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Ese chico es un demonio por dark kirito

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Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama. Escrito en el móvil, errores son sin querer. Muchas gracias a Yayoi y a todos los que leen por el apoyo.

-¡¿Por qué llego tan lejos?! ¡Maldito! ¡Deja a mi madre tranquila! ¡Tienes miles de súbditos a tu disposición! ¡¿Entonces por qué te empeñas en hacer su vida miserable?!


Alzó ambos puños con intención de golpearlo, pero por acto-reflejo fué cogido de las muñecas, lo que ardió horrores pero no le daría el gusto de ver quebrantado su espíritu. Sin embargo y para su sorpresa le soltaron con algo de torpeza.


-¡Que imbécil! Lo lamento, seguro te hice daño. Curaré eso que luce terrible y si luego quieres agarrarme a patadas...ya veremos.


Judal contrajo la quijada pero le observó con hostilidad. Permitirá que le sane y eso suponiendo que sean sus verdaderas intenciones, y ya luego le daría su merecido.


Cerró los ojos algunos segundos inspirando profundo para contener un grito.


«-Soy buenísimo para esto. No lo asesino pero si me doy con todo. Si tan solo fuera tan valiente como mi madre.»


Clavó sus orbes en el otro consternado.


-¿Qué rayos se supone que haces?-indignado.


-¿Eh? Bueno, te pongo un poco de pomada y vendas.


-¿Se supone que me brinde algún tipo de alivio? ¿O no soy digno de la gran y poderosa magia de su majestad?


-Ah bueno yo en realidad-rascó su nuca avergonzado-Soy un fiasco para los conjuros regenerativos.


-Haber si entendí. Fuiste a la guerra, peleaste...-le miró con rabia-¡¿Dejaste que otros hicieran todo por ti?!


-No tengo idea del porque tengas semejante concepción de mi. Pero no, de hecho estaba al frente junto a tu madre, ¡pero juro que fué ella quien se ofreció!


-Eras el blanco de miles de enemigos y, ¿no conoces un solo hechizo curativo? Engreido, te has de pensar que comparada con tu defensa cualquier habilidad es mierda.


-Ah...


-¿Qué?


-Tampoco se invocar un borg.


-¿Tus movimientos son de primer nivel?


-Bueno, de eso si que puedo presumir, pero ante los hechizos tengo gran desventaja. Me atinaron varias veces-sonrió amable.


-Uh~ comienzo a pensar que te sobreestimé. Quizá eres solo un imbécil masoquista al que mi madre le tiene lastima.


-¿Eh? ¿Crees que no inspiro respeto?


-En lo más mínimo.


-Pues que te sepas que soy un gran aventurero. El más confiable miembro de la realeza...y...no te convencí, ¿verdad?


-No.


El peli morado tomó asiento a su lado en la cama una vez terminó de colocar los vendajes.


-Tienes razón. Mi hermano si que es confiable, yo soy más un alma libre que ansia recorrer el mundo, pero creo que es un sueño imposible de cumplir.


-¿Eh?-un poco interesado-¿Por qué? Alguien en tu posición puede hacer lo que se le venga en gana.


-No es tan sencillo. Hay gente detrás de mi. Los súbditos que mencionas son serés vivos con voluntad, miedos, preocupaciones. Un rey debe cumplir las expectativas que se tienen sobre él.


-Wah, si lo pones de esa manera hasta pareces la víctima.


-Tampoco es tan drástico.


-No te entiendo.


-Ni yo. Soy terrible a la hora de expresarme. Por eso necesito la ayuda de tu madre. Si no fuera por ella nos hubiesen declarado la guerra cientos de veces. Aunque eso también se debe a que me da flojera leer los documentos que deja sobre mi escritorio. Lo intento, te lo aseguro. Pero es más fuerte que yo. Me aburre.


-Así que eres del tipo que prefiere destruirlo todo.


-No. Si no existieran los malentendidos y yo pudiera visitar tierras lejanas e inexploradas me daría por bien servido.


-¿Tienes idea de lo estúpido que suena?-suspiró-Eso quiere decir que un idealista torpe hace imposible la vida de mi madre.


-Lo lamento.


-Tal vez te perdone con una condición.


-¿Cuál?


-Me gustaría pasar más tiempo a su lado. Apenas si tiene el suficiente para llegar y dormir algunas horas-el gesto de sorpresa ajeno le desconcertó-¿Qué?


-Salvo cuando de plano no puedo con el trabajo y Solomon está demasiado ocupado como para apoyarme le pido que se quede hasta tarde, a veces hasta el día siguiente. Pero normalmente se retira a eso de las cinco. Mi hermano y yo nos pusimos de acuerdo. No quiso ayuda así que pensamos que lo ideal sería que ella pudiese cuidarte.


-¡No mientas!


-¡No lo hago!


-Creí que podíamos entendernos. Pero solo te ríes de mi. No te interesan los demás. En tu mundo solo existes tu.


-¡No es verdad!-furioso-¡¿Por qué te es tan difícil entender?! Si lo viera así, relegaría toda responsabilidad a tu madre.


-¡Es tu trabajo no el suyo!-golpe bajo.


-Como sea. Siempre pensé en ti. Estuve presente el día de tu nacimiento. Creí que teníamos un vinculo irrompible. Que eras algo así como si sobrino. Por eso te envié libros y pergaminos, para que pudieras divertirte. Estuve al tanto de ti. Quise visitarte muchas veces pero Arba insistió en que tenías una salud frágil. Aunque de eso parece que nada queda.


