Capitulo 5: Clase de educacion sexual II; Shaka de virgo y Mu de aries.
Y aquí estamos de nuevo, en mitad del bosque. Solo a unos días de haber hablado con Camus este había contando a sus amigos cercanos (que eran los caballeros, ¿Que mas amigos tendrías en un santuario donde estas confinado a vivir?) Sea como sea, ahora quien perdía consejo no era uno sino dos. El caballero dueño de la primera casa y el dueño de la sexta casa. Ambos estaban frente al pony con una expresión bastante tranquila, controlada como gente de buenas costumbres que aparentaban ser.
- ¿En que puede ayudarles? - El pony se sienta sobre un tronco caído, cruza sus piernas esperando escuchar las quejas de sus nuevos "clientes."
- Bueno... - Se aclara un poco la voz el ariano. - ¿Puedo comenzar yo, Shaka? - Este simplemente asiente levemente en forma contestación sin abrir sus ojos en ningún momento. - Bueno lo que sucede joven pegaso es que tanto yo como Shaka sentimos una enorme atracción uno por el otro. - Explica como si hablase del clima o si la pintura se seco o no en la recamara de Saori. Así tal cual. - Pero, ninguno de los dos tiene la suficiente experiencia para proceder y comenzar una relación amorosa con inclinaciones carnales.
- Por ello... - Continua el hindú, dando un paso al frente. - Hemos recurrido a ti, Camus nos contó que tienes la experiencia necesaria para ayudarnos. Le agradeceríamos mucho, ya que nuestros deseos son... Insoportables, creemos que si aprendemos a expresarlos podemos tener una convivencia mas tranquila y así, tener una relación que vaya mas allá del compañerismo.
- ... Ustedes me hablan del deseo y atracción, como si se tratara de secar pintura. - Responde el pony, soltando una risa ligera. Iba a ser un trabajo duro, pero no imposible. Con una sonrisa traviesa se acerca ambos levantándose del tronco. Pone las manos en sus caderas, alzando una ceja. - ¿ustedes sienten deseos uno por el otro?
- Sin duda alguna. - Responden al unisono, con una expresión seria pero firme.
- Bien, es momento de demostrarlo. Si hay deseo y atracción, el simple roce de cuerpos basta. - Se acerca primero a la oveja. - Mu-san, quiero que por favor... Te quites la armadura.
- P-Pero... - el pequeño borrego se sorprende ante tal petición tan repentina. - ¿Y si sucede algo?
- Tu Armadura estará a escaso dos metros de ti, no pasara nada. Hace un año que no sucede nada, por ahora... Quitatela. Confiá en mi - le guiña un ojo, el aludido asiente y después de un brillo momentáneo su armadura se desprende de él, se arma y queda apoyada en el suelo a unos metros de él. - Bien, ahora tu shaka... - Voltea hacia el hinduismo - Quiero que le digas, y abre tus ojos por favor que parte de Mu te excita mas.
- ¿Dis-Disculpa? - El rubio se alarma un poco, apenándose de inmediato pero sin abrir sus ojos, - ¿¡Que diga que cosa!?
- Me oíste, dile a Mu lo que mas te excita de él. Físicamente por lo menos, y que te atrae sentimentalmente a él. Se sincero, y repito... Abre tus ojos, yo me arriesgo que me caiga encima todo el "tesoro del cielo" si es necesario.
- Ah... - Ante tal argumento, el hindú toma algo de aire abriendo sus ojos. Fijando esas grandes y hermosas orbes azules en Mu. El cual tenia sus ojos bien abiertos, sonrojado esperando impaciente que el caballero mas "santo" se expresara. - M-Me encantan tus labios. Me encantan de sobre manera tus labios, tu piel fina se ve tan suave... Que siempre me provoca besarle, y acariciarle. Tienes un cuerpo esplendido, tan marcado pero a la vez delicado. Me da algo de vergüenza admitirlo, pero tienes un... Buen trasero. Y siempre me molesto que tu armadura no te le hiciera justicia, creo que no hay una parte de ti que no me parezca atractiva Mu.
Y-yo ... - El borreguito quedo sin palabras, con un intenso sonroje teñido en sus mejillas. Baja la vista, habían demasiadas sensaciones nuevas. Sentía un calor intenso en su pecho, su cuerpo estaba temblando ligeramente y el corazón le latía con violencia. - Sh-Shaka.
- Bien, muy bien. Ahora veo la verdadera esencia del deseo. - Ladea el rostro hacia Shaka - Te toca a ti, debes quitarte la armadura y mantén tus ojitos abiertos. Creeme, no querrás perder ni una sola expresión de tu borreguito.
