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Orfanato Thousand Sunny por Eyaoi

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Notas del capitulo:

¡ADVERTENCIA!: Capitulo muy catalogado por heterosexual y normatividad asquerosa, pero adictiva. Con sorpresa en el final de las buenas caga arcoiris y misterio por delante. 

Nota: me ire a la chingada (vacaciones) hasta nuevo aviso. Si no actualizo es por esa razon. Espero que lo entiendan y que se diviertan leyendo. 

 

¡Quiero crecer ya!

Todos mirándolo enn la habitación de Franky se quedaron callados mientras que este se le saltaban las lágrimas. Robin, la más preocupada de todos ellos, se acercó de nuevo para abrazarlo. Aunque Franky de instinto le aparto.

-no me toques- le dijo austero –no necesito que nadie me consuele- Robin se asustó, pero se  le paso tomando una actitud segura.

-mi mamá también murió- dijo Robin

-¿y qué? Ya lo sabía, me lo conto el tonto de Iceburg-

-la de Usopp también- siguió Robin

-¿también? Bueno todos son huérfanos- Franky se secó los mocos con el brazo

-Zoro igual-

-¿Por qué no te callas?- dijo Franky levantó la voz.

-porque no quiero- dijo poniéndose de pie en el colchón con una mirada seria -¿Cuándo fue?- Franky le corto con la mirada. Pero la aliviano para responder

-hace dos meses, murió y yo la vi morir- dijo Franky entrecortado -¿Por qué no se van? ¿Cora-san saben que están aquí?- pregunto bruscamente.

-Te venimos a ver- dijo Luffy sonriendo –Robin quería venir y nosotros también- se rio. Franky bufo molesto mirando por la ventana –yo no conocí a mi mamá-

-me alegro por ti-

-¿alegrar?- dijo Luffy confuso. Se acercó al borde de la cama de Franky mirándole desde abajo -¿Qué es alegrar?-

-ser feliz Luffy- le dijo Zoro apoyándose en su hombro -¿te alegra que su mamá murió?- pregunto Zoro. Franky se acurruco a la cama agarrándose la cabeza.

El niño estaba enojado. No, colérico. La visita a la Isla Swallow fue terrible. A primeras instancias, Franky se enteró que su madre estaba de hace un año internada en un hospital Psiquiátrico por problemas de alcoholismo. El mismo la llevo al encontrarla en Water 7 en su antigua casa con botellas rotas regadas en el piso y cortes en su cuerpo. Ella misma se las había hecho y repetía siempre: Debí hacer algo ¿no? Echándose la culpa y mea culpa al asesinato de su esposo. No tuvo otra opción de llevarla lo más lejos de Franky para que se recuperara, sin embargo en sus actos. Sucedió algo inesperado en el Psiquiátrico. Unos bandidos entraron y muchos internos salieron, escaparon a la ciudad donde hubo estruendos y accidentes de ese ámbito. En una de ellas, que la madre de Franky pasaba por un callejón. Por error confundió a su esposo con un bandido.

-Esta es Chimney, tu hermanita- le dijo la enfermera a Franky con la niña rubia en sus brazos.

-¿Qué?- dijo atónito el niño. Se acercó a los brazos de la mujer y en ellos dormía una bebe tres meses o más -¿hermana?- Iceburg le encaro furioso

-¡¿Cómo dice?! ¡¿De quién es esta bebe?!- grito asustando a la enfermera. Ella retrocedió agarrando a la niña contra su pecho

-cuando llego con los enfermeros aferrándola, llego media dopada- dijo la enfermera asustada –luego le hicimos el examen y le apareció positivo. Lo lamento señores, pero no sabemos quién es el padre-

Iceburg se agarró la cabeza dando vueltas en la habitación. No podía creer lo que sucedía. En tanto Franky volvió a mirar a la niña y un interno odio le surgió en su interior. Su padre murió, ella no era su hija…

-¡ella no es mi hermana!- grito Franky saliéndose las lágrimas y corriendo de la habitación.

-¡espera Franky!- le grito Iceburg en la puerta. En el fondo el llanto de la niña que despertaba de los gritos.

En el pasillo, paso por todas las habitación hasta perderse y esconderse en una columna que lo ocultaba perfectamente para sentarse y golpear el suelo furioso. Quería estar solo. Pero a su suerte, Iceburg lo encontró y le dio un coscorrón en toda la mollera.

-¡no corras en un hospital!- le grito enojado

-¡no grites en un hospital!- le grito Franky

-¡ambos cállense!- grito un interno. Ambos suspiraron con aspereza.

Se quedaron callados. El silencio en el pasillo se tumbó incomodo, ya sea porque se metieron sin permiso en el pasillo de internos y por el hecho de la nueva criatura que no sabían qué hacer con él. Sin embargo, una voz conocida les llamaba. Franky alterándose al oír la voz inigualable de su madre con la contraria de Iceburg que también escucho. Fue a la habitación a la siguiente.

-¿mamá?- susurro Franky entrando.

Fue horrible. Ese niño solo escuchaba las disculpas de ella y lo tanto que lo quería. Luego se fue. El estado por su salud a gracia del alcoholismo, su salud se debilito y por el embarazo su sangre empeoro. No soporto su segundo embarazo, dando su último grado de salud a su hija. Paso esos dos últimos meses hospitalizada y sin poder despedirse de su hija de meses de vida. Murió con Franky tomándole de la mano.