-Mi madre dijo que...


-¿Qué ocurre?


-¡Maldita sea! ¡No quieras confundirme!


-¡Pero yo no...!


-¡Deja de jugar con mi mente!


El menor intentó darle un puñetazo en el rostro pero fué bloqueado. Al sentirse frustrado dió una patada al abdomen del mayor, agresión que no pudo suprimir.


-Eso duele-con seriedad.


-Oh, ¿enserio? ¿Quieres que el próximo sea más sutil?


-Así que quieres jugar. Bien, ya no pensaré en ti como un niño frágil. Adiós delicadeza.


Le tomó del muslo, lo alzó y lo arrojó al piso.


-¡Ah! ¡Duele imbécil!


-¿Enserio?


-Je, ¿quién llegará más lejos? Con tu anciano cuerpo dudo que me ganes.


-Eres un mocoso. Te hace falta experiencia.


-¿Y tu pretendes enseñarme? ¡Ja ja ja ja ja!


El peli negro dió una barrida para sacarle de balance pero apenas chocó con las piernas ajenas se tensó.


«-Pero que carajo. Están durísimas.»


El peli morado sonrió adivinando su pensamiento y sintiéndose halagado a partes iguales.


-Lo que logra el ejercicio.


-Seguro haces trampa. No te gusta leer, levantar el culo de la silla mucho menos.


-Son cosas distintas. Te lo comenté, es divertido explorar. ¡Uo!-evadió un rodillazo al torso-¡¿Ni siquiera dejaras que hable?!


-No estoy agarrando tu lengua...venenosa.


-No más que la tuya.


-Gracias.


-Un placer-sonrió.


El menor separó las piernas para encontrar un punto de apoyo, pero apenas lo consiguió fué derribado y cayó de sentón.


-¡Ah! ¡Imbécil! ¡Me dejaras paralítico!


-Claro que no. Lo creas o no cuido bastante la posición en que aterrizas. A lo más te dolerá la retaguardia-el chico palideció-¿Algo va mal?


Judal colocó las palmas sobre el mosaico pero no pudo moverse.


-N-no siento de la cadera para abajo.


-¡¿Cómo?!


Se aproximó corriendo, con la guardia baja. Así fué sencillo para el chico agarrarle del cabello con intención de estrellar su rostro pero esta vez le tumbaron de lleno, Sinbad recargó todo el peso en el abdomen contrario.


-¿Quieres tranquilizarte? Si continuas tus heridas podrían abrirse.


-No soy tan débil.


-Eres más delicado de lo que imaginas-llevó la mano de Judal a sus labios, donde los rozó con ternura-Eres solo un niño.


Se esperaba de todo menos la antipática expresión que este le dedicó.


-No me subestimes. Juro que seré yo quien...


Sinbad no entendió porque lo hizo. Quizá ese joven le significa el mayor peligro y reto que haya tenido. Cualquiera que sea la razón se sintió atraído y robó un beso de sus virginales labios. El joven quedó estupefactó con los rubies mostrándose en todo su esplendor. El príncipe bajó los parpados entregándose por completo al sentimiento en su interior. Con los años fué creciendo sin darse cuenta. Una y otra vez le contempló con pena. Le dolían los constantes rechazos, pensaba que era por el "sobrino" que no podía confiar. Pero estaba equivocado, le prestó atención, demasiada y como todo un masoquista...


-Me enamoré de ti...te amo Judal...


-Yo...


Al peli negro le ocurre exactamente lo mismo, pero él no conoce del todo ese tipo de valores. La confusión se agolpó en su mente. Quería romper en pedazos al hombre que ahora le somete pero tampoco le pareció mala idea que fuera a la inversa. ¿Tiene coherencia?  Si las ideas no cobran sentido tendrá que preguntar a su cuerpo. Se deja hacer. Las manos ajenas le recorren desde el cabello hasta la punta de los pies, generando una onda eléctrizante que le atreviesa por completo. La lengua de Sinbad sobre sus zonas más sensitivas, las sutiles mordidas que dió de vez en cuando, las palmas que abarcan una gran zona con el mínimo esfuerzo, su saliva entrando a sitios donde nunca creyó tenerla.  Lloraba, gritaba, jadeaba. Todo le resultaba doloroso y gratificante a la vez. Pero la rabia también estaba presente, si le besaban, apretaba sus hombros, si le lamia le devolvia una mordida, si lo apretaba le arañaba la espalda grabando su nombre. Quería marcar su esencia, que era su dueño, su amo, su esclavo. Abandonó todo significado en las cosas y se entregó a su yo "salvaje" porque es realmente divertido y apasionante pelear de esta manera. Porque el blanco de su odio también se convirtió en el de su amor.


-Ah ah ah ¡maldita sea!


-Ah, ¿te lastime?-preocupado.


-A estas alturas no tiene ah ah importancia. Ja, no puedo ¡Ah! Creerlo...Sinbad-se ruborizó.


-¿Si?


-Te...¡AAAAHH~!


El oji miel se aventó a sus brazos con tal intensidad que le estrujó contra el piso con violencia y con ello también provocó que golpease su cabeza por lo que perdió el sentido.


-Uh~ creo que me emocioné un poquito.


