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Meleth Nin por kazen_nova17

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Notas del capitulo:

Holiiii boliii <3

Nueva actualización de este beio fic <3

Realmente amo escribirlo

Gracias por leer y  x-nxsky-x gracias por comentar, realmente amodoro leer tus comentarios <3 me encorazonan <3 

Un cao algo corto, <3

 

La estancia del Señor de Lórien en Mirkwood se prolongo a un mes y medio, los elfos de dicho reino estaban más que encantados con el elfo sabio, y es  que Celeborn ayudaba en cuanto podía, en todo momento y en cualquier lugar, incluso ayudo con algunas ideas a mejorar las cosechas o el sistema  de riego del reino.

 

Todos estaban tan contentos, excepto Thranduil.

 

Celeborn no había desaprovechado ninguna oportunidad para hacerle presente el supuesto gran amor que sentía. Lo sentía más como una burla hacia su persona que como una declaración seria. Y si eso en un principio  flaqueo con su actuar, ahora estaba más que decidido a ignorar al Lord.

 

 El sol apenas se asomaba al horizonte, sin embargo Thranduil recorría los pasillos leyendo unos importantes informes del reino con una coma de vino en la mano libre, estaba tan enfrascado en la lectura que no sintió la presencia del teleri. Celeborn había dormido más que suficiente, comenzaba a cansarse de no hacer nada, pues debido al accidente con los orcos le negaban su salida a expediciones al bosque y menos a las fronteras del reino, no es que fuese el mal trato de los elfos verdes, no, esto se debía a las órdenes dadas por Thranduil después de su accidente.

 

 

Aprovechando el descuido del monarca, llegó hasta el lado de este robándole la copa de vino de manera juguetona.

 

 

─Veo que alguien despertó con muchas energías hoy─ Comento retirando su visión de los documentos.

 

 

─Buenos días─ Saludo el mayor risueño, a Thranduil le causaban una irritación incomprensible esas sonrisas que expresaba todo el día, ¿acaso no se cansaba de sonreír a cada momento? ─ Veo que no amaneció muy bien ─

 

 

─Mi día iba bien hasta que apareciste Celeborn─ Por primera vez en el día, la cálida sonrisa del Lord  perdió fuerza volviéndose una triste mueca, acto que no pasó desapercibido para el sindar que no pudo evitar sentirse mal.

 

 

─Lamento que mi presencia sea un estorbo para sus actividades Rey Thranduil. ─ De pronto aquella pizca de alegría que inundaba el aire fue reemplazada por una más tensa, más gris. Thranduil soltó un cansado suspiro, por qué  se sentía mal al ver así al Lord. ─ Hm…¿desayunaste? ─

 

 

─Justo iba a ello ─

 

 

─En tal caso, comeré después de ─

 

 

─No es necesario, puedes comer conmigo ─ Nuevamente pudo ver un brillo de emoción en los ojos del teleri, sonrió para sus adentros, era fácil de sobrellevarlo.

 

 

Se sentaron en la espaciosa mesa a la espera de los alimentos, Thranduil tenía la fija vista en los documentos, sin embargo podía sentir  la poderosa mirada del Lord sobre él. Trató de ignorar aquel hecho concentrándose aún más, qué insistente podía llegar a ser aquella mirada.

 

 

 

─¿Son unos documentos muy importantes? ─

 

 

─Es la cantidad de alimentos recaudados esta temporada, el invierno está cerca, el reino debe prepararse para ello ─ Celeborn asintió pensativo, mientras comenzaba a probar la comida traída hace unos instantes. ─Me imagino que tu reino debe estar haciendo los mismo preparativos ─

 

 

─Confió en que ya lo han hecho ─

 

 

─¿Piensas pasar el invierno en Mirkwood? ─ Cuestiono de manera disimulada

 

 

─Estaba pensando en ello, todo dependerá si el Rey de Mirkwood permite alargar mi estadía ─  Thranduil dejo reposar los cubiertos en su plato  llevando toda su atención al teleri.

