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Ese chico es un demonio por dark kirito

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Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama. Escrito en el móvil, errores son sin querer. Muchas gracias a Yayoi, Johan Andersen Gx y a todos los que leen por el apoyo.

Sinbad continua dormido, sumido en los recuerdos del pasado.


Inicio del flash back.


Por más que buscaron solución al hecho de que los demonios no pudiesen reencarnar, no la hallaron ni con el paso de los años, siete en los que el alma del rey se llenaba de amargura y rabia. Ahora lee un papiro que al no servirle azota en el escritorio.


-Deja de hacer eso-su novio colocado en el suelo.


-Lo siento mi amor no fué mi intención asustarte.


-Nah, no soy un tonto que se escandalize con tan poco.


-No comprendo, ¿entonces a qué te refieres?


-A esa estúpida actitud que tomas de soy capaz de salvar el universo entero porque no puedes.


-Que tu lo digas duele. No soy el ángel más poderoso y responsable pero...


-Me refiero a tu intención de sacrificarte por todo el mundo. Escucha. Eres el más grande idiota que he conocido. Tomaste bajo tu protección a miles de engendros que ni sabes de donde vienen y todavía buscas la solución al problema de su misma existencia. Que masoquista.


-Ungh...


-Eres terco, ingenuo y demasiado soñador para enfrentar la realidad.


-¿Acaso hice algo que te pusiera de mal humor?


-¿Te parece poco ignorar a este sensual ángel para poner atención a los demonios?


-Ah b-bueno eso es porque...


-Da igual.


-¿Eh?


-Me enamoré precisamente por los defectos que he nombrado. Pero la perseverancia tiene límite. Si no te lleva a un camino bien cimentado no es más que una pérdida de tiempo. Quizá sea relativo al ser entes que vivimos mucho pero no significa que desgastes tu existencia de manera patética. No puedes salvar sus almas, has entonces que disfruten cada instante. Estoy seguro de que alguien lleva las cuerdas de todo esto, que disfruta del dolor y penurias de otros, es lo que pienso cada que miro la situación en el mundo. Y al menos yo me niego a ser un estúpido juguete en sus manos. ¿Quieres controlarme desgraciado? Te va a costar, no soy dócil.


-Que si lo sabré. La última vez que hicimos el amor me diste un puñetazo tan potente que creí que me arrancabas la cabeza.


-Es porque no sabes cuando detenerte. ¿Qué no tienes llenadera? Odio desmayarme, me siento estúpido.


-Pero te ves muy lindo.


El menor sonrió diabólico.


-Alguien no quiere despertar por la mañana.


-Si fueses el victimario no tendría problemas.


-Lo dicho, eres un masoquista.


Llamaron a la puerta.


-Adelante-el oji miel.


-Joven maestro.


-¿Qué ocurre Arba?


-Temo que aún con los conocimientos que me prestaron en el cielo hallo la solución. No pretendo ser negativa pero...


-Lo entiendo. Es meterse con la naturaleza del alma demoniaca. Ir en contra de las normas establecidas por aquel que les creo. Supongo que ha llegado el momento de desistir.


-¿Se rendirá?


-Por ahora. Buscando algunas cosas descuidas otras. Y debemos mejorar la calidad de vida en el infierno. Sin embargo volveré a la tarea cuando lo considere apropiado.


-Vaya-sonrió amable-hasta podría jurar que ha madurado. ¿Se puede saber a qué se debe tan abrupto cambio de actitud?


-Ya es hora de que lo sepas...


-¡Ungh!-Judal llevó las manos a la cabeza.


-¿Qué ocurre mi amor?-su madre.


-Me duele mucho.


-Es porque no has descansado ni un poco.


«-Tchi que fastidio. Ahora tendré que cuidarlo.»


-¿Por qué no te recuestas en lo que preparo un caldo de pollo?


«-Si claro mendiga vieja, estoy seguro de que quieres envenenarme con esas asquerosas cosas que llamas verduras.»


-No es necesario. Pero tomaré tu consejo-intentó ponerse de pie-Ah, me siento mareado. ¿Podría ayudarme su majestad?


-¡Que falta de respeto!-la castaña.


-No lo es Arba, te lo dije antes. Ustedes son ahora parte de mi familia. La nobleza del infierno. Judal es como un hermanito.


«-Uno al que te jodes imbécil.»


-Por lo tanto no veo el inconveniente de procurar a mis seres queridos. Haría lo mismo por ti y lo sabes. Claro, eso si me dejas acercarme de esta manera algún día-cogió al chico en brazos, este se dejó hacer fingiendo debilidad.


-De acuerdo-no muy convencida-Estaré ordenando algunos documentos. Le pido que no tarde mucho.


-Lo prometo.


La pareja se fué y la mujer clavó la mirada fúrica en el asiento del rey.


«-¿Qué es este extraño sentimiento en mi pecho? No me gusta para nada la cercanía que de un tiempo para acá parecen tener. En realidad no tengo ni idea desde cuando se tratan así. ¿Y si se enamoran? Judal no puede perder la virginidad por el bien del ritual.»


Sonrió grotescamente.


-Como si algo así fuera posible. Los dos son hombres, ¿qué podría encontrar uno en el otro? Solamente estoy ansiosa, ha sido tanta espera. Ojalá que pronto llegue a su fin, quiero sacar cada gota de la sangre de mi amado hijo. ¡Ja ja ja ja ja!


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En la habitación del peli negro.


Apenas pasaron el umbral de la puerta cuando el joven dió un brinco para liberarse y llevó las manos al cuello ajeno estrujándole al igual que ese gran cuerpo contra la madera.


-¿Qué...?-el monarca.


-¡Cierra tu bocota! ¡Te lo he dicho un millón de veces! ¡De todos los seres en el universo ella es la que menos debe enterarse de nuestra relación!-aflojó un poco el agarre.


