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Ese chico es un demonio por dark kirito

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Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.


Escrito en el móvil, errores son sin querer.


Muchas gracias a Yayoi, Yume Lawliet, kouketsuna y todos los que leen.

Judal estaba molesto, mira que de buenas a primeras decir que es tierno, ni que fuera un muñeco o algo así aunque ahora que lo piensa es lo mismo que opina del enano. Solo que en lugar de palabras emplea métodos mucho menos sutiles como corretearle por todo el averno con un tridente, es una fortuna que pueda usar sin problemas su magia de levitacion. Lo único malo es que nunca ha logrado pincharlo, pero si un día lo logra Aladdin puede estar seguro de que lo hizo con todo su amor. Uno muy extraño y retorcido. ¿Pero qué puede esperarse del príncipe del infierno?


<<-Oh, así que muy a su manera el idiota de Sinbad busca demostrarme que le agrado. Parece que las cosas en este mundo no son muy diferentes a allá abajo. Eso implica que no puede quejarse si demuestro que me agrada ¿cierto? ¿Qué tanto amor puede recibir? Uh por alguna razón siento que eso último sonó extraño, nah ¿qué más da? Voy a divertirme a un a costa suya. Por su bien más le vale cooperar que ni crea que soy tan complaciente como su perro faldero. Pensándolo bien creo que ni siquiera lo soy. Muy su problema. ¿Para qué me invoca? De acuerdo le puse varias trampas pero el fue el tarado que no tuvo precaución, así que toda la responsabilidad es suya. Y yo aquí pensando que tenía esposo y disfrutariamos de muchas noches de pasión desenfrenada. Suerte que no estoy urgido. Algo que no puedo asegurar suceda con el y menos después de haber encontrado su colección de revistas puercas. ¿Serán comunes aquí? ¿Con qué clase de artimañas hacen que las viejas se encueren sin pudor? Sería estupendo descubrirlo para hacer que Arba haga lo mismo. Uh mejor no, capaz de que me mata maldita anciana amargada. Seguro esta necesitada de sexo. ¿Por qué mi mente se desvía a ese tema? ¿Será que me hace falta y no me he dado cuenta? Y es que odio admitirlo pero Sinbad esta muy bien. ¿Qué tal estará de ahí? Bien podría quedarme con la duda pero...>>


El oji rubí abandonó su monólogo interno y se recargo pesadamente de la pared sin emitir sonido alguno, luego dio un ligero gemido con intención de llamar la atención del peli morado que le observó preocupado y más al notar que tenía agachada la cabeza.


-¿Te sientes mal?


<<-Si idiota, acércate más.>>


No dijo nada y llevó su mano a la frente como si fuera víctima de un mareo, daba la impresión de que caería así que el menor se aproximó lo más rápido que le fue posible atrapandole entre sus brazos, pero luego se puso de colores pues el perverso demonio había tocado "su armamento" y lo estrujo de una manera que hasta se sintió violado. Quería pedirle que lo soltará pero estúpidamente cayó en el engaño por lo que ingenuamente creía que era su manera de aferrarse a algo para no desmayarse. Nada como alguien falto de sentido común para tragarse el cuento completo, lo único que sentía era al azabache temblar.


<<-Pobre, seguro se sobrereforzó y ahí están las consecuencias, debe sentirse terrible.>>


<<-¡Oh por dios está mejor de lo que pensé!!! ¡Maldita sea no debí hacerlo ahora me siento como todo un cerdo porque este idiota ni cuenta se ha dado de mis intenciones.>>


Le soltó y continuó con su teatro.


  -Solo fue un leve mareo, estoy bien-fingia magistralmente, incluso tenía un poco de sudor en el rostro que volvía el asunto más creíble.


