Casa
El día siguiente, los niños y niñas tomaban sus cosas para acomodarlas en el barco. Los el pueblo los miraban un poco curiosos, como caminaban con desgano por lo temprano que salían, además de….
-quiero llegar luego y que nadie recuerde esto- dijo Kid enojado –me quitare esta mierda y no regresare a este puto pueblo nunca más ¡nunca!-
-tranquilo Eusstass-ya- dijo Law sonriendo, arreglándose la capucha –que ese lindo vestido te queda divino- ser rio tapando su boca con la bufanda que le paso Corazon.
En efecto, Kid como algunos más niños del orfanato, estaba usando los vestidos de Hancock, Koala y Nami. El pelirrojo trataba los más posible de alargar la falda hasta la rodilla. Le obligaron un vestido recto color verde que es de Nami. Para su cabello le tuvieron que colocar dos coletas muy esparcidas por su puntiagudo cabello, atadas con dos moñitos de naranjas. Kid estaba tan avergonzado que era el primero en caminar frente a todos los niños, solo para llegar rápido al barco.
-Capitán…..- murmuraba asustado Penguin
-¿Qué pasa Penguin?- dijo Law despreocupado, él fue uno de los niños que no tuvo que vestirse de niña por no caberle la ropa
-Killer…mire…- dijo pequeño, el ojeroso dio la vuelta para encontrarse con un (literal) casi anémico Killer con un paño manchado en carmesí tapándole la nariz y la boca. Le sangraba tanto la nariz que debía tener la vista hacia arriba pero no podía dejar de ver a lo adorable de Penguin que se avergonzaba ocultándose en el brazo de Law usando una jardinera con parches de flores rosadas por las piernas combinándolo con una camisa de hombros abombados blancos y bordados de flores. Law mirando lo patético que se veía, desvió la mirada a Penguin.
-mejor ni lo mires, que se le pasara cuando se desmaye- dijo Law
-¿Por qué se va desmayar?- pregunto ingenuo Penguin
-Oye Eusstass-ya ¿tienes el mismo tipo de sangre de Killer?- pregunto Law burlándose, Kid gruño a los lejos.
-¿Por qué todos los niños debemos usar vestido, Capitán?- pregunto Sachi que usaba un vestido de holanes rosa.
-es para disfrazarse Sachi- dijo Law calmado, a él le pusieron una camisa de Corazon y él le presto su gorrito –lo usaremos hasta llegar al orfanato por si acaso-
-¡AL ORFANATO!-grito de pronto desde lejos llegando corriendo Sanji, con extensiones de cabello largo y un vestido de princesa, se veía enojado -¡¿Cómo QUE USARE ESTA COSA HASTA EL ORFANATO?!-
-Ordenes de Papa Cora-san- dijo Law tranquilo –estaremos disfrazados hasta llegar al orfanato-
-¿Qué pasa Sanji? A mí no me importa vestirme de chico, a Robin tampoco- dijo Nami tranquila y sonriendo. Llevaba ropa de Luffy, una camisa roja, sus pantalones cortos y las sandalias, Luffy a regañadientes le presto el sombrero de paja –cuando volvamos a casa te maquillaremos- Sanji chillo agonizante.
-que horrible….- dijo arrastrando los pies.
-oye molino no te quejes tanto que molesta- dijo Zoro a su lado, caminando con su mochila.
-Cállate, tu no tuviste que ponerte ropa de chica… porque eres muy gordo- se burlo Sanji tapándose la boca. Antes de que Zoro le atacara, apareció Luffy agarrándole del brazo cariñoso.
-Vamos Sanji ¡que te ves genial!- chillo Luffy entusiasmado
-eso lo dice el chico que le queda perfecto el disfraz- se burlo Nami riéndose. A Luffy no le importo, saltando dando vueltas le mostraba su atuendo a sus amigos. Un vestido de Robin. Sus atuendos siempre eran parecidos a uniformes escolares y este por supuesto lo es. Es verde en marinero, con falda blanca y una mochila rosa. Para pasar desapercibido, le colocaron dos trencitas detrás de sus orejas.
-¿Cómo me veo Zoro?- pregunto Luffy cariñosamente.
Pero antes de decir algo, aparece estrepitosamente Ace. Agarrando a Luffy a sus hombros.
-¡Sin comentarios! ¡Cuido a mi hermanito!- advirtió el pecoso sonrojado
-¿de qué?- pregunto Usopp vestido de niño.
-oye verdad ¿de qué hablas Ace?- pregunto Luffy en su hombro. El pecoso metió la pata sin querer
-ehhh…. Nada cosas de adultos – se rio nervioso -¿No?- iba a llamar a su hermano aunque este estaba en el otro extremo tapándose la cara con una emplumada bufanda rosa. Ace todavía se entristece al ver a su hermano alejarse. Luffy que aún seguía en su hombro mostrando los calzoncillos al aire preguntándose: ¿están peleados? Es Luffy se entera años después.
En un momento se acercó Crocodile mandándoles que se apresuraran este usaba un abrigo negro, bufanda y lentes. Hacia lo posible de no dar miedo su tamaño y voz.
-¡Croco!- dijo Doflamingo desde lejos en el puerto alzando los brazos -¡apúrate! ¡Que necesito a mi Croc…!- un golpe. Iceburg disfrazado como un obrero o algo parecido. Sin su traje característico y a Tyranosaurus guardadito en una jaula
-tu puta boca nos delatara- le regaño. Como Paulie y Corazon estaban adentrando a los niños al barco de Loca. Seguía igual que la última vez, sin embargo en esta tenia por dentro un nuevo compartimento separado. Entre chicos, chicas y un sótano en las cloacas del barco solo para los adultos. A la vez Smoker contaba cada niño mientras entraba.
-Hancock con pantalones de Apoo, Apoo con ropa de Drake, Drake con ropa de Hawkins, Hawkins con ropa de Koala, Koala con ropa de Sabo, Sabo con ropa de Doffy ¡Mugiwara apúrense!- grito el hombre sacando una nube de humo de su boca –Bonney colócate bien ese gorro-
-odio los vestidos- dijo ella arreglándose un tierno vestido blanco
-ni con eso te ves decente- dijo Drake y ella le golpeo la cara
-¡compórtense!- grito Corazon -¡ya es suficiente con todo esto!- fue sin querer. Los niños le miraron asustados, dándose cuenta de lo que hizo se agacho la cabeza adentrándose a las cabinas. Como los adultos y los niños, miraron con pena. Incluso algunos aldeanos miraron desde lejos la escena y se escondieron en sus casas de inmediato.
