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It was my destiny to find you por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hi!!

Aquí otro capítulo de este fic

Iba a publicarlo el catorce porque hay algo de cursilería y todo eso pero pasaron muchas cosas y ya no pude

Espero les guste, y perdonen lo meloso

Nos vemos en las notas finales

*.*

Apenas bajó del tren fue corriendo a su departamento. No entendía el porqué de sus latidos rápidos e infrecuentes

 “No puedo querer ver a ese idiota… ¿o sí?”

Subió las escaleras hasta llegar a la puerta de su hogar y lo encontró parado junto a la puerta mientras observaba el cielo lleno de estrellas. Llevaba una bolsa de regalo en la mano izquierda, una botella de vino en la derecha y mantenía una expresión relajada con una sonrisa apenas visible.

Se quedó un momento en silencio observándolo. Recordó el cómo lo conoció y sin duda tuvo que reprimir la carcajada que amenazó con romper el agradable silencio.

Sí que fue todo un idiota, decirle a la persona a la que acosas que lo acosas se consideraría estúpido pero… “Qué no es estúpido cuando se trata de ti, Bakamoto”

Él dijo que quería ser solo su amigo, pero claramente no se comportaba como uno. Las invitaciones para salir, los detalles que tenía con él no eran los de un simple amigo.

A pesar que Gokudera lo sabía desde el primer “Está bien” que dio como respuesta al más alto cuando le preguntó si quería ir a por un helado, no lo alejó, todo lo contrario, muy dentro de él, tenía la necesidad de conocer a ese chico que de la nada se le acercó para decirle “Sé que no me creerás pero, desde que te vi no puedo evitar pensar en ti, lo siento”

“Sé que me lo niego hasta a mí mismo pero… hay días en los que tampoco puedo dejar de pensar en ti

-¿Te gusta la película Hayato?-Los ojos de Gokudera estaban brillando mientras veía el filme de zombis- jaja- acarició con uno de sus dedos la mejilla del albino- me alegra que sea así, no sabes cuánto- sonrió ampliamente

-Tienes helado aquí- acercó su pulgar a la comisura de los labios de Gokudera para limpiar la crema de vainilla- jaja no tienes porqué sonrojarte, aunque te ves aún más lindo

-¡Cuidado!- el moreno tomó de la cintura a Gokudera y lo volteó rápidamente recibiendo todo el lodo que una bicicleta hizo salpicar por pasar rápidamente sobre un charco- ¿estás bien?

-¿Por qué lo hiciste idiota?... mira tu ropa

-¿Por qué dices?- apoyó su puño bajo su mentón como expresión de estar pensado- porque así tengo una excusa de ir a tu departamento y pasar más tiempo contigo

Los recuerdos de sus salidas y el tiempo que pasaban juntos se agolparon en su mente y lo desconectaron del mundo un momento.

Una voz lo sacó de sus pensamientos y abrió grande los ojos al darse cuenta quien se encontraba frente hablándole.

-Pasa algo ¿Gokudera?, no respondiste a mi saludo mientras me acercaba a ti

-¿Eh?, no… no me pasa nada- miró al moreno y notó que su nariz estaba un poco roja-“Esperaste mucho…idiota”-hace frío, pasemos de una vez

-Claro- Yamamoto sonrió ligeramente y tras unos minutos ya se encontraban dentro del departamento

El moreno le entregó la botella de vino a Gokudera y observó como este se dirigía a la cocina. Apretó el asa de la bolsa de regalo, la cual llevaba una tarjetita y se armó de confianza. Había practicado durante dos días pero de todas formas se encontraba sumamente nervioso.

-Bakamoto, siéntate, pondré el pavo en el horno y esperaremos a que cocine

-Sí

Gokudera observó la bolsa de regalo que estaba al lado del pelinegro desde la cocina y no pudo evitar sentirse feliz.

“¿Es un regalo?- sonrió- me gustaría ver la expresión que pondrá cuando me la de… ¿será seria o avergonzada?”

Tras terminar sus asuntos en la cocina, el albino se dirigió a la mesa donde se encontraba el moreno. Lo miró con su expresión de siempre y esperó a que Yamamoto hablara.

Como siempre tuvieron una charla amena, sin que faltaran unos ¡idiota!, ¡Bakamoto!, ¡Estúpido friki! Y demás insultos que para el estudiante de negocios eran la manera de Hayato de demostrar el cariño que le tenía.

Siempre que salían hablaban mucho acerca de la universidad o cómo les iba a cada uno en sus trabajos de medio tiempo. Gokudera sabía por lo que le había  dicho Yamamoto, que ayudaba a su padre con su restaurante de sushi, que sin duda era un excelente cocinero y que esperaba un día fuese para que le cocinara algo especial.