El niño lloro, suplico, le grito que la perdonara y no la dejara. Su tutor le agarraba para que no se lanzara en su cuerpo mientras que llegaban enfermeras y doctores. Aun así sus gritos se oyeron por todo el hospital, gritando con sus lágrimas recorriendo sus mejillas siendo sacado de la habitación a la fuerza.

- mamá murió. Estaba muy débil y murió. Estoy solo- murmuro de nuevo Franky –no quiero a esa bebe, quiero que se vaya ¡quiero que se vaya!- grito y Robin le golpeó en la cabeza -¡¿Qué te pasa?!-

-¡tienes una hermana!- grito Robin -¡¿Dónde está?!- Franky se enojó rugiendo

-¿tan entrometida eres? ¿Por qué no te la llevas? Sería lo mejor-

-¡pero es tu familia! ¡Si tienes familia! ¡¿Por qué no aprovechas?!- le grito enojada

-¡yo no tengo familia!- le grito más enojado -¡estoy solo!-

-¡la que no tiene mamá aquí soy yo!- chillo corriéndole los lagrimas -¡tampoco familia!- se cayó de rodillas, dejando a Franky atónito. Los demás niños se les salían las lágrimas, el mayor de la habitación los vio y se les crispo la piel –nadie aquí tiene familia-

-estamos solos también- dijo Sanji –en mi casa nadie me quería. Yo no quería a nadie. También estoy solo-

-mi mamá murió por un asalto- dijo Zoro poniéndose seria pero las lágrimas y mocos se les escurrían –mi papá se fue a la guerra y no regreso. Quede solo y un amigo de mi papá me abandono en el orfanato ¡no digas estupideces si tienes una hermana!- Luffy corrió a abrazarlo mientras lloraba en su pecho, él lo abrazo.

-chicos….- murmuro Franky, los demás lloraban a gritos pidiendo a sus madres. El giro su mirada con Robin agarrándose la cara sin pestañar.

-tienes a Iceburg…- dijo con la voz aterrada Robin –tienes a Chimney ahora. Paulie funciona como una mamá o eso dice Papa Doffy. No estás solo… pero…- levanto su mirada queriendo sonreír pero su shock la impedía formarla completamente, sus llanto lo pararon para miran a Robin –nos tenemos a nosotros y si quieres… puedes unirte-

-pero son enanos y yo mayor- dijo Franky. Ella se acercó más a centímetros de su nariz incomodándolo

-da lo mismo. En el orfanato, como sabes, todos estamos solos. Si Luffy tiene a sus hermanos, pero no son de sangre. Así entre nosotros nos hacemos familia, si quieres puedes ser de nuestra familia. Aunque sea temporal. Porque tú tienes a tu hermana y si vuelves a decir que no la quieres, juro que te quito las joyas. Lo dice mucho Papa Crocodile, aunque no tengo ni idea que es- se rio.

Franky, sonrió. No sonreía desde hace dos meses y esa sonrisa con lágrimas. Le alegro la vida después de lo vivido. Sin embargo, molestar a Iceburg o a Paulie que visitaba más seguido la mansión de nuevo. Ese hombre Cora-san. Odiaba que lo cuidaran y que estuviera a merced de los mayores. Que esos niños que ve ahora que se le secaban las lágrimas con sus manguitas, no eran lo suficientemente mayores como para jugar con ellos y es más. Iceburg tenía planeado enviarlo a la escuela cuando la abriera y esos niños no estarían en su clase. Sin embargo, si el seria adulto y ellos adultos. Hasta su acosadora personal Robin estaría en ese rango “lógico” que le comento Drake una vez, seria legal.

Le entraba unas ganas inmensas de crecer.

Sin embargo ahora que eran niños todavía. Entraba de una patada y vomitando lava de rabia. Corazon y Doflamingo detrás sonriendo.

-¡¿Quién les dio permiso de venir aquí?!- grito enloquecido de rabia. Los niños se asustaron y se escondieron debajo de la cama. Menos Robin quien se agarro del brazo de Franky y este, no hacía nada -¡o no! ¡Venga acá!-

El grupo salieron de la cama y saltaron a la cama corriendo, con el cuidador persiguiéndolos como el perro y los gatitos por toda la habitación, gritándoles que estaban castigados. Empujando los armarios y la cómoda.

-¡AH! ¡FRANKY AYUDA!- grito Luffy -¡ACE!-

-¡QUE ACE NO ESTA AQUÍ!- grito Sanji enojado, cayendo y agarrado del tobillo -¡ayuda!-

-¡Que divertido!- grito Nami riendo

-¡les dije que era mala idea!- grito Usopp llorando siendo el más rápido de todos. Se quiso escapar debajo de las piernas de Doflamingo, pero este le agarro de la ropa. Chillando a voz de mute –per…per…per…-

-¿perdiste?- le siguió Doflamingo.

Ya con todos los Mugiwara en los brazos de los adultos, solo faltaba Robin que se despegara de Franky.

-Robin, suelta a Franky- le ordeno Corazon con sumo cuidado, ocultando su enojo patéticamente.