Todos los morados, no intencionales que ahora tiene Judal en su espalda significan eso, si, fué algo sin importancia. Cualquiera con el mínimo de sentido común llegaría a la conclusión de que pretendía asesinarlo. Cayó a su lado segundos más tarde, quizá el daño fué mutuo. Pero sonrien con dulzura envidiable.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


La relación del par mejoró bastante, solo dos de tres veces llegaban a un enfrentamiento serio y la mitad tenía como destino el lecho, algunas manoseadas jamás sexo. Platicaban poco sobre todo de sus vidas pero siempre "tropezaban" con la terquedad del otro. Sinbad contaba una versión de los acontecimientos y el chico otra, y Arba siempre estaba en medio.


-¡Te finges inocente! ¡Así pareciera que mi madre no quiere verme!


-No dije eso.


-¡Conozco todos tus defectos y no me he quejado! ¡Podrías confiar un poco en mi!


-¡Estoy diciendo la verdad! ¡¿Por qué es tan difícil de creer?!


-¡Estoy harto de...!


Tocaron a la puerta.


-Joven amo, ¿puedo pasar?


La pareja se tensó. No están presentables. Sinbad no tiene tanto problema puede decir que acaba de despertar, con eso de que duerme desnudo es creíble. Pero, ¿cómo explicar al hermoso joven en igualdad de condiciones?


-¿Joven amo?


El príncipe no tiene intención de ocultar su relación, pero no es la manera en que deseaba dar las buenas nuevas. Separó los labios pero ningún sonido salió.


Fué entonces que el peli negro tomó la iniciativa, cogió rápidamente su ropa con ayuda de su magia y escapó utilizando su círculo de transporte. Ser novio de un miembro de la familia real tiene sus ventajas, aunque solo medio estudie lo que parece divertido.


-¿Está indispuesto joven amo?


Arba se adentró segundos después de la huida de su hijo. El peli morado, desparramado como vino al mundo, como actor de primer nivel: sin un mínimo de recato.


-¡Waaaaahh!


La castaña arrancaría sus ojos de no ser porque les necesita.


-¡Pongase algo de ropa por favor!


-¿Eh?-con pereza-¿Arba? Lo siento, no te escuche.


-¡Sus prendas, haga algo al respecto se lo suplico!


Sinbad se cubrió con las cobijas puesto que las piernas le traicionaban por el nerviosismo.


-¿Cómo va el mundo humano?


Ella abrió un poco el ojo derecho y al constatar que no había peligro recobró la compostura.


-Han firmado el cese temporal de hostilidad. Pero no durará mucho. El problema de territorio no es un juego.


-Lo sé.


-¿Qué haremos? No podemos retenerlos eternamente.


-Mi hermano continua en ello. Falta poco.


-Eso espero.


-¿Se te ofrece algo más?


-¿Eh? No por ahora.


-Sería buena idea que saludes a tu hijo. Te extrañó como no tienes idea.


-Tengo papeleo que realizar.


-Puede esperar.


-Pero...


-¿Acaso le estas evitando?


-No, es solo que...


-Judal está empeñado en creer que no te dejo verlo. ¿Por qué?


-Oh-con pesar-no pretendía ocultarlo es solo que no muchos entenderían la situación. Es bastante posesivo. Si de él dependiera me encerraba en la casa todos los días.


-Si, parece un poco intenso.


-¿Eh?


-No me hagas caso, hablo conmigo mismo...Como dije, disfruta de su compañía. Si necesitas ayuda, me ofrezco. Tienes el resto del día libre.


-Gracias.


La mujer meditaba de camino a su habitación.


«-¿Y a este qué le pasa? De buenas a primeras le entiende, si como no. No soy tonta. He visto como se repudian. Error, Judal solo me quiere a mi. Y así debe ser. El que se mantenga virgen es parte importante del ritual...Ungh supongo que tengo que asegurarme de que el contenedor de mi padre este en perfectas condiciones.»


Se detuvo metros antes de su recámara, en la de su hijo y llamó a la puerta.


-Adelante.


-He vuelto mi pequeño...


-¡Mamá!


El menor corrió a su encuentro y le abrazó con entusiasmo. Arba sintió un nudo formarse en su estómago, fueron segundos pero...lo advirtió, le tomó de las muñecas sin consideración. Su hijo cerró los ojos e hizo una mueca de sufrimiento.


-¿Qué ocurrió?


-T-tuve un accidente. Pero estoy bien es solo que...


La mujer clavó las uñas.


-¡AAAAAHH! Ah ah ah m-me duele...


-Espero que esto te enseñe a ser más cuidadoso con tu cuerpo-repitió la acción.


-¡WAAAAAAHH!


El charco escarlata comenzó a formarse. Él sintió que la fuerza le abandonaba, la pérdida de sangre era considerable, le fué imposible sostenerse por si mismo y sin más cayó. Su progenitora besó su mejilla.


-Debes ser un niño bueno, mami tiene demasiadas preocupaciones pero siempre serás lo más importante.


La castaña le abandonó a su suerte. Judal no es estúpido, al fin se ha quitado la venda de los ojos, su corazón recibió un daño irreparable, capaz de orillarle a terminar con su vida. Las gotas saladas se agolparon en sus ojos y sin esperanza logró ponerse de pie.


«-Rey...idiota.»


Una y otra vez le llamaba, la única persona que mostró su alma sin pudor, el hombre en el que puede depositar toda su confianza. Sin embargo el impulso no fué suficiente y terminó perdiendo el sentido. Si la muerte ansia llevárselo, no hay nada que pueda hacer.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Judal olfatea un delicioso y dulce aroma, fascinado con ello abre de a poco los ojos y mira a la izquierda, nada; derecha...


-Rey...¿qué...?


Sinbad colocó el índice sobre sus labios.