-Exageras mi amor. Es tu madre y no existe una sola que no sacrificara incluso su vida por el ser que nació de ella. Es complicada y tiene problemas para expresar sentimientos. En ese aspecto me recuerda a ti. Pero dudo que te desee un mal.


-Solo quiero dejarte algo bien claro. Si esa mujer me asesina, será tu culpa y de nadie más.


Un sudor frío recorrió la espina del mayor que le abrazó como si no hubiese un mañana.


-No lo digas. No soportaría la idea de perderte. Aún cuando eres un ángel y puedas reencarnar...


-Lo sé...Sinbad...tengo miedo.


-¿Eh?-perplejo.


El oji miel hizo un poco de espacio para mirarlo y se encontró con un pequeño al borde del llanto, aunque su orgullo le impidió dejarlo en libertad.


-Esa bruja me va a matar. Lo se, falta poco.


-¿Por qué lo dices?


-No estoy seguro, es algo aquí-tocó su pecho-Cómo si fuera algún tipo de alimento para alguien y parece que estoy listo. ¿Tiene sentido? No, ¿verdad? Oh Sinbad, me voy a morir sin haberte disfrutado como lo imaginé. ¡¿Por qué esa mujer tuvo que ser mi madre?! ¡¿Qué clase de ser permitió algo así?! ¿Quién es el ente retorcido que goza...con mi sufrimiento?


-Nada va a pasar. Te creo, lo hago. No puedo eliminar a Arba porque aún no mueve su pieza pero te aseguro que no te tocará un solo cabello. Es mi amiga, pero si atenta contra tu persona no dudaré un segundo para cortarle la cabeza.


-Je je je.


-¿Qué es tan gracioso?-desconcertado.


El menor limpió un par de gotas saladas con el dorso de la mano y sonrió cínico.


-No harías tal cosa porque no eres un monstruo. Pero me hace muy feliz  que al menos tengas la intención.


-Judal...


-¡Ahora lárgate que va a sospechar!


-Uh, si claro...


Una vez solo, el muchacho se tiró en la cama contemplando insistentemente el techo.


«-El final se acerca pero lucharé tanto como me sea posible. Arruinaré tus planes. Lo que sea que intentaras conseguir conmigo no lo tendrás nunca. Te lo juro.»


-¡Ja ja ja ja ja!


«-¿Por qué me haces esto...mami...? Te odio, te odio porque a pesar de todo te amo.»


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Durante un mes Judal y Sinbad tuvieron la impresión de ser observados, al principio lo atribuyeron a su imaginación. Pero el menor se encontró con la escrutadora mirada de su progenitora. ¿Acaso sospecha algo? No se darían el lujo de delatarse. Así que continuaron trabajando juntos pero fingiendo indiferencia y antipatia. Lo cierto es que la labor es titánica por decir lo menos para el rey que arde en deseos de poseer a su amante.


-Es todo su majestad-lanzó algunos documentos al escritorio-Si necesita algo estaré en el comedor, pero haga el favor de no hacerlo si puede esperar.


-Si, como digas-se marchó.


-¿Acaso se pelearon joven amo?


-Si y no. Supongo que quiere tomar distancia para respetar tus deseos. Para mi es como un sobrino, después de todo estuve presente en su nacimiento.


-¿Le gusta?


-¿Por qué la pregunta?


-Bueno, es que antes de aquella ocasión parecían llevarse tan bien. ¿Sabe? Es cierto. No tengo porque poner de excusa el estatus. Si inician una relación me sentiría halagada. Buscaría la manera de apoyarlos.


«-¿Tan de repente cuando tiene años insistiendo en lo contrario? Judal tiene razón, actúa extraño. ¿Será que nunca me di cuenta de que es su verdadera personalidad?»


-No es de mi tipo.


-¿No? Pero es muy apuesto.


-Supongo, no lo sé y siendo honesto no me interesa. Soy fan del cuerpo femenino. ¿Por qué habría de privarme de el solo por Judal? Las chicas tienen lindos pechos, y un trasero muy suave, la piel delicada y fragante, el cabello largo, sedoso, las piernas más hermosas que haya visto y...-se puso pálido cuando comenzó a sentir un leve palpitar en su hombría y todo porque al describir a una "chica" imaginó cada centímetro de su novio-Bueno, no es necesario entrar en detalles.


-Supongo-se inclinó avergonzada-Discúlpe mi insolencia.


-No te lo tomes tan a pecho. Debes relajarte un poco. Las chicas son más bellas con una sonrisa.


-Je je je.


«-Que estúpida soy. Casi me pongo en evidencia. Es una fortuna que Sinbad sea perturbadoramente tarado. Es muy cierto, siempre andaba de fácil con cuanta mujer se le cruzaba en el camino. Judal no tiene nada que ofrecer.»


-Me retiro joven amo. Tengo algunos pendientes.


-Gracias por el arduo trabajo que desempeñas todos los días.


-Un placer.


Cuando Arba se retiró, trabajó en el asunto debajo del escritorio a base de voluntad pero no consiguió mucho, aunque si "esconderlo". Como pudo salió en busca de su pareja, encontrándose serios obstáculos a la hora de caminar pero logró más o menos apañarselas. Le vió de espaldas comiendo un durazno, seguro el que tomó en la cocina de camino al comedor. Se situó detrás y cubrió su boca con la mano sorprendiendo a la víctima que se puso a la defensiva y propinó un codazo en el abdomen ajeno. Pero a Sinbad no le hizo gran efecto y le metió a un armario de utensilios para limpieza.


«-¿Quién se cree para...?»


Judal se aterró, el sujeto que le mantiene cautivo es mucho más fuerte y corpulento que él, sentir su aliento en la nuca provoca náuseas, le asquea su inutilidad, la facilidad con que le han sometido. Se ruboriza cuando el desgraciado se acerca y su trasero tiene contacto con algo que le es familiar.


«-Oh por...¡Sinbad!»


Está a punto de llorar cuando advierte el delicioso aroma a lavada de su amante y la sangre le hace ebullición.