-no- dijo sonriendo –el necesita ser cuidado-

-¿Quién te dijo eso?- dijo Franky

-yo lo dije- ella miro a Corazon sonriendo y ojos vivaces -¡puedo ser su enfermera!- le chillo

-no- dijo secamente el cuidador ella hizo un puchero –mente maestra, vámonos ya- le agarro de la mano -¡vamos!-

-¡no!-

-¡Papa Doffy!- chillo Robin pero Iceburg detrás suyo sin que se percatara le agarro de las axilas -¡oiga! ¡No soy una bebe!-

A patadas y rasguños de los niños. En los brazos de los cuidadores los llevaron al auto de Iceburg quien se ofreció a llevarlos, sin embargo en el camino que lanzaban a Sanji y Zoro peleándose los unos a los otros culpando el uno al otro. Pero no tenían ni una puta madre de culpa. En ello, Franky salió corriendo de la mansión gritando que lo esperaran.

-El acompaño- dijo sonriendo. Se lo negaron. Pero una semana después le dejaron ir luego de que los Mugiwara salieran del castigo que les dio el cuidador por su escapada.

El tiempo pasó.

Durante ese año que paso. Los niños pasaron sus mismas bromas y problemas. En el festival de verano Killer estuvo cambiando por toda la celebración llevando de la mano a Penguin y la mirada de águila de Law espiándolos como ninja. Aunque el trabajo era solo de su parte, Kid se le sumo solo para ver lo que pasara. Sin embargo se negaba rotundamente a los cuestionamientos que le comentaba Law de temas indecorosos de su amigo.

-Eres demasiado imbécil incluso, hasta para entenderte a ti mismo. No puede ser- dijo negando con la cabeza.

Escondidos detrás de un stand. Pelearon de una manera que destruyeron ese stand y otros tres. La tregua termino ese día y si, Corazon los castigó comentándoles que siempre peleaban en los festivales. En ello, se pasó el verano y comenzó de nuevo el otoño. Pasaron los cumpleaños de todos y de esa vez que llegaron Lucci y sus compañeros se cumplieron un año. Viendo su completa transformación de que ahora eran un poco más comunicativos con los demás. Más cuando descubrieron como llegar al departamento de Paulie. Pero de las razones magistrales del mundo. Llegaron en el momento que aquel rudo carpintero era casi succionado por su jefe en su sillón.

-¡¿eh?! ¡Suelte a Papa Paulie!- le grito Lucci -¡ataquen chicos!- chillo mandando a todos a golpear a Iceburg botándolo del sillón. Con las manitas de Lucci dándole puñetazos.

-¡Hey Chicos! ¡Suéltenlo!- chillo Paulie tratando de quitar a los chicos de encima de su jefe. Pero quitaba uno y del suelo otro corría saltando a él. Un  círculo vicioso.

Otro de los acontecimientos que sucedieron ese año, paso llegando la primavera. Ace estaba aburrido una tarde mirando el cielo comiendo un pocky que se robó de la cocina. Se le cerraban los ojos del sueño en el pasto del nuevo huerto de flores y frutas. Para cuando, Sabo cayó a su lado sentado a lo indio con una sonrisa inmensa. Asustándolo por supuesto.

-¡¿Qué te pasa, Sabo?!- grito Ace enojado -¡estaba durmiendo!- pero su hermano estaba con una sonrisa estúpida y las mejillas sonrojadas -¿estas enfermo?-

-no- dijo el armonioso –es que hable con Papa Doffy- el pecoso arqueo una ceja

-¿te beso?- dijo y su hermano le miro enojado

-¿aun te afecta lo de Halloween de hace un año o es que Marco ya te lo dio a ti?- dijo directamente y su hermano bufo molesto.

-eso no importa ya- dijo en seco –pero dime ¿te dijo de dónde vienes lo bebes o qué?- Sabo se rio de ello. Respiro profundo y se relajó.

-me voy a declarar a Koala- dijo orgulloso. Su hermano se sorprendió.

-¿enserio?- le sonrió –espera ¿Qué te dijo Papa Doffy para que te entre el coraje?- le dijo burlón pero feliz por Sabo. Él se rasco la cabeza riéndose.

-me dijo que debo ser valiente y que Koala es bonita y que yo soy guapo y que me dirá que si ¡estoy nervioso pero lo hare! ¡Te lo aseguro!- chillo entusiasmado. El pecoso el dio una palmada en la espalda.

-eso, eso- dijo. Sabo se paró energizado.

-¡bien! ¡Voy!- grito yendo a la habitación de las chicas.

Pero en la tarde no la encontró. Porque, llegando el atardecer. Buscando desesperadamente a Koala por el huerto de uvas en el fondo del jardín. Se encontró con una escena que se le vino el ánimo a los suelos.

-¡por favor acéptalo!- grito Koala con una sobre rosa en sus manos con sus brazos estirados al otro.

-¿eh? ¿Por qué?- pregunto con austeridad Ace

-porque me gustas, Ace- dijo Koala con la cara colorada y un ruido de algo romperse en un lugar. El corazón de Sabo detrás de ella. Cayó de rodillas abatido. Los miro porque ellos se quedaron callados con Koala aun tenido los brazos estirados a su hermano y este con la cara confundida. Luego de que el viento soplara a los tres. Ace dijo:

-perdón, pero a mí no me gustas. Le gustas a mi hermano- dijo directamente con un grito de Sabo interno detrás. El pecoso le guiño un ojo.