-Cora…- dijo preocupado Paulie –es mucho para él-
-no hay otra opción- dijo Iceburg serio –necesitara un discurso completo para explicarles todo a Yorkie y a Brook al llegar- el hombre rudo rubio le miro cortante -¿Qué?-
-¿Qué no ves lo mal que esta? Sentirías lo mismo si no fueses tan infantil- gruño y se alejó con el grupo de Lucci detrás.
-¿problemas de pareja?- se burló Doflamingo. Iceburg chasqueo los dientes y se adentró al barco, al mismo tiempo, el hermano mayor miro a la cabina que se adentró Corazon –malnacido Spandine-
A Yorkie le dispararon. Fue el mismo día que los vecinos dijeron que vieron pasar a un hombre de cuencas negras entrar al orfanato vacío con un niño con máscara de hierro. Según la doctora Kureha, Brook esta enojadísimo. No solo por Spandine, si no con su suerte de que él ni su familia estuvieran implicados con el asunto ese. No conocían al hombre y por negar que conocían a los niños dispararon a su esposo sin piedad.
-¿sigue vivo?- pregunto Smoker cuando Loca comenzó a dar marcha
-creo que si- dijo Doflamingo –pero cuando le dispararon se goleó la cabeza con la orilla de la mesa del comedor- el hombre se acomodó unos nuevos lentes negros mirando como Genzo se despedía a lo lejos de Crocodile. El hizo lo mismo –no me quisieron relatar más, pero creo que ya despertó según la Doctora. Brook no ha querido decir nada-
-¿A dónde le dispararon?- antes de que le respondieran, apareció Sengoku detrás suyo abrazándolos.
-¿Cómo les va?- pregunto
-¿Cómo nos va a ir? Se supone que escapábamos de los marinos y ahora sabemos que los marinos no nos perseguían pero si una organización global que quieren secuestra a los niños para experimentos humanos, creo que bien viejo gaviota- le respondió sarcásticamente Doflamingo.
-cosas que pasan- dijo tranquilamente –yo se supone que debo jubilarme pero sigo aquí-
-¿por ese pendejo?- pregunto Smoker. El hombre asintió -¿Es tan peligroso?-
-peligroso no. Es muy débil y estúpido, pero asquerosamente rico- comento Sengoku serio –viene de una familia noble que se encalillaba con la mafia desde décadas, entre matrimonios arreglados y contratos muy fructíferos, Spandine hizo un imperio afiliándose en la marina desde muy joven. Él era el encargado de los reclutas para entrenar. Una división especial llamada Cipher Pol. La idea era entrenar a niños huérfanos para misiones especiales cuando fueran adultos, una barbaridad se los aseguro. Pero Spandine quería más, quería tanto que comenzó a contratar científicos. Suministraba a los niños drogas que los volvían salvajes o incapaces de controlar sus mentes, también intercambiaban ADN de animales para convertirlos en Quimeras. Una división de Quimeras completas. Querían llamarlas Minks pero el nombre ya lo tiene un Zoológico-
-¿Cómo la marina no se dio cuenta?- pregunto Doflamingo irritado
-por qué Spandine pago a muchos de los más altos rangos para encubrirlos- dijo Sengoku enrabiado-solo yo y ese estúpido de Garp no nos ganó sus billetes. Fue un complot increíble, muchos fueron directamente despedidos. Nos quedamos unos muy pocos que no estábamos a merced de Spandine. Tsuru, Garp y yo-
-awww Tsuru que recuerdos- dijo Doflamingo soñador -¿todavía cuelga la ropa de los vagabundos?-
-los lava, los peina y les da ropa nueva- dijo Sengoku
-interesante. Parece que se conocen desde hace mucho- dijo Smoker entusiasmado con la conversación
-lo conozco desde Water 7. Cuando conocí a mi hermoso Croco y a Bellmere la antigua novia de Cora- Smoker quedo en seco -¿Qué te pasa?-
-¿Cora tenia novia?- dijo perplejo
-así. Bellmere, duraron un año porque ella fallecio poco después de que fundaron el orfanato- explico Doflamingo -¿Qué te sorprende?-
-que Cora consiguiera novia. Es mojigato después de todo- dijo Smoker
-más o menos- dijo Doflamingo –él es muy delicado con el tema, antes de escapar lo encontré en el cementerio que la enterramos… ¡mierda!- chillo miro a todas partes. Los niños estaban dentro de la cabina –menos mal, Nami no está aquí-
-¿Por qué?- pregunto Sengoku
-porque todavía no sabe que su madre murió- dijo Doflamingo. En ello lo miro desconcertado –ups…-
-¿Qué Nami todavía no sabe?- dijo Sengoku enojándose
-asuntos de Cora no míos-
-¡pero han pasado cuatro años!- grito enojado
-vaya con él o luego, que se siente muy mal ahora…..- dijo Doflamingo, peor no lo pudo parar. Sengoku, hecho rabia pura se adentró a la cabina del sótano empujando sin querer a algunos niños.
Dentro de la habitación, Corazon se agarraba la cara con Chopper en el camarote jugando con una pelota. Lo tuvieron que vestir de niña. En ello, un golpe tremendo sacudió el barco. Desde arriba al suelo salto Sengoku cerrando la puerta y asustando a Corazon.
-Sengoku…- un puñetazo en toda la mollera -¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!- soltó el puño y el hombre cayó de espaldas casi noqueado
-¡¿Cómo no les haz dicho?! ¡Insensato!- grito Sengoku
-¿de qué habla santa?- dijo Corazon mirando pollitos bailarines
-¡De Belle!- grito más fuerte Sengoku. Corazon se crispo -¡de Belle y de que Nami no sabe la verdad de ella!- el más joven se sentó en la cama –si no fuese por ella ni estuvieras cuidando a todos estos niños. Estarías en la calle con Law viviendo de basura como antes ¿y tú no le honras diciendo la verdad a su hija? ¿Qué paso con Nojiko?- el rubio desconcertado se sentó apoyando sus manos al colchón pensando sus palabras respiro.