- E-En eso concordamos. - El santo de virgo obedece quitándose su armadura colocándola justo a un lado de la otra, mantenía sus orbes fijas en el rostro de Mu.
- Mu, dile a Shaka que te excita de él.
- Y-yo pues... - Toma aire, y alza la vista. - Tus ojos, ah tus ojos son lo mas hermoso que he visto. Tu piel ligeramente bronceada es tan tentadora, tu cuello, tus hombros amplios y grandes. Tu torso marcado y trabajado me encanta, esa bendita armadura sabe acentuar bien tus músculos. - Muerde su labio inferior jalándolo un poco. - Me excita tanto verte ejercitarte y verte entrenar, nunca he podido darme un baño de aguastermanles contigo por que... No podría ocultar la enorme erección que me provocas. - Lo mira, sus ojos tenían un brillo nuevo: lujuria pura. - Te deseo, Shaka.
- Mu... - El santo de virgo, el que se decía mas puro entre los santos mordía su labio inferior. Con esas enormes pupilas azules llenas de la mas pura lujuria y deseo. Ambos se miraban mutuamente con esas irresistibles ganas de tirarse encima una del otro. Eso era un deseo y atracción incontrolables.
- Uff, hace calor ahora. - El pony sonríe complacido. Ellos dos eran muy correctos al hablar, pero sinceros. En verdad había un deseo mutuo. - Esto señores, es deseo puro. No se expresa con palabras, sino con acciones. - se pone tras de mu, sin pedir permiso le levanta la camisa sosteniéndola desde atrás mostrando sus pequeños pezones rosados a shaka. - Ahora vamos a ligas mayores...
_ Ah... ¡Pegaso que...! - Se detiene a media frase, Seiya había tomado sus pezones acariciándolos ligeramente bordeando sus areolas de formas suave con la punta de sus dedos tocando sus pezones estimulándolos ligeramente. - ¡Aahhh... ! -su expresión se relaja de inmediato, sus mejillas se tiñen de carmín y se estremece, rindiéndose ante los gemidos suaves que salían de su boca.
- ¡¡!! - El rubor en las mejillas de ese rubio aumento considera mente. A partir de ahí se movió solo acercándose mas y mas a ese pequeño borrego tan sensible, que gimoteaba al mínimo roce con sus pezones. - Eres... Tan sensible ahí.
- Shaka... - El pony sonríe con aire pervertido y juguetón. - haz lo primero que tengas en tu cabeza. Dejate llevar, no sé mucho de tu religión pero creo que hasta los dioses sucumbían hasta los deseos carnales. Si no mira a Zeus y cuanto hijo tuvo, dejate llevar... No vas a lamentarlo.
- Mu... - Nuestro rubio se relame los labios, obedece a sus instintos y va hacia los pezones del pobre borrego. Comienza a lamerlos de forma lenta, saboreando esa suave piel. Ese sabor era adictivo, casi un néctar de dioses. La punta de su lengua movía el pezón de un lado a otro, para luego chuparlo con sus labios jalándolo. Repaso en pequeños círculos con la punta de su lengua las areolas de Mu, sus manos bordean los lados de su cintura, caderas y glúteos. Apretando estos últimos.
- ¡AAAhhh... ! - Mu soltó tal gemido que hizo algo de eco, su cuerpo solo podía temblar ante las caricias y la estimulación en sus pezones. Abraza con fuerza su cuello, juntando y pegando sus cuerpos. Es en ese momento que los dos aprecian dos grandes y duras erecciones, de manera instintiva comenzaron a frotar sus pelvis una contra la otro estimulando sus hombros por encima de la tela. - AAhh... Sha-Shaka. - estaban a milímetros de los labios del contrario juntando sus narices prácticamente.
- Mu... ¡Mu! - Acorta la distancio, juntando sus labios y escabullendo su lengua en la pequeña cavidad húmeda, sus lenguas se enredan, se saborean y se frotan con lujuria y desenfreno, sin dejar de mover sus pelvis uno contra el otro estimulándose. Nuestro Hinduismo estaba pensando seriamente que todos aquellos monjes que le enseñaron todo lo que sabia, le habían mentido. De forma descarada casi toda la vida, una experiencia religiosa no era ir hasta el pico de un monte santo, meditar por horas sin comer ni beber nada y esperar la iluminación. Oh no, experiencia religiosa era esto. Ese enorme placer que le llenaba y le hacía temblar, no solo sentía que alcanzaba la iluminación sino que podía ver el paraíso mismo. Y no era nada menos, que la boca y la piel de ese borreguito.
