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Ese chico es un demonio por dark kirito

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Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.

 

Escrito en el móvil, errores son sin querer.

 

Muchas gracias a Yayoi , Asami Orihara, Yume Lawliet y todos los que leen.

 

 

Luego del gran ataque de carcajadas del que fue víctima Judal, se acercó al muchacho tendido en el suelo. Le miraba con interés incluso devoción. Era apuesto, mucho. Nada que ver con la imagen que podía apreciarse en su espejo mágico. Este no le hacía justicia a la morena y brillante piel del chico, a su largo cabello sedoso y...pronto se encontró suspirando y observando sus labios. Se acercó rosandolos sutilmente como si su pecho guardara el enorme anhelo de besarle. Negó con la cabeza. ¿Qué sentido tiene hacerlo si este no puede corresponderle? Se ruboriza y se altera cuando cae en cuenta de lo que estuvo a punto de hacer. Su corazón parece tambor de los potentes latidos rítmicos que da. Acaba de conocerlo en persona y ya se siente como todo un idiota. Se sienta a su lado esperando a que este despierte y pueda explicarle la situación, algo que no esta seguro de lograr porque paciencia no tiene y tampoco está muy seguro de como tocar el tema de que están casados. Quizá debió pensarlo mejor, no, es seguro que debió hacerlo pero no pudo contener ese anhelo en su interior. El solo mirar a Sinbad le produjo algo, no entiende que pero lo hizo. Es como si este le hipnotizara con su brillante aura y el se había acercado como una polilla a la luz o al fuego. Algo que podría resultar peligroso pero que no le importaba en lo más mínimo. ¿Por qué? Es la pregunta que ronda su mente una y otra vez y sin embargo no busca una respuesta en realidad. Sonríe esta vez de manera traviesa mientras toca las largas hebras moradas sin que el otro ponga la más mínima resistencia. Es como observar un juguete, uno que puede llenar de diversión la rutinaria y penosa vida que ha tenido que soportar hasta ahora.

 

-No sabes lo difícil que es vivir en un sitio así.

 

Emite con un tono de amargura en la voz; como si tener las palabras en los labios fueran el más poderoso, asqueroso y repulsivo veneno. Siente que incluso quema su interior, claro esto es solo imaginación suya.

 

Se tira al suelo descuidadamente y contempla el techo de la habitación, sonríe ligeramente al notar que es del mismo tono de su cabello, el mismo de las uvas. Morado.

 

-Que malos gustos tienes, el negro es mucho mejor.

 

Se sentó de nueva cuenta mientras hacia ademanes en una según él conversación con el contrario, miraba divertido todo en el sitio. Sin embargo no se atrevía a levantarse de su sitio. Como si una cadena invisible le mantuviera atado a ese hombre. Y una vez más la interrogante se hizo presente ¿por qué? Su orgullo decidió imponerse y le obligó a ponerse de pie. Se acercó al escritorio del menor, reviso sus cajones y encontró lo que todo adolescente tiene en su cuarto...pornografía. Los colores se le subieron al rostro pero estos lejos de ser provocados por la pena o vergüenza fueron causados por la indignación y coraje. Miró desdeñoso al muchacho y agito la revista ante sus ojos que continuaban mirando su interior.

 

-¡¿Qué carajo es esto?! ¡Estoy mucho mejor que tus zorras!

 

  Acto seguido incinero el objeto a tal grado que no quedaron ni las cenizas. Se acercó furioso al menor con intención de encararle, valiéndole gorro que este no se pudiera defender.

 

  -Escuchame bien...

 

  No pudo decir más, la mano de Sinbad le cogió con fuerza del cuello, de la zona que no esta cubierta con su collar. Le hacia un poco de daño pero no intento escapar fue sometido sin que lograra darse cuenta por esos orbes de color oro. El humano está molesto y él emocionado. Sin embargo tampoco es un masoquista e intentando golpear al otro dan vueltas en el suelo hasta que Sinbad queda encima de él con las manos a los costados. Quería reclamarle por haber entrado de buenas a primeras a su casa aunque sabía que de ello tenía la culpa, no toda por supuesto es inteligente y sabe que el demonio atrapado y que le mira con burla tuvo mucho que ver en lo que sucedió. Separa los labios para decir algo pero en eso se queda. Ahora es él quien tiene expresión tonta. El azabache respira agitadamente y sus mejillas tienen un lindo, no, un hermoso tono carmín que compite exitosamente con sus ojos, sus labios se separan en un intento de meter más aire a sus pulmones pues su condición física es pésima. La suave o eso supone por su apariencia y blanca piel de la que es dueño y ese largo, larguisimo cabello negro con fragancia a durazno. ¿Por qué tiene ese aroma si Judal en su vida ha comido uno? Es natural. El que desprende su piel en todo momento y que ahora excita y confunde al oji miel. Su cabeza da vueltas víctima de miles de pensamientos por segundo, respira hondo en un intento de no decir estupidez alguna.