Luego de escuchar el sonido del horno, el cual indicaba que el pavo se encontraba listo, Gokudera se dirigió a la cocina. Esta vez Yamamoto lo acompañó, pues quería ayudar a poner la mesa y sacar el vino del congelador.

Luego de unos 15 minutos todo estuvo servido y se sentaron uno frente al otro con una copa de vino para cada uno. El albino estaba algo avergonzado, la manera en la que se encontraban asemejaba a una pareja celebrando su aniversario y provocaba un ligero sonrojo en sus mejillas.

“Tsk… tonterías”

Comieron y conversaron nuevamente de cosas triviales, acerca de sus familias, compañeros y demás. Entre toda la tertulia Yamamoto le preguntó a Gokudera acerca de si Tsuna y Hibari se conocían.

-Solo lo ha atendido en el café, nunca han hablado, ¿Por qué lo dices?

-Pues- Yamamoto tomó un sorbo de vino para luego mirar a Hayato- ¿recuerdas cuando nos vimos en el comedor?, Hibari se encontraba allí también y me preguntó si conocía a tu amigo

-¿En serio?

-Aunque luego me evadió diciendo que le pareció que lo conocía de algún lugar nada más… pero para mí que hay algo más

-Quien sabe, quizá tengas razón Bakamoto

-Ehh… me gustan tus apodos de cariño

-Tsk, cállate- Gokudera juntó las manos para agradecer por la comida, a lo que el moreno le imitó

- Te ayudo con los servicios- El moreno levantó algunos de los platos y al igual que el albino se dirigió a la cocina- ¿Sabes? La cena estuvo deliciosa

-G-Gracias- se sonrojó un poco por la sonrisa que el moreno le había dedicado

Colocaron en el fregadero la vajilla y copas para luego ir hacia el sofá en la sala. El moreno fijó su mirada en el reloj de pared.

“Las 11 pm… falta poco”

-Aún faltan para las 12, ¿qué quieres hacer idiota?”

-El solo  estar contigo este día es suficiente-Yamamoto le sonrió de nuevo para luego mirarlo fijamente

-Tsk, no digas cosas vergonzosas friki- Gokudera prendió la televisión para luego buscar un canal donde transmitieran algún programa navideño

Estuvieron juntos en un silencio muy cómodo hasta que el moreno se fijó nuevamente en el reloj de pared.

“Las 11: 45 pm… ya es hora”

-Gokudera- llamó, obteniendo la atención del aludido- ¿puedes venir conmigo un momento?

-¿A dónde quieres que vaya contigo?

-Solo sígueme ¿Sí?

-Tsk… está bien, tan solo no hagas nada raro

El moreno sonrió y tras tomar de la mano al albino y la bolsita de regalo que se encontraba sobre la silla donde se sentó a cenar, salió del departamento rumbo a la azotea del edificio.

Subieron los pisos faltantes hasta llegar esta en unos cinco minutos y cuando estuvieron en la estancia un silencio sepulcral volvió a reinar.

“¿Por qué me habrá traído aquí?... ¿acaso es necesario que para darme un regalo tengamos que estar en la azotea?”

El moreno dejó la bolsa de regalo que llevaba en uno de las mesas de metal que allí habían, seguro algún vecino las había llevado allí.

-Hayato…- habló el moreno interrumpiendo las cavilaciones del más bajo- tengo algo que decirte, ¿Me escucharías hasta el final sin interrumpirme?

Lo miró con expresión confundida, luego sintió como los latidos de su corazón cada vez golpeaban con más fuerza.

“¿Qué me pasa?”

-Lo haré, puedes hablar tonto

-Gracias- una sonrisa, para luego retomar la expresión seria que tuvo en un inicio, esas que hacían a todas las chicas de su facultad soltar suspiros cada vez que lo veían

-Yo… podría comenzar con un “Me gustas, sal conmigo”, pero prefiero hacerlo desde el inicio. La primera vez que te vi me sorprendí no por ti ¿sabes?, en realidad lo hice por mí.

En ese tiempo estaba saliendo con una chica. Ella era muy linda y buena persona, me apoyaba en todo lo que podía y podría decirse que me gustaba.

Para el festival de setiembre se suponía que iría con ella pero a última hora me canceló.  Pensé en irme pero al final opté por observar un poco antes de hacerlo. Ahora agradezco el haberme quedado.