-no quiero que los sepa- dijo Corazon –no quiero que su sonrisa se pierda-
-¿Qué te pasa en la maldita cabeza?- dijo Sengoku
-ella jamás pregunta de su madre y quiero que se quede así- dijo Corazon –Aun espera a Nojiko con su madre volver. A Nojiko se la llevaron. No he podido saber nada desde entonces, menos su paradero o si está bien… está en Ennies Lobby- Sengoku se agarró la cara.
-¿Cómo paso? ¿Cómo paso esto sin que yo me enterara?- se lamentó.
Sengoku se lamentaba, sí. Porque conocía a Bellmere desde niña. Sengoku, Shirohige, Tsuru, Garp, el padre de Franky, Tom, Iceburg desde niño. Residían todos en Water 7 y conocía a todos los niños que crio Shirohige y a Bellmere le tenía un aprecio y unas canas por sus travesuras de niña como las escapadas de Crocodile. Corazon le tuvo que explicar la historia. El viejo sabía que Bellmere había muerto siendo asesinada en el puerto hace años. Visitaba la tumba seguida. No estuvo el día por estar en otro asuntos, menos en el funeral. Que Spandine sea el responsable le ardía la sangre, no tenía idea de nada. El cuidador se lo había guardado y mientras lloraba y suplicaba que le perdonase de rodillas por no protegerla esa tarde, por guardárselo todo y que por favor no se llevara a los niños. No tenía más que a ellos.
-Me decepcionas Cora- dijo Sengoku arrodillándose para tomarle de los hombros –mírame- el otro no podía –mírame te digo- Corazon levanto la mirada sin maquillaje un momento. Su cabello a gracia de su flequillo le caían gotas tenues –atrapare a Spandine. Esto ya es más afectivo para mí. Porque sea por los niños y por Belle, me encargare que ese malnacido este en las rejas. Si es posible mandare a su hijo a un orfanato. Pero por favor dile lo mas pronto posible a Nami la verdad o se enterara de la peor forma- Corazon miro por unos segundos respirando con dificultad
-lo siento…-
Sengoku salió.
Paso varias horas antes de que Corazon saliera a cenar. Esas horas fueron agobiantes para Law quien no quiso salirse del costado de la puerta. En esas horas, pasaron algunas cosas. En eso está Kid, molesto de usar ese vestido. Caminaba por donde Law estaba sentado quejándose todo el tiempo. Entre refunfuños se dio cuenta de Law.
-¿Qué haces aquí Trafalgar?- pregunto Kid mirando al chico
-Que hace tú aquí, Eusstass-ya- dijo sin dejar de mirar la trampilla. La trampilla conducía a la habitación especial para Corazon y Chopper. Las otras estaban a los costados, una para Crocodile y Doflamingo y otra para Iceburg con Paulie. Smoker dormiría con los niños y Loca conduce.
-tratando de esconderme y que nadie recuerde esto- dijo. Mirando para todos lados -¿esperas a Papa Cora-san?-
-quiero entrar pero no me deja- dijo serio Law
-solo necesita estar solo- dijo Kid
-necesita estar conmigo- dijo Law
-Por favor. Deja de ser tan mimado y dependiente- dijo Kid enojándose –Papa Cora-san no siempre está aquí o por allá cuando tú lo necesitas-
-¡yo siempre estoy con el cuándo me necesita!- chillo Law dándose la vuelta
-eres más impaciente que yo- dijo Kid quitándose una coleta –si no ves, tengo un asqueroso vestido para que él esté tranquilo ¿no crees que para dejarlo un poco tranquilo debe estar solo unas horas?-
-¿Qué te importa? ¿Eh? No tienes a nadie- dijo Law más enojado
-nadie en el orfanato tiene a alguien- dijo Kid directamente, Law se sorprendió –como tú, como yo, como Killer, el amigo tuyo pingüino y los otros dos lame pies estamos solos y no esta tan mal como crees. Para uno o para otros, es mejor estar lo más alejados de donde iniciamos- Law le miro extrañado, estaba diciendo algo inteligente. Ladeando la cabeza se rasco el sombrero de Corazon
-¿la comida estaba caducada? Dices algo coherente-
-la incoherencia es para Luffy- dijo Kid –lo digo porque Papa Cora-san es un adulto y nosotros apenas unos niños-
-si ¡pero él me necesita! Anoche, anoche estaba llorando y… y…- se le estaba perdiendo la compostura. Como si fuese una ilusión, Kid le tomo de los hombros, sorprendiéndose con los ojos muy abiertos miro directamente a los ojos ámbar de Kid y a sus inexistentes cejas.
-quien necesita a Papa Cora-san aquí eres tu- dijo Kid serio –pero si lo hostigas, Papa Cora-san se apenara y seguirá actuando como últimamente- Law muy débil mentalmente se levantó.
-no me gusta que tengas la razón- dijo Law –está cansado ¿no?-
-eso parece ¿eh? Oye, me caes pésimo. Pero ver como hostigas a Papa Cora-san- le tomo del hombro –me dan ganas de invitar a pelear y distraerte- en ojeroso más extrañado miro a Kid.
-¿Cuánto te pago Papa Doffy?-
-lo suficiente para no usar vestido jamás- una cosa que pudiera marcar el futuro señores.
Law sonríe por quien odiaba.
Pero cuando salían del pasillo de cabinas…
¡Flash!
-¿Qué?- dijeron en unísono
-Cora me pagara con estas fotos ¿Cuánto cobrare?- se pregunto Crocodile con una cámara de fotos en la mano. Al verse los niños abrazados por los hombros, se soltaron y de puro instinto se golpearon la cara de un puñetazo.
Durante la tarde que Corazon se encerró en la cabina. Chopper jugaba con la barba de Sengoku sentado en una silla de playa en la proa del barco. A su alrededor acostados mirando la subes estaba Hawkins, Bonney durmiendo y Drake leyendo un libro en la esquina.
-cuidado, cuidado Chopper- dijo Sengoku cuando el pequeño le estiraba la barba –me la quitaras- se reía de lo lindo cuando aparecía Iceburg
-¡Chime! ¡Chime!- chillaba Chopper
-¿quieres jugar con Chimney?- pregunto Iceburg con la niña en los brazos
-¡Chopper! ¡Chopper!- chillaba la niña
-ok, ok ¡Paulie!- aparecía el rubio por la una puerta que daba a las orillas -¿te los puedes llevar? Es peligroso que jueguen por aquí- le explico Iceburg. Paulie tomo a los niños
-¿Qué quieren jugar?- pregunto Paulie divertido -¿quieren ver los libros de Loca?- ambos chillaron
-te llevas bien con los niños- dijo Sengoku –es extraño viniendo de ti ¿eh?- el viejo miro a la pierna de Paulie. Un niño de mirada indiferente se asomaba agarrándole la pierna –hola- saludo. Lucci retrocedió agarrándose más fuerte de Paulie
-Lucci es un poco desconfiado- dijo Paulie –Saluda al hombre Lucci- el niño, con la paloma posada en su hombro y vestido con gorro de lana y una chaqueta de gatito de Califa. Saco la lengua a Sengoku -¡Lucci! ¡No se hace eso!- el niño se escondió en la pierna sin decir nada –lo siento, es muy terco- Sengoku se rio d buena gana.