-Tranquilizate, no quiero hacerte daño.


«-A buena hora te dignas hablar imbécil. Pensé que me...»


-Necesito ayuda, tengo un mmm-incómodo-problema.


Liberó al joven que en penumbras no podía apreciarle a detalle, pero si lo suficiente para hallar el "asunto" al que hace referencia. Las mejillas de Judal se inflaron al tratar de contener la risa, y de sus ojos escaparon gotas saladas.


-Pfut ¡JA JA JA JA JA!


Se carcajeó sin mínima consideración a la autoestima ajena que de cualquier manera está desquebrajada.


-Shiii baja la voz. ¿Te imaginas lo que dirá Arba si nos encuentra en tan comprometedora escena?


-Nah. Le diré que estas urgido y que planeas darle a cuanta cosa respire. Lo cual no sería una mentira.


-Lo es.


-¿Ah si? Pues a mi me parece que tu bestia salió de cacería.


-Eres tu quien lo provoca.


-No me eches la culpa de tus marranadas. No hice o dije algo que lo valiera. Es más, hace días que ni te seduzco.


-Lo hiciste-le tomó del mentón-con tu aroma, respiración, andar melodioso, incluso tu inapropiada manera de expresarte.


-¿Sabes que hablas como todo un galán pasado de moda?


-Con eso solo me provocas más.


-Das asco.


-Pero te gusta-besó su cuello.


-Maldito mmm-se sonrojó-odio que tus manos siempre me hagan estremecer. Pero me voy a desquitar un día de estos. Te haré pegar una vergüenza que no olvidaras nunca.


-¿No te parece que fué suficiente lo de recién?


-No.


-Demonio-le acarició por debajo de la ropa.


-Uangh...ese eres tu mmm~.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Sinbad revisa algunos pergaminos con harta flojera hasta que se le entume el trasero y se pone en pie para realizar uno que otro estiramiento, con tal ímpetu que parte de la columna le truena cual plástico burbuja.


-¡Ja ja ja ja estas viejo rey idiota!


-Los años no pasan en balde pero aún soy apuesto y cuento con la vitalidad necesaria para dejarte sin caminar un par de días.


-Si que idiota. Es una suerte que la bruja se haya creído que me caí por las escaleras. Me dió el regaño de mi vida. ¿Por qué tanto drama?


-Es tu madre. Es natural que estas siempre se preocupen por la seguridad de los hijos. O es lo que me gusta imaginar. La mía falleció durante el parto. No tuve oportunidad de conocerla.


-¿Aún no reencarna?


-El tiempo varía, aunque si que se toma el suyo. Además no siempre se tienen los recuerdos de la vida anterior, y si los tiene dudo que vuelva con papá. Peleaban mucho.


-A ese hombre nadie lo quiere.


-¡Ja ja ja ja!


Toc toc.


-Adelante.


-Joven amo...¿Judal? ¿Que no estabas en la biblioteca?


-Vine a preguntarle algo a su majestad. Pero como siempre me dejó con más dudas. Supongo que tendré que leer algunos balances antiguos.


-¿Necesitas que te ayude?


-¡Eso sería...!-animado-Problemático. Nos vemos-se retiró.


-Mi hijo me evita demasiado últimamente.


-Solo necesita espacio. Está en la etapa rebelde.


-¿Qué hizo David cuando te ocurrió?


-Me encerró en la mazamorra, que mal padre, ¿no? Por eso Solomon no puede ni verlo. Así que no te aconsejo imitarle.


-Supuse que me diría algo como eso, pareciera el gran pasatiempo de ese hombre.


-Aunque solo le divierte a él. ¿Qué me ibas a decir?


-Ah, es verdad. Sheba quiere verlo.


El rey tragó duro.


-¿Está molesta?


-No, más bien contenta pero no me dijo la razón.


-Ya veo. Entonces iré a saludarla.


-Está en el jardín posterior.


-Gracias por avisarme.


-Es siempre un placer.


Sinbad salió en dirección al sitio indicado perdido en mil y un pensamientos. ¿Tendría que ver con su hermano?


«-Solo espero que no se haya ido de la lengua. Es un patán con ella, como siga con ese ritmo dejará al cielo sin gobernante y tiene poco en el puesto. Mmm ni tanto pero que le deje gozarlo.»


-¡Hola Sinbad!-agita la mano enérgicamente desde lejos.


Este le sonrió y acercó rápidamente.


-Hola. ¿A qué se debe tu visita? No es para golpearme, ¿o si?


-¿Por qué lo haría?


-B-bueno tu sabes...no congeniamos del todo. Y eso que en verdad me agradas.


-Tu también y no. Quería darte una noticia en persona. Bueno tu hermano también pero no pudo venir, tiene demasiado trabajo.


-Que si lo sabré.


-¿Cómo la llevas?


-Más o menos. Mejor que antes, además hay alguien que siempre está detrás de mi. Así sea para insultarme por irresponsable. Pero cuéntame.


-Solomon y yo-se sonrojó-Nos vamos a casar.


-¡¿Enserio?! Felicidades, me alegro mucho por ustedes. Me imaginaba que eran la pareja perfecta.


-¿Si?


-¡Pero claro! Si algo aprendí con el tiempo. Es que discutir te ayuda a entender a la otra persona. Se conocen los defectos y se tiene más oportunidad de ser honesto.


-Lo dices como si hubieses pasado por algo así.


-¿Cuando es la boda?


-En medio año. Quiero que todo sea perfecto y soy consiente de que en tu actual posición te es complicado abandonar tus obligaciones. Sin embargo nada nos haría más felices que tenerte a nuestro lado en un día tan especial.


-Iré antes. Si todo sale bien en un par de meses. Les enviaré una carta el día exacto. También tengo pareja, y pienso unir mi vida a esa persona pero la situación con su familia es complicada y, al menos me gustaría mucho que le conocieran.


