Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ese chico es un demonio por dark kirito

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.


Escrito en el móvil, errores son sin querer.


Muchas gracias a Yayoi, Yume Lawliet y todos los que leen.

Sinbad caminaba visiblemente estresado. Solo él para buscarse problemas a si mismo. Es evidente que haber invitado a Kouha a su hogar no fue buena idea. Es más, es pésima, la peor de todas. Incluso más que aquella que le llevó a invocar a un demonio. Bueno, en realidad esa se ha convertido en toda una bendición. ¿Pero cómo iba el a saber que ese pervertido de ojos rosados era hermano de su profesor? Bueno, si le analizas a fondo tienen el mismo tipo de sonrisa ligeramente retorcida, Judal también. ¿Es un rasgo de las entidades del bajo astral? A saber, no tiene con que compararlo y jamás volvió a encontrar el condenado libro que le servía de guía. Incluso le buscó por internet, pero nada. Es más ya ni recuerda el título. Su marido se acerca para susurrar en su oído.


-¿Y a ti que carajo te ocurre?


-Creo que no debí invitarlo.


-Nah, ¿de qué te asustas? No estarías haciendo nada nuevo. Todo el tiempo tomas la peor decisión. A veces me pregunto como logras ser tan estúpido.


-Comienzo a creer que tienes razón-bajó la cabeza.


-¿Y ahora que te pasa? Andas muy sentido.


-Supongo que me deprime que no haya podido hacer el amor contigo.


-Tu de plano no tienes llenadera.


-¿Qué te digo? Todo tu eres una tentación...supongo que es cosa de demonios.


-No me quites crédito, este físico es fruto de mucho esfuerzo.


-¿Enserio?


-¿Quieres saber?


-Si.


El azabache mostró una expresión perversa de sonrisa diabólica.


-Prefiero dejarte con la duda. Es más divertido e interesante.


-¿Tanto así te gusta verme sufrir?


-Ya sabes que si. ¿O acaso olvidaste las escaleras congeladas?


-Cierto...¿Y si hubiera muerto?


-Lo dudo, tienes esa cabezota bien dura. Y en caso de que hubiera ocurrido...te hubiera seguido hasta el infierno.


-Creí que no querías volver. Es peligroso para ti. ¿Estarías dispuesto a ir tan lejos por mi?-esperanzado.


-Si-admitió con simpleza.


-¿Enserio?-incrédulo.


-¡Que si pues!


El menor le tomó de la cintura y estuvo a nada de besarlo, pero esa intensa mirada rosa le ponía de nervios.


<<-No puedo creer que se me olvidó que estaba aquí. Aún cuando estaba preocupado por su presencia. Tanto así me distrae Judal. ¿O me tranquiliza? Quizá un poco de todo, de lo que si estoy seguro es que me excita bastante. Pero igual lo amo. Me siento un poco mal por Kouen, debió ser complicado perder a alguien como él. Tengo que contarle la verdad. Aún tengo miedo de que me deje pero no quiero mantener secreto alguno.>>


El oji miel soltó a su pareja y suspiró encarando al invitado.


-No te agrado, ¿cierto?


-¿Lo dices por qué los interrumpí?


-Pues si.


-No tiene nada que ver. Tengo ese tipo de pasatiempos. Y si bien no estoy feliz de que le hayas robado el novio a En-nii...


-¡No soy un objeto tarado!


-Cómo sea, no le des importancia-movía la mano despreocupadamente-tengo que admitir que Judal no abría su corazón tan fácilmente. Algo bueno debes tener y me pareces al menos interesante.


-No creo que sea una buena noticia.


-Oh, creeme que lo es.


No dijeron más y continuaron con su camino hasta llegar al hogar del más joven.


-Mmm supongo que puedo decirles a mis padres que me presten la habitación para huéspedes. Judal duerme en mi recámara, pero si estuviéramos los tres sería extraño.


-¿Para qué necesito una habitación?


-¿Qué no te ibas a quedar?


-¿Como para qué? Tengo casa. Como dije solo quería conocer su santuario de corrupción~.


-Tu si estas bien mal de la cabeza-el peli negro.


-Pero ya lo sabes-sonrió.


Tomaron asiento en la sala para platicar acerca de varias tonterías sin importancia.


-Supongo que Kougyoku te extraña mucho-dijo el de orbes fiusha.


-A veces yo también extraño a la vieja...-se miraba un poco nostálgico-ahora dime lo importante. ¿Cómo planea atacar Kouen el infierno?...Un momento, ¿cuándo fue la última vez que estuvieron ahí?