-¡¿eh?! ¡¿A Sabo?!- chillo Koala –pero ¡no! A mí me gustas tú- chillo

-pero a mí no. Niña tonta- dijo Ace pegándole con un dedo con suavidad en su frente. Sus lágrimas de Koala se deslizaban por sus mejillas –yo en mi cabeza tengo dos cosas, carne y mis hermanos. No tengo tiempo para una novia- cuando miro que a Koala se le fruncía los labios de tristeza calmo su semblante y le acaricio la cabeza -¿Qué te gusta de mí?- le pregunto.

-no lo sé…- dijo sonándose los mocos –Hancock me dijo que si miraba tanto a una persona era que me gustaba- se atraganto con sus lágrimas –después dije que si… y Papa Doffy me dijo que me declarara…-

-¡¿Qué Papa Doffy no se puede meter en sus asuntos?!- grito sin querer Sabo. Koala se dio la vuelta asustándose, ambos se miraron rojos de la vergüenza y Ace sonriendo por detrás.

-bueno, yo me voy. Sobro de mas- dijo riéndose entre dientes con su hermano petrificado frente a la ruborizada Koala. Se fue devuelta al orfanato –ah, que tierno. Así Sabo se dejara de hablar tanto de….- cambiando por el pasillo yendo hacia la cocina de nuevo…. Tenía que encontrarse a Luffy en la tierra del patio principal, encima de Zoro dándole un beso. El pecoso con su complejo de hermano. No le vio otra situación que sacar a Luffy del dorso y aplastar a Zoro saltando a su regazo. Rompiéndole la pierna.

En la enfermería.

-¡Ace estas castigado!- grito Corazon en la enfermería del orfanato. Un pequeño espacio escondido en las esquinas de la casona. Donde guardaban los botiquines de emergencia y cosas como esas. Kureha le terminaba de poner el yeso en la pierna de Zoro -¡le rompiste la pierna a Zoro! ¡¿Cómo puede ser tan tonto?!-

-No es mi culpa- dijo Ace con la manos en los bolsillos, enojado –primero tengo un hermano enamorado y otro que lo abducen a hacer cosas que no quiere-

-es mentira- dijo Corazon cruzando los brazos

-¡es verdad! Que molestia ¡Luffy vámonos!- cuando volteo a ver a su hermano. No estaba -¡Luffy!-

-¿Qué?- dijo el monito en la camilla acurrucado en Zoro, con su cara inocente puesta en su hombro –Robin hace unos meses fue la enfermera de Franky cuando estuvo mal. Ahora Zoro esta malito, así que ¡seré su enfermera esta vez!- se rio. Su hermano se congelo

-Luffy tu serias el “enfermero” no “enfermera”- dijo Kureha entretenida

-Nah como sea, igual cuidare a Zoro todo el tiempo ¿no?- dijo Luffy rozando su cara con la de Zoro, él sonreía con su mano en la mejilla del monito.

-cavaste tu propia tumba Ace- dijo Corazon queriendo no reír. Pero se puso  pensar –ahora que lo pienso, Robin se quedó en la mansión sin permiso de nadie. Pero da lo mismo ya- comento sonriendo.

 

Otro mes pasó. Doflamingo y Crocodile en un día libre, se pasaron una tarde tranquila con los niños vigilándolos como aves rapases jugando en la playa. Corazon los vigilaba más de cerca que los otros, cayendo a cada tanto parado en el mar.

-ah, viendo tanto demonio compacto- dijo Doflamingo en un suspiro –me dan muchas ganas de huir contigo al infinito y más para acá- se rio. Crocodile lo miro con el ceño fruncido y un puro en la boca.

-Tu nivel de sensibilidad es épica- dijo sarcástico, Doflamingo rio de su comentario acariciándole la cicatriz del rostro. El la aparto sonrojado –aquí no-

-ah. Croco, los niños ya comprenden nuestro amor- dijo Doflamingo sonriendo. Ambos estaban recostados en toallas de playa con una canasta de comida tratada de ser robada por Bonney arrastra en el suelo -¿Por qué tan vergonzoso? ¿Eh?- se acercó más.

-¿Por qué tan pegote? ¿Eh?- dijo Crocodile apartándose un poco, él le seguía, él se parta y el otro le seguía -¡estamos en público hombre!- le grito.

-¿y eso me importa?- sin previo aviso, le agarro la cara y le dio un beso botándolo a la toalla.

-¡ah!- grito Bonney a sus pies. Ambos se soltaron, miraron y Drake le sujetaba del bañador rosa -¡¿Qué te pasa?!-

-ese es el almuerzo. Aguántate, niña tonta- dijo Drake sin darse cuenta de la tela del traje de baño no era muy buena -¿Por qué siempre Papa Cora-san me manda a cuidarte?-

-porque tu vida es muy aburrida- se burló Bonney con un pedazo de pan en la boca.

-que graciosa- dijo Drake sarcástico ocultando su ofensa –suelta el pan- ella se negó sonriendo maliciosamente

-¿te la puedes llevar Drake?- dijo Doflamingo aburrido –estamos en algo- Drake asintió sacándola alejándose. Crocodile los miro hasta alejarse y acomodo un quitasol para ocultarse -¿eh? Parece que alguien necesita más ¿no?-

-cierra tu estúpida boca, ave – lo beso agarrándose de su moreno rostro. Jugando con las lenguas y olvidando que tenían que ver a los niños.