 

-¿Por qué me hiciste esto?-articulo al fin.

 

  -Tu fuiste el que me invocó.

 

-No te hagas el gracioso, sabes a que me refiero.

 

-Estaba aburrido.

 

-Y eso me convierte ¿en qué? ¿Tu jueguete?

 

-Mi esposo.

 

-¿Eh?

 

Toda la enteresa y fuerza de voluntad del menor se fue a la basura con semejante declaración, comenzó a balbucear puras tonterías incapaz de armar una sola frase coherente.

 

-¿Que soy tu qué?

 

-¡Esposo joder! ¡¿Te has quedado sordo o eres idiota?!

 

-¿Cómo pasó?

 

-Una invocación es un pacto que se crea entre dos seres, un demonio y un humano. Formando el vinculo que ustedes llaman matrimonio.

 

-No sabía eso.

 

-A mi ni me reclames, no te puse una pistola en la cabeza para obligarte.

 

-No es justo...el libro no decía nada de esto.

 

-Ni siquiera lo leíste completo, mejor dale una ojeada y luego me dices.

 

El chico obedeció a regañadientes, busco en el índice confiado en que no encontraría nada y se dedo se poso en "pactos con demonios" busco la página y leyó.

 

"Debe tener en cuenta que cuando realiza una invocación con uno se está comprometiendo a realizar un vinculo con ellos. Es decir usted le llama, el otro acude y desde ese momento son considerados como un matrimonio."

 

Cerró el libro con la mirada ensombrecida.

 

  -Vamos hombre, que no esta tan mal no es que te vaya a obligar a otra cosa que no sea mi diversión.

 

Con pesar colocó la enciclopedia en su escritorio y camino con dirección a la puerta de su habitación, necesita procesar todo lo que está ocurriendo y con el chico que no deja de hablar no llegará a ningún lado.

 

  -¡¿A dónde crees que vas?!

 

El azabache se puso rápidamente de pie con la intención de seguirlo, aunque igual fue ignorado por el otro. O eso hasta que Sinbad escuchó un ruido seco y se giró solo para ver que el joven se había desmayado. Bien podría dejarlo así y huir del sitio era una opción muy tentadora, pero algo en su interior le impidió hacerlo. Se acercó y le tomo entre sus brazos, dando suaves palmadas a su rostro para hacerle reaccionar pero nada. Le removía de los hombros y le llamaba, claro sin utilizar su nombre pues no lo sabe pero todo esfuerzo resultaba inútil. Las ansias se apoderaron de su ser al notar que cada vez estaba más pálido, frío e incluso un poco rígido. Se tensó. ¿Acaso se estaba muriendo? No sabía si le agradaba o no pero definitivamente no quería verlo morir. Miraba desesperado todo objeto a su alrededor hasta que se encontró con la raíz de todos sus problema. Cargó al joven y le colocó cuidadosamente sobre el lecho, se dirigió a su escritorio y comenzó a pasar las paginas violentamente hasta que llegó con la respuesta que buscaba."Cuando uno de estos seres llega al mundo terrenal, sufrirá una grave descompensación por el cambio abrupto de aura. Para los demonios de nivel bajo se traduce en un simple mareo o náuseas, pero entre más poderoso sea este peor será el malestar. Los de nivel más alto pueden morir." Releyó la última frase como cinco veces. Su problema es más grave de lo que pensó no solo invocó un ente del bajo atral, sino que además parece que sobre su cama tiene a toda una celebridad, se concentró en el texto, no es momento de estar pensando en otras cosas. "Lo importante es que tiene solución, basta con que le de a comer algo de este mundo. IMPORTANTE Debe entender que lo que pruebe le volverá adicto. Podrá comer otras cosas pero será casi como una droga, por eso el invocador debe pensar cuidadosamente en la opción más cómoda y sencilla de satisfacer. Pueden ser líquidos o sólidos."