 

 

─No puedo prohibirte tu entrada ni la estadía en mi reino, pero tu comportamiento en estos dias ha logrado molestarme, ¿Crees que todo lo dejara como si nunca hubiese pasado? No Celeborn, ten presente que tu persona ha perdido credibilidad y respeto para mi ─

 

 

─Nada de lo que dije en este mes ha sido falso, ni una sola palabra. Thranduil en verdad yo ─

 

 

─No sigas este juego Celeborn, al inicio pudo haberte parecido una idea graciosa, pero   ya basta ─

 

 

─No ha sido ningún juego, ¡Qué debo hacer para que realmente creas en mis palabras! ─ Estaba subiendo la voz ─ no…¿Qué debo hacer para que creas en mis sentimientos? ─

 

 

─Los dices a cada momento, van perdiendo credibilidad, realmente los veo como una burla hacia mi ser ─ Celeborn, notablemente herido se levantó de su asiento, Thranduil volvió a dirigir su atención a sus papeleos, sin embargos estos fueron cambiados por el rostro del Lord cuando esté llegando a su lado atrajo su mirada.

 

 

─No miento ─ Los ojos del teleri brillaban con determinación. ─ Thranduil, Rey de Mirkwood, yo, este teleri está profundamente enamorado de tu ser ─ El afligido rostro del Lord era lo único que veian las orbes  del aludido ─ Este sentimiento no nació hoy, ni ayer, yace tanto tiempo en mi pecho que es sumamente profundo. Créeme cuando te digo que me arrepiento de no haber tenido más valor en un inicio para decírtelo. Temía tanto al rechazo que solo callé y te amé en secreto. ─  Thranduil se notaba incómodo.

 

 

─¿Qué clase de broma es esta?─

 

 

─¡Thranduil! ─ Chillo ya exasperado el señor de Lórien ─ Estoy frente a ti, después de tanto haberlo decidido, días de haber pensado en las posibles consecuencias,¿ y tú solo lo tomas como una broma? ─

 

 

─A estas alturas, si ─  El ceño de Celeborn se frunció notablemente enojado.

 

 

─¡Oh Eru ilumíname! ─ El monarca rodo los ojos mientras se levantaba de la mesa y sin decir más se alejó de esta dejando a un pobre Lord.

 

 

 

**

 

Celeborn apenas le prestaba atención a los comunicados que le daba su capitán. Este mantenía contacto con Lorien a través de las lechuzas entrenadas por el capitán, justo ahora yacían en el jardín, pues una lechuza acaba de llegar con nuevas noticias. Viendo que ni una de sus palabras era oída, Haldir dejo de leer el pergamino para concentrarse en su Lord.

 

 

─¿Qué ocurre mi señor? ─

 

 

─Cuando estamos solo puedes llamarme Celeborn, lo sabes─

 

 

─Que le ocurre, señor Celeborn─ El aludido lo miro reprendiéndolo con la mirada─ Qué te ocurre Celeborn─

 

 

─Ah…querido Haldir, mis sentimientos son rechazados a cada instante─ El Lord se sentó sobre el verde pasto liberando un suspiro de frustración, palmeo a su lado incitando a Haldir sentarse, este solo negó con la cabeza mientras obedecía. ─¿Qué estoy haciendo mal? ─

 

 

─Mi se-…Celeborn, no todo lo que va a ocurrir es tu culpa, si la otra parte se rehúsa a oírte, tus sentimientos nunca serán bien comunicados.

 

 

─Thranduil me comento el pequeño incidente que tuvieron─

 

 

─Me disculpo por tan vergonzoso actuar, pero no me hallaba cegado por la frustración y el miedo, al verlo en tales condiciones. ─

 

 

─¿El gran Capitán de Lórien conoce el miedo?  ─

 

 

─Estoy  a cargo de su seguridad, me sentía infinitamente culpable por lo que había ocurrido, debí haber estado para protegerlo, ese es mi deber como su capitán, pero ello no era excusa para mis actos, el rey Thranduil tenía motivos para enojarse─  Celeborn negó con una sonrisa  en los labios.