-hombre, jamás te pensé ver así-
-¿Cómo así?- pregunto Paulie
-como Papá- dijo Sengoku
-¡¿eh?!- chillo Paulie, Iceburg y Lucci.
-¡¿Papá?!- comentó Iceburg dando un paso. Los que estaban recostados en la proa se levantaron un poco.
-¡Papa Paulie no es mi Papá!- grito Lucci enojado -¡el será mi esposa!- chillo. Iceburg giro y encaro a Lucci.
-¿Cómo que esposa eh? ¡Ni en un millón de años!- grito Iceburg -¡Paulie es mi novio!-
-¡Solo novios! ¡Papa Paulie será mi esposa y punto!- chillo Lucci mas enojado -¡usted no le merece!-
-¡Mira niño que me estas hartando!- le agarro la ropa -¡tú eres un niño yo un adulto! ¡Paulie también es un adulto! Ósea que tú y el ¡jamás!-
-¡Iceburg! ¡Basta! ¡Lucci! ¡Basta!- bramo Paulie con los bebes en sus brazos. Ambos peleadores lo miraron
-¡el empezó!-
-¡me da lo mismo quien empezó! ¡Ahora compórtense! ¡Es por Cora y por lo demás niños! ¡Están asustando a Chimney y a Chopper!- chillo mirando como los bebes estaban acurrucados en su pecho.
-tal vez buscan leche- dijo Doflamingo apareciendo. Sengoku detrás se partió de la risa. Paulie hartado, se da la vuelta y se va. Lucci de instinto se soltó de Iceburg y le siguió.
-impresionante- dijo Sengoku -¡impresionante!- los niños sentados en la proa se acercaron
-¿Qué es impresionante….? ¿Cómo le decimos?- pregunto Drake. Los otros dos dudaron con los hombros
-a Luffy se le ocurren las cosas- dijo Bonney sonándole el estómago –tengo hambre-
-tu siempre tienes hambre ¡oh! Perdón señor…señor….-
-recuerdo que a Shirohige le decían “Viejo Shirohige”, díganme a mi “Viejo Sengoku”-
-mejor, ya- dijo Drake aclarándose la garganta – ¿Qué era impresionante? ¿Viejo Sengoku?-
-es por Paulie- los niños ladearon la cabeza –conozco a Paulie desde niño y siempre ha sido muy reacio para los niños ¿Qué será que lo pone tan paternal ahora?- el viejo miro a Iceburg un momento sonriéndole
-no me mires, biológicamente no se puede- dijo moviendo las manos
-lo veo en su comportamiento- dijo Sengoku –es parecido cuando conocí a este muchacho, a Cora. Como quería tanto a Belle y este empezó a salir con ella, lo quiero como un hijo aunque no tenga- suspiro –creo que serían esos niños-
-¿Lucci? No, Lucci solo es su acosador personal- dijo Iceburg
-si pero Killer es el acosador personal de Penguin y todos saben que quiere de él, Papa Iceburg- dijo Drake los otros dos asintieron
-al igual que Robin- comento Bonney
-¿Cómo Hancock?- murmuro Hawkins
-no, Hancock es una maldita enferma- dijo Drake
-creo que la cercanía de Lucci como se llame, lo está fraternizando- dijo Sengoku –tal si quiere pero no te lo quiere decir-
-viejo, tengo a Franky y a la niña, con eso me quedo- dijo Iceburg –pero últimamente el ánimo de Paulie es preocupante, lo veo muy rabioso- comento pensante
-¿Cuánto llevan?- pregunto Sengoku –Paulie es más joven que tu-
-también es más cariñoso con los niños y como se ve, si quiere a los niños- comento Doflamingo –tú tienes a Franky y a Chimney por obligación, no porque quisiste-
-¿Cuántos años tiene Papa Iceburg?- pregunto de pronto Bonney
-¡los suficientes para no preguntar!- le espeto Iceburg. Los niños se sorprendieron –lo siento, me deja en que pensar- pregunta prejuiciosa ¿Qué era lo que quería Paulie?
En alta mar, los niños se pasaban el tiempo paseando o peleando entre sí. Aun teniendo a Corazon dentro de la cabina. Loca estaba en el temor cantando:
-Up On melancoly hill
There Plastic tree
Are you here with me
Just looking out the day
Of another Dream
Well you can’t get what you wan…. ¡Oh! ¡Luffy, Luffy!- dijo la mujer sin soltar el timón.
-Señorita Loca, estamos aburridos- dijo el pequeño, su grupo de amigos estaban detrás con cara aburrida
-¿y?- dijo ella sin dejar de mirar el frente
-cuéntenos una historia- pidió Nami
-no- dijo en seco ella. Todos alegaron –estoy con el timón, no puedo leerles una historia-
-buff, que aburrido- dijo Zoro
-¡Señorita Loca!- chillo Sanji tiernamente
-¿si?-
-¿Qué cantaba?- pregunto. Ella soltó una carcajada. La luz de la tarde se posaba por la ventana de la proa, fuera de ella Sengoku se dormido en la silla de la playa y Doflamingo habla o más bien discutía con Crocodile. Los demás niños se habían entrado a comer.
-On Melancoly Hill. Una hermosa canción niños- dijo ella sonriente –me calma al conducir los barcos- los niños se asombraron
-¿le gusta cantar?- pregunto Usopp -¡sabe que yo el Gran Capitán Usopp soy buen cantante!- chillo
-ni se te ocurra. La ultima vez casi dejas sordo a Luffy- dijo Nami, Usopp hizo un puchero refunfuñando.