Llevaba unos 15 minutos yendo de puesto en puesto, algo aburrido porque me encontraba solo y fue allí cuando te vi. Observabas un acto de magia acompañado de tu amigo Tsuna, sonreías ligeramente y tus cabellos se mecían con el viento. Me quedé estático por unos cuantos minutos jaja, parecía idiota. Luego de eso me acerqué más a dónde te encontrabas, mi cuerpo se movía cual imán hacia ti. No te diste cuenta pero te seguí por casi media hora a todos los puestos a los que ibas a observar, lo hice lo más cauto que pude, y para cuando me di cuenta ya estabas por irte junto con Tsuna.

Fue allí cuando la realidad me golpeó y me dije “Wao… como fue que acose a un persona de esta forma… y ¡sobre todo a un chico!”

Nunca me había gustado uno así que me encontraba realmente confundido. Ese día en mi habitación me puse a pensar en lo ocurrido, en cuánto deseaba poder saber tu nombre, en cuánto anhelaba tener una conversación contigo y me regalaras esa sonrisa tan hermosa que podías esbozar por cosas tan simples… “Estaba prendado a ti”

Antes de caer dormido pensé también en Tsuna. La pregunta que rondaba mi mente era “Ese chico castaño era también muy lindo, entonces… ¿Por qué mis ojos solo te seguían a ti? ¿Qué tenías de especial para hacer que me comportara de esa forma? Siguiéndote como un idiota por tanto tiempo”.

Al día siguiente terminé con aquella chica,  era una buena persona y merecía a alguien que solo tuviera ojos para ella.

Luego de acosarte por tres meses encontré la respuesta a la pregunta que me hice antes de dormir el día que te conocí, Gokudera- Yamamoto tomó una de las mejillas del albino con la palma de su mano y la acarició lentamente- Todo tú es increíblemente especial

Desde tus gruñidos cuando Tsuna te fastidia, insultos cuando en la cola del comedor hay demasiada gente, mis cariñosos apodos, tus sonrisas, cuando frunces el ceño, sonrojos, cuando agradeces, pucheros inconscientes, tu disgusto por las zanahorias, tu amor por lo sobrenatural…. Todo, absolutamente todo.

Los tres meses de seguirte me sirvieron para aprender más cosas de ti y a medida que lo hacía me interesaba, pensaba y anhelaba cada vez más.

El día en el que te perseguí, ¿y cuándo no lo hacía?, me había armado de valor para hablarte por primera vez… el resto ya lo sabes. De alguna forma logré acercarme a ti en este tiempo y ahora estamos aquí- Yamamoto dejó libre la mejilla de Hayato y tomó sus manos- parados bajo este cielo de estrellas, esperando juntos a que sean las doce, conmigo tomando tus manos mientras me declaro completamente… muy cursi ¿verdad?- el moreno carcajeó- pero no puedo ser de otra forma

De pronto todo el cielo se llenó de fuegos artificiales, las luces y sonidos estruendosos que indicaban que el reloj al fin luego de tanta espera había marcado las doce

-Yam…

-Gokudera- habló Takeshi- ¿quieres darme una oportunidad?- los ojos del moreno mostraban seriedad y anhelo-  decirte que te quiero, que me gustas como nunca nadie lo hizo creo q ya es muy obvio, me tienes atrapado Hayato, y créeme, liberarme no será fácil- esbozó una sonrisa- persona por todo este discurso jaja, pero necesitaba decirte todo lo que llevaba guardado, ahora yo… escucharé tu respuesta.

Aún había fuegos artificiales adornando la oscura noche aunque iban cada vez más en descenso.

El peliplata observó fijamente a Yamamoto. Pudo sentir el ligero temblor de sus manos ya que sujetaba las suyas mientras le devolvía la mirada. Sintió un ligero calor invadirle por completo, y supo que seguro su rostro se había tornado algo rojo.

¿Acaso podía ser más idiota de lo que ya era?... ¿Porque tenía que habérselo declarado de tal forma? Había sido demasiado vergonzoso.

¿Cómo iba a responder?, tenía tantas cosas que quería decirle también a Yamamoto, pero sus labios no se movían siquiera. Eso lo irritaba.

-¿Hayato?...

Lo vio venir, en el fondo esperaba que el menor lo rechazara pero prefería que se lo dijera directamente a que callara de esa forma, su silencio era lo que menos podía soportar.

El moreno soltó ligeramente las manos de Gokudera y trató de no quebrarse en ese momento.

-Yo…  disculpa, debe ser molesto que un chico te diga algo así de vergonzoso ¿cierto?, no tienes que sentirte culpable por no corresponderme, así que por favor, no te quedes en silencio Gokudera

El albino apretó los puños y bajó la mirada, no sabía cómo comenzar a hablar… pero tenía que encontrar la forma rápidamente.

