Despertó temprano, algo emocionado por su primer dia de clases. Pero primero, hecho un buen vistazo a su alrededor ya que el dia anterior había llegado tan cansado que apenas se había podido cambiar la ropa. Todavía le costaba creer que estaba en una escuela de magia y hechicería. Le gustaba bastante la tenue luz verdosa que entraba por las ventanas de la habitación que compartía con Draco. Le intrigaba saber si en todas las otras salas comunes eran como la suya. Si ellos compartían habitación o no. En caso de Slytherin estas se compartían de dos en dos. Bastante práctico. También le gustaba el que tenía cierta privacidad y no estaba con 5 chicos en una habitación a la vez.
Miró su reloj y vio que por la emoción se había levantado más temprano de lo normal. Así que sacó sus libros para ojearlos. Su horario le indicaba que su primera clase del dia era pociones. Así que decidió abrir el libro “Mil hierbas mágicas y hongos”. Pasó la vista por la primera lección. Hablaba sobre las raíces de asfódelo y ajenjo. Y qué pociones crear con las mismas al emplearlas de diferentes maneras. El capítulo también mencionó lo que era un Bezoar y sobre el Acónito y Luparia las cuales eran la misma planta. Le resultó un poco aburrido para su gusto, pero retuvo la información en caso de que hablaran de ello en la primera clase. Cerró el libro al terminar de leer el primer capitulo e hizo un repaso mental de lo que había leído.
-¿Tan temprano te levantas Harry? Apenas son las 6 am.- Dijo de repente la voz adormilada de Draco detrás de el. Y este se giró sonriéndole.
-No, de hecho suelo levantarme tarde. Creo que es la emoción.
-¿te emociona coger clases Harry?- Harry negó con la cabeza.
-No, claro que no. Es el hecho de estar aquí. Es que antes de estar aquí no tenía idea de dónde provenía. Me criaron mis tios muggle. Bastante estrictos y temerosos de la magia.- Draco lo miró aonadado. Harry dejo salir una risita. Cambiando el tema Draco le preguntó.
-¿Qué lees?- Harry miró la cobertura del libro.
-Ahm, Mil hierbas mágicas y hongos. Tenemos pociones a primera hora asi que como me levanté demasiado temprano aproveché para leer el primer capítulo. Por si se discute en la clase al menos tener una idea de lo que se esta hablando.
Y no se equivocaba, Un escalofrio le recorrió la espalda al ver a su profesor de pociones. Snape, quien era palido con pelo graciento y con ropa negra se le quedó mirando fijamente mientras todos tomaban asiento. No supo por qué, pero le empezó a arder la cicatriz. Se aguantó la frente tratando de que no le prestaran mucha atención.
¿Estás bien? - Le preguntó una chica con cara de sabueso. Pansy Parkinson.
-Sí, no es nada. Dijo tomando asiento junto a Draco.
-Están aquí, - Comenzó Snape- para aprender la sutil ciencia y el exacto arte de preparar pociones. - Dijo bajo y firme, sonriendo de lado a como muchos trataban de no mover un solo musculo. - Aquí habrá pocos estúpidos movimientos de varita y muchos no entenderán como este arte se considere como magia. Pero espero lleguen a apreciar la belleza de un caldero hirviendo suavemente con vapores relucientes y el delicado poder de los líquidos que se deslizarían en las venas humanas. Hechizando la mente y engañando los sentidos. Les puedo enseñar a embotellar fama y preparar gloria y hasta detener la inminente muerte. Y si son más que los cenutrios a los que acostumbro a enseñar pues podrán no solo aprender esto sino mucho más.
-Genial- Dijo Draco bajo, guiñándole un ojo a Harry, quien le sonrió instintivamente.
- ¡Potter! - Exclamó Snape de repente, asustándolo. - Ya que tienes la osadía de no prestar atención, dime Potter ¿Qué obtendría si añado polvo de raíces de asfódelo en una infusión de ajenjo? - Harry se quedó algo aturdido por la repentina pregunta. Pero pensó rápido en la información que había leído hace un par de horas atrás. - ¿Y bien? - le preguntó Snape insistente mientras arqueaba una ceja.
-Pues...- Titubeó Harry, notando como una chica de Gryffindor tenía la mano arriba, haciendo lo posible por que Snape la notara a ella. - Asfódelo y ajenjo producen una poción muy poderosa para dormir conocida como Filtro de Muertos en Vida. - Snape arqueó ambas cejas.
-Muy bien Potter. Dime, ¿Dónde buscarías si te digo que me encuentres un Bezoar? - Harry ya con más confidencia sabiendo el material no tuvo problemas para saber la respuesta.
-Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra, la cual sirve para salvarte de la mayor parte de los venenos. - Dijo confiado pero la mirada severa de Snape hizo que dudara ligeramente de su respuesta.
-Una última pregunta señor Potter. ¿Cuál es la diferencia entre acónito y Luparia? - La chica de los rizados cabellos castaños tenía la mano arriba nuevamente. Harry la miró una vez más y luego a Snape de reojo quien lo miraba a el fijo con los ojos entrecerrados.
-No la hay, ambas son la misma planta. - Snape sonrió de lado, satisfecho.
-Aunque la fama no lo es todo señor Potter, he podido ver que no le ha calado lo huesos y se ha esforzado por leer el material. Diez puntos para Slytherin. Y, ¿Por qué no lo están copiando? - Todos se pusieron a copiar lo que Harry había dicho. Draco le dio una palmada en la espalda.
-Wow Harry. - Dijo con simpleza. Su primera clase había comenzado de buena manera. Y tuvo una que otra mirada resentida dirigida hacia el por los Gryffindor. Pero eso no dejó que le bajara los ánimos.
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