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Ese chico es un demonio por dark kirito

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Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.


Escrito en el móvil, errores son sin querer.


Muchas gracias a Yayoi y todos los que leen.

El azabache trató de subir al árbol lo que le costó algo de trabajo debido a su mala condición física, y es que a pesar de semejante cuerpo de tentación que se carga es bastante perezoso; una vez se hubo sentando en una rama cómodamente tomo un fruto y le dio una salvaje y a la vez sensual mordida, sus ojos brillaron con emoción.


-¡¿Cómo es que puede gustarme tanto su sabor?!


El peli morado subió en solo dos movimientos para sentarse a su lado y poder responder su pregunta. Pero la sencillez de su viaje llenó de envidia a su esposo que le miró con recelo.


-¿Qué ocurre?


-¿Cómo carajo le hiciste para subir tan fácil? ¿Qué no se supone que tienes un brazo roto?


-¿Molesto?-le dijo con burla.


-No estés jodiendo.


-¡Lo estas!


-¡Ya cállate!


El mayor le dio una patada en la espalda para provocar que perdiera el equilibrio, le valía si por ello quedaba viudo, es más, comienza a pensar que Sinbad es un idiota y encontrará mil y un maneras de sacarle me quicio. Solo ve como el largo cabello pasa por delante de sus ojos en clara picada al piso. Pero el otro no se irá sin luchar. Alcanza a tomar a Judal de la cintura y le arrastra consigo al mismo destino. Asustado el azabache emplea su magia de levitacion logrando salvar su integridad física y por desgracia también la ajena. Por fortuna nadie ha mirado el hecho pero poco importa al oji miel que sintió la muerte de cerca y sin exagerar. Por la posición en que se encontraba pudo haber caído mal y entonces no la contaba. Su rostro se ensombrece, para ser alguien que dice tener un matrimonio con el no se la pensó dos veces para dañarlo.


<<-Con que así son las cosas. Bueno me da igual no es como si me interesara el agradarle, solo tengo curiosidad porque es un demonio. Quiero aprender y disfrutar de nuevas aventuras y si para ello tengo que utilizarlo e incluso lastimarlo me da completamente igual. Siempre y cuando no se muera no hay problema.>>


El chico negó con la cabeza.


<<-¿Qué me está pasando? No soy así. Si, es verdad me gustan las aventuras pero nunca he sido alguien que guste de ver el sufrimiento ajeno. ¿Qué sucede? ¿Por que despierta está clase de sentimientos enfermos en mi interior?>>


-¡Ey!


-¿Judal?


-¿Quién más?


-¿Dijiste algo?


  -Ah pues, pon atención que odio repetir las cosas. ¿Que si estas bien?


  -¿Qué no lo que querías era lastimarme?


-Claro que no. Solo me hiciste enojar y no lo pensé bien. Creí que eras alguien capaz de soportar una caída así.


-¿Es eso una disculpa?-sonrió.


-¡Que disculpa ni que nada!


  -Supongo que eres muy orgulloso para admitir algo así.


  -No hables como si me conocieras, no sabes nada de mi.


-Muy cierto, pero tenemos mucho tiempo para ello. Tu tampoco sabes nada de mi.


En su rápido movimiento el mayor se colocó sobre Sinbad y le estrelló bruscamente contra el suelo, sus orbes destellaban la más oscura y peligrosa maldad. El contrario pasó saliva extaciado. Tal parece que ese demonio es peligroso y le atrae es como jugar con fuego y no tiene miedo de quemarse.


-¿Me vas a matar?-le preguntó con voz y expresión sensual.


-No te hagas el interesante, no tienes tanta suerte.


Se puso de pie dándole la espalda, estaba molesto y mucho. Sinbad le hace actuar de manera extraña, le provoca sentimientos desconocidos y que no hacen más que confundirle. Por un lado siente que quiere llevarse bien con el, que lo acepte, que se complementen. Pero por otro lado siente quiere destruirlo, impedirle el contacto, huir de él. Como si algo le dijera que no terminará bien a su lado; pero la atracción y curiosidad que siente es más poderosa que todo el miedo o terror que pueda inspirarle. Y en pro de su orgullo algo que no debe admitir.


-Siento si te incomode con mis palabras, tal como te dije soy nuevo en este tipo de convivencia, entiendo que no es una excusa aceptable pero es la única que tengo-se colocó a espaldas del joven-¿Me perdonas?