-Ya no recuerdo, pero por lo menos más de un año es seguro que si.


-Entonces ya no puden volver.


-¿Eh? ¿Por qué no?


-Pues ya sabes. Los demonios que no regresan antes de un año no pueden hacerlo.


-Claro que es posible. ¿En dónde escuchaste eso?


-Me lo dijo Ithnan.


-No hay algún límite de tiempo, podría pasar mil años en la tierra y no habría problema.


-¿Entonces me mintió?


-Lo dudo, te quiere mucho.


-¿Entonces?


-Quizá esa mujer los tiene a todos engañados. Eso explicaría porque no hay tantos demonios en el mundo humano. Seguro que sospecha de los planes de En-nii, entre menos aliados mejor para ella.


-Es una maldita bruja.


-Ni que lo digas.


-Pero, ¿no se supone que sientes a varios cerca?-el de cabello púrpura.


-Seguro son enviados de ella.


-¿Por qué tiene tanto interés en ti?


-...


El azabache tenía una expresión severa y triste. Se niega a emitir comentario alguno de su pasado.


-Supongo que todos tenemos cosas de las que no querernos hablar. Pero si un día quieres mi ayuda estoy dispuesto a dartela. Aún si no tengo magia, seguro que hay algo que puedo hacer.


-Me alegra saber que tengo apoyo. Aunque no eres confiable. Seguro eres del tipo que se lanza al peligro sin pensar.


-¿Crees que soy valiente?


-Si, ¿por qué no? No me cabe duda de que eres osado por decir lo menos. No por nada te rompíste el jodido brazo. Pero la suerte tiene un límite. No deberías tentarla.


-Pero deseo protegerte.


-Y yo no quiero más dolor. Piensa en lo que sentiría si algo te pasa.


-¿Y yo qué? ¿No tengo el mismo derecho?


-Ejem-el peli rosa que ha sido ignorado como por décima ocasión en el día-no sé porque, pero da la impresión de que creen estar solos. Y no es así. En-nii, Mei-nii, Kougyoku, Hakuryuu y yo estamos dispuestos a pelear. Somos pocos pero es mucho mejor que solo dos, ¿o no? Además no puedo esperar para ver como se le salen las tripas.


-Ungh...¿siempre tienes que ser tan grotesco?


-Sabes bien lo mucho que la odio. Ella ni siquiera debería ser la emperatriz, robó ese lugar, y no una sino dos veces. Aún no sé como lo hizo la primera.


-¿Qué quieres decir con eso? ¿A quién más le quitó el trono?-Judal.


-¿No lo sabes? Al ser más poderoso del averno, el creador del mismo.


-Ya vas a empezar con tus cosas. Ya te dije que es solo una leyenda. Ese sujeto nunca existió.


-Claro que si, estoy seguro me lo dice...


-Si me dices que tu intuición femenina otra vez te parto la cara.


-Eso si no te rompes antes la mano.


-Eres un imbécil.


-Solo soy sincero.


-Como sea, yo no creo en ese sujeto. Nadie sabe nada, ni su nombre.


-¿No te parece que puede ser por Arba? Entre menos se sepa de él mejor. Hasta donde sé le derrotó con artimañas. Pues era más fuerte que ella.


-No hay nadie así.


-¿Qué hay de Solomon?


-Sabes que ellos nunca se meten en asuntos del infierno. Y todo por cuidar ese equilibrio.


-No creo que sea la única razón. Yo más bien creo que quiere evitar el derramamiento innecesario de sangre. Sabes lo que ocurre cuando un demonio muere.


-...


El de orbes escarlata le dirigió una mirada llena de furia. Como si odiara que hubiese tocado el tema.


-Se van al infierno, ¿o no?-Sinbad.


-¡No seas metiche!-el azabache con expresión dolida.


-No está bien que le ocultes la verdad. Es tu esposo después de todo, debe estar preparado.


-¿Preparado para qué?-se inquietó.


Pero su amado continuaba necio en guardar el secreto, se cruzó de brazos y le ignoró.


-Quiero saber-comenzaba a perder la paciencia pero aún así no le contaría nada.


-¿En verdad crees que la existencia de un demonio es tan sencilla?-Kouha- ¿Cuánta maldad imaginas que llevan nuestras almas? Y nada tiene que ver la personalidad, bueno un poco. Pero más bien se debe a que esta se contamina con los miles de condenados ahí. En ese lugar hay personas que han cometido los actos más atroces, aún si tratas de mantenerte neutral, terminas influenciado por ellos. Quejas, lamentos, pecados, perversiones, dolor y demás sentimientos negativos se reúnen creando un cúmulo de maldición que se extiende por todo el mundo. Como bien sabes los demonios somos seres con un alma muy sensible a los sentimientos, está se debilita en gran medida cuando uno muere, pero en el caso de los ángeles y humanos permanece con la fuerza necesaria para reencarnar. Pero para nosotros es distinto, en dicho instante...esa energía nos...elimina por completo.


