Capítulo 13
Quiero
El que las cosas hubieran ido tan bien con su tripulación casi daba miedo… El pelirrojo era tan bueno en esas cosas que resultaba espeluznante, tenía a la tripulación danzando en la palma de su mano, todos se habían quedado tan tranquilos, en solo dos semanas se habían sometido a la voluntad de Kid y ahora él estaba en medio de todo… Él había propiciado ese cambio y ahora sentía cierto temor… Era avasallador saber que con todo eso estaba uniendo su destino con el del pelirrojo aún más… Una unión irreversible que empezaba con el pequeño en su vientre y que no había dejado de avanzar… De extenderse sobre todo lo demás que lo rodeaba…
Su mente era un desastre, estaba confundido, era como si en su cabeza estuvieran conviviendo dos personas distintas, por un lado estaba aterrado de todo… Aterrado de tener que someterse a alguien… De perder su preciosa libertad, lo que más amaba de ser un pirata y por el otro estaba esa necesidad de acercarse al pelirrojo… De apoyarse en el contrario… De sentir que no estaba solo en todo lo que pasaba… Una necesidad de aferrarse a alguien, de aferrarse al padre de su bebé…
Todo eso sumado a sus hormonas lo tenían hecho un desastre, ni él mismo se soportaba, a veces quería que Kid se quedará ahí, que lo abrazara… Que lo mimara y otras… Otras no quería ni verlo, todo de él lo molestaba, desde sus manías hasta su pelo o su olor… Tenía que admitir que el pelirrojo estaba aguantando con estoica resignación y cuando lo echaba de la habitación a la mitad de la noche solo tomaba una manta y una almohada para dormir en el pasillo, hasta que, por supuesto, dos horas después salía a pedirle que volviera a entrar por qué se sentía solo… Si él fuera su contrario ya se habría mandado al demonio.
No sabía de donde había sacado el otro la calma para no darle un par de patadas cuando, estaba seguro de que, en condiciones normales ya lo hubiera molido a golpes y palabras mordaces… Pero lo agradecía un poco… Aunque no estaba seguro de cuánto tiempo el pelirrojo sería capaz de moderar su carácter, y justo en ese segundo… estaba en “esos” momentos, quería un abrazo del pelirrojo, el niño estaba inquieto y él no se sentía muy bien… Quería un abrazo… Quería sentirse seguro pero Kid no estaba, Bepo se lo había llevado a una “reunión” y no sabía cuánto iban a tardar, se acarició despacio el vientre
-El idiota de tu padre nunca esta cuando lo necesito…- susurro sin dejar de mimar a su bebé, quería tirarse a llorar y no sabía por qué… Ni siquiera entendía por qué sus hormonas estaban tan descontroladas, sus cambios de humor no tendrían por qué ser tan bruscos y pensar en eso solo lograba angustiarlo más, Shachi decía que sus preocupaciones lo estaban poniendo peor y que tenía que relajarse, que las cosas estaban mejorando… Pero simplemente no podía evitarlo –Es un idiota…- repitió acurrucándose en la cama un poco
-Gracias Trafalgar…- se sobresaltó al escuchar la voz calmada del otro ¿a qué hora había entrado? –Es bueno saber que me tienes en tan alta estima Trafalgar…- quería un abrazo pero no se lo iba a pedir, le gruño en respuesta -¿Necesitabas algo?- lo tenía justo detrás suyo –Trafalgar…- sintió el peso extra en la cama, seguramente el pelirrojo se había sentado en la cama
-Cállate…- se acurrucó un poco más cerrando los ojos, sintió la mano ajena en su cabello y no le dijo nada, no se molestó en quejarse siquiera
-Así que estas de “ese” humor…- bufó de nuevo mientras sentía el suave masaje de la mano ajena en su cabello, se sentía bien, suspiró suavemente
-¿Qué necesitaba Bepo? Ya nadie me dice nada…- gruñó malhumorado, había aceptado ceder el control no que lo mantuvieran en la más absoluta ignorancia