-¿Es linda?


-Es un chico muy hermoso.


-Oh.


-Me encantaría describirtelo pero la última vez me ocurrió un accidente y te aseguro que no es grato especificar.


-Espero ansiosa. Si le elegiste seguramente vale la pena. A lo mejor son nuestros padrinos. Solomon piensa lo mismo. Me voy, necesito ayudar a ese hombre o terminará colapsando. Ya ni porque Ugo es un genio.


-¿Ugo?


-Ah, cierto. No le conoces. Es algo así como su consejero. Un día mientras Solomon volvía de realizar algunos deberes en el mundo humano le halló inconsciente en una cabaña. Es un ángel pero no tenemos idea de como terminó ahí porque no recuerda nada antes de dicho instante.


-Que mal.


-Si. Por ello es algo retraído. Pero confío en que se recupere.


-También a él me gustaría conocerlo. Estoy seguro de que en algo podré ayudar con mi magia.


-Sería estupendo. No tener memorias de tu pasado debe ser terrible. Ya me voy, cuídate mucho.


-Tu también.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Los días pasaron con relativa normalidad.


Judal, como de costumbre se pasó toda la mañana y gran parte de la tarde con su novio. Por la noche tomó un baño y entró a su habitación encontrando un vaso con jugo de durazno en su buró. Sonrió.


«-El rey idiota suele tener gestos lindos.»


Lo bebió con entera confianza, secó su largo cabello y se dispuso a trenzarlo pero sus ojos comenzaron a cerrarse de a poco hasta que cayó rendido en la cama.


-Oh mi pequeño Judal, ha llegado el momento para efectuar el ritual. Pero aún necesito realizar los preparativos.


Extrajo una considerable cantidad de sangre que guardó en un frasco y escapó sin que hubiesen testigos de su fechoría.


Al día siguiente el chico tenía un leve dolor de cabeza pero lo atribuyó a la terrible postura para descansar. Arba repitió el proceso una vez por semana para que el cuerpo de su hijo recuperara condición, en total tendrían que ser doce frascos (tres meses). Pero al tomar la quinta el chico no se recuperó como de costumbre. Se veía débil aunque intentaba disimularlo, sobre todo ante Sinbad. Pues su orgullo como siempre era más fuerte.


Arba fué al cielo para atender algunos asuntos, por lo que la pareja tenía la oportunidad para darle rienda suelta a la pasión.


Sinbad le besaba recargandole en la puerta, se acarician con tal frenesí que se escucha claramente el crujir de esta. Las manos del rey le despojan de la ropa.


«-¿Eh? ¿Por qué está tan helado?»


Judal se estremece. No, tiembla.


-¿Tienes frío mi amor?


-C-creo que si...en realidad no me siento bien...todo me da vueltas y...maldición...creo que me voy a desmayar...


Apenas pronunció la frase cayó en los brazos del rey, inconsciente.


-¿Judal?


El pánico se apoderó de su alma pero ponerse histérico no solucionaría nada. Así que le cargó y depositó en la cama. Rápidamente llamó a un médico que le revisó.


-Tiene anemia, severa. ¿Ha sufrido algún percance donde haya perdido gran cantidad de sangre?


-¿Sangre?-anonadado.


-Así es su majestad. De por posible me gustaría hacerle una transfusión.


-¡Tome la mía! Somos compatibles.


-De acuerdo.


El demonio realizó una transferencia mágica del vital líquido. Las mejillas de Judal pronto adquirieron un sano tono rosado. El mayor no tuvo más que un leve mareo, es ahora cuando agradece que su novio sea comparativamente más pequeño.


-Listo, es suficiente-el médico-Pero se lo digo enserio. Cualquier actividad peligrosa que esté realizando este chico será mejor que la deje por completo. Está vez tuvo suerte, la próxima...supongo que no es necesario decirlo.


-Gracias por sus servicios.


-Con su permiso.


El gobernante tomó asiento y tocó con suavidad la cabeza ajena.


«-¿Qué es lo que no me has dicho mi amor? ¿Es que al final te es imposible confiar por completo en mi?»


-¿Rey...idiota? ¿Qué pasó?


-Te desmayaste. Tuviste un ataque de anemia.


-¿Yo?


-Pues no me ves a mi en la cama-hostil.


-¿Qué rayos te sucede?-intentó reincorporarse pero fracasó en la tarea.


-¿Desde cuándo te sientes mal?


-No lo recuerdo con exactitud.


-¿Por qué mientes?


-No lo hago.


-Te he brindado la confianza suficiente como para que me hagas algo así.


-¿Según tú el qué?


-Darme la vuelta. Odio que quieras salirte con la tuya.


-Uy si. No tienes idea de lo maravilloso que es desmayarse. Se siente muy bien.


-No hay necesidad de ser irónico. Solamente te pido una respuesta.


-Si digo que no sé es así y punto.


-Judal.


-¡Judal nada! ¡Sabes cuanto detesto los secretos! ¡Mi madre me engañó durante...! ¡¿Cómo caí en su trampa?!-golpeó su frente con la palma-¡Ese inocente jugo de manzana fué ella!


-¿A qué te refieres?


-¡La bruja! Hace poco más de un mes ingerí un jugo y me quedé dormido, al despertar tenía dolor de cabeza. Síntoma que empeoró, pensé que se debía a lo bruto que eres con el sexo pero fué ella.


-Arba, yo, ¿no puedes dejar de culpar a otros por tus acciones?


-¿Eh?


-¿Cuándo te harás responsable de algo? Si te hago el amor soy un cerdo, si tu madre está ocupada es una negligente. Comienzo a pensar que todas esas ideas solo están en tu cabeza. Deja de inventar y comienza a vivir.


-Largo.


-¿Por qué?


-¡Que te largues!-su expresión es de dolor-¡De todos los seres en el universo tenías que ser tu el que...! ¡Largate! ¡No quiero verte nunca más!