 

 

─Nada justifica el hecho de que te levanto la mano─

 

 

Había sucedido en una de esas varias veces que charlaban hasta altas horas de la noche, aunque Thranduil nunca lo fuese a admitir, le gustaba compartir conocimientos con el señor de Lórien, este último era como una biblioteca andante. Y fue en una de estas conversaciones que Thranduil saco a flote el tema de su incidente. Celeborn le había pedido que lo olvide, cosas desagradables debían perderse en el tiempo, pero Thranduil no contento con ello reprendió el trato amistoso que se traía con sus súbditos, especialmente con Haldir, a Celeborn esto lo descoloco y solo logro intrigarlo. El rey elfo aludiendo que por esa confianza que existía entre ellos, su capitán se tomaba atribuciones que no debía y osó a levantarle la voz e incluso amenazarlo con traición. Lejos de enojarse, Celeborn no pudo evitar reír sonoramente y musitar un

“Debió de haber estado muy preocupado, el no suele hacer ese tipo de cosas”   esto solo molesto aún más al sinda quien sin titubear adujo que él no aceptaba aquellas faltas de respeto y puso en su lugar al capitán con algo más que solo palabras.  Inmediatamente la risa de Celeborn se apagó y esta vez fue su turno de reclamar. “No tenías que haber ido tan lejos”  Thranduil no podía creer que Celeborn defendiera a su capitán por sobre el hecho de que este le había faltado el respeto “Te pido disculpas por su actuar, sé que no lo dijo a conciencia” y salió dejando con las palabras en la boca al gran Rey

 

 

 

─No debió hacerlo, sin duda eso lo molesto más, lo que explicaría porque lo ha estado ignorando todo este tiempo. ─

 

 

─Pero no podía dejar las cosas así, te conozco y sé que nunca harías algo así, al menos no consiente de ello. ─ Despeino las hebras albinas de manera cariñosa, casi paternal─ Conozco tu lealtad, tu valentía y tu coraje─ 

 

 

─El rey tiene razón, no debería tener tanta confianza con sus súbditos─

 

 

─Sabes que eres mi amigo y que para mí no hay distinción alguna en mi reino, a todos los trato con el respeto que se merecen y si se merecen mi confianza, con gusto se las daré. Tú me has demostrado ser merecedor de ella y no solo eso también de mi amistad de la misma manera de que he demostrado ser merecedor de tu amistad. ─

 

 

─No hay forma de que gane ante usted─

 

 

─Bueno, es agradable saberse que puedo ganarte en algo─ Ambos compartieron sonoras risas a la luz del sol que se colaba entre las grandes ramas de los árboles.

 

 

Thranduil paseaba con gran paz por su palacio, no había visto ni oído al lord en toda la mañana, ni siquiera a los Noldor que habían venido con él. ¿Acaso había partido sin comunicárselo? , aquello no era más que un gran insulto y falta de respeto.  Siguió caminando notablemente molesto por aquella acción, no le agradaba aquella idea. No pasó mucho cuando escucho un murmullo en el aire, esa voz le pertenecía al teleri, mas a su lado existía otra, negando el impulso de curiosidad se acercó a una de las ventanas, allá, bajo las ramas de unos grandes robles Celeborn y Haldir reían felices de la vida. Frunciendo las cejas se alejó de la ventana, miro los lirios que esa mañana habían sido dejados en su escritorio  –como ya era costumbre, cada mañana amanecían unos hermosos ramos de flores en su despacho, supuestamente anónimas, aunque no había que tener dos dedos de frente para saber que era   cortesía del señor de Lórien- para luego lanzarlos una de las ventanas con fastidio. El Lord y sus flores podían irse muy lejos de elfica presencia. 

Notas finales:

Les prometo que en el proximo cap moriran de ternura XD

Bai bai <3

gracias por leer

vaya a leer mellon nin que ya se acaba <3 


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