-Yo sé que la quieres, es más lo hare por ti- Busco su celular lo tomo con la mano derecha, se colocó frente al espejo, llevo su mano izquierda hasta su nuca, dejando ver su bien trabajado brazo y axila, con la derecha sostuvo el aparato en la parte baja y tomo la selfi, con su bello torso descubierto. La miro y sonrió, rápidamente se la mando por mensaje al rubio. El aparato del rubio timbro en señal de un mensaje entrante.
El rubio saco el aparato y contemplo la imagen, simplemente perfecta, ya tenía un nuevo y seguro fondo de pantalla.
-¿Creí que no traías tu celular?- El moreno descubrió la mentira de Naruto.
-Olvide que lo traía- Apenado bajo la mirada.
-¿Puedo usar esto?- Pregunto señalando unas prendas color café, al parecer era lo más oscuro que el rubio tenia.
-Sí, adelante, me iré para que te vistas-
-Puedes ayudarme a vestir si quieres- Al terminar de insinuar aquello el rubio ya había cerrado la puerta de la habitación.
-Kiba, vas a provocarme un infarto- Dijo aquello del otro lado de la puerta con su respiración agitada, el solo ver en esa fachas al moreno lo encendía. Una sonrisa se formó en su rostro.
Luego de un rato salió ya vestido, se dirigió hasta el rubio quine estaba en la sala esperando.
-¿Seguro que estas en condiciones de irte?- El rubio no estaba muy seguro de que dejarlo ir.
-Claro que sí, te lo demostrare-
Kiba se abalanzó sobre el rubio, lo tomo entre sus brazos, de las piernas y espalda del rubio, lo levanto por los aires y comenzó a dar vueltas con su preciada carga en sus brazos. A casusa del mareo provocada por las vueltas Kiba perdió el control y ambos chicos cayeron sobre el suelo.
Naruto cayó sobre el pecho de Kiba, quedando sus miradas a la altura uno del otro. Sus labios estaban tan cercas, podían sentir su respiración entrar a su propio cuerpo, podían oler la fragancia del otro. Kiba sonrió y fue el primero en hablar sin separarse.
-¿Te he dicho que tienes unos hermosos ojos?- Contemplaba las orbes azules como cielo de Naruto.
-Creo que no-
-Pues tienes lo ojos más lindos del mundo ¿Y sabes que es lo mejor de todo?-
-¿Qué?- La voz de Naruto se acortaba cada vez más aquella cercanía estaba causando efectos sobre él.
-Que son todos míos ¿No es así?-
-Sí, siempre lo han sido y siempre lo serán-
-Gracias Naruto- La escena fue interrumpida por la puerta que fue tocada por alguien.
Naruto se incorporó para abrir la puerta, para su sorpresa eran Sai y Gaara, quienes aún para más sorpresa del rubio, venían tomados de la mano.
-¿Chicos que pasa aquí? ¿Me perdí de algo?- El rubio preguntaba atónito.
-De unas buenas lecciones de estudio que le di a Sasi ¿No es así, Sai?-
-Gaara, no lo divulgues- El chico se sonrojo.
-Ya veo-
-No te preocupes Naruto, nosotros también tenemos mucho que estudiar- Aquello dijo Kiba abrazando al rubio.
-¿Qué hace el aquí?- Pregunto Sai apuntándolo con el dedo.
-Chicos no se preocupen, todo está bien entre Kiba y yo. Ahora somos….- La frase del rubio fue interrumpida no podía completarla aún no.
-Siendo así, perfecto- Gaara dio su aprobación.
-Bueno chicos, yo me retiro, debo ir a mi casa-
-Te acompaño a la salida Kiba-
Ya afuera frente a la moto de Kiba, el rubio se disponía despedirse.
-Cuídate mucho Kiba, por favor- Naruto abrazo al moreno, escondiendo su rostro en el pecho de este.
-Así será, te lo prometo- Correspondió el abrazo.
Después de esa tierna escena Naruto miro como la moto de Kiba se alejaba, dejando ahí parado en la calle.
-Y bien Naruto ¿Qué tal te la has pasado con Kiba?- Sai interrogaba al rubio, al parecer ahora se veían más tranquilos con la idea de que Naruto saliera con Kiba.
-Pues no tan bien como ustedes- Naruto reía al ver como sus amigos se apenaban.
-¿Ya son novios?- El pelirrojo como siempre fue al grano.
-No aun no- El rubio agacho la cabeza.
-Ya verás que pronto te lo pedirá-
Paso todo el día con sus amigos, constantemente la imagen de kiba venía a su mente, así que el día se le fue rápido, cuando se di cuenta ya era bastante noche, ya recostado en su cama, el sonar de su celular, el cual por cierto ya estrenaba nuevo fondo de pantalla, le aviso del mensaje que tenía era de Kiba.
-Solo te escribo para decirte que te amo, que haces que mi vida tenga más sentido, que a tu lado he redescubierto la felicidad y que espero que me permitas siempre estar contigo- Kiba-
Se fue adormir con una gran sonrisa, unas cuantas palabras del moreno lo ponina muy contento.
Los días pasaron y pasaron, el fin de semestre se acercaba peligrosamente. La poderosa moto de kiba se aparcó frente la escuela, pero esta vez no venía solamente Kiba, ahora era acompañado del rubio, quien disfrutaba de cada paseo.
Sentados en el salón de clases, esperaban la lista de los mejores promedios del semestre, pronto comenzarían de decir los nombres.
-Inuzuka Kiba 2do lugar 9.8- El profesor decía aquello en voz alta, no lo podía creer Kiba había pasado de estar perdido a ser uno de los mejores estudiantes y al percatarse el abrazo que Naruto daba de felicidad al moreno, Iruka noto que quizá habían ganado algo más.
Terminada la clase, el rubio seguía emocionado por la reciente hazaña del Kiba, en verdad Kiba había resultado ser un genio.
-Felicidades Kiba- Naruto abrazo nuevamente al moreno.
-Gracias, pero esto ha sido gracias a ti-
-¿A mí? ¿Por qué?-
-¿Bromeas? Gracias a ti no estoy muerto en algún callejón de la ciudad-
-Ni lo menciones-
-Esto lo tenemos que festejar-
-Claro que si ¿Cómo?- Pregunto el rubio, sentado ahora en el jardín trasero.
-Bueno podrías darme un beso- Kiba decidió comenzar con lo que serían sus planes para hoy.
-No que pena-Como siempre su pena le ganaba.
-Ni siquiera en la mejilla, es más yo te lo daré- El moreno se acercó hasta dicha mejilla y deposito un cálido y tierno beso en ella.
-Creí que yo te tendría que dar el beso- Sonrojado decidió reclamar.
-Si pero tengo una mejor idea. Sigamos festejando esta noche que te parece si tenemos ¿Una cita esta noche? Y así quizá en la obscuridad te animes a darme un beso-
-Me agrada la idea. Esta noche será inolvidable- Naruto intuía lo que pasaría.
-Te aseguro que así será- Kiba tomo la mano del rubio. Los planes para esta noche eran grandes muy grandes.