-¡Nunca cambiaste! ¡No soy más que un juguete para tus caprichos! ¡Ojalá te mueras!


El muchacho estaba consternado. Al punto que le fué imposible replicar. Sinbad se dió cuenta del error muy tarde pero no halló la manera de disculparse y cobardemente se retiró. Ya en el pasillo dió un gran puñetazo a la pared que hizo crujir varios huesos.


«-¿Por qué dije todo eso? Estaba asustado, pensé que lo perdía. Entre en shock y desquite mi frustración con quien menos lo merecía. Soy un idiota. Ha estado tantos años a mi lado. Me ha demostrado su amor, ¿y qué hago yo? Le culpo cuando estuvo a punto de morir. ¡Y todavía le deseé mal! ¡Imbécil, imbécil, mil veces imbécil! ¡Maldición usa el cerebro! Si Judal dice que Arba está detrás de todo es así. Tengo que hacer algo, pero lo más importante debo decirle cual arrepentido estoy. Si lo dejo pasar podría guardarme rencor.»


Volvió sobre sus pasos lo más rápido que pudo. Pero una vez lo hizo se dió cuenta de que el gran amor de su vida había huido.


-Muy lejos de mi...


«-Judal...»


«-¡Ojalá te mueras!»


«-¿Por qué tuvo que ser lo último que te dije? Jamás me perdonaré si te ocurre algo.»


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


El hijo de Arba prácticamente iba a rastras. La gran conmoción que recibió por culpa del hombre al que todo le ha entregado le indujo a salir rápidamente del lugar. No se la pensó para saltar por la ventana. Desde un segundo piso no era realmente peligroso y más si se considera que es capaz de usar magia. Quizá debió considerar que en su actual estado no podría emplearla. Así, cayó al suelo luego de golpearse con varios arbustos, la fortuna le sonrió al brindarle una postura eficiente pero parte de la sangre recién recuperada escapa de las múltiples aunque delgadas cortadas y raspones. Además de numerosos morados y quizá un par de costillas rotas además de un tobillo. Duele, pero lo hace más un órgano en apariencia intacto: su destrozado corazón.


Él, un joven temeroso de enamorarse porque sufrió la traición de quien menos se lo esperaba, la mujer que le dió a luz. Y ahora, tener que pasar por el mismo suplicio.


«-Ojalá te mueras!»


«-Lo haré, ¿recuerdas que te lo dije? Pero estúpidamente creí en ti. Me sentí seguro en tus brazos. Me sentí como la príncesa que es salvada por su valiente caballero. Debí suponer que las cosas no saldrían bien. La vida no es color de rosa. No soy una doncella en desgracia y tu eres un bastardo. Si voy a morir al menos me llevaré al engendro de mi madre al más allá. Soy tan imbécil. Aún si me pagaste de esta manera quiero dejarte un mundo en paz Sinbad. Nunca debí enamorarme. Tendría que darme cuenta de que solo me traerías la desgracia. Espero que en mi próxima vida elija mejor. Alguien valiente, poderoso, que este dispuesto a todo por mi, que me tome en sus brazos sin pensar. Sería bueno que fuese responsable y no hablara tanto, a veces me marea. Ah si, y que tenga mucho autocontrol cuando tengamos sexo porque en verdad eres un bruto.»


Sus labios se curvaron y comenzó a llorar.


-¡SINBAD!


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Arba volvió dos días después, con una gran sonrisa puesto que todo salió a pedir de boca. Por la noche se dignó a visitar a su vástago para conseguir otra botellita con el vital líquido pero quedó perpleja al encontrar su lecho perfectamente tendido.


-¿Dónde más podría...?


Palideció al ser víctima del peor de los presagios. Corrió con el alma en un hilo a la alcoba del rey y entró sin consideración importandole poco los modales pero no halló sino el polvo de ese sujeto.


-¡Tchi!


Un ridículo pensamiento surcó su mente, tan inverosímil que casi la hace reír. Pero con nada que perder se hizo paso entre los pasillos, corredores y escaleras del palacio hasta llegar al despacho del rey.


-¡Joven amo!


El mencionado está tan herido que si quiera se asustó y le contempló en una mezcla de fatiga y algo que podría jurar era culpabilidad.


-Bienvenida, no sabía que habías vuelto.


-Nunca imaginé verle trabajando por su cuenta. ¿Sabe en dónde está mi hijo?


El peli morado dejó de lado todo papel y se aproximó a ella hasta quedar situado a solo medio metro.


-Temo que escapó.


-¿Por qué lo haría? Nunca se quejó y desde que nos mudamos al infierno parece sonreír más que antes por alguna razón.


-Arba. Tengo que decirte algo de suma importancia. Lo tomarás a mal pero te aseguro que voy muy enserio.


-Je je je-nerviosa-me está asustando.


-Judal es mi novio.


-¿Eh? ¿D-desde cuándo?


-Muchos años, desde que yo era príncipe en el cielo.


-Nunca imaginé...-hizo acopio de toda fuerza de voluntad para no asesinarlo ahí mismo.


-Me corrijo. Es mucho más que ello, mi amante y si me das la oportunidad marido.


-¿Amante? ¿Eso significa que él no es...?


-Virgen. Juro que me haré cargo. Judal lo es todo para mi. Pero temo que herí su corazón quizá de forma imperdonable.


-No es virgen-repitió ella como si le fuese imposible entender el significado de la frase.


-El que no lo sea no le despoja de la pureza natural en su ser. Es algo que pasaría tarde o temprano, es solo que hicimos las cosas al revés.


-No es virgen...


-Me quedaré a su lado para siempre. Estoy seguro de que un día nos reiremos de todo.


-¡NO ES VIRGEN!-alterada.


-Tranquilizate. No es tan delicado como parece.


