En el mundo humano.
Kouen y Aladdin se abrazaron con desesperación, sienten que no se han visto en años y por si fuera poco el pequeño no puede hacerlo u oírle. Sin embargo la calidez que su pareja le transmite con su cuerpo le embarga de seguridad, no la suficiente como para ponerse a saltar de alegría pero si la necesaria para mirar con valentía hacia el futuro. Aún así no puede contener el llanto y temblor en cada centímetro de su ser. Respira hondo, es inteligente y entiende que no puede pasarse la vida de esa manera. Sonríe.
-Ya estoy bien Kouen, gracias.
Le apartó con las manos suavemente o al menos tuvo la intención pero este no le dejó ir. Se sonrojó al sentir la respiración del hombre sobre la sensible piel del cuello.
-No ojisan, Kouha-kun nos ve...
-Por mi no te detengas niño mugriento~.
La sensación se incrementó exponencialmente por lo que Aladdin se erizó todito.
-No, detente ojisan. Me estás poniendo nervioso.
-Je je je-el pelirosa con suavidad.
El niño le miró curioso con el único ojito que no mantiene cerrado con fuerza aunque si apenas abierto.
-¿Qué te da gracia? No entiendo.
-Las ideas que formas en tu mente. Según tu, ¿qué quiere hacer mi hermano?
-Ah...bueno, ¿el amor?
-Ja ja ja ja. Si, es lo que imaginé pero te equivocas.
-¿Eh? Pero si esta...
-Furioso. Lo que sientes es su aliento al bufar. Dice que tanto tiempo lejos y a la primera oportunidad quieres escapar. Y tiene razón. En-nii estaba dispuesto a exterminar a todo aquel que se le pusiera en el camino por encontrarte y una vez que vuelves a él lo alejas. Trae una cara, es una pena que no puedas verlo.
-Ah pero no fué mi intención. Es solo que ya no debo preocuparlo, la pasó mal, fué mi culpa no debí confiar en...
Fué silenciado por un un beso, completamente puro que duró algunos segundos pero que le dejó la mente en blanco.
-Ejem, en palabras de En-nii. "Cállate mocoso, no estoy de humor para soportar las estupideces que salen de tu boca."
-¿Eh? ¿P-pero como que estupideces?-ofendido.
-"Te dejé ir, como lo veo soy tan culpable como tu."
-¡Eso no...!
-"Es la verdad. Jamás temí a las consecuencias de mis actos pero esta vez. Perderte sería lo peor que pudiera ocurrir."
-He sido tan injusto contigo-alzó la mano para tocar la mejilla del hombre.
-Cuidado Aladdin, acabas de picarle un ojo.
-¡Perdón! No pensé que se hubiera agachado. Es muy difícil saber que está en donde.
-"¿Y así esperas que te haga el amor?"
-¡No fue lo que dije!
-"Oh, así que no quieres."
-¡Deja de utilizar los comentarios en mi contra!
-"¿Por qué lo haría? Es muy divertido." Oh niño mugriento debiste contemplar la sonrisa pícara que te echó.
-Ah que injusto.
-"¿Y bien?"
-¿Eh?
-"¿Quién fue el impertinente que se hizo pasar por tu amigo?"
-No lo sé. Pero...estoy bien. Lo juro, no hay razón para hacer de este un problema más grande.
-"Eres un ángel. No está bien mentir."
-No lo hice. A tu lado sana toda herida en mi corazón.
-"Pero no las mías. Soy incapaz de borrar el intenso rencor que me corroe."
-No envenenes tu alma por mi.
-"Soy un demonio tampoco es que sea muy contrario a mi naturaleza. Además ¡deja de decir que todo es tu culpa! ¡Me irritas!"
-Uh~.
-"Es imposible que esto no te afecte. Te secuestraron, no tengo idea de lo que ese desequilibrado intentó hacerte y encima colocó una maldición en tu alma. Donde le encuentre le corto las bolas y se las doy a tragar luego de despejellarle vivo." Uy eso fue muy sensual En-nii.
-¡NO!-pálido-No lo busques.
-"¿Qué es lo que no me estás diciendo?"
-...
-"Habla."
Se negó.
-"Entonces tendré que obligarte."
El hombre le liberó. Aladdin intentó atraparle para evitar que cometiera alguna imprudencia. Pero incapaz de advertir cuando menos sus pisadas comenzó a inquietarse. El silencio de ambos Ren incentiva su imaginación y se moldea mil y un escenarios trágicos.
-¡No puedes hacerme esto!
-"Es lo justo."
-¡Es muy peligroso!
-"¿Me dirás por fin?"
-Yo...