  ¿Cómo demonios le hizo? Exacto, es uno cuando se quiere se puede. Pero verlo así tan "indefenso" y según Sinbad "complaciente" a saber como llegó a esa conclusión. Provocó en el un sentimiento de poseerlo, pero no como un objeto. Por un instante se sintió como su verdadero yo. ¿Es qué acaso se había enamorado así de fácil de Judal? ¿O es el picaflor que siempre se supo? Sin pensar a fondo cual de las dos era la atinada se acercó al azabache, le tomo el mentón y unió sus labios en un dulce beso, demasiado tierno para una pareja conformada para un par de calenturientos. El mayor le tomo con fuerza de los hombros y le atrajó más hacia si. Aprisionó los labios cada vez con más fuerza e incluso causó un poco de daño en el mayor que ni así rompió el contacto. Continuaron durante algunos minutos hasta que el peli negro intentó romper el contacto, se estaba ahogando pues su esposo no le dejaba respirar. Comenzó a entrar en pánico cuando sintió que se estaba mareando y el otro nada más no lo soltaba.


  <<-¿Acaso quiere matarme? ¿O el muy tarado no se ha dado cuenta? ¡Me lleva si quieres pelea no te será tan fácil desgraciado.>>


   Hizo acopio de todas sus fuerzas y gran elasticidad y pateó sonoramente la entrepierna de Sinbad, si, sonoramente. Nadie quiere saber si algo se rompió. El atacado se tiro al piso intentando dar alivio a su hombría mientras en oji rubí respiraba agitadamente muy cerca de el haciendo parecer que estaban en otros menesteres y justo llegó Jafar que dejó volar su imaginación.


  -¡Por dios Sin, no en la vía pública!


-¡¿No...qué...metiche?!-emitió aún con trabajo el peli negro.


-Sin nunca había hecho algo así.


-¿Qué hicimos qué...Jafar?-dijo el peli morado adolorido y con lágrimas en los ojos.


-Pues tu sabes-avergonzado-tu eso y su ¡no me hagas decirlo!


-No se  a que rayos te refieres-Judal-este imbécil me beso, pero no podía respirar y como no se quitaba tuve que golpearlo-emitió mucho más tranquilo.


-Oh.


-¿Tratabas de matarme idiota?


-No, creo que me emocioné, lo siento.


-¡Lo siento! ¡Lo va a sentir tu trasero con una estaca de hielo como lo vuelvas a hacer!


-¡Pero no fue mi intención! Solo me distraje. Y con lo que hiciste hemos quedado a mano. Estoy seguro de que ya no podré tener hijos.


-¡¿Y con quién rayos quieres hacerlo?! Te recuerdo que eres mi esposo y soy hombre. No puedo embarazarme. ¿Qué no te dieron clases de psicología?


-¿Biología?-el albino molesto y cruzado de brazos.


-Lo que sea. Me entendiste ¿o no? Rata de biblioteca.


-¡Oye!


Se abalanzo para dar un puñetazo cuando menos, pero la diferencia de altura era bastante visible y bastó con que el azabache le detuviera con la mano apoyada sobre la frente para no permitirle un solo movimiento salvo golpes que no llegaban a su objetivo.


Entendiendo que no llegaría a ningún lado cesó en su intento, lo peor de todo se había dejado en evidencia ante Judal pero sobre todo Sinbad.


-Bien, no podré fingir por más tiempo que me agradas-dijo el albino.


-Oh así que mentiste.


-Si ¿y qué?


  -Me parece más interesante tu manera hostil de comportarte, francamente te me hacias muy aburrido.


-¿Eh? Nunca me habían dicho algo así. La gente suele asustarse de esa parte de mi personalidad.


-Son una bola de aburridos. Que te sepas que eres oficialmente mi primer...


  -¿Amigo?-dijo con tono extrañamente ilusionado.


-Juguete.


-¡Sin!!!


El oji miel continuaba en el piso lleno de dolor, el albino molesto y el otro privado de la risa. Sinbad se recuperó antes de que el azabache recobrara la compostura.


-Vaya que tienes facilidad para reír-dijo el peli morado.


-Para nada, cuando estaba ya sabes donde no lo hacia, pero ustedes no dejan de hacerme gracia.