 

Un gemido de dolor del joven llamó su atención y bajó corriendo a la cocina con tal velocidad que casi se va de cuernos por las escaleras y más considerando su ahora precario equilibrio por culpa del yeso. Su madre le observa en silencio pero no dice nada. Lo primero que aparece en el rango de visión del chico fue carne cruda, negó aterrado con la cabeza, el otro ya es un demonio, no quiere convertirlo en mitad vampiro, luego se posa en las zanahorias, conejo. En la lechuga, cabra. Cerveza, ebrio. Y mil y un peros le puso a todo en tan solo quince segundos. Hasta que un olor llamó su atención, sonrió y tomo uno de los frutos que jamás faltan en su casa. Volvió tan rápido como pudo a la habitación y se sorprendió al ver despierto al joven, pero doblado de dolor. Esto debía ser en verdad malo se acercó e intentó tomarlo en brazos, pero fue apartado por un rudo movimiento del azabache que aún adolorido le miraba con rabia.

 

  -No quiero tu lastima.

 

-¡No lo es! ¡Estoy preocupado! Todo ha pasado muy rápido pero podemos intentarlo, no sé si pueda cumplir con el hecho de convertirme en tu esposo, pero prometo poner de mi parte, podemos empezar siendo amigos y ver si llega a más.

 

-¿Amigos?...¡ung!

 

  Completamente exhausto cayó en los brazos de Sinbad que le tomo del mentón para darle el fruto, pero el oji rubí apenas si lo veía, y ya no se diga realizar movimiento alguno. Desesperado intento darle el alimento pero ni eso podía. Ayudado de sus manos separó los labios del mayor pero este no hacia más. No podía simplemente meter todo el fruto o terminaría por asfixiarlo, claro en caso de que lograra introducirlo. Así que mordió un pedazo del durazno y se acercó dando un suave beso que le ayudó a llevar el fruto a su objetivo. Este lo trago pero continuaba débil, es obvio que tendrá que repetir el proceso más de una vez. Entre más lo hace más se sonroja y por primera vez en la vida la vergüenza le invade. Y más al notar que el demonio no es el único que se hará adicto a algo. Porque lo admita o no ha disfrutado el sabor de los suaves labios. Cuando del durazno solo queda la semilla y el joven duerme placidamente en sus brazos le recuesta sobre la cama para permitirle el descanso. Se levanta, toma el libro y le lleva consigo para sentarse a un lado de su ahora esposo. Es claro que si van a vivir juntos tiene mucho que aprender. Pero luego de leer el prólogo se queda profundamente dormido, no es que sea muy bueno en la lectura.

 

El peli morado comenzó a cabecear hasta que cayó de lleno al piso, enseñanza de la vida,  nunca duermas sin el soporte adecuado. Se levanta y mira por la ventana notando que ya es de noche, aunque igual no tiene ya nada que hacer. Realiza su clásico ritual para meterse a la cama, aunque más dormido que despierto por lo que no recuerda ni ve al demonio que esta en ella.

 

  .....................

 

Con una ligera jaqueca Judal abre al fin sus ojos por la mañana. No esta muy seguro de lo que pasó solo que seguramente fue culpa de Ithnan que no le dio los pormenores de visitar el mundo humano. Un poco más y la hubiera palmado, por fortuna el idiota de su marido le ayudó, y hablando de ello ¿en dónde esta? Pronto ve una silueta a su lado sobre la cama, tira de las sábanas y su rostro se pone pálido al encontrar al menor ¡completamente desnudo! Como no le espió todo el tiempo no estaba enterado de que es un degenerado, y luego recuerda lo de las revistas. Esta claro que tiene severos problemas de personalidad. Esta a punto de lanzar un hechizo con la intención de quedarse viudo cuando sus ojos se quedan fijos en el perfecto abdomen de Sinbad. Por un par de segundos le da envidia pues a pesar de ser más joven que él tiene un cuerpo más varonil, aunque esto ya lo sabía. Luego sonríe satisfecho, nadie que se digne de ser su esposo puede tener peor cuerpo que él. Lo lucirá orgulloso por donde lugar se pasee...ahora que cae en cuenta ¿la gente de ese lugar le ve? ¿O solo Sinbad?

 

-Nah, da igual, tarde o temprano lo descubriré.

 

  Se levanta de la cama y se dirige a tomar un baño, nunca ha usado uno humano pero no debe ser muy difícil. Y lo primero que hace es retirarse cuanta prenda y adorno tiene en el cuerpo al igual que deshace la trenza para dejar en libertad su largo cabello que debido a ello se arastra por el piso, siempre y cuando no tropieze con el todo bien.

 

.........................

 

El peli morado despierta adormilado, madrugador no es. Lo único que agradece con el alma es que es sábado y no tiene que ir al colegio porque tiene una flojera monumental. Además el anterior fue un día...¡Ayer!