-Eso quiere decir que si Judal muere...¿no podré verlo ni aunque vaya al infierno?-en completa incredulidad.


-Así es.


-¿P-por qué no me dijiste nada?


-¿Para qué? ¿Para que me mires con lastima? No gracias.


-Entonces...¿sufriré la soledad eternamente?


-No seas exagerado. Kouha ya lo dijo. Los humanos tienen otra oportunidad. No se quedan siempre en el infierno como muchos piensan. Cuando llegue tu hora de renacer no me recordarás y yo no existiré. Así que no pasa nada. Encontrarás a otra persona a la cual vas a amar y...


-¡Yo no quiero algo así! ¡No es justo que pretendas dejarme sin decirme! ¡¿Por qué siempre eres así?! ¡¿Planeas abandonarme de forma egoísta otra vez?! ¡¿Cuántas veces tengo que sacrificarme para que entiendas que no te dejaré ir?!


<<-¿Por qué dije eso? ¿Otra vez?>>


-¿Eh?


Los dos se observaron sorprendidos. Tenían una especie de deja vú.


-Siento que ya hubiéramos pasado por algo así-el peli morado.


-Yo...también, pero no...-pensativo-...como sea, no tiene importancia.


-Claro que la tiene.


-¡Ya deja de fregar! ¡Hablas de mi muerte como si fuera algo que puede pasar en cualquier momento! ¡No es una jodida gripa! ¡No planeó morirme a la primera oportunidad!-respiraba agitado-después de todo tengo que cuidar que alguien tan torpe como lo eres tu no se meta en problemas. Además no todo está perdido. Si logramos eliminar esa maldición los demonios también podemos volver al flujo de la vida.


-Lo dices como si se tratara de un objeto.


-Es uno. No se conoce su forma, pero para nadie es un secreto que esta en poder de Arba. Los demonios que mueren cerca de ella se destruyen al instante. Por eso nadie se opone. Existe la teoría de que es ese maldito báculo del que nunca se despega.


-Eso quiere decir que debemos robarlo de alguna manera.


-Así es, pero fácil no es. Además la vieja es muy poderosa...y todo porque se llevó gran parte de mi magia con ese estúpido ritual. Que mala suerte tengo, no pude tener peor madre, eso suponiendo que lo sea.


-¿Aún lo dudas?-el peli rosa.


-Con todo lo que me ha hecho es obvio.


-¿Y qué ganaba ella con distorsionar la verdad?


-No sé y no me interesa. Estoy cansado.


Y no mentía, aún no se ha recuperado de ese intenso dolor en el pecho, y ahora con tanto estrés este no hizo sino aumentar. Si su esposo pudiera tocar su frente notaría que arde en fiebre, sin embargo disimula su temperatura con ayuda de su magia, por eso ni Kouha se ha dado cuenta. Sin embargo se niega a dañar su orgullo por culpa de su poder, lo cual en realidad le está costando mucho trabajo.


-Hoy dormiré en el cuarto de invitados, estoy molesto. Y algo si te digo, en donde se te ocurra molestarme te mato.


Caminó en dirección a la puerta y salió del sitio azotándola con fuerza. O lo pareció pues en realidad estuvo a punto de desmayarse, así que se aferró a ella para no caer. Sinbad y Kouha le permitieron retirarse, pues a opinión del segundo aún no estaba en buenas condiciones, no es su intención provocar una recaída.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


...


El azabache llega al sitio y con trabajo si tira en el lecho.


<<-Me lleva, me siento muy mal...tengo calor, todo me da vueltas, me cuesta incluso respirar. ¿Por qué siempre viene un problema detrás de otro? Estúpido Kouha, no tenía que decirlo. Supongo que no quiere que haya secretos entre nosotros. Esa fue la razón de que la relación que tenía con Kouen no llegara a nada. Nos ocultamos demasiadas cosas. Aún así...yo no quería que Sinbad lo supiese...no quería ver...su cara llena de dolor...aquella con la que me miró...yo ya...>>


Y no supo más, perdió el sentido, ha forzado más allá del límite su cuerpo, mientras no logré revertir lo que Arba hizo con su magia no podrá continuar con su vida de manera normal.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


...