  -Que bueno, supongo. ¿Qué quieren hacer ahora?


-Yo me voy a casa, creo que por hoy tuve suficiente de este pesado-el albino.


-¿Estas seguro?


-Solo por esta vez, creo que es su primera cita ¿o no? Además no quiero que me provoque una úlcera el primer día que lo veo.


-Delicado.


  -¡Ya me voy!


Y así les dejó solos.


-Vaya que tienes talento para sacar a la gente de quisio. Jafar nunca se enoja.


-¿Estas seguro? A mi más bien me parece que es algo común en el y tu eres el idiota que no ha logrado darse cuenta.


-Que manera tienes de hablar, supongo que es algo característico de los demonios.


-Algunos, pero si llegué a tener problemas sobre todo con la vieja que se dice mi madre por ello.


-¿Dice? ¿No lo es?


-Es algo complicado pero yo creo que no lo soy.


-¿Por qué lo piensas?


-No quiero hablar de ello.


Se dio la vuelta pero fue detenido por el otro.


-Si es algo importante creo que merezco saberlo.


-No te sientas con derechos sobre mi solo porque somos esposos.


-No es eso, estoy preocupado.


-Ni me interesa. Te lo dije. ¿O ya se te olvidó? No confío en ti ni en ningún humano. Tu perro me lo ha demostrado perfectamente, no tienen problemas con disfrazar la verdad. Sería un idiota si te cuento algo así.


-Puedes confiar en mi.


-Tu de verdad olvidas fácilmente. Tienes que ganartelo, las cosas no se consiguen de a gratis, bueno algunas si pero no lo que pides de mi. Escuchame bien. Tengo mi orgullo y no voy a ir suplicando compresión o amor. Estamos unidos con un vinculo pero somos existencias muy a parte. No quieras someterme porque te irá muy mal.


-No es esa mi intención.


-Por favor. Tus conocidos podrán creertelo pero no soy ningún ingenuo.


  -¿A no? ¿Entonces por qué querías que te invocara? Debiste ver algo único en mi. ¿O me equivoco? Soy diferente a las demás personas, soy especial.


-Eso es verdad.


-¿Lo ves?


-Especialmente idiota. Tengo tu apodo rey idiota.


-¡Se oye horrible!


  -Eso debiste pensarlo antes de mandar volando lejos tu ego. Tienes el de un monarca pero no eres mas que un simple humano. Soy yo el que te hace el favor y no al revés.


-Entiendo-le miró con expresión sombría.


-¿Ahora qué?


-Proceso lo que me has dicho, nunca me habían dicho algo como eso.


  -Supongo. Seguro tu vida esta llena de halagos.


-Pues algo así. ¿Y qué me dices de ti?


-Lo único que se me da la gana contarte es que tengo razones para no querer volver y punto.


<<-Seguro ha tenido una vida muy difícil y voy y me comporto como todo un cretino. Tiene razón al decir que mi vida ha sido sencilla y llena de felicidad. ¿Estoy seguro de que para él ha sido así? De verdad quiero protegerlo, entenderlo, amarlo. Quiero brindarle las cosas que no ha recibido y debería haber disfrutado. No sé  que me ocurre cuando estoy a su lado pero estoy dispuesto a pelear contra ello.>>


-Mi amor.-emitió al fin.


  -Uh, sonó tan escalofriante de buenas a primeras me tratas así.


-Tienes toda la razón, no es mi intención que iniciemos mal nuestra relación. Y me ha quedado claro que las palabras no funcionan contigo, así que te lo demostraré con hechos. Pero un matrimonio no es asunto de una sola persona. Me esforzaré pero también debes hacer que me enamore de ti y te advierto que no será sencillo.


El contrario sonrió de lado.


-No tienes ni la menor idea de con quien estas hablando, no me provoques porque cuando te des cuenta estarás suplicando por un poco de atención.


-Confío en ello.