Aladdin comenzó a respirar cada vez más rápido, todo le dio vueltas y cayó de rodillas abrazándose a mi mismo en un ataque de pánico. Para cuando el ángel logró reaccionar le removian bruscamente de los hombros al tiempo que Kouha emitía sin descanso su nombre.
-Por favor ojisan, ya no me tortures.
-"Entonces no lo hagas tu. No es muy difícil. Un nombre solo eso quiero y no más sustos. Recuerda que mi espíritu es susceptible por ser un demonio."
-Eso es chantaje. Además a ti parecen no afectarte o a cualquiera que pertenezca a tu familia...no lo había notado.
-"Una cuestión a la vez. ¿Quién es?"
-No lo sé.
-"Estas acabando con la poca paciencia que me queda."
-¡Pero no lo sé! Lo único que puedo decirte es que es diferente. Jamás conocí a alguien así. Él...me tuvo por completo en su poder. Me sentí vulnerable, indefenso. Eres consciente de la educación estricta que tuve. Mi abuelo lo hizo de esta manera para que no me ocurriera lo mismo que a mi tío. Memorizé conjuros que difícilmente encontrarás fuera del cielo y aún así-sus ojos se llenaron de lágrimas que contuvo-aún así...el estuvo a punto de...ni Kouen...¡Eres un tonto! ¡Me obligas a recordar tan horrible experiencia! ¡Eres muy cruel! ¡Woooooaaah!
Algo le cogió en el aire, si tuviera que adivinar diría que su novio se lo echó al hombro cual costal de papas.
-"Arreglaremos esto en nuestra habitación." ¿Eh~? ¿Por qué En-nii? Quiero ver como lo destrozas.
-¡No estas ayudando!
-No es mi intención hacerlo~.
-Uh.
La pareja salió del despacho y se dirigieron a la alcoba. Ya ahí Kouen echó el seguro a la puerta y lanzó al pequeño al lecho.
-¡Ay!
Su corazón comenzó a latir rápidamente. Ahí, vulnerable, incapaz de ver a su novio que encima está enojado y él débil porque tiene la pancita vacía.
-Kouen-ojisan...
No necesita admirarle para saber que le desnuda, la ropa abandona su cuerpo lentamente provocando un sutil cosquilleo que le sonroja. Cierra los ojos creyendo que es inevitable que ocurra lo que tiene que. Por si fuera poco es algo que desea después de tantos años enamorado, aunque tenga miedo y piense que no está listo. Cuando no queda una sola prenda que cubra su piel tira de la sábana para esconder su intimidad, avergonzado. Abre los hermosos orbes decorados con pequeñas lágrimas inocentes.
-Ah ahhhh K-Kouen-ojisaungh...
Varias telas se estamparon violentamente en su rostro cuando el mayor se las lanzó como si estuviese en un juego profesional de béisbol. El peliazulino llevó las manos a la zona para dar alivio y por curiosidad ver que le golpeó. Se ruborizó más cuando se dió cuenta de que era un pantalón blanco, un sarashi y un chaleco cobalto.
-Uh, solo quieres que me cambie-dijo sin poder disimular la decepción.
Algo le cogió de las muñecas que alzó sobre su cabeza y comenzó a chupar su pechito.
-Mmmuaagh~
Con nula precaución, rozando con la lengua su tierno botón hasta dejarlo firme. El cuerpo infantil convulsionó de gozo y cuando pensó que estallaría de felicidad le dieron un "piquito" en los labios dejándole en libertad. Se desparramó sobre el lecho de costado.
-Ah ah ahhhh.
E intenta normalizar la respiración. Sonríe al captar el silencioso mensaje: "Te deseo, pero serás mío cuando en verdad puedas disfrutarlo."
-Je je je ah haaanghhh.
Cuando se recuperó se enrrolló en la sábana y corrió directo al baño con las prendas en mano. No pretende que el pelirrojo le admire o toque algo más porque sabe que no podrá contenerse.
~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_
...
En la habitación del pecoso.
Kouha fué a contarle los pormenores.
-Ya veo.
-¿Qué piensas Mei-nii?
-No tengo idea de quién o qué secuestró a Aladdin. Pero o es un ser que se siente intocable o lo es. De lo contrario no le hubiera dejado escapar. Tiene plena confianza en que volverá a su lado.
-Bueno, por voluntad propia lo dudo mucho. No es por nada pero está perdidamente enamorado de nuestro hermano. Y no lo culpo es muy sexy.
-Kouha...
-Si, no es el momento más indicado para hacer bromas. Pero todo esto me pone de mal humor. Lastimó a dos de las personas que más me importan en el mundo. Cuando lo encuentre le sacaré los ojos y lo cortaré con mi espada hasta cansarme.