El moreno apreció el gesto del peliplata y no pudo evitar sentirse culpable… “Esto es por mi”

-Lo mejor será que me vaya, disculpa de nuevo por todo…adiós Haya….

Al escuchar que se iría, no pudo reprimirse. Si no podía hablar acerca de sus sentimientos sería una acción la que lo haría.

Juntó sus labios raídamente a los de Takeshi, sorprendiéndolo. Era casto y solo presionaban los contrarios, pero trataban de hacerle saber a ese friki todo lo que provocaba en él desde que llegó a su vida.

Tras unos segundos se separaron y Gokudera inmediatamente bajó la mirada esperando la reacción de Yamamoto.

Este estaba sorprendido y traía una sonrisa de idiota en el rostro. Efusivamente se acercó a su contrario y lo abrazó posesivamente, apretó la cintura del albino como si su vida se fuera en ello e inclinándose un poco escondió su rostro en el cuello de este.

-¿Puedo interpretar ese beso como un sí?- susurró e hizo estremecer por completo el cuerpo del más bajo

-B-Baka- lentamente se acurruco al cuerpo que lo abrazaba y deslizó sus manos tímidas hacia la espalda del pelinegro- ahora me toca hablar un poco ¿no crees?

-Sí…

Se mantuvieron en la misma posición y el albino  comenzó a hablar de forma calmada.

-No sabes cuánto te odio estúpido Bakamoto- Hayato apretó su abrazo- por tu culpa yo, ya no soy como solía ser.

Desde muy joven nunca me preocuparon cosas como el amor, pero ahora  todo es tan distinto cuando se trata de ti.

Lo de ser chicos no importa porque yo siempre he sido bisexual, salí con hombres y mujeres en Italia, pero lo hacía por aburrimiento, no porque realmente me importara. Los dejaba apenas me aburría, no era importante para mí.

Desde que entraste a mi vida no ha hecho más que cambiar todo lo que había forjado desde hace más de 10 años, te aborrecí tanto por tirar cada muralla de una forma tan fácil.

Cuando me daba cuenta, ya me encontraba pensando en ti y me odiaba por eso… porque mi mente se empeñaba en recordarte y hacer que un calor abrumador recorriera todo mi cuerpo mientras lo hacía.

El albino terminó el abrazo y se separó un poco de Yamamoto para luego mirarlo directamente a los ojos con un hermoso, para ojos de Takeshi, sonrojo en sus mejillas.

-Nunca he estado enamorado de alguien, ni siquiera algo cercano a eso, así que no sé qué es lo que siento por ti…- colocó sus puños en el pecho del pelinegro y golpeo ligeramente con estos- pero si tenerte en mi maldita cabeza cada día, esperar ansioso el verte o una estúpida llamada tuya, que me parezcas el hombre más apuesto del mundo cuando sonríes, enfadarme si hablas de alguna chica o chico cuando estás conmigo, adorar tus gestos amables, añorar tu tacto, tu voz… si todo eso no es algo cercano a ese sentimiento no sé qué sea. ¿Lo aceptarás? ¿Te es suficiente, Baka?

Yamamoto no sabía si reír, llorar o saltarle encima  de una vez. Optó por hacer las tres cosas una después de la otra.

-Claro que acepto, acepto todo de ti… te amo Hayato

Abrazó nuevamente a Gokudera y lo beso. Esta vez no fue un simple roce, pero tampoco fue un contacto atrevido. Tan solo movían sus labios con los contrarios, acariciándose mutuamente, disfrutando cada segundo de aquel ósculo lleno de sentimientos.

El albino pasó sus manos tras el cuello del moreno y así los dos se mantuvieron unidos por unos cuantos minutos.

Tras separarse, el pelinegro tomó el rostro de Hayato con dos de sus manos y le sonrío.

-Ahora, te daré el primer regalo como mi novio

-Ya deja de sonreir, idiota- desvió la mirada y observó como Yamamoto iba hacia la mesa donde dejó la bolsita de regalo, luego de tomarla regresó con él y se la entregó

Gokudera la recibió y al ver que tría una tarjeta se dispuso a leerla y cuando lo hizo no puedo evitar sonrojarse.

“Tsk…”

Para alguien muy especial, feliz navidad, Hayato

Sacó la cajita que había dentro de la bolsa de colores navideños y al abrirla se sorprendió por la hermosa esclava plateada con detalles en negro y un dije en cruz que ahora era suya.