Sonrió de manera dulce y sencilla, la primera vez que mostraba un gesto de su verdadero yo y eso solo provocó que el corazón de Judal latiera con tanta velocidad que sonrojo su rostro de manera violenta, parecía que en cualquier momento saldría de su pecho adquiriendo voluntad propia y haciendo su vida lejos de el. De acuerdo hasta el pensó que ese pensamiento fue un tanto exagerado y eso le llevó a una conclusión.


-Eres un embustero.


-¡¿Eh?! ¡¿Por qué?!


Le ha dicho lo que en realidad siente y salió insultado de nueva cuenta. ¿Acaso tendría que haber pensado mejor sus palabras?


-Entonces hazlo.


-¿Eh?


-¡Que me conquistes pues!


El peli morado le tomo en un efusivo abrazo por demás optimista y que le hacia creer que le partiría en dos, pero le invadió un sentimiento muy distinto al de cuando se besaron. Como si recibiera calidez de parte de su esposo, emocionado el menor le tomo del mentón y depósito el más tierno y dulce beso de la historia. Uno de verdad. Hizo distancia y le sonrió.


-Hagamos algo divertido. ¿Te parece si vamos a un balneario?


  -¿Para qué me preguntas si ya sabes que no sé que es eso?


-Cierto, es que quería saber tu opinión.


-¿Te comportas muy extraño?


  -¿Tu crees?


-Nah, igual y solo eres bipolar.


-Ja ja ja tal vez.


  -Si es divertido con eso me basta.


-¡Lo es y mucho!!


-¿Entonces que esperas?


-¡Tenemos que pasar a comprar algunas cosas!


-Lo que sea, igual no te entiendo.


Y una vez más volvió a dirigirle esa bella sonrisa que le cala en lo más profundo de su ser.


................................


En el infierno.


Arba daba indicaciones como siempre cuando sintió una pequeña interferencia en su magia.


-¿Sucede algo?-preguntó la peli naranja.


  -Parece que mi hijo encontró a alguien muy interesante en la tierra. No sé como y no debería ser posible pero ha roto la maldición que puse sobre el.


<<-Aunque dudo que la eliminara completamente.>>


-¿La que impide mostrar sus verdaderos sentimientos?


-Exactamente.


-No debería ser posible, a menos que él fuera...


-Por eso mencioné que es alguien interesante. ¿A quién conociste mi pequeño Judal?


-¿Quiere que le busque?


-No es necesario, he perdido la conexión con ellos. Siempre y cuando no se dé cuenta de su identidad no tengo ningún problema. Recuerda que me conviene que no regrese, después de todo no es mi verdadero hijo, es el legitimo gobernante del infierno, no debe enterarse por nada del mundo, y estoy dispuesta a lo que sea con tal de que las cosas continúen de esa manera.


-Eso nos queda claro a todos. Ya nadie desea una guerra por ello; nadie se opone a sus órdenes y se han conformado con la mediocridad.


-¿Tienes algún problema?


-Usted sabe que no.


-Entonces retirate y continúa con tus labores.


-Como ordene.


Y así Falan caminaba por los corredores del palacio.


<<-¿Cómo podría estar molesta si al fin tengo el poder que tanto deseaba. Por no tenerlo fue que no pude proteger a mi amado Tez, es algo por lo que no estoy dispuesta a pasar otra vez. Aún si tengo que encubrir el asesinato de los gobernantes legítimos y todo lo que ha sufrido Judal, el no tiene más familia en el mundo. ¿Por qué habría de importarme?>>


.............................


En el mundo terrenal.


  El azabache estaba maravillado con la cantidad de cosas que pueden adquirirse con esa cosa llamada dinero.


-¿No tendrás problemas? Usamos mucho.-emitió el mayor un tanto preocupado.


-No te fijes por eso. Tengo algo a lo que le decimos trabajo de medio tiempo, además estaba ahorrando para viajar por el mundo.


  -Entonces era algo importante.


  -No tanto como la primer cita con mi esposo. Además no te preocupes que no hemos gastado casi nada. Tengo mucho más dinero.