El mayor se levantó y tocó con ternura y orgullo las hebras rosadas.
-No permitiremos que se repita. Cuentan con nosotros.
-¡No lo hubiera dicho mejor!-sonrió.
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...
En la habitación de Kougyoku.
Ella, Hakuryuu y Alibaba se miran expectantes.
-¿Creen que ya sea apropiado saludar a Aladdin-dono?
-Mmm no lo sé-la chica-la situación es algo compleja. Parece que hay problemas y no quiero agravarlos.
-Es muy injusto-el rubio-Aladdin es muy lindo. ¿Cómo han podido hacerle algo así? De solo pensar que estuvo encerrado y que un maldito...no, no quiero...ojala no lo haya lastimado.
-Bueno Alibaba-dono, si fué el caso no nos queda más que ayudarle a superar el trauma y protegerlo.
-Tienes razón.
-Ja ja ja ja.
Una risa familiar y melódica llamó la atención del trío que de inmediato se puso en pie y corrió al origen del sonido. Llegando de esa manera al comedor, donde el pequeño pone la vajilla.
-A...¡Aladdin!
-¿Uh? ¡Alibaba-kun!
El mayor se aproximó rápidamente con intención de cogerlo entre sus brazos pero Kouen se puso en su camino con expresión psicópata.
-Aladdin es mi novio. Como se te pase la mano con él...
-Ya ni me lo recuerdes. No no arruines el momento, solo voy a saludarle.
-Advertido estas.
Los zafiros del hijo de Solomon se clavaron confundidos en su mejor amigo.
-¿Ocurre algo?
-Ah no. Disculpa.
Con menos entusiasmo se acortó la distancia.
-No tienes idea de lo contento que estoy. Estuve muy preocupado.
-Todo esta bien-sonrió.
-¡Eres tan lindo!
No pudo controlar la gran oleada de sentimientos que le aquejan. Estrujo con brutalidad al pequeño ángel, como si quisiera ser uno con él. Su mejor amigo, la persona que le ha salvado en múltiples ocasiones y que le que ha convertido en su actual yo.
-Es todo.
Sentenció el pelirrojo, separó al par y clavó a Alibaba a la pared con ayuda de un tenedor por la parte posterior de la playera. Este comenzó a patalear cual niño berrinchudo.
-¡Bájame! ¡No hice nada que ameritara semejante atropello!
-¿Se te hace poco el abusar de mi pareja?
-¡No lo hice! Solo me emocioné un poco porque es muy lindo.
En un descuido el hombre clavó un cuchillo entre las piernas del rubio, cerca, mucho de su virilidad.
-Dicen por ahí que la sopa de bolas de unicornio te hace longevo, ¿por qué no lo intentamos?-con una sonrisa torcida.
-¡Eres un demonio no te hace falta! ¡Yo si las necesito! ¡Y NO SOY UN UNICORNIO!
-Je je je je Kouen-ojisan, Alibaba-kun, ya no peleen ja ja ja.
El novio le cogió del rostro con sus poderosas manos y besó los menudos labios.
-Si, eres muy hermoso. Pero solo mío.
-Mmm.
La cara del pequeño no podría tener más color, incluso sus orejitas estan bien rojas.
-Ojisan. Tengo hambre.
-¡JA JA JA JA!
El hombre le coge de la mano y le lleva a la mesa para tomar asiento a su lado.
-Entonces no lo retrazemos más.
Los demás siguieron su ejemplo.
-¡¿Me van a dejar colgado todo el día?!
-¡YA CALLATE COMO MOLESTAS!-Kouen-Si no lo haces te pondré como tapete bajo mis pies.
-Ungh.
-No seas quejumbroso Alibaba-dono. Como si no pudieras escapar por tus medios.
-No en la forma que me dejó, podría rasgar mi ropa.
El peli negro suspiró, se puso de pie y llegó hasta él tomándole por los hombros. Hizo fuerza y tiró. ¡Crash! Fué el sonido que hizo la tela al romperse. De la prenda superior no quedó ni el recuerdo. Cayó en fragmentos al suelo.
-¡¿Cómo es posible?! ¡Lo hiciste a propósito!
-¿Ah qué te digo?-con una "disimulada" sonrisa burlona.
-¡Fiu fiu!-el peli rosa que le chifló-¡Que buen tapete!
-¡¿Quieres dejarlo por la paz?!
-No es el lugar ni momento apropiado para realizar espectáculos de tan mal gusto-Koumei más dormido que despierto.
-¡Que malos son!
Kougyoku que se levantó y cogió a su amigo de la muñeca.
-Vamos Alibaba-chan, te prestó algo de mi ropa.