Pero este le ignoro sin más, dio unos cuantos pasos para marcharse, no tenía a donde pero necesitaba pensar con claridad. El oji miel le tomo de la muñeca con brusquedad y le atrajo a su cuerpo.


-Mírame y dime que no quieres nada conmigo y te dejaré ir.


El azabache abrió desmesuradamente los ojos y le encaro furioso.


-Eres un maldito engreido, me equivoqué contigo pero no hay nada que pueda hacer al respecto.


-¿Te arrepientes?


-Como si pudieras hacer que sienta algo similar, eres un simple humano, yo un demonio,   si me da la gana puedo asesinarte con solo un poco de mi magia.


-¿Por qué no lo intentas?


-¿Qué rayos quieres?


-Diversión.


-No soy un maldito juguete.


Se soltó del agarre y caminó rápidamente.


<<-¿En qué rayos me metí? ¿No se supone que los humanos son más débiles que un demonio? ¿Por qué me da miedo? ¡No, no es eso no podría...!>>


-¡Judal!


  Su esposo corría tras el y le dio alcance rápidamente, el mayor quedó clavado en el suelo sin atreverse a mirarle. Normalmente es alguien que sin más le hubiera golpeado cuando menos pero por alguna razón no podía.


-Siento si me pasé con lo que dije, solo estaba jugando .Pero no le miró, temía ser atrapado por esos orbes del color de la miel.


  -De verdad...disculpame, si hay algo que pueda hacer para...


-Cállate.


  -¿Eh?


-No quiero seguir escuchando tus palabras. Mientes, Ithnan tenía razón. No se cuando hablas enserio y cuando no. No puedo confiar en un hombre así.


-No sabía que los demonios tenían ese tipo de conceptos.


-Si tentamos a los humanos para caer en el pecado es porque sabemos mucho de ello. Pero también de las virtudes, tenemos que ser conscientes de lo que es bueno para evitar así que nuestros objetivos lo hagan. ¿Qué acaso no es algo obvio?


-Ahora que lo mencionas tiene mucha lógica. ¿Eso quiere decir que no creeras en mi?


-Es algo que debes ganarte, no esperar a obtenerlo sin el más mínimo esfuerzo.


<<-¡Maldición! Como la situación siga así se irá. No puedo darme el lujo de perderlo, aún hay muchas cosas que quiero aprender y nada me garantiza que una vez se haya ido otro demonio acuda a mi llamado. Yamuraiha ya me lo dijo no es común que lo hagan, esta podría ser mi primera y última oportunidad. ¿Pero qué hago? En verdad se ve molesto, no creo que tenga intención de escuchar mis palabras y menos ahora que volteó a verme tan molesto. Y aún así me dan ganas de hacerlo enojar, de lastimarlo, de hacerle llorar. ¿Qué rayos me está pasando? Siento como si no fuera yo, tengo miedo...¿esto se debe al pacto que tengo con Judal? ¿O siempre he sido así y no he logrado darme cuenta?>>


Miles de pensamientos llegaron a su mente abrumandolo, no podía armar una sola frase coherente, así que actuó por instinto y tomo al azabache del brazo y unió sus labios con un salvaje y apasionado beso que poco a poco se volvió dulce y suave incluso respetuoso, Judal le correspondió con algo de timidez a la vez que su rostro se tornaba rojo. Sinbad le dejó en libertad y sonrió de manera amable dejando al contrario anonadado.


-No quiero perderte, te lo dije antes quiero poner de mi parte para que esto funcione.


-Me cuesta creer en ti.


-Lo se y tomaré tu consejo. Me ganaré tu fe.


-No será sencillo.


-No soy un hombre que se rinda con facilidad.


-Más te vale-dijo en un susurro.


-¿Dijiste algo?


-Que le camines. ¿No se supone que te citaste con alguien? Seguro se va a enojar porque no has llegado.


-Uh.


El menor comenzó a temblar. Con tantas locuras y sentimientos irreconocibles surcando su mente olvido por completo a Jafar. Y si bien es un chico muy tranquilo da miedo cuando le hace enojar. Y todo porque no puede dejar de pensar en Judal. Nunca le había ocurrido, se ha convertido casi en una obsesión, no se reconoce y eso le intriga y aterra al mismo tiempo. Como si tuviera dos personalidades pero esta seguro de que no es el caso. Su corazón es uno solo, es más bien como si estuviera dividido en un poderoso sentimiento de protección y destrucción. ¿Siempre ha sido así y hasta ahora que conoce a un demonio lo nota? ¿O es algo más? Tiene muchas dudas y sin falta las resolverá cuando llegue a casa y lea ese libro. ¿Quién lo habrá escrito? ¿Por qué parece saber tanto de demonios? Por ahora no tiene mucho sentido que piense en ello ya que lejos de encontrar contestación conseguirá que le ponga más ansioso.