 

Se sienta de golpe recordando de súbito todo lo ocurrido con el demonio, le busca con la mirada y le encuentra casi de inmediato o eso cree. ¿Qué no lo que mira es una hermosa jovencita que se pasea desnuda por su habitación? Se sonroja ante su pensamiento, se levanta dispuesto a prestar ayuda pues se ve confundida, el otro le nota y se voltea dejando en claro que es un chico, uno de muy buen cuerpo.

 

   -¿Cómo rayos se utiliza esto?-señala la regadera y tina.

 

-¿Qué no toman baños en el infierno?

 

-No seas tarado es obvio que si, pero ahí no tenemos...lo que sea esto. Cuando quiero tomar uno voy y me meto al río.

 

-¿Y el agua no esta fría?

 

-¿Dah?-le puso una expresión que indicaba lo evidente.

 

-Tienes razón, fue tonto...bueno pues...has ahorrado mucho trabajo ahora que estas desnudo.

 

-Y ni sigas mirándome que me desgasto.

 

-Si, lo que digas. ¿Ves estas botellas de aquí?

 

-Si.

 

-Son shampoo y jabones corporales, también hay jabón en barra.

 

-¿Y cuál usas tú?

 

El menor se acercó en plan seductor y se colocó a un lado alzando el brazo de manera galante hasta dejarlo a un costado de la cabeza del mayor, que sin importar la edad es un poco más bajo de estatura que el, lo que irrita a Judal pero lo deja pasar en pro de la limpieza corporal. Si bien no le hace falta la necesita con urgencia para quitarse el aroma de Sinbad que le pone de nervios, pues le agrada más de lo que quisiera admitir.

 

-¿Acaso quieres tener la misma fragancia?-expreso con voz melosa.

 

  Acto seguido el azabache tomo el jabón de barra más pesado y lo lanzó al rostro de su esposo que logró agacharse para evadir el impacto, no así la pobre ventana que se hizo pedazos. Antes de que pudiera hacer algo su madre entró asustada por el ruido, abriendo la puerta de golpe. Su hijo casi sufre un colapso nervioso ¿cómo iba a explicar al...?

 

-¿Eh?

 

Ahora si va a sufrir un infarto, su esposo ha tenido la maravillosa idea de contonearse por el sitio buscando quien sabe qué y mostrando cínicamente su entera desnudez a su madre.

 

-¡No es lo que parece!!!!

 

Grito por fin, el oji escarlata le ignoro y su progenitora le encaro reprobatoriamente.

 

-¿Ah no? Y la ventana se rompió mágicamente supongo.

 

<<-¿Eh? ¿Acaso no lo ve?>>

 

  Respiro aliviado y pensó rápidamente una excusa.

 

-Lo siento madre, trataba de tomar un baño pero mi equilibrio no es bueno luego del yeso y resbalé lanzando el jabón por la ventana.

 

-¿Estas bien?-le cuestionó preocupada.

 

-Si.

 

-Por el vidrio no te preocupes, luego le digo a tu padre que lo cambie, en un rato esta el desayuno si quieres bajar.

 

-Gracias.

 

Y así Esra les dejó solos.

 

-Mentiroso-dijo Judal molesto.

 

-Nos meteríamos en problemas si le digo la verdad, además no mentí, alguien quería darse una ducha, el jabón salió volando en dirección a la ventana y me resbalé equivandolo por culpa del yeso. ¿Dónde estuvo la mentira?

 

-Eres un manipulador.

 

  -¿Te molesta?

 

-No lo sé, pero al menos es interesante. Ahora dime como rayos hacerlo o me voy a enfermar por andar sin ropa.

 

-¿A los demonios les pasa?

 

-Salvo el hecho de que pasados los dieciocho no envejecemos y usamos magia somos como un humano normal, o eso me dijo Ithnan alguna vez.

 

-¿Es decir que puedes morir?-se tensó ante la frase salida de sus propios labios ¿no ayer presenció casi eso?

 

-Si-dijo con molestia-pero no será fácil creeme.

 

-Entonces te ayudo, no quiero que te hagas daño, suficiente tuvimos con el susto del día anterior.

 

Esta vez las palabras de Sinbad sonaron tan sinceras que no pudo evitar sonrojarse, para su suerte el otro no lo notó.

 

-A todo esto ¿cómo te llamas?

 

-¿Y qué no vas a decirme primero tú?-aunque ya lo sabía no quería verse muy obvio.

 

-Sinbad.-Sonrió con sensualidad y tomo instintivamente la mano del mayor y la beso con ternura.-encantado de conocerte ¿me darías el honor de saber tu nombre?

 

-Judal.

 

-Con que Judal.

 

  Sin saber por qué el oji carmín perdió la fuerza en sus rodillas provocando que estuviera a punto de caer, pero fue tomado por Sinbad que le acercó a su cuerpo con instinto protector.