-Es… es hermosa

-Me alegra que te gustara

-Pero, ¿Cómo sabias que yo…

-Ah, eso… pues, cuando te acosaba, una vez pasaste fuera de la joyería y te vi observar muy interesado esta esclava, pensé que te había gustado así que decidí que algún día te la refalaría.

-Pero es algo cara ¡baka!, por eso no la compré, no tenías que…

Yamamoto negó con la cabeza

-Quise hacerlo, acéptala por favor

Gokudera lo miró y sonrió ligeramente

-¿Me ayudarías a ponérmela tonto?

-Claro- el moreno ayudó a abrochar la hermosa esclava alrededor de la muñeca del albino- te queda perfecta

-Tsk…- Hayato golpeó ligeramente con su puño el rostro del moreno- deja de sonreir por todo y vamos al departamento de una vez, debo entregarte mi regalo

-¿Regalo?

-Claro idiota, ¿creías que no tenía un regalo para ti?

-Es que eres tan tsundere que pensé…- una patada en el costado del estómago lo hizo callar

-¿Quién mierda es tsundere?, y vamos de una vez o tiraré tu regalo idiota

-Auch… no me pegues tan fuerte- Yamamoto se irguió- vamos entonces- tomó de la mano a Gokudera y caminó junto a él hasta los pisos inferiores.

Luego de toda la situación cursi y llena de sentimientos vivida por ambos, se sentaron nuevamente a ver alguna película en la sala del albino. El libro de negocios que Yamamoto una vez había comentado que necesitaba con urgencia descansaba en la mesita al lado del sofá, ese había sido el regalo de Gokudera y Yamamoto no pudo estar más feliz, su ahora novio había recordado ese detalle y eso lo hacía demasiado afortunado.

-Son la una, tendrás que esperar a que amanezca para regresar a tu casa, también es importante que pases estas fechas con tu familia

El moreno observó a Gokudera y luego lo atrajo a él en un abrazo, pasando su brazo sobre los hombros de este.

-Lo sé, me iré dentro de unas horas, pero… quiero que vengas conmigo

-Nos seas idiota- el albino lo miró serio- debes pasarlo con tu familia

-Por eso mismo Hayato- Yamamoto lo besó- tú también eres mi familia, ¿por qué no aprovechamos y te cocino algo especial?, además quiero que conozcas a mi familia, sé que es pronto para decirles que eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, pero si quieres puedo decir que eres mi amigo, ¿aceptas?

Esa sonrisa… no sabía si había sido una confabulación de dios o el destino, pero no podía decirle “no” a ese gesto.

-Está bien, pero ni se te ocurra acercarte a mí, no quiero que tus padres se den cuenta que…

Calló, era vergonzoso decirlo… “¿Cómo el idiota podía hacerlo tan fácilmente?”

-¿De qué?

Le gustaba fastidiar al albino y no lo negaba, adoraba hacerlo avergonzar

-De nada

Desvió la mirada hacia la televisión y quiso dar por zanjada la conversación

-¿En serio?, pensé que no querías que supieras que somos novios y que me quieres mucho, pero en fin, que se le va a hacer- El moreno observó de reojo la reacción de  Gokudera y contuvo una carcajada al verlo maldecir e insultarlo en silencio.

-Ven aquí- lo abrazó como lo había hecho antes y recargó su cabeza en la contraria- esperemos juntos a que amanezca

-….s-sí

_____________________________________________________

Navidad, año nuevo…

Las festividades pasaron demasiado rápido para gusto de los estudiantes universitarios. Era ya cinco de enero y debían reiniciar sus clases.

Un castaño de ojos caramelo se levantó muy temprano, tomó una ducha, se vistió con unos apretados jeans negros,  playera blanca cuello V y un par de tenis color negro para luego bajar al primer piso de su hogar rumbo al comedor.

-Okaa-san buenos días-como cada mañana, le dio un beso en la mejilla a su madre

-Buenos días Tsu-kun

Nana le indicó a su hijo que se sentase y luego le sirvió un nutritivo desayuno. Ella se encontraba vestida ya con su ropa de trabajo, era asistente del gerente de una famosa empresa y debía ser muy puntual. Las vacaciones no solo para los estudiantes habían acabado… también lo hicieron para los asalariados.

La casa era menos ruidosa que hace unos días, puesto que su tío y su pareja, Lambo, habían partido nuevamente a Italia. Tanto Tsuna como la castaña los extrañarían mucho, tendrían que esperar a mediados de año para verlos nuevamente.

-Tsu-kun, hoy me iré primero, ten tu almuerzo- le entregó un bento- te veré en la tarde

-Si okaa-san, que te vaya bien

Nana le dio un beso en la frente y salió de la casa.