El viento salado le secaba la boca pero no le importaba mucho, obedeciendo estrictamente la orden de Corazon de cuidarla y la orden de Doflamingo de alejarla al mar. Ella se movía como loca. Drake era un niño que siempre seguía las órdenes y era muy serio para todo. Con once años y poco para tener doce, era el niño más maduro aparte de Marco del todo el orfanato. Sin contar las situaciones con la niña Bonney que tenía que pasar. Ejemplo cuando ella se escabullo y queriendo irse al restaurant Baratie que le comentó Sanji que servían la comida más deliciosa del mundo. Ella tuvo que perseguir encontrándola disfrazada con un vestido en el restaurant y un guardia que la retuvo por querer entrar a la fuerza, le dijo que se llevara a su novia.

-¿novia? ¿Quién querría a esta glotona de novia?- dijo sin querer

-te oí-

-qué bueno- felicito sarcástico. Llegando al mar, Bonney se zamarreo aún más con pánico -¿Qué te pasa? ¿Eh? ¿Te da miedo el mar?- ella sin habla le patio las piernas -¡Hey! ¡Solo dilo y te suelto!- le grito. Drake de malo sonrió y fue directamente al mar, llegando a la orilla Bonney se movía mucho más. Y enojado, la lanzo a una ola.

La niña giro dentro del agua, tragando agua y rasparse con la tierra. Con la espalda en el suelo, el mar se recogió y apareció una mini sirena escupiendo agua. Las niñas mayores que jugaban por donde la lanzaron, se preocuparon corriendo a ella preguntado si estaba bien. Escupió toda el agua, escuchando la risa de Drake detrás suyo, se levantó furiosa. Pero no se dio cuenta de algo que las niñas chillaron avergonzada. Bonney dio la vuelta encarando a Drake.

-¡¿Qué te pasa?! ¡Te iba a decir que se me estaba rompiendo el traje de baño! ¡Tonto!.... ¿qué te pasa?- la cara de Drake estaba entre paralizado con los ojos abiertos como platos y rojo, mas rojo que cualquiera en la playa mirando a Bonney. Esta estaba confundida de que todas las niñas la rodearan y que Hancock le agarrara el torso -¿Qué les pasa?- bajo la mirada por fin. Dándose cuenta de que.

El traje de baño de Bonney, rosa y con conejos verdes. Estaba roto y caído desde todo el torso, dejándola semi-desnuda en medio de la playa.

-¡por la….!- iba a gritar pero una ola les cayó a todas.

Al final Corazon le tuvo que pasar una camisa e irse primera de la playa con Smoker.

-a Bonney le están creciendo los pechos…- dijo ingenua Califa -¿Cuánto falta para que me crezcan a mí?-

-no preguntes esas cosas- dijo Hancock casi bramando.

Esta enojada pregunto Koala

-no…bueno furiosa- dijo Hancock irascible.

-¿eh? ¿Por qué Hammcock?- dijo Luffy a su lado ella chillo

-es que mi pequeño Luffy hay cosas de niñas que no puedes entender mi pequeño monito- dijo Hancock sonriente

-es porque es más plana que una tabla- dijo Zoro directamente apoyado en una muleta. Ella lo golpeo.

Cuando ya se iban. En el autobús de parte de Crocodile quien lo conducía, Drake no dejaba de mirar a la ventana. Golpeándose la cabeza cada vez que recordaba esa escena, se rascaba y se volvía a golpear. En ello, aparecía Ace mirando como el chico se golpeó de nuevo contra la ventana.

-oye, ver una chica desnuda no es nada- dijo Ace desde su asiento. De improviso apareció Marco en el asiento del frente

-el pecas tiene razón. Te vez como una nena lloriqueando tanto- dijo tranquilamente – ¿Qué no vez las revistas que tiene debajo de la cama Apoo?-

-¿tiene de esas?- pregunto Ace

-tiene muchas- dijo Marco –algunas se las robo a Papa Cora-san y otras se las compro él. Bueno, no sé cómo lo hace. Dice que tiene un contacto que se las da-

-oh interesante- dijo recordando a Drake –bueno, bueno. Pensemos- se pasó a su asiento –demás que a Bonney te va a evitar después de esto y te aseguro que te dejara de molestar por ello. Hasta Papa Cora-san te va dejar de mandar a cuidarla ¿no piña?- le dijo con total confianza a Marco. Estos últimos meses ha soportado que Marco estuviera acercándosele como loco para hablar y lo disciplina de vez en cuando para que respetara más seguido a los adultos. El esfuerzo aun no va así consecuencia, pero por ahí va.

-no es eso…- susurro Drake medio atónito. Los dos que lo ayudaban lo miraron –no es eso, estoy seguro que no es por que vi a un chica semi-desnuda. Estoy seguro que nunca antes sentí esto, pero se los aseguro que no es impresión u otra tontería- el pecoso y la piña se miraron cómplices en una sonrisa.

-te gusta Bonney- dijo directamente Marco. Drake grito –se te nota tonto- Ace se rio del comentario

-es verdad- dijo el entre risas –la sigues aunque no te lo pida Papa Cora-san y luego decimos que Kid es medio lerdo-

-¡oye!- se escuchó en el fondo.