-No hables, estas muy débil. Aún así debo resolver el problema. Quería darte las buenas noches y te encontré, bueno ya sabes. ¿Alguien te atacó?


Afirmarlo es sencillo, pero le privaría de la venganza que ahora anhela. Esa mujer le engaño durante toda la vida, será el quien tome la suya como compensación, así que negó.


-Perdón, fui negligente. Le pedí a un médico que...bueno, no pienso aburrirte con explicaciones. Estarás bien pero te hará falta reposo. Nada de estar ayudando en el palacio, o de tus intentos sicopatas de serme agradable.


-Imbécil...-sonrió con dulzura.


El mayor se posó sobre su pecho, dejándole consternado.


-No tienes idea del susto que me has pegado. Creí que estabas muerto. No te atrevas a dejarme. Debes ser la reina de mi imperio.


-Son dos...sistemas...de...gobierno...distinto...


-Oh, pero no te incómoda ser mi reina~.


-Te partiré...la...mmm~.


Ni estando al límite se vuelve dócil, pareciera que la guerra y el conflicto son algo que le seduce tanto como al otro la emoción de una aventura. Es como si de alguna manera pudieran complementarse. El príncipe le besa y este encaja los dientes y muerde cuanto tiene a su alcance. Llegado a cierto momento entrelaza la lengua con la otra y degusta ese sabor metálico que tan presente está a últimas fechas. Se funden, mimetizan y enamoran otra vez.


-Te amo Judal.


-...


Y se quedó con las ganas de escucharle pues se quedó dormido. Sinbad le acogió de forma protectora.


«-¿Por qué Arba no parece estar enterada de su situación? ¿Qué ocultan?»


-Te...amo...rey...-en dominio de Morfeo-idiota.


Y así eliminó de tajo la neblina que le rondaba.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Las semanas pasaron, y se volvió incómodo tocar el tema de porque estaba tan lastimado. Además de que Judal prefirió guardar en secreto su relación, en parte porque Arba está loca y le hizo saber que su cuerpo es de suma importancia aunque no sabe para qué. Y por otro lado, hace cada vez más énfasis en la diferencia de clases. Es posible que sea un pretexto para aislarle. Pero, ¿qué motivo tiene para ello?


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Días después.


Sinbad visitaba a su hermano en su despacho.


-¿Estas seguro?-cuestionó nervioso.


-Me tomó más tiempo del estimado pero si.


-¡Es maravilloso! ¿Crees que nuestro padre quiera ayudar?


-No, le invité y dijo que nos la arreglaramos como pudiéramos.


-Uh~ bueno, lo importante es que existe la posibilidad.


-Es bastante complicado y como dije necesito tu ayuda.


-Siempre y cuando no eche a perder tu trabajo estoy dispuesto.


-Aunque tendrás que estudiar mucho.


-Ja ja ja, lo último que esperaba escuchar.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En la habitación del de hebras púrpura.


El príncipe le dió al menos unas diez hojas con instrucciones que parecían estar en otro idioma. Las colocó al lado de la cama, tarde o temprano les daría un vistaso, lo que hizo su curioso novio.


-Wah, quien escribió esto es un ratón de biblioteca.


-Mi hermano.


-Je, tengo razón.


-Es la llave para los problemas del mundo entero, pero no lo entiendo.


-Debes estar bromeando, lo explicó como si estuviese destinado a un mocoso de cuatro años.


-¿Eres capaz de leerlo?


-¡¿Ah?! ¿Quieres pelear?


-Lo digo enserio.


-Es obvio.


-¡¿Podrías ayudarme?! Quizá si eres tu quien me lo traduce algo logre quedarse en mi.


-Hágamoslo más sencillo. Será imposible de olvidar.


-¿Pero cómo?


El peli negro tomó asiento en su regazo realizando movimientos un tanto sugerentes al tiempo que recitaba lo escrito por Solomon pero de manera más interesante y al oído del hombre que mordió con lujuria.


-Oh por...


Aún si Judal tiene métodos extraños en verdad apoya a su "rey".


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


El primer príncipe estaba perplejo. No se esperaba que entendiera lo más mínimo, pero ahí estaba Sinbad repitiendo la secuencia de conjuros al derecho y al revés. Aunque no supo explicarse el intenso rubor en sus mejillas. Llegó a la conclusión de que alguien le ayudó, pero siendo sincero son contadas las personas que tienen paciencia para algo así, y aún menos las que logran mantenerle despierto cinco minutos.


-¿Qué te parece?


-Estamos listos. Pero quiero recordarte que es peligroso. Si sale mal tu y yo podríamos...


-Es un riesgo que estoy dispuesto a correr. Hoy más que nunca quiero preservar la tranquilidad en el cielo.


-¿Acaso tu...?-llamaron a la puerta-Adelante.


-Joven amo-la castaña- estoy lista, mi hijo también nos ayudará.


-Buenos días-el aludido se inclinó respetuosamente.


La pareja finge muy bien, frialdad más creíble no existe.


-Gracias-el de ojos zafiro-lo ideal será ir a un lugar desolado. En la actual situación es imposible supongo.


-¿Qué hay del sitio donde se llevó a cabo el último enfrentamiento en la tierra? No hay nada por respeto a los caídos-Solomon ladeó los labios contrariado-me temo que mejor opción no encontrará.


-Arba tiene razón hermano.


-Ah~, entonces vamos. Cuanto antes mejor.


-¡Si!


