La tarde termino y dio paso a la noche, Naruto fue a ver como se encontraba Kiba el cual seguía con la mirada perdida, seguía meditando y pensando sobre sus sentimientos hacia el rubio.
-kiba ire a dormir, ¿se te ofrece algo más?-
-¿Dónde dormirás tú?
-En el sofá- Naruto sonrió.
Kiba no dijo nada, junto todas las fuerzas que pudo y comenzó a incorporase, bajo con pesadez el primer pie al suelo seguido del segundo, y finalmente hasta levantarse de la cama, camino hacia el rubio el cual estaba asustado.
-Kiba ¿Qué haces? Aun no puedes levantarte- Miro como el castaño camino hasta él y en un hábil movimiento Kiba tomo la mano de Naruto.
-Ni hablar, no lo dormirás ahí, después de todo esta es tu cama- Sonrió ante el comentario.
-No, tú estás herido necesitas descansar sobre una cama- Naruto dijo aquello con firmeza y decisión no cambiaría de opinión.
-Bien, en ese caso, supongo que no queda de otra. Dormirás conmigo esta noche- Su sonrisa creció aún más al punto de dejar ver sus grandes colmillos.
-No lo sé, podría lastimarte-
-El dolor físico no se compara, con la tristeza que sentiría de dormir solo esta noche-
-Kiba??- El rubio se sonrojo.
-Vamos Naruto, no muerdo- Kiba guiño un ojo, al tiempo que apretaba su mano con la de Naruto.
Naruto ayudo a Kiba a recostarse, había accedido a dormir con Kiba. Apago las luces de la habitación y se recostó sobre la otra orilla de la cama. El silencio la obscuridad, aquello era tan familiar para el rubio pero hoy era diferente. Sintió como un cuerpo del otro lado se arrastraba lentamente, le estaba costando trabajo moverse, no cabía duda no estaba solo en aquella cama. Cuando sintió a escasos milímetros a su acompañante escucho la voz del lindo chico de los triángulos invertidos.
-¿Naruto?- Pregunto el moreno de manera tímida, no estaba seguro de hacerlo que quería preguntar, pero lo haría porque lo deseaba.
-¿si Kiba?- El rubio podía escuchar la respiración de Kiba tan cercas.
-¿Puedo abrazarte?- aquellas palabras siguieron de un ligero sonrojo en el moreno, qué más da nadie podía mirarlo.
-Claro-
En medio de aquella oscuridad, Kiba movió su mano hasta Naruto, la paso por el rubio uniendo sus cuerpos en un lindo abrazo. Kiba se sentía particularmente bien había abrazado en la cama a muchas, pero abrazar al rubio era distinto, era simplemente fascinante. Naruto sentía el calor del moreno, su respiración, no podía creer lo que estaba pasando, por fin esta noche no dormiría solo.
-Buenas noches Naru-
-Buenas noches Kiba- Naruto cerró sus ojos y se dispuso a dormir plácidamente en los brazos del chico que amaba.
El resto del fin de semana pasó. Kiba se había recuperado rápidamente ahora podía levantarse de la cama, comer por si solo y bañarse por sí solo, lo que era bueno ya que no quería volver a tener escenas de vergüenza con Naruto. Después de avisar a su hermana Hana, lo que había pasado y donde estaba, y básicamente al hecho de que Naruto no lo dejaba marcharse decidió quedarse todo el fin de semana en casa del rubio. Sinceramente no tenía prisas en irse.
Naruto despertó, hoy era lunes día de clases, un día antes había prácticamente obligado a Kiba hacer sus tareas no solo las pendientes sino las atrasadas también. Decidió tomar un baño antes de despertar a Kiba, el moreno tenía un sueño muy pesado. Luego de tomar aquel baño, salió solo con una toalla puesta en si cintura, para su sorpresa Kiba ya estaba despierto aun recostado sobre la cama pero despierto.
-Buenos días- El rubio saludo con alegría.