Drake se agarró la cabeza. No, no era ello. El nunca confió en el amor y lo ha vivido en presencia desde que escapo de su casa luego de que su padre. Un pirata y ladrón, antiguamente un marino, matara ebrio a su madre. Llegará medio desnutrido al orfanato y el cuidador lo acogiera del frio de ese invierno. Cuidándolo una semana entera de lo enfermo que estaba. Habían pasado dos o tres años de ello, era uno de los primeros que se toparon con el orfanato. Sin embargo lo del amor, no, porque su padre siempre decía que amaba a su madre y el la mato a sangre fría. Vivo peripecias luego de escaparse, eso incluye huir de prisión y matar a un pirata de malas intenciones lanzándolo al mar con un golpe en la cabeza con un tubo. Fue un año muy pesado para él. Ante esos traumas. Decidió ser frio e intachable ante todos, incluyendo a cualquier niña. No le importaría lo rabiosa de Bonney, su semblante siempre sería la de un chico frio. O era lo que creía.

-pero tienen la misma actitud- dijo Marco

-sí, ambos son bastantes enojones. Aunque Bonney es más “tigresa” que Drake. Que les gusten los reptiles confirma lo frio que es—continuo Ace. Ambos habían esto conversando mientras que Drake se acomplejaba en su mente “que ayuda” pensó.

Pasaron dos semanas. Drake y Bonney, no se miraban y paso mucho para que se volviera a hablar. Sin embargo, una última cosa sucedió en este año. Fue la noche que Corazon desapareció.

Desapareció de pronto una noche. Esa noche Law despertó de pronto con miedo, sudando del terror por una pesadilla. En la playa, ese sueño le decía la playa. Pero una playa negra. Corazon caminaba tambaleante hacia él, sonriendo penosamente y con lágrimas en los ojos. Su maquillaje se corría por sus mejillas. Law se asunto y lo pretendía en correr, pero sus pies fueron atrapados por la arena.

-¡Papa Cora-san! ¡Papa Cora-san!- gritaba Law, pero el hombre se detuvo.

-Law…- murmuro –Cuídate- y desapareció hecho ceniza.

Law despertó. Sudaba mojando la cama y respiraba con dificultad. No lo pensó, salto de la cama y corrió directo a la habitación de Corazon de la cual. Estaba vacía. Preocupado, investigo por todo el orfanato sin encontrarlo en ninguna parte. Con pánico se dirigió a la habitación de Doflamingo abriéndola de golpe, asustando a Crocodile.

-¡Papa Cora-san no está!- grito Law sin importarle que ambos estaban desnudos.

-¡búscalo en su habitación estúpido!- grito Doflamingo despertando de mala gana. 

-¡no está!- le grito. Los adultos se despertaron alarmados.

En la habitación se encontraba vacía y con las sabanas tiradas. Las cosas como las mesillas regadas en el suelo y si no fuese que Chopper se quedó a dormir en la casa de Kureha por estar con fiebre (ella insistió) estaría en suelo como su cuna.

-¿Dónde habrá ido?- se preguntó Doflamingo revisando el piso –no creo que huyera. Están todas sus cosas-

-¿tal vez fue con Kureha?- pregunto Smoker –para ver a Chopper-

-no, Croco llamo. No está ahí- afirmo el rubio –déjame pensar ¡el cementerio!- grito

-¿el cementerio?- pregunto Smoker

-ella está ahí- dijo fríamente –debe estar en su tumba-

Sin darse cuenta en la puerta Law escuchaba atentamente. Para evitar una revuelta no le avisaron a ni un niño. Sin embargo Law se quedó escondido para que no lo echaran a su habitación. No pensó en que en un futuro estaría sin salir de la Zona de Castigo por meses. Fue a su habitación, saco una chaqueta, colocándose sus zapatillas y salió. Sin mirar atrás. Paso por la verja de Ace, como nombraron los niños. Cruzo el bosque en la noche. Alumbrándose con la lámpara portátil de gatito de Sachi. Llegando a la calle miro para todos lados vigilando si lo seguían. Hacia frio, el viento le congelaba las manos pero comenzó a acelerar el paso por la tierra del barrio hasta desaparecer por una esquina.

En la ciudad se escondía por los callejones y por los botes de basura. Creyéndose ninja. El vapor de su boca se escapaba de ella, congelándole la nariz. Sabía que el cementerio donde se supone que estaría Corazon era al otro lado de la ciudad. Algo lejos del puerto y cerca de la playa. Law con coraje fue directamente a la salida del centro yendo a dirección del mar. Tampoco creía Corazon huyera, estaba muy asustado. Tenía miedo. No quería que desapareciera. No quería estar solo. No quería que se fuera. Si hizo algo malo ¡que se lo diga! ¡No quiere sufrir! ¡Quiere estar con Corazon! Le carcomía la angustia de pasar noches que el rechazaba que durmieran juntos, cuando dormía con otros niños. Si, tiene que cuidar a los más pequeños y él debe cuidaros también. Por eso tiene a sus amigos como protegidos. Si desaparecía, si Corazon desaparecía del orfanato. Si no volvía por esa puerta, si no lo encontraba de nuevo en su cama durmiendo. Verlo dándole comida a Chopper de manera adorable.

No. Por favor.

El necesita a Papa Cora-san.

El cementerio estaba en la punta de un risco. Extendiéndose largamente por todo el terreno a una playa desértica y no muy visitada. Law se detuvo frente al portón de rejas negras oxidadas gigantescas. Con un candado cerrando la puerta.