Continúan con su andar hasta que llegan al sitio acordado en el cual ya se encuentra el albino que tiene cara de pocos amigos. 


-Hola Jafar.


  -¡¿Por qué tardaste tanto?!


-Digamos que se me cruzaron algunas cosas.


-Me hubieras dicho y llegaba más tarde.


-Ya deja de quejarte, me pones de mal humor-el azabache.


-¿Y este quién es?


El peli morado sonrió y tomo a su pareja de la cintura ganandose una protesta de su parte.


-El es mío.


-¡¿Ah?!-los otros dos al unísono.


-¡Yo no soy...!


Y una vez más el mayor fue silenciado por un beso de Sinbad que luego de ello le dejó en paz.


-Eres un idiota-dijo este y se cruzó de brazos mirando en otra dirección.


El oji esmeralda no decía nada, solo les miraba estupefacto, acaba de enterarse que el hombre que ama tiene pareja y no es el. Tampoco es que pueda opinar al respecto pues jamás habló de sus sentimientos pero tenía la esperanza de que algún día fueran notados. Vaya equivocación. No tiene una razón real para odiar o tratar mal a Judal pues si no ha podido hacer su sueño realidad el mismo tiene la culpa. Pero no puede negar que le ve como el hombre que le arrebato al ser amado. Sin embargo debe poner de su parte si no quiere perder también su amistad. Que difícil es estar enamorado.


-¿Y bien?-el oji miel.


-¿Eh?


-¿Para que me citaste?


<<-¡Se me olvidaba! Que mala suerte justo hoy quería decirle lo que siento y ya se me adelantaron, ahora no tengo ni idea de que decir mi mente quedó en blanco en cuanto mencionó que tiene novio. Bueno en realidad no lo dijo así pero supongo que es lo que quiso decir cuando se refería a que era suyo...Sin jamás había utilizado ese tipo de frase. Siempre ha sido muy respetuoso de la libertad y pensamientos de otros. A lo mejor estoy exagerando, si eso debe ser. Estoy molesto porque no me ha elegido a mi. Debo mantener mi cabeza fría, no quiero perderlo para siempre. Aún si soy solo su amigo por el resto de la vida estaré bien. Pero llevarme bien con ese tipo, solo de verlo me hace enojar.>>


Puso todo su  empeño en sonreír de manera amable y vaya que lo consiguió. Se acercó al azabache y extendió amistosamente la mano.


-Mucho gusto soy Jafar, espero que podamos llevarnos bien.


-Ah...igual soy Judal.-tomo la mano.


<<-Que raro, por un momento me dio la impresión de que no le caía bien al perro faldero, pensé que era alguien amargado. Debí verlos más tiempo porque pienso que le malinterpeté, a lo mejor podría ser mi primer...¿cuál era la palabra que usan los humanos para esto? ¿Amigo? Aunque igual me fastidia su cara de tarado. Creo que fue buena idea venir al mundo terrenal. En el infierno siempre estaba solo y aburrido, estoy cansado de ese tipo de vida, y todo porque soy...>>


-Judal-le llama su pareja. 


-¿Qué quieres? Pensaba en algo interesante.


-¿En mi?


  -Estarás tan bueno.


-Pero lo estoy.


-Yo decido eso. ¿Y qué quieres?


-Dice Jafar que quería ir a ver una película.


-¿Una qué?


-¿No sabes lo que es?


-¿Y a ti no te parece que pregunté por algo?


-Cierto...creo que sería más divertido verla a que te explicara. ¿Te parece si vamos al cine?


-Solo si me aseguras que no será aburrido.


-Lo prometo ¿confiaras en mi?


-Solo porque me da curiosidad, que te sepas que aún no creo en tus palabras.


Los tres fueron al sitio y llegaron a los quince minutos, vieron las marquecinas de las películas.


-¿Qué quieren ver?-el peli morado.