-¡¿QUE NO LO ES?! ¡TU GRANDÍSIMO IMBÉCIL! ¡PASÉ POR ALTO TODAS TUS ESTUPIDECES Y NEGLIGENCIAS! ¡PERO TENÍAS QUE HACER JUSTO LA ÚNICA COSA EN EL MUNDO QUE NO PUEDO PERDONAR! ¡¿TIENES IDEA DE TODOS LOS AÑOS DE MI VIDA QUE ME HAS ROBADO?! ¡¿LOS QUE PERDÍ PARA FINALMENTE NO LLEGAR A MI OBJETIVO?! ¡¿LO SABES?!


-Respira hondo Arba, lastimaras tu garganta y te hará daño.


-¡NO IMPORTA MALDICIÓN! ¡ME LARGO! ¡HAZTE CARGO DE TODO COMO PUEDAS!-le encaró con rabia-Que te quede bien claro. Nunca consentiré la relación entre Judal y tu. No eres lo suficientemente bueno para él.


-Sabía que estaba equivocado. Eres su madre, es natural que lo quieras.


-¿Querer?-con ironía-Por favor. Es tan solo un sacrificio para mi padre.


-¿Sacri...ficio?


-De mi cuenta corre, que no lo vuelvas a ver con vida-sonrió maliciosa.


-¡Es cierto! Quieres asesinarlo.


-Hasta nunca inútil.


Se giró pero no pudo dar un paso más, el rey desenfundo la espada que siempre trae en la cintura y la apuntó hacia el cuello colocándose al lado derecho de la mujer.


-Eres su madre. No hagas una tontería de la que te puedas arrepentir.


-¿Bromeas? Siempre soñé con el instante en que ese asqueroso muchacho emitiera su último suspiro. Bueno, al menos lo has hecho divertido. Seguro gritará tu nombre pidiendo ayuda. Te convertiste en su debilidad.


-Si no piensas cambiar de actitud...


-¿Me detendrás? ¿Le quitarás la vida a la madre de la persona que amas? Si conocías mis intenciones es porque seguramente él te lo contó. No eres tan astuto. Hay una razón por la que continuo aquí, ¿o no? Aún me ve como lo mujer que le dió a luz. ¿Crees que podría perdonarte?


-Que bajo has caído. Emplear el chantaje.


-¿CHANTAJE? Oh no querido. Simple curiosidad. En realidad no podrás...-se giró y posó la mano sobre el pecho de Sinbad-¡Tocarme!


-¡Uangh!


El peli púrpura salió disparado hacia atrás por algún poder invisible utilizado por la mujer. Se estrelló brutalmente contra el muro de roca sólida que se quebró un poco, al igual que la mayoría de los huesos en su torso.


-¡Cof cof cof!-toció sangre y emitió un extraño sonido al pasar aire por la traquea-Arba...


-No podrás salvarlo. Porque tengo al mejor aliado de mi parte.


Se acercó para susurrar en el oído del monarca que no se puede mover.


-El creador del mundo, mi querido padre. Ill Irah. ¡Uack!


La castaña sintió la destrozada mano del hombre en su cuello. Este le miró con furia y rabia. Se escuchaba claramente cada milímetro de fragmento óseo de ambos partirse. La mujer encajó los dedos con fuerza brutal en la extremidad opresora que de manera increíble no le soltó.


-Tanto lo amas...ung.


-No tienes idea.


¡Crak! El sonido seco que produjó la chica cuando su cuello se partió por la mitad, solo entonces el otro le soltó y ella cayó sin resistencia al suelo, al no tener soporte la cabeza rodó a un lado unida al cuerpo solamente por la piel.


-Lo lamento Judal, pero fué la única...


-¡JA JA JA JA JA!


Un escalofrío recorrió cada partícula de su ser al comprobar que esa mujer continúa viva.


-¡¿Pero qué...?!


-¡Te lo dije! ¡El ser más poderoso del universo es mi aliado! ¡Larga vida a mi querido padre! ¡Ja ja ja ja!


Sinbad se levantó de inmediato pero una luz negra envolvió a su víctima. Él lanzó su espada para que no escapara, pero fué inútil porque quedó clavada en el piso. Y ni rastro de la que hasta entonces era su amiga y consejera. Cayó de rodillas y dió un golpe al suelo que terminó pulverizando lo que le quedaba de mano.


-¡Judal!


«-¿Qué hice? ¿Cómo pude equivocarme tanto?»


«-¡Ojalá te mueras!»


-No, no, no ¡NO, NO, NOOOOO! ¡ESCÚCHAME BIEN ARBA COMO TE ATREVAS A DAÑARLO TE MATARÉ! Judal...perdón.


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...


Arba se recuperó minutos después gracias a su padre e inmediatamente se dispuso a buscar al hijo.


«-Ya no es virgen, pero de algo debe servirme su cuerpo...mismo que está lleno de pecado y corrupción...debe servir, debe, tiene...espero...ruego...»


Empleó su magia pero Judal colocó una especie de barrera a su alrededor que no le permitió encontrarlo. Desesperada luego de tres días volvió al palacio sin que Sinbad lo supiera, así se enteró de que el también había salido en busca del muchacho. Dejando toda responsabilidad de lado, aunque eligió suplentes de entre los demonios más eficientes que tiene en el reino.


«-Así que es cuestión de suerte, ¿eh? Tu o yo, quien se aparezca primero ante Judal, gana.»


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...


Siete días más tarde en el palacio.


Judal se recuperó de las heridas. Con el estado en que quedó su cuerpo luego de la caída y viéndose obligado a vivir en la intemperie no la pasó nada bien. Aunque se las arregló para no morir de hambre ni desangrado. Pero su alma se hundía cada vez más en la oscuridad. Maldito rey idiota, desgraciada vieja. Era lo que se repetía en su mente una y otra vez. Fué un buen hijo hasta que descubrió el engaño e intentó ser un novio decente aún con el temor y asco que le daba el crear relaciones, entregar su corazón. Y ambos se aprovecharon de su vulnerabilidad. Matarlos es una buena opción, una que comienza a seducirle. Pero de una u otra manera las mendigas dudas no se van. ¿Qué hará en realidad si les tiene en frente? Con Arba no puede arriesgarse porque la sabe capaz de decapitarle. Sinbad a lo mucho golpearlo o recriminar su existencia como lo hizo la última vez. Si lo hace...