-¡¿Eeeeehhh?! ¡Pero si tengo la mía!
-Los amigos se ayudan en tiempo de necesidad. No discutas-autoritaria.
-¡Nooooo!
Solo entonces Kouen miró a su novio puesto que le entró la curiosidad del por qué no salvó al otro ángel. Sonrió con dulzura cuando le contempló bien entretenido con las manzanas. Demasiado bello para ser real, y le pertenece todito.
Al poco volvieron Kougyoku y su víctima. El último con una playera roja perfectamente normal y que de hecho le sienta de maravilla.
-Que aburrido~ pensé que sería más vistoso-Kouha.
-Mmm yo también pero parece que tu hermana tiene gusto masculino.
-¡Que grosero! ¡Es mi pijama! ¡Y que te sepas que es muy cómoda!
-¡Perdón!-se inclinó-No fué mi intención ofenderte.
-Los unicornios no son inteligentes-el pelirrojo.
-El problema no es la especie, es Alibaba-dono.
-¡¿Quieren callarse de una vez por todas?!
-No-comunitario y rotundo.
-¡Me lleva!
~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~
...
En el cielo.
-¿Cómo te sientes hermano?-Solomon.
-Como un grandísimo imbécil. Creí en Arba y dejé morir al amor de mi vida-contempló con tristeza al demonio en el lecho-No es así como planeé presentarlos. Se supone que fuera en...bueno no importa. No tiene sentido llorar sobre lo que no tiene solución. Este chico es Judal, mi marido y es la reencarnación del que hace mucho tiempo fuese mi amante.
-Ya veo. Es muy apuesto.
-¡¿Verdad?!-emocionado-Tiene un carácter difícil que nos ha llevado a discutir muchas veces. Pero es perfecto, hermoso e inocente aunque no lo parezca a simple vista. Lo que me recuerda, tu hijo es muy agradable e inteligente. Se dió cuenta rápidamente que era yo.
-Si tiene talento para advertir cosas que ni los involucrados pueden. Como las razones del por qué Sheba se enoja a cada rato conmigo.
-Oh eso como dije es por tu falta de tacto. Hay algo llamado delicadeza, es una dama no seas patán.
-Es que resulta muy divertido ver las caras que pone.
-Ah-el de lentes-¿Es usted el creador del infierno?
-¿Eh? Algo así. Mi padre y Solomon también ayudaron bastante. No todo el crédito es mío ja ja ja ja. Mmm no tenemos el gusto de conocernos. Soy Sinbad.
-Ah y-yo soy amigo de Aladdin. Ugo.
-Sheba me habló de ti.
-S-supongo entonces que ya sabes que no conozco mi origen ni nada.
-Si, lo lamento. Pero si con mi magia puedo ayudar a...
-Es inútil.
-¿Eh?
-El problema radica en mi. No es un bloqueo o traumatismo o algo por el estilo. Estoy vacío. ¿Cómo te lo explico? Como si hubiese nacido el día que me encontró Solomon. Pero es imposible porque ya tenía mi apariencia actual.
-Vaya.
-Tampoco es que me importe realmente. Aquí tengo una familia y todo cuanto pude soñar.
-Me da mucho gusto-sonrió amable.
-¿Qué harás con Arba?-el rey.
-Por ahora nada y créeme que es difícil considerando que tengo ganas de matarla. Fingiré ser un humano común por un tiempo, al menos hasta que encuentre la manera de acercarme a ella sin provocar una masacre. Judal es su rehén al igual que la mayoría de los habitantes en el infierno.
-Has madurado.
-No exactamente. Solo estoy amargado.
-¿Sabes esconder tu energía?
-Si. Pero si soy honesto me gustaría encontrar algún método que no dependiera solo de mi. Basta con que me distraiga para que todo se vaya a la basura-sonrió-y estoy seguro que con mi esposo al lado ocurrirá más temprano que tarde.
-Debe ser problemático, igual a Sheba.
-Nos gusta la gente difícil.
-Ni que lo digas.
-Me pregunto como es que Aladdin es tan buen niño.
-Ni tanto. Tiene sus defectos como todos. Nuestro padre le ha encerrado en la mazmorra más de una vez.
-¿A él? Ja ja ja ja. Es mi sobrino de eso no hay duda. Ja ja ja. Ah me gustaría quedarme más tiempo pero desconozco si esa mujer nos mantiene vigilados. Si fuera el caso podría sospechar. Volveré a casa, me llevo a Judal.
-Si necesitas algo no dudes en llamarme.
-Si, claro. Ah y por Aladdin no te preocupes. Me encargaré de vigilarlo. No quiero que le hagan más daño. Ahora más que nunca descuidades tu posición. No sabemos que tenga en mente esa mujer.