-Buen día Naru- Kiba tallaba sus ojos.
-levante tenemos escuela-
-Ni me lo recuerdes tuve que hacer todas las tareas-
-Así será a partir de hoy- de las manos del rubio callo el peine que trae, el cual callo hasta el fondo por debajo de un mueble, sin recordar que no estaba solo se inclinó dejando su trasero a la vista del moreno.
-Si mama- ¿o papa? Pensó al ver el trasero de Naruto, tan bien formado, tan seductor, tan ¿violable? Kiba sintió como su amigo daba el visto bueno, una erección comenzó a crecer allá abajo.
-Iré a vestirme al baño- Finalmente se incorporó, recogió su ropa y se marchó.
-Rayos que sexy- Kiba sonrió y puso su mano sobre su miembro. Se vistió con la ropa que el rubio le había prestado, al parecer su anterior ropa no se salvó, estaba muy deteriorada por los golpes. Se miró al espejo, vestía un pantalón café, una playera blanca y una camisa a cuadros rojos desabotonada y unos tenis cafés oscuro. Se sentía raro de no vestir negro y su típica chaqueta de cuero, pero no tenia de otra.
-¿Kiba estas…? Te miras muy bien- El rubio detuvo su pregunta para alagar la nueva imagen del castaño.
-¿En verdad?- No se sentía seguro vestir multicolor no era lo suyo.
-Sí, hasta podría invitarte a salir- Naruto rio por la broma, pero el castaño no lo tomo como broma.
-Bueno pues hazlo antes de que lo haga yo- Naruto no esperaba esa respuesta.
-Bien, bien hazlo tú-
-Vámonos llegaremos tarde- Kiba sonrió.
La poderosa moto de kiba estaba aparcada. Los dos chicos pasaron a un costado de ella, al estar Kiba aún poco débil no irían ella. Llegaron a la escuela se reportaron temprano a la clase. Naruto llevo al castaño con sus mejores amigos.
-¿Qué hace el aquí?- Pregunto Sai confundido.
-Qué extraña sorpresa Kiba- Gaara trato de sonar indiferente.
-Hola- el moreno se limitó a decir aquello.
-Hola chicos como están- Naruto sonrió ampliamente.
-Naru ¿Por qué no respondiste mis mensajes?- Gaara reprocho.
-Lo lamento estuve muy ocupado este fin de semana-
-¿conque ¿Naru?, estuvo cuidándome a mí- aquello fue lo que pensó el moreno.
-Debió ser muy importante- Sai argumento.
-Sí, lo fue-
-Claro que lo fue- Kiba seguía con sus pensamientos, al parecer sentía ¿celos?
La clase comenzó, uno por uno el profesor nombraba a los alumnos paraqué llevaran sus tareas al escritorio. Toco el turno de alguien que si no fuera porque se percató de su presencia el profesor no lo había nombrado.
-Inuzuka Kiba- El profesor quedo asombrado al ver como Kiba se levantaba de su asiento y le entregaba las tareas y no solo eso le entrego todas las tareas que le faltaban.
-Aquí están todos mis trabajos sensei. Lamento la demora- Kiba reverencio en señal de perdón.
-Gracias Kiba- el castaño se sentó.
Los días pasaron. Kiba se había recuperado totalmente de sus heridas, regreso a su casa y ahora ya conducía su moto. Todos los días pasaba por el rubio a su casa para ir a la escuela o para ir a clases a la casa de Naruto.
Todos los días Naruto se esforzaba porque Kiba cumpliera con sus deberes académicos. No le permitía faltar a asesorías, Kiba estaba obligado a terminar sus tareas en casa del rubio, todos los días mandaba mensajes de buenos días con la intensión de recordarle al castaño que tenía clases se esforzaba al máximo, su parte favorita era cumplir la única exigencia que el castaño le ponía, todos los días salían a dar un paseo en moto por la noche. Todo aquello impulsado por el fiel y profundo amor que sentía por el castaño.