«-No habrá perdón.»


Sus ojos centellaban fuego mientras se deslizaba hábilmente aprovechando la oscuridad de la madrugada. Un horario en el que todos a excepción de los guardias en la entrada del palacio están dormidos. Sus labios se tuercen en una poco amigable sonrisa y por fin llega a su objetivo: la recámara de su amante. Abre la puerta con la destreza de un bandido y cierra tras de si. La escena le es familiar, no es la primera vez que intenta asesinarlo. Lleva la mano a la espalda y de su cintura coge una daga, pequeña pero afilada como la mejor espada celestial. Se aproxima al borde de la cama lleno de amargura, cuando la espinilla roza con el lecho centra su atención a esa bola de grasa que otros llaman hombre, y sus ojos se cristalizan.


-Que injusto...no puedo hacerlo.


La respiración del monarca es tan apacible y su rostro tan sereno que imagina incluso que le saluda y sonríe.


«-Soy tan estúpido que me doy asco.»


Porque no puede pasar el simple metal por su carne, porque a pesar de las injurias que le escupió aún lo adora, porque imagina que ha sido una pesadilla y le tomará entre sus brazos con cariño.


-No, ya es demasiado tarde. No perdonará que me haya largado.


Como si fuese el peor criminal de la historia, así se siente. Ya no hay lugar para el en esa cama y duele.


-Judal...


«-¿Eh?»


-Mi amor...regresa...regresa.


Su alma dió un vuelco de trescientos sesenta grados y se lanzó sobre él.


-¡Uang!-se quejó este al ser despertado de tan extravagante forma-¿Ju-Judal?


-¡Lo lamento Sinbad! No fué mi intención irme de esa manera.


El mayor se reincorporó y secó sus lágrimas con el suave roce de sus dedos.


-No hagas una tontería como esa otra vez.


-Entonces no me des razones para ello.


-¿Podemos dejar de pelear?


Asintió y el oji miel le tomó del rostro con ambas manos. Acortaron la distancia para besarse, Judal cerró los ojos esperando recibir su calidez pero los abrió nuevamente al no sentir nada. Quedó pasmado al admirar la sonrisa grotesca del contrario.


-¿Sinbad?


-Me impresiona lo fácil que caes en una trampa. Nunca fuiste muy inteligente pero, ¿es enserio? ¿Qué hay de tu instinto de preservación?


-¿Tram...pa?


-¿No entiendes? ¿Es que no te das cuenta mi pequeño Judal?


-¡¿Mamá?!


-Oh que nostalgia, ¿hace cuánto que no me nombras así? Pero ya no te considero de esa manera. Te cuide y protegí entregando todo y, ¿cómo me pagas? ¿Convirtiéndote en un cualquiera? ¿Revolcándote con un inútil?


-¡Sinbad no es...!


En segundos el chico se vió atado de manos y piernas por una especie de cuerdas hechas con ramas espinadas que se incrustaron en su piel con crueldad pero se adaptaron de tal manera que parecían fabricadas especialmente para él.


-Con esto no podrás usar magia. Es un regalo de nuestro padre para los niños malos.


-Estas loca...


-Ja ja ja ja. Eres un ángel, el recipiente perfecto, pero perdiste la pureza. ¿Sabes? Investigué mucho y me di cuenta de que ese gran ser ya me había dado la respuesta. Volverás a "nacer" te convertiras en un demonio y así podrá ocupar tu cuerpo.


-¿Qué ocurrirá conmigo?


-Mmm morirás y tu alma se destruirá para siempre.


-¿No te importa?


-La culpa es tuya. Si te hubieras portado bien hubieses reencarnado algún día. Y respecto a tu pregunta, para mi no eres más que un utensilio.


-E-eso es...¡Jódete! ¡UAAAAAA!


Arba apuñaló su pecho.


-No seas llorón, no es un punto vital-sonrió-aunque unos diez milímetros a la izquierda hubiese sido otra historia.


-¿Por qué?


-Es uno de los pasos que debo seguir para convertirse en un demonio. Nunca dije que fuera sencillo ni indoloro.


-¿Por qué?


-Porque no seguiste mi órdenes.


-¿Por qué?


-¿Qué?-molesta.


-Me odias tanto.


-No te odio, solo no me interesas.


-¡WAAAAAAAAAHHH!


-¡Ja ja ja ja! ¡Pronto, muy pronto padre mío! ¡JA JA JA JA!


-¡AAAAAHHH! ¡DÉJAME! ¡SINBAAAAAAAAD!


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...


La mente del creador del infierno no alcanza a entender lo que ocurrió. ¿Qué giro de acontecimientos le llevaron a semejante tragedia? Discutieron, su novio se marchó, le buscó hasta por debajo de las piedras. Y al volver...Judal escapaba de alguien y se desplomó en sus brazos.


-Llegas tarde rey...idiota. Ella me convirtió en un demonio...pero cof...atravesé mi corazón...no invocará a ese padre que tanto menciona...¿por qué sigo vivo? Ah...para verte una vez más...lo lamento...


-No es tu culpa...


Sus brazos tiemblan sosteniendo con dificultad a Judal que le mira con una dulce sonrisa. La primera vez que ha mostrado una desde el fondo de su corazón. El monarca es incapaz de enfocarle a detalle pues su vista se empaña por las lágrimas que no dejan de salir de sus ojos. La manita de Judal se acerca para limpiarlas con suavidad, pero la sensación sobre el rostro del mayor es tan fría, se tensa y le observa temeroso.


-No puedes hacerme esto, no es justo.


-No lo puedo evitar.


-¡No te puedes morir maldición! ¡Sabes lo que ocurre con los demonios cuando...!