El peli azul se detiene en seco con lo cual se gana una mirada inquisitiva de su amigo.


-¿Qué ocurre Aladdin?


-Me pareció sentir la energía de Judal-kun...


-¿En serio? ¿Sabes en donde esta?


Negó con la cabeza.


-Fue demasiado rápido.


-Al menos ahora sabemos que está vivo.


-Pero...


-¿Pero?


-No me pareció que estuviera muy bien.


-Espero que no sea su magia otra vez.


-No habría otra razón.


-¿Has logrado encontrar una solución a su problema?


-Tal vez, pero no estaré seguro hasta no probar. Por desgracia desapareció. Si tan solo pudiera verlo...


-¿Te gusta verdad?


-¿Eh?-desconcertado.


-Me refiero a que...¿estás enamorado de él?


-No, es demasiado joven para mi.-sonrió.


-Siempre se me olvida. Con eso de que no has crecido nada.


-¡Oye!


-Sabes que es verdad. Te vez como un niño de doce, pero eres mayor que el, ¿qué pensaría Judal si se entera?


-Imagino que se enojaría.


-Si, tiene un carácter horrible.


-Yo digo que es muy lindo.


-¿Le ves como si fuera tu hijo?


-Tu siempre me haces sentir viejo Alibaba-kun.


-¡Lo siento!


-No te preocupes. Y no, para mi es algo parecido a un hermano.


-¿Aunque se la pase molestandote?


-Es su manera de dar amor. No es muy bueno a la hora de expresar sentimientos.


-Si tu dices. ¿Y cómo piensas encontrar a tu tío? Dudo que su apariencia sea la misma. Es más, ¿estas seguro de que aún vive? ¿No se supone que en esa ocasión el...? No quiero ser negativo pero sabes lo que ocurre con los demonios.


-Mmm-pensativo-papá y yo creemos que algo cambió, es solo que no estamos seguros de que exactamente, ¿cómo te lo digo? Mmm es como si algo estuviese protegiendolos.


-¿Y creen que tiene algo que ver?


-Si.


-Espero que sea verdad, nada me daría más gusto que conocerle en persona-sonríe de manera tonta.


-¿Te gusta Alibaba-kun?


-Oh no.


-Ja ja ja supongo que damos otra impresión, que mal. Si te casaras con mi tío seríamos familia.


-¡¿Cómo crees?! Tus padres han sido amables conmigo, pero no soy más que un plebeyo, tu eres un príncipe.


-Eso no tiene nada que ver. Eres un importante amigo. Como lo vuelvas a decir me voy a enojar.


-Ja ja ja-ríe nervioso-sabes que es broma.


<<-Aladdin es muy dulce pero cuando se enoja me recuerda mucho a su madre. Mejor para mi el no incomodarle. ¿Qué clase de persona le gustara a alguien como él? ¿Se ha enamorado alguna vez? Pensé que era de Judal pero me dijo que no. ¿O solo no quiso contarme la verdad? Ah, tengo curiosidad, pero ¿y si se molesta? Total, no pierdo nada con interrogarle.>>


-¿Puedo hacerte una pregunta?-algo temeroso.


-Claro.


-¿Hay alguien que te guste?


El pequeño abrió los ojos de par en par.


-¡Disculpa si fue un mal comentario!


-No es así...es solo que...no he querido pensar mucho en ello. Esa persona no me corresponde, su corazón lo ocupa alguien más y no pienso perjudicarle con una declaración de mi parte.


-Seguro es complicado. Debe ser alguien muy especial para que pienses de esa manera.


-¡Mucho! Tiene la sonrisa más bella, un agradable aroma, sus manos siempre son muy calidas y es muy dulce.


<<-¿Conozco a alguien así? Me da la impresión de que es frágil y delicada.>>


-¿Me dirás el nombre?


-No.


-¿Por qué?-hizo berrinche.


-Te quiero porque eres un gran amigo pero eres sumamente indiscreto. Si te digo luego le contaras.


-¡No lo haré!


-Se que si.


El pequeño siempre gusta de molestarle pues sin importar lo maduro que intente ser, termina por mostrar su personalidad infantil. Luego de un rato se olvida de todo. Como ahora que ofendido ha desviado la mirada.


-Lo único que si te puedo decir es que le conoces.


<<-¡Me lleva! ¡Me mata la curiosidad!!! ¡No debí preguntar!>>


-Dime-insistió.


-¡Alibaba-chan!-una voz tras de ellos.


-¡¿Kougyoku?? ¿Qué haces aquí?


-Hace mucho que vivo con mi familia en la tierra.