-No mucho…- la caricia en su cabello bajo despacio por su cuello, suspiró, no sabía si el pelirrojo era siquiera consciente de lo que hacía… A veces parecía que lo hacía en automático, por instinto… -Siguen las discusiones sobre si sacar a tu tripulación ya de las sombras o esperar un poco más…- el gran problema de eso era que si lo hacían en ese momento él no podría hacer acto de presencia y eso podía alzar rumores extraños entre los marines, lo sintió y escuchó acomodarse mejor en la cama
-¿Y que va ganando?- las caricias en su cuello le hacían cosquillas –Eustass-ya… Quiero una manzana…- lo escuchó reír y su mano se parto de su cuello
-Nada va ganando… Aún…- sintió el peso desaparecer de la cama –Como mandes “princesa”…- detestaba ese apodo… Detestaba esa forma burlona en la que lo pronunciaba el pelirrojo, se giró un poco para mirarlo mientras se disponía a salir de la habitación
-Y trae algo de sal…- lo vio alzar una ceja por el segundo pedido –Y quiero un vaso de yogurt…- lo de los antojos no había sido una broma
-Quiero, quiero, quiero… Vamos “princesa” un por favor y un gracias de vez en cuando no me caería nada mal…- le saco la lengua y se cubrió la cabeza con una almohada, no lo haría aunque le pagará por eso, lo escuchó salir y suspiro, quería sus antojos pero también quería más mimos
-Las tonterías que me haces hacer…- susurro mirando su vientre –Ni yo me reconozco…- el bebé se movió un poco y no pudo evitar reír –Y lo disfrutas… Ya te pondré en tu lugar cuando nazcas…- bromeo suave sin poder evitarlo… Amaba a esa criatura… Con todo y esos malditos cambios que un momento antes lo tenían a punto de llorar y ahora estaba de muy buen humor…
Quería acostarse boca arriba pero ya no podía… Sentía que se ahogaba así que se enderezó un poco para sentarse… Miró su habitación un segundo, su habitación… Su prisión por ya dos semanas… Desde el anuncio en el comedor ni el pelirrojo ni Shachi lo habían dejado ponerse de pie para nada que no fuera ir al baño… No era que le molestará demasiado estar en la habitación pero era aburrido… Su única entretención era picar a Eustass… Algo en él le exigía comprobar hasta donde podía aguantar la nueva paciencia del padre de su hijo
-Tus antojos Trafalgar- Kid era rápido… Al parecer ya estaba habituado a moverse en el submarino, pero eso era lo de menos, lo que quería era lo que llevaba en las manos, extendió los brazos de forma automática en un gesto casi infantil –Ya va… Ya va...- el otro se acercó pero se detuvo antes de darle lo que llevaba -¿No me gane un beso “pincesa”?- el más alto había inclinado el torso hacía adelante quedando sus rostros bastante más cerca, se sonrojo pero no se movió, su cuerpo se había quedado clavado ahí, mirándolo a los ojos -¿Eso es un sí?- ¿estaba más cerca o alucinaba? Abrió la boca para responder pero no sabía que decir… Se hizo un poco hacia adelante y lo besó, algo suave, algo rápido y gentil, se separó ligeramente sonrojado
-Ahora dame…- quería culpar a sus hormonas… Pero lo sabía… Sabía que en el fondo sentía algo por ese maldito pelirrojo… Si las cosas fueran distintas…
-De vez en cuando haces que valga la pena Trafalgar…- recibió de sus manos un bote de yogurt, una manzana y un salero, hizo una mueca por su comentario pero se dispuso a comer, abrió el yogurt y mordió la manzana para después ponerle algo de sal… Justo lo que necesitaba.
El pelirrojo volvió a sentarse a su lado en la cama y lo abrazó por los hombros, suspiró con algo de satisfacción, sus antojos y algunos mimos… Sentía la mano del contrario acariciar su hombro despacio mientras comía, lo miró de reojo, de nuevo parecía muy concentrado en algo más… ¿Realmente lo hacía sin pensar siquiera? ¿Qué pensaba el pelirrojo de sus cambios de humor? ¿Qué sentía de tener que soportar sus exigencias? ¿Qué pensaba el pelirrojo de él y su bebé? ¿Qué sentía al tocarlo de forma tan casual? ¿Era él el único que comenzaba a confundirse? ¿Era el único que comenzaba a hundirse en esa sensación desconocida?