-Lo sé, pero esta era la única manera de detenerle...pase lo que pase debes vivir...aún si se queda con el infierno...-sonrió con debilidad al tiempo que su vista perdía brillo-...amo...la parte...de ti...que busca...la felicidad...de todos...nunca pierdas...eso...rey idiota...


-¿Q-qué ocurre mi amor?-emitió entre sollozos.


-...ya...no...puedo ver...tu...sonrisa...con lo...que...me gusta.


Esa fue la última palabra que el chico pronunció, luego de ello, finalmente murió.


-¡AAAAAAAA!!


Un potente grito de Sinbad que parecía incluso capaz de romper corazones, misma condición en que se encuentra el suyo. Le toma con fuerza entre sus brazos, queriendo cambiar lugar con él.


-¡Lo siento Judal! ¡Todo esto es mi culpa! ¡Haré lo que quieras, pero por favor...! ¡NO ME DEJES!!!!!


Pero fue inútil, podría decir miles de palabras y aún así, no obtendría una respuesta. Se aferró al ser que tanto amó y cubrió con su energía el alma del demonio que se desvanecía en el aire, si bien no logró revertir la maldición de esa mujer logró que no se rompiera en miles de fragmentos, volvió al origen. Quizá el único demonio que podría renacer. O es lo que implora con ahínco. Pero una bendición de ese calibre no se logra sin pagar un precio y ha quedado vulnerable. Más del ochenta por ciento de su energía acompañó a su amante al más allá. Bueno, nada que un prolongado descanso no pueda arreglar. Algo similar le ocurrió al crear el infierno.


-¡JUDAAAAAAL!


Pero la opción se esfumó en cuanto retumbó la aberrante voz en sus oídos. Pronto la tuvo enfrente, tenía severos golpes y heridas. Es evidente que Judal no se fué sin luchar. Aún con todas las apuestas en su contra se las ingenió para echar a perder sus planes.


-¿Quién te arrancó el brazo Arba?-con burla.


-Imbécil, si no hubieses aparecido en nuestras vidas. ¡SIEMPRE ERES TU SINBAD!


La castaña apareció una lanza, el otro una espada y se dió entre ellos un enfrentamiento físico pues ninguno cuenta con la fuerza necesaria para invocar magia. Ella le propinó una patada en el abdomen que le hizo doblarse, pero este de inmediato le cortó la pierna derecha. Sin embargo, que mujer. Con una sola extremidad inferior maniobra como si no le hiciese falta la otra. El rey esquivó una estocada a su garganta pero pagó el brazo izquierdo. Querían dañarse, lastimarse, inferirse el mayor dolor posible y llevarse a la nada a su enemigo. Los ataques se dieron de ambos lados con intensidad, el piso se volvió carmesí.


-¡SINBAD!


-¡ARBA!


-¡DEVUELVE MI VIDA!


-¡Y TU A JUDAL!


-¡DESAPARECE PARA SIEMPRE!-al unísono.


Y en un increíble movimiento cordinado, la cabeza de ambos abandonó por completo al resto del cuerpo. La energía oscura que ayudó a la mujer con anterioridad se la llevó nuevamente, aunque está vez el daño es incalculable, es prácticamente "fabricarla" desde cero. La mano de Sinbad cayó por coincidencia o a causa de una fuerza mayor sobre la de Judal. Pero su alma se desgastó y dispersó en su mayoría, castigo que le dió Ill Irah por asesinar a su hija pero su gran voluntad le permitió conservar lo suficiente para convertirse en humano.


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...


En el origen.


Ill Irah sonríe satisfecho puesto que en sus manos tiene algo realmente increíble. Un ex ángel convertido en demonio con capacidad de renacer y la energía del creador del infierno, a Judal.


-Ahora más que nunca deseo tu cuerpo, pero aún falta agregar algo humano. ¿Cómo lo consigo?


-Pa...dre...


-Encontrarás la respuesta para mi ¿verdad?


-Si...


Fin del flash back.


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...


En la oficina del rey del cielo.


Este y Ugo aún buscan la energía de Aladdin.


El peli celeste realiza un conjuro poderoso e increíblemente complicado cuando sus ojos y labios se abren en una expresión de completa perplejidad.


-¿Ocurre algo malo?-el otro.


-No sé como ocurrió pero parece que Aladdin volvió a la tierra.


-¿Eh? ¿Le dejó ir sin más?


-Lo dudo-con seriedad y miedo-Creo que colocó algún tipo de maldición en su alma.


-¿Algo que podamos revertir?


-Espero, es cuestión de revisar su condición. Pero confío en que tiene un espíritu poderoso capaz de salir adelante. Me niego a rendirme sin haberlo intentado.


-Eres un gran amigo y como padre no puedo quedarme atrás.


Una gran explosión hizo eco en todo el palacio.


-¿Qué fué eso?-Solomon.


-A-alguien ¡Rompió la barrera!


-¡Mi hermano!


Volvieron rápidamente a la habitación de Sinbad. Dieron una mirada rápida por el recinto encontrando a Judal aún dormido en el lecho.


-Así que fuiste tu. Supongo que tu energía resonó y volvió a ti. Bienvenido-el hijo de David.


El mencionado le daba la espalda mirando hacia el jardín, se giró con elegancia y sonrió. Tiene una presencia increíble capaz de aplastar a alguien con solo estar a su lado.


-Al fin he vuelto hermano.


-¿Y qué sigue?-el oji zafiro.


-Que Arba pague todo lo que hizo y que me devuelva el cuerpo y la otra mitad del alma de Judal. Además de encontrar al maldito que secuestró a mi querido sobrino.


Ugo se sintió pequeño y bajó la mirada impresionado. No todos los días tienes ante ti al creador del infierno; más imponente y decidido que nunca.

Notas finales:

Oh enserio que me gusta mucho escribir este fic~ aunque igual amo escribirlos todos! Magi es genial!!!!


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