-Creí que solo Kouen, Koumei y Kouha.


-Oh no, también esta Hakuryuu-chan.


-Uh. Si, se me olvidaba ese.


-Vamos, se que te agrada.


-Siempre me molesta.


-A los mejor piensa que eres especial.


-¿Enserio?


-Si. Normalmente la gente trata de otra manera a quien le interesa. ¿No es así Aladdin?-sonrió con falsedad.


-Tienes toda la razón onesan-repitió el gesto.


-¡Ah no!-el rubio-¡quiero que dejen de pelear. La última vez casi me matan.


-No debiste intervenir Alibaba-kun.


-El tiene razón, eres muy torpe.


-Para insultarme vaya que se ponen de acuerdo. Fuera de eso siempre están discutiendo. ¿Por qué se llevan tan mal? ¿Ocurrió algo entre ustedes que no se?


-Nada-el par al unísono visiblemente molesto.


-Uh.


<<-Así que no le has contado nada.>>-la joven en la mente del peli azul.


<<-Claro que no. Alibaba-kun podría contarle a todos.>>


<<-¿Y te da vergüenza?>>


<<-Tu más que nadie sabe que no es así.>>


<<-¿Cuánto tiempo más vas a esperar.>>


<<-El que sea necesario. Su corazón debe sanar.>>


<<-No lo hará si no lo ayudas.>>


<<-Pero no lo quiero obligar.>>


<<-Entonces, ¿simplemente te rendirás?>>


<<-¡No!>>


<<-¡Entonces has algo!!!>>


<<-¡No lo quiero lastimar!!>>


<<¡Pero ya lo esta!!>>


-¡Que no!-el niño en voz alta.


-¡Que si!


-¡¿Por qué siempre eres tan terca?!


-¡Ese eres tu!


La peli rosa cogió la orquilla de su cabello y el otro su bastón.


-¡Alto!!!!-el rubio en completo pánico-¡miren es Kouen!!!-dijo como última opción.


-¿Dónde?-voltearon tan rápido y de manera tan descuidada que chocaron la cabeza cayendo de sentón. Los dos tocaban la parte afectada con sumo cuidado al tiempo que algunas lágrimas salían de sus ojos, pero ni como evitarlo si casi se han hecho una alcancia.


-¡Eres un idiota Aladdin!-la chica.


-¡Esa fuiste tu!


-¡Es todo! ¡No soporto tu masoquismo!


-¡Ni yo tu histeria!


-¡¿Por qué no entiendes mis sentimientos?! ¡Eres un mal amigo! Solo estoy preocupada por ti. ¡No quiero ver como esperas toda la eternidad.


-Ah yo...


Le miró con tristeza, acción que rompió una parte del pequeño corazón, se acercó a ella para tomarla de los hombros en un intento de consolarle, pero una lanza de agua le rozó peligrosamente la mejilla, por fortuna fue tan solo una herida superficial.


-Bien. ¡Ya me cansé de intentar convencerte por las buenas! Ya no seré amable.


-¿En realidad lo eras?-el de ojos miel.


-¡Tu cállate Alibaba-chan! ¡Si no le dices te llevaré así sea a la fuerza para que te confieses!


-No tienes el derecho de obligarme.


-¡Claro que si! ¡Son un par de idiotas que no se han dado cuenta de nada!


-¿Eh?


-¡¿Por qué crees que ha sobrevivido al tremendo dolor que le provocó el perder a esa persona?! ¡¿Que no te das cuenta de lo especial que eres para el?!


-Pero...


-¡Suficiente! ¡No quiero escuchar más excusas!-tomó su mediador-¡Vainel...!!


-Kougyoku-una voz severa que se acercaba a ellos.


-¡Hermano!-El pelirrojo que caminaba con la elegancia que le caracteriza.-¿qué haces aquí?-consternada.


-Sentí la magia de los dos. Sabía que estarían peleando como siempre. No deben causar problemas.


-Lo siento-los dos jóvenes.


-¿Y tú qué unicornio estúpido? ¿Por qué no les has detenido?


-¡No me digas así! ¡Y ya sabes como se ponen!


-Tan inútil como siempre.


-Y tú tan patán. Por eso Judal te dejó.


-¡Alibaba-kun!-el peli azul furioso.


-Ah yo no...¡perdón no pensé mis palabras!


-No me sorprende, en tu cabeza no hay nada. Esta completamente vacía. Cualquier comentario que salga de ti es una tontería.-el oji escarlata.