 

-¿Estas bien? ¿Aún te sientes mal?

 

-Tan solo resbalé, ahora enseñame a usar esto.

 

-Ah es verdad.

 

Luego de una discusión del mismo tipo tras otra llegaron al punto en que Judal se encontraba en la tina con Sinbad lavando su largo y delicado cabello, las caricias en su cabeza eran tan delicadas y agradables que terminó por quedarse dormido. El menor lo enjuago y cuando tuvo la oportunidad rozo sus labios...con los propios, tal como lo imaginó se ha hecho adicto a ese sabor. Deshizo el contacto solo para escuchar un estornudo del peli negro, le movió de los hombros percatandose que a pesar de su cuerpo atlético tenía lindos rasgos delicados, con esa diminuta cadera, el chico por fin despierta y sale de ahí cubriendose con una toalla, se seca, viste y tira en la cama con la intención de dormir. No esta cansado, es un extraño sentimiento que no ha conocido con anterioridad pero que llena su alma de felicidad y su mente de tranquilidad, sin importar de que pueda tratarse no se quejará si puede continuar así.

 

El móvil de Sinbad suena y rompe su burbuja romántica, muy a su pesar el chico contesta.

 

  -¿Bueno?

 

<>

 

-¡Oh Jafar!

 

Judal reacciona ante la mención de ese nombre porque sabe a la perfección de quien se trata, arrebata el aparato e intenta lanzarlo lejos pero es recuperado por el dueño que le mira confundido.

 

-¿Qué sucede?

 

  -¡No quiero que te vayas con él!!!

 

Gritó con la voz más potente que pudo hacer, sentía una opresión en el pecho que nunca había experimentado y le asusta. Es lo que los humanos conocen como celos. Temblaba de coraje y casi le fulminaba con la mirada. Se había esforzado tanto por estar al lado de Sinbad y este le ignora a la primera oportunidad para concentrarse en el mocoso ese que parece perro fadero. Respira agitadamente controlando el gran impulso que tiene por golpear al menor que aún sin entender del todo la situación le da un fuerte abrazo que le hace sonrojar.

 

-Sigo pensando que todo es extraño y es imposible que lo acepte todo así nada más; pero en verdad quiero conocerte, entenderte y contarte sobre mi. Quiero que platiquemos de los motivos que tuviste para venir. Como te dije antes se que ahora somos esposos y voy a respetar esa relación, pero podemos empezar por trataron como amigos, ahora deja que conteste mi teléfono, quizá quiera ir a algún lado-sonrió con dulzura-y no tengo inconvenientes para que me acompañes.

 

El oji rubí asintío un tanto confundido, su amado hablo con Jafar y quedaron de verse en el parque. Luego de tomar un rápido desayuno que dejó a su madre anonadada ante su voraz apetito se pusieron en marcha. En el camino Judal corroboró que de manera natural es invisible ante los ojos humanos, pero si utiliza su magia cualquiera puede verle como si fuera un ser humano más. Y es claro que con esa llamativa forma de vestir es el centro de atención de cuanto ser vivo se cruza en su camino. Aunque eso para nada molesta al oji miel que con ese gran ego del que es dueño siente que presume un gran trofeo de esta manera y sonríe con maldad sin que Judal pueda verlo por andar impresionado con todas las cosas en el sitio y que son una novedad para él. Si pudiera verse el aura de los dos se notaría que la del azabache rebosa de alegría y en cierta manera es pura; la del contrario es oscura y pesada capaz de asfixiar a la gente. ¿Quién es el verdadero demonio?

 

-¡Mira hay un gran árbol de la cosa esa que me dijiste que se llaman duraznos!-gritó emocionado Judal.

 

  -Vamos a verlo.

 

Contesto el peli morado.

 

<<"-Te tengo en mi poder amor.">>

 

Fue el pensamiento de este último mientras tomaba de la mano al joven, como si gozara de manipular su voluntad. ¿Qué tanto puede torcer el destino de su esposo? ¿Qué tanto puede corromper a un ente del más allá?

 

"Los humanos no son como nosotros, no tienen problemas con mentir."

Notas finales:

Bueno, pues como me dieron ganas de subir la conti aquí ando, aunque me muero de sueño por ello espero no haya quedado muy raro XD. Si no fuera porque se me ha ido la inspiración para el lemmon lo hubiera escrito gustosa en esa bañera XD por eso esta historia no tiene, pero si fan service. No puedo resistirme a escribir una relación cachonda entre ellos, que diferente de mis Judala, bueno no todos XD. Sin más nos vemos la próxima y muchas gracias a los que leen!! :)


 


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