-¿Pues a qué te dedicas? Hasta donde tengo entendido no es sencillo conseguirlo, en el  infierno las almas no dejaban de quejarse de ello.


-Oh así que te interesa-se subió sobre la banca que esta fuera de las cajas donde se cobra la mercancía en una pose teatral que le recordó mucho al joven que conoció con ayuda de su magia.


-Ahí donde exista una labor difícil y peligrosa de realizar estaré. Aún cuando Jafar me golpee y Yamuraiha se ponga histérica.


-¡Bajate de ahí mocoso!-una de las empleadas.


-¡No pueden frustrar mis sueños!


  -¡¿Cómo de que no?!


Agarró una escoba y le dio persecución, la tomo de la cintura y comenzó a coquetear con ella, haciendo que se ruborizara, luego de ello un cubetazo salido de la nada le dejó inconsciente. El culpable nada más ni nada menos que su esposo que se puso celoso al ver que andaba de fácil con la primera mujer que se le pone en frente.


Después de algunos minutos el peli morado despertó con tremendo dolor de cabeza, estaba recostado en las piernas de Judal que lejos de tener remordimientos lo hacia para asegurarse que no se fuera de calenturiento por ahí. Bien, le ha quedado clarísimo que tuvo un gran cambio de actitud, que en parte le agrada porque es caballeroso y amable. Pero también es todo un don Juan y el sexy demonio no es el señor paciencia.


-¿Qué pasó?


-Tu que andas queriéndote tirar a todas, una de tus zorras te surtió de lo lindo.


-¿Ah si?


-Si-dijo molesto.


-Pero no la estaba seduciendo.


-Cuéntaselo a quien te crea.


-Es enserio, es una táctica que utilizo de un amigo. Me dijo que cuando uno esta en problemas basta usar esa actitud con las chicas para que no te maten, aunque no soy muy bueno y solo me sirve la mitad del tiempo.


-Tu amigo suena como todo un cerdo.


-Supongo a que se debe a su descendencia egipcia.


-¿De que rayos hablas?


-Oh Egipto es un lugar del mundo.


-Tengo muchas cosas que aprender.


-Puedo enseñarte.


-Que flojera. Mejor dime ¿Enserio funciona?


-Claro ¿por qué no lo intentas?


-¿Y que hago?


  -Se natural, como te llegue la inspiración, solo recuerda ser muy amable.


El azabache se puso de pie mientras su amado le contemplaba con curiosidad. Se topo con un grupo de jovencitas, les dijo algo a saber qué por la distancia y acto seguido ya lo estaban secuestrando.


-¡Sinbad ayúdame maldita sea!!!


El aludido corrió rápidamente en su auxilio.


-Buenas tardes hermosas señoritas-dijo con voz muy sensual. No puedo permitir que se lleven a este chico.


  -No te preocupes-dijo una con amabilidad-te lo devolveremos en cuanto le demos su merecido.


-¿Eh? Creí que las había ligado.


-¡Si se puso a insultarnos!


-¡A mi me dijo gorda y no lo estoy!


-Ah-una de sus amigas.


-¡No lo estoy!-reafirmó.


  -Es que es nuevo en la ciudad, y me temo que no conoce mucho el idioma ¡si eso! Además romperían mi corazón porque es mi amado esposo.


Ninguna dijo nada y colocaron cuidadosamente al chico en el suelo. Sinbad no entendió muy bien su actitud pero se dio cuenta de que los miraban atentamente como esperando algo.


-Agradezco mucho su cooperación.


Sonrieron y les siguieron por un rato, al aburrirse por no conseguir lo que querían ver les dejaron en paz.


-Eres un idiota, las mujeres son peligrosas.


-Claro que no, pero es normal que se enojen si les hablas mal.


-¿Y qué querías? Vengo de un sitio horrible no conozco otro tipo de expresión.


-Entonces te enseñaré.


Le tomo con suavidad de la cintura y acercó su rostro hasta que pudieron ver sus ojos mutuamente.


-Eres hermoso mi amor.