-Todos son buenos cantantes- dijo Loca de pronto, los niños le miraron raro –todo y cada uno canta hermoso, por que cantar con pasión y maravilla viene del pecho, no de un sonido bonito, no de la boca, la cuerdas vocales no cuentan. Es tu pasión por cantar es la que lo hace bello-
-oh…- dijeron los niños
-a Papa Yorkie y a Papa Huesos le gusta cantar- dijo Luffy de pronto. Todos le miraron y sonrieron.
Cómplices.
En otro lado, en las camas de la habitación de los chicos. Killer estaba recostado siendo transfucionando con nueva sangre. Llegando al barco por el mareo y toda la sangre que perdió al perseguir a Penguin, quedo pálido y lánguido. A tal paso, que a poco de zarpar se desmayó.
-valió la pena- dijo con la cabeza en un almohadón. La habitación de los chicos era larga y con camarotes de metal incrustados en el suelo, una ventana al mar y luces en el techo. Killer dormía en la cama en medio de todas en la parte de abajo para que le llegara mejor la sangre. De un momento para el otro, la puerta de la habitación se abrió. Él no le dio mucha importancia, miro por el rabillo del ojo y luego los cerró de nuevo.
-¿Dónde los metió Bepo?- la voz inédita y adorable de Penguin le levanto golpeándose la frente con la cama de arriba -¿eh?- inocente se acercó al camarote donde oyó el ruido. Solo asomándose, se asustó -¡Capitán!- chillo
-¡no! ¡No! ¡No lo llames! ¡No te hare nada!- chillo Killer como pudo. Penguin se quedó paralizado un momento, Killer sentado se miró el brazo como le caía las gotas de sangre al tubo que le daba la sustancia –solo quédate ahí ¿Qué buscas?- pregunto queriendo ignorar la ropa de Penguin.
-un juguete de Bepo….- dijo con miedo Penguin –un barquito-
-¿en serio? No sabía que tenía juguetes de barquitos- dijo Killer nervioso
-si- asintió Penguin –se lo regalo el jefe Genzo-
-bien, bien- estaba nervioso, muy nervioso, tener a Penguin sin Law y que este así de tierno…” ¡Cálmate Killer!” le dijo su mente “el está asustado, tu nervioso. Recuerda, recuerda, la última vez lo asustaste y dejo de hablar porque ese tonto de Trafalgar se lo ordeno ¡Respira! ¡Respira!” -¿Qué color te gusta?- dijo sin pensar. Quiso darse una apuñalada por lo estúpido que fue.
-el amarillo- contesto Penguin. Killer quedo en seco –mi color favorito es el amarillo- ¡información valiosa!
-un lindo color ¿no lo crees?- dijo riendo tontamente, Penguin lo veía raro pero ya no tenía miedo –el mio es el azul-
-el amarillo y el azul se transforma en verde- dijo Penguin -¿eso duele?- pregunto indicando la sangre
-¿eh? No, pero se siente como si fueras una botella y te llenan de agua- dijo Killer, Penguin rio -¿no doy miedo?- pregunto sonriente
-no mucho, el que da miedo es Kid- dijo Penguin –tu estas raro pero eres simpático- comento Penguin –Me daba miedo entrar a un barco pero ahora no siento nada- Killer confuso apoyo sus manos en la cama mirando al niño, el pequeño se quedó mirando la bolsita de sangre vaciarse. Lo que sabía siempre es que sus padres murieron durante un viaje. Al igual los de Sachi ¿Cómo supero su miedo tan rápido? La última vez se meo en los pantalones y Kid le estuvo encarándolo todo el tiempo en la casona. Burlándose mojándose los pantalones para echarle bronca. Luego de ello, Law le golpeaba pero era otra cosa.
-Una pregunta ¿Quieres a Trafalgar?- el más pequeño le miro sorprendió -¿lo quieres manera admirada o de manera como Zoro y Luffy?- Penguin confuso se sentó a los pies de la cama
-¿de qué hablas?- pregunto
-es que….- Killer se puso nervioso –si lo quieres como no se…. Eh…. ¿novio?- quedaron un poco mirándose el uno al otro por segundos largos. Hasta que Penguin se goleó la cara.
-pensé que eras inteligente- se puso a reír –no es como Zoro y Luffy-
-¿entonces?- pregunto con interés Killer, acercándose al rostro de Penguin muy incómodamente -¿Cómo es con Trafalgar para ti?-
-¡él es mi capitán!- chillo Penguin –pasas mucho tiempo con Papa Doffy y ya te dice cosas raras y te las estas creyendo-
-entonces ¿Qué te hizo no tener miedo a los barcos?- pregunto Killer
-él. Pero es un amigo ¡un gran capitán! Como soy su subordinado ¡seré valiente como me dice!- chillo entusiasmado Penguin. Empuñando sus manitas por debajo de su barbilla le brillaba el rostro y lo poco y nada que se notaban de sus ojos. Killer se preguntó si veía con el sombrero tan mal puesto, además de…
-qué lindo te ves- dijo el rubio sin pensar. Penguin le miro rápidamente –eres lindísimo Penguin- se acercó mas –es súper, súper lindo- Penguin se puso nervioso, su rostro estaba mucho más cerca, lograba ver el rabillo lo fieros ojos de Killer.
-Eh… Killer….- el niño comenzó a retroceder
-acércate- dijo Killer serio muy tenebroso –acércate Penguin….-
-¿pa….para qué?- el montón de enredara rubia de Killer le rosaba la nariz –Killer… me estás dando miedo…-
-cállate- le ordeno. Penguin se quedó shockeado –dame un besito- quiso hacerlo tiernamente, pero lo nervioso que estaba lo cambiaba por completo –por favor, hazlo- el rubio ya estaba tomándole de los hombros. El pequeño no podía moverse, se sentía…
Killer estaba a solo a centímetros de tocar su boca. Para cuando la puerta se abrió.
-se quedan aquí- bramo Crocodile con Law y Kid. Los arrojo a la habitación –a la próxima no se les ocurra tomar mi cámara ¿encendido?- cerro la puerta de golpe.
-Eusstass-ya de porquería, me hiciste salir de esperar a la Papa Cora-san- dijo mirando al techo. Par luego fijarse en Killer y muy cerca de Penguin. Su instinto salió se levantó y le dio una patada a Killer, soltándose del cable que conectaba con su vena y chorrearla por la habitación.