El joven se limita a guardar silencio.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Apenas llegaron al lugar los Jehoahaz Abraham fueron invadidos por los escalofríos. La muerte se respira en el viento con tal fervor que incluso se mete por los poros. En un descuido de los dos mayores, Judal cogió la mano de Sinbad para infundirle coraje, se sonrieron y lograron apartar antes de que les descubriesen.


-¿Estas listo hermano?-el peli azulino.


-Si.


Ambos tomaron asiento en el suelo invocando toda la energía disponible en su cuerpo. Un resplandor dorado y cálido se hizo presente, al inicio bastante pequeño pero este fué incrementando su tamaño rápidamente.


-Al Rahar In-dahr.


-Sug Afor thung.


-Ni umh-dahran.


-Tzhif Dumrdir.


-Aum Umday.


-Forg thalg Imdireh.


-Yidh apyr.


-Sadh Ah-harl du.


Secuencia de conjuros y palabras que al menos Judal y Arba no habían escuchado con anterioridad, como si pertenecieran a un idioma perdido en el tiempo.


El ritual se prolongó por al menos quince días, ninguno de los ahí presentes se movió un milímetro o interrumpió, era de vital importancia la concentración. Sin embargo, tienen un límite y más considerando la debilidad que les aqueja a los Jehoahaz por falta de alimento y descanso. Sinbad tenía un sangrado de nariz algo persistente, lo que ponía de nervios al novio que pasaba la mirada de este a Solomon en igualdad de condiciones.


«-¿Por qué rayos creí que sería sencillo. Y eso que solo están formando un "espacio". Maldición desgraciado no te atrevas a dejarme porque soy capaz de ir por ti.»


Apretó los puños con rabia, por fortuna su estancia en ese lugar es lo último que pasa por la mente de su madre y lo agradece porque no puede ocultar del todo el terror.


-¡Ungh! ¡Cof cof!-el peli morado, escupiendo sangre.


-¡Cof cof! ¡Aungh!-El hermano repitiendo la escena.


Se esforzaron, sobrepasaron su habilidad pero no estaban cerca de conseguirlo, tampoco estaban tan lejos pero de rendirse ahora todo sería en vano. Solo un poco, una cosa de nada pero todo comenzó a darles vueltas, peor aún el agotamiento también hizo mella en su capacidad intelectual. De a poco se olvidaban no solo del hechizo sino que también todo cuanto les rodea. Pero millones de vidas que dependen de ellos les animaron. Transcurrieron dieciséis horas más y justo entonces Solomon perdió el sentido, siendo auxiliado por Arba que le llevó al palacio para recibir tratamiento. Sinbad estaba a nada de seguirle pero las manos de Judal sobre las suyas y gran parte de su energía lo evitaron. El príncipe abrió los ojos y le miró apenas.


-Es peligroso.


-Mejor concentrate idiota. Tu haces lo que se te da la gana yo también.


Recibió una dulce sonrisa que le hizo sentir mal. Tuvo que dejar su mente en blanco porque no dejaba de aparecer un escenario trágico ante él. No quería verse obligado a enterrar al amor de su vida. A ese imbécil que se sacrifica sin razón, al hombre que se metió literalmente a golpes en su corazón, a su defensa fué un intercambio equivalente. El resplandor se encogió algunos metros y la incertidumbre les cubrió por completo, como una gran sombra, tan poderosa e imponente justo como el sujeto que acaba de llegar.


-¡Ungh!


Quejido del príncipe que escupió sangre debido a un patadón que le propino su padre y que de igual manera se descontó al novio.


-¡¿Qué rayos te pasa?!-el de orbes arándano.


-El inútil de mi hijo hace alarde de ello.


-¡Óyeme que Solomon quedó peor!


-Debes mostrar respeto a tu rey.


-¡El respeto me lo meto por el...!


Sinbad tomó con trabajo su mano, negando lentamente. Si David quiere dejarle viudo no tiene energía para impedirlo.


-Tchi


-Lleva a Sinbad al palacio. El ritual casi finaliza, solo hoy tendré consideración.


-¿Quién te crees que soy para que me des órdenes?


-Un sirviente.


-Es todo anciano...


-No lo hagas...


«-Hay algo muy mal en mi. El idiota me mira de esa manera y me da por obedecer. Pero esto no se queda así vejete, no tienes idea de lo vengativo y rencoroso que puedo llegar a ser.»


Se retiró en compañía del príncipe. El rey les ignoró completamente. Por su mente no pasó la posibilidad de que fuesen pareja. Para el Judal no era más que una mancha en la pared, que equivocado estaba. Y esto se encargaría el tiempo de hacérselo saber.


-A terminar con el trabajo de estos flojos.


Porque si hay un ángel con el conocimiento suficiente para concluir un hechizo de ese calibre teniendo que improvisar sin duda es él.


-Ja ja ja ja.


Rió maniáticamente.


-Miren y aprendan novatos...


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Sinbad despertó por la mañana. Estaba perplejo.


-¿Quieres decir algo? Me molesta lo menso que te ves.


-E-es que...¡Es inaudito! ¡¿Que mi padre hizo qué?!


-Completo...ah si ya sabes no me hagas repetir las cosas.


-No puedo creerlo. En unas horas consiguió lo que ni mi hermano y yo...


-Ah no, ese tipo se aprovechó de la situación. Es como poner la tapa de la jarra y decir que tu hiciste el agua. En lo que a mi respecta Solomon y tu exprimieron el limón y este solo se quedó con el agradecimiento.


-Ja ja ja ja-con soltura-que curiosa manera tienes de hablar.


-Los discursos no son lo mío. Y yo pensando algo más elaborado, me lleva-desvió la mirada indignado.