“Debo apresurarme también”

Comió rápido y salió de su hogar al igual que su madre rumbo a la universidad. Un año más comenzaba y ya se sentía cansado. Y quién no sabiendo todo lo que le esperaba… en fin, solo había que esforzarse.

A pesar de que no habían sido demasiados días sin ver a su amigo, lo extrañaba mucho, ya estaba muy acostumbrado a estar con él y a fastidiarlo, más ahora que andaba de novio con Yamamoto.

Sonrió al recordar cuando el albino le contó la manera en la que Takeshi le pidió que saliera con él, fue divertido apreciar las diferentes expresiones y su sonrojado rostro mientras le relataba la historia cursi llena de amor.

Le alegraba en verdad que Gokudera se hubiese dado una oportunidad con la persona que desde hace tiempo se notaba a leguas que lo tenía babeando, y por supuesto que le alegraba aún más que fuese alguien como Yamamoto, se notaba que era buena persona y haría feliz a su amigo… o eso parecía, ya le había advertido al moreno que pasaría si hacía llorar al peliplata.

“Una lagrima y te juro que te corto las bolas… estas advertido”

Solo recibió un “No te preocupes, lo haré feliz” sumado a una sonrisa por parte de estudiante de negocios… eso le pareció bien.

Negocios…

Mientras bajaba del tren y se disponía  caminar hacia su centro de estudios lo recordó nuevamente.

“Hibari-san… espero volver a verlo pronto”

Sabía que no debía ilusionarse… no de nuevo, pero su mente se encargaba de recordárselo a diario. El día en el que lo llevó en su auto y tuvieron esa plática tan amena. Era agradable estar junto a él, le gustaba la sonrisa burlona que esbozaba ese pelinegro, así como su fuerte voz y mirada profunda.

“Es tan diferente… creo que es lo que más me atrae de él”

Sacudió su cabeza en signo de negación y palmeó con ambas manos sus mejillas.

-Admiración… no dejaré que este sentimiento llegue a más

Caminó por unos minutos más y llegó a la Universidad. A penas ingresar se encontró con Byakuran, el cual lo saludó efusivamente y se le lanzó encima.

-¡Tsuna-chan!

Unos fuertes brazos se aferraron a su delgado y pequeño cuerpo. Se avergonzó al notar a chicas y chicos cuchichear mientras veían la escena... ¿Por qué el peliblanco tenía que ser tan cariñoso?

-B-Byakuran, yo también me alegro de verte… p-pero

-¡Eso me hace aún más feliz!

En lugar de que lograra que lo soltara, Tsuna había logrado lo contrario, era su primer día de clases y ya había armado una vergonzosa escena en la entrada de la universidad, sí que tenía suerte.

Había entrado ya a la universidad cuando alguien le habló repentinamente. No tuvo que adivinar de quién se trataba, con solo escuchar el tono de felicidad de aquella voz pudo adivinarlo. Desde que el chico de nombre Gokudera lo había aceptado, Yamamoto estaba desbordando felicidad. Saludaba a toda la facultad varias veces al día y traía una estúpida sonrisa en el rostro desde que llegaba hasta la hora en la que se iba.

“Que terrible es enamorarse”

-¿Qué hiciste estos días Hibari? ¿Seguro en citas con chicas hermosas eh?

-Puede que sí

-Eso es típico de ti, yo pase algunos días con Hayato… me siento muy feliz de estar con él

-Eso también es típico de ti, y dime… ¿Ya lo hicieron?

El rostro de Yamamoto se sonrojó instantáneamente, el solo pensar en eso lo ponía sumamente avergonzado y no podía creer como el otro pelinegro podía preguntarle aquello con una expresión tan seria y desinteresada.

-N-No todos son como tú… que lo haces con cualquier chica con la que sales

-Solo mato el tiempo

Continuaron caminando y escucharon los murmullos de varios estudiantes, al parecer algo sucedía cerca de la pileta.

Yamamoto quiso curiosear y cuando se acercaron al lugar observaron a dos chicos abrazados muy cariñosamente, hasta parecía que el más alto estaba por asfixiar al contrario.

“Esa cabellera castaña…”

El pelinegro de ojos azul metálico miraba la escena algo enfadado, ¿la razón?, ni el mismo la sabía, solo se irritó de un momento para otro y tenía ganas de golpear a alguien.

-¿Eh? No sabía que Tsuna tuviera novio

Yamamoto observó el ceño fruncido de su amigo y sonrió internamente.

“Sabía que estaba algo interesado en él”

-Vamos a saludar, él es amigo de Hayato

No supo porque siguió al idiota de su autoproclamado amigo, pero si acercándose hacia ellos lograba que ese peliblanco dejase de tocar al pequeño conejo, estaba más que satisfecho.

