Capítulo 20
¿No eres tan cobarde o sí?
Solo habían pasado un par de días, ¿o tal vez había sido otra semana? No estaba del todo seguro de ello, solo sabía que tres veces al día entraba alguien a dejarle de comer, el abrigo del pelirrojo se había vuelto su único punto de apoyo real, hasta cierto modo era la única cosa que lo ayudaba a mantenerse en lo dicho sobre cuidar a su hijo, sabía que todos a su alrededor estaban preocupados por su estado anímico pero en sus condiciones actuales, era un milagro que pudiese probar bocado.
Por lo menos sus ataques de llanto habían disminuido desde que el abrigo de Kid le hacía “compañía”, por supuesto que no habían desaparecido del todo pero al menos eran menos frecuentes y más controlables, al menos lo suficiente para que Bepo hubiera dejado de preocuparse como al principio, sus tres tripulantes “preferidos” eran los que normalmente le llevaban la comida, o al menos eso creía, a veces estaba tan ensimismado en sus pensamientos que prestaba muy poca atención a lo que sucedía en la habitación, se limitaba a obligarse a sí mismo a comer algo.
Sin embargo, y a pesar de sus condiciones actuales había un par de cosas que no se le habían escapado, cosas que a pesar de todo le resultaban llamativas, para empezar, había notado que siempre había dos personas fuera de su habitación, no estaba seguro de si eran los mismos siempre pero estaba bastante seguro de que normalmente eran los dos oficiales de Kid, ¿cómo lo sabía? Eso era realmente fácil, había escuchado varias veces a los escandalosos de Shachi y Penguin afuera riendo y parloteando, no solía poner especial atención pero había escuchado un par de veces el nombre de esos dos.
No estaba del todo seguro por qué de pronto tenía una “escolta” fuera de la habitación, no estaba seguro de si era por sí necesitaba algo, o si simplemente estaban ahí para vigilar que no hiciera alguna estupidez, aunque mientras estuviese esperando a su hijo no haría nada que pudiera perjudicarlo, se encogió un poco sobre sí mismo, envuelto en el abrigo como siempre desde que el rubio se lo había llevado, le parecía increíble el hecho de haber podido sobrevivir a la pérdida de sus padres, de su hermana… Incluso a la pérdida de Cora-san pero no se sentía capaz de sobrevivir a la pérdida del pelirrojo, una persona que había estado a su lado tan poco tiempo.
Cerró los ojos y se acarició el vientre despacio, su hijo había estado muy quieto desde que había recibido el abrigo, desde que había leído la noticia en el periódico, era como si sintiera su tristeza y supiera la razón, como si su hijo entendiera su dolor y hasta cierto punto lo compartiera, se mordió leve el labio inferior, seguir adelante se decía muy fácil, pero estaba comprobando que hacerlo era realmente más complicado de lo que parecía.
-Capitán- la cabeza del oso polar apareció en la puerta de su habitación con la bandeja de la comida, normalmente simplemente dejaban la bandeja con temor de interrumpir sus pensamientos así que el que su sub-capitán le hablará le llamó la atención –Traigo de comer y algunos suplementos que envía Shachi…- el oso entró despacio
-¿Pasa algo?- susurró siguiéndolo con la mirada y analizando rápidamente si había algo fuera de lo normal, los suplementos realmente no eran novedad, no era necesario que se lo explicará, se abrigo un poco más en la prenda de color vino, tenía un mal presentimiento
-Capitán…- lo vio carraspear mientras dejaba la bandeja sobre la mesa de noche –Hay un pequeño problema…- ahí estaba la mala noticia, se mordió leve el labio inferior poniéndose ansioso, y solo entonces notó el diario bajo el brazo de su tripulante
-Dilo de una vez Bepo…- no necesitaba ponerse peor, tenía que mantener un poco de la dignidad que le quedaba, vio al otro suspirar pesadamente antes de extenderle el periódico
-Alguien al parecer recuerda haber visto el submarino el día de la captura de Kid…- le arrebató el periódico en un movimiento que lo sorprendió incluso a él, su vista pasó rápidamente por la primera plana, fue como si le hubiera caído un balde de agua fría.