El chico quería debatir, negar el argumento. Pero a veces es tan impulsivo que suele hacer comentarios innecesarios, su amigo tiene toda la razón al no confiar en él. Es decir, ¿quién en su sano juicio lo haría?


-¿Y bien?-el de orbes rubí al niño.


-¿Eh?


-¿Por fin me contaras la historia de tu familia?-sus ojos brillan con intensidad maniática-¿me revelaras los secretos del mundo?


-O-ojisan, así das miedo.


-Todo sería más sencillo si me lo dijeras.


-Pero...no creo que sea una buena idea. Podría ponerte en peligro.


-Sabes que algo como eso jamás me detendrá, ahora dime.


-Alibaba-kun...-pedía ayuda.


-¡Ya déjalo en paz!


-No te metas.


-¡Eres un...!


Y así continuaron en su larga pelea. Siempre que Kougyoku y Aladdin o Alibaba y Kouen se encuentran, terminan de esta manera. Y así pueden pasarse las horas.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


...


En casa de Sinbad.


El peli morado preparaba un poco de café para su invitado, pronto lo sirvió en una tasa y la ofreció.


-Oh eres muy amable~. -El otro le observó con algo de seriedad-¿qué ocurre?


-Entiendo que Judal dijo que estaba cansado pero, ¿no te parece que estaba extraño?


-¿Enserio? A mi no me lo pareció.


-¿Será imaginación mía?


-¡O el sexo les da un vinculo especial!


El más joven abrió la boca sorprendido con la declaración carente de sentido común.


-Ay si, no te hagas que bien que te lo has tirado a saber cuantas veces.


-No lo niego, pero es algo personal.


-Somos conocidos, no te pongas difícil.


-No lo hago.


-Oh, no será que te molesta que pueda pensar que eres un pervertido, ¿o si? En todo caso es algo a lo que no deberías prestar atención. Los demonios le damos rienda suelta a lo que quiere el cuerpo.


-Lo imagino, gustan de hacer caer a los humanos en el pecado.


-Oh pero no es la principal razón. Nosotros no mentimos, bueno hay excepciones, pero nos tiene sin cuidado lo que digan los demás. No permitimos que las opiniones de terceros tengan influencia alguna en nuestras vidas.


-Así que simplemente hacen lo que se les da la gana.


-Pues si quieres verlo así. También podría ser todo lo contrario-sonrió.


-Vaya, no me quitas las dudas.


-Así soy.


-Bueno, iré a ver como esta. En verdad estoy preocupado.


-Con confianza, siéntete como en tu casa.


-Es mi casa.


-Por eso digo.


El oji miel fue en busca de su novio. Tocó a la puerta y como este no le abría decidió entrar con todo y que pudiera provocar que el otro le asesinara. Le vio recostado sobre el lecho con expresión tranquila, durmiendo. Se acercó y tocó su suave mejilla con gentileza. Pronto notó algunas mariposas de color dorado.


<<-Vaya que curioso. Nunca había visto algo similar. ¿Qué serán? Brillan mucho.>>


Trató de tocar una de ellas, pero de inmediato le rodeó una gran cantidad, revoloteaban animadamente, en un baile que tranquiliza el alma, que poco a poco le aturden hasta inducirle el sueño:


El creador del infierno daba un paseo bastante animado. Es un buen día con un estupendo sol y el agua del río se ve refrescante, todo ahí luce tan lleno de vida.


-¿Escapaste de tus obligaciones otra vez?-le dice su hermano.


-Ah Solomon, no te había visto, es raro que estés aquí, nuestro padre se va a enojar.


-Siempre lo está. Pero es lo de menos, siento que nunca podremos entendernos.


-Si, es alguien difícil. ¿Qué te trae por aquí?


-Estaba preocupado por ti.


-¿Y eso?


-Ya lo sabes. Tu magia, ¿como está? Crear este lugar no debió ser sencillo.


-Papá y tu me ayudaron, yo solo me quedé el crédito. Aún no se si fue lo correcto.


-Eso solo el tiempo lo dirá, pero era necesario. Ya no hay suficiente espacio entre el cielo y la tierra. Pero me preocupa la razón. Se supone que hay un número determinado de almas, pero estas aumentan, ¿por qué?


-No tengo la menor idea. Por más que busco no lo entiendo.


-Es como si alguien tuviera la intención de destruirlo todo.


-Jamás permitiré algo así.


-Ni yo.


-¿Y cómo está tu esposa?


-Oh Sheba...enojada.


-Seguro le volviste a decir algo indebido. ¿Cuántas veces tengo que decirte que a las chicas se les trata con delicadeza?


-Eso hago.