-¡KILLER!- grito chillo Kid
Finalmente a Killer le tuvieron que parchar la mano con vendas y recostarlo en la cama durante los días que anduvieron por el mar con un mareo anémico que duro mucho. Kid y Law castigados limpiando lo que ensuciaron, a Penguin quien no tenía nada que ver tuvo que ser alejado de la habitación y quedo durmiendo con Corazon. Pasaron los días y todos estaban desesperados en llegar. Peor para cuando se enteraron por error que le sucedió a Yorkie. Sintiéndose culpables creyendo que el disparo lo ocasionaron ellos. Eran pequeños y el último día de la travesía no hicieron nada más que sentarse en las orillas a lamentarse.
La mañana siguiente llegaron a la orilla del puerto, era el alba y caminaron rápido para llegar al orfanato. El autobús de Crocodile fue encontrado hundido en el puerto. Inservible.
-Esta como la mierda- dijo Doflamingo saliendo al puerto, agarrándose la cabeza
-esto me costara caro- dijo Crocodile –los saque del imperio de Carue-
-¿Qué no te debían dinero?- pregunto Doflamingo
-si pero la garantía duraba medio año- dijo Crocodile, estaba un poco distante, por ello no miraba a Doflamingo y el lo notaba. Era distante porque era “tímido” (pensamiento de Doflamingo no mio) pero desde el viaje que andaba muy pero muy distante. A tal grado de que cuando dormían en la cabina alejaba a Doflamingo como podía, tampoco quiera que se acostasen juntos así que lo hecho de la habitación.
-¿te sientes bien Croco my love?- pregunto antes de caminar con el grupo
-¿al fin preguntas? Te tardas tres días en preguntar- le dijo drásticamente con seriedad
-¿eh?- dijo Doflamingo -¿Cómo? No te entiendo de verdad- el hombre de la cicatriz marcada sobre su rostro hizo una mueca de disgusto. Apretando las manos sobre la tarima del puerto miro hacia el suelo temblando de furia. El otro preocupado le quiso tomar del rostro pero la quito rápidamente cerrando los ojos.
-¿por qué no me lo dijiste?- dijo Crocodile -¿a cuántos más le has dicho eso? ¡¿A cuántos?!- bramo entre la niebla
-Croco- queriendo tranquilizarlo pero se alejó mas
-¡¿a cuántos más le ha dado un sobre nombre?!- le grito -¡¿a cuántos?! No lo entiendo- se apretó la gabardina –nunca me lo dijiste. En estos cuatro años ¿Por qué no me dijiste que tuviste más novios? Sé que es normal, pero…- Crocodile trato de respirar queriendo ocultar que se le salían lágrimas –nunca antes estuve con un hombre ¿bien? Me hace sentir raro escuchar que con quien estoy, es… -
-¿celos?- dijo Doflamingo de pronto. Crocodile alzo la cabeza, dándose cuenta de lo que dijo, colorándose furiosamente –parece que mi Croco está muy celoso ¿no es así?- con picardía lo molestaba. Crocodile nervioso mira Doflamingo y… lo lanzo al mar -¡Hey!-
-¡en casa lo conversamos!- grito y se fue corriendo a donde los niños.
Chorreando llego al orfanato. Viendo como Kid corría y besaba la tierra con cariño para luego irse a su habitación y cambiarse de ropa.
-¡no vuelvo a usar ropa de niña en la vida!- grito. Los demás niños entraron, pero como Kid es lerdo y no se dio cuenta. Muchas de las partes del orfanato estaban destrozadas o con agujeros. El tal Spandine había destruido la cocina y el mini living, dejo los libros con las paginas arrancadas y las camas en las habitación como las de los niños y los de las niñas, llenos de cortes sin respaldos. Todo desordenado y revuelto.
-ese Spandine me las pagara- dijo Nami -¡me rompió toda la ropa!-
-¡mis juguetes! ¡Capitán! ¡Ese hombre rompió los peluches de Penguin y Bepo! ¡También el mio!- chillo entre lágrimas Sachi, Law trataba de calmarlo.
Smoker caminaba por los baños, percatándose de que en una parte escrito con muy mala caligrafía en el muro junto con un dibujo de un panda:
“Atrapare a los niños”
ATTE Spandine
-esa perra- mascullo Smoker. El baño estaba inutilizable, gran parte estaba regado en el suelo y el techo se caía. Fuera, cambiando por el huerto destrozado Ace, Marco, Sabo y Koala caminaban viendo si quedaba algo que salvar.
-no queda casi nada- dijo Koala triste –solo quedaron zanahorias y racimos aplastados de uvas-
-así se fue la comida- dijo Marco en seco -¿Qué te pasa? Está enfermo ese señor-
-ni de señor debes tratarlo- le contradijo Ace –ese malnacido ni debe tratarse bien ¿no Sa…? Oh…- se volvió a apenar. Como Koala y Marco miraron a Sabo, escarbaba en la tierra buscando semillas. Como Marco y Koala se miraron cómplices.
-Creo que dentro del barco quedaban algunas semillas ¿no Koalita?- pregunto Marco
-¡si! ¿Vamos a buscarlas?- pregunto Koala sonriendo. Marco puso su brazo y Koala la tomo, alejándose. Ace se dio cuenta de lo que hacían miro de instinto a Sabo que agarraba la palita de metal de Robin, iba a irse pero Ace le sujeto la mano.
-dímelo- dijo cortante –dime que te pasa Sabo- era casi una súplica apretando el brazo de su hermano -¿Qué hice para que no me hables?- Sabo enojado se soltó, pero no se fue. Se quedaron ahí sin decir nada, mirando la tierra esparcida y las hojas rotas pisándolas Nekomamushi cambiando y maullando a los niños.
-Olvidamos a Nekomamushi aquí- dijo por fin Sabo. A Ace se le soltó una sonrisa –espero que haya comido- no le dirigía la palabra, el pecoso desesperado, le agarro el hombro.
-mírame Sabo-dijo desesperado. El hermano le miro serio –si estas molesto de lo de Sanji, no fue nada te lo juro. Solo quería preguntarle algunas cosas- Sabo respiro profundamente, se rasco los rulos de su cabello para contestar.
-es que eres un maldito hipócrita, Ace- le dijo agarrándose de la cara. Ace le miro sorprendido –no le hagas el loco- el pecoso le soltó –el cuento de la Señorita Loca fue parecido a lo que hacemos ¿no te das cuenta?- Ace lo pensó, dándose cuanta por fin –eres bastante tonto ¿eh? Wolf Green Zoro es parecido al Zoro de aquí claramente y nosotros los guardianes que quien quiere matarlo ¿Por qué? Por qué esta con nuestro hermanito- le apunto con la pala –aparte de Marco que te persigue y sí, estoy más que claro que te gusta que te persigue ¿no ves como tratas a Sanji? Es mas ¿recuerdas lo del barco?-
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Todos dormían. Excepto uno que las extensiones de pelo le molestaban.