-Si.
-Ah S-Sinbad-Ugo que le da un brazalete.
-¿Mmm?
-Es un objeto mágico que disminuye en apariencia el nivel de magia que posees. Es decir cualquiera pensará que eres un humano común y corriente.
-¿Y lo hiciste por?
-Buscando la solución a la existencia de los demonios pero es un gran fallo.
-No es verdad, será de gran ayuda. Gracias.
También le entregó una cinta para el cabello.
-Es para Aladdin, espero que sirva de algo. Cuídalo mucho por favor. Es muy inteligente y maduro pero también dulce e inocente. Que nada lo haga llorar.
-No tienes de que preocuparte. Aún si me quedara cruzado de brazos estaría bien. Hay un amargado que está dispuesto a morir por él. Bueno-cogió a su novio en brazos-Dicen que el que mucho se despide no se quiere ir.
-¿No saludaras a nuestro padre?
Negó efusivamente.
-Capaz que con todo lo que pasó me encierra en la mazmorra para toda la eternidad. Además-una gota salada escapó de su ojo derecho-Creo que con el golpe me rompió algunos huesos.
-¡Oh por! ¡Necesitas tratamiento!-Ugo.
-No es la primera vez que me pega así ja ja ja ja.
El peli celeste miró preocupado a su amigo.
-Nunca lo hizo con Aladdin o conmigo. Creo que desquita toda su frustración con Sinbad. Supongo que sabe cuanto puede aguantar-sonrió.
-¡Que cruel!-una luz dorada rodeó al peli púrpura-¡Me saludas a Sheba!
Y se marchó.
-V-vaya, así que él es el creador del infierno.
-¿Qué piensas?
-No lo sé. A decir verdad es algo extraño.
-La impresión adecuada-sonrió-Habrá que reforzar las defensas. Mi hermano las rompió al recuperar su poder. Además...
-¿Si?
-La intuición me dice que tarde o temprano iniciará una guerra. Esta vez no me tomará por sorpresa.
Ugo tragó duro.
-¿Cuento con tu ayuda?-el monarca.
-S-siempre...aunque solo pueda echar mano de mi cerebro.
-Es más que suficiente.
~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_
...
En la mansión Ren.
Una vez se reunió la familia en la sala, Aladdin les contó a grandes rasgos de su encuentro con ese misterioso hombre. Esto a petición de Kouen que le convenció de que hay mucho más en juego de lo que parece a simple vista.
-Increíble-Hakuryuu-escuché de gemelos y seres que reencarnan con su misma apariencia. Pero el caso de Ugo y este sujeto es misterioso cuando menos. Si es su familiar resulta extraño que no tuvieras conocimiento de su existencia.
-Ugo-el rubio-también tiene un origen misterioso. El rey Solomon lo encontró por casualidad. Este no tenía recuerdo alguno y por más que buscamos a sus conocidos fue imposible encontrar una sola pista. Ese doble bien podría ser su hermano.
-Pero es extraño Alibaba-Kun. Ugo-kun es un ángel normal, como papá tu y yo. Pero esa persona-se sonrojó frustrado y avergonzado-Pudo hacer conmigo lo que quisiera...me hizo sentir tan inútil. Escapé porque lo permitió pero...-tembló-dijo que volvería a su lado. No quiero...
Algo le cubrió con gentileza. Aunque no pueda verlo Kouen le abraza.
-Ejem-Kouha que aclara su garganta-"Juro que no volverás a vivir una situación así."
-¿Por qué repites lo que dijo? Aladdin no está sordo-el rubio.
-El niño mugriento tiene una maldición. No puede ver ni escuchar a En-nii.
-¡¿Que tiene qué?!-Kougyoku alarmada.
-¡Kouha-kun!
-Se darían cuenta tarde o temprano. Aún si deseas evitarles la angustia no es como que puedas fingir que nada pasa.
-Es cierto-el rubio-para empezar no sabrías en donde está.
Aladdin agachó la cabeza apesadumbrado.
-Fantástico unicornio. Tu si que tienes delicadeza.
-Kouha-dono tiene razón.
-¡Has sido muy cruel!-Kougyoku.
Koumei duerme y Kouen solo le fulmina con la mirada al estar más ocupado consolando a su pareja.
-Al menos volví-el pequeño-es suficiente para mi.
-¿Ves lo que le obligas a decir?-el peli rosa.
-Perdón-arrepentido.
-Enserio estoy bien. Mejor hablemos de cosas más alegres y...-se levantó abruptamente-¿Tío?
Un par de segundos más tarde el mencionado arribó con su marido inconciente en brazos.
-¡Judal-kun!