Sinbad le tomó del mentón y sonrió.


-No te enojes.


-Entonces no me provoques.


-Lo lamento, es solo que no pude evitar sentirme un poco decepcionado.


-¿Porque en el cielo no te alabaran?


-Porque quería ser como el héroe del mundo.


-Que meta más tonta.


-¿De verdad?


-Si, para qué recibir la gloria de otros cuando juntos podemos tocarla-con lujuria.


-Oh mi amor, siempre sabes que decir. ¿Hacemos el amor?


-No.


-Te facina hacerte el difícil.


-No, torturarte~.


-Demonio-sonrió.


-Pero  en realidad puedes hacerme tuyo cuando quieras...-murmuró en su oído.


-Mmm será cuando pueda entregarte un hogar en donde se respire la paz.


-Maldita sea.


-Ja ja ja ja ja.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Poco después David citó a los dos príncipes a su despacho. Guardó silencio con toda la mala intención de ponerles de nervios, firmando documentos como si estos fueran más importantes que su familia.


-¿Qué se le ofrece?-el peli azulino con seriedad.


-Como ya saben, se ha creado un territorio, este debe tener un líder. El encargado de guiar un pueblo a la prosperidad. Alguien con el coraje suficiente como para enfrentar cualquier adversidad.


-¿Tienes un prospecto en mente?


-Un miembro de la familia real sería propicio.


-Yo puedo...-el primer príncipe.


-No, tu debes encargarte del cielo.


-Pero tu eres el rey.


-No para siempre, las épocas cambian y tengo anhelos que deseo cumplir. No haré tu trabajo toda la vida-molesto.


Su hijo quiso debatir pero decidió dejarlo pasar para no entrar en conflicto.


-¿Yo?-Sinbad consternado.


-Ah-el monarca pesadamente-No hay nadie más, y es tu derecho. Solomon no ha dejado de fastidiar conque fuiste tu el que encontró ese extraño libro y que donó la mayor parte de energía. Si alguien más tomara el lugar estaría siendo injusto.


-¡Padre!-emocionado.


-Además el cielo será más funcional en cuanto cierto perezoso se esfume.


-Uh~ -dolido-¿Cuándo tengo que irme?


-De ser posible hoy.


-¿Tan poco tiempo?-el de orbes zafiro.


-¿Sería más conveniente dejar que otros tomen aquel territorio? No tenemos idea de lo que pueden hacer de permitirlo. Ah, de una vez te digo que no pienso ceder uno solo de mis soldados. Si alguien quiere acompañarte será bajo su responsabilidad.


-¿Y los habitantes?


-Primero estabiliza el terreno y ya veremos.


-Eres demasiado cruel con él.


-Está bien. Quiero hacerme responsable, un poco de disciplina me convertirá en un mejor ser. Me retiro, tengo pendientes que arreglar-con tristeza.


Padre e hijo se quedaron a solas pero no iniciaron conversación alguna y cada quien volvió a lo suyo.


«-Parece que nunca podré entenderme con Solomon y Sinbad.»


Aunque no es algo que le quite el sueño.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


El segundo príncipe recorría uno de los muchos pasillos con nostalgia y preocupación.


«-No pensé que las cosas tomarían este rumbo. ¿Cómo le diré a Judal que no podremos vernos nunca más? Dudo que Arba quiera venir. No, tampoco es que pueda ponerles en semejante riesgo. Un territorio desolado será codiciado. ¡Una barrera! Ojalá supiese como hacerlas.»


Llegó a su habitación. Para su sorpresa el novio le miraba seductor desde el lecho, pero tremenda cara traería puesto que Judal advirtió su pesar.


-¿Qué tienes?


-Nada.


-Si claro, y por nada vas a llorar.


-Es mentira.


-Oh, así que comenzaras a ocultar cosas. Pensé que no eras de ese tipo pero siempre consigo lo que quiero, así sea a la fuerza. Me lo dices por las buenas o por las malas pero lo harás.


-No tengo idea de por donde comenzar.


-Como venga pues.


-Quiero terminar contigo.


El rostro del menor se descompuso.


-Dije que...


-Te escuché.


-No estamos hechos el uno para el otro.


-No me vengas con pretextos de tercera. Merezco más que esto.


-Por ello te dejo en libertad.


-¡No la quiero! ¡No la pedí!


El joven se acercó, le tomó por los hombros y le estrelló contra la pared sin soltarle. Con su pequeño cuerpo sería sencillo para Sinbad apartarse, pero quizá está sería la última vez que Judal le tocara. Su corazón se comprimió y tuvo que hacer un esfuerzo increíble para no llorar.


-Dime que ya no me amas-el oji escarlata con rabia.


-No te lastimes.


-¡Dilo!


-¿Qué sentido tiene?


-¡Qué lo hagas!


-Judal...esto no...


-¡Es solo una puta palabra!


-No puedo.


-¿Eh?


-No puedo, no puedo, ¡no puedo hacerlo! ¡Te amo!


-¿Estas ebrio o te pareció divertido jugar con mis sentimientos?


-¡Claro que no! Pero creí que esto lo haría todo más sencillo.


-¿El qué? Y más te vale que sea la verdad porque ya estoy de mal humor.


-Siempre.


-No tientes tu suerte.


-Mi padre me envió al lugar que creamos. Parece que será mi nuevo hogar de ahora en adelante.


-¿Y eso qué?


-No hay nada, es peligroso y dudo que Arba te deje ir.


-No confío en esa vieja.


-No te ha descuidado por gusto.