-Yo… Tsuna- saludó el moreno- es bueno verte

Byakuran al escuchar que alguien saludaba al castaño al fin lo dejó libre, pudiendo así Tsuna respirar nuevamente con normalidad.

-¿Es tu amigo Tsuna?

-Ahh…ahh- respiraba agitado- puede decirse que sí, es el novio de Gokudera-kun

-Entiendo… ¿el otro también es tu amigo?

-¿Otro?

Hasta ese momento el castaño mantenía su mirada gacha mientras tomaba su pecho normalizando su respiración, luego de unos cuantos segundos se irguió nuevamente y fue cuando lo vio.

Alto, con una mirada que expresaba molestia y su típica expresión seria. Hibari Kyoya estaba al lado de Yamamoto, pero en contraste con este que lo miraba con una sonrisa, el de ojos azul metálico lo miraba con algo de enfado… ¿acaso había hecho algo?

-Buenos días Y-Yamamoto, H-Hibari-san

-Oh, ¿Conoces a Hibari, Tsuna?

-Pues…

-Conversamos en una ocasión, ¿No es así, Tsunayoshi?

-S-Sí

-Entonces no es tu amigo-Byakuran posó una mano sobre unos de los hombros del castaño para luego sonreírle ampliamente- ya me iba a poner celoso

Hibari apretó los puños inconscientemente. El moreno trató de evitar soltar una carcajada, el ver a alguien siempre estoico como Hibari perder los estribos era algo digno de apreciar…

“Con que Tsuna eh?

-Si Mukuro  te llega a escuchar…

-No seas aguafiestas Tsu-chan- el peliblanco apretó las mejillas del castaño- yo tengo mucho amor para todos, así que…

Tuvo el impulso de ir y alejar a ese peliblanco de el castaño peor una voz irrumpió la escena.

-Con que tienes mucho amor para todos ¿eh? Byakuran

El estudiante de contabilidad se tensó al escuchar aquella voz. Se alejó lentamente del pequeño castaño y sonrió nervioso al chico de cabellos morados frente a él.

-Ya sabía yo quién era el “peliblanco amoroso” del que las personas murmuraban cuando llegué, eres un maldito infiel

Al lado de Byakuran se encontraba Gokudera, quien con la mirada había saludado a su novio y sonreía divertido por la escena entre el tsundere pelimorado y el “muy cariñoso” peliblanco.

-N-No es lo que parece, solo estaba jugando un poco Muku-chan

-Mukuro, no estábamos haciendo nad…

-Sé que tú no hacías nada Tsuna, no te preocupes- miró con odio a su pareja- puedes morirte, ¡idiota!

Sin decir más Mukuro se retiró del lugar rumbo a su facultad. El miserable de Byakuran podía pudrirse en el mismísimo infierno.

-Byakuran-kun, creo que debes ir tras él

-¿Y-Y si no me perdona, Tsu-chan?- los ojos de Byakuran ya húmedos

-Lo hará, se positivo- Tsuna le sonrió

-S-Sí, me iré ahora, adiós a todos

Byakuran corrió hacia la facultad de contabilidad, él y su novio estudiaban la misma carrera.

Luego de unos segundos Tsuna saludó con una sonrisa a Gokudera y se giró a ver a los dos pelinegros que los miraba algo confundidos.

-Nee, Hayato…no entendí nada, ¿me explicarías que sucedió?

-Que no es obvio, idiota

-¿En serio es tu novio?- Hibari sonrió burlón- no que era “demasiado dulce y cariñoso contigo”

-Que tonterías dices de mí, Bakamoto

-No te enfades, Hayat…

-Tsuna, ya me voy, adiós

El albino se fue del lugar con el ceño fruncido.

-Hayato…-Yamamoto volteó a ver al otro pelinegro- ¡Hibari! Por qué tuviste que decirlo, ahora él se ha enfadado

-No me culpes, yo solo repetí tus palabras

-Pero

-Y-Yamamoto, no creo que Gokudera-kun esté molesto contigo, solo creo que se encuentra avergonzado

-Tsunayoshi tiene razón- Hibari miró a Tsuna provocando que este se sonrojase- si  hablas con él, tu vida de cuento de hadas seguirá como hasta ahora

-Tienen razón- el pelinegro sonrió- iré a buscarlo, nos vemos

Después de haber estado rodeados de tantas personas, ahora se hallaban solos. El castaño estaba avergonzado, no era como si él y Hibari fueran amigos de toda la vida, así que no sabía que hacer exactamente en esa situación ¿Debería comenzar una conversación?