El peli azulino corrió a ellos, el mayor depositó a su amado en un sillón de mientras.
-¿Qué tiene?
-Es complicado de explicar. Pero está relacionado con Arba.
-Arba-san, ¿has recuperado la memoria?-este sonrió seguro de si mismo-Y no solo eso, ¿verdad?-acarició con suavidad las hebras azules haciéndole sonrojar.
-Eres un buen niño.
-Je je je pero ya no lo soy.
Sinbad cogió el pequeño rostro entre sus manos.
-Me recuerdas tanto a Solomon. Pero tus ojos son muy...¡ungh!
Kouen le alejó delicadamente de su novio para luego cogerle del cuello y estamparlo contra el piso. Se colocó encima de él y dió un puñetazo a un costado de su cara y eso porque le esquivó y que además se cargó una porción considerable del suelo.
-¡¿Qué no te das cuenta de que es el gran creador del infierno?!-Alibaba.
-¿Qué con eso?-frunció el ceño en una expresión psicópata-Las glorias pasadas no cuentan. Para mi es el alumno idiota e irresponsable que llega tarde, olvida las tareas y se finge indispuesto para ligar con la enfermera.
-Ah ojisan-decepcionado.
-¡A mi defensa tengo diecisiete! ¡Soy un chico sano!
-Más razones para no permitir que coquetees con Aladdin. Ya me quitaste a Judal pero esta vez te aseguro que primero te mato.
-¡Es mi sobrino! ¿Cómo crees?
-El niño mugriento es muy deseable-deslizó un poco la prenda superior para dejar expuestos los hombros-son tan lindos-alzó un poco el pantalón para dejar parte de la pierna al descubierto-hermosas-retiró el chaleco para mostrar su vientre-excitante.
-¡Kouha-kun deja de desnudarme!
-¿A él no le dices nada?-Sinbad a su agresor.
-Es mi hermano. Solo está jugando.
-No me lo parece...¡me está tocando por todos lados!-bien colorado intentando apartarle.
-Oh no eres mi tipo~ -le liberó.
-M-menos mal-se acomodó la ropa apropiadamente.
-Advertido estas Sinbad. Podemos ser aliados en la lucha contra Arba pero si te metes con Aladdin jamás te lo perdonaré. Arrancaré cada centímetro de tu piel y la colocaré junto a mi tapete de unicornio.
-¡¿Y yo por qué?!
-Por metiche.
-Nada que. Tu simplemente me odias.
-Estarás tan bueno. Ni para eso sirves.
-Uh~.
-A todo esto. ¿Qué no tienes una casa a la cual volver? Judal no puede dormir en el sillón, no en su condición. Necesita un reposo adecuado.
-Soy consciente de ello pero quería ver a mi sobrino-al otro le reventó una vena del cuello-¡Para asegurarme de que estuviera bien!
«-Uh, con mi apariencia de antaño bien pudimos tener un enfrentamiento como iguales. Pero ahora seguro me muele a golpes y si uso magia quedaré como un encajoso.»
-Bien, supongo que por ahora declaro una tregua.
El pelirrojo se reincorporó y extendió la mano al otro para lo mismo que la tomó con cautela. Apenas lo hizo se fué de bruces al tropezar con el pie ajeno.
-¡Ungh!
-Fíjate en donde pisas.
Sinbad se levantó irritado.
-Lo hiciste a propósito.
-Por favor ojisan, no seas infantil.
-¡El me tiró!
-No fué así. Quizá te llegó el karma. ¿Hiciste algo malo últimamente?
-¿Como qué?
-Andar de golfo con los novios de otros por ejemplo.
-¡Aja! ¡Lo sabía, si estas molesto! ¡Ya te dije que Aladdin no es mi tipo! Es mi sobrino y está enano.
-Uh-el mencionado sentido.
-Ahora si...-el pelirrojo tronando los dedos-Aprieta los dientes.
-¡¿Eh?!
-¡Ya no peleen!-Aladdin hablando con una planta.
-Ah niño mugriento, En-nii está por acá.
-¡Ah!-se giró-Ya no peleen por favor.
-Ni ganas tengo-su tío-Necesitamos detener a Arba aunque entiendo que ahora mismo es imposible. Regresaré a mi rutina hasta que encontremos la manera de infiltrarnos en el infierno. Hay muchas cosas de las cuales hablar pero según veo todos estamos cansados y Aladdin necesita recuperarse.
-Pero estoy bien.
-No tienes que aparentar fortaleza. No estas solo.
Este mordió sus labios conteniendo un llanto de felicidad.
-Por cierto. Ugo está muy preocupado por ti-le entregó la cinta para el cabello-dijo que podría ser de ayuda.