Por su parte Kiba trataba de olvidar su vida rebelde, impulsado por el extraño sentimiento que tenía hacia el rubio. Aparco su moto en un puente saco una bolsa de su chaqueta, miro su contenido blanco, trato de imaginar el rostro del rubio y junto fuerzas para arrojar aquella bolsa hacia la corriente de un rio. Naruto había logrado cambiar para bien al castaño.
-Inuzuka Kiba tienes un 10, felicidades- El profesor dictaba los resultados del último examen.
-Bien echo Kiba- Naruto palmeo la fornida espalda del moren.
-Fue gracias a ti- El castaño le sonrió.
Kiba sonreía al ver como el rubio estaba emocionado por el diez que había sacado. Naruto se emocionó más que incluso él, miro como el rubio le presumía a todo mundo el hecho de que Kiba había sacado diez. Aquello hiso muy feliz al moreno, se detuvo a pensar en lo que estaba haciendo. Debía admitirlo estaba cambiando el rumbo de su vida, no era fácil todos los días estaba tentado a recaer, pero justo cuando parcia que lo haría, ahí estaba el rubio con su hermosa y brillante sonrisa, con esos hermosos ojos azules que tanto le gustaban al moreno tendiéndole la mano dispuesto a sacarlo del abismo.
En alguna otra parte de la ciudad, en una bodega abandona ciertos chicos se reunían para platicar de negocios.
-Has perdido a un buen cliente hermanito-
-Si el perro ha cambiado, lo peor del caso es que aún me debe dinero-
-¿Ha cambiado?-
-Si, debe ser por su noviecito, es bastante lindo por cierto- El azabache recordaba su encuentro con Naruto.
-¿le has echado el ojo?- Madara pregunto al ver al azabache tan seguro.
-No estaría mal tenerlo entre mis brazos- El azabache se burló.
-Bueno debes recuperar lo que el perro nos debe, vigílalos- Madara desapareció en las sombras.
-Así lo are quiero volver a ver a ese lindo rubio, que suerte la tuya perro- La maldad podía percibirse en aquellas palabras.
-Hoy no estudiaremos Naruto, festejaremos nuestras buenas calificaciones- Kiba se veía emocionado y feliz, ya estaban en la puerta del departamento del rubio.
-Supongo que tienes razón, alistare mis mejores prendas-
-Bien, eso es bueno tengo algo importante que decirte- Kiba trato de disimular sus nervios.
-¿Qué es?- El rubio trato de reunir más información.
-Recuerdas que te dije que lo hicieras o lo haría yo-
-¿la cita?- El rubio pregunto inseguro.
-Lo hare yo, me canse de esperar, nos vemos esta noche- Kiba no espero respuesta del rubio y salió con un tono misterioso pero excitante.
En la soledad de su habitación, Naruto recapitulaba todas sus experiencias vividas con Kiba. Trataba de armas el rompecabezas, cuando finalmente todo le quedo claro.
-¿Kiba acaso tú?- Siento miedo ye moción al formularse esa pregunta. Lo cual fue interrumpido por un mensaje entrante en su celular, era de Kiba.
-PONTE GUAPO PARA MÍ- Decía aquel texto.
Naruto salto en felicidad comenzó a gritar con su celular en la mano, no contesto el mensaje tenía una misión, estar guapo para Kiba. Aún era muy temprano, pero quería impresionar al moreno.
Kiba aparco su moto en un callejón oscuro, tenía tiempo que no había estado allí. Llego hasta es el lugar porque quería intentar toparse con Shikamaru, el motivo era tonto pero quería, invitarlo a que conociera a su ¿novio? Otro día claro hoy estaría ocupado.
Una sonrisa se formó en el rostro de Kiba al pensar aquello. Su felicidad fue interrumpida por una presencia. Podía sentir que no estaba solo. Pudo ver como de las sombras del callejón salía una persona muy conocida.