-Entonces, él no es tu novio ¿cierto?

Hibari lo miraba divertido y expectante. Había sido buena idea el hacer que el novio de Yamamoto se enfadara. Sabía que este seguiría casi de inmediato al peliplata y así él podría quedarse a solas con el pequeño conejo.

-¿T-Te refieres a Byakuran?- observó al pelinegro asentir- claro que no, es solo un amigo, él es así con muchas personas

-Y fue encontrado infraganti por su actual pareja ¿verdad?, fue gracioso de ver

-Sí jaja- el castaño sonrió- espero que Mukuro lo perdone pronto

-Tsunayoshi, ¿tienes clases ahora?

Se preguntaba si sería la forma correcta de “abordar a alguien”, él nunca había tratado de hacer algo como eso, y por supuesto, jamás pensó que lo haría por un chico.

-No, vine temprano porque quería ir a sacar algunas copias de los horarios de este ciclo, mis clases todavía comienzan dentro de 2 horas

-Ya veo, ¿te molesta si te acompaño?, mis clases también comienzan luego

-N-No, aunque no creo que ser una buena compañía para Hibari-san

-Yo no creo eso, vamos entonces

¿Podía estar más feliz?, el chico que admiraba le ofreció pasar tiempo con él ¿significaba que quería ser su amigo?...

“Recuerda lo que pasó la última vez, dame”

Su mente se encargó de recordarle que debía andar con cautela y no dejarse llevar por sus emociones… o sino podría salir muy mal herido como la última vez.

-……… ¿no crees?

-¿Eh?

-no estabas escuchando ¿cierto?

-Lo siento mucho, me perdí en mis pensamientos

-No te preocupes

-¿Podrías repetirme lo de antes?

-Preguntaba si la comida que servían en el comedor te parecía buena o no

-Ah, pues, prefiero mil veces la que hace mi madre

-Por tu expresión seguro es muy deliciosa, ¿me dejarías probarla alguna vez?

Su corazón saltó y agachó la mirada inconscientemente. Sabía que no era bueno dejar que una persona se acercara a él tan rápido, pero Hibari le inspiraba confianza, además que se había prometido no sentir nada más que admiración por él… no había problema.

-S-Sí quieres hoy podemos comer juntos y puedo darte de mí bento…. Aunque si no quieres no tengo problema yo…

-Me parece bien, te veré fuera del comedor a la hora de almuerzo

-S-Sí

¿Podía ser más lindo? Tsunayoshi era demasiado adorable. Ninguna mujer con la que había salido había causado en él las sensaciones que el pequeño conejo lograba. Cada minuto que pasaba quería hacer un completo desastre de él, ver la expresión que tendría durante el sexo, escuchar su voz diciendo su nombre… eso y también observar más de las sonrisas que esbozaba, conocer más de sus gustos… algo iba mal en él.

-Vamos a sacar las copias que necesitas y después a caminar por ahí ¿Te parece?

-Ah, sí, me parece bien

Le sonrió y caminaron juntos al puesto de copias, a su manera trataría de acercarse cada vez más al castaño, aún no sabía si sentía algo más que lujuria por él, pero si se pasaba más tiempo a su lado sabía que tarde o temprano lo entendería.

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-Entonces nos veremos a la una para almorzar, no lo olvides

Un pelimorado se acercó y le dio un beso a su novio

-No lo haré Skull- abrazó la cintura del más bajo- ahhh, no quiero dejarte ir- hizo un puchero

- No seas tonto Colonello, tienes clases ahora, así que apresúrate- le dio otro corto beso al rubio y luego sonrió- en la noche te recompensaré ¿está bien?

-Eso suena muy tentador- sonrió- está bien

Dejó a su novio y se apresuró a salir de su oficina rumbo al departamento de Biología, el deber era primero, lamentablemente.

Notas finales:

¿Les gustó?

Espero que sí xdd

Fue cursi pero, así fluyó mientras escribía, gomen si fue muy... ustedes entienden

Sé que el fic avanza algo lento, hago todo lo posible, las ideas no me vienen rápidamente, es por eso que apreciaría si alguna de ustedes me diese algunas ideas en algun comentario... no sé, cómo les gustaría que siguiera, que les gustaría que pasará... claro, si quieren :)

Nos leemos luego, tartaré de actualizar "El tunel de la ambrosía cuando pueda"

pd: L aapricion de skull es mi regalo por el dia de la amistad para KratSN1827 ...oka san <3 <3 TKM

Ahora sí, me voy

Muchos besos!! <3

BYE BYE


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