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El ángel, el cazador y el alce por Gabyyy_aion_muse

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Notas del capitulo:

Disculpen que no actualize ayer, tuve un gran problema con mi internet. Gracias y que disfruten este cap n.n

Castiel estaba furioso. Jamás habían podido hacerle tanto daño que de verdad perdiera el control. Y ahora estaba al borde de hacerlo, sólo quería ir a ver a esa perra de Naomi y apuñalarla para acabar con esa repugnante sonrisa suya. Pero debía contenerse. Debía calmarse. Pero ¿cómo podría? Estaba roto, su corazón se había quebrado, sentía como su gracia emanaba por si sola. Pero debía contenerse. Calmarse. Maldición odiaba estar calmado cuando solo quería desatar su furia. Fue por que recordó que necesitaban a esa perra con vida, que se contuvo a sí mismo. No podía solo matarla, porque ella seguro sabía cómo revertir lo que había hecho, y sino al menos sabría como sellarlo para salvar a Dean. Sí. Esto era para salvar a Dean. Esta poseído y en grave peligro, solo debe preocuparse por Sam y Dean. Por su familia a la que tanto ama.- ¿Amor? - pensó, entonces reflexionó un poco. -¿Cómo se llama cuando no quieres perder a alguien? ¿Cuándo quieres protegerlo? ¿Cuándo quieres cuidarlo?¿Cuándo quieres verlo sonreír? ¿Cuándo quieres que sea feliz?¿Cuándo quieres estar a su lado?¿Cuándo te duele verlo sufrir? Todos esos sentimientos que me provoca Dean... ¿pueden ser provocados por un solo sentimiento? ¿Y....ese sentimiento...es...amor? Sí, eso debe ser. Amo a Dean. Lo amo. - y cuándo llego a esta conclusión, toda su ira se contuvo, su mente volvió a centrarse. Comprenderse a sí mismo lo hizo razonar de nuevo. Y ahora que lo entendía, no dejaría que la persona a quien ama muera. No. No. No podía. -Te salvare como sea. Dean- fue lo último que pensó antes de irse.

~

Sam despertó en el impala, se tomó unos segundos antes de poder recordar todo lo que había pasado. Pero se llevó una decepción, pues el ángel no estaba allí. Pero aun así esperaba que lo haya escuchado, si lo había hecho, eso le daría un poco más de contención al alce, quien estaba más triste y asustado, que molestó o frustrado. Su hermano matando inocentes, contra su voluntad, pero para Dean esa no iba a ser excusa para perdonarse a sí mismo, y eso lo sabía muy bien su pequeño hermano. Le dolió tanto verlo así, realmente tanto, ahora su hermano era una puta marioneta más de Naomi. -¿Pero por qué le hace esto a Dean? - susurro el alce.

-Por qué quiere dejarlos fuera de una vez por todas. Y para vengarse de mí. - le respondió alguien.

Sam se giró deprisa.
-¡Cas!- grito saliendo del Impala y abrazó al ángel- No sabes cuánto me alegra verte en este momento. Y ver que estas bien.

- Gracias Sam, no puedo decir lo mismo de ti, pero al menos estas consciente - le dijo preocupado.

-Yo estoy bien. Pero Dean, esa espada, es como si estuviera poseído. Iba a matarme, por suerte él resistió lo suficiente y pude escapar. - le explico al ángel.

-Esta poseído por ella, no tengas dudas. Tyrfing es increíblemente poderosa, y esa maldición también. Yo no conozco como revertir o detener esto. - Sam dirigió la mirada al suelo con pesadez.- Pero estoy seguro de que Naomi lo sabrá, después de todo, ella hizo esto.

Sam lo miro y asintió con mejor semblante.- Espera, antes debemos buscar a Dean y...no se encerrarlo. No podemos dejar que este suelto por ahí con Tyrfing, matara todo lo que vea.

-Lo se Sam, pero debemos pensar bien como lo haremos, después de todo nosotros corremos el mismo peligro que cualquier otro que se le acerqué, y esa espada jamás falla según la leyenda, no le pusieron ese nombre por decoración (significa "el dedo de Tyr", " segadora" o "asesina"). Si somos imprudentes acabaremos muertos.

A Sam le sorprendía mucho la calma de Castiel, pues sabía qué el sufría tanto como él con esta situación. Y que también le aterraba la idea de perderlo de esta forma. Entonces, hizo la pregunta.

-¿Cómo estas tan calmado Cas? No me malentiendas, sé que es tan importante para ti como para mí, pero...me sorprende. - fue muy sincero con su pregunta.

-No lo sé muy bien Sam. Yo estaba furioso y.... Tenía muchos sentimientos confusos. Pero creo que es porqué Dean y tú me enseñaron a no rendirme. Incluso contra mi propio yo.

-Es bueno escuchar eso. No podemos rendirnos tan fácil.- dijo sonriendo.

-Además creo que es porqué me di cuenta de que amo a Dean. -dijo sonriendo tímidamente.

Sam abrió grandes los ojos, pero quizá lo estaba malinterpretando -Si Cas, yo también lo amo, es mi hermano, es nuestra familia.

-Si Sam, pero yo lo amo, como el repartidor de pizza ama a la niñera. - afirmó con una sonrisa.

Sam agradeció no estar bebiendo nada pues lo hubiera escupido a kilómetros. No se esperaba esa referencia, ni esa confesión. Pero no es que le sorprendiera tanto. Despejo su mente un poco.