- ¡Shaka!... - Pronuncia el nombre del contrario a mitad de un gemido ahogado. Se separa del beso por el aire y por el fuerte calambre que estaba recorriendo todo su cuerpo. Al parecer el rubio sentía lo mismo, ambos cuerpos se tensaron mientras alcanzaban juntos el orgasmo. - AAAAAhhhh.... - Eyacula en su ropa interior sin evitarlo, sintiendo también que su contraparte también se encontraba húmeda. - AAh eso... Eso fue fantástico. - murmura y regresa a los labios de shaka, besándole nuevamente. A pesar de haber eyaculado, ambos miembros se mantenían erectos y duros. - ahmm... - se separá del beso, respirando agitado. - A-aun estoy duro... ¿que me pasa?
- No lo se... Pero también estoy erecto y aun, me siento tan ansioso. - el hinduista mantenía sus manos en la cadera del ariano, sin despegarlo ni un milímetro de su cuerpo.
- Jeje es que quieren llegar mas lejos... - Nuestro pony estaba sentando en el tronco de antes, cruzando sus piernas para ocultar cierto problema que tenia por estar viendo a la pareja. - Son vírgenes, es natural que no sepan. Pero, pueden llegar aun mas lejos.
- ¿En serio? Amm... - Apenas podía hablar, shaka aun sin saber que se le habia metido estaba besando el cuello del borrego lamiéndolo cada tanto. - Ahm shaka... ¡shaka!
- Vaya, Shaka tiene sus deseos bien despiertos. - Ríe un tanto divertido. - Shaka, quitale la ropa a tu niño. Y ve a su entrada, estimulala con tus dedos y cuando sientas que está bien dilatada, debes de meter tu hombría allí. A partir de ahí, solo debes de moverte como un animal y dejarte llevar.
- M-Mu ¿Tú quieres que haga eso? - El hinduista estaba tratando de no perder su sentido de la realidad, aunque le costaba. En contestación aquello, el borrego dio un beso casto en los labios de shaka asintiendo ligeramente. Con ello, el rubio prosigue. Le quita la camisa y los pantalones con ropa interior incluida. A su vez se baja sus pantalones dejando salir su erección palpitante. - Ahh... - Con gracia, lleva sus dedos a la pequeña entrada del borrego. Mete uno moviéndolo de forma, de esta forma y de manera paulatina llega a meter tres dedos, los cuales se movían rápido abriendo como pudiesen la entrada de Mu.
- AAAhmm, AAhm. - La mezcla entre placer y dolor era embriagante, para mayor comodidad ambos se acostaron en la grama. Abrió bien sus piernas para su amante maniendo la cadera alzada. Cada tanto se arqueaba debido a las grandes oleadas de placer/dolor que sentía. A los minutos, aquel pequeño dolor desaparece, dejando solo fuertes y muy intensos calambres de puro placer. - Aahm ¡Metelo Shaka, no aguanto mas!
-M-Mio... - llega a susurrar. Ya el hinduista no estaba en sus cabales. - ¡eres mio, mio de nadie mas! - Ante aquella repentina exclamación, mete de un golpe su miembro acomodándose entre las piernas de Mu, sin darle tregua comienza a mover desenfrenadamente las caderas. Sus puros ojos azules estaban nublados con el mas puro deseo carnal, pone las piernas de su amante sobre sus hombros para que las estocadas fueran profundas. Su miembro se frotaba contra aquellas paredes cálidas y húmedas, que se estrechaban conforme el avanzaba.
- Oh... Shaka es posesivo, quien diría. - El pony mordía su labio inferior ante la escena. Lleva su mano hasta su miembro erecto estimulándolo sobre la tela del pantalón viendo a esa pareja. - Ahmm que mala suerte que Mi alemán este ocupado, si no fuera... Montaria un cuarteto aquí - murmura mas que todo para si. De repente nota algo curioso, los cosmos de ambos santos dorados se elevaron. En el caso de mu tele transportaba cosas: Rocas, arboles, arbustos etc. Y también elevaba algunas cosas para dejarlas caer, en el caso de Shaka su cosmos ardía como si realiza el mas fuerte "Tesoro del cielo" que hubiese hecho. - Jeje, creo que no los entrenaron para calmar sus cosmos en momentos como estos.