-¿y ahora como entro?- se dijo así mismo. Rodeo la reja buscando alguna rejilla rota. Sin encontrarla, se golpeó la cabeza contra el metal enojado. Quería estar con Corazon. Mirando al cielo las estrellas sentándose en el suelo de tierra triste. Se congelaba en medio de la calle por buscar a Corazon y este demás que se debió haber ido hace mucho.

Solo un tonto niño de diez años buscando a un adulto.

Pero perdiendo las esperanzas convertido en el medio que Doflamingo llegara y le sacara la $%#$%#$%. Escucho el sin igual y común grito de Corazon quemándose el brazo.

-¡Papa Cora-san!- grito sonriendo. Siguió el grito que provenía de la playa -¡Papa Cora-san! ¡Voy! ¡Espéreme! ¡Papa Cora-san!- busco un camino que le diera paso a la arena tropezándose y resbalarse por la colinilla. Cayendo rodando hasta la arena.

-¿pero qué? ¡¿Law?!- se asombró Corazon dentro del mar mirando a Law con la cara dentro de la arena, el niño se puso de pie y con la cara roja en rasguños. Se le cayeron las lágrimas en una sonrisa.

-Papa Cora-san… - murmuro en una carcajada -¡Papa Cora-san!- Corazon no la vio venir pero Law salió corriendo tan rápido que lo empujo a la espuma del mar.

La playa es inclinada y por ello ambos empezaron a rodar por el agua empapándose enteros. Cuando se detuvieron, el agua les entraba por las orejas y Law sujetaba el cuello de Corazon con fuerza. El mayor por fin reaccionaba sentándose en la arena mojada con Law sin querer soltarlo.

-¡¿Qué haces aquí?!- le grito tomándole de la cadera queriéndolo apartar -¿Law?- el niño lloraba.

-¿Por qué te fuiste?- le dijo en voz baja. El hombre le miro acariciando su cabeza –No quiero que te alejes-

-Law…-

-¿Por qué desapareces así?- dijo Law -¿Por qué desapareces de pronto?- se sonó le salían los mocos –no me dejes solo-

-¡Law!- bramo Corazon cortando la escena triste -¿De que estas hablando?- dijo enojado. El niño le miraba con los ojos llenos de lágrimas brillándole lo gris de su iris

-pensé… pensé que nos abandonabas- dijo Law murmurando –en tu habitación, no había nada y nadie. Todo estaba regado…- pero antes de que terminara Corazon se le salió la risa -¡¿de qué te ríes?!- grito. El hombre se cayó de espaldas al agua riéndose soltando al niño extendiendo sus brazos en el suelo.

-no, no- dijo agarrándose la cara para calmarse. Respirando un poco para seguir –solo salí y no le dije a nadie. Creo que no debí dejar la puerta abierta, estúpido Nekomamushi-

-¿Nekomamushi?- dijo atónito Law -¿el gato?- se sacudió la cabeza para volver al tema -¡no importa! ¿Qué hace aquí? ¡Me asusto mucho!- chillo brotándole sus lagrimas

-que adorable Law- dijo ignorándolo pero queriendo respirar sus palabras –vamos a la arena. Estoy empapado-

El niño le obedeció y ambos se sentaron en la arena goteando sus ropas. Congelándose de frio, Law temblaba agarrando sus brazos y frotándolos para entrar en calor. Corazon se dio cuenta de ello así que lo tomo de los brazos y lo obligo a sentarse en sus piernas para abrazarlo.

-¿Dónde fuiste?- pregunto Law enojado. El hombre se rio.

-Visite a alguien-

-¿vivo o muerto?- pregunto el niño y Corazon dejo de sonreír –perdón-

-no, está bien- dijo Corazon quitándole el gorrito y estrujarlo sacándole el agua –si viniste a verme, que por cierto estas más que castigado, debes saber por qué me fui sin decirles a nadie- dejo el gorro en el suelo y Law acomodo su cabeza en su pecho –vine a visitar a Bellmere- el niño se quedó en seco unos segundos.

-¿La Madre Bellmere?- dijo Law atónito –pensé que no querías ir a su tumba- el hombre acaricio su cabeza para seguir

-la he visitado desde hace un año, he intentado poner una fecha para ello. Pero siempre la olvido- se confesó Corazon –lo hago en secreto por que Doffy cree que me hará daño-

Law entendí y sabía la situación. Por qué Bellmere hace tres años, dio su vida para protegerlo a él y a todos los demás niños que iniciaban el orfanato, guardando el secreto a Nami y los demás desde esa tarde en el puerto de Dressrosa. Pero también sabia de “esa” relación era la de Corazon y Bellmere, que ahora le parecía molesta.

-¿Por qué la visitas ahora?- le dijo enojado –digo a las tantas de la noche y más encima con frio- el Corazon soltó una risa -¡¿Qué te pasa ahora?!- se rio un poco para detener y apachurrar a Law.