La primera página mostraba su rostro, un nuevo anuncio de “Se busca” para él, su recompensa había aumentado y junto a eso había un largo artículo con una foto borrosa de su submarino en medio de la batalla y una foto del pelirrojo, el artículo planteaba teorías sobre cómo o por qué había desaparecido y por sobre todo especulaban de la razón por la cual había aparecido justo en ese momento, especulaban sobre si había sido herido y por eso había desaparecido, hablaban sobre una posible alianza…
Era normal, no eran buenas noticias pero fuera de la nueva recompensa no era nada que saliera de lo esperado, claro hasta el final del artículo, un buen día asesinaría a quien escribía esas cosas, el reportero explicaba que eso último eran simples especulaciones suyas o quizá solo lo que quería ver, pero especulaba sobre si la tan, últimamente, mencionada “princesa” realmente era un chica, la persona detrás del artículo especulaba sobre si existía algún tipo de relación romántica entre ambos capitanes atribuyéndole a él el apodo.
Nuevamente el artículo recalcaba que no eran más que suposiciones, aunque sabía que probablemente nadie tomaría en serio eso último para él el que alguien pudiera suponer algo así lo ponía nervioso, sin embargo lo que realmente lo escandalizaba era que solo por una foto borrosa y algunas suposiciones su recompensa hubiera subido 100 millones, suponía que el gobierno se imaginaba que debido a la alianza que se presumía él estaba resguardando a los miembros desaparecidos de la tripulación del pelirrojo.
Apretó la quijada meditando lo que acababa de leer, su recompensa había aumentado a pesar de no haber hecho mucho y ya no tenía la protección del pelirrojo, toda la atención iba a caer en él, Kid, el pirata de “La Peor Generación” con la recompensa más alta había caído, los Sombreros de Paja seguían desaparecidos después del incidente en Sabaody, comenzaba a preocuparse, tendrían que esconderse mejor… No podrían emerger en un buen rato, lo que el pelirrojo había hecho por él estaba rebotándole de forma negativa, nuevamente la idea de disolver a los piratas Heart lo rondaba de forma insistente, ¿estaría malgastando el sacrificio del pelirrojo si lo hacía? Sentía la boca seca cuando se decidió a hablar.
-Bepo, tenemos que…- tenía las claras intenciones de declarar la disolución sin embargo se interrumpió, le había parecido oír algo ¿estaba enloqueciendo?
-¿Capitán?- el oso lo miró esperando que terminará la oración, carraspeó un poco
-“Princesa” ¿no eres tan cobarde o sí?- esas palabras retumbaron en sus oídos seguidos de una risa que se desvaneció en el aire, miró a su alrededor por reflejo, lo había escuchado a su lado, había oído a Eustass
-¿Capitán?- repitió su compañero mirándolo ya con clara preocupación, por reflejo apretó el abrigo en su mano, ¿se estaba volviendo loco? Tal vez, pero eso era lo que necesitaba para seguir adelante
-Debemos escondernos mejor…- carraspeó de nuevo –Los tripulantes de Kid no deben bajar del submarino y debemos emerger únicamente cuando sea estrictamente necesario, haz que Shachi y Penguin designen dos grupos, uno que sea el que se ocupe de ir por las provisiones cuando sea necesario, que no usen los overoles… Y otro que se dedique a conseguir armas…- cerró los ojos –Ve… Y Bepo… Dile a Killer que pase…- agregó suave
-Como ordené capitán…- susurró el otro haciendo una leve inclinación de cabeza antes de salir de la habitación
-Vamos a salir adelante…- murmuró abrazando leve su vientre –Vamos a estar bien… Haremos que cuente su sacrificio…