«-Si claro, para mi que los engaña a todos, como me ocurrió por tantos años.»


-¿Le preguntaste si quiere ir?


-No.


-Entonces no supongas las cosas. Siempre hablas de tonterías como el destino y demás. Si estas en mi futuro la suerte nos sonreira.


-¿Acaso tienes una visión optimista?


-No fastidies y ve.


-¿Y si no sale bien?


-Siempre podemos fugarnos~.


-Eres tan malo que resultas tierno.


-No tiene sentido.


-A tu lado nada.


Se abrazaron y besaron con desesperación, cayendo en la cama en cierto momento, destendiendo las sábanas con los movimientos. Agitando la respiración, pulso y pensamientos del otro.


-Ah ah ah ah, ¿haremos el amor?-el más joven.


-Te lo dije, será cuando pueda ofrecerte un hogar lleno de tranquilidad.


-Maldita ah ah ah sea mmm...


«-Ni modo tendré que conformarme con el hecho de que toque...»


Y todas las palabras perdieron significado.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Luego de recorrer hasta la sombra de Judal el príncipe fué en busca de Arba, encontrándole en la biblioteca con varios documentos.


-Oh joven amo, me alegra verle más recuperado. ¿Cómo está su nivel de magia?


-Bajo por ahora, le tomará un tiempo estabilizarse.


-Al menos valió la pena.


-Muy cierto-sonrió-Necesitamos hablar de algo muy importante-con tono severo.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En la actualidad.


David se retiró a quien sabe donde mientras los testigos de su "intento de asesinato" hacia Sinbad miraban al pobre en el piso, dormido o inconsciente, depende el grado de optimismo. Su hermano le colocó en el lecho para dejarle dormir, al lado de Judal. Les contempló con tristeza.


«-Me parece que son pareja. Se parece tanto al hijo de Arba, ¿será coincidencia? ¿Algún familiar? Aladdin y yo también somos muy similares...De nuevo estas en una difícil situación. Espero que no rompan tu corazón otra vez. No me gustaría que este chico fuese un reflejo del pasado. Bueno, son personas distintas, no tiene porque ocurrir lo de tu otro novio. Aunque me hubiese gustado conocerlo. No olvido que mencionaste lo interesante que era y que seguramente me haría reír. Está vez quiero que entiendas que no estas solo, soy tu aliado.»


-¿Qué haremos Solomon?-el peli celeste-Me preocupa Aladdin.


-A mi también pero por ahora no hay mucho que podamos hacer.


-Le dejaras a su suerte.


-Es mi hijo. Nunca...


-¡P-perdón! Es solo que estoy algo alterado. Tengo miedo, pensar que pueda estar llorando o...-por sus mejillas corrían las gotas saladas.


El pelirojo vió rebasada su paciencia por lo que se dió la media vuelta.


-¿A dónde vas?-el rey.


-Son ángeles yo un demonio. Tenemos metodología distinta. Sumemos esfuerzos. Si tienen noticias envíen un mensaje a la tierra este par de idiotas saben en donde vivo, despertaran tarde o temprano.


-¿N-no te preocupa su salud?-Ugo.


-Si fueran débiles no me resultarían interesantes. Judal fué alguien especial y Sinbad...un intento decente de rival.


-¿No esperarás?-Solomon.


-No soy de quedarme cruzado de brazos-sonrió con perversión para invocar un círculo de transporte y abandonar el palacio.


-¡Que impaciente!-el de anteojos-¡Un poco más y no abro a tiempo la barrera!-alterado.


-Dudo que algo así lo detenga-el monarca con amabilidad-Aladdin siempre tuvo excelente intuición para elegir a las personas. Estoy seguro de que ese hombre logrará hallarlo. Aún así, como su padre no me puedo quedar atrás.


-¡Tienes razón! Ah, ¿Qué hacemos con tu hermano?


-Le pediré ayuda a Sheba.


-Pensara que solo te acuerdas de ella cuando se te ofrece algo.


-Ah...


-¡Eres un horrible marido!


-Ja ja ja ja ja.


-¡No es un chiste!


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...


En el sitio donde está cautivo Aladdin.


Este duerme gracias al cansancio de tanto sollozar, aunque al menos así puede estar en compañía del hombre que ama. Rememorando la época en que se conocieron.


Inicio del flash back.


El joven ángel estudia algunos pergaminos que le han parecido interesantes a la orilla del río. Prácticamente ni pestañea y sonríe de forma tonta una que otra vez. Alguien le miraba con intriga, un pelirojo que se preguntaba que podía llamar más la atención que su presencia, se inclinó con intención de cureosear su contenido colocando el rostro al lado del otro, y ni así le advirtieron, frunció el ceño.


«-Este mocoso. Me dijeron que es el príncipe y que no era de personalidad común, que sería buena idea conocerlo. Pero le llame dos veces y ni por enterado. El cielo siempre es tan aburrido y monótono pero no me gusta que mi padre venga solo. Me preocupa que algo pueda ocurrirle. Solo estoy siendo paranoico, aunque es preferible prevenir.»


Se movió un poco por lo que su barba hizo cosquillas al niño que entonces si le divisó.


-¡WAAAAAAH!


Pegó un brinco y se alejó medio metro nervioso.


-¿Serías tan amable de modular tu voz? Vas a dejarme sordo-molesto.


-¡Me espanté!


El mayor se cruzó de brazos.


-Pues la culpa es toda tuya. Ha de ser muy llamativo el pergamino en tus manos.


-Ah, ¿esto?-lo extendió-Es una leyenda que habla de otro mundo.


