Pov luffy
Me sentía devastado luego de que Zoro terminara conmigo en aquella cafetería mis ganas de vivir se fueron de paseo, lo único que quería era desaparecer. Tendría que pasar por el departamento a buscar mis cosas, debía hacer tiempo a que Zoro lo desocupará también. Fueron tiempos maravillosos que pase a su lado pero cuando el amor se acaba no se puede hace mas * ya no te amo, me enamore de otra persona* esas palabras se quedaron grabadas en mi memoria como si fueran agujas una y otra vez pinchaban mi ser, camine por un parque hasta que pusiera calmarme.
De pronto aquel chico que vi en la cafetería, ese de ojos grises y mirada fría se sentó a mi lado ofreciéndome un pañuelo, se quedo en silencio, cuando pude calmarme le dije mi nombre y él el suyo, vi los tatuajes que tenia en sus manos y me llamo la atención, me pregunto si le habrá dolido, después de un rato en silencio decidí que seria mejor ir hasta el departamento a lo mejor ya estaría desocupado debería llamar a Sabo para que me pasara a buscar, me levante de mi lugar – bien a sido un gusto traf.. troff. Ush es difícil jeje.. torao! Así es mas fácil.- valla que tiene un apellido difícil.- estire mi mano para darle su pañuelo pero este me dijo que lo guardara, me pareció lógico, quien querría un pañuelo usado? Yo no.
Antes de marcharme me invito a cenar, pero no podía, quería cerrar ese capitulo de mi vida , y darle un pequeño respiro, así que rechacé su invitación que lo dejáramos para otra ocasión, anoté mi numero rápidamente en un papel que él me entregó y le dije que me llamara dentro de tres días. el acepto con una pequeña sonrisa y pude ver en sus ojos un brillo especial
Caminé sumergido en mis pensamientos con un leve sonrojo debía aceptar que desde la primera vez que nuestras miradas se cruzaron algo en mi despertó, de pronto la duda se apodero de ni, será que me llamara? Supongo debo esperar al correr de los días, pero no quería darle vueltas a ese asunto, aun la herida de la ruptura estaba muy a flor de piel, aun no entendía como me dejo así de la noche a la mañana, tantos años tirados de golpe camine sin mirar atrás hasta salir de ese parque una cálida sensación llegaba a mi cara vez que recordaba esos ojos grises penetrantes, eran como una caricia a mi alma destrozada. Suspire y empece a caminar recordando una vez mas los momentos vividos, no lloraría ya no, no le guardo rencor a Zoro ni mucho menos a Sanji el amor es así llega cuando menos te lo esperes y espero que en verdad sean felices juntos se lo merecen,
Quizás la suerte o el destino me estén dando una nueva oportunidad de sacar este dolor y los miedos que tengo solo queda esperar. El tiempo sabrá curar la herida o tal vez solo tal vez un joven de ojos grises.