-¡que adorable eres! ¡Celosito del pasado!- grito -¡me encanta cuando eres así de adorable!- dejo de zamarrearlo –no es necesario repetirlo. Pero te quiero decir, que hay veces que necesitaría su ayuda y mayormente, el extraño- dijo dejando que el viento corriera su cabello y Law lo mirara expectante –extrañar a una persona importante para ti, pero haberla perdido de peor forma. Es lo que en muchas ocasiones, te duele más. No extrañarla, si no el recuerdo de cómo se fue- las lágrimas del hombre comenzaron a brotar sobre su maquillaje. Law asustado se puso de rodillas para secarle las lágrimas con la manga –no debería decirte esto….-

-no me importa- dijo Law. El hombre le sorprendió –lo único que quiero es que Papa Cora-san deje de llorar- confeso colorándole la cara –también he perdido a gente, a mi familia. Pero no significa que llore por ellos porque saben bien que estoy feliz contigo, Papa Cora-san-

Por un momento, las olas del mar eran la música para la situación mientras se miraban atentos el uno al otro. Desesperados de leerse la mente para tener la respuesta para hacer feliz al otro. Las estrellas brillaban y la luna iluminaba todo. Dejando a ambos paralizados en ellos mismo, dejándolos ignorar el mundo solo para querer ver sonreírse.

-eres lindo, Law- dijo Corazon, el niño dio un respingo –me encantaría saber que te hace feliz- Law se encogió de hombros más rojo que un tomate. Ve sonreír a Corazon, le hacia tener escalofríos. Luego de tener la boca fruncida en nervios, hablo.

-me hace feliz vivir con Papa Cora-san- murmuro claramente –me hace feliz hablar con Papa Cora-san y me hace feliz ayudar a Papa Cora-san- Corazon no resistió y le dio un abrazo -¡oiga! ¡Suelte…!- no termino. Por qué Corazon, le beso la mejilla. Law quedo en shock balbuceando cosas.

-¿quieres otro?- dijo Corazon. Sin querer, Law asintió. El hombre acerco sus labios y le empezó a dar bufidos molestando la cara del niño, haciéndolo reír.

-¡no! ¡No! ¡Hey! ¡Me hace cosquillas!- dijo riéndose.

Corazon seguía haciendo como caballo por su cabello y sujetando a Law para que no se escapara. Para cuando el aire se le esfumo. Se echó para atrás con Law quedando encima del hombre. Ambos respiraron para mantener su aire mediado.

-Papa Cora-san ¿extraña a Madre Bellmere?- pregunto Law luego de un silencio extenso.

-si- dijo el hombre -¿extrañas a tu familia?-

-si- dijo Law. Contemplaron el cielo tranquilo, con el calor del otro queriendo despertar la comodidad de ambos contra la arena.

Después de mirar tanto tiempo la noche. Law se inclinó hacia Corazon. Mirándole el perfil recto y su rostro casi despintado por el agua del mar en su cara. La sal le brillaba con la luz, su cuerpo se perfilaba con la camisa mojada. Le parecía, una hermosa pintura su anatomía. Estaba calentándose el mismo, mirando al adulto firmándole una sonrisa sin querer. Cómodo en sus brazos. Esa situación, la sentía la mejor del mundo.

-¡Cora! ¡Cora!- la voz de Doflamingo en el fondo aviso que ese momento fue cortado.

 

Con el auto de Crocodile fueron llevados todos al Orfanato. De inmediato Corazon fue llevado obligatoriamente por su hermano a su habitación para que durmiera, aunque Law no le soltara entro y se cambió de ropa. Law no se quiso ir de la habitación, quedándose a dormir con una camiseta de Corazon porque su pijama estaba hecho mierda. Se acomodaron en la cama, el adulto se durmió de inmediato pero a Law le costó dormiste. Quedándose mirando a Corazon, más de lo normal. Algo pasaba. Era una sensación que le daba calor a pesar de lo frio de su cuerpo por la zambullida en el mar. Queriendo acariciar a Corazon con miedo. Si fuese grande, entendería esto. Entendería. Entendería lo que le sucede y entendería por que le da tanta rabia que Corazon estuviera en la tumba de Bellmere. Sabe que no es correcto enojarse con alguien que ya está muerto, pero en ese memento.

Quería crecer ya y ser adulto.

No se quería separar de él.

Acurrucado en sus brazos se durmió.

 

En otro lado. En las costas de la ciudad, una figura se acercaba en un auto de lujo mirando a todas partes con una mirada negra como las cuencas de sus ojos.

-¿Qué hacemos aquí padre?- pregunto el niño mirando al amanecer sobre el mar, medio dormido pero comiendo un dulce. El padre se veía igual que su padre, pero con el cabello morado. 

-Te dije en el barco- le reprocho el padre –venimos a buscar lo que es nuestro-

-¿los niños?- dijo el niño sonriendo

-sí, Spandam- le dijo Spandine –pero tendrá que ser meticuloso para llevárnoslo de nuevo ¿entendiste?- el niño lo peno un momento

-¿Qué es meticuloso?-

El padre se golpeó contra el volante por la estúpidez de su propio hijo.

Al mismo tiempo, una mujer ágil corría para avisar lo que vio. 

Notas finales:

¿que sucede? ¿quien esa mujer agil? 

Amigas y amigso mios, les presentare un nuevo misterio y un ¡corre! ¡corre! por que el peligro esta cerca. 

 

¿que es lo que siente Law? 

¿que es lo qque siente Drake? 

¿Ace y Marco?

¿Hipocrecia de Ace contra sus hermanos? 

Las respuestas son obvias. 

ATTE 

E.yaoi. Las quiello, gracias. 


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