-¿Otro mundo?


-¡Si! Uno donde se puede usar magia, si lo sé como este pero hay un sistema diferente y algo que se conoce como magi, son los elegidos de escoger reyes, crear países y...-el otro le atravesó con una intensa mirada-¿ojisan?


-Quiero saber más.


-¿Eh?


Tomó asiento a su lado y le tomó de los hombros con entusiasmo.


-Revelame los secretos del mundo-ordenó.


-Ja ja ja ja-alterado-creo que lo mejor será volver al palacio. Ugo-kun debe estar preocupado porque ya me tardé ja ja ja.


-Solo te dejaré marchar cuando me sienta satisfecho.


-Uh~.


Kouen se recargó con elegancia al tronco de un árbol, cerrando los ojos y poniendo suma atención a cada palabra emitida por ese pequeño ángel. Una historia plagada de dolor, guerras y conflicto que sin embargo resultaba encantadora y tierna, ¿sería por la narrativa del autor o porque era él quien lo hacia?


Y si bien fué un poco incómodo para al príncipe de inicio, era la primera persona que parecía compartir sus gustos, además de Ugo y su padre, sonrió y cuando cayó en cuenta ya era de noche.


-¡Oh por dios! ¡Seguro están preocupados! ¡Lo siento ojisan tengo que volver!


Cogió los pergaminos y se echó a correr, el pelirojo no le dió mucha importancia y sonrió por su torpeza.


«-Vaya que es confiado. Ni siquiera me preguntó mi nombre. De seguro el muy tonto ni cuenta se dió de que no soy un ángel.»


-¡Ah!-a varios metros de ahí-¡Espero que podamos platicar otro día señor demonio! ¡Soy Aladdin!


Y se perdió de vista.


-¡Ja ja ja ja!-no pudo contener la carcajada.


«-No tengo idea de si es astuto o increíblemente distraido. Aunque no es el único. Me olvidé por completo de mi padre. Bueno, dudo que Arba encontrara la oportunidad para hacerle daño, no confío en esa mujer. ¿Quién es el realidad? Por más que buscó en los registros no hallo nada.»


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Los encuentros entre Aladdin y Kouen se dieron con relativa frecuencia. Siempre porque el pelirojo custodiaba la seguridad de su progenitor. Aunque entre ellos no había una conversación como tal. El mayor se limitaba a tomar asiento a unos metros del niño que adquirió la costumbre de leer en voz alta en ese lugar. Fué hasta la vigésima ocasión en que al peli azulino le entró curiosidad con respecto a su nombre.


-Ren Kouen.


Emitió para volver a su mutismo, es evidente que un gran conversador no es, pero al menos su compañía es grata.


Los días se convirtieron en semanas, luego en meses hasta convertirse en años. De alguna manera uno se volvió el apoyo del otro aunque el hombre no armara más de tres frases seguidas. Aladdin comenzó a sentir algo por él  pero la timidez y un poco el miedo que aún le inspira además de respeto hicieron imposible cualquier intento de confesión. Trató unas cinco veces pero terminaba diciendo incoherencias que al otro le hacían reír y que a él le dejaban humillado de cierta manera. Sin embargo se forjó un vínculo de confianza en el que ambos platicaban de su familia. La preocupación del pelirojo con respecto a la mujer que se casó con su padre y como sospechaba de sus intenciones de dañar a su padre.


-¿Crees que intenta asesinarle?-el hijo de Solomon.


-No. Gracias a él posee un buen estatus. No tendría sentido, pero quizá busque la manera de utilizarle como si fuese un juguete.


-Mmm.


-¿Qué sucede?


-Pienso que no estaría de más pedir apoyo a tus hermanos. Por lo que me has dicho está demasiado interesada en el rey.


-¿Qué tiene que ver mi tío con todo esto?


Aladdin clavó los zafiros directo en sus ojos con gravedad.


-Algo me dice que Arba-san no se detendrá hasta poseer el máximo honor, y lo siento pero para lograrlo Koutoku-ojisan es un obstáculo. Si necesitas mi ayuda...


-No.


-¿Por qué?


-También hay problemas aquí, tu familia también te necesita. Pero agradezco tu consejo.


Ninguno de los dos tenía la manera de adivinar que ese mal presentimiento que rondaba sus mentes sería aún peor. Arba asesinó a Koutoku sin levantar la más mínima sospecha debido a una conveniente enfermedad, aunque siempre fué evidente la razón para Kouen. Por si fuera poco logró contraer matrimonio con Hakutoku que había quedado viudo algunos años antes al morir su esposa Gyokuen, pero este y sus tres hijos mayores, dos chicos y una niña también fallecerían tiempo después en un incendió del que por fortuna logró rescatar a Hakuryuu, detalle que se mantuvo en secreto por su seguridad. Aunque con secuelas que quedarán gravadas en su cuerpo para toda la eternidad. Sin embargo hubo otro pequeño que sobrevivió a la tragedia, un bebé hijo de Hakutoku y Arba, su nombre: Judal.


Fin del flash back.

Notas finales:

Muchas gracias por leer! Ja ja ja vaya que este fic se me ha complicado bastante pero igual me gusta escribirlo :). Si, ya se que hay cosas que quedan "volando" como por qué los padres de Sin en el mundo real no existen, Yamuraiha, Drakon y Jafar y otras cosas, os pido paciencia que no me he olvidado de ello. Los amo compañeros de vicio, nos vemos la próxima!!! :) y una vez más, gracias por la paciencia!!


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