-No es cierto. Disculpa que te lo diga pero eres un patán.


-Soy sincero.


-Demasiado.


-Mmm...tal vez.


-Espero que algún día tengan un hijo, ya quiero tener un sobrino.


-¿Y qué hay de ti?


-Supongo que aún no llega la persona indicada.


-Eres muy difícil.


-Y me lo dices tu. Pobre Sheba a veces me daba pena. Cuanto no te rogó para que aceptaras salir con ella.


-No fue mi intención. No entendí lo que quería.


-Al menos es terca porque de verdad que eres lento con el romance. Si siempre te la pasas pegado a tus libros no conseguirás nada.


-Quiero entender mejor a la gente.


-Pero no hallarás las respuestas que buscas encerrado, tienes que ver el mundo por ti mismo. Crea tu propia opinión de él-sonrió-deberías hacerle caso a tu hermano mayor.


Solomon le miró con seriedad.


-Yo soy mayor.


-Quería ver que se sentía.


-Eres todo un caso. Bueno, tengo que irme, pero recuerda que si tienes un problema puedes decirme. Vendré de inmediato.


-Gracias.


El oji miel continuó con su camino hasta que considero que era necesario volver al palacio y cumplir con sus obligaciones. De las cuales huía como de costumbre.


-Joven amo-una chica de cabello castaño.


-Oh Arba, ¿qué sucede?


-¿Ya terminó con su trabajo?


-No.


-¿Necesita ayuda?


-No.


-Pero puedo hacer que este sea menos laborioso.


-Lo sé y te agradezco, pero sería mejor que fueras a cuidar de tu hijo, ya sabes que se pone de mal humor con facilidad.


-Supongo que heredó el carácter de su padre.


-O le has consentido demasiado.


-No puedo evitarlo, es un niño muy lindo.


<<-Y especial. Sé que tarde o temprano me ayudará.>>


-¿Arba?


-Lo siento, ¿me decía algo?


-Digo muy enserio lo del descanso. Te hace falta dormir.


-A usted también.


-Prometo hacerlo en cuanto termine.


-Esta bien. Nos vemos mañana.


-Seguro.


El mayor se retiró a su despacho y vió con flojera algunos documentos. Leer no es lo suyo, seguro esa afición se quedó por completo en Solomon. Miraba hastiado varias cifras y suspiró. Alguien le cubrió los ojos y llegó a el un familiar y agradable aroma a durazno. Tomó con suavidad las manos ajenas entre las propias y sonrió al encontrarse con un lindo chico de intensa mirada color arándano.


-Es bueno verte Judal.


-Si no lo hago yo no lo haces. ¿Tanto quieres hacerme enojar rey idiota?


-¿Cuándo dejaras de decirme así?


-El día que me parezcas aburrido. Y mi amor se irá con el apodo.


-Creo que no me agrada esa opción.


El menor se sentó sobre las piernas del otro quedando ambos de frente y pasando sus brazos por el cuello de este para iniciar una larga sesión de besos, ya común en ellos.


-Me gustas mucho Sinbad.


-A mi me encantas, pero esto no está bien. Dudo que Arba permita nuestra relación.


-Esa vieja no tiene ni voz ni voto.


-Es tu madre, te guste o no.


-Para mi que me adoptó.


-Estuve presente en el embarazo y parto, sé que no es así. Además eres igualito a tu padre.


-Tchi. ¿qué le vió a esa loca?


-Es muy amable.


-Y por eso siempre te digo rey idiota. Te tiene bien engañado con esa sonrisa estúpida. Pero igual lo más que haría sería morirse de un coraje. Ni ella está tan mal para matar a su hijo-sonrió.


-Supongo que tienes razón. Además no tiene razones para hacerlo. Es solo que tiende a ser muy recta. No le he dicho de lo nuestro porque no acepta los noviazgos entre distintas clases sociales.


-Óyeme, no te sientas la gran cosa por ser un rey. Soy mucho para ti.


-Oh eso lo sé mi amor, no te enojes.-repartió sutiles besos en sus labios.-siempre tienes ese agradable sabor, de verdad te encantan los duraznos.


-Y a ti el alcohol ebrio de mierda y no por eso me estoy quejando.


-No lo hacia, me gusta mucho. Me vuelves loco.


Alzó al joven de la cintura hasta colocarle sobre el escritorio.


-Ya no puedo contenerme por más tiempo.


-Te has tardado demasiado, creí que moriría virgen.


-No fue tanto.


-Hace cinco años que somos novios.


-Supongo que estuve muy ocupado, lo siento.