-Cuando tu lo dices suena como algo muy malo, parece un crimen.


-Ja ja ja debería ser al revés, yo soy más joven.


-Pero soy más inocente.


El peli morado sonrió y no pudo contenerse de besar su frente.


-Tienes toda la razón. Ahora vamos al balneario o no llegaremos nunca.


-Espera, hay algo que quiero hacer antes.


-¿Eh?


El oji rubí tomo el brazo herido y le curo con ayuda de su magia.


-¡Eres increíble! ¿También puedes curarte a ti mismo?


-Es obvio ¿o no?


-Me alegra.


-¿Por qué te...? Ungh...


Sinbad le tomo del cuello con ambas manos y con fuerza sobrehumana, parecía que tenía intención de romperlo y le hacia daño.


<<-¿Qué le pasa? Cambio completamente de actitud.>>


  Decenas de ideas pasaron por su mente a la vez que intentaba escapar del maniático en el que se había convertido su esposo.


<<-¡Una maldición! No encuentro otra explicación. No se como rayos le hizo esa vieja pero estoy seguro de que es obra suya. Tengo que hacer algo rápido o este tarado me va a matar.>>


Concentró su magia en eliminar el hechizo de Arba, algo que no sería nada fácil de lograr considerando que iba a contra tiempo. ¿Qué ocurriría primero? ¿Se desmayaría o liberaría a Sinbad del control de esa mujer?


El dolor y la escases de oxígeno dificultaron su libertad de pensamiento, las cosas a su alrededor comenzaron a verse borrosas. Cuando sintió que estaba a nada de perder el conocimiento logró que el contrario le soltara cayendo ambos al suelo. El azabache intentaba normalizar su respiración lo que le costaba bastante pues hacerlo significaba una tremenda agonía. Empleó sus habilidades para dar alivio y miró a su esposo que se encontraba en shock.


-Y-yo-emitió este-lo siento no se lo que...


-No fue tu culpa-ya más repuesto- bueno más o menos, no puedo creer que te dejaras mangonear. ¡Casi me matas!


-No se ni como pedirte perdón-bajó la cabeza avergonzado.


-Ya te dije que no es toda tu responsabilidad, tiene que ver con mi familia.


-¿Me contarás?


-¡¿Estas loco?! ¡¿Después de lo que pasó?! ¡Ahora menos confío en ti!


-Pero dijiste que...


-¡Ya lo sé! Pero igual eres un peligro.


-Entonces no hay nada que pueda hacer.


-Ganate mi confianza, eso si. Ahora será mucho más complicado.


-Eres muy difícil.


-¿Qué te digo? Soy rencoroso. Por favor, no me digas que desconocías ese detalle de los demonios.


-Pues he leído algunas historias y tengo entendido que no son precisamente buenos. Pero no se. Me dio la impresión de que eres diferente.


-¿A qué te refieres?


-Que eres muy dulce.


-¡¿Qué estas mal de la cabeza?! ¡¿Donde carajo vez ternura en mi?!-se sonrojó.


El mayor le tomo del mentón y beso cada una de sus mejillas.


-Aquí.


La frente, sus manos y finalmente sus labios repitiendo la misma palabra, acción que dejó más colorado al mayor.


-Tienes severos problemas.


-¿Ya no estas enojado?


-Más o menos. No perdono fácil.


-Creo que comienzo a darme cuenta.


Continuaron con su pequeña discusión por al menos media hora, hasta que cansados decidieron ir de una vez por todas al balneario.


Sinbad se encontraba fuera de los vestidores esperando a su amado que vaya se tomo su tiempo para salir.


  -Ya esta, no podía ponerme esta jodida cosa.


-Me hubieras pedido ayuda.


-¿Y qué me ahorcaras con una tanga? ¡No gracias!


-¡Pero si no compramos...!-se dio la media vuelta para mirar al azabache y quedó boquiabierto.


-Quita esa cara me molesta.