-Hola lindo, tanto tiempo sin verte, me tienes muy olvidado. La voz de Sasuke sonaba más tétrica que nunca.
-He estado muy ocupado-
-Ya veo, ¿puedo servirte en algo?- Sasuke se acercó peligrosamente cercas.
-No-
-¿Quieres drogas? ¿Quieres sexo? ¿Conmigo?- Sasuke paso su mano por el pecho de Kiba.
-Suéltame Uchiha, no he venido a buscarte a ti- Rápidamente retiro la mano del azabache.
-Pues es una pena yo que pensé que hoy por fin era mi día de suerte-
-Sigue soñando-
-¿Tan bueno es en la cama el pequeño rubio?- Una sonrisa enferma se formó en el rostro de Sasuke.
-¿Qué de que estas hablando?-
-No te hagas el tontito, es un chico bastante lindo-
-Sasuke- Kiba empuño uno de sus puños.
-¿Cómo se llamaba? Ya lo recuerdo Naruto, el lindo Naru-
-¿Cómo demonios sabes eso?- Kiba grito furioso.
-Hay no te enojes conmigo, nos conocimos hace tiempo, no cabe duda de que tienes buenos gustos perro-
-Cállate-
-Entonces es cierto, supongo que ya te follaste al rubio, ya que estas tan cambiado- se burló por su propio comentario.
-¿Cómo te atreves?- Kiba se sentía furioso pero debía tener cuidado, después de todo era Sasuke Uchiha.
-Dejando de lado al lindo rubio, te recuerdo que tienes una pequeña deuda con migo, bueno en realidad no es tan pequeña-
-Lo sé, te pagare-
-No, no lo harás, no es dinero lo que quiero-
-Te entregare mi moto-
-No tampoco quiero eso-
-No me acosare contigo- Kiba pensó que aquello era la exigencia del azabache.
-Hasta hace unos meses ese era mi objetivo, pero tampoco es lo que quiero, aunque suena bastante tentador-
-¿Qué es lo que quieres?- El castaño notaba que algo no andaba bien.
-Veras ya que has tenido tanto tiempo para divertirte con tu nuevo amigo, creo que no es justo que sea solo para ti ese lindo rubio. ¿Comprendes lo que te digo?-
-¿Qué demonios dices-
-Entrégame al rubio un par de noches para divertirme con él, así tu deuda estará saldada-
-¿Qué?- Kiba estaba en shock.
-Sera bastante fácil que lo convenzas, después de todo esta locamente perdido por ti. Después será todo tuyo.- Sasuke comenzó a reírse enfermamente.
-Eres un maldito- Kiba no pudo más, soltó un golpe el cual fue a dar directamente sobre la mandíbula del azabache.
-Que cursi eres Perro- Sasuke decía aquello tendido en el suelo con un hilo de sangre cayendo por sus labios. El golpe había logrado derrumbarlo.
-Aléjate de el maldito, o te matare- Kiba estaba furioso.
-Noooo el que te matara seré yo- Se incorporó y al mismo tiempo saco una pistola de su bolsillo y la apunto a Kiba.
-Hazme lo que quieras a mí pero aléjate de Naruto- Estaba dispuesto a asumir la responsabilidad de sus actos.
-¿Tanto lo amas, como para morir?-
-Sí, lo amo tanto-
-Que patético, solo por eso te dejare vivir, pero volverás a saber de mi-
-Sasuke no involucres a Naruto, te lo pido por favor-
-Baya el perro está asustado, ya te dije cuál es mi exigencia, nos vemos- El azabache regreso al callejón del que había salido con pistola en mano para desaparecer.
-Maldito- Kiba respiro por primera vez tranquilo.
Luego de calmar su agitada respiración, decidió marcharse al no ver rastros de Shikamaru, monto su moto y se dispuso a ir a su casa, debía alistarse para su cita con Naruto.
-Hoy será la gran noche mi querido rubio- Sonrió al pronunciar aquello.