-Nah lo hecho, hecho está. Disfrutemos el presente.


El oji miel besaba el cuello contrario con mucha pasión, hasta que un pequeño temor se hizo presente en su mente.


-¿No extrañas vivir en el cielo?-el mayor.


-No, este lugar es igual de agradable. Alguna vez tenía que salirte algo bien.


-Hay otras cosas que puedo hacer mejor.


-¿Ah si? ¿Cómo cual?


Deslizó sus manos tocando cada rincón de su cuerpo hasta hacer sonrojar al peli negro que sentía vergüenza y excitación por igual.


-¿Qué tal?


-¡Cállate y no te detengas!-emitió cual si fuera orden.


Su pareja continuó con los mágicos movimientos que le agradaban en demasía, pero su orgullo siempre le dificultaba el admitirlo. Pero Sinbad es consiente de ello y le parece una tierna actitud de la persona que más ama.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


...


No había manera de que supieran que todo acabaría de esa manera.


La mente de Sinbad no alcanza a entender lo que ocurrió. Sus brazos tiemblan sosteniendo con dificultad a Judal que le mira con una dulce sonrisa. La primera vez que ha mostrado una desde el fondo de su corazón. El monarca es incapaz de enfocarle a detalle pues su vista se empaña por las lágrimas que no dejan de salir de sus ojos. La manita de Judal se acerca para limpiarlas con suavidad, pero la sensación sobre el rostro del mayor es tan fría, se tensa y le observa temeroso.


-No puedes hacerme esto, no es justo.


-No lo puedo evitar.


-¡No te puedes morir maldición! ¡Sabes lo que ocurre con los demonios cuando...!


-Lo sé, pero esta era la única manera de detenerle...pase lo que pase debes vivir...aún si se queda con el infierno...-sonrió con debilidad al tiempo que su vista perdía brillo-...amo...la parte...de ti...que busca...la felicidad...de todos...nunca pierdas...eso...rey idiota...


-¿Q-qué ocurre mi amor?-emitió entre sollozos.


-...ya...no...puedo ver...tu...sonrisa...con lo...que...me gusta.


Esa fue la última palabra que el chico pronunció, luego de ello, finalmente murió.


-¡AAAAAAAA!!


Un potente grito de Sinbad que parecía incluso capaz de romper corazones, misma condición en que se encuentra el suyo. Le toma con fuerza entre sus brazos, queriendo cambiar lugar con él.


-¡Lo siento Judal! ¡Todo esto es mi culpa! ¡Haré lo que quieras, pero por favor...! ¡NO ME DEJES!!!!!


Pero fue inútil, podría decir miles de palabras y aún así, no obtendría una respuesta.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


...


El joven despertó de golpe y alterado se sentó rápidamente sobre el lecho. Estaba empapado en sudor y su mirada se posaba de un lado a otro sin control hasta detenerse en su esposo. El demonio estaba dormido aún, pero esa imaginen trajo consigo el horror de ese sueño, así que aún presa del pavor acercó la mano a la mejilla, con intención de corroborar su estado de salud. Suspiró aliviado al percatarse que no había problema alguno. Incluso tenía un sano rubor. Pero no podía eliminar la angustia e incertidumbre en su corazón.


<<-¿Qué fue todo eso? ¿El creador del infierno? ¿Se supone que ese lugar soleado lo es? No sé parece ni un poco al sitio que me describió Judal. ¿Hace cuánto tiempo que ocurrió? ¿Por qué el chico del sueño y mi marido son idénticos? ¿Por qué no pude ver el rostro del otro Sinbad?>>


Cubrió sus ojos con las manos alzando el rostro en dirección al techo.


<<-¿Por qué tenía que presenciar algo así? ¿Era necesario ver como morias? La sensación sobre mi cuerpo era tan real...aún la siento. ¡No entiendo nada!!>>


Removió nervioso a su pareja, no quería despertarlo, pero necesitaba respuestas y las quería ahora, pero por más que le movió, este no abrió los ojos. Al principio creyó que era una de sus bromas pesadas. Pero luego un terrible presentimiento se hizo presente.


-¿Judal?


Al igual que en su sueño, esas palabras se perdieron en el aire.

Notas finales:

Pues hasta aquí el capítulo de hoy XD. Alguien debería alejar a mi chiquito bebé (Aladdin) y Juju de mi, solo los hago sufrir y eso que los amo con el corazón. A estas alturas supongo que ya saben con quien tengo pensado emparejar a Aladdin, por fin me decidí fiu :) nos vemos la próxima y muchísimas gracias por su apoyo!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).