-no me gusta vestirme de chica….- lloriqueaba. Se levantó de un salto –si Papa Humitos no me ve no lo notara ¿verdad?- dijo con desespero. Se levantó con el movimiento del barco tambalearse, despacio usando el vestido que le dieron que era de Califa. Se encamino a la puerta. Pero llegando al baño, se encontró con una inesperada sorpresa -¿Ace? Oh por la, se durmió en el suelo. Otra vez- si, Ace dormía plácidamente en el suelo a pierna suelta babeando el suelo –me pregunto cómo no le da frio-
Olvidando que iba al baño, Sanji tomo de los brazos a Ace. Lo arrastro por el pasillo, pero justo en el momento que iba a llegar a la puerta con suerte, dejando una hilera de saliva de Ace por el suelo. Una ola le dio al barco. El golpe fue tan fuerte que Sanji perdió el equilibrio. Se tropezó con la cabeza de Ace y junto con el… comenzó a rodar por el piso inclinado de barco a gracia de la marea. Al chocar con la pared del pasillo se fijó que
-¡ay no!- dijo lloriqueando -¡no! ¡¿Por qué a mí?!- chillo -¡que te hice!- grito al cielo. Ace roncando de lo lindo apretándolo, si Sanji se cayó encima y como una trampa de oso, quedó atrapado en los brazos de Ace. Este estaba sin darse cuenta que sucedía y quien estaba abrazando se acurrucaba en lo que en sus sueños pensaba que era un pedazo de carne gigante calientito. Con ese onírico y platónico sueño, estaba seguro que el olor de la carne pasaba por su nariz. Saco la lengua y con un escalofrió de Sanji, Ace le comenzó a lamer el cabello.
-¡Espera! ¡Ace! ¡Ace!- chillaba Sanji -¡es asqueroso! ¡Despierta Ace!- se puso tan nervioso que olvido que podía darle patadas y ambos, se quedaron ahí toda, toda la noche.
Para la mañana los encontraron en esa esquina con un Sanji traumatizado y un Ace que apenas recordaba de cómo se durmió. Para su suerte, el rubio fue molestado todo el viaje por Zoro, Nami y Kid.
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-no te disculpaste con Sanji, quedo traumatizado y además que le da miedo acércate a ti. Marco tiene la razón, no tratas bien a los amigos de Luffy. Ellos no son malos. Me di cuenta ahora, no me di cuenta antes por seguirte la corriente. Ace, ellos son los amigos de Luffy y por el amor al diablo, por favor Zoro no le hace daño. Sí, me molesta que este con Luffy pero no es razón para que le saquemos la mierda siempre. Eso me molesta, que como tú estés en las mismas sea con Marco o con Sanji, estas siendo hipócrita. Estamos siendo hipócritas y eso no le hará ni un bien a Luffy ¿entiendes?- el pecoso quedo atónita. Mirando a todas partes para darse una respuesta
-odio que tengas razón- dijo Ace perdiéndose. Sabo le sonrió y le tomo del hombro
-eso se llama madurar-
-Me siento fruta- trato de reír. Pero respiro muy fuerte irguiéndose sonriente -¡de acuerdo! ¡Me disculpare con Sanji! ¿Está bien eso?- el rubio asintió. Pero justo en ese momento, algo sonó en la casa vecina.
Hay que regresar el tiempo.
Corazon, pesadamente, recién llegado y sin maquillaje que lo reconocieran. Entraba por el portón principal apretando sus manos contra su ropa. Estaba nervioso. Pasó por el colegio construido por la pareja y de la cual no estaba seguro de que los chicos volvieran. Lo que sucedió no era su culpa, peo si la de él. Brook debe estar enojado. Muy enojado por ellos. Le dispararon a Yorkie y fue su culpa. No la de los chicos, no la de cualquiera. Era suya y listo. Compadeciendo a su hermano Doflamingo se acercó mojado, incluso el menor no le pregunto. Entrando los dos con pesadez por el costado del colegio divisaron la cabaña que vivían la pareja con Laboon. Pobre Chopper, se quedó sin amigo. No le dejaran que juegue de nuevo con él. Los niños sin educación. Ellos sin vecinos. Sin confianza. Queriendo llorar… se encontró con la puerta en la cara. Doflamingo toco la puerta. Escucharon que pasaran de la vieja Kureha. Con miedo tomaron el picaporte y entraron.
El living era pequeño, pero lleno de decoraciones de instrumentos de música y posters de bandas antiguas, además algunas modernas. Un librero en un costado, el comedor y el living estaban juntos y en el fondo los esperaba Kureha con su mirada seria.
-les diré el diagnóstico y luego me voy a ver a Chopper- dijo se acercó enojada –si tiene un solo rasguño, los matare a ambos de maneras que sufran mucho- amenazo a los dos. Les dejo que entraran, Doflamingo entro y obligo a su hermano a entrar.
La habitación estaba a oscuras. Era muy de mañana, el sol todavía no llegaba a las ventanas. Varios instrumentos médicos estaban manchados en una mesa quirúrgica. Vendas marcadas de carmesí, bisturí y pinzas. También un bote lleno de vendas usadas. Tijeras rotas. Medicina, yodo y una botella de agua con un vaso a su lado. Sin embargo lo que le rompía más el corazón al cuidador. Era el estado de Brook. Arrodillado con los brazos puestos encima y la cabeza apoyada en ellos. Su magnífico afro reposaba entre sus hombros y su gorrito se regaló a las sabanas. Usaba la ropa formal. Mientras que Yorkie, inconsciente con la cabeza puesta en una gran almohada sobre la cama. Lo conectaban sendas por los brazos y en la nariz. Su sombrero colgaba en el respaldo.