Este la tomó conmovido.
«-Gracias Ugo-kun...»
-Supongo que nos vemos en el colegio-empleó su magia y se fué.
-¿Eso quiere decir que al menos por ahora todo está en orden?-el niño.
-Algo así-Hakuryuu.
Suspiró aliviado, se tambaleó a los lados y se desvaneció al frente donde Kouen le cogió en brazos.
-¡Aladdin-chan!
-Está bien, solo agotado. Lo que vivió no es sencillo y todavía nos explicó la situación.
El pelirrojo le llevó a su habitación, le recostó, cubrió con las sábanas y tomó una manita entre las suyas. Le protegerá a como dé lugar, así sea del mundo entero.
~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_
...
En el hogar de Sinbad.
Este llegó gracias a su magia. Le pareció extraño que todo estuviese a oscuras. Cargó a Judal con un brazo y con la mano libre presionó el apagador. Arqueó una ceja.
-¿No funciona?-en voz baja.
Caminó con sigilo teneroso de encontrarse a sus progenitores, aunque es algo que sucederá tarde o temprano. Movió los pies al frente, el piso crujió como si estuviese podrido puesto que incluso estuvo a nada de caer en lo que suponía era un hoyo. Paró en seco confundido. Empleó un conjuro sencillo de fuego para iluminar. Sus ojos se abrieron desmesuradamente al contemplar una casa, la suya pero muy distinta a como la recuerda. Prácticamente se cae a pedazos, ¿hace cuanto que alguien no la habita?
-No entiendo.
-Tienes muchas cosas que explicar Sin.
Se giró al escuchar la voz.
-Yamuraiha, Drakon...Jafar-no muy feliz.
-¿Por qué nos metiste? ¿Qué está ocurriendo Sin?
-No sé.
-¡Sin!
-¡En verdad...no lo sé!
Si, es el creador del infierno. Reencarnó como humano, recuperó su magia...¿Y?
El tenia un hogar, una familia. Una amorosa madre un confiable padre, ¿en dónde están? Tiene la impresión de ser el conejillo de indias de alguien perverso, retorcido y que goza con su sufrimiento. Comienza a temblar sintiéndose un adolescente inútil cuando tres manos se posan animadas sobre sus hombros.
-Debemos sincerarnos-el albino.
Sinbad tuvo que usar magia de nueva cuenta para que la edificación recuperara su apariencia, al menos la de su memoria. Reposó a su marido en el lecho y le cubrió con las sábanas.
-No es que me interese en realidad-el pecoso-pero, ¿qué le ocurrió a Judal?
-Es complicado de explicar, como todo. Pero tendré que hacerlo luego de aclarar algunos detalles antes. Es solo que...he llegado a un punto en que ya no sé que es real y que no. Mi vida cambió completamente en tan poco tiempo que parece burla. Yo era un joven aventurero que tenía familia. ¿La tenía Jafar?-este asintió con tristeza.
-Baldor-san y Ezra-san.
-Pero no están, ¿los secuestraron, asesinaron, siempre fueron una ilusión? ¿Me volví loco acaso? ¿Desde cuándo?
-No seas tan duro contigo-la chica-Hay temas que son difíciles de tratar. Que uno guarda como el secreto más importante del mundo. Somos amigos, si no tienes una respuesta podemos ayudarte a encontrarla.
-Yamuraiha...
-Yo, en realidad...no soy humana.
-¡Lo sabía!-el albino-¡Entonces no fué mi imaginación lo que ocurrió el día que pelee con Judal!
-¡¿Que hiciste qué?!-el marido.
-Ja ja ja-nervioso-debes admitir que es irritante. Bueno, supongo que no lo consideras así. Como sea el me provocó.
Se miraron seriamente.
-No es un buen momento para comenzar a pelear-el azabache.
-Tiene razón, además me interrumpieron.
-Lo siento-a la vez.
-Como les iba diciendo no soy humana. Soy un hada.
-¿Cómo la del cuento de Hansel y Gretel?-el peli púrpura.
-¡Esa era una bruja!-ofendida.
-¿Hay diferencia?
Los orbes aqua casi destilan fuego.
-¡Es broma! ¡Es obvio que son distintas ja ja ja!-nervioso.
-¿Ah si?-incrédula.
-¿No se supone que tienen alas?-Jafar-Y son pequeñas.
-En el pasado pero todo evoluciona. Mi raza se adaptó para no ser extreminada por los humanos. Para que no pudieran reconocernos y nos mezclamos entre ellos.
-¿Eso quiere decir que tienes magia ilimitada?
-No. Me valgo de la que recibo de la naturaleza que de cualquier manera es considerable.