Jafar observó sin interés, no tenía deseos de estar ahí fue un simple pretexto para quitarse de encima el interrogatorio que su amigo comenzaba a hacerle. Judal por su parte miraba curioso todo a su alrededor pues es la primera vez que se encuentra en su sitio así. Se acerca a una que es para niños y tiene en enorme durazno de extraño protagonista.


-¿Está?-emitió con amabilidad su esposo.


-¿Te parece que tengo cinco años?


-Ah pero...


-Pensaba que se ve rico, pero si no puedo comerlo ¿qué sentido tiene?


-Supongo. ¿Y entonces?


-No sé como que ninguna...-paró en seco y sus ojos se iluminaron-¡esta!


Sinbad se puso algo pálido, no creyó que tan delicado joven tuviese un gusto similar.


-Guerra...-articuló por fin.


-Guerra.-su chico le secundo.


-¡¿Guerra?!-Jafar incrédulo.


-¡¿Algún problema?!


La manera en que el oji rubí le dijo esa frase le molesto, era como si no permitiera que le dieran un consejo o le llevaran la contra. Un ser completa y totalmente infantil. No le agrada y su reacción no le convence de lo contrario pero sigue diciéndose a si mismo que por su amistad con Sin no puede darse el lujo de ponerse en evidencia, así que una vez más sonrió de manera falsa, pero de nuevo engaño al inocente demonio.


-Claro que no, será muy divertido si es lo que quieres ver.


-¿Enserio?


-Claro.


El azabache sintió algo raro en su pecho, algo así como una calidez desconocida. Pues sin importar la gloriosa posición de la que goza en el infierno jamás se le dio importancia a su opinión a excepción de unas cuantas personas. Ithnan una de ellas. Siempre se sintió como un esclavo, no eso es lo que era. Fue la principal razón de que decidiera huir, solo disfrazo sus sentimientos con aburrimiento. Solo quería estar lejos de esa mujer, si no vuelve a verla sería muy feliz. Por esa razón es que ese detalle le hace sentir tan bien.


-¿Y qué estamos esperando?-articuló por fin.


  Fueron a la taquilla, pagaron los boletos y entraron a la sala. Judal tomo asiento sin importarle donde, Sinbad a un lado suyo y el otro le imitó quedando el peli morado en medio. Pasaron los anuncios y dio inicio la función.


Luego de dos horas y media salieron del sitio. El albino fue corriendo al baño debido a las náuseas y el oji miel no estaba mejor. Sangre por aca, por allá y demás. El único que parecía haberlo disfrutado era el demonio, algo que no sorprende considerando de donde viene.


-Parece que te gusta ver a la gente sufrir.


-Estoy aburrido de eso, en el infierno es cosa de todos los días.


-¿Entonces por qué te interesa tanto la guerra?


-¿Qué no es obvio? Me gusta que las personas luchen por su libertad.


Dijo con ojos brillantes y mejillas sonrojadas.


-Con que libertad ¿eh? Eres muy dulce ¿alguna vez te lo habían dicho?


-¿Estas buscando pelea?


-Lo digo muy enserio. El solo ver como te expresas de dicho concepto hace que quiera ayudarte a conseguirlo.


<<-Y a pisotear tus sueños para verte infeliz.>>


El menor se asustó de nuevo de si mismo, miraba con tristeza la carita ilusionada de su pareja, algo raro le está pasando y no logra entenderlo. Ruega porque alguien salve a tan inocente chico de sus garras. No quiere destruirlo.


...........................


En el infierno.


Una chica de cabellos naranjas camina en busca de la gobernante pues no ha logrado encontrar a Judal, la encuentra sentada en su trono dando órdenes a los de nivel más bajo.


-¿Qué sucede Falan?


-No encuentro a su hijo por ningún lado Arba-sama.


La mujer sonrió grotescamente.


-Eres un niño malo mi pequeño Judal. ¿Acaso me pides a gritos un castigo? Bueno da igual, sé que el conjuro que puse en ti te hará sufrir y volverás llorando, eso en caso de que tu magia no acabe con tu vida. Pensé en varias maneras de eliminarte pero siendo el príncipe del infierno no podía hacerlo directamente, me has ahorrado el trabajo. Lo mejor de todo es que gracias a mi hechizo no lograras conocer la verdadera personalidad de tu invocador, nunca serás feliz ja ja ja ja ja.

Notas finales:

Muchas gracias por leer!!!!!!!


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