Pero ni como cumplir esa petición aún si quisiera. El traje de baño de color negro que escogió para su amado le sentaba de maravilla. Era un tipo short que le cubría hasta medio muslo y dejaba todo lo demás al descubierto. Pudo comprobar así que tiene un par de deliciosas y exquisitas piernas. Y como no tiene el top que cubre su pecho puede ver este a detalle y esos pequeños botones que tiene ganas de agarrar a mordidas. Judal se sintió intimidado porque bien que le llegaban los deseos perversos de ese chico a su persona, pero que eran correspondidos. La sensual piel morena de Sinbad que brilla de manera hermosa gracias al sol, pudiendo apreciar a detalle ese perfecto abdomen que tiene ganas de recorrer con sus dedos de inicio a fin y llegar incluso más abajo si se puede. Casi se dio un golpe mental por dejar volar su imaginación de esa manera. ¿No se supone que esta molesto? Quería aplicarle la ley de hielo aprovechando el que se veía sensual. Porque si, Judal sabe que lo es. Pero ni como resistirse a semejante hombre. Gruño molesto y le pasó de largo siendo seguido por el mayor que parecía cachorro en plena época de celo. Para variar los visitantes del sitio no despegaban la mirada de la candente pareja. Lo que acrecentó el malestar del azabache. Y para variar habían comenzado a gritar peladeces unos y silbar otros. Hasta que molesto el oji carmín se paró en seco.


-¡Al siguiente que diga una estupidez lo castro y se lo doy a tragar!!


  Ni falta hace decir que el ambiente se volvió pesado y sombrío y nadie emitió comentario alguno. Es más incluso daba la impresión de que algunos contenían la respiración. No vaya siendo que eso le ponga de peor humor.


Llegaron a una piscina que estaba vacía. O lo estuvo hasta que ellos decidieron entrar en ella. Pues todos los ocupantes escucharon la amenaza y nadie fue tan valiente o tonto  para permanecer en el lugar.


Judal fue el primero en sumergirse y nadar con una elegancia, soltura y sensualidad que recordaba mucho a las piernas. Siendo admirado a detalle por su esposo que le miraba gustoso sentado en la orilla. El azabache salía y entraba del agua permitiendo apreciar en ocasiones su delicado pero marcado cuerpo. Uno que te incita al pecado y que hace dudar a Sinbad si dejarse caer aún más a un destino donde solo le espera el infierno. Después de meditarlo profundamente como por medio segundo. Se da cuenta de que el pobre de Judal esta solito y necesita compañía. Además ya no importa mucho lo que haga. Esta casado con un ser del bajo astral. Ya esta retecondenado.


Se sumerge de igual manera hasta llegar con el joven al que toma con un delicado movimiento por la cintura para besar. Pero este huye con maestría y le mira con burla. Es la presa y lo sabe pero no se dejara pescar tan fácil. Eso solo enciende el espíritu aventurero del otro que usa cada táctica en su repertorio para arrinconarle. Pero ni toda su experiencia le funciona con su pareja que es verdaderamente bueno para burlarle y tan condenadamente sexy que le termina distrayendo en nueve de cada diez intentos. Hasta que por fin le toma entre sus brazos y le besa sin que el mayor se resista. En parte porque lo desea y por otro lado se ha cansado de tanto nadar. Las manos de Sinbad recorren cada porción de piel disponible hasta que el oji rubí vuelve a liberarse y sale de la piscina.


-Te dije que no seria tan sencillo-sonrió de lado y se fue.


  El oji miel estuvo a punto de seguirle cuando se dio cuenta de que el demonio que tiene por marido le dejó con un pequeño problemita que no le deja salir porque sería muy vergonzoso que alguien lo notara. ¿En qué momento lo hizo y cómo no se dio cuenta? Son interrogantes que se quedaran en su cabeza por mucho tiempo.


-¡Judal!!!


El joven solo ríe al ver lo divertido que es molestar a Sinbad.

Notas finales:

Muchas gracias a todos los que leen!!!!!!!!!! ♥♥♥♥♥


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