-Aahmm - Mu se arqueaba ante las embestidas rápidas y fuertes de Shaka, estremeciéndose bajo ese cuerpo, el rubio sumerge su cara en su pecho. Lamiendo de nueva cuenta sus pezones, subiendo por sus pectorales entre lamidas y con mordidas marcando su cuello, hasta finalizar en sus labios besándolo de forma desesperada y lujuriosa. Al ritmo de furiosas estocadas que hacían temblar su cuerpo, Mu apenas ahogaba gemidos en ese beso. - mmm... ¡¡Mggm!! - Abraza la espalda de shaka clavando sus uñas en esta, marcandole la piel.
- AAAhmmm...- Se separa de aquel desesperado beso con sus lenguas rosándose liberalmente e hilos de saliva conectando sus labios. - Me corro, me corro. - murmuraba entre jadeos moviéndose desenfrenadamente. - ¡Mu! - Da un ultima estocada fuerte. Su eyaculacion llena la pequeña entrada del borrego, su cuerpo se tensa apretando fuerte entre sus brazos el frágil cuerpo del borrego. - ¡Ahhm...! - Y se lleva una agradable extra, al sentir como nuestro Borrego aprieta su entrada ya que el sentía el orgasmo cerca.
- ¡AAAhmm...! - Shaka seguía embistiéndole, llegando mas profundo gracias a su propio Semen. El cuerpo de Mu se tensa, sintiendo nuevamente ese calambre característico. Corriéndose manchando su abdomen y el de Shaka con su esencia blanca y caliente. - AAhhh... - El rubio se acuesta sobre el pecho de su amante, respirando agitado. Sus orbes azules mostraban una mezcla de placer, lujuria y satisfacción. Acaricia con una mano el pecho de Mu, dando un beso entre sus pectorales, sintiéndose calmado con el moviendo rápido de su pecho, por la respiración agitada del borrego.
- Shaka... - Al recuperar el aire, toma el rostro de su amante besándolo de forma casta viéndole a los ojos. - Tuyo... - susurra. - Solo tuyo.
- Mi hermoso Mu. - Una pequeña sonrisa que transmitía cariño se curva en el, hunde su rostro en el pecho del nombrado abrazándole.
- Que lindos~ - Dice en voz alta de forma intencional, la pareja voltea hacia el pony apenándose de inmediato. Habían olvidado que él estaba presenciado todo aquello. - No se detengan por mi, sigan por favor jajajaja... - Suelta una agradable risa al ver la cara de vergüenza de aquellos santos dorados.
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En la cafetería de los caballeros (Por que me imagino que habrá una, deben de comer en algún momento), los caballeros dorados miraban atónitos una escena. Muchos juraban que ya el fin de los tiempos venia y ahora tal escena confirmaba sus temores. Shaka de virgo, el santo de oro mas puro y religioso estaba sentando junto a Mu de aries (otro santo igual de centrando y religioso que el), el rubio daba de comer en los labios del borrego cada tanto. Sonriendo con un fuerte sonroje, que aunque sin abrir sus ojos se notaba la mirada de amor que transmitía hacia el ariano. Este a su vez se dejaba alimentar, sonriendo de igual forma ruborizado. Y como cereza sobre el pastel, se daban besos cada tanto.
- ¿No son la cosita mas tiiiierna? - Fangirleando... Digo, con cierta emoción expresaba el Santo de Piscis viendo a la pareja. - Son tal para cual.
- Si no lo veo, no lo creo... - Con propio asombro, el dueño de la casa de Tauro solo observaba a la pareja, - No sé que es mas extraño, que ellos estén juntos o que Esos de alla... - Señalando a Camus y Milo que tenían el mismo comportamiento que la otra parejita. Pero mas evidente, ya que estaban tomados de manos caminando por la cafetería charlando muy de cerca. - Estén tan cerca sin matarse.
- Lo que hace el sexo y el amor. - Habla llamando la atención de los santos, con una sonrisa traviesa el pony comía a mordidas suaves una manzana. Camina delante de ellos moviendo sus caderas con cierto contoneo. - Deberían seguir el ejemplo de ellos, serian mas felices. - Ríe divertido saliendo de la cafetería. Ahora ya sabían que había pasado, el repentino cambio de los cuatro caballeros de oro se debía a ese Pony.
Y la curiosidad despertó en todos menos en Piscis que ya conocía las mañas de Seiya. ¿Que habrá hecho el pegaso para haber cambiado al Santo mas religioso del Santuario.? La única manera de saberlo, era ir con él y preguntarle. Aunque sabían que habían un riesgo tras de eso.
Ya que si pudo arrastrar a Shaka, quien era considerado Puro y castro al mundo del sexo.
Ellos no presentaban ningún reto para el Pegaso, serian como plastilina en manos de ese niño.