- Bueno..uh...entiendo. Está bien Cas...y como sea debemos pensar que hacer para detenerlo por..por el momento. - ¿y es que Castiel debía decir eso ahora? Vaya que aún no entendía muy bien a los humanos. Pero aun así, el alce estaba mucho más tranquilo...incluso se alegró, al fin había alguien más con ellos y al fin Dean tenía a alguien que lo ame, por todo lo que era. Era una buena noticia, pero muy inesperada. Y no llegó en el momento oportuno. De todas formas, solo importaba qué ahora había una mayor razón para que Castiel luchara, porque debía salvar a quien ama.

Bien, se obligó a sí mismo a dejar el tema, pues el asunto era serio. Así que él y Castiel comenzaron a planear qué harían para detener al mayor de los Winchester. Pues enfrentaban a la terrible Tyrfing y su maldición. Debían tener extremo cuidado.

- Se me ocurre algo Sam. Pero no será nada fácil conseguir lo que necesitamos. - le dijo al alce.

-No tenemos muchas opciones Cas. ¿De qué se trata?- le preguntó decidido.

- Se trata de conseguir una cadena. - dijo serio.

-Ehh... Eso no parece tan difícil. Hay ferreterías y más lugares que..

- No cualquier cadena Sam- lo interrumpió el ángel.- Debemos tratar de conseguir la cadena Leding o mejor aún, la cadena Droma.

-¿Qué son esas? - preguntó confuso

- Ambas son cadenas que los Aesir, los dioses nórdicos, crearon para atar al lobo Fenrrir, el hijo de Loki. Son las cadenas más fuertes que existen.

-¿Pero si las conseguimos, no liberaríamos a Fenrrir?- preguntó aún más confundido.

- No, esas cadenas no lo pudieron contener, él está atado con una atadura mágica llamada Gleipnir.- le explicó el ángel.

-¿Pero sí eran tan fuertes cómo se liberó Fenrrir?- Castiel lo miro como diciéndole ¿me tomas el pelo?

- Veras Sam, Fenrrir es un lobo gigante de miles de años y qué está destinado a matar a Oddin, pero las cadenas son para Dean, que no importa cuán poseído esté sigue siendo humano. Además esas cadenas aseguró pueden contener el poder de Tyrfing. Pero conseguirlas no será ni fácil, ni agradable. - le advierte el ángel.

-Bien no importa. ¿Dónde las encontramos?- preguntó con ansias.

-Ese es el primer problema. No sé dónde podríamos conseguirlas. - dijo el ángel, bajando la vista.

Sam puso su mano sobre su cara. Pero se contuvo, no era momento de molestarse con Castiel, más cuando había estado muy preocupado por él hace momentos.
-Bien, debemos ir al búnker, Dean seguro ya se fue de ahí. Y no se me ocurre donde más podríamos encontrar esa información.

-Muy bien, debemos darnos prisa. Antes de que Dean tome vidas inocentes.

Ambos subieron al Impala y se dirigieron a toda velocidad al búnker.
~

Aproximadamente a 10 kilómetros del búnker, Dean deambulaba sin rumbo fijo. Estaba completamente poseído, su cuerpo se movía solo. Pero él, estaba consciente. El podía ver lo que su cuerpo hacía, no podía hablar, no podía moverse. Pero podía ver. Se veía a sí mismo, empuñando a Tyrfing, sentía como esta lo quemaba y le causaba un gran daño. Pero agradeció que su pequeño hermano y su ángel no estén cerca. No podría perdonarse jamás el herirlos, sin mencionar que esas heridas no sanarían jamás.
Mientras caminaba, se cruzó con un ciervo, qué se quedó inmóvil al verlo, y Dean observó con horror como lo decapito con la espada. Estaba sufriendo mucho, sabía que le haría lo mismo a cualquiera. Y lo peor es que no podía hacer nada. Aunque luchaba, la espada era muy fuerte, lo tenía bajo su completó control.
Dean solo rogaba, que si no podían salvarlo, entonces que lo maten. Antes de que el los mate. También rogaba que su pequeño hermano y su ángel se mantuvieran lejos, y por último, rogaba que ambos estén bien, donde quiera que estén.

~

Mientras, en el cielo, Naomi preparaba a un grupo de ángeles para invadir la mansión en la que Castiel iba a entrar.

-Bien. Sus órdenes son entrar, buscar la tableta, y si efectivamente está allí, traérmela. - dijo con voz suave. - Pero, si por el contrario no está allí- dijo poniéndose más seria de lo normal - Bueno, les conviene no conocer esa parte. Ahora vayan. - les ordenó. Y el grupo se marchó con un batir de alas.

-Mmm me preguntó si ya estarán muertos esos estorbos y ése rebelde. - se preguntó a sí misma.
-No creo que sea tan fácil, pero no tardaran en estarlo. - sonrió. - Esto es lo que pasa cuándo desafían al cielo.

~

El ángel y el alce, estaban en una peligrosa búsqueda, llenos de miedo y preocupación, mientras el cazador estaba consciente y atrapado en sí mismo. Naomi estaba dando todo por ganado.

Todos creían estar conscientes de lo que sucedía a su alrededor, pero al contrario. Ninguno imaginaba que estaban inconscientes. Completamente inconscientes. Ni tampoco imaginaban el acontecimiento que los obligaría a despertar. Las negras nubes de tormenta ya se ciernen sobre ellos.

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