-Vaya, es impresionante.
-Yo-Drakon-pues me parece que mi nombre lo indica a la perfección-orgulloso.
-¿Una iguana?-Sinbad.
-¡¿Como que una iguana?! ¡¿Te parece que mi gran y notable persona tiene apariencia de una?!
-Aaah...
-Un dragón Sin.
-¡¿De esos que escupen fuego y tienen una piel muy dura?!
-Oh, de esos si sabes-Yamuraiha dolida.
-¡Soy un aventurero después de todo! ¡Mi gran sueño era recorrer lugares desconocidos y enfrentarme a criaturas míticas! ¡Los dragones están entre mis rivales favoritos!
-Pues que te sepas que no soy fácil de vencer.
-Pero dudo que eches fuego y tu piel es normal, al menos la parte que he visto.
-Inmoral-se quejó-Al igual que las hadas los dragones tuvimos que adaptarnos. En la edad media muchos humanos asesinaron a mi gente y nos conservaron como trofeos.
-Que barbarie.
-Como sea. Ahora nos vemos así. Pero que mi apariencia no te engañe-encajó las uñas en el piso con tal facilidad que parecía mantequilla.
-¡Wow!-el trío.
-Además-las friccionó entre ellas produciendo una pequeña llama, similar a la que emite un encendedor pero que con solo rozar una porción de piso le derritió hasta destruirlo.
-¡¿Q-qué temperatura tiene?!
-Cinco mil grados centígrados.
Quedaron boquiabiertos. Fué el turno de mirar a Jafar que se limitó a suspirar.
-Y pensar que me junto con seres tan raros. Ni se esperen mucho, soy un simple humano.
-¿Así nada más?-Sinbad.
-Uy perdóname por mi origen.
-Ah, no es lo que quise decir. Es solo que...nunca me dió la impresión de que fueras del todo normal.
-No estoy orgulloso de mi pasado pero si confiaron en mi supongo que lo menos que puedo hacer es decir la verdad. Soy un ex asesino.
-¿Eh?
-Mi familia ha matado a gente importante por generaciones, siempre por encargo. Te educan para creas firmemente en que es tu deber. Pero yo...me cansé. No quería cegar la vida de inocentes. Pero no puedes escapar del clan, al huir casi terminan conmigo. Quizá me dieron por muerto, fué cuando te conocí Sin-apenado-soy una basura, ya lo sé.
-Todo lo contrario, estoy muy orgulloso de ti.
-¿Eh?
-No todos tienen la determinación para escapar de su destino, y tu lo hiciste aún con todo en contra.
-Oh-se ruborizó.
-Llegó mi turno. Ahora soy un humano, pero en mi vida anterior fuí un ángel.
-¿Tú?-incrédulos al tiempo.
-¿Qué tiene?
-Es que no tienes pinta de uno-Yamuraiha-Eres un pervertido, irresponsable, flojo, provocas accidentes a otros, mientes y demás. Cualidades son lo que menos hay en ti.
-Ungh.
-¿Es todo?
-Bueno, la familia que tenía en esa época aún vive. Mi hermano es el actual rey del cielo.
-¡¿Eeeeeh?!-general.
-Mi madre murió hace mucho y mi padre no importa-se cruzó de brazos y desvió la mirada molesto-de cualquier manera siempre me encierra en las mazmorras.
-Uh suena terrible-Jafar.
-No tanto, ahora pienso que quizá pueda entenderme con él. Ah también tengo un sobrino muy lindo, se llama Aladdin. Mi padre David y mi hermano Solomon me ayudaron a crear el infierno porque yo era el rey.
La boca del trío quedó abierta pero quedaron mudos de la impresión.
-Y Judal es...
-La bella durmiente...
Emitió Jafar con burla, por lo cual no advirtió un ladrillo de esos pesados y rojos que se estampó de lleno en su rostro. Este cayó casi privado por semejante trancazo.
-¡¿A quién rayos le dices bella durmiente monja?!
-¿De dónde sacaste eso?-Drakon.
-Nah, alguien es terrible para el mantenimiento en el hogar. Tan torpe como siempre.
-¡Oh por dios Jafar!-Yamuraiha que de inmediato le curó con su magia en algo parecido a una reconstrucción facial.
-¡Oh mi amor has despertado!
Sinbad que corrió a abrazarlo.
-Ni como seguir durmiendo, hablan demasiado para mi que todos son cotorras.
-Te extrañé-le besó.
-Ni creas que me tienes tan contento, ya me acordé de todo imbécil. ¿Y ustedes qué? ¿No preguntarán que soy?
-Un demonio-afirmaron a la vez.
-Je-sonrió con maldad nunca antes vista.