-Brook…. Lo lamento…- murmuró lo más que pudo Corazon
-no volverá a caminar- la voz de Brook les asusto. Era enojada con lastima –no volverá a caminar nunca más- apretó las sabanas –le dispararon a la espalda. Ese sujeto apareció por la puerta rompiéndola. Yo tome a Laboon por seguridad y Yorkie se le encaro, él quería a los niños. Le repetimos que no les diríamos donde fue por qué no lo sabíamos. En el momento que Yorkie se dio la vuelta para que me escondiera en la habitación con Laboon. Le disparo- comenzó a llorar –le disparo y del dolor, Yorkie se cayó y se golpeó la cabeza. Despertó días después. Kureha nos dijo que las balas, fueron dos, le dio en una zona donde conectaba con las piernas y la otra directa en el pie. Le destruyó el talón. Al quitárselas y despertar, Yorkie dijo que no sentía las piernas-
-si se mueve mucho podría abrirle la herida- dijo Kureha –perdió mucha sangre y estuvo con la presión baja, perdón si les duele, pero casi se muere- Brook chillo dentro de sus brazos
Corazon enrabiado y apenado se cayó de rodillas, los adultos le miraron. Se hinco y se escondió entre sus brazos. Se escucharon sus lágrimas tocar el suelo de madera.
-¡PERDON!- grito -¡PERDON! ¡PERDON!- desgarradoramente grito -¡no fue mi intención! ¡No fue mi intensión! ¡PERDON! ¡SE LOS SUPLICO! ¡POR FAVOR! ¡POR FAVOR! ¡AUNQUE NO ME PERDONEN! ¡NO LE HECHEN LA CULPA A LOS NIÑOS! ¡POR FAVOR! ¡PERDONEN! ¡POR FAVOR!-
Lastima. Mucha lastima daba apretando los puños. Otra vez Cora. Otra vez ¿Cuántas veces vas que quieres proteger y resulta que otro sale perdiendo? ¿Bellmere? ¿Tu padre? ¿Tu madre? Hiluluk… ahora Yorkie ¿no te da vergüenza? ¿Eh? Todo lo que tratas de hacer resulta que otro sale perdiendo ¿Por qué eres así? No lo comprendo.
¿Por qué siempre es así?
¿Por qué siempre te pasa lo mismo?
-se los ruego…- dijo Corazon –no le echen la culpa. Quien debe estar postrado en cama soy yo…- se hizo un ovillo con sus piernas. Penoso. Kureha se compadeció con el dándole la mano para que se parara. Pero la rechazo –Brook… perdón…- levanto su cara y sus lágrimas recorrían sus mejillas. Hinchándole la cara. Roja. El otro hombre lo miro. Como Doflamingo sus gafas seguían puestas. Pero antes de que dijera algo. Afuera, algo sonó.
-¡Binkusu no sake wo todoke ni yuku yo
Umikaze kimakase namimakase
Shio no mukou de yuuhi mo sawagu!
Sora nya wa wo kaku tori no uta- Kureha se acercó a la venta y corrió la cortina. Sonrió muy densamente deslizándola para mostrar el patio. Riendo y dejando pasar lo primeros rayos del sol del día. Todos los niños menores de ocho y algunos mayores de doce cantando. Todos en fila. Coreando la canción de Brook y Yorkie a viva voz, en medio de todos más alegre brillando su rostro con la luz sobre su piel. Luffy tomándoles las manos a sus amigos. Los adultos no lo podían creer.
-¡Sayonara minato tsumugi no sato yo
Don to icchou utao funade no uta
Kinpa-ginpa mo shibuki ni kaete
Oretachya yuku zo umi no kagiri!- era un plan ideado por Luffy. En el barco antes de llegar y saber la noticia de Yorkie, les pidió a todos en cantar para Papa Yorkie y que se mejorara. Los más maduros sabían que era una tontería, pero la inocencia y ternura de Luffy los convenció. En la cabaña miraban asombrados de sus cantos, eran tan tiernos que hasta Kureha se le vino una sonrisa. Mirando a Chopper en un cochecito riendo y aplaudiendo. Incluso Hawkins muy avergonzado cantaba.
-oh por dios…- dijo sin creerlo Corazon levantándose
-qué bello…- murmuro Brook –no me lo puedo creer. Se la saben entera…-
-es que es muy pegajosa- dijo a duras penas Yorkie. Todos le miraron, sonreía mirando relajado a los niños. Estaban cantando el estribillo de la risa de Brook –son adorables… es imposible que hicieran algo malo. Oye Cora- llamo y el susodicho miro –no te culparemos de nada. No tienes la culpa, no tuviste otra que irte corriendo. Menos los otros dos. Lo que quiero decir- la canción estaba casi terminado –quien encaro a un hombre armado fui yo. No tienes la culpa de nada- lo decía calmadamente. Nada en su voz decía odio o rencor.
Corazon se tapó la boca y la nariz llorando. Estaba muy feliz.
-muchas gracias- murmuro.
Terminando la canción con la última risa. Kureha abrió la ventana felicitando con su manera de ser.
-¡eso! ¡enanos de mierda!- grito
-¡Kureha! ¡Las palabras!- grito Corazon. Ella ser rio levantándole el dedo de al medio.
Los niños saltaban. Gritaban y reían viendo que el Yorkie los saludaba y Brook se maravillaba con su talento. Pero… en un segundo…
Boom.
Una explosión. En el patio trasero del orfanato. Los nis se cubrieron con los brazos, los mayores saltaron encima de los menores, queriéndoles proteger. Los adultos gritaron. Corazon sin pensarlo salto por la ventana corriendo por los niños entre el polvo, la graba, y el olor a humo que erizaba sus sentidos. Miro a todos lados, los niños corrían para salvarse del humo. Corazon corrió al orfanato.
-¡todos a la casa de Brook! ¡Ahora!- grito Doflamingo dentro de la cabaña -¡Cora!-
-¡espera! ¡Cuenta a todos!- le grito. Los niños entraban a la casa por el ventanal ayudándose los unos a los otros. En tanto que Corazon entraba al huerto del orfanato donde fue la explosión…
-¡SABO! ¡SABO!- la voz de Ace a lo lejos -¡SABO!- chillo entre el humo -¡¿Dónde estás?!- el humo se dispersaba y Ace por fin encontró a su hermano…-Sabo…oh no… no, no, no, no ¡no!-
En el suelo. Sabo estaba tirado con la ropa quemada, con agujeros y partes de sus manos sangrando. Como su boca y la sangre que recorría por su cabellera, junto a una quemadura inmensa sobre una parte del rostro que sangraba ensuciando el suelo y su ropa, todo, sobre los pies de Corazon.
-¡SABO!- grito Ace -¡SABO! ¡No me hagas esto! ¡SABO!-
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